Estilos de aprendizaje

La Memoria
CONTENIDO
1. Objetivos.

2. Introducción.

3. Procesamiento de la información.

4. El acceso al conocimiento.
Teoría de las representaciones semióticas.
Sistema VAK.
5. Modelos y teorías de inteligencias múltiples.
Teoría de las inteligencias múltiples.
Teoría triárquica.
Inteligencia emocional.
6. La taxonomía de Bloom.

7. Resumen.

8. Bibliografía.

Objetivos
• Comprender todos aquellos aspectos individuales
que van a influir en el aprendizaje.
• Diferenciar los estilos de aprendizaje.
• Conocer las áreas cerebrales más implicadas en el
aprendizaje.
• Conocer el sistema de representaciones semióticas.
• Conocer el sistema VAK.
• Diferenciar los tipos de inteligencias desarrolladas
por Gardner.
• Diferenciar los tipos de inteligencias desarrollados
por Sternberg.
• Conocer las dimensiones de la taxonomía de
Bloom y su influencia en el ámbito educativo.
Introducción
Se pueden definir los estilos de aprendizaje como
aquellos rasgos cognitivos, fisiológicos y afectivos
que sirven como indicadores relativamente estables,
relativos a como los alumnos perciben las interacciones
y responden a ellas en el ambiente propio del aprendizaje.
Asimismo, se relacionan con la forma en la que los
estudiantes estructuran los contenidos que aprenden,
forman conceptos y los emplean, interpretan y utilizan
la información, resuelven los diferentes problemas que
se les presentan y emplean representaciones visuales,
auditivas, etc.
El término estilo de aprendizaje hace referencia al hecho
de que, cada uno de los alumnos, a la hora de aprender,
va a emplear sus propios métodos y estrategias,
variando de acuerdo a aspectos como:
• Los propios gustos, intereses, preferencias y
tendencias.
• La materia que se pretende aprender.
• Las posibilidades, entendidas no sólo como las
posibilidades intelectuales, sino también del
material que deben aprender.
Se habla de que un alumno presenta una tendencia
general hacia un estilo de aprendizaje cuando suele
emplear el mismo independientemente de aquellos
que se deba aprender, el modo en el que se le presente
y la materia. De esta manera, un menor puede emplear
siempre el aprendizaje de tipo auditivo, presentando una
tendencia global, sin que se excluya el empleo de otro
estilo es aprendizajes concretos.
El aprendizaje de cada uno de los alumnos va a ser
siempre diferente, variando en función de aspectos como:
• El empleo de una serie de estrategias frente a otras.
• La velocidad con la que es capaz de aprender.
• La eficacia del aprendizaje y de las estrategias que
emplee.
• Las motivaciones.
• El nivel de instrucción específico del alumno.
• La edad de los alumnos.
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Sin embargo, estos aspectos no justificarán en ningún
caso que se empleen los estilos de aprendizaje para
clasificar a los alumnos en determinadas categorías
o grupos de naturaleza cerrada, ya que se trata de
aspectos sujetos a cambio, que evolucionan con el
desarrollo cognitivo y personal de los alumnos.
Por otra parte, se pueden destacar una serie de
características de los estilos de aprendizaje:
• A pesar de que pueden cambiar con la evolución y
el progreso académico, son relativamente estables.
• Se van a emplear estilos de aprendizaje diferentes
en las distintas situaciones académicas.
• A pesar de su estabilidad, son susceptibles de
mejora y perfeccionamiento.
• Adecuar la educación y el aprendizaje a los estilos
de los alumnos va a permitir que estos aprendan
de manera más eficiente.
Finalmente, cabe destacar que, conforme las diferentes
profesiones y orientaciones, se emplean unos términos
u otros para hablar de los estilos de aprendizaje. Así,
los profesionales de la educación a menudo emplean
el término “estilos de aprendizaje”, mientras que, los
psicólogos suelen hablar de “estilos cognoscitivos”.
Procesamiento de la
información
Respecto al procesamiento de la información, es
necesario tener en cuenta que cada uno de los alumnos
va a aprender, interiorizar, organizar y construir el
conocimiento conforme sus preferencias y estilos de
aprendizaje que mejor se adapten a sus necesidades.
Teniendo en cuenta estos aspectos, se pueden clasificar
a los alumnos en función de cuatro estilos de aprendizaje
diferentes:
• Activo: Los alumnos que emplean el estilo de
aprendizaje activo se van a caracterizar por
ser espontáneos, arriesgados, improvisadores,
aventureros, descubridores, lanzados, líderes, etc.
• Teórico: Los alumnos que emplean el estilo de
aprendizaje activo se van a caracterizar por
ser críticos, objetivos, ordenados, metódicos,
disciplinados, perfeccionistas, razonadores, etc.
• Pragmático: Los alumnos que emplean el estilo
de aprendizaje activo se van a caracterizar por ser
realistas, experimentadores, prácticos, rápidos,
decididos, objetivos, positivos, etc.
• Reflexivo: Los alumnos que emplean el estilo de
aprendizaje activo se van a caracterizar por ser
previsores, observadores, cuidadosos, pacientes,
analíticos, receptivos, prudentes, etc.

