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TEMA 6.

LA POESÍA DESDE 1939 A LOS AÑOS 70: TENDENCIAS (TESTIMONIAL,


SOCIAL Y DEL CONOCIMIENTO), AUTORES Y OBRAS REPRESENTATIVOS.

La lírica española de los primeros años de posguerra no puede entenderse sin tener en
cuenta la situación histórico-política y social del momento. Tras la Guerra Civil, la
sociedad española queda dividida en dos bandos, el de los vencedores y el de los
vencidos y la brecha que los separa afectará de forma muy particular al ámbito cultural.
El exilio exterior de buena parte de los escritores vivos afines a la República, el asesinato
de Federico García Lorca y el encarcelamiento del joven Miguel Hernández, dejaran
apenas sin modelos a las nuevas generaciones poéticas, y la producción lírica de aquellos
que se quedan en el llamado exilio interior deberá esquivar la fuerte presión de la
censura. De los que se quedan en España:

Años 40: Miguel Hernández, formalismo, existencialismo, Cántico postismo

La obra de Miguel Hernández parte de la unión entre poesía pura, vanguardia,


tradición popular y clasicismo que alienta a la Generación del 27, pero pronto encuentra
su propio camino literario. Su primer libro, Perito en lunas, tiene gran influencia de
Góngora y las vanguardias. El rayo que no cesa es un conjunto de poemas amorosos
fuertemente influidos por Garcilaso de la Vega. La guerra civil hizo que su poesía se
orientara al compromiso social e ideológico (Viento del pueblo). La mayor parte de los
versos de Cancionero y romancero de ausencias lo escribió ya en la cárcel.

La actividad lírica de los años 40 estaba centrada en la colaboración en revistas


literarias:

-Garcilaso: poetas cercanos al régimen. Poesía de corte clásico. Visión optimista del
hombre y del mundo. Poesía arraigada o formalismo: más interesados en la
perfección del verso y en la expresión de la belleza que en pintar la triste situación del
momento, recién acabada la guerra civil. Acuden a temas religiosos o tradicionales como
el amor o el paisaje. Lenguaje sereno y clásico y actitud distante y fría. Métrica regular y
preferencia por el soneto. Luis Rosales. (Abril) Leopoldo Panero. Dionisio Ridruejo.

-Espadaña: poetas contrarios al régimen. Poesía desarraigada: Visión desarraigada de


un mundo conflictivo e imperfecto. Poesía existencialista de corte trágico más
preocupada por indagar en las causas del sufrimiento humano que en lo estético. Se
dirige a Dios buscando la causa de tanto dolor. Victoriano Crémer y Eugenio de Nora.
Primeros poemarios de Blas de Otero y Gabriel Celaya. Fecha cumbre 1944 Gabriel
Celaya y Blas de Otero (Ángel fieramente humano y Redoble de conciencia (el poeta se
dirige a Dios, ausente e impasible ante el clamor de su voz. Pero el hombre cada vez se
va acercando más al dolor y al sufrimiento de los demás hombres.) Sombra del Paraíso
de Vicente Aleixandre e Hijos de la ira de Dámaso Alonso.

- Pablo García Baena y el grupo “Cántico”: poesía pura. Grupo de poetas cordobeses
que fundan en 1947 la revista Cántico (nombre tomado de obra de Jorge Guillén poeta
puro por excelencia de nuestra poesía. Tema principal amores prohibidos. Otros autores:
Juan Bernier, Ricardo Molina.

- “El Postismo”: revista Postismo (último de todos los “ismos” que se autodefine como
surrealismo ibérico. Fundador Carlos Edmundo de Ory. Reivindica la libertad creativa y el
sentido lúdico del arte. Por problemas con la censura, la revista sólo publicó un número.

Años 50 poesía social:

En la década de los 50: se da el paso de un poesía existencial a una poesía social, una
evolución del yo al nosotros. Se trata de una poesía entendida como comunicación, en la
que el poeta se convierte en portavoz del sufrimiento colectivo.
Evita problemas íntimos y se centra en lo colectivo. Rechaza el esteticismo y la poesía
pura. Compromiso, toma partido por la situación del momento. Poesía clara, para la
inmensa mayoría. Alejada de los propósitos juanramonianos sigue la estela de Miguel
Hernández o de Antonio Machado. Empleo de coloquialismos en su afán de calidad.
Gabriel Celaya (Cantos Iberos), Blas de Otero (Pido la paz y la palabra): su voz poética
se hace social y solidaria. Utiliza un verso más sencillo y una palabra más directa.
Dedicado “a la inmensa mayoría”. España se convierte en tema central de su poesía.
José Hierro (Quinta del 42)

Años 60 generación del medio siglo: Nacidos tras 1925.

A finales de la década de los 50 y desengañados por la imposibilidad de llegar a esa


inmensa mayoría, muchos poetas irán abandonando los preceptos de la poesía social a la
que se acusaba de convertir la literatura en un medio de cambio político, devaluando así
su condición artística.

Los llamados “niños de la guerra” tendrán una visión algo más distanciada que sus
mayores en lo que se refiere a la guerra civil, y, sin olvidar el compromiso cívico y
humano, serán los responsables de elevar la calidad artística de la poesía. La poesía
pasará de considerarse forma de comunicación, a entenderse como una forma de
conocimiento del mundo que nos rodea. Es una lírica inconformista pero con cierto
escepticismo que les permite separarse del panfleto político y acercarse a la poesía “de
la experiencia personal”. Vuelve a preocuparse por el hombre, se centra en lo cotidiano y
recupera el intimismo. Clara preocupación por la estética. Es la poesía del medio siglo en
la que cabe destacar el retorno a temas íntimos (infancia, familia), y la recuperación de
temas como la amistad, el amor y el erotismo. Se busca un estilo aparentemente
conversacional, no exento de ironía.

Ángel González: en Tratado de urbanismo mantiene el compromiso social, pero se


inclina por el humor corrosivo y la ironía, que manifiestan el desencanto y la crítica ante
el franquismo. Junto a la denuncia y al testimonio colectivo hay también una poesía muy
ligada a su yo, que inspecciona dentro de la propia conciencia y deja paso a lo personal y
lo familiar Áspero mundo.

Jaime Gil de Biedma: también participa de esa mirada crítica hacia lo social y lo
político. En su obra se percibe su formación cosmopolita. Su obra aparece reunida en
Las personas del verbo. Son temas recurrentes la adolescencia, la dificultad de encontrar
una identidad propia, el paso del tiempo, la muerte de las ilusiones.

Claudio Rodríguez Don de la ebriedad.

Poesía del exilio: el tema recurrente de todos los poetas exiliados es el de la patria
dejada atrás: una patria ocupada por el bando vencedor en la que, en un primer
momento se siente rechazo. Con el tiempo, va surgiendo un sentimiento de añoranza de
una tierra donde los poetas vivieron su infancia y juventud. Español del éxodo y del
llanto, de León Felipe.

Conclusión: La Guerra Civil y la Dictadura franquista abortan una de las generaciones


poéticas más prometedoras, la del 27 y condenan a España al aislamiento. La poesía se
concentra en la expresión de inquietudes existenciales y sociales, y descuida la técnica.
Hasta la llegada de la Democracia no encontraremos la apertura a la influencia exterior y
la aparición de tendencias variada.

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