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Reflexión clase 1

Después de analizar el artículo en la clase anterior, me pude dar cuenta de que en


muchas ocasiones nos preocupamos por cosas tan insignificantes como obtener
un cien que terminamos dejamos todo de lado, tanto a nuestros amigos, como a
nuestra familia e incluso nuestra salud, preferimos enfocarnos en hacer tareas,
proyectos, presentaciones, estudiar para los exámenes o cualquier otras cosa que
los maestros nos indiquen antes que comer, dormir o salir a algún lado, con tal de
no perder ni un solo punto, de manera que convertimos a la universidad en un
todo, en lugar de considerarla una parte de nuestra vida.

Por otro lado, también es importante tener en cuenta que una calificación no
define nuestras capacidades, ni mucho menos nuestra inteligencia, ya que puede
haber alumnos que tengan un promedio de cien y aun así no saber nada, así
como puede haber otro que tenga ochenta y tenga muchos más conocimientos;
sin embargo, eso no es tomado en cuenta muchas de las veces y menos en una
carrera como la nuestra, donde la elección del bloque en el que queremos tomar
las clases se realiza por promedios, así como también la elección de los hospitales
donde queremos hacer nuestras prácticas y el internado; de manera que nos
vemos en la necesidad de cumplir con todo lo que se nos pide para poder obtener
la mejor calificación del grupo y así poder alcanzar un buen lugar.

Considero que si todas las escuelas, en especial las universidades, cambiaran su


manera de evaluar, utilizando como parámetros acreditado o no acreditado, en
lugar de un número, tal como se mencionaba en el artículo; los estudiantes
podríamos tener un mejor desempeño, ya que de esta manera, nos podríamos
enfocar realmente en aprender y no en hacer lo que se nos pide para obtener un
cien, además de que habría más tiempo para enfocarnos en otras actividades.
Reflexión clase 2

Después de analizar el tema visto en la clase pasada, pude darme cuenta de que
es muy importante entender la diferencia entre la disfagia orofaríngea y la disfagia
esofágica, así como también, la diferencia entre la disfagia y la odinofagia y los
diferentes componentes de cada una de estas; debido a que se presentan de
manera frecuente y si tenemos el conocimiento adecuado sobre ellas, podremos
establecer un diagnóstico correcto cuando este tipo de pacientes lleguen a nuestra
consulta, de forma que también, podremos elegir el tratamiento más adecuado
para cada una de estas o sabremos derivarlo al área correspondiente para ser
tratado.

Por otro lado, también pude darme cuenta de que es necesario considerar que
detrás de la odinofagia y la disfagia existe una causa o patología subyacente, por
lo que es indispensable realizar una revisión detallada y adecuada de los
pacientes, de forma que se pueda identificar la causa principal que las ocasiona y
de esta forma se pueda partir desde ahí para tratarlas, como en el caso de la
acalasia que es el trastorno más común que causa la disfagia.

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