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PSICOPATOLOGIA 2

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HISTORIA DEL

TRASTORNO

DISOCIATIVO
Como era llamada inicialmente
Este trastorno se conocía como trastorno de
personalidad múltiple (TPM) y en el DSM lo
denominaron trastorno de identidad disociativa
(TID), esto es: reacciones disociativas
automáticas, crónicas y repetidas a lo largo de
la vida. Un patrón que McWilliams, entre otros,
ha descrito como estructura de personalidad
disociativa.

Año
Los procesos disociativos se activan como
recurso para hacer frente a situaciones
desestabilizadoras y de gran intensidad
emocional. Sin embargo, hasta 1980 era
infrecuente el diagnóstico de TPM.
McWilliams señala el papel destacado que
Freud otorgó a lo madurativo y a la
represión frente a lo traumático y a la
disociación.

McWilliams nos indica que el primer caso cuidadosamente


documentado de personalidad múltiple, Christine Costner Sizemore, y
la famosa paciente “Anna O” de J. Breuer (cuyos estados disociados
eran considerados por Breuer y Freud (1883-1885) como parte de su
histeria), son ejemplos de personalidad múltiple con una adaptación y
funcionamiento de alto nivel. Sin embargo, aclara que solemos
encontrar pacientes con una despiadada auto-destrucción, cuya
disociación es automática, caótica, y que se viven como teniendo
cientos de personalidades, muchas de las cuales consisten en atributos
referidos a sus conflictos actuales. Es más frecuente encontrar a
personas disociadas dentro del rango psicótico en cárceles que en
hospitales.

Desde el redescubrimiento hace tres


décadas de la disociación, existe cierta
ambivalencia entre la comunidad
psicoanalítica y los estudiosos de la
disociación. Por un lado los analistas están
familiarizados con el poder de lo
inconsciente y con el origen traumático de
personalidades no conscientes. Además, el
trabajo prolongado con el paciente le ofrece
a este la oportunidad de reunir la confianza
para revelar su multiplicidad.

Pero la autora nos advierte de las grandes


posibilidades de error y confusión dada la
tradición Freudiana a desestimar lo traumático
frente a la fantasía, y además, hay que ser
conscientes de que la vivencia traumática, en
pacientes y en terapeutas, tiene como
consecuencia una distorsión de la percepción,
un perjuicio de la memoria y confusión entre
hechos y fantasía.
HISTORIA DEL

TRASTORNO

DISOCIATIVO
Otro aspecto señalado por McWilliams es el empleo
erróneo, dentro del entrenamiento psicodinámico, de
conceptos de desarrollo mental (como episodios
regresivos no amnésicos o desdoblamiento de
personalidad defensivo) para referirse a cambios en
el nivel de consciencia, que indicarían la emergencia
de un estado disociado en la persona. De este modo
no se hacen las preguntas pertinentes para
discriminar, entre la separación de lo que estuvo
previamente integrado y la disociación de algo que
siempre se mantuvo al margen.

McWilliams enfatiza la minimización de la


prevalencia y destructividad del abuso
sexual infantil en Freud y más tarde la fusión
entre disociación vinculada al trauma y el
desdoblamiento normativo del desarrollo
mental de Kernberg, fomentando el
diagnóstico erróneo de los trastornos
disociativos como TLP o esquizofrenia.

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