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MATERIA:
Practica Pre Profesionales hospital/ clínicas 1
TEMA:
TERAPIA DE ALTO FLUJO DE OXÍGENO POR CÁNULA NASAL
(TAFOCN)
RESPIRACIÓN CON PRESIÓN POSITIVA INTERMITENTE (IPPB)
ESPIRÓMETRIA INCENTIVA
DOCENTE:
Lcda.: Eva Domínguez
INTEGRANTES:
Jimmy Cedeño
Liener Méndez
Jose Guamán
Luis Benavidez
SEMESTRE:
6TO G#2
2019-2020
TERAPIA DE ALTO FLUJO DE OXÍGENO POR CÁNULA NASAL (TAFOCN)
Los cuidados del paciente avanzan de manera acelerada yendo cada vez de lo
más invasivo a lo menos invasivo. Por supuesto, el cuidado respiratorio no es
ajeno a esta estrategia a la cual se agregan, no sólo la recuperación pronta del
paciente, sino también su comodidad durante la terapia.
Esto se ha hecho posible gracias a un mejor diseño de dispositivos que no solo
permiten un acceso fácil y eficaz de la vía área sino que facilitan su monitoreo.
En el caso específico del paciente con problemas respiratorios, la utilización de
métodos no invasivos ha permitido una expansión de terapias respiratorias que,
en muchos casos, permiten el manejo en áreas no críticas con una reducción
dramática de, tanto la frecuencia de la intubación endotraqueal, como del
índice de complicaciones asociadas a la ventilación mecánica invasiva.
La tecnología entonces se ha puesto a disposición de los pacientes y
profesionales de la salud como una herramienta de vital ayuda en el
tratamiento de las diversas enfermedades que llevan a falla respiratoria. Hemos
pasado de las técnicas de
ventilación mecánica invasiva
y los modos convencionales y
no convencionales de
ventilación, incluyendo la alta
frecuencia, modos duales y
de asa cerrada entre otros, a
modos cada vez menos
invasivos como la ventilación
no invasiva (VNI) bajo las
modalidades de presión positiva continua en la vía aérea (CPAP, por sus siglas
en inglés) o presión positiva en la vía aérea con doble nivel de presión (BiPAP).
Lo que ha permitido el auge de una terapia como la VNI es el desarrollo de
diversas interfaces con capacidad de adaptarse a las necesidades del paciente,
buscando de esta manera procedimientos más sencillos, simples y óptimos con
el fin de disminuir los riesgos que trae consigo cualquier procedimiento
invasivo.
TERAPIA DE OXÍGENO VÍA CÁNULA NASAL
La administración de oxígeno suplementario ha sido siempre considerada como
el primer apoyo y eslabón terapéutico para abordar los pacientes con
insuficiencia respiratoria. La oxigenoterapia asume la administración de
oxígeno a concentraciones mayores que la atmosférica (mayor al 21%) con el
objetivo principal de tratar la hipoxemia y en segunda instancia disminuir el
esfuerzo respiratorio y cardíaco. Sin embargo, la mera administración de
oxígeno, ignorando los factores que determinan un transporte eficiente de
oxígeno a los tejidos, es una estrategia incorrecta.
El gasto cardíaco, presión de oxígeno, concentración adecuada de
hemoglobina y necesidades metabólicas son factores que todo profesional
debe tener presentes para entender por qué algunos pacientes continúan
siendo refractarios a la terapia de oxígeno y por qué a pesar de presentar
normoxemia, continúan siendo hipóxicos.
El oxígeno es un recurso terapéutico que debe prescribirse con una razón
válida para permitir su administración de forma correcta y segura, y para evitar
los riesgos de hiperoxemia como el estrés oxidativo. Las técnicas de
administración de oxígeno se han clasificado en sistemas de alto y bajo flujo.
Como se dijo en el capítulo anterior, los sistemas de alto flujo tienen la
característica de que el flujo total de gas suministrado por el aparato es
suficiente para proporcionar la demanda de oxígeno sin variación de la fracción
inspirada de oxígeno (FIO2 ), independiente de los cambios en la ventilación
minuto del paciente. Por lo tanto la tasa de flujo del equipo tiene que ser
generalmente mayor a los requerimientos ventilatorios del paciente.
