Está en la página 1de 32

SISTEMA RESPIRATORIO

El aparato respiratorio o sistema respiratorio es el encargado de captar


oxígeno (O2) y eliminar el dióxido de carbono (CO2) procedente del anabolismo
celular.

En humanos y otros mamíferos, el sistema respiratorio consiste en vías


respiratorias, pulmones y músculos respiratorios que median en el movimiento del
aire tanto dentro como fuera del cuerpo.

El intercambio de gases es el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono,


del ser vivo con su medio. Dentro del sistema alveolar de los pulmones, las
moléculas de oxígeno y dióxido de carbono se intercambian pasivamente, por
difusión, entre el entorno gaseoso y la sangre. Así, el sistema respiratorio facilita la
oxigenación con la remoción contaminante del dióxido de carbono y otros gases
que son desechos del metabolismo y de la circulación.
El sistema respiratorio también ayuda a mantener el balance entre ácidos y
bases en el cuerpo a través de la eficiente eliminación de dióxido de carbono de la
sangre.

El aparato respiratorio consta de:

 Sistema de conducción: fosas nasales, boca, epiglotis, faringe, laringe,


tráquea, bronquios principales, bronquios lobulares, bronquios
segmentarios y bronquiolos.
 Sistema de intercambio: conductos y los sacos alveolares. El espacio
muerto anatómico, o zona no respiratoria (no hay intercambios gaseosos)
del árbol bronquial incluye las 16 primeras generaciones bronquiales,
siendo su volumen de unos 150 ml.

La función del aparato respiratorio consiste en desplazar volúmenes de aire


desde la atmósfera a los pulmones y viceversa. Lo anterior es posible gracias a un
proceso conocido como ventilación.

La ventilación es un proceso cíclico y consta de dos etapas: la inspiración, que


es la entrada de aire a los pulmones, y la espiración, que es la salida. La
inspiración es un fenómeno activo, caracterizado por el aumento del volumen
torácico que provoca una presión intrapulmonar negativa y determina el
desplazamiento de aire desde el exterior hacia los pulmones. La contracción de
los músculos inspiratorios principales, diafragma e intercostales externos, es la
responsable de este proceso. Una vez que la presión intrapulmonar iguala a la
atmosférica, la inspiración se detiene y entonces, gracias a la fuerza elástica de la
caja torácica, esta se retrae, generando una presión positiva que supera a la
atmosférica y determinando la salida de aire desde los pulmones.

En condiciones normales la respiración es un proceso pasivo. Los músculos


respiratorios activos son capaces de disminuir aún más el volumen intratorácico y
aumentar la cantidad de aire que se desplaza al exterior, lo que ocurre en la
espiración forzada.

Mientras este ciclo ventilatorio ocurre, en los sacos alveolares, los gases
contenidos en el aire que participan en el intercambio gaseoso, oxígeno y dióxido
de carbono, difunden a favor de su gradiente de concentración, de lo que resulta la
oxigenación y detoxificación de la sangre.

El volumen de aire que entra y sale del pulmón por minuto, tiene cierta
sincronía con el sistema cardiovascular y el ritmo circadiano (como disminución de
la frecuencia de inhalación/exhalación durante la noche y en estado de
vigilia/sueño). Variando entre 6 a 80 litros (dependiendo de la demanda).

Para un estudio organizado del aparato respiratorio vamos a dividir sus


estructuras en:

• El Aparato Respiratorio Superior se refiere a la nariz, la garganta y


estructuras relacionadas.

• El Aparato Respiratorio Inferior se refiere a la laringe, la tráquea, los


bronquios y los pulmones.
NARIZ
Es la estructura situada en la región anterior de la cara.

Tiene las siguientes funciones:

1. Proporciona una vía para la respiración.


2. Humedece y calienta el aire inspirado.
3. Limpia el aire inspirado de materias extrañas filtrándolo.
4. Sirve como cámara de resonancia para el habla.
5. Alberga los receptores olfatorios.

Tratemos ahora algunos detalles de las dos principales estructuras que forma
la nariz.

Nariz externa

Las superficies de la nariz externa con nombre son:


1. La raíz: que es el área entre las cejas.
2. El puente y el dorso: que forman el margen anterior.
3. El ápice: que es donde termina el dorso anteriormente, y que se conoce
como la punta de la nariz.
4. Surco nasolabial o filtrum: ubicado justo inferior al ápice como un surco
poco profundo vertical.
5. Las aberturas nasales o narinas externas: que son las "puertas" al
exterior por donde entra y sale el aire de la respiración.
6. Las alas: que flanquean lateralmente a las narinas.

Internamente la nariz externa está sostenida por un esqueleto que incluye:

1. Los huesos nasal y frontal


superiormente, los que
forman la raíz y el puente
respectivamente.
2. El hueso maxilar
lateralmente.
3. Placas de cartílago hialino
inferiores que conforman el
tabique divisorio central, las
zonas laterales y las alas.
La cavidad nasal

Esta cavidad yace dentro y posterior a la nariz externa y está dividida por un
tabique central conocido como tabique
nasal. El aire inspirado entra a la
cavidad nasal a través de los orificios
nasales o narinas externas que
comunican al exterior. El tabique está
hecho de cartílago hialino
anteriormente, y posteriormente por el
hueso vómer y la placa perpendicular
del hueso etmoides.

La cavidad nasal es continua


posteriormente con la porción nasal de
la faringe a través de las narinas
internas o posteriores también
llamadas coanas.
Figura 3. Anatomía básica del tracto
El techo de la cavidad nasal la respiratorio superior
forman dos huesos del cráneo, el
etmoides y el esfenoides mientras el
piso lo conforma el paladar que lo
separa de la cavidad bucal ubicada debajo. El paladar a su vez, está soportado
anteriormente por las apófisis maxilares y por los huesos palatinos dando lugar a
lo que se conoce como paladar duro, mientras la porción posterior no soportada
por huesos es el paladar blando muscular.

