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¿Cómo explicar la muerte a los niños?

¿Un niño menor de 5 años es muy pequeño para hablarle de la muerte?

¿Lo puedo traumatizar si le explico que todos los seres vivos morimos?

¿Es mejor ocultarle el tema de la muerte, pues a la larga no entienden?

La respuesta es NO.

El fenómeno de MORIR no existe en la mente infantil, y es precisamente por esa razón


que LA MUERTE necesita ser NOMBRADA y ENSEÑADA con naturalidad por los
adultos, lo mas temprano posible.

En este artículo quiero darle pautas claves que te ayuden a verbalizar y acompañar la
noción de muerte desde los primeros años de vida, para que así nuestros niños
crezcan resilientes, conscientes y capaces de transitar lo inevitable.

La MUERTE no se oculta, se enseña

Cuando muere una mascota muchas las familias tienden a engañar a los bebés y
niños: mienten, reemplazan el animal o guardan silencio frente a lo sucedido. Creen
que les están evitando un gran malestar o que “está muy pequeño para sufrir por eso”.

Cuando le dices que su mascota se fue a vivir a una granja o que el abuelito se fue a
un largo viaje, estás creando la expectativa de que eventualmente regresarán, lo cual
aumenta la ansiedad, confusión y sensación de abandono: “No se despidió de mí” “Ni
siquiera le importó”

"¿Por qué se fue sin avisarme?” "¿Cuándo va a volver?”

Posteriormente se quebranta la confianza cuando en el futuro se enteran de la verdad,


y se sienten engañados o traicionados. Siempre hablamos con la VERDAD y por
doloroso que nos resulte, aprovechamos las circunstancias para enseñarles sobre el
ciclo de la vida.

Los niños necesitan guía y poder acercarse a la idea de la muerte desde sus primeros
años. Inclusive, no se recomienda esperar a que alguien querido muera para hablar de
lo que eso significa. Hazlo AHORA y usa oportunidades previas que no sean
dolorosas. Por ejemplo: una planta que se ha secado, un cucarrón, una mariposa o
un pájaro que encuentres muerto en el parque.

¿Pero qué le digo? ¿Qué significa morir?

La muerte la explicamos a los niños como la ausencia de vida. Por ejemplo: “Mira
este pájaro que está en el suelo, está muerto, por eso no se mueve. Antes podía volar,
cantar, comer... ahora que ha muerto ya no puede hacer nada de esas cosas porque
está sin vida. Su cuerpo dejó de funcionar. Cuando las personas y los animales
mueren los enterramos y nos despedirnos”.
Estas oportunidades cotidianas son ideales para empezar a trabajar en el concepto de
la muerte, que sucede en la naturaleza a diario.

Sin embargo, muchas familias deben dar la noticia sobre el fallecimiento de un ser
querido sin nunca antes haber mencionado la muerte. En estos casos también debes
usar un lenguaje sencillo y concreto donde:

1. Menciona la palabra muerte explícitamente: “Tu papá murió”.

2. Explícale la razón real de la muerte con la información que tengas.

3. Haz explicito que la persona no regresará.

Es importante explicarles que la muerte es definitiva y que el ser querido no volverá.


Aun así, el niño te volverá a preguntar si podrá ver al familiar que murió. No es que
esté en negación, es que a nivel cognoscitivo, en los primeros 7 años la muerte no se
vive como definitiva. Vuelve y explícale con paciencia.

4. Comparte tus emociones.

No hay medicina mas poderosa que compartir el sentir . Sentarse frente a frente y
decirle: A mí también me duele. Yo también lo extraño, me hace mucha falta. No estás
solo con este dolor.

5. Valides su tristeza/rabia/miedo.

Permítele llorar, quejarse, gritar o expresar completamente y sin censura su sentir en


cualquier momento.

Tu tarea no es sacarlo de la emoción con frases como “No pasa nada; No te


preocupes; No estés triste”. Tu tarea es ofrecer una presencia amorosa y
PERMITIRLE sentir plenamente.

