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UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR

FACULTAD DE MEDICINA
ESCUELA DE CIENCIAS DE LA SALUD
LICENCIATURA EN ANESTESIOLOGIA E INHALOTERAPIA

MÓDULO VllI

TEMA: TERAPIA DE ALTO FLUJO

DOCENTE ENCARGADA:

LIC. BEATRIZ LISSETH MARTINEZ NERIO

PRESENTADO POR:

MARCELA VANESSA AMAYA MEMBREÑO

PAOLA JAZMIN ALFARO RICO

ANDREA MARISOL AGUILAR ALVARADO

CIUDAD UNIVERSITARIA, OCTUBRE 2022


CONCEPTO DE LA TERAPIA DE ALTO FLUJO

La terapia de alto flujo de oxígeno consiste en la entrega de altos flujos de gas inspirados
(oxígeno y aire), mayores al flujo pico inspiratorio del paciente, a través de una cánula nasal.

El gas debe estar húmedo (95 a 100% de humedad relativa) y caliente, idealmente a
temperatura corporal (37°C, 44 mg/l H2O). La alta calidad de humedad en fase de vapor de
agua más la adecuada temperatura facilitan no sólo la preservación de la mucosa aérea sino
también de la tolerancia de flujos nasales a través de la nariz.

La oxigenoterapia de alto flujo por vía nasal es una modalidad ventilatoria no invasiva
alternativa de menor complejidad en relación a otros soportes ventilatorios no invasivos.

OBJETIVO DE LA TERAPIA DE ALTO FLUJO

La administración de oxígeno suplementario ha sido siempre considerada como el primer


apoyo y eslabón terapéutico para abordar los pacientes con insuficiencia respiratoria.

La oxigenoterapia de alto flujo asume la administración de oxígeno a concentraciones


mayores que la atmosférica (mayor al 21%) con el objetivo principal de tratar la hipoxemia y
en segunda instancia disminuir el esfuerzo respiratorio y cardíaco.

INDICACIONES

-Indicaciones en adultos:

1. Fallo respiratorio con hipoxemia pero sin hipercapnia (pacientes post quirúrgicos, médicos,
enfermedad pulmonar obstructiva crónica).

a. Uso tanto en el Servicio de Urgencias como en Unidades de Cuidados Intensivos.


b. Nos podemos guiar por la frecuencia respiratoria y la SpO2 para predecir la mejoría de la
oxigenación.

- Insuficiencia respiratoria aguda o crónica reagudizada(criterio clínico)


- Insuficiencia respiratoria aguda o crónica reagudizada(criterio gasométrico)
- Necesidad de aporte de O2 elevado (FiO2 > 30%)
- Neumonía
- Insuficiencia cardiaca

2. Como apoyo a la broncoscopia.


3. En pacientes con edema pulmonar cardiogénico la primera opción sería directamente
CPAP.

-Indicaciones en neonatos/pretérmino

En adultos el objetivo fundamental de estudio de las cánulas de alto flujo es la


suplementación de oxígeno.
En prematuros y neonatos esto cambia y el primer objetivo pasa a ser conseguir presión de
distensibilidad pulmonar para uso en las siguientes situaciones clínicas:

-Profilaxis o tratamiento de síndrome de distrés respiratorio


-Prevención o tratamiento de la insuficiencia respiratoria postextubación
-Apneas
-Asma

CONTRAINDICACIONES
-Existencia de indicación de ventilación mecánica(shock,incapacidad para mantener la vía
aérea permeable)
-Obstrucción de la nasofaringe(atresia de coanas,tumor nasofaringe).
-Trauma o cirugía nasofaringe.

MECANISMOS DE ACCIÓN

La vía aérea nasal es muy eficiente en captar calor y humedad del gas exhalado para así poder
reciclar en la siguiente inspiración debido a su excelente perfusión y la gran superficie de
contacto.
Sin embargo, la presencia de patología pulmonar se asocia por lo general con un incremento
substancial del volumen minuto que excede la capacidad de acondicionamiento de gas
inspirado por la mucosa nasofaríngea.