Como norma general el flujo total administrado debería ser dos a tres veces el
volumen minuto del paciente para compensar cambios drásticos en el patrón
ventilatorio sin alterar la administración de
oxígeno. Por el contario, los sistemas de bajo
flujo de oxígeno no proporcionan suficiente
cantidad de gas para suministrar la atmósfera
completa de inspiración. Por lo tanto, parte
de la demanda inspiratoria del paciente debe
venir del medio ambiente cambiando en
ocasiones de una forma importante el
porcentaje de oxígeno inspirado FIO2. Una
de las mayores limitaciones que existen para
la utilización de flujos que exceden o suplen
el volumen minuto del paciente es la falta de
adecuación del gas inspirado a condiciones corporales de temperatura y de
humidificación.
Desde los años sesenta, se impuso el uso de la cánula nasal como el método
más convencional y sencillo para aplicar oxígeno a pacientes hospitalizados o
ambulatorios. La mucosa nasal calienta y humidifica el gas inspirado antes de
ingresar a las vías aéreas y a los pulmones. Exponer la mucosa nasofaríngea a
flujo de gases no condicionados más altos que el volumen minuto normal crea
una sobrecarga de trabajo para estos tejidos, lo que causa disfunción y daño
mucoso.
A pesar de los flujos utilizados en la cánula nasal tradicional (0.1 a 2 Lpm en
neonatos, 3 a 4 Lpm en pediatría y hasta 5 Lpm en adultos), esta
administración de oxígeno se lleva a cabo a expensas de un alto costo en
déficit de temperatura y humedad. La dificultad radica en la imposibilidad de
administrar oxígeno a altos flujos por medio de una cánula nasal convencional
con los niveles de humedad y temperatura que condicionen la entrega de gas
con el fin de promover una mejor tolerancia de los pacientes y eviten la
resequedad de la mucosa de la vía aérea.
Gracias a la tecnología se han desarrollado en los últimos años equipos que
suministran altos flujos (entre 3 y 50 Lpm) con FIO2 variables, a temperatura
corporal (37°C), y con humedad relativa (44 mg/l H2 O). Estos dispositivos se
han denominado como terapia de alto flujo de oxígeno por cánula nasal
(tafocn), a la cual dedicaremos este capítulo.
TERAPIA DE OXÍGENO DE ALTO FLUJO
La terapia de alto flujo de oxígeno consiste en la entrega de altos flujos de gas
inspirados (oxígeno y aire), mayores al flujo pico inspiratorio del paciente, a
través de una cánula nasal. El gas debe estar húmedo (95 a 100% de humedad
relativa) y caliente, idealmente a temperatura corporal (37°C, 44 mg/l H2 O). La
alta calidad de humedad en fase de vapor de agua más la adecuada
temperatura facilitan no sólo la preservación de la mucosa aérea sino también
de la tolerancia de flujos nasales a través de la nariz. La importancia del
calentamiento del gas inspirado ha sido conocida desde hace varias décadas y
su importancia en el aclaramiento mucociliar.
Por el contrario, la entrega de gases a través de una vía aérea artificial sin la
adecuada humidificación y calor pueden incrementar los daños y efectos
nocivos sobre la mucosa aérea. Además genera un impacto negativo en la
ventilación del paciente y una marcada afectación en el aparato mucociliar con
el consiguiente aumento del trabajo respiratorio, hipoxemia e hipotermia. Por lo
tanto, respirar altos flujos de gases secos produce daños serios en la mucosa
de las vías respiratorias, que van desde la reducción de la motilidad ciliar hasta
la disminución de la producción de
moco, broncoespasmo, malestar
nasal, sangrado, formación de
atelectasias, y en casos más
severos a la necrosis e inflamación
de la mucosa.
Por el contrario, la respiración de
gases húmedos y calientes se
asocia con la protección de la
mucosa y el epitelio respiratorio
además de un efecto terapéutico.
La humidificación térmica puede prevenir la hipotermia intraoperatoria o
acelerar el destete y se ha demostrado también que reduce o elimina los
episodios de asma nocturna y asma inducida por el ejercicio.
MECANISMOS DE ACCIÓN DE LA TAFOCN
La vía aérea nasal es muy eficiente en captar calor y humedad del gas
exhalado para así poderlo reciclar en la siguiente inspiración debido a su
excelente perfusión y la gran superficie de contacto. Sin embargo, la presencia
de patología pulmonar se asocia por lo general con un incremento substancial
del volumen minuto que excede la capacidad de acondicionamiento de gas
inspirado por la mucosa nasofaríngea.
