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TEMA 6. EL IMPERIO DE LOS AUSTRIAS.

SIGLOS XVI-XVII
Estos siglos se caracterizan por un nuevo sistema de gobierno y porque España va a ser
gobernada por dos dinastías. El siglo XVI simboliza el auge del imperio y el siglo XVII simboliza
su caída.

CASTILLA Y ARAGÓN A COMIENZOS DEL SIGLO XVI

En 1504 Isabel de Castilla muere y le sucede su hija Juana, que había sido casada con Felipe de
Borgoña. Mientras, en Aragón, sigue gobernando Fernando. Este reinado duró muy poco
porque Felipe I murió cuando llevaban dos años en el trono y porque se consideraba que Juana
tenía una serie de problemas mentales que le impedían gobernar Castilla. Para gobernarla se
decidió crear una especie de regencia en la que Juana seguía siendo la reina pero no
gobernaba. Al frente de esa regencia se encontraba su padre Fernando. Dicha regencia duró
hasta que el hijo de Juana y Felipe, Carlos, alcanzó la mayoría de edad.

Durante esa regencia Castilla invadió Navarra y a partir de entonces en la PI solo había dos
reinados, la monarquía portuguesa y la monarquía española. Tras la muerte de Fernando y una
breve regencia del cardenal Cisneros, se proclamó la mayoría de edad del hijo de Juana, Carlos.

Con Carlos I llegó a la península la dinastía de los Habsburgo o de los Austrias. Esta dinastía
reinó en España durante los dos siguientes siglos. Se divide en cinco reinados (Carlos I, Felipe
II, Felipe III, Felipe IV y Carlos II), agrupados en dos tipos: Austrias mayores y Austrias menores.

EL ABSOLUTISMO

Con la dinastía de los Habsburgo se consolidó el absolutismo, por lo que todo el poder residía
en el monarca.

Aprovechando su triunfo en la Guerra de Sucesión, los reyes católicos habían establecido una
serie de reformas para consolidar su poder. A partir de los reyes católicos, el monarca eligía a
los miembros del Consejo, que ya no tiene que representar a la aristocracia, el clero, etc.
Además las cortes se reunían cada vez menos y tenían menos poder. Por otra parte, el
corregidor pasó a controlar las ciudades, por lo que estas perdieron su autonomía.

No obstante, este absolutismo no estuvo exento de revueltas. La más conocida fue la revuelta
de los comuneros, con el objetivo de recuperar el poder de las Cortes. Estas revueltas se
produjeron ya durante el reinado de Carlos I. Esta revuelta fracaso cuando sus líderes fueron
derrotados y ajusticiados tras la batalla de Villalar buscar fecha.

Los Austrias mayores (Carlos I y Felipe II) son los responsables de la construcción y
consolidación del imperio español. Este imperio hispánico se construyó a partir de la herencia.
Carlos I construyó el territorio a partir de los territorios que fue heredando: de su madre
heredó el trono de Castilla y las posesiones que tenía en América; de su padre, el territorio de
Flandes y el franco-condado; de su abuelo Fernando el Católico, recibió el condado de Aragón
y las propiedades que tenía en el Mediterráneo, y de su abuelo paterno, el título de
emperador que le permitía controlar Centroeuropa.
Tanto Carlos V como Felipe II ampliarán ese territorio. La mayor expansión territorial se dio
con Felipe II porque, a pesar de que no recibió el título de emperador, en 1580 se hizo con el
trono de Portugal, uniendo las posesiones de Castilla y Portugal.

Las causas de la rápida decadencia de imperio se deben a que una parte de las riquezas que
extraían de América se perdía por el contrabando; otra por los piratas, y otra por el despilfarro
de las riquezas que se hacían para sufragar las guerras. Tanto Felipe como Carlos compartieron
enemigos. En primer lugar, se enfrentaron a Francia por el control de Italia. Tanto Carlos como
Felipe salieron victoriosos, y en el caso de Felipe fue gracias a la batalla de san Quintín. Otro
de los grandes enemigos fue el imperio otomano. Las causas de la rivalidad con este imperio
fueron la religión e intentar asegurar las rutas comerciales aragonesas por el mediterráneo. De
nuevo ambos salieron victoriosos. En este enfrentamiento también se produjo una importante
batalla, la de Lepanto. Finalmente, con el movimiento protestante, donde el imperio español
gastó el mayor número de personas y recursos. El movimiento protestante triunfó primero en
la zona del imperio alemán, desde donde muchos príncipes abogaban por la libertad de culto.
Sin embargo, Carlos envió al ejército para enfrentarse con los protestantes. Se enfrentó en dos
batallas, en la primera triunfó y en la segunda fue derrotado y se vio obligado a aceptar la
libertad de culto. Felipe II también se tuvo que enfrentar con el protestantismo en Flandes,
donde algunas regiones exigían la libertad de culto. Felipe de nuevo envió al ejército. Por otro
lado, el prestigio de Flipe II se produjo tras la derrota de su Armada Invencible en 1585, que
constituía un intento de conquistar las islas británicas.

Tras la muerte de Felipe II, el imperio español continuaba en auge. La decadencia llegó de la
mano de los Austrias menores (Felipe III, Felipe IV y Carlos II). Estos reyes eran considerados
incapaces de gobernar, además, la crisis del imperio vino dada por la corrupción que fue
minando los recursos del imperio. Sin embargo, vino motivada también por la guerra de los
Treinta Años, que se inició en Alemania entre católicos y protestantes. La corrupción de la que
hemos hablado antes se hizo patente durante el gobierno de Felipe III, a través del duque de
Lerma, su valido, quien utilizó su posición para enriquecerse. Además tomo una serie de
decisiones que perjudicaron la economía española, por ejemplo, trasladar la capital a
Valladolid. Otra decisión suya fue la expulsión de los moriscos. En 1618 estalló la guerra de los
Treinta Años como aliada de Francia.