El vestíbulo es la zona de la cavidad nasal justo superior a las narinas


externas y está recubierto de piel que contiene glándulas sebáceas y glándulas
sudoríferas y numerosos folículos pilosos, que producen unos pelos cortos que
funcionan como filtros para retener las partículas gruesas como fibras, polvo y
polen que vienen con el aire inspirado. El resto de la cavidad nasal está recubierta
por dos tipos de membranas mucosas:
1. La mucosa olfatoria: que recubre el resquicio de la porción superior y
contiene los sensores de los olores.
2. La mucosa respiratoria: constituye el resto de la mucosa de la cavidad
nasal, y es tejido epitelialcilios y que contiene además células caliciformes
dispersas, que descansan en una lámina propia con abundantes glándulas
mucosas y serosas las que se diferencian en que las glándulas mucosas
segregan moco, mientras las serosas producen un líquido acuoso que
contiene enzimas.
En conjunto, estas células glandulares segregan cerca de un litro de fluido
diario que contiene lisozima, una enzima anti-bacterial que ataca químicamente y
destruye a las bacterias que son atrapadas junto al polvo y otras partículas por el
pegajoso moco. Además de la lisozima también se producen defensinas, unos
antibióticos naturales que ayuda a mantener a raya a los microorganismos
invasores. Otra función de la película de moco acuoso es la humedecer al aire
inspirado.

Las células ciliadas mantienen un movimiento ondulatorio que transporta la


película de moco contaminado hacia la garganta para ser tragada y digerida por
los jugos estomacales, normalmente no nos damos cuenta de este trabajo de los
cilios, pero cuando respiramos aire de un ambiente frío los cilios se tornan
perezosos permitiendo que el fluido gotee y acumule en la cavidad nasal para
correr al exterior a través de las fosas nasales.

Las mucosas nasales están muy pobladas de plexos de vasos capilares y de


venas de paredes finas muy superficiales que calientan el aire inspirado, la
alimentación sanguínea de estos capilares reacciona muy rápidamente a los
cambios de temperatura del aire ambiental, de modo que por ejemplo, cuando
salimos al exterior con muy baja temperatura desde el hogar cálido, la afluencia de
sangre a los plexos se incrementa notablemente para tratar de tibiar el aire que
pasa por la cavidad nasal. El hecho de que exista está abundancia de vasos
superficiales explica la razón de los sangrados nasales que pueden ser frecuentes
y notables.

En el interior de la cavidad nasal existen unas protuberancias mediales


curvadas que nacen de cada pared lateral llamadas cornetes, los cornetes son
pliegues recubiertos de membrana mucosa y son tres: cornete superior, cornete
medio y cornete inferior. Inferiormente a cada cornete hay una ranura denominada
meato. Estos cornetes producen dos efectos positivos:
1. Incrementan el área de contacto del aire de entrada con la superficie de la
mucosa expuesta.
2. Aumentan la turbulencia y generan movimientos curvos y retorcidos del aire
durante su paso por la cavidad nasal. Los gases contenidos en el aire se
mueven a lo largo del camino tortuoso impuesto por los cornetes sin gran
dificultad, pero las partículas sólidas más pesadas en suspensión, tienden a
ser expelidas en las curvas contra las superficies recubiertas de moco y de
esta forma atrapadas. El resultado es finalmente que muy pocas partículas
por encima de 4 mµ pueden continuar su camino hacia el interior del
cuerpo.

Además de la riqueza sanguínea, las mucosas nasales están abundantemente


inervadas con terminales sensoras nerviosas y su contacto con irritantes, como
ciertos polvos, el polen y similares disparan el estornudo, una respuesta defensiva
primaria para expeler los contaminantes atrapados en la nariz a través de una
violenta corriente de aire.
La cavidad nasal está rodeada de oquedades óseas llamadas senos
paranasales.

SENOS PARANASALES

Los senos paranasales son cavidades llenas de aire, de diferente tamaño y


forma según las personas, que se originan al introducirse la mucosa de la cavidad
nasal en los huesos del cráneo contiguos y, por tanto, están tapizadas por mucosa
nasal, aunque más delgada y con menos vasos sanguíneos que la que recubre las
fosas nasales. Los huesos que poseen cavidades aéreas son el frontal, el
etmoides, el esfenoides y el maxilar superior. En el recién nacido, la mayoría de
senos son rudimentarios o están ausentes y durante la infancia y la adolescencia
crecen e invaden los huesos adyacentes. El crecimiento de los senos es
importante porque altera el tamaño y la forma de la cara y da resonancia a la voz.
El moco secretado por las glándulas de la mucosa que los tapiza, pasa a las fosas
nasales a través de los meatos.

 Senos frontales

. Se localizan entre las tablas interna y externa del hueso frontal, por detrás de los
arcos superciliares y a partir de los 7 años ya pueden ser visualizados en
radiografías. Aunque es posible encontrar numerosos senos frontales, lo habitual
es que haya uno derecho y otro izquierdo, que rara vez son de igual tamaño en
una misma persona ya que el tabique que los separa no suele encontrarse en el
plano medio. El tamaño de los senos frontales varía desde unos 5 mm hasta
grandes espacios que se extienden lateralmente. Cada seno frontal comunica con
la fosa nasal correspondiente a través
del meato medio.

 Senos etmoidales

. El número de cavidades aéreas en el hueso etmoides varía de 3-18 y no suelen


ser visibles radiológicamente hasta los 2 años de edad. Desembocan en las fosas
nasales por los meatos superiores.

 Senos esfenoidales

. Suelen ser 2, se sitúan en el hueso esfenoides, por detrás de la parte superior de


las fosas nasales, están separados entre sí por un tabique óseo que
habitualmente no se encuentra en el plano medio y están en relación con
estructuras anatómicas importantes como son los nervios ópticos, el quiasma
óptico, la hipófisis, las arterias carótidas internas y los senos cavernosos. A
diferencia de los otros senos éstos desembocan en las fosas nasales por encima
de los cornetes superiores.

 Senos maxilares

. Son los senos paranasales más grandes y su techo es el suelo de la órbita. En el


momento del nacimiento son muy pequeños, pero luego crecen lentamente hasta
el momento en que salen los dientes permanentes. Desembocan en la fosa nasal
correspondiente por el meato medio a través de un orificio situado en la parte
superior-interna del seno, de modo que es imposible su drenaje cuando la cabeza
está en posición vertical, motivo por el que se requieren maniobras

1. seno frontal
2. seno esfenoidal
3. seno maxilar
4. cavidad oral
5. cornete inferior
6. cornete medio
7. cornete superior
8. saco lagrimal
9. celdas aéreas etmoidales
10. seno maxilar
11. seno frontal
12. seno esfenoidal

FARINGE

La faringe es un órgano tubular de aspecto cónico que conecta la cavidad


nasal y la boca superiormente a la laringe y el esófago inferiormente.
Coloquialmente la conocemos como garganta y se extiende unos 13 cm desde la
base del cráneo hasta a sexta vértebra cervical

En la faringe se pueden diferenciar tres regiones con composición celular


distinta en la mucosa que las recubre, no obstante, las paredes de todas las partes
del órgano están compuestas de músculos esqueléticos.

