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CARACTERIZACIÓN DE LA SEGURIDAD AFECTIVA

Rolando Toro entiende “afectividad” como un estado de afinidad profunda


con los otros seres humanos, capaz de dar origen a sentimientos de amor,
amistad, altruismo, maternidad, paternidad, solidaridad (TORO, 2002, p. 90).
Así como la amorosidad es la característica principal de la vida, que permea el
universo (TORO, 2002), la afectividad está presente en nosotros en todas las
dimensiones de nuestro ser y de nuestra acción. El afecto es el dinamismo que
está en el origen, en el proceso, en las estructuras y en el significado del
conocimiento y de todo lo que somos y hacemos (DALLA VECCHIA, 2005). La
afectividad cubre la totalidad de nuestro ser (TORO, Apostila da Escola de
Formação, I.B. F.23).
Un niño o una niña no puede disfrutar plenamente de la vida si no se siente
en confianza, en seguridad afectiva, si no se le escucha y reconoce en tanto
que individuo.
Cada uno tiene sus necesidades afectivas propias, su personalidad, su
pasado, su ritmo de vida. Las intervenciones del adulto deben dar a cada niño
o niña la sensación de una presencia generadora de confianza y seguridad.
Cuanto más pequeño son los niños o niñas, en mayor grado consideran al
padre o madre como el recurso supremo en caso de una dificultad grave de un
conflicto importante. La intervención inmediata, satisface plenamente.

Hemos de crear un clima afectivo y de seguridad para el niño, que solamente


podremos conseguir cuando él perciba que es especialmente querido, y que
puede comportarse, dentro de los patrones establecidos, en libertad. Es
necesario que él sienta la seguridad afectiva, junto a una seguridad material y
física, que le permita la acción y la expresión sin miedos

En la actualidad, tanto la escuela como los docentes y educadores han


asumido el papel tan importante que tienen en lo que respecta al desarrollo
afectivo y social de sus alumnos. De este modo, queda roto el paradigma que
imperaba en años anteriores, en los que la escuela se encargaba
exclusivamente de transmitir conocimientos y la familia era la única
responsable de educar en valores y de desarrollar la afectividad de sus hijos.
La escuela cada vez atribuye mayor importancia a la necesidad de promover
el desarrollo integral de sus alumnos, lo que implica formarlos tanto en el
ámbito académico como en el afectivo y el social. De esta manera, el medio
que proporciona la escuela para conseguir este desarrollo íntegro del alumno
es impulsar el desarrollo de competencias afectivas junto con las que ya se
venían trabajando.

En Paulo Freire encontramos la identificación del pensamiento pedagógico


biocéntrico, expresado en sus palabras: “Lo que interesa en la formación
docente es la comprensión del valor de los sentimientos, las emociones, el
deseo, la inseguridad a ser superada por la seguridad, el miedo que, al ser
“educado”, va generando valentía” (FREIRE, 1999, p. 50). Según Rolando
Toro, la afectividad es la base estructural de todo conocimiento. Freire realiza
en la práctica la vigencia de esta concepción.
Para Ruth Cavalcante, quien conoció y trabajó con Freire, la afectividad es la
fuente de motivación del conocimiento (CAVALCANTE, 2008).
Este enfoque del currículo no es una visión técnica, requiere interrogarnos
acerca de lo que aprendemos, sobre los contenidos, cómo los estructuramos y
presentamos, las metodologías empleadas, las didácticas, la evaluación y la
acreditación de saberes. Todo esto obedece a una determinada concepción
del mundo, de la sociedad y del desarrollo que puede estar signada por
intereses de control y dominio, o de liberación y emancipación.

De allí que se orienta a las y los docentes a continuar trabajando los


referentes éticos establecidos dentro del modelo de sociedad planteado en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y las leyes que se
desprenden de ésta, los cuales deben tener una concreción en cada área de
formación.
Dichos referentes éticos son:
1) Educar con, por y para todas y todos
2) Educar en, por y para la ciudadanía participativa y protagónica
3) Educar en, por y para el amor a la patria, la soberanía y la
autodeterminación
4) Educar en, por y para el amor, el respeto y la afirmación de la condición
humana
5) Educar en, por y para la interculturalidad y la valoración de la diversidad
6) Educar en, por y para el trabajo productivo y la transformación social
7) Educar en, por y para la preservación de la vida en el planeta
8) Educar en, por y para la libertad y una visión crítica del mundo
9) Educar en, por y para la curiosidad y la investigación

CARACTERIZACION DE LA SEGURIDAD AFECTIVA

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA


MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION
ESPECIALIZACION: EDUCACION ESPECIAL
AULA TERRITORIAL: TUCUPIDO- GUÁRICO.

EJE: FORMACION PEDAGOGICA.


UNIDAD CURRICULAR: PEDAGOGIA DEL AMOR DEL EJEMPLO Y LA
CURIOSIDAD.

Caracterización de la seguridad afectiva que reciben las niñas, niños,


adolescentes y jóvenes con necesidades educativas especiales y/o con
discapacidad mediante procesos de reflexión.

