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TEMA 5: LA POESÍA DE 1939 A 1975.

CLAUDIO RODRUÍGUEZ.

1. CONTEXTO HISTÓRICO Y CULTURAL

 EL FRANQUISMO
La vida cultural durante este periodo está condicionada por varios
factores:
 El descabezamiento de las élites intelectuales forjadas en los
años anteriores.
 Algo parecido ocurrió en el resto de las artes como en el cine
(Luis Buñuel), la pintura (Pablo Picasso).
 La represión de quienes habían participado en el bando
republicano.
 La restricción de las libertades públicas, la censura, la
autocensura. La literatura española se desarrolló en una
situación de anomalía o excepcionalidad con respecto a los
países de su entorno.

2. MIGUEL HERNÁNDEZ

Coetáneo de los poetas de los años cuarenta. En su trayectoria se


reconocen tres hitos fundamentales:
 El rayo que no cesa (1936). Tras Perito en Lunas (1933)- influido
por las vanguardias y el gongorismo del 27-, Hernández escribe
El rayo que no cesa. Formado por 27 sonetos y tres poemas más
extensos como la “Elegía a Ramón Sijé”. La voz poética expresa
una pasión amorosa arrebatada, violenta, que se asocia
metafóricamente al rayo. Se trata de un deseo insatisfecho.
 Viento del pueblo (1937). El tema central es el sufrimiento de los
desheredados.
 Cancionero y romancero de ausencias (1939-1942). Miguel
Hernández cumplió casi tres años de prisión antes de morir en la
cárcel de Alicante. Publicado póstumamente. Los temas
dominantes son la paternidad y el amor como forma de
trascender el sentido trágico de la existencia, y la ausencia.
3. LA POESÍA DE LOS AÑOS CUARENTA

En 1944 se publican en España dos poemarios que constituyen el


arranque de la poesía de posguerra:
 Sombra del paraíso, de Vicente Aleixandre. El yo poético desde
un presente de inquietud y postración recuerda una edad de oro o
paraíso perdido, que puede asociarse a la infancia y juventud, o al
tiempo anterior a la guerra.
 Hijos de la ira. De Dámaso Alonso. Se emplea el verso libre para
expresar en tono imprecativo la protesta del yo poético contra el
mundo. Los temas son la soledad y la falta de sentido de la
existencia.

 POESÍA DESARRAIGADA

Se publican una serie de obras que presentan una visión pesimista y


angustiada de la existencia. Se expresa una profunda
disconformidad con la realidad. Entre las manifestaciones destacan
los poemarios de Blas de Otero, José Hierro o Gabriel Celaya, así
como las obras publicadas por Vicente Gaos, Carlos Bousoño,
Carmen Conde, José M.ª Valverde.
Principales obras de la poesía existencial:
Ángel fieramente humano (1950) y Redoble de conciencia (1951).
Tierra sin nosotros (1947) y Alegría (1947).

 POESÍA ARRAIGADA

En este periodo encontramos una vivencia armónica y reconciliada


del mundo y la vida humana. Se incluyen los poetas de la
Generación del 36 vinculados a la Falange- Luis Rosales, Luis Felipe
Vivanco, Leopoldo Panero, Dionisio Ridruejo- y los poetas
garcilasistas. Se trata de una poesía intimista, que busca la
perfección formal y el regreso a estructuras métricas clásicas. Los
temas son Dios, el amor y el paisaje.
4. LA POESÍA SOCIAL

Hacia esta poesía evolucionan autores que se inscribían en la poesía


desarraigada. Características:
 La literatura se conoce como un instrumento de transformación
política y social, cuya finalidad es dar testimonio crítico a la
realidad de la época.
 La denuncia de la injusticia y la falta de libertad.
 Una poesía útil que llegue a la inmensa mayoría con lenguaje
claro y prosaico, cercano al himno.

En la lírica castellana destacan tres autores:


 Gabriel Celaya. Cantos iberos (1955). En él se incluye el poema
“La poesía es un arma cargada de futuro” que manifiesta la
poesía social.
 Blas de Otero. Pido la Paz y la palabra (1955). Encabezado por el
lema “Con la inmensa mayoría”.
 José Hierro. Organiza sus poemas en dos grupos, reportajes y
alucinaciones.

5. LA POESÍA DE MEDIO SIGLO

En la Generación del Medio Siglo se inscriben Jaime Gil de Biedma,


José Ángel Valente, Ángel González, Caballero Bonald, José Agustín
Goytisolo y Claudio Rodríguez.
El abuso de la poesía social abre un debate sobre la función de la
poesía: los nuevos autores proponen pasar a un vehículo de
conocimiento, un cauce de indagación en la propia experiencia.
Características:
 Autobiografismo, en un intento de integrar la vivencia individual en
a circunstancia histórica.
 Diversidad temática, se amplían temas tratados como el amor, la
amistad, el paso del tiempo, las vivencia de la Guerra Civil.
 Lenguaje conversacional e intimista, que se caracteriza por una
aparente sencillez y claridad.