Estas regiones son:


1. Nasofaringe.
2. Orofaringe.
3. Laringofaringe.

A continuación, algunas
particularidades anatómicas de las tres
regiones.

Nasofaringe

Es la región posterior a la
cavidad nasal y se ubica inferior al
hueso esfenoides y superior al nivel
del paladar blando. Sirve solo como
pasaje para el aire de la respiración ya
que se encuentra por encima del lugar
por donde los alimentos entran al
cuerpo. Además, existe un mecanismo
de protección que impide que los
alimentos puedan penetrarla
superiormente. Cuando se traga, los músculos del paladar blando, así como la
protuberancia conocida como úvula (la campañilla), se mueven superiormente
cerrando con ello la nasofaringe para evitar que los alimentos pasen a la cavidad
nasal. Este mecanismo de protección falla cuando uno se ríe y en tales casos los
líquidos tragados pueden ser expulsados como un aerosol por la nariz.

Las aberturas de comunicación entre la nasofaringe y la cavidad nasal son las


coanas o narinas internas. El epitelio de recubrimiento estratificado con cilios de
ambas regiones es continuo y se relevan en el trabajo de impulsar el moco
producido en la cavidad nasal hasta ser tragado y digerido por los jugos gástricos.

Situada alto en la pared posterior de la nasofaringe, están las amígdalas


faríngeas o adenoides que atrapan y destruyen los patógenos que entran a la
nasofaringe junto con el aire.

Las trompas de Eustaquio (conocidas así a partir del S. XVI en honor del
anatomista Eustachius), luego conocidas como tubas o trompas auditivas y en la
actualidad llamadas tubos faringotimpánicos, son estructuras anatómicas que
drenan las cavidades del oído medio, y que permite además, que la presión en el
oído medio se equilibre con la presión atmosférica. Consisten en aberturas en las
paredes laterales de la nasofaringe, las que a su vez presentan superiormente un
pliegue arqueado de la mucosa conocida como amígdala tubal. Dada su posición
estratégica las amígdalas tubales protegen al oído medio de las infecciones que
fácilmente podrían propagarse desde la nasofaringe.
Orofaringe

La orofaringe está situada posterior a la cavidad bucal y es continua con


esta a través de una vía arqueada conocida como fauces. Corre inferiormente al
nivel del paladar blando de modo que dada la localización, por la orofaringe pasan
tanto los alimentos como el aire de la respiración.

A medida que la nasofaringe se diluye en la orofaringe, el recubrimiento


epitelial va cambiando de pseudoestratificado a epitelio escamoso estratificado, el
que proporciona, dada su adaptación estructural, una mejor resistencia al
rozamiento y a los efectos químicos que acompañan el paso de los alimentos.

En la mucosa de la orofaringe están incluidas dos tipos de adenoides: las


adenoides palatinas que yacen en las paredes laterales de las fauces; y las
adenoides linguales en la base de la lengua.

Laringofaringe

Como continuación de la orofaringe, la laringofaringe también funciona


como conducto común para alimentos y aire y está recubierta por epitelio
escamoso estratificado. Se extiende desde su fusión con la orofaringe a la altura
de la epiglotis y posterior a esta última hasta la laringe, lugar en el cual las vías
respiratoria y alimenticia divergen. En ese punto la laringofaringe es continua con
el esófago posteriormente. El esófago es por donde los alimentos se conducen al
estómago, mientras que el aire entra a la laringe anteriormente. Cuando se traga,
el pasaje de aire se cierra temporalmente y los alimentos toman la vía adecuada,
es decir continúan por el esófago.

Externa a la mucosa de la laringe hay dos capas de músculos esqueléticos,


las fibras de la capa interna corren longitudinales, pero aquellas de la capa exterior
o músculos constrictores faríngeos rodean las paredes como si el conducto
estuviera dentro de tres puños colocados uno sobre otro. La contracción
secuencial de los "puños" impulsa los alimentos al esófago inferior.
Laringe

Es un órgano perteneciente
al sistema respiratorio, de forma
básicamente tubular y
constituye uno de los pasajes
por donde pasa el aire inspirado
durante la respiración en su
camino a los pulmones, y que
contiene además las cuerdas
vocales generadoras de la voz.
Se extiende unos 5 cm entre el
nivel de la cuarta y la sexta
vértebras cervicales.

La laringe está anclada


superiormente al hueso hioides Figura 1. Vistas anatómicas anterior y
y proporciona una abertura posterior
superior a la laringofaringe, de la laringe
mientras que inferiormente es
continua con la tráquea.

La laringe cumple dos


funciones principales:

1. Funciona como una


válvula de compuerta
que permuta el paso al
conducto continuatorio
correcto de los alimentos
o del aire de la
respiración. Los primeros
al esófago rumbo al
estómago y el segundo a
la tráquea que lo
conduce a los pulmones. Figura 2. Corte sagital de la laringe
2. Como alberga a las
cuerdas vocales, es el
órgano que produce la
voz.
La estructura de la laringe está soportada por un complicado esqueleto de nueve
cartílagos conectados por ligamentos y membranas. Sus cartílagos, con la
excepción del de la epiglotis, son del tipo hialino. A continuación, se brindan
algunos detalles de estos:

1. Cartílago tiroides: es el más grande de todos, tiene forma de escudo y


está constituido por la fusión de dos placas de cartílago. Tiene una
prominencia en la línea media conocida como prominencia laríngea que
resulta obvia externamente en el cuello como la Nuez de Adam. Esta
protuberancia es más grande en los hombres que en las mujeres debido a
que las hormonas sexuales estimulan su crecimiento durante la pubertad.
2. Cartílago cricoides: se sitúa inferior al cartílago tiroides y recuerda un
anillo colocado en lo alto de la tráquea y anclado a esta inferiormente.

3. Cartílagos aritenoides: son pares, tienen forma piramidal y en ellos se


anclan las cuerdas vocales.
4. Cartílagos cuneiformes y cartílagos corniculados: son dos pares de
cartílagos pequeños, los que en conjunto con los cartílagos aritenoides
forman parte de las paredes laterales y posterior de la laringe.

El noveno
cartílago es el de la
flexible epiglotis, que
recuerda a una
cuchara en la forma,
y está hecha de
cartílago flexible
recubierto casi
completamente de
papilas gustativas. La
epiglotis se extiende
desde la parte
posterior de la lengua
hasta el aro anterior
del cartílago tiroides.

