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Tema 5.

PSICOLOGÍA DE LA MEMORIA

5.1 PIONEROS EN LA INVESTIGACIÓN DE LA

MEMORIA

5.1.1 Hermann Ebbinghaus

Ebbinghaus, psicólogo y filósofo alemán, fue pionero en el estudio

de la memoria. Entre sus contribuciones destacan: El uso de métodos

objetivos en contraposición a los introspectivos, la invención de silabas sin

sentido como material de memoria, la refutación de algunas leyes de

asociación y el uso de la estadística y las matemáticas para analizar e

interpretar datos psicológicos.

Ebbinghaus concibió la idea de que la memoria podía estudiarse

experimentalmente. El planteamiento original fue el siguiente: si una

persona interviene el doble de tiempo en aprender una información

¿recordará también el doble de información? O ¿tal vez exista una ley de

ritmo decreciente según la cual cada nuevo aprendizaje se adquiere menos

que el anterior? O por el contrario ¿Cuánta mas información haya adquirido

una persona, mayor es la probabilidad de adquirir información nueva?

Los resultados de sus investigaciones muestran una relación lineal

entre la cantidad de información aprendida y el tiempo dedicado al


aprendizaje y también se deduce que el proceso de aprendizaje no implica

ni un rendimiento decreciente ni un efecto de acumulación, si no que

obedece a la sencilla regla de que la cantidad de aprendizaje depende del

tiempo invertido. Esta relación se conoce con el nombre de hipótesis del

tiempo total, que puede traducirse en el siguiente aforismo: tanto pagas,

tanto tienes.

El tiempo total de aprendizaje puede distribuirse en un solo bloque o

en pequeños bloques. La primera situación se denomina práctica masiva y

la segunda, practica distribuida. Los resultados de aprendizaje dependen de

la clase de prácticas. La práctica distribuida resulta más beneficiosa que la

práctica masiva. Se rinde mas cuando estudias un poco todos los días que

cuando dejas toda la asignatura para estudiarla en un fin de semana

intensivo.

La relación entre aprendizaje y memoria es de tipo lineal, cuanto más

estudies y aprendas mas recordarás. Esta relación lineal directa ¿se puede

aplicar al olvido? La respuesta a esta pregunta se responderá más adelante,

cuando estudiemos las teorías del olvido.

5.2 ETAPAS DE LA MEMORIA

Todo acto de memoria lleva implícito tres momentos o etapas:

codificación, almacenamiento y recuperación.


Codificación: Es el proceso mediante el cual se transfiere

determinada información al almacén de la memoria; implica la percepción

y la presentación de la información de forma tal que puede ser manejada

con posterioridad. La transferencia puede realizarse por vía acústica, visual

o semántica. Cuando se trata de informaciones verbales, la vía acústica es

más eficiente. Existen evidencias que señalan que gran parte de la

información verbal es mantenida en la Memoria a corto plazo (MCP)

repitiéndola en voz baja. Sin embargo, cuando la información no es verbal,

por ejemplo el reconocimiento de caras, el recuerdo de lugares , etc. la

transferencia debe realizarse por vía visual. En cuanto a la vía semántica,

normalmente, las informaciones nuevas se asocian con las memorias o

experiencias previas, de esta manera las informaciones adquieren

significado.

Almacenamiento: Es el proceso de retención de datos en la memoria

o en un banco de datos para su utilización posterior. El almacenamiento

requiere la codificación como condición previa. Algunos aspectos que

debemos destacar de esta etapa son los siguientes: capacidades, clases y

organización. De una manera muy simple, la capacidad es limitada, la MCP

ha sido estimada en siete más menos dos unidades; existen un almacén de

corta duración y otro de más larga duración; la información en los

almacenes presentan ciertas organizaciones.


Recuperación: Es la forma como las personas accedemos a la

información almacenada en la memoria. En los laboratorios de psicología

se utilizan diversas formas de recuperación: el recuerdo, el reconocimiento,

el reaprendizaje, la memoria reconstructiva, la confabulación, la

reintegración, la memoria dependiente del contexto.