Hay cuatro posibles mecanismos que explican los beneficios clínicos de tafocn:
1. Lavado del espacio muerto anatómico.
2. Reducción de la resistencia inspiratoria asociada al flujo de gas a través
de la nasofaringe.
3. Administración de una presión de distensión
4. Reducción en el trabajo metabólico y respiratorio asociado con el
acondicionamiento del gas inspirado.
Lavado del espacio muerto anatómico
El volumen minuto respiratorio es la cantidad total de aire nuevo que penetra
en las vías respiratorias. Si se toma como ejemplo que, el volumen corriente
normal en un pulmón ideal de una persona adulta es de alrededor de 500 mL y
la frecuencia respiratoria normal es de 12 respiraciones por minuto, el volumen
minuto respiratorio promedio será de unos 6 Lpm.
En última instancia, el objetivo de la ventilación pulmonar es el de renovar
constantemente el aire en las zonas de intercambio gaseoso y la tasa a la que
el aire alcanza estas zonas se denomina ventilación alveolar. Sin embargo,
durante la respiración tranquila, una tercera parte del volumen corriente se
distribuye a lo largo del espacio muerto anatómico comprendido entre las fosas
nasales y los bronquiolos terminales. Esta zona se conoce también como zona
de conducción en la cual no se lleva a cabo ningún intercambio gaseoso. Las
otras dos terceras partes del volumen corriente inspirado llegan a zonas de
intercambio gaseoso. Por lo tanto, en una persona sana, las concentraciones
de oxígeno alveolar son inferiores a las del aire ambiente y las concentraciones
de dióxido de carbono alveolar son superiores a las del aire ambiente. Esta
diferencia entre el gas ambiente y el gas alveolar es una función de la
ventilación alveolar así como la concentración o contenido de gas en sangre.
Entonces: se establecen diferencias entre ventilación alveolar y ventilación
minuto:
Ventilación minuto = volumen tidal × frecuencia respiratoria
Ventilación alveolar = [volumen tidal – espacio muerto] × frecuencia respiratoria
Vale la pena recordar que la estrategia de purgar o lavar el espacio muerto
anatómico no es un concepto nuevo. La insuflación de gas transtraqueal ha
demostrado que optimiza el volumen minuto al promover la remoción de CO2.
Esta reducción del espacio muerto traqueal se
ha asociado con un mejor intercambio gaseoso
y a una disminución de los requerimientos de
volumen y presión necesarios para la expansión
pulmonar. Aunque parece intuitivo que el
aumento de flujo a través del espacio muerto
anatómico más allá de flujos inspiratorios picos
normales renueve constantemente la
concentración de oxígeno del espacio muerto y
remueva el CO2, el papel de la tafocn en el
manejo del paciente con hipercapnia no ha sido
consistentemente documentado. Estudios de
dinámica de flujos en la vía aérea superior
cuando se utiliza tafocn han logrado determinar que el reservorio anatómico
rico en oxígeno y bajo en CO2 sucede durante la última fase de la espiración y
la pausa antes de la inspiración. Bajo estas condiciones, la siguiente
respiración está compuesta de menos gas espirado, normalmente rico en CO2,
y mayor administración de flujo rico en oxígeno. La disminución del volumen de
espacio muerto produce un aumento obvio de la ventilación alveolar.
Este fenómeno explica por qué la mayoría de los pacientes que reciben tafocn
experimentan una disminución significativa de la frecuencia respiratoria y del
volumen minuto con un mejor intercambio gaseoso.
Reducción de la resistencia inspiratoria asociada al flujo de gas a través
de la nasofaringe
Detallados análisis de flujos oronasales por Shepard y Burger han confirmado
que la nasofaringe ofrece una gran resistencia al flujo inspiratorio y que
además responde con contracción y distensión durante el ciclo respiratorio para
regular esta resistencia.
En el caso de la presión positiva continua en la vía aérea (CPAP), la
disminución del trabajo respiratorio obedece a que la presión distiende la vía
aérea, reduciendo así la resistencia supraglótica hasta en un 60%. Los
sistemas de tafocn parecen reducir esta resistencia al proveer flujos a través de
la nasofaringe que simulan o exceden los flujos inspiratorios pico.
