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Grupo 2

Propiedad intelectual

LOS DERECHOS DE LA PERSONALIDAD


Integrantes:

• Renzo Manuel Gonzalez Aragones


• Michael Francisco Casanova Borges
• Sandra Margarita Jimenez Beltre
• Ambar Penelope Molina Cruz
• Santiago Natanael Santos Cosma
Indice:

1-Concepto o significado de los derechos de la personalidad

2- Características de los derechos de la personalidad

3-Importancia de los derechos de la personalidad

4-Evolucion doctrinal de los derechos de la personalidad

5- Opinión final de lo entendido


Tema 1

Concepto o significado de los derechos de la personalidad

Los derechos a la personalidad son los derechos que se dirigen a proteger


la integridad personal del ser humano, tanto en su vertiente física (vida,
integridad física), como espiritual (honor, intimidad, imagen, identidad).
Todo tenemos derechos a la personalidad, debemos tener en cuenta que el
ser humano es un ser social que vive en una comunidad donde entra en
relación con sus semejantes realizando actos y negocios
Entonces si tal es la incidencia del ser humano en el Derecho, lo primero
que hace es ocuparse del ser humano mismo; luego tutelarlo por sí y ante
sí como unidad física y jurídica para protegerlo como componente de la
sociedad.
Los Derechos de la Personalidad son una categoría especial de
los Derechos Humanos, cimientos jurídicos, estos, que están en
la Declaración De Los Derechos Del Hombre Y Del Ciudadano del 26
agosto 1789 texto fundamental en virtud del cual se definen los derechos
"naturales e imprescriptibles" de la libertad, la propiedad, la seguridad, la
resistencia a la opresión reconociendo la igualdad de todos los ciudadanos
ante la ley y la justicia.
Los Derechos Humanos, “son un conjunto de libertades públicas que
tienen los seres humanos, sin distinción de ninguna índole, que les permite
luchar por alcanzar su fin trascendente en armonía de su dignidad, innata,
con la de las otras personas, bajo el reconocimiento del Derecho y con el
respeto del poder político.” (ESCOBAR P. F., “Jurisprudencia
Constitucional en la nueva Constitución política del Estado.

Fuente.
APUNTES JURIDICOS™: ¿Que son los derechos de la Personalidad? (jorgemachicado.blogspot.com)
Tema 2

Características de los derechos de la personalidad

La esencialidad o inherencia a la persona


La inherencia a la persona significa que los derechos de la personalidad
corresponden a todo ser humano por el mero hecho de serlo, sin necesidad,
por tanto, de circunstancias, requisitos o situaciones social de orden
complementario. Toda persona, en cuanto tal, tiene derechos de la
personalidad, que el OJ debe reconocer de forma general y necesaria.

La condición de derechos personalísimos


La referencia constitucional de derechos inherentes a la persona, puede
ser, parcialmente, identificada con la categoría de los derechos
personalísimos: esto es, aquellos que debe ejercitar necesariamente su
titular, sin posibilidad de transmitirlos o enajenarlos a otra persona.
Con todo, la categoría de los derechos personalísimos es más amplia que
la de los derechos de la personalidad. Así, pues, todos los derechos de la
personalidad son personalísimos, pero no todos éstos son derechos de la
personalidad.
En cuanto derechos personalísimos, los derechos de la personalidad
gozan de una serie de características generales a dicha categoría que
suelen enunciarse recurriendo a las ideas generales de inalienabilidad,
indisponibilidad, irrenunciabilidad e imprescriptibilidad.

El deber general de respeto


Dado que la dignidad de la persona y el libre desarrollo de la
personalidad constituyen fundamento básico de la convivencia ciudadana,
es evidente que los derechos de la personalidad deben ser objeto de
respeto general. Caso de ser conculcados o desconocidos, su titular (la
persona) puede ejercitarlos y reclamar su protección frente a todos, ya se
trate del propio Estado o de las AAPP, ya de los restantes conciudadanos.
En consecuencia, los derechos de la personalidad pueden ser calificados
como derechos generales, en cuanto todos los miembros o entidades de la
colectividad deben respetarlos y son oponibles por su titular frente a
cualquiera.