5.2.1 Recuerdo y reconocimiento

El recuerdo es un proceso activo de búsqueda para recuperar un

aprendizaje adquirido. Generalmente, no se ofrecen muchas claves para la

recuperación. El recuerdo puede ser de dos clases: libre o serial. En el

recuerdo libre, los participantes evocan los eventos o elementos en el orden

que quieren; en el serial, el recuerdo tiene que hacerse según el orden de

presentación de los elementos. El reconocimiento es el proceso de

identificación de algo o alguien como familiar (reconocer caras, nombres,

identificar la alternativa correcta en un examen de selección múltiple).

Recuerdo y reconocimiento son procesos diferentes. En el

reconocimiento debe haber en la memoria algún tipo de representación

permanente de ese algo anteriormente experimentado que se conecta de

alguna forma con la experiencia presente y este contacto da pie a la

sensación de reconocimiento. En cambio, en el recuerdo la cosa familiar no

está inicialmente presente en el pensamiento o la percepción consciente.

Por el contrario, utilizamos el término recuerdo para referirnos al propio


proceso de recuperar una representación de la memoria y presentarla ante

la conciencia. En el reconocimiento, hay ya algo en la experiencia

inmediata para ayudar al proceso de recuperación. En el recuerdo, la labor

de recuperación por parte del sujeto es mayor.

5.3 ESTRUCTURA DE LA MEMORIA

La memoria humana puede dividirse, según la mayoría de los

psicólogos, en tres sistemas principales que interactúan y se comunican

entre ellos. Cada uno de los sistemas puede dividirse en subsistemas más

pequeños, dependiendo de la función que ejecuta.

El enfoque multialmacén más conocido es el de Richard Atkinson y

Richard Shiffrin que se caracterizan por distinguir las estructuras del

sistema y los mecanismo del control. Las estructuras contienen tres

componentes: 1) la Memoria Sensorial (MS) que registra las sensaciones

durante un tiempo muy breve (un segundo), pero suficiente para que dicha

información sea transferida a un sistema más duradero y estable; 2) la

memoria a Corto Plazo (MCP) con capacidad limitada (aproximadamente 7

unidades), mantiene información por un tiempo breve, pero mayor que la

sensorial (18 a 20 segundos), esta memoria es activa; y finalmente, 3) la

Memoria a Largo Plazo (MLP) considerada relativamente permanente e

ilimitada, aunque a veces resulta inaccesible su información.


Los mecanismos de control del sistema se ejecutan desde la MCP o

memoria activa. Los procesos de control principales son la atención, la

codificación, el repaso, el control voluntario, las decisiones, la

organización y agrupamiento de la información, etc

5.3.1. Memoria sensorial

La MS sirve de registro de las sensaciones permitiendo la

exploración de las características físicas de los estímulos. La información

sensorial permanece en el registro un tiempo muy breve (aproximadamente

un segundo) y posteriormente es transferida a otras memorias más estables.

Si la información que llega al registro sensorial no es atendida, desaparece

del sistema.

¿Cómo ocurre la MS? Hoy en día se piensa que esta memoria

involucra dos fases. La primera es una especie de fotografía instantánea

que ocurre cuando el sistema sensorial registra el estimulo. La segunda

consiste en el mantenimiento por un tiempo muy breve de la huella dejada

por el estimulo permitiendo la intervención de la memoria de trabajo para

el reconocimiento de los rasgos del estimulo.

La MS no designa un solo sistema, sino un conjunto de sistemas,

probablemente tantos como modalidades sensoriales. De ser cierta la

hipótesis, existirá una memoria para los perfumes, una diferente para las

representaciones musicales, otra para los placeres del tacto, etc. Dentro de
este grupo de hipotéticas memorias sensoriales existen dos que han

recibido mayor atención y apoyo empírico. Se trata de la memoria icónica y

la memoria ecoica. La primera es la memoria de las representaciones

visuales y espaciales y la segunda la memoria de los sonidos y palabras.

5.3.2. Memoria icónica

En la memoria icónica o visual intervienen dos componentes. El

primero, la retina que recibe impresiones luminosas y representa imágenes.

El comportamiento retiniano está determinado por las características de los

estímulos: brillantez, intensidad, tiempo de exposición, etc. El segundo

componente es el cerebro, que ejecuta el procesamiento central de la

información enviada por el nervio óptico.

