Está en la página 1de 18

República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria


Universidad Nacional Experimental de los Llanos “Rómulo Gallegos”
Área: Ciencias de la salud
Programa: Medicina

Psicología del Enfermo Terminal

Prof: Bachilleres:
Yan Sequera Acosta Marysabel C.I: 31.345.981
Barrios Ángela C.I: 30.325.652
Becerra Albani C.I: 27.220.462
Calzadilla Lendy C.I: 30.938.910
Cornieles Isaura C.I: 30.506.083
Flores Ronny C.I: 31.033.977
Guzmán Jackson C.I: 30.286.844
Hernández Jean C.I: 31.321.994
Asignatura: Lara María José C.I: 28.084.063
Psicología y Sociología Mejías Alidzaidi C.I: 28.601.255

2do año Sección: 11

Abril 2022.

Pág. 1
ÍNDICE

Introducción ………………………………………………………………………… Pág. 3


Psicología del Enfermo Terminal ………………………………………………….. Pág. 4

Etapas de evolución del paciente diagnosticado de una Enfermedad Terminal ……... Pág. 4

Diferencias entre el dolor agudo y el dolor crónico ………………………………. Pág. 5

El hombre ante la muerte …………………………………………………………... Pág. 7

Valora la muerte digna sustentado en la psicología del enfermo terminal ……. Pág. 10

Las enfermedades más frecuentes que conducen al síndrome terminal ……………. Pág. 10

La atención al paciente terminal ……………………………………………………. Pág. 11

Tratamientos y cuidados específicos ……………………………………………….. Pág. 11

Cuidados Paliativos ……………………………………………………………….... Pág.


11

Objetivos de los Cuidados Paliativos ………………………………………………. Pág.


12

Analiza la problemática de la eutanasia ………………………………………..... Pág. 12

Reflexiona los aspectos abordados relativos al enfermo terminal ……………… Pág. 14

Contacta familiares de enfermos terminales y ofrece material significativo ….. Pág. 15

Conclusión …………………………………………………………………………. Pág. 17

Bibliografía ………………………………………………………………………… Pág. 18

Pág. 2
INTRODUCCIÓN

Debido al impacto a nivel psicológico que supone la enfermedad terminal, tanto en


el propio paciente como en los que le rodean. Es importante comprender el proceso que
sufre el paciente ante la visión del final de su vida y la imposibilidad de realizar cualquier
plan de futuro.
Según la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross existen cinco etapas o reacciones
emocionales, que permiten al paciente protegerse de la amenaza, ante un diagnóstico de
enfermedad terminal: negación, ira, pacto/negociación, depresión y aceptación, las
actitudes y conductas de un paciente en fase terminal pueden variar enormemente de un
caso a otro. Habrá personas que sentirán una rabia constante que les empujará a luchar por
sobrevivir, otros que negarán en todo momento su enfermedad o incluso se convencerán a
sí mismos de ello.
Existen varias enfermedades que pueden causar la muerte de terminal o las
enfermedades terminales cómo lo pueden ser el cáncer qué es una de las más comunes ya
que es una enfermedad de invasión rápida que empieza en una zona específica del cuerpo,
pero puede llegar a propagarse lo suficientemente rápido como para afectar a la persona por
completo tanto de forma psicológica como física.

Pág. 3
PSICOLOGÍA DEL ENFERMO TERMINAL

Se denomina enfermedad terminal a la que se encuentra en el último estadio de su


evolución y a la que sucederá la muerte de la persona en un plazo relativamente corto, por
término medio en unos seis meses. La enfermedad terminal puede aparecer a cualquier
edad, aunque es con mayor frecuencia en la etapa geriátrica cuando aparece, ya que la
esperanza de vida media ha aumentado y esta premisa ha dado lugar a la prolongación de la
vida en personas con enfermedad que hace años no habría sido posible.

Etapas de evolución del paciente diagnosticado de una Enfermedad Terminal

Cada paciente se enfrenta y reacciona de manera diferente a la noticia del


padecimiento de una enfermedad terminal. Aunque si es cierto que, generalizando, se puede
mencionar cinco etapas por la que suelen pasar las personas que padecen una enfermedad
de estas características. Estas cinco etapas son elaboradas según el modelo de Kübler-Ross.
Tras estas cinco etapas, llega el momento en el cual el paciente terminal, acepta su
situación.