En mediciones del trabajo respiratorio, Saslow y colaboradores determinaron
que la administración de flujos entre 3 y 5 Lpm a neonatos estaban asociados
con la misma cantidad de trabajo respiratorio observada en pacientes con
CPAP de 6 cm H2 O. A pesar de las similitudes en el nivel de trabajo
respiratorio los cambios en distensibilidad después de 5 Lpm con tafocn fueron
similares a los obtenidos después de administrar CPAP a 6 cm H2 O.
SISTEMAS DISPONIBLES
Como fue mencionado anteriormente, el primer sistema aprobado por la FDA
para el uso en pacientes fue el Vapotherm 2000-2004. Utilizado tanto en niños
como en adultos, el sistema se vale de una membrana intercambiadora de
vapor que calienta y humedece el aire inspirado a través de una cánula nasal
administrando flujos entre 1 y 40 Lpm. El sistema de Fisher & Paykel® calienta
y humedece el aire a una temperatura de 37°C, con una humedad de 44 mg/L .
PROTOCOLOS DE UTILIZACIÓN
INDICACIONES
La evidencia actual apoya el uso de tafocn en el manejo de pacientes a
cualquier edad con estados hipoxémicos que requieren un aumento de
la FIO2 mayor al 50%, generalmente sin hipercapnia.
Su utilización en falla hipoxémica se ha asociado con una disminución
en las tasas de intubación de estos pacientes.
Se ha encontrado también que es de utilidad para mejorar la tolerancia
al ejercicio en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica
(epoc) y asma (47,50-52), edema pulmonar e insuficiencia respiratoria
aguda post extubación.
Experiencia en pediatría
Uno de los estudios más recientes y el único en Colombia fue el desarrollado
por Jaramillo y colaboradores (62) en una UCI cardio-neuro-vascular de la
ciudad de Medellín donde reportaron el caso de 30 pacientes tratados con un
dispositivo tafocn (no convencional) diseñado y estructurado con elementos de
uso respiratorio en esta unidad y siguiendo la estructura general de los
sistemas convencionales ya descritos.
Se trata de un estudio retrospectivo, descriptivo en 30 pacientes pediátricos.
En 16 de ellos se administró la tafocn durante el proceso de extubación y a 14
de ellos por insuficiencia respiratoria moderada.
Para cada paciente se tomaron registros de frecuencia cardíaca, frecuencia
respiratoria y saturación de oxígeno antes de iniciar la terapia, a la hora y a las
6 horas posteriores a la administración de la misma. Los resultados de las
variables medidas en signos vitales no sufrieron cambios significativos en la
primera hora de instaurada la terapia luego de la extubación, pero a las 6 horas
posteriores se observó una disminución significativa de la frecuencia cardíaca y
una notoria mejoría en la SaO2
De los 30 pacientes, 5 requirieron intubación 2 de ellos por insuficiencia
respiratoria y los otros 3 por necesidad de realizar procedimientos invasivos
Experiencia en adultos
En un estudio realizado por Carratalá-Perales y colaboradores (67) se
reportaron 5 casos de insuficiencia respiratoria aguda por insuficiencia cardíaca
congestiva (ICC) en adultos con una edad promedio de 84 años, en quienes
fracaso la VNI debido a hipoxemia refractaria.
A las 24 horas de iniciada la tafocn se observó mejoría en variables clínicas
como una disminución en la FC y FR y un aumento significativo en la SaO2 de
85 a 94% y de la PaO2 , mejoría en el pH y en la disnea con un tiempo de
utilización entre 4 y 62 horas de tafocn
CONCLUSIONES
Podemos concluir que la tafocn es otro método de soporte distinto al CPAP y
la VM convencional, que se suma a la disponibilidad de equipos no invasivos
necesarios para tratar a los pacientes con un grado de insuficiencia respiratoria
El grado de tolerancia por parte de los pacientes es mejor aceptado al
compararlo con otros métodos de administración de oxígeno con máscara
tafocn es una modalidad distinta de soporte respiratorio diseñada
exclusivamente para administrar flujos de gas en condiciones óptimas de
temperatura y humedad a través de una cánula nasal. El objetivo es superar el
flujo inspiratorio pico del paciente, disminuir el trabajo respiratorio, y permitir
una mejoría clínica.