Hay cuatro posibles mecanismos que explican los beneficios clínicos:

1. Lavado del espacio muerto anatómico.


2. Reducción de la resistencia inspiratoria asociada al
flujo de gas a través de la nasofaringe.
3. Administración de una presión de distensión
4. Reducción en el trabajo metabólico y respiratorio
asociado con el acondicionamiento del gas inspirado.
Lavado del espacio muerto anatómico

El volumen minuto respiratorio es la cantidad total de aire nuevo que penetra en las vías
respiratorias. Si se toma como ejemplo que, el volumen corriente normal en un pulmón ideal
de una persona adulta es de alrededor de 500 mL y la frecuencia respiratoria normal es de 12
respiraciones por minuto, el volumen minuto respiratorio promedio será de unos 6 Lpm. En
última instancia, el objetivo de la ventilación pulmonar es el de renovar constantemente el
aire en las zonas de intercambio gaseoso y la tasa a la que el aire alcanza estas zonas se
denomina ventilación alveolar. Sin embargo, durante la respiración tranquila, una tercera
parte del volumen corriente se distribuye a lo largo del espacio muerto anatómico
comprendido entre las fosas nasales y los bronquiolos terminales. Esta zona se conoce
también como zona de conducción en la cual no se lleva a cabo ningún intercambio gaseoso.
Las otras dos terceras partes del volumen corriente inspirado llegan a zonas de intercambio
gaseoso.

Por lo tanto, en una persona sana, las concentraciones de oxígeno alveolar son inferiores a las
del aire ambiente y las concentraciones de dióxido de carbono alveolar son superiores a las
del aire ambiente. Esta diferencia entre el gas ambiente y el gas alveolar es una función de la
ventilación alveolar así como la concentración o contenido de gas en sangre. Entonces:

se establecen diferencias entre

ventilación alveolar y ventilación minuto:


Ventilación minuto =volumen tidal × frecuencia respiratoria
Ventilación alveolar =[volumen tidal – espacio muerto] ×frecuencia respiratoria

Vale la pena recordar que la estrategia de purgar o lavar el espacio muerto anatómico no es un
concepto nuevo. La insuflación de gas transtraqueal ha demostrado que optimiza el volumen
minuto al promover la remoción de CO2. Esta reducción del espacio muerto traqueal se ha
asociado con un mejor intercambio gaseoso y a una disminución de los requerimientos de
volumen y presión necesarios para la expansión pulmonar.

Aunque parece intuitivo que el aumento de flujo a través del espacio muerto anatómico más
allá de flujos inspiratorios picos normales renueve constantemente la concentración de
oxígeno del espacio muerto y remueva el CO2, el papel de la tafocn en el manejo del paciente
con hipercapnia no ha sido consistentemente documentado. Estudios de dinámica de flujos en
la vía aérea superior cuando se utiliza tafocn han logrado determinar que el reservorio
anatómico rico en oxígeno y bajo en CO2 sucede durante la última fase de la espiración y la
pausa antes de la inspiración. Bajo estas condiciones, la siguiente respiración está compuesta
de menos gas espirado, normalmente rico en CO2, y mayor administración de flujo rico en
oxígeno.

La disminución del volumen de espacio muerto produce un aumento obvio de la ventilación


alveolar. Este fenómeno explica por qué la mayoría de los pacientes que reciben tafocn
experimentan una disminución significativa de la frecuencia respiratoria y del volumen
minuto con un mejor intercambio gaseoso.

