Está en la página 1de 3

TEMA 5.

LOS AUSTRIAS MAYORES


INTRODUCCIÓN
Los Reyes Católicos pusieron las bases de la primera potencia europea del S.XVI. Juana la Loca
se casó con Felipe I (El Hermoso) y su hijo Carlos tendría una gran herencia. Esto fue
fundamental porque supondría la instauración de la dinastía Habsburgo (los Austrias) en
nuestro país.
Felipe II heredó de su padre, Carlos I, la misma idea política internacional: la defensa del
catolicismo y la superioridad del imperio hispánico en Europa. Los ejes fueron la lucha contra
los turcos, el problema de Flandes y el enfrentamiento con Inglaterra.
Los monarcas de la dinastía de Habsburgo se convirtieron en los más poderosos de la época.
DESARROLLO
La herencia de Carlos I y Felipe II
Herencia de Carlos I
Cuando en 1504 muere la reina Isabel su hija se convierte en reina. Debido a su estado mental
quedo inhabilitada y ocupó el trono su hijo con solo 4 años. Tuvo como regentes a Felipe de
Austria, su abuelo Fernando y el cardenal Cisneros. Al ser declarado mayor de edad, Carlos
llegó a España para recoger su herencia.
Herencia:
Posesiones de sus abuelos maternos (RRCC): heredó la Corona de Castilla con Navarra y
América y la Corona de Aragón.
Por parte de abuelos paternos: los Países Bajos y Franco Condado. A la muerte de su abuelo
paterno heredó Austria y el derecho al trono del imperio alemán.
Herencia de Felipe II
Carlos I abdica en su hijo Felipe. Consciente de los problemas debido a la persecución de los
protestantes decidió liberar a su hijo de este foco de conflictos. Repartió sus propiedades:
A su hermano Fernando le cedió las posesiones austriacas de los Habsburgo y el derecho a
título de emperador de Alemania.
A su hijo Felipe las posesiones hispanas, los Países Bajos, el Franco Condado y Luxemburgo.
Carlos I: Política exterior
Al morir su abuelo, Fernando el Católico, Carlos ya había heredado los territorios de Borgoña e
inició su viaje para proclamarse rey de Castilla y Aragón.
En 1519, tras la muerte de Maximiliano de Austria el trono imperial quedó vacante y el rey
concentró su poder en ser elegido emperador de Alemania y se produjeron revueltas. La
monarquía fue vencedora de las revueltas y salió reforzada. Se impuso a los nobles que se
convirtieron en aliados del rey.
En 1519 fue elegido emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, como Carlos V. El
imperio presentaba dos inconvenientes: su vulnerabilidad y la dificultad de gobierno.
La política exterior de Carlos V
Se basó en establecer un Imperio Universal Cristiano. Las pretensiones dieron lugar a una serie
de conflictos exteriores. Se tendrá que enfrentar a tres asuntos:
Las guerras con Francia e Italia: Francisco I había rivalizado con Carlos V por la corona Imperial
alemana. Al no conseguirla Fernando I intentó hacerse con el control del norte de Italia. Carlos
V venció a los franceses en la batalla de Pavía (1525) y se hizo con el dominio de Milán. Francia
buscó aliados en el Papa, los príncipes alemanes y los turcos.
La guerra contra los turcos: era fundamental la defensa de la Cristiandad frente al Imperio
turco otomano. Los turcos tenían un gran ejército, eran muy ricos y controlaban un amplio
territorio. Se había extendido por los Balcanes tras la batalla de Mohacs y en el mediterráneo
los turcos contaban con grandes aliados.
Los conflictos religiosos en el imperio Germánico: las ideas reformadoras de Lutero contaron
con el apoyo de algunos príncipes alemanes. Carlos V busca una solución de compromiso con
Lutero pero fracasó y se produjo la guerra. En una primera etapa el monarca sometió a los
protestantes. Carlos V finalmente tuvo que firmar la Paz de Augsburgo por el que el emperador
reconocía la coexistencia de las dos religiones en el Imperio.

Felipe II: Política exterior

Con la abdicación de Carlos V, Felipe II accede al trono. El reparto de Carlos V lo libera de las
posesiones en Centroeuropa y sus problemas. El reinado de Felipe II se denomina monarquía
Hispánica ya que centró sus esfuerzos políticos en que el centro de su imperio fuera España.

La guerra con Francia: las tropas españolas vencieron a los franceses en San Quintín. Francia
seguía empeñada en luchar contra la monarquía hispánica aunque tuvo que reconocer la
hegemonía española en Italia (Paz de Cateau- Cambresis).

La guerra con los turcos: consiguió formar la liga santa con Venecia y el papa; se enfrentaron a
los turcos, destruyendo la flota turca en la batalla de Lepanto. La derrota freno la expansión
otomana en el mediterráneo.

La rebelión de los países bajos: Carlos V separó a los Países Bajos del imperio alemán para
entregárselo a Felipe II. Pronto estalló una rebelión contra la presencia española. Los motivos
fueron religiosos y políticos ya que la nobleza y el pueblo flamenco aspiraban a la
independencia. La rebelión fue encabezada por Guillermo de Orange y el conde de Egmont.
Felipe II actuó con dureza enviando un ejército que produjo una durísima represión. Se
generaron enormes gastos y el rey tuvo que negociar en la Unión de Arrás, dividiendo los
países bajos en dos partes una protestante y otra católica.

Conflicto portugués: el rey de Portugal muere sin descendencia y Felipe II ocupó el trono
portugués. Portugal se incorpora a la corona española hasta conseguir la independencia.

La guerra contra Inglaterra: el ascenso al trono de Isabel I hizo iniciar una guerra debido a su
política de expansión por el Atlántico con ayuda de piratas. Felipe II decidió enviar a la Armada
Invencible pero fueron derrotados y de nuevo el Imperio Español entró en crisis y desapareció
la hegemonía española en el mar.
CONCLUSIÓN

La pretensión de Carlos V de la reunificación de Europa fue un fracaso. El emperador tuvo que


aceptar la consolidación del luteranismo y la Reforma protestante y la idea de que cada
príncipe impusiese su religión.

La costosísima política extranjera de Carlos V tuvo como consecuencias: un gravísimo


endeudamiento de banqueros extranjeros y que el peso fiscal recayese sobre los menos
capacitados.

El balance de la política exterior de Felipe II fue contradictorio: por un lado los éxitos de
Lepanto o la unión de Portugal y por otro lado aspectos negativos como el elevado coste
económico y social que para España supuso mantener la hegemonía en Europa.

También podría gustarte