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Mientras este ciclo ventilatorio ocurre, en los sacos alveolares, los gases
contenidos en el aire que participan en el intercambio gaseoso, oxígeno y dióxido
de carbono, difunden a favor de su gradiente de concentración, de lo que resulta la
oxigenación y detoxificación de la sangre.
El volumen de aire que entra y sale del pulmón por minuto, tiene cierta
sincronía con el sistema cardiovascular y el ritmo circadiano (como disminución de
la frecuencia de inhalación/exhalación durante la noche y en estado de
vigilia/sueño). Variando entre 6 a 80 litros (dependiendo de la demanda).
Tratemos ahora algunos detalles de las dos principales estructuras que forma
la nariz.
Nariz externa
Esta cavidad yace dentro y posterior a la nariz externa y está dividida por un
tabique central conocido como tabique
nasal. El aire inspirado entra a la
cavidad nasal a través de los orificios
nasales o narinas externas que
comunican al exterior. El tabique está
hecho de cartílago hialino
anteriormente, y posteriormente por el
hueso vómer y la placa perpendicular
del hueso etmoides.
SENOS PARANASALES
Senos frontales
. Se localizan entre las tablas interna y externa del hueso frontal, por detrás de los
arcos superciliares y a partir de los 7 años ya pueden ser visualizados en
radiografías. Aunque es posible encontrar numerosos senos frontales, lo habitual
es que haya uno derecho y otro izquierdo, que rara vez son de igual tamaño en
una misma persona ya que el tabique que los separa no suele encontrarse en el
plano medio. El tamaño de los senos frontales varía desde unos 5 mm hasta
grandes espacios que se extienden lateralmente. Cada seno frontal comunica con
la fosa nasal correspondiente a través
del meato medio.
Senos etmoidales
Senos esfenoidales
Senos maxilares
1. seno frontal
2. seno esfenoidal
3. seno maxilar
4. cavidad oral
5. cornete inferior
6. cornete medio
7. cornete superior
8. saco lagrimal
9. celdas aéreas etmoidales
10. seno maxilar
11. seno frontal
12. seno esfenoidal
FARINGE
A continuación, algunas
particularidades anatómicas de las tres
regiones.
Nasofaringe
Es la región posterior a la
cavidad nasal y se ubica inferior al
hueso esfenoides y superior al nivel
del paladar blando. Sirve solo como
pasaje para el aire de la respiración ya
que se encuentra por encima del lugar
por donde los alimentos entran al
cuerpo. Además, existe un mecanismo
de protección que impide que los
alimentos puedan penetrarla
superiormente. Cuando se traga, los músculos del paladar blando, así como la
protuberancia conocida como úvula (la campañilla), se mueven superiormente
cerrando con ello la nasofaringe para evitar que los alimentos pasen a la cavidad
nasal. Este mecanismo de protección falla cuando uno se ríe y en tales casos los
líquidos tragados pueden ser expulsados como un aerosol por la nariz.
Las trompas de Eustaquio (conocidas así a partir del S. XVI en honor del
anatomista Eustachius), luego conocidas como tubas o trompas auditivas y en la
actualidad llamadas tubos faringotimpánicos, son estructuras anatómicas que
drenan las cavidades del oído medio, y que permite además, que la presión en el
oído medio se equilibre con la presión atmosférica. Consisten en aberturas en las
paredes laterales de la nasofaringe, las que a su vez presentan superiormente un
pliegue arqueado de la mucosa conocida como amígdala tubal. Dada su posición
estratégica las amígdalas tubales protegen al oído medio de las infecciones que
fácilmente podrían propagarse desde la nasofaringe.
Orofaringe
Laringofaringe
Es un órgano perteneciente
al sistema respiratorio, de forma
básicamente tubular y
constituye uno de los pasajes
por donde pasa el aire inspirado
durante la respiración en su
camino a los pulmones, y que
contiene además las cuerdas
vocales generadoras de la voz.