No obstante, la gran crisis vino con Felipe IV, que intentó gobernar, aunque tomó una serie de
decisiones ineficaces, al igual que su valido el conde duque de Olivares. El conflicto
internacional se complicó cuando Francia entró en la guerra de los Treinta Años para evitar
que los Habsburgo no tuvieran la hegemonía de Europa. La entrada de Francia provocó el
enfrentamiento con España. El momento crítico para el imperio español tiene una fecha clara,
1640. En ese momento se produjeron dos revueltas. En Cataluña hubo dos motivos, por un
lado, la crisis que afectaba a casi toda la población y por otro, la presencia del ejército imperial
en esa zona. El levantamiento se inició en Barcelona y se extendió por Cataluña, por lo que el
imperio perdió el control de Cataluña. Este levantamiento llevado a cabo por campesinos.
Mientras, en Portugal se produjo otro levantamiento. Allí ningún sector de la sociedad
aprobaba su unión con castilla. La iglesia, la aristocracia y el pueblo se levantaron y
proclamaron a Juan IV como rey de Portugal. A esta situación crítica, se unió la muerte del que
hubiera sido el rey Baltasar. No obstante, a pesar de esta situación el imperio español va a
lograr sobrevivir. La situación comenzó a solucionarse gracias al fin de la Guerra de los Treinta
Años. España logró mantener el imperio pero perdió una serie de territorios reconociendo la
independencia de los Países Bajos. A pesar de la paz de Westfalia, la guerra con Francia
continuó. España aprovechó la situación de debilidad que Francia tenía en esos momentos
para entrar en Cataluña y derrotar a los sublevados. En 1659 se llegó a un acuerdo de paz con
Francia, por la cual esta renunció a Cataluña y a cambio se quedó con la Cataluña del norte de
los Pirineos, lo que hoy sería el Rosellón francés. Una vez resuelto el problema catalán, Felipe
IV trató de recuperar el control de Portugal sin éxito.

En 1665 murió Felipe IV y le sucedió su hijo Carlos II. Era un rey muy enfermo. Se creó una
regencia para hacer sobrevivir el imperio y preparar la sucesión. En 1700 y se pasa a la dinastía
de los borbones.

LA SOCIEDAD MODERNA

Se organizaba de la misma manera que durante el periodo medieval (aristocracia, clero y


pueblo). La gran novedad fue el gran poder que adquirió la Iglesia, que se hizo con el control
de la sociedad. Este control de la sociedad Iglesia la iniciaron los reyes católicos. No solo
controló a la sociedad sino que también impuso sus valores y visiones al resto de la sociedad.
Esta visión era conservadora.

Durante el Concilio de Trento (1545-1563), se pretendía que católicos y protestantes se


reunieran para solucionar sus diferencias. Sin embargo, los protestantes no se presentaron,
por lo que la rama más conservadora de la Iglesia triunfo sobre la moderada.

En la sociedad se produjo un nuevo cambio en el concepto de Dios, concibiéndolo como


castigador de los pecadores. Se pretendía infringir miedo para controlar a la población. Se creía
que el ser humano tendía a pecar y por culpa de esos pecados el hijo de Dios había sido
sacrificado. Apareció así una nueva imagen de Cristo, como cristo doliente, sangrando y
sufriendo.

La Inquisición se creó para controlar a la sociedad y persiguió a aquellos que habían cometido
delitos contra la fe católica. Se creó en España a finales del siglo XV y perduró hasta finales del
siglo XIX. Era un tribunal no permanente, que se crea para investigar un caso concreto.

La inquisición llego a España de la mano de los reyes católicos a finales del siglo XV, como un
tribunal permanente. El objetivo era investigar los casos de judíos convertidos al cristianismo,
pero que en privado seguían ejerciendo el judaísmo. El primero objetivo, por tanto, fueron los
judioconversos.

El primer paso de la Inquisición es llegar a un lugar donde se han cometido delitos contra la fe
católica. Luego abren un periodo de gracia, generalmente una semana, en la cual invitan a los
que han cometido algún delito contra la fe católica confesarse, y se les perdona con una pena
más o menos asequible. Además invitan a los vecinos a que delaten a los que creen que han
cometido un pecado. A través de ello provocan el miedo de la propia Inquisición. Acabado el
periodo de gracia, los que han sido acusados son detenidos y sus bienes son confiscados y ellos
son encarcelados. Se celebraba un pequeño juicio para que el preso confesase y si no se
procedía al juicio inquisitorial por el que se torturaba al encarcelado. Los inquisidores
buscaban la confesión del preso. Una vez confesados, se llevaba a cabo la condena, que solía
ser pública y humillante. Después se ejecutaba al reo quemándolo en la hoguera. A los
condenados se les daba la oportunidad de arrepentirse y se les ejecutaba rápidamente para
librarse del fuego.

EL SIGLO DE ORO

Este periodo es uno de los de mayor esplendor de las artes españolas. Se produjeron todo tipo
de géneros literarios, autores como Lope de Vega y Calderón e la barca, Góngora y Quevedo,
Cervantes, etc.

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