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EL APARATO RESPIRATORIO
El aparato respiratorio está formado por una serie de órganos cuya función
común es permitir la circulación de aire entre el exterior del cuerpo humano y los
denominados alvéolos pulmonares.
Las estructuras anatómicas del aparato respiratorio se localizan en cabeza, cuello
y tórax, siendo todas ellas importantes para la función común.
Las células del organismo humano necesitan oxígeno para poder realizar el
metabolismo aerobio, tal y como hemos visto en la Unidad 2. El oxígeno es
transportado por la sangre, fundamentalmente por los eritrocitos (hematíes), en concreto
por la hemoglobina, una molécula a la que se une el oxígeno. Cuando los eritrocitos
llegan a zonas con poco oxígeno, la hemoglobina lo libera, y pasa a las células.
Al mismo tiempo, los eritrocitos que han liberado el oxígeno, atrapan dióxido de
carbono, el cual procede del metabolismo celular. Ese dióxido de carbono debe ser
eliminado. Unido a la hemoglobina de los eritrocitos que ya han liberado su oxígeno,
llegará a los capilares pulmonares. Una vez en los capilares pulmonares, el dióxido de
carbono pasa al aire que está en los alvéolos, y de allí, será expulsado al exterior.
Por tanto, el aparato respiratorio responde a una especialización cuya finalidad
es intercambiar oxígeno y dióxido de carbono entre el aire y la sangre capilar, para lo
cual necesita la colaboración del aparato cardiocirculatorio.
Hueso etmoides
Hueso frontal
Hueso nasal Hueso esfenoides
Cornete superior
Meato superior
Cornete medio
Meato medio
Cornete inferior
Meato inferior
Coanas
Ventana nasal
Paladar duro
El suelo de las fosas nasales está formado por el paladar duro, mientras que el
techo lo forman los huesos nasales y partes de los huesos frontal, etmoides y esfenoides.
La pared externa está formada por distintos huesos de la cara y el cráneo. Desde estos
huesos salen hacia la pared medial unas extensiones óseas con forma de lámina
enrollada que se denominan cornetes o conchas (superior, medio e inferior). Los
cornetes hacen que la cavidad de las fosas nasales sea muy sinuosa. Los espacios que
quedan entre los cornetes se denominan meatos.
Las dos fosas nasales están separadas entre sí por el denominado tabique nasal,
constituido por cartílago en su parte anterior, y por el hueso vómer y parte del etmoides
en su parte posterior.
Las fosas nasales están tapizadas por un epitelio denominado mucosa nasal o
pituitaria. Está muy vascularizado para calentar el aire. Asimismo posee abundantes
glándulas, que producen una secreción mucosa, que humedece y limpia de partículas de
polvo el aire que entra. Además tiene poder microbicida.
No debes confundir la pituitaria, mucosa nasal, con la glándula pituitaria, generalmente conocida
como hipófisis.
La parte más anterior de las fosas nasales está recubierta por piel, que incluye
pelos, los cuales sirven para atrapar partículas de cierto tamaño, dificultando que pasen
a zonas más bajas del aparato respiratorio.
En distintos huesos de cara y cráneo hay unas oquedades que comunican con las
fosas nasales mediante unos conductos. Son los denominados senos paranasales. Están
recubiertos por una mucosa, productora de moco, el cual llega a las fosas nasales a
través de los mencionados conductos.
Los senos paranasales son cavidades recubiertas de mucosa que se localizan en esfenoides, frontal
y maxilar. Desembocan en las fosas nasales mediante conductos.
3.- Laringe.
Es un tubo corto, de unos 5 cm, localizado en la parte antero superior del cuello,
por delante del esófago, que comunica la faringe con la tráquea. Es el principal órgano
de la fonación.
La laringe está formada por una serie de cartílagos unidos entre sí por tejido
conjuntivo fibroso y por ligamentos, lo que le proporciona una rigidez que impide que
sus paredes se «peguen». Estos cartílagos son:
- Epiglotis. Es un armazón cartilaginoso que forma una especie de válvula a la
entrada de la laringe. Su función es cerrar dicho orificio al deglutir, impidiendo así que el bolo
alimentario pase al aparato respiratorio, ya que de esta manera necesariamente debe dirigirse
hacia el esófago. Cuando, debido al cierre incompleto de la glotis, pasa alguna porción de
alimento a la tráquea, se desencadena un mecanismo reflejo, que incluye ciertos
movimientos, como la tos, y tendemos a expulsar las partículas intrusas hacia la faringe.
- Cartílago tiroides, tiene forma de anillo y en su parte anterior forma la nuez.
- Cartílago cricoides, tiene forma de anillo y está debajo del anterior.
Toda la laringe está tapizada por mucosa, la cual presenta unos repliegues que se
dirigen hacia la luz laríngea; son las denominadas cuerdas vocales. Cuando el aire
espirado choca contra ellas, vibran, produciendo un sonido que es la base de la voz,
proceso en el que también intervienen otras estructuras, como la boca y la lengua.
Está formada por una serie (15-20) de anillos cartilaginosos abiertos (en forma
de C), con la parte abierta hacia atrás. En esta parte abierta hay fibras musculares lisas.
Entre unos anillos y otros hay un tejido conjuntivo fibroso que proporciona una cierta
rigidez a la estructura, pero que al mismo tiempo permite que los alimentos deglutidos
pasen por el esófago sin problemas (el esófago se sitúa por detrás de la tráquea, es decir,
coincidiendo con la parte más flexible de esta, la zona abierta de la C). Los anillos
cartilaginosos evitan el cierre de la capa interna, debido a los cambios de presión.