Se extiende unos 5 cm entre el
nivel de la cuarta y la sexta
vértebras cervicales.
El noveno
cartílago es el de la
flexible epiglotis, que
recuerda a una
cuchara en la forma,
y está hecha de
cartílago flexible
recubierto casi
completamente de
papilas gustativas. La
epiglotis se extiende
desde la parte
posterior de la lengua
hasta el aro anterior
del cartílago tiroides.
La epiglotis
funciona como una válvula de cierre de la entrada de la laringe cuando se traga. Si
por ella solo está pasando aire, la entrada de la laringe es una ancha abertura y
los bordes libres de la epiglotis se proyectan hacia arriba, pero cuando uno traga
tira de la laringe hacia arriba y entonces la epiglotis cubre la entrada de la laringe
para evitar el paso de alimentos a los pasajes respiratorios. Cuando alguna otra
cosa que no sea aire penetra la laringe se dispara el reflejo de la tos que actúa
para expulsar la sustancia.
La porción superior de la laringe, que tiene contacto con los alimentos, está
recubierta de epitelio escamoso estratificado, pero por debajo de las cuerdas
vocales, lugar a donde los alimentos no llegan, el recubrimiento epitelial es
escamoso pseudoestratificado con cilios que actúan como filtros de polvo.
Contrariamente a los cilios de la faringe estos cilios conducen el moco hacia arriba
en dirección a la faringe a fin de sacar continuamente el moco de los pulmones.
Producción de voz
En realidad los sonidos que salen de las cuerdas vocales no son más que
zumbidos, la verdadera voz con calidad depende de la actividad coordinada de
varias estructuras sobre la glotis. Primeramente, la propia longitud de la laringe
funciona como cámara de resonancia para mejorar y amplificar el sonido, en este
sentido tanto la cavidad nasal como la oral, así como los senos frontales participan
también. Finalmente, la buena pronunciación para producir un habla de calidad
depende de la conformación del sonido en consonantes y vocales reconocibles, y
este último trabajo lo hacen los músculos de la faringe, la lengua, el paladar
blando (la parte posterior del cielo de la boca) y los labios.
TRÁQUEA
Se localiza por
delante del esófago y se
extiende desde la laringe
hacia la quinta vértebra
torácica (T5), donde se
divide en un bronquio
primario izquierdo.
Zona conductora
La composición de los tejidos de las paredes de los bronquios primarios imita
el de la tráquea, pero a medida que estos se van haciendo menores se producen
cambios importantes en la estructura, y estos cambios se pueden resumir como:
Zona respiratoria
La zona respiratoria se
define por la existencia de
sacos de aire de paredes finas
llamados alveolos, los que
comienzan a aparecer en la zona donde los bronquiolos terminales alimentan a los
bronquiolos respiratorios dentro de los pulmones. En los bronquiolos respiratorios,
que son los bronquiolos más pequeños, aparecen los alveolos como
protuberancias dispersas surgidas de las paredes. Los bronquiolos respiratorios
conducen a los conductos alveolares, conductos tortuosos cuyas paredes
consisten en arreglos difusos de anillos de células de musculatura lisa, fibras de
tejido conectivo, y abundantes protuberancias que recuerdan “bolsillos al revés",
que son los alveolos. A su vez los conductos alveolares conducen a racimos
terminales de alveolos conocidos como sacos alveolares semejantes a racimos de
uvas, en los cuales las uvas son los alveolos y el racimo en conjunto es el saco
alveolar. La mayor parte del volumen de los pulmones está constituido por los
alrededor de 300 millones de alveolos llenos de gas. Es fácil darse cuenta que
esta estructura proporciona una enorme superficie para el intercambio de gases.