CONTRAINDICACIONES DE LA IPPB
1. Barotrauma no tratado.
2. Fracturas faciales.
3. Traumatismo craneoencefálico en fase aguda.
4. Fractura de base de cráneo.
5. Volutrauma.
6. Hemoptisis.
7. Tuberculosis pulmonar activa.
8. Absceso pulmonar.
9. Fístula broncopulmonar.
10. Fístula traqueoesofágica.
11. Tumor bronquial.
12. Neumonectomía.
13. Cirugía abdominal reciente.
14. Enfisema subcutáneo.
15. Neumonía estafilocócica.
16. Alcalosis respiratoria.
17. Hiperinsuflación pulmonar.
18. Estados hemodinámicos marginales.
19. Hipertensión intracraneana.
COMPLICACIONES DE LA IPPB
1. Neumotórax.
2. Aerofagia con distensión gástrica. Náuseas, vómito.
3. Hiperventilación y alcalosis respiratoria.
4. Infección.
5. Disminución del retorno venoso y del gasto cardíaco.
6. Hipertensión endocraneana.
INSTRUMENTAL UTILIZADO
La terapia con IPPB debe administrarse con un generador de presión, el cual
puede ser un ventilador convencional que permita la “ventilación controlada por
presión”, o un equipo diseñado específicamente para este tipo de terapia. Son
muy utilizados los “ventiladores de presión clásicos”.
Por lo general, los circuitos de IPPB son “circuitos simples” de una sola vía en
la que se encuentran dispuestos los elementos requeridos para la
administración de la terapia.
Si se usan ventiladores convencionales con control de presión, los circuitos son
corrientes (de dos líneas).
TÉCNICA DE EJECUCIÓN
Si la terapia con IPPB está indicada, se deben seguir los siguientes pasos:
1. Alistar el equipo previamente esterilizado y transportarlo hasta la cama del
paciente herméticamente empacado. Incluye generador de presión, circuitos y
pieza de contacto con el paciente (boquilla o máscara).
2. Explicar al enfermo la naturaleza del tratamiento y los objetivos perseguidos.
Si el paciente esta inconsciente o si es un niño, se utilizará una máscara de
anestesia, conectada al circuito del ventilador.
3. Colocar al paciente en una posición cómoda y relajada.
4. Ajustar la presión del ventilador iniciando con niveles bajos (10 cm H2 O).
Posteriormente se progresará a niveles altos, sin exceder de 30 cm H2 O.
5. Estimular al paciente a respirar lentamente a través de la boquilla o máscara
sin permitir escapes. Ocasionalmente, la presión puede ser alcanzada en la
cavidad oral debido a la resistencia que el paciente opone. Esta circunstancia
se genera por una inadecuada explicación o por la pobre colaboración del
paciente. Si éste rechaza el tratamiento, no lo intente.
6. Una vez el ventilador dispare, el paciente suspenderá su esfuerzo
inspiratorio, y deberá dejar que el aparato insufle sus pulmones. La fase
espiratoria es pasiva pero eventualmente el paciente puede experimentar
incomodidad si espira contra una válvula de PEEP.
7. Se recomiendan 100 insuflaciones por sesión con una frecuencia que varía
entre cada hora y cada 8 horas. Siempre deben vigilarse los signos de alcalosis
respiratoria aguda (mareos principalmente)
8. Se deberá registrar el tiempo, resultados y reacciones adversas del
tratamiento.
9. Si se presenta alguna reacción adversa se suspenderá inmediatamente el
tratamiento y se avisará al médico tratante.
10. Una vez terminado el
tratamiento, el equipo debe
limpiarse y guardarse, o si las
condiciones lo permiten,
deberá cambiarse.
11. Deben desecharse los
restos de cualquier
medicamento o solución que se
encuentren en el nebulizador.
Por último, cabe anotar que si la
terapia con IPPB no es utilizada y vigilada adecuadamente, no se conseguirán
los objetivos previstos y en cambio pueden presentarse reacciones secundarias
adversas.
INSPIRÓMETRO INCENTIVO
El inspirómetro incentivo es probablemente el dispositivo más ampliamente
utilizado en Fisioterapia Respiratoria para realizar ejercicios respiratorios.
A pesar de que su nombre lo identifica como un aparato utilizable durante la
fase inspiratoria, tiene utilidad en la espiratoria debido a que se promueve y se
requiere una acción eficaz de la elasticidad pulmonar durante los intervalos en
su ejecución previos a la próxima inspiración.