Las células caliciformes del aparato respiratorio producen moco, cuya función es atrapar
partículas respiradas que hayan sobrepasado el filtro nasal. Las células ciliadas expulsan ese moco
hacia tramos más altos, para que pueda ser eliminado al exterior.
Tras un tiempo más o menos prolongado fumando, se produce la inmovilidad de los cilios,
no siendo recuperable esta función aunque se deje de fumar.
5.- Bronquios.
Los bronquios y los bronquiolos forman una estructura que recuerda a un árbol invertido,
por lo que se denomina árbol bronquial.
B.- Pulmones.
Cada uno de los pulmones está recubierto por una membrana, llamada pleura,
que tiene dos capas, la hoja visceral, pegada a la superficie del pulmón y la hoja
parietal, adherida a la pared del tórax y al diafragma.
Entre la hoja visceral y parietal, rellenando el pequeño espacio que queda, se
encuentra el líquido pleural. Este líquido actúa como lubricante que facilita el
movimiento de los pulmones. Además, la presión dentro de esta cavidad es negativa con
relación a la atmósfera, motivo por el cual los pulmones permanecen expansionados.
En cada pulmón diferenciamos las siguientes partes:
- Vértice o ápex: es la parte más craneal del pulmón.
- Base: es la parte más caudal del pulmón.
- Cisuras: son una especie de hendiduras apreciables en la superficie pulmonar,
que dividen al pulmón en lóbulos. El pulmón derecho tiene dos cisuras, y el izquierdo
una sola.
- Lóbulos: el pulmón derecho tiene tres (superior, medio e inferior), y el
izquierdo dos (superior e inferior).
Lóbulos Cisuras
Base
a) Inspiración.
B.- La hematosis.
De hecho, en condiciones fisiológicas, tan solo pasan los gases, mientras que el
resto de elementos sanguíneos permanecen dentro del capilar.
Hay que tener en cuenta que la presión de oxígeno en el aire inspirado depende,
entre otras cosas, de la altura a la que se encuentre el individuo. Hay una relación
inversa, de tal forma que, a mayor altura, menor presión parcial de oxígeno.
Al desplazarse a una altura significativamente mayor, el organismo sufre una
oxigenación deficiente, ya que le entra menos oxígeno desde el exterior, produciéndose
el denominado mal de altura, que cursa, entre otros síntomas, con sensación de
cansancio El organismo reacciona produciendo un número mayor de eritrocitos
(hematíes), que son las células transportadoras del oxígeno. Esta adaptación tarda
algunas semanas en ser efectiva.
Oxígeno y dióxido de carbono son transportados por la sangre, que actúa como
un vehículo para distribuir el O2 a todas las células del organismo y recoger el CO2 de
todas las células.
En concreto, el transporte de estos gases en la sangre lo realizan los hematíes.
Dentro de ellos, hay una molécula denominada hemoglobina, a la cual se unen tanto el
O2 como el CO2. El oxígeno es liberado desde la hemoglobina, y el dióxido de carbono
es captado por la hemoglobina, que ya no tiene oxígeno.
En el interior de las células, el oxígeno es utilizado para el metabolismo aerobio,
tal como hemos visto en la Unidad 2. A esta utilización del oxígeno se le denomina
respiración celular.
Cuando el número de hematíes disminuye, el aporte de oxígeno a los tejidos
también disminuye, pues hay menos elementos para transportar ese oxígeno. Es lo que
ocurre cuando se produce una pérdida importante y brusca de sangre (hemorragias), por
lo que puede ser necesario aportar sangre desde el exterior (transfusión sanguínea) para
que, recuperados los elementos de transporte (hematíes), los tejidos vuelvan a recibir un
aporte suficiente de oxígeno.
Los principales signos y síntomas que aparecen con más frecuencia en las
enfermedades del aparato respiratorio son:
a) Tos.
Consiste en una espiración brusca, rápida. Es causada por una estimulación del
centro nervioso de la tos. Hay dos tipos: la seca o no productiva, que no viene
acompaña de expectoración, y la húmeda o productiva, que sí viene acompañada de
expectoración.
b) Disnea.
c) Polipnea o taquipnea.
d) Bradipnea.
e) Expectoración.
f) Esputo.
g) Hemoptisis.
a) Rinitis.
Es una inflamación de la mucosa nasal, que cursa con obstrucción al flujo aéreo
(al inflamarse la mucosa, queda menos espacio en las fosas nasales para que circule el
aire; a veces, la obstrucción es total) en una primera fase, y aumento de la secreción de
moco en una segunda. En general, la rinitis es parte de un cuadro más amplio, que
puede ser de dos tipos:
- Infeccioso: forma parte de los cuadros catarrales, también conocidos como
constipados o resfriados. Se trata de viriasis.
- Alérgico: también se conoce como fiebre del heno.
b) Sinusitis.
c) Amigdalitis.
d) Faringitis.
e) Laringitis.
g) Bronquitis.
a) Asma.
b) Cáncer de pulmón.
Es una neoplasia maligna con cuatro tipos de células malignas diferentes, si bien
vamos a estudiarlo como una sola enfermedad. El principal problema que presenta el
carcinoma de pulmón es que cuando da la cara (sintomatología) suele haberse
diseminado a otros órganos vía linfática (metástasis). Desde hace años está fuera de
discusión la intervención decisiva que tiene la inhalación del humo de los cigarrillos en
c) Insuficiencia respiratoria.
d) Neumotórax.
Consiste en la entrada de aire al espacio pleural. Ese aire puede proceder del
exterior (una herida) o del interior del pulmón (rotura de la pleura visceral). El resultado
es que el pulmón afectado se colapsa, dejando de funcionar, produciéndose por tanto
una insuficiencia respiratoria aguda.
e) Neumonía.