Antonio Machado se convierte en referente tanto ético como estético.


Jaime Gil de Biedma desarrolló una profunda conciencia social y política.
6. LOS NOVÍSIMOS

Se denomina así a una nueva promoción de autores que irrumpieron en


la poesía española- Manuel Vázquez Montalbán, Antonio Martínez
Sarrión, José María Álvarez, Félix de Azúa, Pere Gimferrer, Vicente
Molina Foix, Leopoldo Panero, Guillermo Carnero y Ana M.ª Moix.
Posteriormente se añadieron otros como Luis Antonio de Villena,
Antonio Colinas o Luis Alberto de Cuenca.
La obra poética presenta los siguientes rasgos:
 Culturalismo. Numerosos poemas se inspiran en personajes
históricos y obras artísticas. Influye el modernismo español. Son
también frecuentes las referencias a la cultura de masas, como el
cine, la música o el cómic.
 Escapismo. La creación de espacios de evasión encierra una sorda
protesta contra el tardofranquismo.
 Esteticismo o decadentismo. La reivindicación de la belleza como
refugio a actitudes decadentistas cristalizan en el símbolo de
Venecia.
 Barroquismo o influencia de las vanguardias. Los Novísimos buscan
un lenguaje rico y elaborado y recuperan estrategias de la poesía de
vanguardia, especialmente del surrealismo.

7. CLAUDIO RODRÍGUEZ

1 primeras obras: fusión con el universo, la naturaleza Don de la


ebriedad (1953) Afirma el autor que, en realidad, se trata de «un solo
poema, dividido arbitrariamente en fragmentos». La crítica matiza que
esos fragmentos están «ordenados simbólicamente, esto es, ligados
entre sí por una serie de complejas conexiones irracionales e
inconscientes», cuyo resultado sería una estructura cíclica o circular. A
partir de la ebriedad – real y simbólica – se une con la naturaleza en un
tono alegre de reminiscencias místicas.
Conjuros (1958) Supone la continuidad del universo poético plasmado
en el libro anterior, pero presenta algunas diferencias, empezando por el
empleo del verso libre. De una orientación cósmica se ha pasado a un
ámbito más próximo, que se concreta 2 en las tierras zamoranas, en un
mundo campesino familiar, con sus labores agrícolas, sus accidentes
geográficos (el río Duero) y su climatología, sus usos y costumbres... lo
mismo que en Don de la ebriedad, impera una dimensión trascendente:
el interés por el significado profundo de las cosas, la afirmación del
vínculo sagrado que une al hombre con la naturaleza («Esto es sagrado.
Cuanto miro y huelo / es sagrado») Advierte la crítica en este libro «una
mayor preocupación moral y solidaria con la colectividad», que le
confiere una cierta dimensión social.
2 obras de madurez: Hacia la búsqueda del conocimiento Alianza y
condena (1965) El título responde a los dos conceptos complementarios
en que, a juicio del autor, consiste la vida: “lo que el hombre acepta y lo
que condena”. La idea de alianza (con los hombres, con la vida) se
presenta como la única posibilidad humana de subsistencia. El que
hasta este momento aparecía como cantor entusiasta de la naturaleza,
pasa a reflexionar descarnadamente sobre e' vivir en su totalidad.)
empieza a ocupar un lugar preeminente la búsqueda del conocimiento
(con el dolor y la frustración que conlleva), presente en toda la obra
posterior de Claudio Rodríguez.
Entronca esta idea con una tendencia característica de la promoción a la
que pertenece: la reflexión sobre el propio lenguaje, cuya capacidad
cognoscitiva pone en tela de juicio el poeta. La impronta mágica que ha
prevalecido en sus versos hasta ahora es sustituida por un discurso
reflexivo».
El vuelo de la celebración (1976) Presenta distintas tonalidades, desde
la desolación hasta la alegría de sentirse querido y acompañado y de
alcanzar a percibir el canto íntimo de las cosas. La salvación está en el
amor, en la inocencia, en la fusión con los otros y con el mundo.
Encierra este libro toda una declaración de principios vitales. Casi una
leyenda (1991) Parte nuestro autor de la relación dialéctica entre historia
y leyenda, entendiendo esta última como «la memoria de lo no vivido
que da sentido a lo objetivamente vivido».
Los instantes de plenitud son evocados en el recuerdo, buscando en
ellos la clave del presente. Su obra es en conjunto de una gran calidad,
dentro de las características de su generación destaca por la hondura
reflexiva de su poesía en torno al conocimiento

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