Dentro de la neurociencia, se han realizado diferentes
investigaciones que ponen de relieve la relación
existente entre esta disciplina y la educación, elaborando
diferentes metodologías en un intento de integrar los
dos campos.
En este sentido, dentro de la neurociencia, resulta de
especial importancia la neurociencia cognitiva, que
lleva a cabo estudios relacionados con la educación
y el aprendizaje, centrándose en los mecanismos que
subyacen toda la conducta humana, la cognición,
el aprendizaje y todas las funciones ejecutivas que
integran este, como son la memoria, la atención, la
concentración, etc.
Para entender el funcionamiento cognitivo y poder
interpretar la actividad cerebral en el contexto educativo
y de aprendizaje, la neurociencia cognitiva emplea
métodos de imagen como el TAC (tomografía axial
computarizada) o la resonancia magnética. A partir de
los resultados obtenidos en estas pruebas, se pueden
establecer diferentes puntos o zonas de activación
cerebral que posibilitan diferenciar el modo en el que
cada uno de los alumnos aprende.
De manera resumida, se distinguen como principales
zonas o áreas cerebrales de activación las siguientes:
• Área cortical izquierda: Participa, principalmente,
en aquel aprendizaje que se caracteriza por ser:
-- Analítico.
-- Lógico-matemático.
-- Crítico.
-- Realista.
• Área límbica izquierda: Participa, principalmente,
en aquel aprendizaje que se caracteriza por ser:
-- Minucioso.
-- Estructurado.
-- Organizado.
-- Concreto.
• Área cortical derecha: Participa, principalmente, en
aquel aprendizaje que se caracteriza por ser:
-- Creativo.
-- Intuitivo.
-- Artístico.
-- De percepción global.
-- Holístico.
• Área límbica derecha: Participa, principalmente, en
aquel aprendizaje que se caracteriza por ser:
-- Emotivo.
-- Espiritual.
-- Relacional.
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Por otra parte, también se han realizado investigaciones
para determinar aquellas áreas cerebrales que, en mayor
medida, participan en las matemáticas, especialmente
en las representaciones de los números, pero también
en menor medida en la resolución de problemas
matemáticos, en función de las estrategias que siguen
cada uno de los alumnos a la hora de resolverlos.
Así, se defiende que, para la resolución de un problema
matemático, independientemente de la dificultad de este,
es necesario que se activen áreas cerebrales relacionadas
con diferentes habilidades como espaciales, verbales,
representativas, de razonamiento, aritméticas, etc.
De esta manera, se llega a la conclusión de que los
alumnos, cuando resuelven un problema matemático,
necesitan de la correcta activación de dos áreas
cerebrales principalmente, los lóbulos frontal y parietal.
El acceso al conocimiento
Por acceso al conocimiento se entiende como la
capacidad para usar, de manera efectiva y eficiente,
la información, permitiendo que los alumnos puedan
razonar de manera adecuada empleando diferentes
funciones ejecutivas como la lógica, el razonamiento, la
atención, etc.
Sistema de las representaciones
semióticas
Para acceder a los procesos y actividades que van
a caracterizar el aprendizaje y la adquisición de
conocimiento matemático, desde la neurociencia se
emplean las representaciones semióticas, es decir,
“producciones constituidas por el empleo de signos
que pertenecen a un sistema de representación, el
cual tiene sus propias limitaciones de significado y de
funcionamiento” (Duval, 2006). El motivo por el cual se
emplean estas representaciones es debido a que los
objetos matemáticos tales como los números, no se
pueden percibir ni manipular de manera directa, sino
que constituyen una representación mental.
Ello implica que, la actividad matemática se realiza de
manera necesaria en un contexto de representación, en el
que los alumnos representan los números naturales con
objetos. Por tanto, para estudiar las representaciones
semióticas, que no son directamente accesibles, es
necesario prestar atención a características como su
diversidad, funcionamiento, implicación y elección
en todos los procesos cognitivos y de comprensión
que lleva a cabo el alumno de manera específica en la
actividad matemática.