Reducción de la resistencia inspiratoria asociada al flujo de gas a través de la


nasofaringe

Los sistemas de tafocn parecen reducir esta resistencia al proveer flujos a través de la
nasofaringe que simulan o exceden los flujos inspiratorios pico. En mediciones del trabajo
respiratorio, Saslow y colaboradores determinaron que la administración de flujos entre 3 y 5
Lpm a neonatos estaban asociados con la misma cantidad de trabajo respiratorio observada en
pacientes con CPAP de 6 cm H2O. A pesar de las similitudes en el nivel de trabajo
respiratorio los cambios en distensibilidad después de 5 Lpm con tafocn fueron similares a
los obtenidos después de administrar CPAP a 6 cm H2O (1.03 ± 0.47 vs 0.83 ± 0.49
mL/cmH2O/kg) y la presión esofágica fue significativamente más baja con tafocn (1.32 ±
0.77 vs 1.76 ± 1.46 cmH2O;p < 0.05). Por lo tanto, es claro que mecanismos distintos a la
distensión de la vía aérea explican porque la tafocn disminuye el trabajo respiratorio.

Es muy posible que el simple acondicionamiento de los gases mejore su flujo a través de la
vía aérea superior y reduzca en forma considerable el trabajo metabólico requerido en
condiciones que excedan la capacidad normal de la mucosa nasofaríngea.

Distensión de la vía aérea

En general se considera que la presión generada durante la tafocn está directamente


relacionada con tres factores: la cantidad de flujo, las dimensiones anatómicas del paciente, y
la cantidad de fuga por la boca así como dentro y alrededor de la cánula. Entre más espacio
exista entre la cánula y la fosa nasal, menor la presión de distensión nasofaríngea y
posiblemente en la vía aérea. La generación de presiones similares a las obtenidas con
sistemas de CPAP se han observado cuando se utilizan cánulas grandes en relación al orificio
nasal y cuando la boca está cerrada al respirar ya que esto limita las fugas y permite la
generación de presión retrógrada. A pesar de estas dos condiciones, numerosos estudios
clínicos sugieren que la presión de distensión sobre la vía aérea no es substancial , y que el
efecto clínico obedece a mecanismos no dependientes de la generaciónde presión.

Reducción en el trabajo metabólico y respiratorio asociado con el


acondicionamiento del gas inspirado

Es bastante claro que el proveer la temperatura y humedad adecuada al aire inspirado reduce
sustancialmente las demandas metabólicas impuestas por un gas frío y seco. Igualmente, un
apropiado acondicionamiento del aire inspirado aumenta considerablemente la comodidad del
paciente, que en ocasiones debe permanecer con terapia de oxígeno durante horas o días.
Estos aspectos sumados a los anteriores explican la posible relación que existe entre la tafocn
y la disminución del trabajo respiratorio en muchos de estos pacientes.

COMPONENTES DEL ALTO FLUJO

Estos equipos están constituidos por al menos los siguientes componentes :


- Sistema de generador de alto flujo.
- Sistema de entrega de humedad y calefacción
- Circuito con cable calefactor
- Cánula de interfase
- Este equipo va conectado a un flujómetro para la administración de oxígeno.

Sistema generador de flujo: Estos equipos son capaces de generar un alto flujo de gas que
puede alcanzar los 60 LPM. En nuestro país los equipos más comunes son el sistema Airvo®
de Fisher & Paykel y el sistema Hi-VNI® de Vapotherm. Estos sistemas también son capaces
de monitorizar el flujo generado, la temperatura y la fracción de oxígeno inspirada (FiO2).
Este equipo se puede conectar a un flujómetro de oxígeno para entregar al paciente la FiO2
que requiera.

Sistema de entrega de humedad y calefacción: Incorporado al sistema generador de flujo


también se encuentra una base calefactora capaz de calefaccionar el gas a temperaturas entre
34º y 37ºC, con una humedad relativa cercana al 100%.

Circuito con cable calefactor: El circuito comunica el sistema generador de alto flujo con la
cánula nasal y trae incorporado un cable capaz de mantener la temperatura constante desde la
salida del equipo hasta las fosas nasales del paciente. Esta característica permite la entrega de
una temperatura y humedad constante.

Cánula de interfase: Estas cánulas difieren de las clásicas cánulas de oxígeno porque son
más confortables y ajustables a la fosa nasal, lo cual mejora la tolerancia al equipo.