1. Negación: Es la defensa que el propio paciente genera al enterarse de la noticia.


Pensando incluso que el diagnóstico puede ser erróneo, y por ello en ocasiones
buscando en diferentes profesionales la segunda opinión.
2. Ira: Tras la negación aparece esta fase, ya que el paciente entiende que no puede
seguir negando la situación que padece. Se convierte en una persona la cual es
difícil de atender en sus cuidados, debido a los sentimientos que está
experimentando.
3. Negociación: Generalmente el paciente involucra el ítem esperanza, intentando de
alguna manera, posponer o retrasar la muerte.
4. Depresión: La idea de la muerte empieza a tener presencia en la cabeza del
paciente. Generalmente en esta fase le paciente tiende al aislamiento, tiene un
estado de ánimo irritable, bajo. Teniendo sentimientos de inutilidad y odio. En esta

Pág. 4
etapa es importante no intentar mejorar el ánimo del paciente ya que debe procesar
el momento.
5. Aceptación: Tras la lucha del paciente desde la llegada de la noticia del
padecimiento de la enfermedad terminal, llega el momento de la aceptación de la
muerte, y el conocimiento de la cercanía de la misma. En ocasiones algunos autores
han descrito esta etapa como el fin de la lucha contra la muerte.

CONSECUENCIAS PSÍQUICAS Y SOCIALES ESTABLECIENDO DIFERENCIAS


ENTRE EL DOLOR AGUDO Y EL DOLOR CRÓNICO

Tanto el dolor psíquico representado por el duelo como el dolor crónico, que es una
experiencia física y psíquica de pérdida de la salud y de desintegración corporal, son una
experiencia displacentera. El duelo se expresa en un disturbio emocional y puede derivar en
expresiones somáticas, que en ocasiones incluyen dolores esporádicos de naturaleza
inespecífica, al igual que sucede también en el síndrome depresivo (que con frecuencia
cursa con dolor crónico lumbar, cervical, dolores musculares inespecíficos). El duelo se
inicia con la experiencia de pérdida de alguien o algo y, por lo tanto, es en principio una
experiencia de desintegración. Su elaboración tiene el objetivo de la reintegración del
individuo, esta vez sin el objeto perdido para una nueva adaptación a la realidad.

El dolor crónico, se constituye en una experiencia de pérdida (salud, tranquilidad,


etc.) y requiere la elaboración de un proceso de duelo, aunque no es habitual pensarlo. 

En cuanto al contenido del proceso de duelo, existen diferentes descripciones de los


signos y síntomas que pueden presentarse, organizados en fases o etapas dependiendo del
autor que lo presente. No es estrictamente necesario que una persona haga el proceso en el
mismo orden ni con todas las etapas tal y como se describen, la variabilidad es muy amplia
y la secuencia del proceso tiene un carácter muy personal.

Esto hace pensar que la relación que existe entre el dolor crónico y el proceso de
duelo responde a percepciones clínicas de orden empírico e intuitivo de uso común. Quizá
el hecho de dar por sentada la existencia de una conexión haya obviado la necesidad de

Pág. 5
indagar e investigar más sobre el tema. No obstante, es posible sacar algunas conclusiones
respecto a la relación entre dolor crónico y duelo.

 El duelo y el dolor crónico están relacionados en un nivel simbólico en el lenguaje;