De esta manera, se distinguen siete registros de
representación que permiten designar los objetos
matemáticos y realizar transformaciones entre ellos.
Se pueden distinguir siete registros de representación
diferentes, sin embargo, se destacan cinco por su
implicación a nivel educativo y en el aprendizaje
(Duval, 2006):
• Registro de representación gráfica: Cumple
la función de potenciar el entendimiento y de
relacionar aspectos geométricos y topológicos.
• Registro de representación tabular: Pone de
manifiesto los diferentes aspectos numéricos que
se estudian o emplean.
• Registro de representación analítica: Para su uso,
se requiere del uso del lenguaje algebraico.
• Registro de representación verbal: Es la más
natural y la que más se aproxima a las destrezas
comunicativas individuales, permitiendo que se
articulen todas las representaciones que se realizan.
• Registro de representación figural: Es aquel que
permite hacer uso del material manipulativo e
ilustrativo y permite la orientación para el estudio
de un determinado objeto.
Además de los cinco anteriores, Duval diferencia
también el registro de representación gráfica y el
registro de representación numérica, que comienzan a
utilizarse en cursos superiores, cuando los alumnos han
adquirido un mayor desarrollo cognitivo.
Para las diferentes representaciones semióticas se
emplean códigos distintos, que permiten manifestar la
relación funcional existente entre las diferentes variables
que suponen el aprendizaje de una determinada materia.
Todos los códigos van a ser diferentes en función de la
información que codifican, la complejidad de la misma y
la formación que se requiere por parte del alumno para
su uso y comprensión.
De esta manera, se deduce que es importante dentro de
la práctica docente conceder la posibilidad de utilizar
diferentes registros de representación que se refieran a
un único y mismo objeto de conocimiento, permitiendo
que se realicen conversiones entre ellos.
Una vez que se adquiere la destreza de coordinar los
registros de representación, se podrán satisfacer en mayor
medida las necesidades de aprendizaje y se va a favorecer
la resolución de problemas, permitiendo que los alumnos
puedan averiguar las diferentes representaciones que
se pueden emplear para resolver un problema dado y
articularlas adecuadamente. Sin embargo, que se puedan
emplear diferentes registros y combinarlos para resolver
un problema no implica que estos no tengan limitaciones
en relación a la capacidad de comprensión e interiorización
de los conceptos que encierran estos.
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Sistema o modelo VAK
El sistema aportado por Duval y basado en las diferentes
representaciones semióticas no es la única teoría que
pretende explicar la representación de los conceptos
y su importancia en los procesos de aprendizaje y
adquisición del conocimiento. Destaca también el
sistema VAK, que defiende un modelo que se basa en
el modo general que tienen los alumnos de representar
los conceptos.
En este sentido, el sistema VAK destaca que los alumnos
tienen acceso a tres tipos de representaciones:
• Visuales: Se trata de un estilo de aprendizaje que
se basa de manera principal en:
-- La observación.
-- Las representaciones gráficas.
-- Los dibujos.
-- Los esquemas.
• Auditivas: Se trata de un estilo de aprendizaje que
se basa de manera principal en:
-- La escucha.
-- La conversación.
-- El diálogo.
-- Cualquier comunicación oral en general.
• Kinestésicas: Se trata de un estilo de aprendizaje
que se basa de manera principal en:
-- El movimiento.
-- Las habilidades manipulativas.
El modelo VAK defiende que siempre habrá un determinado
aprendizaje que se encuentra más desarrollado, el cual
deben tener en cuenta los docentes para impartir el
aprendizaje y asegurarse de la que la información es
recibida de manera correcta por todo el alumnado.
Combinar los diferentes tipos de representaciones,
por ejemplo, empleando diapositivas, videos, audios
y actividades de manipulación va a permitir que los
alumnos adquieran el conocimiento de la materia
independientemente del tipo de representación que
tengan más desarrollada, debido al empleo y la
combinación de todas las modalidades.