REGULADORES DE PRESIÓN Y DE FLUJO

La presión de los gases envasados en cilindros es aproximadamente 2.100 psi, cuando el


contenedor está completamente lleno; presión que disminuye progresivamente en razón del
consumo. Los gases que circulan por redes provenientes de una central de oxígeno o de aire
comprimido, ejercen una presión en los conductos dependiente de la longitud de la tubería;
presión que debe ser suficiente para alimentar la totalidad de la red. En cualquiera de las dos
situaciones descritas, la presión es elevada con respecto a la presión de trabajo requerida para
el funcionamiento de los equipos de cuidado respiratorio.
Un ventilador mecánico, por ejemplo, requiere una presión de trabajo promedio de 50 psi
mientras que la presión de trabajo de un nebulizador usualmente no sobrepasa las 10 psi e
incluso menos. Cuando el gas es tomado de la red, se conecta un flujómetro al dispositivo de
conexión que contiene el reductor de presión.

Cuando el gas es tomado de un cilindro es necesario interponer entre la fuente de provisión


de gas y el equipo, un elemento mecánico capaz de reducir la presión; tal elemento es un
regulador de presión y/o flujo. Todos los reguladores de presión usados en cuidado
respiratorio, son reductores de presión. Ellos disminuyen el valor de fuerza por unidad de
área a 50 psi en promedio. No obstante, pueden diferenciarse dos diferentes reguladores
debido a la posibilidad de manipular el caudal de flujo.

1. Reguladores de alta presión y flujo constante o manómetros de flujo directo.

2. Reguladores de alta presión y flujo variable o flujómetros.

En los reguladores de alta presión y flujo constante (manómetros de flujo directo), el gas
circula por la válvula reductora en la que se disminuye la presión (usualmente a 50 psi) y
después del dispositivo se conecta el equipo que será utilizado. En los reguladores de flujo
variable, se interpone entre la válvula reductora y el equipo de terapia, un regulador de flujo o
flujómetro, el cual provee flujos variables entre 0 y 15 lpm. Por lo general, los primeros (alta
presión y flujo constante) se conectan a cilindros de oxígeno para uso en ventilación
mecánica y los segundos (flujo variable) en oxigenoterapia.

Existen dispositivos que se comportan exclusivamente como flujómetros puesto que su


conexión a la red de gases ya provee la presión de trabajo requerida . Algunos reguladores se
diseñan para proveer doble utilización, poseen un flujómetro para conectar un equipo de
oxígeno o un resucitador manual y, un checker que suministra oxígeno a una presión de 50
psi como fuente de poder para el ventilador mecánico. Aunque se usan convencionalmente
flujómetros que regulan el caudal entre 1 y 5 lpm, existen otro tipo de calibraciones para
proveer flujos más bajos con mayor precisión y oxígeno.

Aunque los colores mencionados corresponden a normas internacionales, el terapeuta debe


asegurarse del contenido del cilindro mediante la lectura de la etiqueta. Un mecanismo de
seguridad adicional, se refiere al diseño de la válvula de suministro que se conecta al
regulador de presión, la cual es diferente para cada gas; por ejemplo, el conector de la válvula
de un cilindro de oxígeno es macho, mientras el de un cilindro de aire es hembra.

Existen diferentes tamaños de cilindros, los cuales se designan con letras que identifican su
altura y su diámetro, de la siguiente manera:
• Cilindros E: 10.79 cm de diámetro × 76.2 cm de altura
• Cilindros G: 21.59 cm de diámetro × 139.7 cm de altura
• Cilindros H: 22.86 cm de diámetro × 139.7 cm de altura

La designación por letras permite, además de conocer el tamaño del diámetro y la altura,
realizar el cálculo del tiempo de duración del cilindro utilizando la siguiente ecuación:

Modelo de flujómetro con checker para oxigenoterapia y ventilación mecánica

Presión del indicador (kg/cm) X factor ----------------------------------------------- = Duración


(minutos) Flujo en litros

La presión del indicador se lee en el manómetro conectado al cilindro, el flujo se instaura en


el flujómetro y el factor que se multiplica por la presión depende del tamaño del cilindro, así:
• Cilindro E: 0.28 • Cilindro G: 2.41
• Cilindro H: 3.14 Los cilindros más comúnmente utilizados son los tipo H. Los de menor
tamaño (E) son útiles en el transporte de pacientes.