Es tal vez la maniobra más efectiva para la prevención de atelectasias en el
periodo post-operatorio y en el paciente recién extubado. En la práctica ha
demostrado ser tan eficaz como las técnicas tradicionales de Fisioterapia del
tórax o la presión positiva intermitente, aunque es justo afirmar que esta última,
es de enorme utilidad no sólo en la prevención, sino en el tratamiento de la
atelectasia.
Consiste en estimular al paciente para que realice una inspiración máxima
sostenida para la cual se requiere, la utilización de los músculos inspiratorios y
la participación activa del paciente.
Los objetivos de este procedimiento son:
1. Aumentar la presión transpulmonar y los volúmenes inspiratorios.
2. Promover y optimizar el funcionamiento de la musculatura inspiratoria.
3. Restablecer o simular el patrón normal de hiperinflación pulmonar
(suspiros y bostezos).
El suspiro es una inspiración lenta y profunda seguida de una espiración con
las mismas características. La insuflación máxima permite abrir alvéolos parcial
y totalmente colapsados y vencer transitoriamente la constricción bronquial
debido a las grandes fuerzas de tracción radial ejercidas sobre los bronquios.
Por tal razón, se considera en fisiología que el suspiro es un reflejo iniciado en
zonas de atelectasia.
El bostezo es una inspiración profunda realizada por la boca, seguida de un
breve periodo de mantenimiento de altas condiciones de presión al final de la
fase antes de que se produzca la espiración. Durante su ejecución, el
incremento en la presión subatmosférica facilita la apertura de alvéolos
subventilados e incluso colapsados, por el mantenimiento de una alta presión
transmural y por la mejoría en la distribución del gas inspirado generado por la
ventilación desde unidades pulmonares adyacentes bien ventiladas.
Si es correctamente ejecutado, el inspirómetro incentivo combina los efectos
benéficos de suspiros y bostezos, los cuales obran como mecanismos de
defensa contra el colapso alveolar.
Una explicación fisiológica adicional de los efectos terapéuticos del
inspirómetro incentivo, está referida al concepto de ventilación colateral,
fenómeno mediante el cual la ventilación de unidades distales a la obstrucción
del conducto puede mantenerse gracias a las comunicaciones que existen
entre diversas estructuras pulmonares. Los poros de Kohn (enlaces
interalveolares), los canales de Lambert (comunicaciones bronquioalveolares) y
los canales de Martin (comunicaciones interbronquiolares), obran como
estructuras de protección contra la atelectasia de zonas comprometidas por la
obstrucción bronquial.
Los efectos del inspirómetro incentivo como dispositivo útil en la prevención e
incluso resolución de atelectasias, se sustentan entonces en:
1. Una inspiración máxima sostenida que per se, favorece la apertura de
unidades subventiladas.
2. Una facilitación del paso de gas desde unidades bien ventiladas a
unidades subventiladas, por efecto de péndulo conseguido al final de la
inspiración y potenciado por la apneusis.
3. Una facilitación de la ventilación colateral durante toda la inspiración.
4. Una posibilidad de remover tapones obstructivos durante la fase
espiratoria con el gas expulsado desde la unidad subventilada.
EJECUCIÓN DE LA TÉCNICA
En el mercado se consiguen diversos
tipos de “incentivos”; desde aparatos
fáciles de entender y manejar, hasta
complejos dispositivos electrónicos.
El paciente coloca la boquilla en sus
labios debiendo realizar un cierre
hermético. Esta boquilla está conectada a
una manguera corrugada comunicada por
su otro extremo a una “columna de
presión”, la cual contiene un volumen de
gas “X” determinado por la altura en que
este colocado el “tubo de ambiente”. Se
pide al paciente que inspire profundamente, lo cual promueve el paso del
volumen “X” hacia las vías aéreas y simultáneamente se produce el ascenso
del estímulo para taponar el extremo inferior del tubo de ambiente debido a que
en la columna de presión se generan condiciones subatmosféricas.
Previamente se ha instruido al paciente acerca de la necesidad de mantener el
estímulo adosado al extremo inferior del tubo de ambiente durante el mayor
tiempo posible, puesto que, es de esta forma como se consiguen los efectos
terapéuticos, contrariamente a lo que comúnmente se hace (subir y bajar el
estímulo muchas veces).