ambos conceptos tienen un origen etimológico común.
 Algunos autores sostienen que hay una relación circular de retroalimentación entre
el dolor crónico y el duelo. El dolor crónico es una expresión corporal de las
dificultades de una persona para reconducir su existencia ante la pérdida de un
objeto amado u otro aspecto trascendental de su vida, como puede ser la pérdida de
la salud, y representa la incapacidad del individuo para simbolizar y expresar el
sufrimiento psíquico que implica la experiencia del duelo.
 El dolor crónico y el duelo comparten aspectos psicológicos en su proceso y
evolución; ambos tienen una intención comunicativa que necesita ser comprendida
en conexión con el contexto del individuo. En ambos casos, el individuo está
involucrado en un proceso de reaprendizaje del mundo y readaptación a una
situación que excede su capacidad de elaboración actual.
 La literatura muestra que duelos no resueltos se expresan en dolores somáticos que
se cronifican. La elaboración del duelo contribuye a reinstaurar emociones positivas
que mejoran el dolor crónico, y las dificultades en la elaboración del duelo
incrementan las emociones negativas que desembocan en dolor crónico.
 El dolor crónico y el duelo comparten localizaciones neurológicas, circuitos
neuronales y la producción de opiáceos endógenos. El dolor crónico y las
emociones negativas como la experiencia del duelo son procesadas en matrices
neuronales localizadas en el hemisferio derecho, como la corteza primaria sensorial,
la ínsula, el giro cingulado anterior, la sustancia gris periacueductal y la corteza
frontal.
 El dolor crónico, como generador de discapacidad, desemboca en la producción de
duelos, y los duelos no resueltos desembocan en somatizaciones, de las cuales la
más frecuente es el dolor crónico.
 A partir de esta revisión se considera necesario abrir un campo de investigación
sobre el tema, en la medida que tiene implicaciones en varios órdenes del ámbito de
la salud, como el tratamiento del dolor, los gastos farmacológicos en analgesia, el
Pág. 6
campo laboral, la discapacidad, los cuidados paliativos, la psicosomática, la
psicología y la psiquiatría

Mientras que para algunos autores el dolor agudo se define como un conjunto de
manifestaciones desagradables de tipo sensorial, perceptivo y emocional, así como otras
respuestas autonómicas asociadas, psicológicas y conduduales provocadas por una lesión o
una enfermedad y sería pues un síntoma o un síndrome originado por una enfermedad, el
dolor crónico, en cambio, puede originarse en procesos patológicos crónicos de las
estructuras somáticas o viscerales, por la disfunción prolongada de partes del sistema
nervioso central o periférico, o por ambos. En contraposición al dolor agudo, puede estar
causado por mecanismos operantes factores ambientales y psicopatológicos. Es importante
evitar y prevenir la cronificación del dolor agudo y la irreversibilidad del crónico. El
tratamiento insuficiente del dolor agudo conduce a su cronificación y la persistencia de este
puede desencadenar un síndrome caracterizado por la afectación en grado variable de la
esfera psicosocial. El individuo no encuentra significado a su dolor, por lo que su respuesta
es el miedo, la desesperación y la falta de confianza, que predisponen a hipocondría y
depresión. Para evitar estos problemas es importante según Ruiz López establecer
claramente las diferencias entre el dolor agudo y crónico que quedarían definidas por su
forma de comienzo, intensidad, manifestaciones autonómicas y respuesta al tratamiento

DIFERENCIAS ENTRE DOLOR AGUDO Y CRÓNICO

Dolor agudo Dolor crónico

Definido Comienzo Mal Definido

Relacionados Estímulo-Intensidad No Relacionados

Hiperactividad Sistema Nervioso Autónomo Habituación

Alivian Ansiolíticos u Opioides No Siempre Indicados

Efectivas Terapias Simples Fracasan

Cronificación Tratamiento Inadecuado Síndrome

Pág. 7
EL HOMBRE ANTE LA MUERTE

La fase terminal no tiene porqué ser considerada una etapa de espera angustiosa
ante la muerte, sino un periodo activo, donde es posible ayudar al enfermo a conseguir una
calidad de vida razonable, a través de ofrecerle un manejo adecuado de los síntomas
molestos, de una buena comunicación entre éste, la familia y el equipo, para ayudarles a
conocer bien sus necesidades físicas, espirituales y sociales y así poder ofrecerle lo que
realmente necesitan.

Acompañar y dar apoyo a una persona que se enfrenta con su propia muerte es
una labor estresante y agotadora, pero a su vez, también puede ser de las más valoradas y
gratificantes para quien lo realiza.