6. Reitérale que sigue siendo cuidado y amado por ti.


Sobretodo cuando muere un cuidador primario (mamá/papá) el niño puede sentirse
desprotegido y preguntarse ¿ahora quién me cuidará?

EJEMPLO de los puntos anteriores:

“Tu papa murió porque su corazón dejo de latir, y cuando las personas mueren no las
podemos volver a ver. Vamos a enterrarlo en el cementerio y podemos llevarle flores,
pero él no va a volver a la casa. Yo me siento muy triste y lo extrañaré mucho. Es
normal que tu también te sientas triste, puedes llorar conmigo. Yo estaré aquí para
cuidarte, amarte y acompañarte”.

Errores comunes

1. No explicar la causa de la muerte

Los menores de 6 años tienen una característica y es el pensamiento mágico. Por


desarrollo cognoscitivo tienden a pensar que la muerte fue ocasionada por sus
propios pensamientos o acciones. Es decir, se atribuyen la culpa al creer que algo
que hicieron, dijeron o pensaron causó la muerte. Los niños pueden hacer
asociaciones como:

“Si solo hubiera organizado mi cuarto mi papá no se hubiera muerto”; “Si solo hubiera
recogido mis juguetes mi mamá no le habría dado esa enfermedad” “Si hubiera jugado
con mi hermanito, él no se habría muerto”.

Por eso, es FUNDAMENTAL hablar con la verdad, explicarles qué pasó de una forma
sencilla y que puedan entender. También es importante evitar en la cotidianidad
expresiones como:

“Casi me matas del susto”

“¿Me quieres matar del cansancio?”

“Me tienes enferma”

“Me quiero morir con este desorden”


2. Usar eufemismos

Tenemos tanto miedo de usar la palabra MUERTE, que inventamos toda clase de
eufemismos: “Está descansando” “Duerme una larga siesta” “Se fue a un viaje a las
estrellas” “Pasó a mejor vida”. Todas estas frases son comprensibles para los adultos,
el problema es que para los niños no.

La primera infancia se caracteriza por un pensamiento literal y concreto. Los niños no


entienden metáforas o analogías y pensarán que literalmente viajó a las estrellas o
que pronto se despertará.

La claridad y usar la palabra “murió / está muerto” es muy importante para ayudarles
a comprender y procesar lo que está pasando.

3. Asociar la muerte con una edad

Muchas veces les decimos: “Solo las personas muy viejitas se mueren” Y eso no es
real. Después se podría dificultar el duelo cuando piensen por ejemplo, ¿por qué mi
papá se murió antes que mi abuelito?

Conclusión

Queremos enseñarles entonces que la MUERTE:

1. Es natural y todos los seres vivos morirán. Usar ejemplos cotidianos de la


naturaleza para ir incorporando la idea de la muerte desde temprano. Al final del
artículo te recomiendo un cuento infantil que podrá apoyarte.

2. Es definitiva y es un momento para despedirnos. Pueden participar de rituales


de despedida, hacer cartas para decir adiós e ir a los funerales.
3. Causa tristeza, miedo, rabia y dolor. Empezando NOSOTROS modelando la
expresión emocional, hablando de cómo nos sentimos y normalizando el dolor. La
ayuda de un psicólogo infantil actualizado también es recomendada.

4. Que podemos seguir recordando a la persona/animal. Recomiendo hacer un


album o caja de memorias. (Ver video de Plaza Sésamo al final).

¿Cuál es tú historia con la muerte?

Para cerrar este artículo quiero invitarte a reflexionar:

- ¿Cómo aprendiste sobre la muerte cuando eras pequeño?

- ¿Cuál fue tu primera experiencia con la muerte y cómo te sentiste con lo que pasó?

- ¿Los adultos a tu alrededor de alguna manera minimizaron tu experiencia, te


ignoraron o te engañaron?

- ¿Explicita o implícitamente te invitaron a no llorar? ¿A aguantar las lagrimas? ¿A no


expresar emociones con “no pasa nada” “esa es la vida” ... o simplemente con
silencio?

- ¿Te obligaron a hacer cosas para las que no estabas preparado? ¿Como besar el
cuerpo?