Modelos y teorías de
inteligencias múltiples
Teoría de las inteligencias
múltiples
La teoría de las inteligencias múltiples fue desarrollada
por Howard Gardner como crítica a la importancia
que presentaba el paradigma de la inteligencia única,
proponiendo la existencia de 8 tipos de inteligencias
que pueden estar desarrolladas en diferente medida
por cada una de las personas. A su vez, añade que la
inteligencia académica, entendida como la obtención de
títulos y méritos académicos recogidos en el expediente
escolar, no es un factor decisivo en la determinación de
la capacidad intelectual de un determinado alumno.
Así, diferencia los siguientes tipos de inteligencia:
• La inteligencia lingüística: Hace referencia a la
capacidad para emplear las palabras de forma
efectiva, ya sea oral o escrita, al procesamiento
rápido de mensajes lingüísticos y a ordenar
palabras para otorgar un sentido coherente a
un determinado mensaje que reciben. Aquellos
alumnos que presentan un mayor desarrollo de esta
inteligencia van a disfrutar realizando actividades
como contando cuentos, tendrán facilidad para
recordar aspectos como datos, nombres o lugares
y mostrarán más interés por aprender a expresarse
de forma oral y escrita. Se trata de un tipo de
inteligencia que implica pensar en palabras.
• La inteligencia kinestésica o física: Hace referencia
a la capacidad para usar el propio cuerpo para
expresar ideas y sentimientos, así como para
realizar diferentes actividades. Aquellos alumnos
que presentan un mayor desarrollo de esta
inteligencia van a disfrutar realizan actividades
físicas como bailar, correr o saltar y mostrarán
mayor interés por divertirse empleando el propio
cuerpo, transmitiendo sensaciones y movimientos.
Se trata de un tipo de inteligencia que implica
pensar en movimiento.
• La inteligencia lógico-matemática: Hace referencia
a la capacidad para usar los números de manera
efectiva, razonando adecuadamente mediante
la lógica. Aquellos alumnos que presentan un
mayor desarrollo de esta inteligencia mostrarán
mayor interés por realizar actividades que
consistan en clasificar, razonar o realizar y resolver
series numéricas, como los laberintos o los
rompecabezas. Se trata de un tipo de inteligencia
que implica pensar de forma razonada.
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• La inteligencia espacial: Hace referencia a la
capacidad para percibir imágenes del medio externo
e interno, favoreciendo que una persona pueda
moverse de manera libre gracias a la comprensión
del espacio tridimensional. Aquellos alumnos que
presentan un mayor desarrollo de esta inteligencia
mostrarán mayor facilidad para explorar el mundo
que les rodea, observarlo y manipularlo. Se puede
fomentar este tipo de inteligencia a través de
la realización de actividades como los puzles,
juegos manipulativos y de moldear, actividades
que impliquen inventar y diseñar, etc. Todas ellas
permitirán que los niños aprendan a utilizar el
movimiento en un determinado espacio y con un
determinado fin. Se trata de un tipo de inteligencia
que implica pensar en imágenes.
• La inteligencia musical: Hace referencia a la
capacidad para percibir, distinguir, transformar y
expresar las diferentes formas musicales. Aquellos
alumnos que presentan un mayor desarrollo de
esta inteligencia mostrarán mayor interés por
actividades como escuchar sonidos del ambiente
e imitarlos, cantar, escuchar canciones, etc. Se
trata de un tipo de inteligencia que se puede
favorecer a través de actividades como escuchar
música, juegos de diferenciar sonidos, cantar,
bailar, tocar instrumentos, etc. Se trata de un tipo
de inteligencia que consiste en pensar a través de
diferentes ritmos y melodías.
• La inteligencia natural: Hace referencia a la
capacidad para sentirse atraído por el mundo
natural, el ambiente que rodea a cada individuo y
de sensibilizarse con el, de manera que se pueda
aprender a través del mismo, pero respetándolo
y cuidándolo. Se trata de una inteligencia que es
especialmente frecuente en Educación infantil,
caracterizada por un sentimiento de cariño y
respeto hacia el mundo que les rodea, la naturaleza,
la flora y la fauna, etc. Se puede fomentar este
tipo de inteligencia a través de actividades como
el cuidado de una planta, el conocimiento de los
beneficios del medio ambiente, etc. Se trata de un
tipo de inteligencia que consiste en pensar a través
del mundo que rodea a cada uno de los individuos.
• La inteligencia interpersonal: Hace referencia
a la capacidad para entender a otras personas,
relacionarse de forma eficaz con ellas y desarrollar
empatía, de forma que se sea capaz de ponerse
en su lugar. Aquellos alumnos que presentan un
mayor desarrollo de esta inteligencia mostrarán
mayor interés por actividades como la resolución
de conflictos, actividades que impliquen formar
equipos y trabajar de forma cooperativa, etc. Se
puede fomentar este tipo de inteligencia a través
de actividades que impliquen relacionarse con
otros alumnos, mostrar sentimientos, etc. Se
trata de un tipo de inteligencia que implica pensar
entendiendo a los demás.

