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Lengua de Señas Mexicana 6 Rasgos
Lengua de Señas Mexicana 6 Rasgos
Las manos son el principal articulador en las lenguas de señas, pero no el único. Por eso,
debe tomarse en cuenta que, además de ciertas orientaciones y lugares de articulación en
el espacio, existen las configuraciones manuales (CM), las cuales constituyen una
característica tanto de la mano dominante como de la no dominante.
entre los compendios léxicos de lenguas de señas existe otro tipo de orden como aquellos
que están regidos por zonas de articulación o por campos semánticos; sin embargo, la
elección del orden por configuraciones manuales ha sido benéfica para que los usuarios
de la LSM reconozcan los recursos que su lengua materna ofrece.
En la LSM, los morfemas utilizados como prefijos son señas que sirven como
circunstanciales dependiendo del contexto y muchas veces se usan por influencia del
español. Fueron utilizados durante muchos años y ahora sólo quedan algunos, por
ejemplo in- o im-, cuya articulación se realiza con la configuración manual I en la MD, que
choca con la MB.
Orientación de la mano:
Un rasgo no manual (RNM) de la lengua de señas es la expresión facial, los gestos y los
movimientos corporales.
Los RNM se usan en la LSM como un marcador gramatical muy importante: se producen
simultáneamente al señar para dar significado lingüístico y, por tanto, son equivalentes en
español a los rasgos suprasegmentales de la lengua oral: tono, timbre, altura, intensidad y
velocidad.
Existen gestos universales, es decir, gesticulaciones que no varían de una cultura a otra y
que generalmente expresan alegría, dolor, tristeza o placer.