Las actitudes y conductas de un paciente en fase terminal pueden variar


enormemente de un caso a otro. Habrá personas que sentirán una rabia constante que les
empujará a luchar por sobrevivir, otros que negarán en todo momento su enfermedad o
incluso se convencerán a sí mismos de ello (algo que sorprendentemente en algunas
personas puede prolongar la supervivencia siempre y cuando cumplan con su tratamiento,
dado que puede ayudarle a no experimentar tanto estrés) y otras que entrarán en un estado
de desesperanza en la que se negarán a cualquier tratamiento por considerarlo inútil.
Trabajar esta actitud es fundamental, dado que permite predecir la adscripción al
tratamiento y favorecer un aumento en la expectativa de supervivencia.

Las necesidades de la población con enfermedades terminales pueden ser muy


variadas, siendo esta variabilidad algo a tener en cuenta en cada caso tratado. Se pretende
como principales objetivos preservar la dignidad de la persona, servir de acompañamiento
en esos momentos, proporcionarle el máximo confort posible, aliviar las necesidades
psicológicas y espirituales e intentar trabajar el cierre del proceso vital con tal de que la
persona pueda morir en paz.

A nivel psicológico, un elemento que hay que trabajar en gran medida con el
paciente es la percepción de falta de control: es habitual que la persona en estado terminal
se perciba como incapaz de afrontar la amenaza que le supone la enfermedad y los síntomas
que padece, y que se vea a sí mismo como inútil. Será necesario reestructurar este tipo de

Pág. 8
creencias y aumentar su sensación de control sobre la situación. Asimismo, pueden resultar
de ayuda técnicas como la visualización o la relajación inducida. El counselling, como
estrategia en la que el profesional adopta un papel menos directivo y facilita que el paciente
llegue a sus propias conclusiones sobre sus inquietudes, puede servir para mejorar esta
percepción de control.

También en estos casos que la persona pueda expresar sus emociones y


pensamientos es fundamental, siendo muy frecuente que no se atreva a confesar sus miedos
y dudas con nadie o con su entorno cercano debido a la voluntad de no causar preocupación
o de no ser una carga.

El profesional ha de explorar los miedos, intentar dar apoyo emocional y


favorecer la expresión de miedos y deseos con el fin de poder dirigir y gestionar la emoción
hacia metas adaptativas y no hacia la desesperación. También la información sobre la
situación y lo que puede pasar (por ejemplo, el dolor o lo que puede pasar con sus familias
tras su muerte) suele ser un tema complicado y algo que puede inquietar a los pacientes. Sin
embargo, no todos los pacientes quieren saberlo todo: deben tenerse en cuenta sus deseos
en este sentido.

Si el paciente tiene creencias religiosas y ello le proporciona paz, puede ser


importante contactar con alguna autoridad, clérigo o guía espiritual que pueda trabajar ese
aspecto tan relevante para la aceptación del futuro deceso. La resolución de problemas y el
manejo de la comunicación y emociones pueden ser de gran utilidad.

Cabe destacar que los pacientes que son diagnosticados de una enfermedad
terminal se encuentran en una situación muy complicada de afrontar. El afrontamiento de la
muerte tiene un gran impacto psicológico tanto en el paciente como en la familia.

Cuando el paciente recibe la noticia emergen unas emociones y sentimientos que


son muy difíciles de manejar, por ello es importante tener un apoyo que le ayude a
canalizar todos éstos. No solamente necesitará el apoyo el paciente, sino que una parte muy
importante de este proceso lo conforman las personas que lo rodean, y que muy
probablemente serán los que acompañen a la persona en los diferentes estadios de
evolución.

Pág. 9
Desde el primer momento, cuando el paciente recibe la noticia del diagnóstico se
encuentra en una situación muy vulnerable, y comienza a pasar por las diferentes etapas.
Por lo que tener un apoyo que dedique su trabajo a ubicar al paciente y dotar de las
herramientas necesarias para afrontar de modo más beneficioso para él la situación, hará
que el paciente se encuentre más sereno y entero.

El objetivo primordial del psicólogo en esta intervención será dotar tanto al


paciente como a la familia de las herramientas necesarias para enfrentarse a la situación que
están viviendo, para así conseguir el alivio y bienestar, favoreciendo de este modo la
adaptación al proceso de enfermedad y su final será un éxito.