Como el extremo externo del tubo de ambiente está comunicado con el aire
ambiental, en su interior la presión es atmosférica, por lo cual transcurrido un
periodo variable de tiempo, esta presión vence la presión subatmosférica de la
columna de presión y se produce el descenso (caída) del estímulo. Es más útil
para el paciente, mantener el estímulo durante un periodo prolongado de
tiempo en posición de contacto con el tubo de ambiente que elevar este tubo
para incrementar el volumen.
Una vez concluido el ejercicio, se deja descansar el
paciente antes de repetirlo, para prevenir la
hiperventilación.
La terapia con incentivo ha sido ampliamente
utilizada en la Fisioterapia respiratoria. Como se
anotó al inicio del capítulo, suele denominarse
espirometría incentiva a una maniobra que en
realidad corresponde de manera estricta a
inspirometría incentiva. Aunque parezca una
confusión semántica, esta debe ser tenida en cuenta puesto que el elemento
básico de la terapia incentiva es la inspiración máxima sostenida, por lo que al
reseñar la maniobra el fisioterapeuta debe pensar siempre en una maniobra de
fase inspiratoria.
INDICACIONES DEL INSPIRÓMETRO INCENTIVO
1. Condiciones que predisponen a la aparición de atelectasias (reposo
prolongado, cirugía torácica o abdominal).
2. Cirugía en pacientes con EPOC.
3. Atelectasias.
4. Disfunción diafragmática de cualquier origen.
EFECTOS DEL INSPIRÓMETRO INCENTIVO
1. Aumento en la presión transpulmonar.
2. Aumento de los volúmenes pulmonares.
3. Mejoría en la distribución de gases inspirados.
4. Reeducación de los músculos inspiratorios.
5. Fortalecimiento de los músculos inspiratorios, si se adapta un resistor al
dispositivo.
6. Posibilita la administración de aerosoles si se adapta un
micronebulizador al sistema.
7. Favorece el retorno venoso.
8. El paciente lo puede realizar solo si ha recibido una adecuada
instrucción.
CONTRAINDICACIONES
1. Tórax inestable.
2. Hemoptisis.
3. Alcalosis respiratoria.
4. Neumotórax no tratado.
5. Broncoespasmo.
6. Infarto agudo de miocardio.
7. Pacientes con capacidad vital inferior a 10 ml/kg.
LIMITACIONES
1. Falta de cooperación del paciente.
2. Sedación del paciente.
3. En pacientes traqueostomizados puede limitarse su uso si no se adapta un
dispositivo de conexión entre el incentivo y la cánula.
4. No debe usarse como único método de manejo de las atelectasias.
5. Dolor.
6. Fatiga muscular.
7. Hipoxemia si se requiere desconectar al paciente del sistema de
oxigenoterapia. Esta limitación puede superarse colocando una cánula nasal
durante su ejecución.
FRECUENCIA DE UTILIZACIÓN
La frecuencia utilizada para su ejecución es variable. Sin embargo, la
realización de diez (10) inspiraciones cada hora – excepto por supuesto,
durante el sueño – genera resultados adecuados.
Por lo general el ejercicio se realiza en decúbito supino o semifowler.
No obstante, como se trabaja a volúmenes pulmonares elevados el decúbito
lateral favorece la insuflación del pulmón supralateral por lo cual puede
adoptarse esta posición colocando el pulmón atelectásico en posición
supralateral.
Preguntas.
1. ¿Qué es el inspirómetro incentivo?
Es un dispositivo usado para realizar ejercicios respiratorios.
2. ¿Cuál es la maniobra más efectiva del inspirómetro incentivo?
Es la de prevención de atelectasias en el periodo post operatorio y en el
paciente recién extubado.
3. ¿Cuáles son los objetivos del inspirómetro incentivo?
Aumentar la presión transpulmonar y volúmenes inspiratorios.
Promover y optimizar el funcionamiento de la musculatura
inspiratoria.
Restablecer el patrón normal de hiperinflación pulmonar
Sistema de Vapotherm
Sistema de Fisher & Paykel
13. ¿Porque La cánula nasal no debe ocluir más del 50% del orificio
nasal?
Para evitar no solo puntos de presión sino permitir adecuada fuga del
flujo espiratorio y para prevenir la generación de presión positiva
inadvertida
El gas debe estar húmedo (95 a 100% de humedad relativa) y una temperatura
corporal de 37°C
19. ¿Para que enfermedad se utilizó el modelo de alto flujo MT 1000?
Bibliografía