• La inteligencia intrapersonal: Hace referencia
a la capacidad de comprenderse a uno mismo,
desarrollar la propia identidad en base a las
debilidades y fortalezas, incrementar la autoestima,
etc. Aquellos alumnos que presentan un mayor
desarrollo de esta inteligencia mostrarán mayor
interés por actividades relacionadas con aprender
quienes son, conocerse a sí mismos, desarrollar su
personalidad, conocer sus debilidades y fortalezas,
etc. Se trata de una inteligencia que implica pensar
sobre uno mismo.
Teoría triárquica
A pesar de que Gardner es uno de los autores
principales en relación a la distinción de diferentes tipos
de inteligencias, es posible destacar también la teoría
triárquica de Sternberg, basada en la concepción de que
la distinción de los tipos de inteligencias se basa en la
conceptualización de su naturaleza y funcionamiento,
obviando como se aplica en el contexto real.
Así, Sternberg defiende que la medición de la
capacidad intelectual de manera tradicional se basa
en la evaluación de un único aspecto, obviando otros
aspectos y habilidades cognitivas de gran importancia.
De acuerdo con esta teoría, se pueden diferenciar tres
tipos de inteligencia:
• La inteligencia analítica o compenencial: Hace
referencia a la capacidad de captar, almacenar,
modificar y trabajar con un determinado tipo de
información, estableciendo planes en torno a esta
y gestionando los diferentes recursos cognitivos.
Permite realizar diferentes operaciones mentales
como definir, tomar determinadas decisiones y
generar múltiples soluciones a un problema dado.
Incluye una serie de componentes que pueden ser
divididos en:
-- Metacomponentes: Hace referencia a todos
aquellos procesos de control que permiten que un
individuo puedo tomar decisiones y planificarse de
acuerdo con las acciones que va a llevar a cabo.
-- Componentes de rendimiento o realización:
Hace referencia a aquellos procesos que se ponen
en marcha a partir de los metacomponentes y
que permiten llevar a cabo los planes que se han
establecido.
-- Componentes de adquisición: Son aquellos
que permiten que se obtenga una determinada
información y, por consiguiente, favorecen el
aprendizaje.
• La inteligencia práctica o contextual: Hace
referencia a la capacidad de adaptación al entorno
habitual de un individuo, aprovechando para ello
las oportunidades que este va ofreciendo y a la
necesidad de supervivencia. En el supuesto de que
no fuera posible la adaptación o supervivencia, se
emplean otros procesos como:
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-- La selección del ambiente y los estímulos: Se
basa en seleccionar aquel ambiente que va a
permitir mejorar una determinada situación.
-- Modificar o moldear el propio entorno: Hacer
modificaciones en el propio ambiente del individuo
para mejorar las posibilidades de supervivencia.
• La inteligencia creativa o experiencial: Hace
referencia a la capacidad de integración de la
información, posibilitando que se pueda aprender a
partir de la experiencia vivida. Resultan de especial
importancia dos aspectos:
-- La novedad: Debe ser en grado medio, para que
el individuo pueda reaccionar adecuadamente
a estímulos nuevos empleando herramientas y
recursos con los que cuente previamente.
-- La automatización: Hace referencia a la capacidad
de replicar, copiar o imitar un determinado
comportamiento, conducta o conocimiento sin
emplear un esfuerzo mental consciente. Repetir
las tareas y conocimientos permite que estos
sean dominados y disminuya el nivel de novedad y
atención necesarios para realizarla. Cuanto mayor
sea la automatización, menor serán los recursos
que se necesitan para alcanzar el éxito y habrá más
recursos disponibles para afrontar otras tareas.
Inteligencia emocional
Además de las aportaciones de Gadner y Sternberg,
se pueden encontrar múltiples propuestas teóricas de
la inteligencia. Otra de ellas es la realizada por Daniel
Goleman, que incluye el concepto de inteligencia
emocional, haciendo referencia a la capacidad de
identificar, gestionar, modificar y manipular las
emociones propias y ajenas. Sin embargo, algunos
autores defienden que podría incluirse dentro de la
inteligencia interpersonal.
Independientemente de a qué tipo de inteligencia se
hace referencia, cada alumno va a asimilar, construir
y adquirir el conocimiento conforme su organización
y estructuración de los procesos cognitivos que
personalmente emplea para aprender. Por tanto,
todos estos aspectos deben ser incluidos en el aula,
favoreciendo el desarrollo del conocimiento.
La taxonomía de Bloom
La taxonomía de Bloom es una teoría elaborada por
Benjamín Bloom en 1956 y que en la actualidad se
emplea por muchos docentes para valorar el nivel
cognitivo adquirido por los alumnos en una determinada
asignatura en función de tres ejes concretos:
• Cognitivo: Como procesa el alumno la información
de la asignatura.
• Afectivo: Que papel tienen las emociones de
los alumnos en el proceso de aprendizaje de la
asignatura.
• Psicomotor: Que influencia tienen las habilidades
corporales en el desarrollo del alumno.