La epiglotis
funciona como una válvula de cierre de la entrada de la laringe cuando se traga. Si
por ella solo está pasando aire, la entrada de la laringe es una ancha abertura y
los bordes libres de la epiglotis se proyectan hacia arriba, pero cuando uno traga
tira de la laringe hacia arriba y entonces la epiglotis cubre la entrada de la laringe
para evitar el paso de alimentos a los pasajes respiratorios. Cuando alguna otra
cosa que no sea aire penetra la laringe se dispara el reflejo de la tos que actúa
para expulsar la sustancia.

Debajo de la mucosa de la laringe, a cada lado, están los ligamentos


vocales, compuestos principalmente de fibras elásticas, y que anclan el cartílago
aritenoides al cartílago tiroides. Estos ligamentos forman el núcleo de los pliegues
de la mucosa conocidos como cuerdas vocales verdaderas, de apariencia blanco
perlado ya que no tienen vasos sanguíneos. Las cuerdas vocales vibran
produciendo sonido cuando por la abertura medial entre ellas pasa el aire
procedente de los pulmones. A la abertura medial entre las cuerdas vocales se le
conoce como glotis. Superiormente a las cuerdas vocales verdaderas hay otro par
de pliegues similares llamados pliegues vestibulares o cuerdas vocales falsas que
no juegan papel alguno en la producción de sonidos.

La porción superior de la laringe, que tiene contacto con los alimentos, está
recubierta de epitelio escamoso estratificado, pero por debajo de las cuerdas
vocales, lugar a donde los alimentos no llegan, el recubrimiento epitelial es
escamoso pseudoestratificado con cilios que actúan como filtros de polvo.
Contrariamente a los cilios de la faringe estos cilios conducen el moco hacia arriba
en dirección a la faringe a fin de sacar continuamente el moco de los pulmones.

Producción de voz

El habla se produce por la acción intermitente de la expulsión de aire de los


pulmones combinada con la apertura y cierre de la glotis. Los diferentes tonos de
sonido se logran cambiando, por medio de los músculos intrínsecos de la laringe,
la longitud de las cuerdas vocales y la abertura de la glotis. Estos músculos
intrínsecos primariamente mueven el cartílago aritenoides. A medida que cambia
la tensión y la longitud de las cuerdas vocales el tono del sonido emitido cambia,
generalmente a más tensión de las cuerdas más rápido vibran y más alto es el
tono. La glotis se amplía cuando se generan tonos bajos y se estrecha para los
tonos agudos manipulada por las cuerdas vocales. Como la laringe en la pubertad
se agranda y las cuerdas vocales se hacen más largas y gruesas, lo que hace que
vibren a menor frecuencia, explica el cambio del tono de voz en esta etapa de la
vida.

El volumen de la voz depende de la cantidad de aire expulsado a través de


las cuerdas vocales, mientras más fuerte es la corriente de aire mayores son las
vibraciones y más alto es el volumen. La corriente de aire la crean los músculos
del tórax, abdomen y la espalda.

En realidad los sonidos que salen de las cuerdas vocales no son más que
zumbidos, la verdadera voz con calidad depende de la actividad coordinada de
varias estructuras sobre la glotis. Primeramente, la propia longitud de la laringe
funciona como cámara de resonancia para mejorar y amplificar el sonido, en este
sentido tanto la cavidad nasal como la oral, así como los senos frontales participan
también. Finalmente, la buena pronunciación para producir un habla de calidad
depende de la conformación del sonido en consonantes y vocales reconocibles, y
este último trabajo lo hacen los músculos de la faringe, la lengua, el paladar
blando (la parte posterior del cielo de la boca) y los labios.

TRÁQUEA

La tráquea es un Figura 1. Esquema de la tráquea en la que se


órgano tubular que muestra la composición de los tejidos de sus paredes.
desciende a continuación
de la laringe a lo largo del
cuello hasta el mediastino y
termina dividiéndose en los
dos bronquios primarios en
medio del tórax. La tráquea
humana tiene 12 cm de
longitud y unos 2.5 cm de
diámetro.

Se localiza por
delante del esófago y se
extiende desde la laringe
hacia la quinta vértebra
torácica (T5), donde se
divide en un bronquio
primario izquierdo.

Las paredes de la tráquea presentan varias capas de tejidos, y del interior al


exterior estas capas son:
1. Mucosa: tiene las mismas células caliciformes que contienen los epitelios
pseudoestratificados que aparecen en la mayoría del tracto respiratorio.
Sus cilios constantemente impulsan el moco cargado con polvo y otros
desechos hacia la faringe. Este epitelio descansa sobre una bastante
gruesa lámina propia con abundantes fibras elásticas.
2. Submucosa: es una capa de tejido conectivo profundo a la mucosa y
contiene glándulas seromucosa que participan en la creación de la lámina
de moco dentro de la tráquea.

3. Adventicia: es la capa mas externa y está constituida por tejido conectivo


reforzado internamente con entre 16 a 20 cartílagos hialinos en forma de
anillos. La adventicia está fundida con el pericondrio de los anillos. Los
anillos de cartílago dan cierta rigidez al lumen de la tráquea a fin de que no
colapse hacia el interior y no se expanda al exterior por los cambios de
presión que se producen durante la inspiración y la expulsión de los gases
respiratorios, pero dada la abundante presencia de fibras elásticas en el
cuerpo de la tráquea, esta es muy flexible y se extiende durante la
inspiración para luego recuperar su longitud en la expiración. La parte
posterior de los anillos de cartílago es abierta y colinda con el esófago. Los
extremos de la abertura están conectados por fibras musculares lisas que
constituyen el músculo traqueal, y además hay tejido conectivo holgado.
Como esta zona de la tráquea no es rígida, el esófago se puede expandir
anteriormente cuando la comida que se ha tragado pasa por él. El músculo
traqueal puede contraerse para reducir el lumen de la tráquea lo que hace
que el aire expirado desde los pulmones alcance mayor velocidad. Esta
acción ayuda a expulsar el moco de la tráquea cuando se tose.

El último cartílago de la tráquea es más amplio, y una cresta de cartílago,


llamada carina, se proyecta posteriormente desde su cara interior marcando el
punto donde termina la tráquea al dividirse en los dos bronquios primarios. La
carina yace a la izquierda de la línea media. La mucosa de la carina es altamente
sensible y produce una tos violenta cuando un objeto extraño hace contacto con
ella.