Cualquiera que sea el cilindro, debe conectarse a un manómetro de flujo directo o a un


flujómetro. Los tipo E poseen un conector de yugo y los tipo G y H un conector de rosca
(tornillo).

Humidificación en el paciente que respira espontáneamente


En esta primera situación, pueden utilizarse diversos sistemas. Dentro de los más
comúnmente usados, se encuentran:
1. Humidificador simple o de contacto.
2. Humidificador de inmersión o de burbuja.
3. Humidificador caliente simple o de contacto.
4. Humidificador caliente de inmersión o de burbuja.

Humidificador simple o de contacto


Este tipo de humidificador es el más económico y es el menos utilizado actualmente, debido a
que es el que provee menor porcentaje de HR ya que, el principio utilizado es el contacto
entre el gas que circula a través del sistema con la superficie del agua; contacto que favorece
la incorporación de moléculas de agua al gas conducido hacia el paciente

Humidificador de inmersión o de burbuja


Es el más utilizado en la práctica del cuidado respiratorio. El gas circula por debajo del
líquido de humidificación (agua destilada o estéril) a través de un tubo inmerso en él, de
donde escapa al agua por una serie de minúsculos orificios ubicados en el extremo distal del
tubo de conducción, generando un número de burbujas que depende de forma directamente
proporcional del número de orificios: a mayor número, mayor superficie de contacto con el
agua.
Cada burbuja entra en íntimo contacto con el agua hasta que finalmente escapa de ella (por
Ley de Henry) y el gas humidificado es conducido hacia el paciente. Por su facilidad de uso,
economía, versatilidad y posibilidades de reutilización de algunos modelos, estos son los
humidificadores más frecuentemente utilizados.
Estos humidificadores ya sean desechables o reutilizables, poseen una válvula de
sobrepresión que se abre al medio ambiente cuando los flujos provenientes de la fuente son
excesivos para el sistema

Humidificador caliente simple o de contacto y de burbuja o inmersión


Una forma de optimizar el porcentaje de HR es el calentamiento del líquido y, por lo tanto,
del gas que va a ser suministrado al paciente. El calentamiento en los dos tipos de
humidificadores descritos puede proveerse mediante dos mecanismos: la introducción en el
líquido de un instrumento de inmersión o la colocación de un calentador externo son
utilizados en oxigenoterapia y/o ventilación mecánica

INTERFACES

Cánula de interfase: Estas cánulas difieren de las clásicas cánulas de oxígeno porque son
más confortables y ajustables a la fosa nasal, lo cual mejora la tolerancia al equipo.

Existen diversos sistemas de administración de oxigenoterapia de alto flujo, y se pueden


utilizar en todo tipo de pacientes.

Las cánulas nasales son de diferente tamaño según el tamaño del paciente. El diámetro ideal
debería tener un diámetro aproximado de la mitad del diámetro interno de la nariz, para no
ocluir completamente esta y prevenir excesos de presión y formación de úlceras. Dentro de
los tipos de generadores de flujo disponibles tenemos:

- Mezclador aire/oxígeno conectado a un humidificador. Dentro de estos equipos destaca


el sistema Optiflow (Fisher & Paykel), Precision flow (Vapotherm) y Comfort Flo (Teleflex
Medical). Algunos disponen de una válvula de liberación de presión que corta el flujo cuando
se alcanza una presión predeterminada. Estos equipos requieren al menos una fuente de aire
para ser operativos.

- Sistema de turbina con humidificador. Dentro de estos equipos tenemos el Airvo2


(Fisher&Paykel). Estos sistemasd no requieren fuente de aire.