VALORA LA MUERTE DIGNA SUSTENTADO EN LA PSICOLOGÍA DEL


ENFERMO TERMINAL

La muerte Digna es un derecho humano. El derecho a morir dignamente es una


extensión natural del derecho fundamental a vivir dignamente. Hace referencia a la garantía
que tienen las personas de ejercer su autonomía al final de la vida. Este no es un derecho
unidimensional, sino un conjunto de facultades que le permiten a un individuo o quien lo
represente válidamente ante la Ley, tomar decisiones libres e informadas y tener control
sobre el proceso de su muerte, imponiendo límites a terceros, familia, profesionales de la
salud y Estado, sobre lo que puede o no hacerse en lo que concierne a su cuerpo, integridad
y vida.

La fase terminal en el caso de los pacientes cancerosos se da cuando se le ha


diagnosticado con exactitud que la muerte no parece muy lejana y el esfuerzo del médico
ha pasado de ser curativo a paliativo. Para Gil y Cols (1988), la fase terminal, mejor
enunciada como síndrome terminal de enfermedad, se define como el estado clínico que
provoca expectativa de muerte en breve plazo, presentándose comúnmente como el proceso
evolutivo final de las enfermedades crónicas progresivas cuando se han agotado los
remedios disponibles.

Las enfermedades más frecuentes que conducen al síndrome terminal son las
siguientes:

Pág. 10
1. Cáncer.
2. Enfermedades Degenerativas del Sistema Nervioso.
3. Cirrosis Hepática.
4. Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).
5. Arteriosclerosis.

Según estos mismos autores, los criterios diagnósticos del síndrome terminal de
enfermedad incluyen los siguientes factores:

 Enfermedad causal de evolución progresiva.


 Pronóstico de supervivencia inferior a un mes.
 Estado general grave.
 Insuficiencia de órgano, única o múltiple.
 Ineficacia comprobada de los tratamientos.
 Ausencia de otros tratamientos activos.
 Complicación irreversible final.

La atención al paciente terminal

Se orienta a tres áreas importantes de actuación, cuyos objetivos concretos han de


ser definidos con precisión:

 Tratamientos y cuidados específicos.


 Aspectos psicosociales.
 Organización de cuidados continuados y previsiones de asistencia.

A continuación, se desarrollan los contenidos y objetivos más importantes en cada


una de estas áreas.
Tratamientos y cuidados específicos

Los síntomas y complicaciones que afectan al enfermo terminal se tratan con los
denominados Cuidados Paliativos, o cuidados tipo Hospice, cuya definición puede ser:

Pág. 11
“Tipo de cuidados que promueven una asistencia toral, activa y continuada de los
pacientes y sus familias por un equipo multi-profesional cuando la expectativa médica no
es la curación. La meta fundamental es proporcionar bienestar al paciente y su familia sin
intentar alargar la supervivencia. Debe cubrir las necesidades físicas, psicológicas,
espirituales y sociales del paciente y sus familiares. Si es necesario, el apoyo debe incluir el
proceso de duelo”.
Cuidados Paliativos

Los cuidados paliativos previenen o tratan síntomas y efectos secundarios de la


enfermedad y los tratamientos. No solamente se tratan con estos cuidados aspectos
puramente clínicos, sino que también se tratan problemas emocionales, sociales, prácticos
que la enfermedad deriva. Estas áreas son tan importantes como el aspecto clínico para
poder tener una buena calidad de vida.
Objetivos de los Cuidados Paliativos

Se pueden resumir en los siguientes:

 Aumentar el periodo de descanso y sueño del enfermo y de la familia.


 Aumentar la comunicación del paciente.
 Disminuir los sentimientos de impotencia o culpa.
 Procurar la atención en el propio domicilio si se considera factible.

Para conseguir estos objetivos es necesaria una planificación terapéutica correcta, de


la que no se va a hacer mención.

 Aspectos psicosociales.
 Información y aspectos emocionales: consideraciones éticas.

Una vez confirmado el diagnóstico de enfermedad terminal, el médico debe


enfrentarse a la difícil tarea de informar al paciente y a la familia. Las enfermedades que
conducen al síndrome terminal son las siguientes:

 Aumentar el periodo de descanso y sueño del enfermo y de la familia.


 Aumentar la comunicación del paciente.

Pág. 12
 Disminuir los sentimientos de impotencia o culpa.
 Procurar la atención en el propio domicilio si se considera factible.