Anatomía de los Bronquios


Los bronquios primarios, derecho e izquierdo, nacen de la bifurcación de la
tráquea aproximadamente a nivel de la séptima vértebra torácica (T 7) en la
persona de pie, luego corren de forma oblicua dentro del mediastino para hundirse
en la depresión medial del pulmón del lado correspondiente, llamada hilio.

El bronquio derecho se diferencia del izquierdo en que es más ancho, corto


y vertical, y cuando el aire alcanza los bronquios ha sido entibiado, liberado de la
mayor parte de las impurezas y humedecido durante el trayecto por los conductos
superiores del tracto respiratorio.

Ya dentro de los pulmones, los bronquios primarios se subdividen en bronquios


secundarios o lobulares, tres en el derecho y dos en el izquierdo, cada uno de los
cuales suple un lóbulo pulmonar. A su vez, los bronquios secundarios se vuelven a
subdividir en bronquios terciarios o segmentarios, y estos en cuaternarios, de
quinto orden... etc. para subdividirse repetidamente hasta 23 órdenes de
ramificación de los pasajes de aire dentro de los pulmones. Los pasajes de aire
con diámetro menor de 1 mm se denominan bronquiolos, y ya los de menos de 0.5
mm, bronquiolos terminales. Dada la estructura profusamente ramificada de los
pasajes de aire pulmonares, al conjunto de estos se le conoce como árbol
bronquial o respiratorio.
El árbol bronquial se puede separar funcionalmente en dos zonas, la zona
conductora, y la zona respiratoria veamos ahora algunos detalles anatómicos de
ambas.

Zona conductora
La composición de los tejidos de las paredes de los bronquios primarios imita
el de la tráquea, pero a medida que estos se van haciendo menores se producen
cambios importantes en la estructura, y estos cambios se pueden resumir como:

1. Anillos de cartílago: Los aros de cartílago típicos de la tráquea y los


bronquios primarios se sustituyen por placas irregulares de cartílago, y
cuando se alcanzan los bronquiolos este soporte desaparece, pero se
mantienen fibras elásticas en las paredes en todo el árbol bronquial.
2. Epitelios: las mucosas epiteliales adelgazan a medida que cambian de
epitelio columnar estratificado a epitelio cilíndrico, y finalmente a epitelio
cuboidal en los bronquiolos terminales. Los cilios, tan comunes en los
conductos del tracto respiratorio superior, son escasos y las células
productoras de moco no existen en los bronquiolos, de modo que las
partículas que viajan en el aire y que se encuentran por debajo del nivel de
los bronquiolos se eliminan por macrófagos presentes en los alveolos.

3. Músculos lisos: la cantidad relativa de fibras musculares lisas presentes


en las paredes aumenta a medida que los conductos se hacen menores,
para llegar a una capa
completa de músculos en
los bronquiolos. La
presencia de la capa Esquema anatómico de las ramas
muscular, y la ausencia terminales del árbol bronquial.
de cartílagos en los
bronquiolos que impida
su constricción, les
permite generar una
resistencia considerable
al paso del aire bajo
ciertas condiciones.

Zona respiratoria
La zona respiratoria se
define por la existencia de
sacos de aire de paredes finas
llamados alveolos, los que
comienzan a aparecer en la zona donde los bronquiolos terminales alimentan a los
bronquiolos respiratorios dentro de los pulmones. En los bronquiolos respiratorios,
que son los bronquiolos más pequeños, aparecen los alveolos como
protuberancias dispersas surgidas de las paredes. Los bronquiolos respiratorios
conducen a los conductos alveolares, conductos tortuosos cuyas paredes
consisten en arreglos difusos de anillos de células de musculatura lisa, fibras de
tejido conectivo, y abundantes protuberancias que recuerdan “bolsillos al revés",
que son los alveolos. A su vez los conductos alveolares conducen a racimos
terminales de alveolos conocidos como sacos alveolares semejantes a racimos de
uvas, en los cuales las uvas son los alveolos y el racimo en conjunto es el saco
alveolar. La mayor parte del volumen de los pulmones está constituido por los
alrededor de 300 millones de alveolos llenos de gas. Es fácil darse cuenta que
esta estructura proporciona una enorme superficie para el intercambio de gases.

Las paredes del alveolo están compuestas principalmente por una capa
simple de células de tejido epitelial escamoso llamadas células tipo I, rodeadas por
una lámina basal endeble. Tal pared es extremadamente delgada. La superficie
exterior del alveolo está recubierta por una "telaraña" densa de capilares
pulmonares. Ambas partes, la pared alveolar y la pared capilar con sus
respectivas láminas basales fundidas constituyen la membrana respiratoria, que
presenta gases a un lado y sangre circulando al otro, es decir, forma la barrera
gas-sangre. El intercambio de gases se produce al difundir estos a través de la
fina membrana alveolar, de modo que el oxígeno pasa del interior del alveolo a la
sangre, mientras el dióxido de carbono lo hace en sentido contrario.  Las células
tipo I también son la fuente primaria de la enzima convertidora de angiotensina
que juega un papel en la regulación de la presión sanguínea.

Diseminadas entre las mayoritarias células tipo I están las células cuboidales de
tipo II que segregan un fluido que contiene agentes tensoactivos, el cual recubre
las superficies húmedas alveolares en contacto con los gases. Estas sustancias
tensoactivas reducen la tensión superficial del agua (el componente mayoritario
del fluido que cubre la pared interior del alveolo) lo que favorece que el alveolo
mantenga la forma de "burbuja" de gas tal y como sucede cuando le agregamos
un detergente al agua si queremos hacer "pompas de jabón", note que con agua
sola nunca conseguiremos hacer tales burbujas estables. Si los tensoactivos no
existieran dentro del alveolo este colapsaría durante la expiración.

Los alveolos tienen además otras tres características.


1. Están rodeados por fibras elásticas finas del mismo tipo que las que
recubren el resto del árbol respiratorio.
2. Existen poros abiertos que conectan los alveolos adyacentes, lo que
permite que la presión se iguale en todo el pulmón, y también que cada
alveolo sea funcional aun con la obstrucción del conducto bronquial que lo
comunica con el resto del árbol, como puede suceder por una enfermedad.

