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Interpretación de las lesiones no genitales en la agresión sexual Jack Crane

La descripción precisa y la interpretación de las lesiones no genitales pueden ser cruciales en los
casos de presunta agresión sexual, y pueden ser importantes para corroborar la declaración de
acontecimientos de una víctima. En muchos casos de agresión sexual, las lesiones no genitales
pueden estar ausentes o ser insignificantes; sin embargo, incluso las lesiones menores pueden ser
de importancia y necesitan ser documentadas. Las lesiones pueden ser resultado de los intentos
de restringir a la víctima, mientras que otros (ej. Mordeduras) pueden tener un motivo sexual o ser
parte de un ritual sadomasoquista. Una nomenclatura estándar para las lesiones (ej. equimosis,
abrasiones, laceraciones, incisiones y heridas cortantes) debe evitar la ambigüedad entre los
médicos forenses.

Introducción

Los estudios han demostrado que la mnayorúa de las víctimas de agresión sexual no tendrán
lesiones generales o sólo lesiones que se puedan clasificar como insignificantes (Cartwright, 1986)
(Everett & Jimerson, 1977) (Soules, Stewart, & Brown, 1978). La ausencia de lesiones no excluye
que una agresión secual haya tenido lugar, sobre todo si se han utilizado amenazas de violencia o
si la víctima está bajo la influencia de bebidas, medicamentos o ambos. Del mismo modo, la
presencia de lesiones puede indicar actividad sexual consentida violenta, sobre todo si alguna de
las partes consiente las prácticas o actos de bondage y sadomasoquismo.

En todos los casos de presunta agresión sexual, un examen físico completo debe llevarse a cabo, y
todas las lesiones, sin importar lo insignificantes que sean deben registrarse con precisión y, en
dado caso, fotografiarlas. La ausencia de lesiones también debe ser documentada por el
examinador en sus notas, ya que esto también puede ser importante en que apoyen o rechacen
las acusaciones hechas por el demandante.

Un enfoque sistemático para el examen de la víctima se debe utilizar para asegurarse de que
partes del examen no fueron omitidas. El uso de diagramas y gráficos corporales son útiles para la
documentación de lesiones, y estos , junto con las fotogradías, proporcionan un regristro
permanente de la lesión, además de ser una gran ayuda para la memoria y de utilidad en la
preparación del caso frente a la corte. El tamaño, forma y color de las lesiones deben ser
registradas, junto con características no específicas como inflamación, sensibilidad y
enrojecimiento (eritema) localizado. Una reglade angulo recto es útil para determinar el tamaño
de una lesión, y se puede utilizar como testigo métrico cuando se toman las fotografías. (Crane,
2000)

Historia

Antes de efectuar el examen físico es importante que el médico obtenga la historia detallada y la
naturaleza exacta de la presunta agresión sexual de forma directa o de las notas de la entrevista
que la policía realiza a la víctima. Esto proporcionará información que se necesite para realizar de
cierto modo el examen (por ejemplo, si se presume que el agresor mordió a la víctima), y también
será importante en la correlación de las lesiones no específicas con aspectos específicos de la
historia. Por ejemplo, si la víctima que expresa que cayó empujada a la fuerza contra el suelo
áspero, podría tener equimosis por presión de la parte proximal de los brazos y abrasiones sobre
prominencias óseas en la espalda.

Naturaleza de la lesión

Es importante tener en cuenta que, en ocasiones, la única evidencia de la violencia aplicada puede
ser el eritema(enrojecimiento), la inflamación y la sensibilidad(dolor). Tales lesiones transitorias,
aunque algo inespecíficas, deben tenerse en cuenta y, si son visibles, fotografiarlas sin demora
como el enrojecimiento (e.g. causado por una bofetada) porque pueden desaparecer dentro de
una hora o posterior a su producción. El eritema transitorio, la inflamación y la sensibilidad
pueden ser características de la fuerza de tracción de los cabellos, y ser asociadas a áreas
localizadas de calvicie o adelgazamiento del cabello, en el cuero cabelludo. En tales circunstancias,
puede ser necesario palpar cuidadosamente el cuero cabelludo para localizar áreas de inflamación
y provocar o desencadenar áreas de dolor o sensibilidad.