ANALIZA LA PROBLEMÁTICA DE LA EUTANASIA

Los avances científicos han permitido curar enfermedades que antes eran
incurables; también han proporcionado los medios necesarios para que el hombre y la
mujer puedan vivir más años. Así mismo también se ha avanzado para practicar la
eutanasia que no es más que la muerte ocasionada por voluntad o involuntad del paciente.

La eutanasia se llama ‘’homicidio piadoso’’ si la muerte se busca como medio para


privar al enfermo de los dolores, o de una deformación física, o de una ancianidad penosa
o, en una palabra, de algo que mueve a “compasión”.

No es de extrañar que se hayan presentado diversas soluciones. Una de ellas ha sido


la de reclamar la legalización de la eutanasia, que puede considerarse como la acción u
omisión que, por su propia naturaleza, o en sus intenciones, procura la muerte, con la
finalidad de eliminar todo dolor y sufrimiento.

 Eutanasia voluntaria: La que se lleva a cabo con consentimiento del paciente.


 Eutanasia involuntaria (también llamada cacotanasia o coactiva): La practicada
contra la voluntad del paciente, que manifiesta su deseo de no morir.
 Eutanasia no voluntaria: La que se practica no constando el consentimiento del
paciente, que no puede manifestar ningún deseo.
 Eutanasia activa: La que mediante una acción positiva provoca la muerte del
paciente.
 Eutanasia pasiva: El dejar morir intencionadamente al paciente por omisión de
cuidados o tratamientos que están indicados y son proporcionados.

Los principios de intimidad, autonomía y respeto a la integridad de la persona, son


necesarios, pero no totalmente suficientes para preservar la integridad de la persona
enferma en la transacción médica. Lo indispensable es la persona de integridad, la persona
de entereza moral que respete los matices y las sutilezas del derecho moral a la autonomía.
Por tanto, el médico debe ser una persona que tenga la virtud de la integridad, una persona

Pág. 13
que no solo acepte el respeto de la autonomía de otros como principio o concepto, sino
también en la que se puede confiar para que interprete su aplicación con la máxima
sensibilidad moral. El médico nunca debe olvidar que automáticamente es un cómplice
moral de cualquier política, acto o decisión que ponga en peligro la integridad y autonomía
del paciente.

Por estas razones para tomar decisiones moralmente justificables, la decisión no


debe ser tomada por el médico en lugar del paciente ni por éste independientemente del
médico o de la comunidad. Desde el punto de vista fenomenológico, estos elementos de una
decisión médica son inseparables. La condición moralmente óptima es aquella en la cual la
decisión proviene del médico y del paciente. Por su parte, el médico debe tomar la decisión
"por y con el paciente"; "por" no significa "en lugar del paciente", sino "por sus intereses".

De igual manera se debe acordar el cese de medidas extraordinarias o


desproporcionadas de mantención vital o suspender todo tratamiento cuando ya se ha
restaurado el proceso de muerte, no son realmente concesiones hechas al movimiento pro-
eutanasia, ya que no se dan los elementos básicos de un acto eutanático: falta la voluntad
explícita y ratificada del paciente, y no se está realmente decidiendo la omisión o
intervención que transforme una situación de vitalidad desesperada en uno de muerte
acelerada.

Además, la gama de aspectos o cuestiones éticas controversiales en relación a la


eutanasia, es por supuesto más amplia y vasta, de lo que me he referido. Mi intención ha
sido sólo ocuparme de algunos de ellos, que a mi juicio son los más relevantes. La
discusión y la confrontación al respecto queda abierta y deberá llevar a enriquecer las
decisiones que en el futuro adopte la sociedad en su conjunto.

Por lo tanto, el médico debe empezar a asumir plenamente el rol que la sociedad le
ha asignado en el cuidado del paciente, rol que incluye su activa participación en el proceso
que antecede al final de la vida y durante el acto de morir.