- Ventilador convencional con circuito de alto flujo conectado a un humidificador (por ej.
Hamilton G5, V60, Bellavista, Evita XL).
PARÁMETROS DE ALTO FLUJO

Flujos utilizados
Las cánulas nasales regulares están conectadas al sistema de suministro de gas a través de
medidores de flujo, la mayoría de los cuales permiten el suministro de flujos de gas de hasta
15 lpm. Sin embargo, la provisión de flujos constantes a través de las cánulas nasales
estándar tradicionales es limitada, no solo por el diámetro interno de la cánula, sino también
por la incomodidad generada por la falta de calentamiento y humidificación del gas inspirado.

La provisión de flujos que excedan el suministro de O2 estándar (15 lpm) puede ser
importante en un paciente con disnea; la taquipnea se acompaña de rápidos flujos
inspiratorios que pueden alcanzar los 50 lpm.
Cuando los caudales inspiratorios exceden el flujo de O2 suministrado, el flujo adicional se
recluta del aire circundante (con FiO2 de 0.21). En esta situación, la FiO2 inspirada es
significativamente más baja que el gas suministrado. Es razonable afirmar como se ha hecho
que los sistemas de bajo flujo son poco confiables cuando se requiere determinar con
precisión la FiO2; son preferibles desde esta perspectiva los sistemas de alto flujo, de hecho
la CNAF es uno de ellos

En general, se podría utilizar en adultos un flujo inicial de entre 30 y 40 lpm, aunque hay
reportes de hasta 55-60 lpm.
En la población pediátrica se recomienda empezar con flujos entre 5-10 lpm en lactantes y
niños. En neonatos según Sreenan y cols para conseguir una presión de distensión de 4,5
cmH2O se calcula el flujo mediante la fórmula:

Flujo estimado = 0,92 + (0,68 x peso en Kg).

Sin embargo hay estudios dispares, como el de Wilkinson y cols. que no coinciden con los
flujos medidos por Sreenan para las mismas presiones objetivo; en este estudio se encontró
que las CNAF a tasas de flujo de 2 a 8 lpm pueden conducir a elevaciones clínicamente
significativas en la presión faríngea en recién nacidos. Spetsnaz y cols., sugieren utilizar 8 a
12 lpm en lactantes y 20 a 30 lpm en niños. En cuanto a la FiO2 , debe administrarse la
necesaria para obtener la saturación arterial de O2 deseada.
Programar temperatura confortable para el paciente, generalmente 34 o 37ºC.

- Flujo:
• Considerar que el paciente generalmente se encontrará con cierto grado de apremio
respiratorio, por lo que se recomienda comenzar con flujos de 40- 60 LPM.

• Alentar al paciente a respirar por nariz y evitar abrir la boca para evitar la filtración de
flujo.
- Oxígeno:
• La mayoría de los equipos pueden entregar FiO2 desde 21 – 100%, especialmente en
equipos con conexión a red de aire y oxígeno.
En el Airvo podría no lograrse FiO2 100%.
En este caso comenzar con el nivel más alto posible (flujómetro al máximo).
• Titular la FiO2 para SpO2 > 90%.
• Observar signos de apremio, aumento del esfuerzo, obstrucción de la vía aérea, disconfort o
ansiedad.
• Documentar la FR y SpO2 (gases arteriales si es posible).
• Flujo de aire/oxígeno, en función del peso del paciente:
– <15 kg: utilizar caudalímetro de flujo estándar de 0-15 l/min.
– >15 kg: utilizar caudalímetro de alto flujo que ofrece hasta 50 l/min.

• Humidificador de placa calentadora.

• Circuito para unir al humidificador:


– Niños <12,5 kg: 12mm (niños).
– Niños ≥12,5 kg: 22 mm (adultos).
• Cánula nasal:
– Lactantes y niños de hasta 10 kg
cánula infantil pediátrica (máx. flujo: 20-25 l/min).

– Niños >10 kg: cánula tamaño adulto (máx. flujo: 50 lpm).

Las cánulas no deben ocluir totalmente la nariz y es aconsejable empezar con flujo bajos.