3. En la superficie interior del alveolo se mantienen merodeando libremente


los macrófagos alveolares, también llamados "células del polvo" que son
"devoradores" notablemente eficientes, y aunque un gran número de
microrganismos infecciosos entran al alveolo con la corriente de aire, su
actividad es neutralizada por los macrófagos alveolares y generalmente
estos son estériles. La particularidad de que los alveolos son "un callejón
sin salida" hace que los macrófagos muertos o viejos simplemente sean
arrojados a la corriente de cilios que los transporta a la faringe y así evitar
que se acumulen en el alveolo.

PULMONES

Nuestro cuerpo está dotado de dos pulmones, los que ocupan toda la
cavidad torácica excepto el mediastino en el cual radica el corazón, los grandes
vasos sanguíneos, los bronquios, el esófago y otros órganos.

Anatomía
general de
los
pulmones

Cada uno
de los pulmones,
que recuerda un
cono, está
suspendido en su respectiva cavidad pleural y conectado al mediastino por
anclajes vasculares y bronquiales a los que colectivamente se les llama la raíz.

Los pulmones terminan superiormente en una punta estrecha llamada ápice


mientras sus paredes anterior, lateral y posterior mantienen un contacto cercano
con las costillas para formar la curvatura continúa llamada superficie costal. La
superficie inferior en cóncava, descansa en el diafragma y se denomina la base.
La superficie que "mira" al mediastino, es decir, la superficie medial de ambos
pulmones presenta una hendidura llamada hilio. Por el hilio entran y salen a los
pulmones los vasos sanguíneos, tanto sistémicos como respiratorios. Lo mismo
sucede con los bronquios, los que casi inmediatamente que alcanzan los
pulmones comienzan a ramificarse.

Los dos pulmones no son de igual tamaño debido a que el corazón está
ubicado algo oblicuo, con su ápice ligeramente a la izquierda del plano medio del
cuerpo, lo que obliga al pulmón izquierdo a tener una concavidad en su aspecto
medial para dar cabida al ápice del corazón, resultando más pequeño que el
pulmón derecho. La cavidad en el pulmón izquierdo que alberga al ápice del
corazón se llama muesca cardíaca.

Características:

• Se encuentran situados en el tórax a ambos lados del mediastino.

• Peso absoluto pulmón derecho 600 grs.

• Pulmón izquierdo 500 grs.

• Coloración: Rosado claro.

• Consistencia: Flácido y elástico.

• Forma de semicono.

• Ápice superior y base inferior.

• Tres caras: Mediastinal, costal y diafragmática.

• Tres bordes: Anterior, posterior e inferior.

• Cada pulmón está profundamente separado por las fisuras interlobares.

• Cara costal:
• Es regular lisa y convexa.

• Está en contacto con el plano costointercostal.

• Presenta la cisura oblicua mayor en ambos pulmones.

• En el pulmón derecho se presenta otra cisura la cisura horizontal o


menor

• Cara medial mediastinal:

• Es cóncava y se encuentra en relación con los órganos


mediastinales.

• En esta cara se encuentra el hilio pulmonar.

• Penetran los elementos del pedículo pulmonar.

• Bronquio principal, arteria pulmonar, venas pulmonares y elementos


linfáticos.

• Cara diafragmática:

• Cóncava en relación con el hemidiafragma correspondiente.

• Ápice:

• Se le denomina así a la parte superior del pulmón que sobrepasa el


borde superior de la segunda costilla.

Los pulmones están divididos en lóbulos, los que son dos en el pulmón
izquierdo, superior e inferior, separados por la cisura oblicua, mientras el pulmón
derecho presenta tres, superior, medio e inferior separados por las cisuras oblicua
y horizontal. Cada lóbulo a su vez, está conformado por los segmentos
bronquiopulmonares que recuerdan una pirámide y que están separados unos de
otros por un tabique de tejido conectivo. Cada segmento es una unidad funcional
con cierta independencia y está alimentado por su arteria y vena propias, así como
recibe el aire de uno de los segmentos bronquiales de forma individual. En ambos
pulmones existen 10 segmentos bronquiopulmonares arreglados en un patrón muy
similar pero no idéntico entre un pulmón y el otro. La subdivisión más pequeña del
pulmón, aun visible a simple vista, son los lobulillos, los que se ven en la superficie
pulmonar como hexágonos cuyas dimensiones varían entre unos 4 y 20 mm y son
alimentados por un bronquiolo grande y sus ramificaciones.
La anatomía macroscópica de los pulmones consisten mayoritariamente en
espacios llenos de aire (alveolos y sacos alveolares). La integridad de los
pulmones como órgano individual se mantiene principalmente por un entramado
de fibras conectivas elásticas (estroma). Esto da como resultado que sea un
órgano blando y esponjoso que en conjunto pese alrededor de 1 kg y cuya
elasticidad reduce el trabajo necesario para respirar.

LOBOS Y SEGMENTOS PULMONARES


• Pulmón derecho:

• Se encuentra dividido en 3 lobos o lóbulos pulmonares.

• LOBULO SUPERIOR:

• Segmento apical.

• Segmento anterior.

• Segmento posterior.

• LOBULO MEDIO:

• Segmento medial.

• Segmento lateral.

• LOBULO INFERIOR:

• Segmento apical (superior).

• Segmento basal medial (cardíaco).

• Segmento basal anterior.

• Segmento basal lateral.

• Segmento basal posterior.

• Pulmón izquierdo:

• Se encuentra dividido en 2 lóbulos.


• LOBULO SUPERIOR:

• Segmento apicoposterior.

• Segmento anterior.

• Segmento lingular o língula.

• LOBULO INFERIOR:

• Segmento apical.

• Segmento basal anterior.

• Segmento basal lateral.

• Segmento basal posterior.

Inervación pulmonar
A los pulmones llegan fibras motoras del sistema nervioso autónomo,
principalmente fibras parasimpáticas y más raramente fibras simpáticas, además
de fibras viscerales sensoriales. Estas fibras nerviosas entran a los pulmones
desde el plexo pulmonar que se encuentra en la raíz y corren a lo largo de los
tubos bronquiales y los vasos sanguíneos dentro del pulmón. Las fibras
parasimpáticas constriñen los tubos de aire mientras las simpáticas los dilatan.

Suministro sanguíneo a los pulmones


Los pulmones están
irrigados por dos tipos de
circulación sanguínea, la
pulmonar, de gran volumen y
baja presión procedente del
ventrículo derecho del corazón,
y la bronquial, que es la
alimentación sistémica de
sangre a los tejidos
pulmonares, nacida en la arteria
aorta del corazón. Ambas
difieren por tanto en tamaño,
origen y función.