En la medida en que entendamos nuestra propia historia con la MUERTE, podremos


integrar esas experiencias y acompañar a nuestros niños con mayor claridad y
consciencia.

RECUERDA: La manera como lo manejes HOY, les permitirá a tus hijos transitar
los duelos de una forma mas sana (o mas dolorosa) por el resto de su vida.

TAMBIÉN…

Le tememos tanto a palabra MUERTE, que inventamos toda clase de eufemismos


para explicarle a los niños la pérdida de un familiar o mascota: ⠀

“Duerme una larga siesta” 💤 ⠀
“Se fue a un viaje a las estrellas” 💫⠀
“Ahora vive en el cielo” ☁️⠀

Los niños menores de 7 años NO PUEDEN COMPRENDERLO, pues su pensamiento
es 𝗟𝗜𝗧𝗘𝗥𝗔𝗟 𝗬 𝗖𝗢𝗡𝗖𝗥𝗘𝗧𝗢. ⠀

⬇️⠀

Los niños no entienden metáforas o analogías y pensarán que literalmente viajó a las
estrellas, que pronto se despertará o que ellos mismos pueden llegar al cielo y
visitarlo. ⠀

Te dirán:⠀
• “Mami, quiero irme al cielo para ver al abuelo 👴🏼”⠀
• “¿Papi cuando nos montemos al avión vamos a poder entrar al cielo y ver a Tintín
🐶?”⠀

Este no es un indicador de que estén deprimidos o con ideación suicida ❌⠀

Sencillamente por desarrollo cognitivo no logran comprender que la muerte es
PERMANENTE y que el cielo no es un lugar al que podemos llegar en 🚘 o en ✈️. ⠀

𝗥𝗘𝗖𝗢𝗠𝗘𝗡𝗗𝗔𝗖𝗜𝗢𝗡𝗘𝗦:⠀
Evita metáforas, enfócate en un lenguaje concreto: ⠀

“El abuelo se murió porque su corazón dejó de latir, y cuando las personas mueren no
las podemos volver a ver. ⠀

Vamos a enterrarlo en el cementerio y podemos llevarle flores, pero él no va a volver a
la casa.⠀

Yo me siento muy triste y lo extrañaré mucho. Es normal que tu también te sientas
triste, puedes llorar conmigo. Yo estaré aquí para cuidarte, amarte y acompañarte”.⠀

OBJETOS TRANSICIONALES PARA DESPEDIDAS O SEPARACIÓN…

Es normal?
¿Se la debo esconder a ratos para que no se apegue?
¿Cuándo debo quitársela?
¿Es una mala costumbre?

⤵️

Que la mayoría de los niños se aferren a un peluche, una cobija o algún objeto es
completamente normal y esperado.

🤓 Winnicott fue el primero en denominarlo: objeto transicional u objeto de apego.

⚠️ A nivel psicológico le brinda al niño contención y SEGURIDAD.

❌ Los adultos NO debemos interponernos, ni poner límites a la interacción con ese
objeto, ni esconderlo, quitárselo o verlo como una maña (mala costumbre).

🙏🏼 Todo lo contrario, con respeto y paciencia observamos sin juicio, y le permitimos
tenerlo consigo cada vez que lo necesite.

✅ Incluso, @consciousdiscipline @brain2heart nos enseña que podemos crear un
objeto transicional poniendo la foto de mamá o papá para acompañar la ansiedad por
separación (ver ejemplos en la segunda imagen).

𝗔𝗗𝗘𝗠𝗔𝗦...
¡Los objetos transicionales no son solo cosas de niños!

Todos los seres humanos usamos objetos a los que les transferimos un significado y
valor emocional para buscar contención. (Un amuleto de la suerte, una foto de un ser
querido, un altar donde pones diferentes representaciones, etc).

Desde ahora, reconoce la sabiduría, el valor y la importancia del peluche, la manta, o
el objeto que tu hijo/hija eligió.

No hay nada que arreglar, ni solucionar...
solo respetar y acompañar ❤️

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