Hacia finales del siglo pasado, Catell y James, realizaron

experimentos donde presentaban a los participantes, de forma visual, letras

o palabras por un tiempo muy breve (milésimas de segundos). Después que

los estímulos desaparecían, los participantes debían recordar todos los

estímulos expuestos. Los resultados de Catell y otros fueron bastante

consistentes. Si el conjunto de letras era de 4 o menos, el recuerdo era

perfecto, sin omisiones ni errores. Sin embargo, cuando el conjunto incluía

más de 6 elementos, el nivel de recuerdo se deterioraba y el promedio de

respuestas correctas se aproximaba a una media de 4 o 5 letras. A esta

cantidad de elementos recordados se denominó amplitud de aprehensión.


Después de algunas décadas, George Sperling retomó las

investigaciones de Catell y James. Sperling sospecha que los participantes

veían todos los elementos (8, 9, ó 12) pero los olvidaban. Ante esta

sospecha, invento una nueva técnica denominada informe parcial. Con esta

técnica los participantes no tenían que recordar todos los elementos

expuestos (informe total), sino una parte de los elementos. De esta manera,

se podría diferenciar si el problema era de olvido, producido por el

transcurso del tiempo entre presentación y recuerdo, o si el problema estaba

determinado por la capacidad limitada de la MS.

5.3.3. Memoria ecoica

Todos los Psicólogos están de acuerdo en admitir una MS para los

sonidos. Así como los estímulos visuales se extienden en el espacio, los

estímulos auditivos se extienden en el tiempo. Para retener estos últimos

estímulos se necesita un almacén denominado MS ecoica. Un ejemplo

serviría para poner de relieve la diferencia. No es lo mismo leer que

escuchar. Cuando leemos, las palabras están impresas en la página,

podemos volver atrás si lo consideramos necesario, etc. Por el contrario,

cuando escuchamos, la información nos llega fragmentada, poco a poco,

sílaba a sílaba; de tal manera, que solo podremos procesar el mensaje

cuando determinadas unidades nos han llegado. La estimulación auditiva se

presenta, necesariamente, de modo secuencial. Consecuentemente, se hace


necesaria la existencia de una memoria que pueda mantener – al menos

brevemente- los primeros fragmentos del estimulo auditivo hasta que el

oyente haya tenido la oportunidad de recibir la suficiente estimulación que

le permita procesar y recordar lo que el hablante le está comunicando.

5.3.4 Memoria a corto plazo (MCP)

Dada la fugacidad de la MS, ésta resulta poco útil para resolver los

problemas diarios (recordar nombres, contestar exámenes, reconocer caras,

saber dónde he dejado las llaves, etc). Debemos tener un sistema ( o

sistemas) de memoria adicional. Cuando el recuerdo es de hechos recientes,

tenemos una MCP. Cuando recuerdo es de hechos ocurridos hace algún

tiempo, nos refugiamos a la MLP.

Una vez que la información es atendida y codificada, esta tiene que

mantenerse activa en la MCP para retenerla. Cuando miramos en la guía el

teléfono de una persona, por ejemplo, solemos repetirlo, hasta que lo

marcamos. Si alguien nos interrumpe mientras que estamos realizando el

repaso, lo más probable es que el teléfono se disipe de la memoria de

trabajo y tengamos que volver a mirar la guía de teléfonos. El ejemplo sirve

para demostrar un hecho perfectamente reconocido de la MCP: si una

información que ha entrado en la memoria no se repite, se olvida

rápidamente.
La repetición normalmente implica dos clases: oral, cuando lo repito

en voz alta, e implícito, cuando lo repite mentalmente. Según los

investigadores, la MCP se basa en alguna forma de código acústico o, al

menos, relacionado con el habla. Conrad presentó a un grupo de

participantes una lista de palabras que sonaban parecido y, a otro grupo,

palabras que sonaban diferentes. Inmediatamente después, todos los

participantes debían repetir la lista de palabras. Los resultados pusieron de

manifiesto que las palabras que sonaban parecido era mucho más difíciles

de recordar, mientras que las otras palabras se recordaban sin dificultad.

Una conclusión que se desprende es que el recuerdo de la MCP es

muy sensible a las características superficiales del sonido y relativamente

imposible al significado. La explicación es que los participantes – como

utilizan una forma de habla para mantener la información y las palabras

suenan parecidas- las confunden.