De acuerdo con este autor, el aprendizaje implica una
serie de niveles de adquisición del conocimiento que
van a favorecer un aprendizaje significativo, lo que, en
definitiva, permite que aquello que se ha aprendido se
mantenga en la memoria a largo plazo.
Asimismo, Benjamín Bloom distingue entre niveles
superiores e inferiores, de manera que las habilidades,
destrezas y conocimientos de los niveles superiores van
a depender de cómo se hayan constituido y aprendido
todas aquellas habilidades correspondientes a los
niveles inferiores.
Se distinguen tres dimensiones en el proceso de
aprendizaje:
• Dimensión afectiva: Es aquella dimensión que se
relaciona con el desarrollo y crecimiento de los
sentimientos, las emociones y la actitud. Puede
ser, a su vez, subdivida en cinco niveles:
-- Recepción: Implica la recepción de la información
por parte del alumno.
-- Respuesta: Hace referencia a la reacción por
parte del alumno ante la información que acaba
de recibir.
-- Valoración: Supone que el estudiante asigne a la
información un valor determinado.
-- Organización: Engloba los procesos de asimilación
y acomodación de la información recibida dentro
de los esquemas mentales individuales del
alumno.
-- Caracterización: Implica que la información
que acaba de recibir y aprender va a influir en su
comportamiento y aprendizaje.
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• Dimensión psicomotora: Es aquella dimensión
que se relaciona con la manipulación de recursos,
instrumentos o materiales y que va a favorecer que
se adquieran habilidades motoras que mejorarán
los procesos de aprendizaje. Se subdivide, a su
vez, en seis niveles:
-- Percepción.
-- Disposición.
-- Mecanismo.
-- Respuesta.
-- Adaptación.
-- Creación.
• Dimensión cognitiva: Es aquella dimensión que
se relaciona con los procesos de pensamiento
involucrados en el aprendizaje, motivo por el
cual es considerada como principal. Puede ser
subdividida, a su vez, en seis niveles:
-- Conocimiento: Supone recordar aquella información
que ha sido previamente aprendida.
-- Comprensión: Implica entender aquella información
que se ha aprendido.
-- Aplicación: Hace referencia a la selección,
transferencia y empleo de toda aquella
información que se ha aprendido para resolver un
problema o tarea.