LA SEGURIDAD AFECTIVA
Los procesos educativos, como parte fundamental del desarrollo de las
personas para su crecimiento académico, siempre han tenido ese cambio
inicial tan influyente en las etapas iníciales del cambio del hogar a la escuela,
muchos niños y niñas pasan por un proceso de cambio de ambiente del hogar
a el aula, algunos, no todos, lo toman como una aventura para el conocimiento
de nuevos amiguitos y amiguitas, por el contrario, otros sufren emocionalmente
y experimentan miedo, anhelo, ansiedad, terror, por despegarse de su figura
materna y paterna, de la cual sienten esa seguridad afectiva, a estar en un
nuevo ambiente donde la principal figura de seguridad recae sobre el docente.
El proceso de cambio puede ser sostenido durante todo el año escolar,
donde el docente debe ejercer una pedagogía que, basada en los
comportamientos individuales de cada infante, no dejan de cumplir con el
objetivo del aula, enseñar la etapa correspondiente de aprendizaje que requiere
el niño y la niña aprender para cumplir con el cronograma educativo. Al
respecto, queda claro que los primeros niveles de educación son los que tienen
que reforzarla seguridad afectiva para manejar las situaciones adversas que
reflejan los alumnos al desprenderse de esa seguridad hogareña de sus padres
y representantes, incluyéndose terceros familiares. Estos procesos
emocionales deben tener su consideración dentro del sistema educativo, donde
los docentes deben tener los conocimientos necesarios para manejar a
cabalidad las situaciones emocionales necesarias para servir de soporte a ese
afianzamiento de seguridad afectiva que necesita el niño y niña en la escuela,
sin disminuir ese peso afectivo que representa el padre o la madre para ese
infante.
El desarrollo afectivo
El desarrollo afectivo es un proceso que da comienzo desde el momento
en el que el niño establece sus primeras relaciones. El recién nacido utiliza el
llanto como mecanismo de comunicación a la espera de que sus necesidades
sean cubiertas. Ante este reclamo acudirá el adulto, que tratará de satisfacer
las demandas del niño, que si bien al principio responden a necesidades
fisiológicas, suponen también las primeras experiencias afectivas del bebé.
Estas experiencias, fundadas durante los años que anteceden a su inicio de la
escuela son importantes para el niño y la niña, porque conscientemente ya se
les habla de la escuela, pero no es hasta el momento de llegar y comenzar su
primer año escolar que se evidencia el fuerte lazo de seguridad afectiva que
tienen en su hogar, este apego como proceso natural influye en su adecuación
al nuevo ambiente de aula y donde se exteriorizan diversos comportamientos
que en el hogar no están presente (lloro, rabia, miedo, asilamiento, silencio,
entre otros) o en otros casos, se trasladan esquemas de comportamiento del
hogar al salón de clases (escupir, golpear, flatulencias, entre otros) que el niño
absorbe y lo integra como parte de su personalidad.

El apego en el desarrollo infantil

El apego es un vínculo afectivo que se


establece con un número reducido de personas que forman parte del contexto
social cercano del niño.

Este vínculo responde a un mecanismo innato que lo impulsa a buscar


seguridad mediante una relación próxima y duradera a lo largo del tiempo. Esta
relación no tiene por qué reducirse al núcleo familiar directo: todas aquellas
personas cercanas al niño y que establezcan una relación próxima con él
pueden convertirse en figura de apego. Como se aprecia, el apego es un lazo
familiar y social que el infante mantiene en los primeros años de su vida de
manera constante, en el día a día, este apego es de especial cuidado para que
el docente sea concienzudo al momento de tener bajo su guía el niño y la niña,
en esta etapa. Al respeto el sistema educativo nacional especifica las banderas
de este nuevo pensamiento bolivariano, del los cuales se toman a efectos de
esta discusión las 3 banderas siguientes:

 Una pedagogía del amor, el ejemplo y la curiosidad


en la cual todos los sectores consultados manifestaron la necesidad de
que la escuela brinde seguridad afectiva a los niños, las niñas,
adolescentes y jóvenes y que los maestros, las maestras y demás
miembros y miembras del personal sean testimonio de vida y se
conviertan en referentes positivos, fomentando, a través del ejemplo y la
curiosidad, la pregunta, la investigación, el deseo y disfrute por el
conocimiento, la identidad y un aprendizaje de vida, en, por y para la
vida y el ejercicio de la ciudadanía.

 Promover un clima escolar caracterizado por la


convivencia y la paz, las escuelas como territorios democráticos y de
paz, apuntando a que todos nuestros centros educativos sean lugares
seguros y profundamente democráticos, donde no existan prácticas de
acoso, discriminación, castigos, maltratos verbales o psicológicos ni
hechos de violencia o ejercicios autoritarios. Un ambiente escolar donde
las normas y acuerdos de convivencia estén claras y construidas
democrática, participativa y protagónicamente; logrando una actitud
positiva hacia el estudio, la solidaridad, el fomento a la interculturalidad y
el respeto y reconocimiento a la diferencia.