¿Exactamente, cuánto tiempo dura la información en la MCP si no se

repite?

Los estudios demuestran que el tiempo aproximado es de medio

segundo. Por ejemplo, si presentamos a un grupo de personas una serie

corta de tres consonantes, digamos CPQ e inmediatamente pedimos que

cuenten hacia atrás, digamos 270 (269, 268, 267, etc.), de manera que no se

pueda repetir ni oral ni mentalmente las consonantes, es muy probable que

los participantes olviden rápido las letras. La tarea de contar hacia atrás es
una tarea distractora. La duración es otro factor que afecta el nivel de

recuerdo, cuanto más tiempo permanezca la información en la memoria

más probabilidad existe que la información sea elaborada y relacionada con

otros materiales que están almacenados en la MLP. La duración tiene que

ver con la significación del material de aprendizaje, si este es muy

significativo, es probable que dure más en la memoria; si, por ejemplo, se

informa a los participantes que al final de la tarea deben recordar las

consonantes, el rendimiento será mejor que si no les dice nada.

Lo que Miller llama – el número mágico… más o menos dos-,

normalmente define los límites de la MCP. El número mágico es el 7 y,

como promedio, este es el número mayor de elementos que podemos

almacenar en la MCP. Un elemento es una unidad de significado, como una

letra, un dígito, una palabra o una frase. Es verdad, sin embargo, que

algunas personas a veces no pueden recordar más de cinco elementos y

otras, en cambio, pueden recordar a menudo más de nueve. Un método de

hacerlo es a través del agrupamiento (-Chunking-) de los elementos en

unidades significativas. Una vez alcanzado el límite de la capacidad de

información, provocaría un desplazamiento de la información almacenada,

perdiéndose parte de esta a menos que haya sido almacenada en la MLP.

Una prueba de la existencia de la MCP y de la MLP y de su

diferencia, es extraídas de la neurolopsicología. Se ha descubierto que

algunos pacientes amnésicos presentan graves deterioros de la MLP y, sin


embargo, el funcionamiento de la MCP es normal. Otros pacientes, por lo

contrario, no demuestran deterioro de la MLP, pero presentan disfunciones

en la MCP. Esto quiere decir que los pacientes amnésicos recuerdan bien

los eventos ocurridos hace mucho tiempo y, no obstante, tienen serias

dificultades para recordar los eventos recientes, o viceversa. Esta clase de

fenómenos son frecuentes en personas con síndrome de Alzheimer, o

personas que han sufrido algún trauma cerebral. La explicación de estos

fenómenos extraños requiere la presunción de un sistema dual de memoria.

5.3.5. Componentes de la memoria de trabajo.

El controlador central es, probablemente, el componente más

complejo de la memoria. Según varios estudios, el controlador central

depende del funcionamiento de los lóbulos frontales y tiene un papel

importante en la distribución de los recursos durante los procesos de

codificación y almacenaje. Las lesiones de los lóbulos frontales acarrean

los siguientes síntomas: perturbaciones atencionales, dificultad para

integrar los elementos en un todo, incapacidad para aprender a manejar

nuevas tareas y nuevas situaciones, el manejo de las rutinas no se ve

afectado. Según Shallice, el controlador central participa en las acciones

voluntarias mediante una unidad denominada SAS, Sistema de Atención

Supervisada. Esta unidad es la responsable de los comportamientos

conscientes y voluntarios, mantiene igualmente comunicación con la MLP


y da las órdenes a los sistemas auxiliares. El controlador central tiene

también una unidad encargada de los procesos automáticos, los cuales se

activan inconscientemente por estimulaciones del medio ambiente. La

unidad SAS no participa en el control de los procesos automáticos, los

cuales se activan inconscientemente por estimulaciones del medio

ambiente. La unidad SAS no participa en el control de los procesos

automáticos a menos que ocurra una colisión o un desliz.