-- Análisis: Se refiere a entender la estructura de la
organización del material informativo, examinando
las partes que lo componen.
-- Síntesis: Implica crear aplicando para ello el
conocimiento, las habilidades y las destrezas
anteriores, produciendo algo que es nuevo.
-- Evaluación: Supone emitir juicios respecto de la
base de los criterios preestablecidos.
El que un docente tenga en cuenta todos estos aspectos
va a permitir que se adquiera conocimiento respecto
a la evolución que cada uno de los alumnos presenta
en una determinada asignatura, permitiendo un mayor
diagnóstico de las necesidades educativas individuales.
Resumen
Son múltiples los aspectos que intervienen en los
procesos de aprendizaje y en la eficacia con la que
estos se llevan a cabo. Destacan de forma principal los
estilos de aprendizaje, que van a determinar el modo
preferente por el que los alumnos van a aprender con
mayor facilidad, pero son también importantes otros
aspectos personales como los intereses, la motivación,
el correcto funcionamiento de las áreas cerebrales
implicadas en cada uno de los aprendizajes, la materia
a aprender, etc.
Muchos de los elementos que se emplean en las materias
requieren de representaciones mentales, puesto que no
son manipulables en sí mismos, un ejemplo de ello son
los números, que deben ser representados empleando
diferentes objetos. En este sentido, se han desarrollado
diferentes teorías para explicar estas representaciones,
entre las que destacan la de Duval y el sistema VAK, que
intentan explicar las diferentes representaciones que
hacen los alumnos para aprender.
También en el proceso de aprendizaje va a influir el tipo
de inteligencia que se debe emplear, diferenciándose
varios tipos dependiendo del autor al que se haga
referencia. Así, Gardner distingue siete tipos, mientras
que Sternberg diferencia tres y Goleman añade el
concepto de inteligencia emocional.
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Finalmente, dada su uso en la actualidad dentro del
ámbito educativo, se recoge la taxonomía de Bloom, la
cual establece la relación existente entre el aprendizaje
y las dimensiones cognitiva, afectiva y psicomotora,
subdividibles a su vez en varios niveles y que van a
implicar la adquisición de habilidades, destrezas y
conceptos de manera progresiva.
Bibliográfia
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