Morgan, tras ejercer durante siete años la abogacía decide dejarla y para finales de 1858 se

consagra a la investigación antropológica. Durante los meses de mayo y junio de 1859 realiza su
primer trabajo de campo entre los kaws, pottawatamies, ottawas, sacs y foxes, peorías,
shawnwws, delewares, iowas, etc., que ocupaban parte de Kansas y Nebraska. En mayo y junio de
1860 repite el viaje a los mismos Estados y con el mismo proposio. Comprueba los datos obenidos
en el verano anterior y recoge otos sobre los miamis, chippewas, omahas, piankeshaws,
kaskaskias, etc. En julio y agosto de 1861, tine como objetivo Pembina, el Fort Garry y el Red River
norteño de Minnesota, esta expedixion le proporciono los sistemas de parentesco de los cree,
assiniboines y blackfort. De mayo a julio de 1862 se desplaza hacia las montañas Rocky junto al
Missouri (Daakota y Montana) y trabaja con los punkas, minnetares, arickarees, mandas y otros
indios de la pradera. Con 60 años se dirige al Suroeste de Colorado y explorando
arqueológicamente el lugar, luego se dirige a Nuevo Méjico y Morgan estudio escrupulosamente
las runas de Aztec y Taos, siendo ese su último trabajo de campo.

Los sénecas eran una sociedad indígena que antiguamente habían ocupado el territorio alrededor
de Aurora (ciudad natal de Morgan), éste observo como este pueblo era maltratado y despojado
de sus tierras por los españoles y valiéndose de sus conocimientos en leyes decidió defenderlos y
representarlos, ante esto él describe que:

“no sólo ha sido violado por esta compañía todo principio de honradez, todo dictado de
humanidad y todo precepto cristiano en sus artificios para despojar a los sénecas; más
aún, los más negros fraudes, los más bajos sobornos y la más execrable intriga que la más
desalmada avaricia pudo sugerir, han sido perpetrados a plena luz en contra de este
indefenso pueblo” p13

Ante esta muestra de interés de Morgan por la tribu, ésta decide adoptarlo adscribiéndolo al clan
Hawk y le es otorgado el nombre de Tayadaowuhkuh, que significa, el punete que enlaza una
brecha o separación, quedando así ligados con ellos. Creyendo fielmente en su defensa se traslada
a Washington para exponer el caso ante el mismo Consejo, pero la recepción de su caso no es la
esperado, ya que muchos de sus colegas “no veían nada en todo aquello a no ser la total vileza y
perversidad del pensamiento indio” p14. Así pues, de esta manera se desentiende de estos
problemas y se dedica a su profesión por varios años.

Peo, durante todo este tiempo su interés por el estudio de los pueblos indígenas no descanso
nunca y en 1856 declaro que “mi interés por la etnología resucita de tal manera que decidí
reanudar el estudio tan pronto como el estado de mis negocios lo permitiera” p14

Morgan pensaba que el sistema de relaciones y consanguinidad de los iroqueses era un modelo
que solo ellos seguían, pero, esto cambio cuando en 1858 tuvo la oportunidad de recoger el
sistema de consanguinidad de los Ojibwas. Su sorpresa es enorme cuando se da cuenta de que su
sistema era igual al de los iroqueses, luego de su regreso tras la verificación de sus anotaciones
descubre similitudes en los dakotas y los creeks, a partir de ese momento se decide a comprar su
hipótesis sobre la universalidad del sistema de relaciones y comienza a elaborar cuestionarios que
lo ayuden a conseguir más sistemas de consanguinidad, lo imprime en enero de 1859 y con la
ayuda de misioneros y agentes de los indios lo esparce por todos lados.
La primera respuesta que le llego desarrollaba el sistema de los dakotas de Minnesota. Tras este
hallazgo Morgan afirmaba que el sistema era universal y afirmo que encontraría los mismos
resultados en los tamil y tribus dravídicas del Sur de Asia, cosa que fue correcta. Entonces:

“el sistema era universal. El descubrimiento fue perfecto; la Humanidad constituía una
gran familia cuyas migraciones, procedencia y emparentamiento podían ser enormemente
esclarecidos a través del sistema de consanguinidad. Morgan entreveía incluso que la
evolución de la Humanidad, el desarrollo de estados y periodos podría en adelante
asentarse sobre firmes bases. Si los Tamil de la India y los indios americanos se rigen por
un sistema de consanguinidad virtualmente idéntico tenemos a la mano pruebas objetivas
del origen asiático de los indios americanos. El resultado monumental de toda esta
investigación fue la creación de la ciencia del parentesco con la publicación de Systems of
Consanguinity and Affinity if the Human Family (1870) por una parte, y por la otra la
germinación en la mente de Morgan de una teoría de evolución sociocultural que cristalizo
en su obra Ascient Society (1877).” P 15

Morgan entendía la importancia de un buen análisis observatorio para la realización del trabajo de
campo, sobre eso él dice que “no se puede describir objeto alguno si no se le estudia de cerca.
Esto lleva a una observación crítica y a una más completa posesión del mismo” p20. Afirma
también que “las instituciones de los indios son oscuras y complicadas y únicamente pueden ser
comprendidas a traes de investigación cuidada y paciente, llevada hasta los más pequeños
detalles” p20

A pesar de gran interés de Morgan por el estudio de las sociedades indígenas, él no ve el tema de
la religiosidad como algo prioritario en estas sociedades, de hecho, obtiene un vasto material
sobres sus cultos, ideas y danzas religiosas pro nada hace con este material. Ante esto él afirma
que:

“el desarrollo de la idea religiosa se halla rodeado de tales dificultades intrínsecas que no
es posible obtener una explicación completamente satisfactoria. La religión se enlaza tano
con la naturaleza imaginativa y emotiva, y por consiguiente, con elementos inseguros de
conocimiento, que todas las religiones primitivas son grotescas y hasta cierto puno
ininteligibles.” P 25

Por su parte, Morgan al darse cuenta de que el sistema de parentesco de los Ojibwa era similar al
de los iroqueses se cuestionó ¿a qué se debe esa similaridad de sistema entre dos pueblos no
relacionados ni geográfica ni lingüísticamente? Ante esto, él razono diciendo que ambos procedían
de un tronco en común, lo cual fue erróneo porque dos sociedades no son suficientes para validar
una hipótesis. Siguiendo esta analogía Morgan dice que “la similaridad o identidad virtual de los
sistemas de parentesco recogidos hace que todos se puedan agrupar dentro de una categoría
común” p 38