REFLEXIONA CON EL AUDITÓNUM LOS ASPECTOS ABORDADOS


RELATIVOS AL ENFERMO TERMINAL

Pág. 14
Las enfermedades terminales deben ser abordadas desde una perspectiva Holística,
atendiendo a todas las necesidades del paciente, no solo las físicas. Enfermería está en
contacto directo con estos enfermos, por lo que debe ser la Mayor responsable de llevarlo a
cabo. Una atención centrada en los aspectos Psicológicos del paciente terminal
proporcionará un gran alivio, una mejor Aceptación y un mejor afrontamiento de la
situación de terminalidad. Es Fundamental que existan unas buenas habilidades de
comunicación, ya que, en Gran parte, el alivio psicológico muchas veces se consigue
estableciendo un buen Flujo comunicativo con el paciente terminal.

Es importante considerar la etapa de la vida en la que se encuentre el enfermo, Ya


que, dependiendo de ésta, la atención va a variar. Los niños, tienen unas Necesidades muy
distintas a los adultos, y, por tanto, la atención debe ser distinta Y desarrollada desde otra
perspectiva. La familia debe ser un integrante más a la hora de recibir los cuidados
paliativos, Y más aún, ante un niño en situación terminal.

CONTACTA FAMILIARES DE ENFERMOS TERMINALES Y OFRECE


MATERIAL SIGNIFICATIVO REFERIDO A LA PSICOLOGÍA DE ENFERMO
TERMINAL

Los términos del paciente terminal, enfermo terminal y enfermedad terminal se


aplican cuando una enfermedad no puede curarse o tratarse de manera adecuada y se
espera, como resultado, la muerte del paciente dentro de un período corto de tiempo. Se
aplican sobre todo en los casos de enfermedades degenerativas tales como el cáncer o en
enfermedades pulmonares o cardiacas avanzadas. Su uso se popularizó en el siglo XX.

Decimos que nadie está preparado para aceptar ese punto y final en su vida o en la
de sus seres queridos y lo cierto es que pocas personas lo están. Nuestra sociedad no nos
educa para asumir que la muerte forma parte del proceso de vivir. ¿Se trata de un tema
tabú? Sin duda. Abordamos las claves de la psicoterapia en pacientes terminales y el perfil
profesional del psicólogo dedicado a este ámbito. Si para las personas sanas es un tema
delicado de tratar, para las personas con enfermedades terminales todavía lo, es más, pues
es doloroso asimilar que ese final llegará antes de lo esperado. Es necesario el apoyo
psicológico a estos pacientes para aliviar ese sufrimiento y para que puedan afrontar la
despedida.

Pág. 15
Tanto la sintomatología asociada como, en muchos casos, los tratamientos, reducen
considerablemente la calidad de vida del paciente: pérdida de la autonomía, abandono de la
actividad laboral y de ocio, deterioro de sus relaciones sociales y de pareja. Además, una
enfermedad terminal no solo afecta emocionalmente al paciente; también a su entorno
humano: familiares y cuidadores. Es frecuente que un paciente terminal sienta una pérdida
de control respecto a su vida, ¿por qué me ha tocado a mí? y, en consecuencia, caiga en la
apatía vital. El psicoterapeuta trabajará con el paciente varios factores:

 El proceso de afrontamiento de la enfermedad y adaptación a todos los cambios que


ha supuesto en su vida.
 Los síntomas depresivos asociados.
 Entrenamiento en habilidades psicológicas para aliviar el sufrimiento tanto
emocional como físico (dolores crónicos).
 Y, muy especialmente, le prepara para la despedida.

El psicólogo trabajará en colaboración con la familia y, en especial, con su


cuidador. La intervención psicológica en familiares es de vital importancia para el propio
beneficio del paciente. El cuidado de un enfermo supone cambios de roles y dinámicas en
el seno del hogar: El desánimo y agotamiento del cuidador, el sufrimiento encubierto, la
sobreprotección del enfermo. El psicólogo, por ejemplo, les ayuda a no caer en ese terrible
silencio por parte de los familiares y les orienta para que sepan hablar de la enfermedad con
el afectado sin tabúes; para afrontar el miedo, los conflictos y, en la última etapa del
proceso, también les prepara para afrontar el duelo. La atención e intervención psicológica
en pacientes terminales exige al psicólogo un perfil profesional claramente sanitario.