Tipos de lesiones

Una de las razones más comunas del porque las pruebas médicas sobre las lesiones, dadas en la
corte son polémicas es debido a la confusa variedad de términos utilizados por los médicos y la
descripción inapropiada o imprecisa de la lesión. Es por lo tanto, esencial para fines médico
legales, se utilice una nomenclatura estándar para describir las lesiones. La siguiente clasificación
es utilizada por médicos forenses y patólogos: (1) moretones, conocidos con frecuencia como
contusiones; (2) abrasiones, también conocidos como rasguños; (3) laceraciones, a veces llamadas
herida o desgarro; (4) incisiones, conocidas como heridas cortantes (5) herida punzo cortante a
veces llamada herida penetrante . Una variedad de tipos de heridas o lesiones pueden coexistir
posterior a un traumatismo; una aparente lesión ‘única’ puede mostrar diferentes tipos (por
ejemplo, un área de abrasión dentro de la cual está una laceración)

El propósito de este artículo no es para discutir las características de determinados tipos de


lesiones, que se pueden encontrar en otras partes, (Crane J. , 2009) pero hay que tener en cuenta
la interpretación y el significado de este tipo de lesiones en los casos de presunto asalto sexual.

Contusiones (moretones, equimosis?)

Aunque las contusiones son quizá las lesiones más inespecíficas de todos los tipos de lesiones
asociadas con la agresión, hay, sin embargo, determinados tipos de contusiones que pueden ser
de particular importancia.

Equimosis por digito-presión

Las equimosis por digito-presión son zonas discretas de equimosis ovoide que pueden deberse a la
presión de la punta del dedo (por ejemplo, en la piel del cuello) si es agarrado por la fuerza, en la
parte superior de los brazos, si hay un intento de fijar a una víctima al sostenerla por los brazos.
Típicamente, cuando los brazos son agarrados con fuerza, un grupo de equimosis ovoides,
provocadas por los dedos pueden identificarse del lado externo de la extremidad, mientras que
una sola marca del ‘pulgar’ se observa en el lado interno. Del mismo modo, en el intento de
estrangulación manual, un grupo de equimosis en una lado del cuello puede estar asociado con
una sola equimosis en el lado opuesto, a menudo por debajo del ángulo de la mandíbula inferior.
Las equimosis por digito-presión también pueden ser observadas en la cara interna de los muslos
cuando la o las piernas es/son agarradas firmemente en un intento de abrir por la fuerza las
piernas para el acceso a los genitales

Ojos morados

Los ojos morados son comunes en todo tipo de ataques, no solo los de naturaleza sexual, se
proucen con facilidad, incluso con traumas relativamente menores, causada por un golpe en la
cara como puñetazo. La equimosis periorbital, sin embargo, también puede resultar producto de la
sangre de lesiones en la frente o el cuero cabelludo, o después de un trauma grave, como una
fractura de la base del cráneo.

Mordeduras

Las mordeduras sueles ser de dos tipos. En primer lugar, hay marcas de ‘succión’, caracterizadas
por un área de equimosis petequial y típicamente son vistos en el cuello o en el pecho. Son
causadas por la piel suelta que es succionada por la boca y luego se presiona contra el paladar con
la lengua (Figura 2). Un patrón más posiblemente identificable sobre la piel. Tales marcas deben
ser fotografiadas cuidadosamente, utilizando una regla testigo en forma de L rígida y recolectar un
frotis de saliva residual con un hisopo estéril (para extracción de DNA). También debe considerarse
la posibilidad de pedir a un odontólogo forense para examinar la lesión. También debe tomarse en
cuenta que la presencia de una marca única de mordedura probablemente esté relacionada con
otras mordeduras similares en el cuerpo (Fig. 3).

Equimosis orales

Las víctimas de agresión sexual en su intento de gritar, llorar o pedir por ayuda y, a fin de evitar
esto, el agresor puede aplicar una mano firmemente sobre la boca forzando el revestimiento de la
mucosa bucal de los labios contra los dientes. Tal aplicación de la mano, si se aplica fuerza, puede
estar asociada con la contusión de la mucosa bucal de los labios, visible sólo en una cuidadosa
inspección del interior de la boca. Similar a la de los golpes en esta zona de la boca (por ejemplo
un puñetazo), puede provocar equimosis, laceraciones, inflamación de los labios, sobre todo en
sus revestimientos mucosos.
Equimosis de retención (sujeción, inmovilización, restricción, contención)

Las víctimas de agresión sexual que lucharon violentamente con su agresor, pueden mostrar una
variedad de lesiones sufridas mientras están siendo restringidas. Estas pueden incluir la equimosis
por digito-presión vistas en la parte superior de los brazos, así como equimosis circulares
alrededor de las muñecas debido a la fuerza ejercida sobre la parte distal de los antebrazos al ser
sujetados a la fuerza. Equimosis similares también se pueden observar si los brazos están atados
con una ligadura no áspera, como un lazo o una calceta. Además, las equimosis de tipo defensivas
se encuentran generalmente en el borde cubital de los antebrazos si se levantan los brazos para
proteger la cara.
Latigazos y golpes