 Desarrollar un currículo nacional integrado y


actualizado, renovando programas, estrategias y dinámicas
pedagógicas, considerando de manera prioritaria la vinculación de la
educación con el trabajo, la continuidad e integración en todos los
niveles y modalidades y la superación del fraccionamiento y atomización
del conocimiento y la separación entre el trabajo manual y el intelectual.

La transformación educativa entonces involucra aspectos integrales de las


emociones que los docentes deben atender, durante las etapas iníciales de
enseñanza, en los cuales se presentan situaciones distintivas entre los
diferentes niños y niñas. Estas situaciones deben ser tomadas con una
pedagogía que refuerce emocionalmente al niño y lo haga sentirse a gusto
dentro de este nuevo ambiente, distinto a su hogar, la metodología de
enseñanza debe entonces atrapar el interés del niño y niña, haciéndole ver que
el ambiente escolar ofrece esa sensación de seguridad afectiva, no igual a la
del hogar sino con valores de los cuales el infante se pueda sentirse a gusto.
A continuación se presenta un esquema del proceso de desarrollo afectivo,
que puede ser considerado como una panorámica de los procesos que
intervienen en sus primeros 6 años.
Estadios del desarrollo según H. Wallon.

Según el médico y psicólogo francés Henry Wallon ((1879-1963) el ser


humano pasa por una serie de estadios en su desarrollo psicológico. Este
desarrollo en el niño sería del modo siguiente:

 Primer estadio o estadio impulsivo puro. Este estadio de desarrollo del


niño, que comienza con el nacimiento, se caracteriza por la actividad
motora refleja a diferentes estímulos.
 Segundo estadio o estadio emocional. Este estadio empieza a los seis
meses y se caracteriza por la simbiosis afectiva con la madre.
 Tercer espacio o estadio sensitivo motor. Este estadio comienza al
final del primer año o al comienzo del segundo. Es el momento de la
adquisición del andar y del lenguaje hablado
 Cuarto estadio o estadio del proyecto. Wallon pensó que en este
estadio el niño se proyecta en las cosas para percibirse asimismo.
 Quinto estadio o estadio del personalismo. Ahora, entre los dos años y
medio y los tres años, es importante para el niño el percibirse como
individuo autónomo, es decir, adquirirá “conciencia del yo“. Es el
estadio del negativismo y la oposición.
 Sexto estadio o estadio del pensamiento. Comienza hacia los seis
años de edad y marca el comienzo del desarrollo del pensamiento lógico
y la socialización. La vida escolar le permite entablar nuevas relaciones
fuera de su familia.
SEGUIMIENTO DE NIÑO: 

Sexo : Masculino
Edad : 4 años.

       El estudiante de 2do. nivel de educación preescolar en el aula tiene


conductas agresivas (escupe, muerde, patea, golpea). Cuando se le llama la
atención su defensa es gritar, tiene poca participación en las actividades del
aula, para que se pueda integrar a la reunión de grupo tiene que cantar las
canciones que a el más le gustan como: "El lobo, la mariposa y los pollitos".
          Con frecuencia se sale del aula, se va otros salones donde en ocasiones
juega con

los niños; pero si le quitan algún juguete los golpea o escupe con frecuencia.
Le gusta lanzarse encima de sus compañeros, con frecuencia tiene muestras
de cariño hacia las maestras, a quienes golpea cuando lo buscan a los salones;
le gusta acostarse en la puerta del salón a chupar dedo, ahí puede pasar un
tiempo determinado.
          En la mesa de trabajo realiza sus actividades con la ayuda de su mamá.
Cuando ella no

va al salón no realiza sus actividades, no tienen hábitos a la hora de comer,


come con las manos, le arrebata la comida a compañeros o algún adulto que
está comiendo. Con sus maestras muestra al momento de su llegada al aula
expresiones de cariño, cuando los docentes están comiendo el pide o arrebata
y si se le reprende escupe, golpea y grita de forma exorbitante, llora con
frecuencia con motivo o sin motivo, siempre y cuando él quiere algo y no se le
da, llora.
          Ha manifestado conductas inapropiadas, ha mostrado y tocado sus
genitales en frente de sus compañeros, al momento de llamarle la atención se
ríe. Si va al baño para hacer pipí se quita toda la ropa y se sale del baño
desnudo. Se lanza flatulencias encima de sus compañeros o cualquier adulto
que se encuentre encima de él, en algún determinado momento dice groserías,
no habla con claridad, le gusta jugar con tacos y ver la televisión y se distrae
con facilidad.
         Todo esto está avalado en los referentes éticos en especial el nro. 04.
         Educar en, por y para el amo, el respeto y la afirmación de la conducta
humana.
         
         Se basa que la educación debe de impartirse con amor, respeto, que se
tiene que educar con amor, demostrarle y hacerle sentir al alumno o alumna
que es importante para el docente y a su vez, sele inculque este respeto,
reconocimiento de los otros y las otras, desde la práctica de la convivencia en
diversidad.
          Lo sustenta Luis Beltrán prieto Figueroa.

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