La extrapatrimonialidad
Otra de las características consiste en su extrapatrimonialidad, en cuanto,
en sí mismos considerados, deben ser excluidos “del comercio de los
hombres” (cf. art. 1271), porque carecen de valoración económica
concreta.
La referida nota de extrapatrimonialidad de los derechos de la
personalidad, indiscutible en términos técnicos, encuentra en la práctica
un talón de Aquiles bien conocido: el hecho de que muchas personas
“cedan” algunos de sus derechos de la personalidad a cambio de una
contraprestación (normalmente económica). Tal realidad cuestiona la
pervivencia de la extrapatrimonialidad, pues además, socialmente no se
encuentra generalizada la idea de que comerciar con la intimidad o la
propia imagen, por ejemplo, atente contra el orden público, como parece
suponer el propio OJ.
Los derechos de la personalidad como derechos subjetivos
La mejor doctrina predica que los derechos de la personalidad son
verdaderos derechos subjetivos, en cuanto permiten a su titular reclamar
el respeto general y, en caso de lesión, impetrar el auxilio de la justicia y
la oportuna sanción del infractor.

Fuente Características de los derechos de la personalidad - Derecho UNED


Tema 3
Importancia de los derechos de la personalidad

La incorporación del derecho al libre desarrollo de la personalidad en el


catálogo de Derechos Fundamentales representa hoy una deuda
imprescindible de ser saldada con prontitud.
La Carta Fundamental de 1980, como se ha afirmado en más de alguna
oportunidad, configura lo que se ha llamado Liberalismo Conservador; lo
primero en cuanto a lo económico y lo segundo en lo valórico. No resulta
difícil identificar que las libertades contenidas en el texto vigente se
encuentran dispersas y atomizadas, como fragmentos insuficientes de un
rompecabezas; truncas y limitadas.
Existen en el texto vigente numerosas alusiones a la libertad, pero todas
ellas acotadas a (1) la esfera intelectual, como la libertad de conciencia
(fuero interno), la exteriorización de las creencias y el ejercicio de los
cultos (pero que estos últimos no se opongan a la moral, el orden público
y las buenas costumbres), la libertad de enseñanza, la libertad de
expresión o de expresión de las artes, (2) la esfera patrimonial, como la
libertad de trabajo – tal cual como hoy se concibe –, de emprendimiento
o de consumo y (3) la esfera física, concretada en la libertad de
movimiento. Sin embrago, no existe en el sistema chileno de Derechos
Fundamentales ningún dispositivo normativo que permita a las personas
adoptar decisiones vitales relevantes y surtan efectos únicamente en su
propia persona, pudiendo exigir del resto el respeto por tales decisiones,
en tanto no atenten en contra de bienes objetivos – derechos de terceros,
no meros intereses – o el ordenamiento constitucional.
A efectos de esta reflexión, entendemos por Derecho al Libre Desarrollo
de la Personalidad al Derecho Fundamental que asegura a toda persona su
libertad de acción, es decir, de expresarse libremente en la esfera externa
y de iniciación y mantenimiento de relaciones sociales exentas de
intromisiones, impedimentos y autocensura (la protección de la vida
privada y social), además de poder desplegar sin condiciones la esfera
interna de lo psíquico, intelectual, cognitivo, artístico, emocional y
espiritual de la persona[1], en tanto no afecte derechos fundamentales de
terceros.
Este derecho se vincula con la importancia de la subjetivad del
pensamiento, la autonomía y la autodeterminación de las personas para
elegir su forma de vivir, lo que, obviamente, no debe entorpecer o
interferir con la autonomía de los demás.
El no reconocimiento de este derecho provoca un desgaste en la esfera
pública. Este desprecio del Estado por la diversidad implica una
subordinación de los seres humanos a una categoría del poder. Cuando el
Estado tensiona la esfera de poder, liquida o suprime un cúmulo de
facultades tales como el pensamiento, actitudes (cognitivas), capacidades
de aprendizajes y de expresiones creativas.
Fuente
¿Por qué es importante que el derecho al libre desarrollo de la personalidad esté contemplado en la nueva
Constitución de Chile? - Diario Constitucional