Los latigazos y los goles pueden formar parte de un comportamiento sexual consentido; sin
embargo, también pueden estar asociados con agresión sexual sadomasoquista. Los azotes y los
goples con cinturones, látigos o instrumentos similares a barras pueden producir las llamadas
equimosis en línea de ferrocarril (tren), caracterizadas por un área de palidez central rodeada por
fuera por dos estrechas bandas paralelas de equimosis (fig 4 y 5). Por lo general, este tipo de
lesiones se ven generalmente en los glúteos.

Abrasiones

Al igual que con las equimosis, las abrasiones son a menudo de naturaleza no específica y pueden
no dar pista alguna en cuanto a su causa, sino sólo cómo indicadores de contacto con una
superficie rugosa, Algunos tipos de abrasiones son, no obstante, no son importantes (¿?)

Marcas ungueales

Las marcas ungueales pueden ser vistas en asociación con las equimosis por digito-presión y
suelen aparecer marcas de media luna o marcas lineales interrumpidas si las uñas se dibujan enla
superficie de la piel.

A menudo se ven en el cuello cuando el agresor oprime con fuerza el cuello, pero es importante
recordar que este tipo de lesiones pueden se producidas por la víctima en un intento de tratar de
liberarse del agresor. También las víctimas de agresión sexual pueden rasguñar a su agresor
durante la lucha con posibilidad de recuperación de medios de prueba, tales como sangre debajo
de las uñas de los dedos de la víctima, debe ser considerado y tomar el raspado de uñas
correspondiente. (fig6)

Marcas de ligaduras

Las víctimas de agresión sexual ocasionalmente pueden ser atadas por el uso de ligaduras o
esposas alrededor de sus muñecas y tobillos. Además, las ligaduras se pueden utilizar como una
forma de bondage o en otras actividades con fines sadomasoquistas. Por lo general, estas marcas
son abrasiones intercaladas, o a veces, equimosis, que se extienden circunferencialmente
alrededor de las muñecas o los tobillos. En raras ocasiones, si se aplica fuerza, el patrón de la
ligadura (ej. una cuerda) puede ser reproducida sobre la piel (fig. 7)

Marcas de arrastre

Las víctimas pueden ser arrastradas por el suelo o ser obligadas a acostarse en una superficie
áspera durante la agresión. En tales circunstancias, se pueden encontrar abrasiones entrecortadas
lineales en la espalda, particularmente sobre prominencias óseas de los hombros, columna
vertebral y la pelvis.

Laceraciones (excluyendo las lesiones genitales)

Las laceraciones son poco comunes en una agresión sexual; sin embargo, cuando están presentes,
pueden ser un indicador del grado de violencia física utilizada contra la víctima. Son causadas por
un objeto contundente y pueden afectar a la piel delicada de alrededor de los ojos, o la mucosa de
los labios debido a los golpes en la cara. Los cortes en el cuero cabelludo son raramente
provocadas por golpes de los puños, y son producidas ya sea porque la cabeza golpea contra una
superficie dura, por golpes con objetos contuso, o posiblemente por el calzado del pie.
Heridas cortantes

Las heridas cortantes son, afortunadamente relativamente raras en las agresiones sexuales,
aunque el uso de un arma, como un cuchillo, para amenazar a la víctima, es muy frecuente. La
producción de las lesiones, por ejemplo con cuchillos, puede ser por la intención deliberada de
lesionar a la víctima como parte de un acto sadomasoquista. En tales circunstancias, las incisiones
pueden encontrarse en cara, genitales, y lesiones de ‘defensa’ se pueden observar en las
superficies palmares de las manos o los dedos, debido a un intento de bloquear el arma.

Cambios en la apariencia de las lesiones y su edad.

Aunque el tamaño y forma de las abrasiones permanece estática, lo mismo puede decirse de las
equimosis. El tamaño y la forma de estas puede cambiar en los días posteriores a la lesión, y las
equimosis pueden aparecer después de uno o dos días cuando, en el examen inicial, ninguna
lesión era evidente. En vista de esto, es aconsejable tener en cuenta un nuevo examen en la
víctima un par de días más tarde y, si es preciso, para que las lesiones sean refotografiadas.

La edad exacta de las lesiones, específicamente las equimosis, es una de las zonas más conflictivas
de la medicina forense, y los testigos médicos deben tener especial cuidado en el intento de
ofrecer cualquier opinión sobre la temporalidad de una equimosis, sólo se puede decir si se es
reciente o no reciente.