El bucle articulatorio es el componente mejor conocido de la

memoria de trabajo. Comprende un componente acústico asociado a un

sistema articulatorio de control. Este último cumple dos funciones:

conservar la huella de la palabra en la memoria y registrar un nuevo

material en voz alta o mentalmente. Podemos deducir que este sistema de

almacén es de tipo fonético porque los sujetos experimentan dificultades

para memorizar en el orden correcto secuencias de letras con sonidos

parecidos, por ejemplo, B C D G T P. El mismo efecto se observa con

palabras que tienen el mismo sonido, mientras que la similitud de

significado (enorme, grande, grueso, ancho, inmenso) tiene un efecto

escaso o nulo en el recuerdo inmediato de las palabras. Se ha comprobado

que el deficiente funcionamiento del bucle articulatorio impide el

aprendizaje del lenguaje y muchos de los trastornos del lenguaje y de la

lectura; por ejemplo, las dislexias podrían explicarse mediante un mejor

conocimiento de este componente.


El agente visoespacial se ocupa del almacenaje temporal de la

información visual y espacial. Los contenidos de la memoria no solamente

son de naturaleza verbal, también incluyen contenidos de otra clase. La

capacidad para formar imágenes visuales es importante en el recuerdo de

la información. Existen pruebas que demuestran que las palabras concretas

son más fáciles de imaginar y recordar que las palabras abstractas. Las

reglas mnemotécnicas basadas en la formación de imágenes constituyen un

modo extremadamente eficiente de recordar.

5.3.6. Diferencias entre MCP y MLP.

Como hemos mencionado, James distinguió dos clases de memoria:

primaria (MCP) y secundaria (MLP). La memoria primaria se refiere a la

información consciente o presente psicológico; la memoria secundaria se

refiere a la información que ya no está presente y, por ende, forma parte del

pasado psicológico. Esta distinción puso de relieve un hecho que la

neuropsicología ha demostrado recientemente. Los procesos conscientes,

atencionales y de control pudieron ejecutarse desde alguna estructura de la

MCP.

Una segunda diferencia entre MCP y MLP radica en la capacidad de

almacenamiento. La MLP no tiene límites conocidos; dentro de ella

podemos almacenar conocimientos abstractos, experiencia personal,

habilidades motoras, habilidades intelectuales, hechos y reglas, etc.


Cualquier conocimiento, independientemente de su naturaleza, puede ser

almacenado en la MLP. Una característica esencial de la MCP es la

capacidad limitada. Esta capacidad ha sido estimada en 7 unidades de

información (chunks). La experiencia diaria nos demuestra que la MCP es

limitada.

La tercera diferencia tiene que ver con la duración de la información

en los sistemas de memoria. La MCP es muy breve (18 a 20 segundos).

Trate de recordar el número de teléfono de 7 dígitos sin repasarlos

mentalmente, comprobará que su recuerdo se disipan lentamente. La MLP

es más perdurable. Trate de recordar un hecho de su infancia, comprobará

que su recuerdo es bastante fiel a pesar de que no lo haya recordado desde

hace mucho tiempo.

Una cuarta diferencia se refiere a la forma como codifican los

sistemas de memoria. Se ha dicho que la MS codifica propiedades físicas,

la MCP codifica propiedades fonéticas o acústicas y la MLP codifica

significados. En otras palabras, la MS almacena perfectamente información

sensorial, la MCP información verbal y la MLP información semántica.

Recientemente esta diferencia ha sido cuestionada al menos en lo que se

refiere a la MCP.

La quinta diferencia tiene que ver con los mecanismos de

recuperación. La MCP no necesita recuperar la información, está presente

y activa en la conciencia; sin embargo, la MLP requiere mecanismos


sofisticados de búsqueda y recuperación. Los mecanismos dependen de las

características personales y del entrenamiento recibido. Un mecanismo

muy eficiente es la metamemoria (conocimiento de cómo funciona la

memoria). Conocer las fortalezas y debilidades de su memoria es una

estrategia muy útil durante la codificación y la recuperación.

Finalmente, la sexta diferencia se refiere al olvido. Según algunos

investigadores, el olvido en la MLP no existe (la información no

desaparece). El concepto del –olvido- tendría que reinterpretarse como un

fracaso en la recuperación. Las causas de este fracaso podrían ser de las

siguientes: 1) mala ordenación de la información en la MLP, 2) bloqueos o

interferencias de tipo emocional, y 3) inadecuados mecanismo de

búsqueda. El olvido en la MCP puede estar determinado por los siguientes

factores: 1) el transcurso del tiempo que tiende a debilitar el recuerdo, 2)

fallos en la codificación, 3) escasa actividad de repaso, y el 4)

interferencias de otros aprendizaje previos o posteriores.