Tema 4

Evolución doctrinal de los derechos de la personalidad


La expresión "bienes esenciales de la personalidad" ha sido defendida y
es utilizada aún por la doctrina española,1 sin embargo, Federico de
Castro discute en su obra esta cuestión con ciertas vacilaciones, según sus
propias palabras reconociendo también en éstos a "los derechos de la
personalidad". El Código Civil español sólo alude a esta denominación en
el artículo 162,2 reformado por la Ley de 13 de mayo de 1981. Es a partir
de la Ley 1 de 5 de mayo de 1982, a la cual le dedicaré una detallada
explicación posteriormente, donde se alude expresamente en su
preámbulo, a "los derechos de la personalidad".
El tema puede parecer meramente terminológico, sin embargo, existe una
connotación de fondo bien importante al identificar a éstos derechos de la
personalidad como derechos verdaderamente subjetivos, posición que
adopta la doctrina moderna.3 El Tribunal Supremo admite y se afilia
también a la consideración de los derechos de la personalidad como
verdaderos derechos subjetivos.4
Por derechos fundamentales o derechos de la personalidad cabe entender
un conjunto de derechos inherentes a la propia persona que todo
ordenamiento jurídico debe respetar, por constituir en definitiva
manifestaciones de la dignidad de la persona y de su propia esfera
individual.
Existe una antigua controversia sobre estos derechos, por una parte una
concepción pluralista dentro de los derechos de la personalidad, y por otra,
la consideración de un único derecho subjetivo de la personalidad que
procede de la doctrina del ius in se ipsum.
En el derecho español el tema ha quedado solucionado si se analizan los
ordenamientos jurídicos positivos, inclinándose ellos por la posición
pluralista. La doctrina española, por su parte, es también casi unánime
en la posición pluralista, en esta línea se destaca Beltrán de Heredia,5 al
sostener: "es indudable que carece de sentido el llamado derecho genérico
de la personalidad. En verdad, lo que con él se quiere indicar no es sino la
capacidad jurídica en su amplio significado de aptitud para ser sujeto de
derechos, de toda clase de derechos y por sí sólo no constituye un derecho
subjetivo independiente".
Es importante reconocer que la doctrina civilista abandonó durante mucho
tiempo la temática de los derechos de la personalidad. De los dos pilares
o instituciones claves del derecho civil: la persona y el patrimonio, a este
último es al que se le ha dedicado mayor atención.
Sin embargo, el repertorio de los derechos de la personalidad y la
delimitación de los mismos ha ido incrementándose y fortaleciéndose a lo
largo de los siglos en las normas políticas básicas de los Estados europeos
-desde la Carta Magna inglesa (1225); la Declaración de los Derechos del
Hombre y el Ciudadano, subsiguiente a la revolución francesa de 1789,
hasta las actuales Constituciones, incluyendo la Unión Europea en el
desarrollo del derecho civil contemporáneo-, por lo cual constituyen uno
de los puntos clave del sistema jurídico, acorde con la sociedad donde el
Estado de bienestar y las garantías de los derechos sobre él mismo se van
potenciando cada día más.
Por ser la persona el objeto de esos especialísimos derechos, algunos
autores han llegado a negar la existencia de los derechos de la
personalidad al calificarlos como subjetivos. Ondei6 parece dilucidar la
negativa, cuando en su obra explica que los que niegan la categoría de los
derechos de la personalidad confunden objetividad y materialidad,
pretendiendo que todo objeto del derecho sea una cosa externa al sujeto.
El autor reconoce el carácter erga omnes de los derechos de la
personalidad cuando apunta que estos derechos no consisten en la relación
persona-cosa, sino en la garantía que el ordenamiento jurídico da al sujeto
respecto a las invasiones externas sobre esa cosa de cuya garantía deviene
objeto.
Fuente
Revista de Derecho Privado (unam.mx)
Tema 5
Conclusiones y opinión final de lo entendido

1. La regulación jurídica de la persona en la actualidad se caracteriza,


entre otros aspectos por la ampliación de nuevas esferas de protección y
el surgimiento de derechos de nueva generación.
2. La categoría Derecho Subjetivo, de gran importancia para el Derecho
Civil, comprende en una de sus clasificaciones a los Derecho de la
personalidad que pueden ser definidos como: los derechos supremos del
hombre, los que le garantizan el goce de sus bienes personales: el goce de
sí mismo, la actuación de sus propias fuerzas físicas o espirituales.
3. Los Derechos de la personalidad se caracterizan por ser originarios o
innatos, absolutos, necesarios, no patrimoniales, irrenunciables,
intransmisibles, personalísimos.
4. Los derechos de la personalidad constituyen un proyecto inacabado
pues el desarrollo de las ciencias jurídicas apunta al surgimiento y
regulación de nuevas esferas de protección.
5. En Cuba la regulación jurídica de los derechos de la personalidad se
encuentra en el Código Civil y emana de otras legislaciones (como la
Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, de la que Cuba es
parte) aunque consideramos que todavía es necesario transitar un largo
camino hacia la perfección de la misma.
6. El derecho a la identidad personal de los menores de edad comprende,
según la Convención Internacional Sobre los Derechos del Niño: el
derecho a la nacionalidad, al nombre, a las relaciones familiares, a ser
inscripto inmediatamente después de su nacimiento, a conocer a sus
padres y a ser cuidado por ellos. La Declaración Universal prohíbe las
injerencias ilícitas de los Estados en cuanto a los derechos que comprende
la identidad personal de los menores y la obligación de estos de velar por
su aplicación y restituir la situación preexistente si son vulnerados.

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