Las competencias claves de este profesional se perfilan sobre las siguientes áreas:

 La evaluación psicológica del paciente: Valorar su estado emocional, físico y social


en relación con la enfermedad. Cuáles son sus miedos y necesidades, pensamientos
recurrentes y desadaptados a la situación, los hábitos de vida que pueden beneficiar
o deteriorar mucho más su salud.
 Evaluar y mejorar aquellos recursos psicológicos (fortalezas) que dispone para
enfrentarse y adaptarse a los cambios que supone su enfermedad. También el

Pág. 16
psicólogo analiza la calidad del entorno humano que rodea al paciente: Las
dinámicas familiares, su vida en pareja y el apoyo que recibe de sus amistades.
 Conocimiento teórico y práctico de las técnicas cognitivas y conductual es en la
intervención con este grupo de pacientes: Reestructuración cognitiva, técnicas de
relajación y de inoculación al estrés, visualización, auto instrucciones.
 Dirección de grupos de apoyo para enfermos terminales y sus familiares.
 Excelentes habilidades terapéuticas y comunicativas: Fomentar la confianza en el
paciente, la escucha activa, la asertividad y empatía. Por último, es necesario
destacar la fortaleza psicológica que debe trabajar el propio psicólogo a nivel
personal. Dedicarse al ámbito de la psicoterapia con enfermos terminales exige
aparcar las propias emociones durante la intervención psicológica, siempre sin
perder el lado humano.

CONCLUSIÓN

Aunque si es cierto que, generalizando, se pueden mencionar cinco etapas por las
que suelen pasar las personas que padecen una enfermedad de estas características. Abra
personas que permanecen en una rabia constante que les empujar a luchar por sobrevivir,
otros que negarán en todo momento su enfermedad o incluso se convencerán a sí mismos
de ello y otras que entrarán en un estado de desesperación en la que se negarán a cualquier
tratamiento por considerarlo inútil.
A nivel psicológico, un elemento que hay que trabajar en gran medida con el
paciente es la percepción de falta de control: es habitual que la persona en estado terminal
se perciba como incapaz de afrontar la amenaza que le supone la enfermedad y los síntomas
que padecen, y que se ve a sí mismo como inútil. No solamente necesitará el apoyo del
paciente, sino que una parte muy importante de este proceso lo conformará las personas que
lo rodean, y que muy probablemente serán los que acompañen a la persona en los diferentes
estadios de evolución. Por lo que tener un apoyo que dedique su trabajo a ubicar al paciente
y dotar de las herramientas necesarias para afrontar de modo más beneficioso para él la
situación, hará que el paciente se encuentre más sereno y entero.

Pág. 17
Este no es un derecho unidimensional, sino un conjunto de facultades que le
permiten a un individuo o quien lo representa ante la Ley válida, tomar decisiones libres e
informadas y tener control sobre el proceso de su muerte, imponiendo límites a terceros,
familia, profesionales de la salud y Estado, sobre lo que puede o no hacerse en lo que
concierne a su cuerpo, integridad y vida.
Los síntomas y complicaciones que derivan al enfermo terminal se tratan con los
denominados Cuidados Paliativos, o cuidados tipo Hospice, cuya definición puede ser:
"Tipo de cuidados que promueven una asistencia toral, activa y continuada de los pacientes
y sus familias por un equipo profesionalmente cuando la expectativa médica no es la
curación.
La meta fundamental es proporcionar bienestar al paciente y su familia sin intentar
alargar la supervivencia. Debe cubrir las necesidades físicas, psicológicas, espirituales y
sociales del paciente y sus familiares. Si es necesario, el apoyo debe incluir el proceso de
duelo".

BIBLIOGRAFÍA

 https://revistamedica.com/impacto-psicologico-enfermedad-terminal-cuidados-
paliativos/
 https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1135-
76062002000400004
 https://dmd.org.co/que-es-muerte-digna/
 https://www.elsevier.es/es-revista-revista-calidad-asistencial-256-articulo-
investigacion-cualitativa-sobre-el-concepto-S1134282X15001268
 https://core.ac.uk › downloadPDF Aspectos psicológicos del paciente terminal: El
adolescente y LA familia – CORE
 https://www.unir.net/salud/revista/psicoterapia-pacientes-terminales/

Pág. 18

También podría gustarte