La sangre venosa
sistémica que será oxigenada
en los pulmones se distribuye
por las arterias pulmonares que Figura 2. Esquema de la irrigación sanguínea
yacen anteriores a los terminal en los pulmones
bronquios primarios. Estas
arterias, una vez dentro del
pulmón, se ramifican profusamente a los largo y en conjunto con los bronquios
hasta terminar en la red de capilares pulmonares que rodean el alveolo.

Después de oxigenada la sangre en los alveolos, los capilares venosos


tributan a las vénulas, y estas a las venas pulmonares las que finalmente corren
de vuelta al hilio y conducen la sangre al corazón. La red de vasos venosos
pulmonares serpentea en conjunto con los respectivos bronquios y el tejido
conectivo del tabique que separa los segmentos bronquiopulmonares.

En contraste con la circulación pulmonar de alto volumen y baja presión, la


circulación bronquial es de bajo volumen y elevada presión, llega a los pulmones
por la vía de las arterias bronquiales para proporcionar la sangre de alimentación a
las células de los tejidos pulmonares. Estas arterias pulmonares nacen en la aorta
y entran a los pulmones por el hilio. Dentro de los pulmones se ramifican y corren 
junto a las ramificaciones de los bronquios alimentando todos los tejidos
pulmonares excepto los alveolos que se alimentan de la circulación pulmonar.

Aunque cierta cantidad de sangre venosa bronquial se drena de los


pulmones a través de las diminutas venas bronquiales, existen numerosas
anastomosis entre las dos circulaciones, de modo que la mayoría de la sangre
venosa bronquial pasa por alto el circuito sistémico y retorna al corazón por la vía
de las venas pulmonares.

Envoltura de los pulmones


Los pulmones están recubiertos por una membrana serosa fina de dos
capas llamada pleura. La pleura parietal cubre las paredes torácicas y la cara
superior del diafragma, luego continúa alrededor del corazón y entre los pulmones
formando la pared lateral del mediastino y encierra ajustadamente la raíz
pulmonar. A partir de ahí, la pleura continúa como pleura visceral o pulmonar para
cubrir la superficie externa de los pulmones, sumergiéndose dentro, y cubriendo
las cisuras. Note que con este recorrido una de las capas de la pleura es solidaria
a la pared del tórax mientras la otra lo es a la superficie del pulmón.

La pleura produce el fluido pleural que llena el resquicio entre las dos capas
membranosas conocida como cavidal pleural. Esta secreción lubricante les
permite a los pulmones deslizarse fácilmente sobre las paredes del tórax durante
los movimientos respiratorios. Aunque el fluido pleural permite a ambas capas
deslizarse libremente una sobre la otra, la separación entre ellas se mantiene
inmóvil debido a la elevada tensión superficial del fluido pleural interpuesto, y esto
implica que el pulmón está aferrado firmemente a la pared torácica quedando
obligado a expandirse y contraerse pasivamente con los cambios de volumen de
la cavidad torácica que se alternan con la respiración.

La pleura también participa en la separación de la cavidad torácica en tres


cámaras, la central o mediastino, y las dos laterales, cada una de las cuales
contiene un pulmón. Esta compartimentación hace a su vez que se reduzca
notablemente la interferencia de un órgano móvil con otro, por ejemplo, el corazón
con los pulmones, además de limitar la posibilidad de que las infecciones se
extiendan

RECESOS PLEURALES

• Fondos de saco pleurales:

• Receso costomediastinal anterior.

• Se encuentra retroesternal.

• Se extiende de la primera articulación condroesternal al 7º


cartílago costal.

• Receso costomediastinal posterior.

• Redondeado forma un profundo canal a los lados y detrás de


los cuerpos vertebrales.

• Receso costo diafragmático.

• Se encuentra entre la pared costal y el diafragma.

• Su profundidad depende de la posición del diafragma.

• Está cerrado en la espiración y se amplía en la inspiración.

• Receso superior.

• Situado arriba del borde superior de la 2ª costilla.

• Se encuentra en relación con el músculo ECM y músculo


subclavio con la vena y arteria subclavia.

• Receso mediastino diafragmático.

• Es poco profundo, desciende profundamente hacia atrás


donde se une al fondo de saco costodiafragmático.
Vascularización

• Pleura parietal:

• Arterias intercostales.

• Arterias frénicas superiores.

• Arterias mediastinales.

• Pleura visceral:

• Arterias bronquiales.

Inervación
• La pleura costal y la parte periférica de la pleura diafragmática están
inervadas por ramas de los
nervios intercostales.

• La parte central de la pleura


diafragmática y de la pleura
mediastinal están inervadas por
ramas de los nervios frénicos.

Fases de la respiración

Inspiración
La inspiración se puede
interpretar con facilidad si usted ve la
cavidad torácica como un objeto hueco
conectado al exterior por una
tubuladura y cuyas paredes se puedan
expandir para aumentar el volumen
interior, con la consecuente caída de la
presión interior y la entrada de aire
desde la atmósfera dada la diferencia

Figura 1. Cambios en la caja torácica


que conducen a la respiración.
de presiones.

En el cuerpo humano real, el objeto hueco expandible es la cavidad torácica


y la tubuladura al exterior es la tráquea. El aumento de volumen de la cavidad
torácica en la respiración normal tranquila es consecuencia del trabajo de los
músculos inspiratorios: el diafragma y los músculos intercostales externos.
Veamos cómo se produce auxiliándonos de la figura 1:

1. Acción del diafragma: cuando este músculo con forma de domo o cúpula
se contrae, se mueve inferiormente aplanándose lo que da como resultado
que la altura (distancia superior-inferior) de la cavidad torácica aumente con
el consecuente aumento de volumen y la caída de presión interior.
2. Acción de los músculos intercostales: cuando los músculos intercostales
externos se contraen levantan la caja torácica y halan el esternón hacia
adelante. Dada la posición oblicua de las costillas, inclinadas hacia abajo y
curvadas lateralmente rodeando la caja torácica, esta elevación hace que
ellas tiendan a colocarse más horizontalmente y con ello que aumente las
dimensiones de la sección transversal del tórax, lo mismo lateralmente
como en la dirección anterior-posterior. 

La expansión del tórax durante la respiración tranquila es de solo unos


pocos milímetros en cada plano, pero esto es suficiente para incrementar el
volumen torácico unos 500 ml, cantidad de aire comúnmente suficiente para este
tipo de respiración. En el incremento de volumen el papel preponderante lo tiene el
diafragma.

A medida que el volumen torácico aumenta durante la inspiración los


pulmones se expanden, lo que implica que volumen intrapulmonar crece y como
resultado la presión intrapulmonar baja alrededor de -1 mm de Hg en relación con
la atmósfera provocando que el aire fluya a los pulmones movido por el gradiente
de presión. La inspiración termina cuando la presión dentro de los pulmones se
equilibra con la atmosférica. En el trascurso de la inspiración la presión intrapleural
declina a unos -6 mm Hg con respecto a la atmósfera.

Otro tipo de respiración se tiene cuando se realizan ejercicios vigorosos o


hay alguna obstrucción pulmonar y se conoce como inspiración profunda o forzada
en la que participan además algunos otros músculos accesorios para incrementar
todavía más el volumen torácico. Algunos de estos, como los escalenos y los
esternocleidomastoideos del cuello, así como los pectorales menores del pecho
levantan las costillas aun más que en la respiración tranquila. También algunos
músculos de la espalda participan para extenderla y enderezarla lo que representa
aumento de volumen adicional.
Espiración

En el proceso de espiración tranquila, es decir la salida del aire de los


pulmones durante la respiración normal, la contracción de músculos es poco
significativa y el proceso se desarrolla principalmente por la elasticidad de los
pulmones que tiende a recuperar sus dimensiones cuando cesa la inspiración.
Cuando los músculos que participan en la inspiración se relajan, la forma normal
del diafragma se recupera y la caja torácica baja, de modo que la elasticidad
natural de los pulmones hace que estos se constriñan expulsando el aire al
exterior. Durante la expiración, tanto el volumen de la cavidad torácica como el
intrapulmonar disminuyen. La disminución del volumen de los pulmones comprime
los alveolos y su presión interior sube sobre 1 mm Hg por encima de la presión
atmosférica, forzando a los gases a fluir al exterior.

Del mismo modo que la inspiración, la espiración puede ser forzada y este
es un proceso producido principalmente por los músculos abdominales que
contraen las paredes de la cavidad abdominal. Estas contracciones empujan los
órganos abdominales contra el diafragma y bajan la caja torácica.

Movimientos de aire no respiratorios

Existen otros movimientos de aire pulmonar que no tienen como objetivo la


respiración pero que pueden modificar el ritmo normal de esta. La mayoría de
estos movimientos se producen como actos reflejos, pero otros pueden tener un
origen voluntario. Los más comunes son:

1. La tos y el estornudo: que responden a la necesidad de limpiar los


pasajes de aire de partículas y moco.
2. La risa y el llanto: como respuestas a estados emocionales.

3. El hipo: que son inspiraciones abruptas debido a espasmos del diafragma


cuya explicación nos está aún muy clara.
4. El bostezo: una inspiración muy profunda que se produce con las
mandíbulas muy abiertas y cuya necesidad no es evidente.
MUSCÚLOS
 DIAFRAGMA

El diafragma: es un tejido músculotendinoso que separa la cavidad torácica


de la abdominal

En el humano, tiene forma de dos cúpulas, una para cada cavidad pulmonar,
llamadas hemidiafragmas que cierran por arriba la cavidad torácica (donde es
convexo) y lo separa la cavidad abdominal (donde es cóncavo). Su parte media es
aponeurótica o tendinosa, llamada centro tendinoso. Las porciones musculares
tienen su origen en el centro y se irradian hasta sus inserciones en la abertura
torácica inferior.

 INTERCOSTALES EXTERNOS: sus fibras son oblicuas de arriba hacia


abajo y de atrás hacia adelante

ORIGEN: borde inferior de la costilla superior

INSERCIÓN: bordo superior de la costilla inferior

 INTERCOSTALES INTERNOS: sus fibras son oblicuas de arriba hacia


abajo y de adelante hacia atrás

ORIGEN: borde superior de la costilla inferior

INSERCIÓN: borde inferior de la costilla superior

 RECTO DEL ABDOMEN

ORIGEN: 5°, 6° y 7° espacio intercostal y apéndice xifoides

INSERCIÓN: cuerpo del pubis

 OBLICUO MAYOR

ORIGEN: cara lateral y borde inferior de las 7 u 8 ultimas costillas

INSERCIÓN: línea alba y sínfisis del pubis

 OBLICUO MENOR:

ORIGEN: Ligamento inguinal, Cresta ilíaca y de la fascia toracolumbar


INSERCIÓN: línea alba, línea pectínea, borde inferior 10-12 costilla
ARTICULACIONES DEL TORAX

1. ARTICULACIONES ESTERNALES: el manubrio esta unido al cuerpo por


un fibrocartílago muy denso (sincondrosis manubrioesternal), el cuerpo se
une a la apófisis xifoides por una lamina cartilaginosa (sincondrosis
xifoesternal). Estas dos articulaciones desaparecen con la edad por
osificación de sus medios de unión.

2. ARTICULACIONES INTERCONDRALES: los cartílagos costales en el


lugar de sus articulaciones desarrollan, en cada uno de los bordes, un
pequeño ensanchamiento deprimido (fosa oval). El 7° cartílago se prolonga
hacia el esternón para terminar en la escotadura inferior del borde esternal.
Este cartílago se articula con el 6° y 8°. Los cartílagos 9° y 10° están
incurvados hacia arriba y se unen a los demás contribuyendo a formar el
cartílago costal común.

3. ARTICULACIONES CONDROCOSTALES: el extremo interno de la costilla


presenta una cavidad elipsoide donde se aplica la extremidad del cartílago.
Estas superficies se sueldan formando articulaciones fibrosas (sinartrosis).

4. ARTICULACIONES CONDROESTERNALES: son articulaciones de tipo


diartrosis, artrodias, donde articulan los cartílagos costales con las caras
articulares del esternón. Sus medios de unión son: una pequeña capsula,
dos ligamentos radiados, anterior y posterior, ligamento esternocostal
intraarticular o interóseo y sinovial.

5. ARTICULACIONES COSTOVERTEBRAL: es una articulaciones del tipo


diartrosis, artrodia. Articula la cabeza de la costilla con sus caras articulares
planas con el cuerpo vertebral de dos vertebras contiguas. Medios de
unión: capsula y ligamentos anterior, posterior e interóseo.

6. ARTICULACIONES COSTOTRANSVERSAS: son articulaciones de tipo


diartrosis, artrodia. Articulan el tubérculo costal con las apófisis transversas
de vertebras subyacentes. Los medios de unión son: capsula, sinovial y
ligamentos: superior, inferior, posterior e interóseo.

También podría gustarte