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Compara los imperios territoriales de Carlos I y Felipe II, y explica los diferentes
problemas que acarrearon:
Al ascender al trono, Carlos recibió una gran herencia territorial. De sus abuelos maternos,
los Reyes Católicos, recibió las Coronas de Castilla y Aragón, y las posesiones en África y
América. De su abuela paterna, María de Borgoña, recibió los Países Bajos, el Franco
Condado y Luxemburgo. Por último, de su abuelo paterno, Maximiliano de Austria, recibió
los territorios patrimoniales de Austria y el derecho al título de emperador del Sacro Imperio
Romano Germánico. A la muerte de su abuelo en 1519, también se le proclamó como
Carlos V de Alemania.
La política exterior de Carlos I tenía como fin mantener la unidad del cristianismo, luchar
contra el Islam y conservar toda la herencia recibida. Esto acarreó varios conflictos.
En primer lugar el conflicto con Francia. Este se debió a que la monarquía francesa se
sentía amenazada por los territorios españoles que la rodeaban y no le había gustado la
anexión de Navarra a la Corona española. Además Carlos reclamaba el ducado de
Borgoña, en poder francés. En 1521 estalló la primera de las siete guerras contra Francia.
Se creó una alianza anti imperial, conformada por Francia, el Papado, Florencia y Venecia;
pero que fue derrotada. Esto significó el reconocimiento del poder de Carlos I sobre Italia. A
cambio renunció a Borgoña.
En segundo lugar la lucha contra el Islam, que se daba en dos frentes: contra el Imperio
Turco y contra los piratas bereberes. Contra ambos luchó movido por el antiguo espíritu de
cruzada. Con el emperador Solimán llegó a firmar una tregua, sin embargo a los piratas
nunca llegó a vencerlos.
Por último la cuestión alemana, que se inició en 1517 con la publicación de las tesis de
Martín Lutero y el comienzo de la Reforma Protestante. Los príncipes protestantes
alemanes formaron la Liga de Smalkalda, para defender su integridad; pero fueron
derrotados. En 1555 se firmó la Paz de Habsburgo, en la que se estableció el derecho de
cada príncipe a elegir su religión.