5.4. MEMORIA A LARGO PLAZO

La MLP contiene una enorme cantidad de información. Conocemos

las acciones realizadas ayer, donde estuvimos el último verano, cual es el

nombre de un amigo que hace tiempo que no vemos, las operaciones para

sacar la raíz cuadrada, quien pintó el cuadro de las Meninas, y hasta el olor

de un perfume.
5.4.1. Episódica y semántica

Endel Tulving, un psicólogo canadiense nacido en Estonia, propuso

que el conocimiento almacenado en la MLP no es todo igual. Distinguió

dos tipos de memorias: episódica y semántica. La memoria episódica es un

conocimiento de carácter autobiográfico o personal, se trata de episodios

de nuestra vida ( el recuerdo del primer beso, el recuerdo de las sensaciones

experimentadas con el terremoto ocurrido en Santiago de Chile, etc.). La

coordenadas de tiempo y lugar son importantes en estas clases de memoria.

La memoria semántica es el conocimiento general y organizado que

poseemos del lenguaje y del mundo. El conocimiento de que las sillas

sirven para sentarse, que el color rojo es un color primario, o el

conocimiento de las reglas de las sintaxis, etc. son ejemplos de

conocimiento semántico. En términos generales, la información semántica

no se refiere a tiempos y lugares específicos donde el conocimiento se

aloja.

5.4.2. Declarativa y procedimental

Tanto la memoria episódica como la semántica están incluidas en

una memoria más general denominada declarativa. Esta MLP almacena

información y conocimientos relacionados con saber –qué es un objeto- (-


¿Qué es un canario?-). Generalmente, el conocimiento declarativo se

manifiesta con palabras (por ejemplo, -Madrid es la capital de España-).

Existe además otra clase de memoria denominada procedimental. Esta

memoria almacena los conocimientos y las acciones relacionadas con el –

cómo hacer algo- (-¿Cómo se hace una tortilla?-). Esta clase de

conocimientos se manifiesta principalmente mediante acciones y

producciones.

5.4.3. Explicita e implícita.

Durante mucho tiempo se pensó que memoria y conciencia

coincidían. En los últimos diez años las cosas han cambiado mucho. Hoy

día existen pruebas tanto en la psicología normal como la psicología

patológica que demuestran de manera experimental que algunas veces

aprendemos y recordamos cosas sin ser conscientes de cómo lo hicimos.

Esta clase de memoria fue observada (aunque sin pruebas sólidas)

hace algún tiempo por filósofos (por ejemplo Descartes, Bergson ),

fisiólogos (por ejemplo Hering), neuropsiquiatras y psicólogos (por

ejemplo Janet y Freud). El neuropsiquiatra suizo Claparéde nos cuenta que

durante uno de sus paseos matinales, estrechó la mano a una paciente

amnésica después de haber ocultado un alfiler en su propia mano. Al

siguiente, cuando la paciente se presentó en la consulta, rechazo estrecharle

la mano. A lo largo de la entrevista Claparéde intentó descubrir cuál era la


causa, hasta que finalmente se convenció de que su paciente no podía

recordar el incidente que provocó tal rechazo. Posteriormente, otros

psicólogos han observado que algunos pacientes amnésicos aprendían

ciertas habilidades motoras -por ejemplo, un pianista que aprendió nuevas

piezas de piano y resolvió problemas relacionados con esas habilidades- a

pesar de que el paciente no podía recordar las experiencias que lo habían

llevado al aprendizaje.

Por memoria implícita se entiende la expresión de conocimiento

adquirido en un episodio anterior, a través de una prueba que no hace

referencia consistente o explicita a tal episodio de aprendizaje. Graf y

Schachter (1985) plantea que hay una diferencia teórica importante entre

memoria explicita y memoria implícita. La memoria implícita es la clase de

memoria que no requiere el recuerdo consciente de las experiencias

pasadas que condujeron al aprendizaje. Mientras que la memoria explicita

requiere el recuerdo consciente de las experiencias pasadas. En otras

palabras, la memoria explicita es la recuperación consciente de la

información contenida en la memoria. Mientras que la memoria implícita

es la recuperación inconsciente.

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