Las equimosis púrpura-rojizas o negro-púrpura, son ciertamente de origen reciente, pero pueden
se pueden confundir con una lesión más antigua, más superficial. Las equimosis se resuelven en un
periodo variable, desde días a semanas; cuanto más grande sea la equimosis, más tiempo se
tardará en desaparecer. (GA, 1991)
Clasificación de la lesión

Algunos investigadores recomiendan el uso de una clasificación de lesiones como el sistema


desarrollado por Slaughter et al. (Slaughter L, 1997) el sistema TEARS con base en el tipo de
lesiones (T= tears (desgarro himeneal?) E=equimosis A=abrasión R= eritema S=inflamación) o el
sistema de clasificación de lesiones de Penn, en el que las lesiones se clasifican según su
localización anatómica y se clasifican de acuerdo a la gravedad. (Sommers MS, 2012) Tales
sistemas de clasificación y puntuación numérica tienen escaso valor más que para la comparación
de datos entre investigadores. Lo que es, sin embargo, fundamental es la descripción exacta, la
medición y el registro de las lesiones de cualquier tipo en los casos de presunta agresión sexual y
una determinada opinión en cuanto a cómo este tipo de lesiones pudo haber ocurrido.
Interpretación de la lesión

Aunque la descripción precisa de una lesión es de crucial importancia, la interpretación de la


forma en que la lesión ocurrió, o pudo haber sido causada, puede ser particularmente relevante
para corroborar la versión de la víctima en los acontecimientos o para contradecir el alegato hecho
por el agresor. Por otra parte, la naturaleza y la multiplicidad de tales lesiones pueden ser
importantes en cualquier proceso penal como indicador del grado de violencia utilizada por el
agresor. En muchos casos, las lesiones pueden ser de naturaleza no específica, y puede que sólo
sea posible afirmar, por ejemplo, se debieron a un objeto contundente, como por un golpe o
contacto con una superficie dura. En otros casos, puede ser probable sugerir un posible
mecanismo de cómo se pudo haber sufrido una lesión, o si la víctima establece como ha ocurrido
la lesión, es totalmente razonable concluir, que la lesión es, o no es, consistente con lo que ha
ocurrido en esa forma.

Autolesiones

No es desconocido para las acusaciones de agresión sexual falsas hechas y con la víctima
presentado lesiones presentes que ocurriedo durante una agresión sexual. Estas lesiones suelen
tomar la forma de rasguños o excoriaciones y de incisiones superficiales. Las heridas tienden a
encontrarse en grupos, con una orientación más o menos paralela en zonas fácilmente accesibles
del cuerpo. Las equimosis superficiales no se asocian normalmente con este tipo de lesiones. La
cara, el pecho, los antebrazos y los muslos son los sitios más comunes. También, la ropa puede
estar intencionalmente rota, sucia o desarreglada. Todo el cuadro es incompatible con una lucha
real, una agresión en donde es de esperarse un patrón de ciertas lesiones. (lo cambié de una
imagen más aleatoria de lesiones, a una imagen de patrón de lesiones)

Conclusiones

Todas las lesiones, incluyendo aquellas que podrían ser consideradas como triviales, deben ser
registradas con exactitud y, preferentemente fotografiadas con una escala adecuada. Mientras
que muchas de las lesiones, por ejemplo, las equimosis, son de naturaleza no específica, pueden,
sin embargo ayudar a corroborar la declaración de acontecimientos de una víctima. También se
debe considerar la posibilidad de un nuevo examen de una víctima de agresión sexual cuando: (i)
las equimosis cambien su tamaño y apariencia a través del tiempo y (ii) las equimosis que no son
aparentes al momento de la exploración inicial y que pueden aparecer tiempo después.

Puntos de práctica
Las lesiones no genitales pueden proporcionar evidencia corroborativa de agresión sexual
Debe utilizarse una clasificación forense adecuada de las lesiones .
A las marcas de mordedura seles debe realizará su frotis correspondiente para recuperación
de ADN
En casos de falsa acusación de agresión sexual, las lesiones pueden ser autoinflingidas.

Agenda de investigación
Los cambios de color en una equimosis como indicadores de temporalidad de la lesión
Clasificación de la lesión y puntuación de la lesión

Crane, J. (2000). Injury interpretation. En C. J., A physician's guide to clinical forensic medicine
(págs. 100-102). New Jersey: In Stark.

Crane, J. (2009). En Clinical forensic medicine (págs. 99-107). In McLay WDS.


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