Las paredes del alveolo están compuestas principalmente por una capa
simple de células de tejido epitelial escamoso llamadas células tipo I, rodeadas por
una lámina basal endeble. Tal pared es extremadamente delgada. La superficie
exterior del alveolo está recubierta por una "telaraña" densa de capilares
pulmonares. Ambas partes, la pared alveolar y la pared capilar con sus
respectivas láminas basales fundidas constituyen la membrana respiratoria, que
presenta gases a un lado y sangre circulando al otro, es decir, forma la barrera
gas-sangre. El intercambio de gases se produce al difundir estos a través de la
fina membrana alveolar, de modo que el oxígeno pasa del interior del alveolo a la
sangre, mientras el dióxido de carbono lo hace en sentido contrario. Las células
tipo I también son la fuente primaria de la enzima convertidora de angiotensina
que juega un papel en la regulación de la presión sanguínea.
Diseminadas entre las mayoritarias células tipo I están las células cuboidales de
tipo II que segregan un fluido que contiene agentes tensoactivos, el cual recubre
las superficies húmedas alveolares en contacto con los gases. Estas sustancias
tensoactivas reducen la tensión superficial del agua (el componente mayoritario
del fluido que cubre la pared interior del alveolo) lo que favorece que el alveolo
mantenga la forma de "burbuja" de gas tal y como sucede cuando le agregamos
un detergente al agua si queremos hacer "pompas de jabón", note que con agua
sola nunca conseguiremos hacer tales burbujas estables. Si los tensoactivos no
existieran dentro del alveolo este colapsaría durante la expiración.
PULMONES
Nuestro cuerpo está dotado de dos pulmones, los que ocupan toda la
cavidad torácica excepto el mediastino en el cual radica el corazón, los grandes
vasos sanguíneos, los bronquios, el esófago y otros órganos.
Anatomía
general de
los
pulmones
Cada uno
de los pulmones,
que recuerda un
cono, está
suspendido en su respectiva cavidad pleural y conectado al mediastino por
anclajes vasculares y bronquiales a los que colectivamente se les llama la raíz.
Los dos pulmones no son de igual tamaño debido a que el corazón está
ubicado algo oblicuo, con su ápice ligeramente a la izquierda del plano medio del
cuerpo, lo que obliga al pulmón izquierdo a tener una concavidad en su aspecto
medial para dar cabida al ápice del corazón, resultando más pequeño que el
pulmón derecho. La cavidad en el pulmón izquierdo que alberga al ápice del
corazón se llama muesca cardíaca.
Características:
• Forma de semicono.
• Cara costal:
• Es regular lisa y convexa.
• Cara diafragmática:
• Ápice:
Los pulmones están divididos en lóbulos, los que son dos en el pulmón
izquierdo, superior e inferior, separados por la cisura oblicua, mientras el pulmón
derecho presenta tres, superior, medio e inferior separados por las cisuras oblicua
y horizontal. Cada lóbulo a su vez, está conformado por los segmentos
bronquiopulmonares que recuerdan una pirámide y que están separados unos de
otros por un tabique de tejido conectivo. Cada segmento es una unidad funcional
con cierta independencia y está alimentado por su arteria y vena propias, así como
recibe el aire de uno de los segmentos bronquiales de forma individual. En ambos
pulmones existen 10 segmentos bronquiopulmonares arreglados en un patrón muy
similar pero no idéntico entre un pulmón y el otro. La subdivisión más pequeña del
pulmón, aun visible a simple vista, son los lobulillos, los que se ven en la superficie
pulmonar como hexágonos cuyas dimensiones varían entre unos 4 y 20 mm y son
alimentados por un bronquiolo grande y sus ramificaciones.
La anatomía macroscópica de los pulmones consisten mayoritariamente en
espacios llenos de aire (alveolos y sacos alveolares). La integridad de los
pulmones como órgano individual se mantiene principalmente por un entramado
de fibras conectivas elásticas (estroma). Esto da como resultado que sea un
órgano blando y esponjoso que en conjunto pese alrededor de 1 kg y cuya
elasticidad reduce el trabajo necesario para respirar.
• LOBULO SUPERIOR:
• Segmento apical.
• Segmento anterior.
• Segmento posterior.
• LOBULO MEDIO:
• Segmento medial.
• Segmento lateral.