• Tasa de flujo, en función del peso del niño:


– ≤10 kg, 2 l/kg/min. – ≥10 kg, 2 l/kg/min para los primeros 10 kg + 0,5 l/kg/min por cada kg
por encima de 10 (máx. flujo: 50 l/min).

En adultos se usan flujos de hasta 60 lpm. Comenzar con 6 l/min o 1 l/kg y aumentar hasta el
flujo objetivo en pocos minutos para permitir que el paciente se adapte al alto flujo.
Redondear hacia abajo a los flujos más cercanos a los previstos.
• FiO2.

Comenzar con 50-60%. Objetivo SpO2 de 93-97%.

El flujómetro puede determinar la FiO2 entregada. Para calcular la cantidad de LPM de aire y
oxígeno necesarios para entregar una FiO2 determinada, se puede utilizar la siguiente
fórmula:

Manejo del paciente

• Fijar la cánula nasal.


Las cánulas no deben ocluir totalmente la nariz.

TERAPIA DE ALTO FLUJO EN PACIENTES CON INSUFICIENCIA


RESPIRATORIA
En pacientes con insuficiencia respiratoria hipoxémica aguda no hipercápnica, el tratamiento
con CNAF, O2 estándar o ventilación no invasiva no ha dado lugar a tasas de intubación
significativamente diferentes, pero se ha encontrado una diferencia significativa a favor de la
CNAF en la mortalidad a los 90 días.

En pacientes inmunocomprometidos la terapia con CNAF se ha ido extendiendo, impulsada


por su facilidad de uso y quizás por la mejoría de parámetros como la PaO2 /FiO2 o la
frecuencia respiratoria, lo que transmite sensación de seguridad, pero no parece ser el
tratamiento de elección para evitar la intubación en este grupo de pacientes.

El uso de gas totalmente acondicionado (suministrado a temperatura y humedad ideales) ha


demostrado una mejor tolerancia y comodidad en los pacientes con IRA. Pero también
permite una disminución de la frecuencia respiratoria y una mejoría en la oxigenación.

El acondicionamiento del gas administrado que permite la CNAF afecta indirectamente a la


oxigenación. La humidificación activa mejora la función mucociliar, facilita la expulsión de
secreciones y disminuye la formación de atelectasias, lo que mejora la ratio
ventilación/perfusión y la oxigenación
Además, la administración de gas totalmente acondicionado permite una disminución en la
resistencia de la vía aérea, lo que disminuiría el trabajo respiratorio del paciente. Efecto sobre
el patrón ventilatorio y hemodinámico Durante la inspiración, la presión negativa limita el
flujo inspiratorio debido al colapso que se produce en la nasofaringe. La CNAF, al generar
cierto grado de presión positiva en la vía aérea, permite contrarrestar este fenómeno. Dado
que la CNAF permite administrar flujos iguales o mayores al PDI del paciente, podría
minimizar la resistencia de la vía aérea superior disminuyendo el trabajo respiratorio.

Se ha demostrado, además, una mejoría de la sincronía toracoabdominal con la CNAF en


comparación con la oxigenoterapia convencional. Por otra parte, el uso de CNAF da lugar a
un aumento de la impedancia pulmonar y, por lo tanto, a un aumento de los volúmenes
tidales.
Este hecho se suele acompanar de ˜ una disminución de la frecuencia respiratoria sin cambios
en la PaCO2 . Tanto este cambio en el patrón ventilatorio, que podría conllevar una reducción
del trabajo respiratorio, como la generación de un cierto grado de presión positiva
intratorácica podrían generar cambios en el patrón hemodinámico de los pacientes en
situación de IRA . Un estudio reciente ha analizado los efectos hemodinámicos de la CNAF
en pacientes con insuficiencia cardíaca estable . Estos efectos consistían en una disminución
de la precarga del ventrículo derecho (medida a través de una disminución del colapso de la
vena cava inferior), lo que podría suponer una mejora hemodinámica en los pacientes con
IRA secundaria a disfunción miocárdica
ANEXOS.

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