• LOBULO INFERIOR:
• Pulmón izquierdo:
• Segmento apicoposterior.
• Segmento anterior.
• LOBULO INFERIOR:
• Segmento apical.
Inervación pulmonar
A los pulmones llegan fibras motoras del sistema nervioso autónomo,
principalmente fibras parasimpáticas y más raramente fibras simpáticas, además
de fibras viscerales sensoriales. Estas fibras nerviosas entran a los pulmones
desde el plexo pulmonar que se encuentra en la raíz y corren a lo largo de los
tubos bronquiales y los vasos sanguíneos dentro del pulmón. Las fibras
parasimpáticas constriñen los tubos de aire mientras las simpáticas los dilatan.
La sangre venosa
sistémica que será oxigenada
en los pulmones se distribuye
por las arterias pulmonares que Figura 2. Esquema de la irrigación sanguínea
yacen anteriores a los terminal en los pulmones
bronquios primarios. Estas
arterias, una vez dentro del
pulmón, se ramifican profusamente a los largo y en conjunto con los bronquios
hasta terminar en la red de capilares pulmonares que rodean el alveolo.
La pleura produce el fluido pleural que llena el resquicio entre las dos capas
membranosas conocida como cavidal pleural. Esta secreción lubricante les
permite a los pulmones deslizarse fácilmente sobre las paredes del tórax durante
los movimientos respiratorios. Aunque el fluido pleural permite a ambas capas
deslizarse libremente una sobre la otra, la separación entre ellas se mantiene
inmóvil debido a la elevada tensión superficial del fluido pleural interpuesto, y esto
implica que el pulmón está aferrado firmemente a la pared torácica quedando
obligado a expandirse y contraerse pasivamente con los cambios de volumen de
la cavidad torácica que se alternan con la respiración.
RECESOS PLEURALES
• Se encuentra retroesternal.
• Receso superior.
• Pleura parietal:
• Arterias intercostales.
• Arterias mediastinales.
• Pleura visceral:
• Arterias bronquiales.
Inervación
• La pleura costal y la parte periférica de la pleura diafragmática están
inervadas por ramas de los
nervios intercostales.
Fases de la respiración
Inspiración
La inspiración se puede
interpretar con facilidad si usted ve la
cavidad torácica como un objeto hueco
conectado al exterior por una
tubuladura y cuyas paredes se puedan
expandir para aumentar el volumen
interior, con la consecuente caída de la
presión interior y la entrada de aire
desde la atmósfera dada la diferencia
1. Acción del diafragma: cuando este músculo con forma de domo o cúpula
se contrae, se mueve inferiormente aplanándose lo que da como resultado
que la altura (distancia superior-inferior) de la cavidad torácica aumente con
el consecuente aumento de volumen y la caída de presión interior.
2. Acción de los músculos intercostales: cuando los músculos intercostales
externos se contraen levantan la caja torácica y halan el esternón hacia
adelante. Dada la posición oblicua de las costillas, inclinadas hacia abajo y
curvadas lateralmente rodeando la caja torácica, esta elevación hace que
ellas tiendan a colocarse más horizontalmente y con ello que aumente las
dimensiones de la sección transversal del tórax, lo mismo lateralmente
como en la dirección anterior-posterior.
Del mismo modo que la inspiración, la espiración puede ser forzada y este
es un proceso producido principalmente por los músculos abdominales que
contraen las paredes de la cavidad abdominal. Estas contracciones empujan los
órganos abdominales contra el diafragma y bajan la caja torácica.
En el humano, tiene forma de dos cúpulas, una para cada cavidad pulmonar,
llamadas hemidiafragmas que cierran por arriba la cavidad torácica (donde es
convexo) y lo separa la cavidad abdominal (donde es cóncavo). Su parte media es
aponeurótica o tendinosa, llamada centro tendinoso. Las porciones musculares
tienen su origen en el centro y se irradian hasta sus inserciones en la abertura
torácica inferior.
OBLICUO MAYOR
OBLICUO MENOR: