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Consideraciones preliminares
Existen derechos que el individuo posee por el sólo hecho de ser tal,
debido a su propia naturaleza y dignidad. Son facultades o títulos que tiene
todo individuo por el solo hecho de pertenecer a la especia humana y que se
califican como tales en los Tratados Internacionales y en el Derecho
Consuetudinario.
Los DD.HH. constituyen imperativos jurídicos, morales y políticos
fundamentales para la existencia de una comunidad organizada y sus normas
son obligatorias tanto para los individuos como para los Estados.
El Estado no otorga ni concede estos derechos, sino que se limita a
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reconocerlos y estos tienen su fundamento en la naturaleza y dignidad de la
persona humana.
El individuo está dotado de estos derechos para llevar a cabo el pleno
cumplimiento de sus necesidades materiales, intelectuales y morales.
Su fundamento último de los DD.HH. se encuentra entonces en la
naturaleza del ser humano y su dignidad.
+ Los DD.HH. son intrínsecos. Esto significa que su posesión solo depende
de la cualidad de ser nada más que ser humano.
+ Los DD.HH. son universales, es decir pertenecen a todos los seres
humanos; ninguno puede quedar excluido de ellos.
+ Los DD.HH. son igualitarios. Todos los seres humanos son titulares por
igual de tales derechos, ya que todos exhiben la única cualidad necesaria para
adquirirlos "ser persona".
+ Los DD.HH. son absolutos, en virtud de lo cual no son susceptibles de
negociación o regateo. Es decir se trata de derechos que no admiten ser
desconocidos.
+ Los DD.HH. son interdependientes e indivisibles, lo que significa que
todos los DDHH valen por igual y existe una relación de interdependencia entre
unos y otros.
+ Los DD.HH. son imprescriptibles, por lo que el transcurso del tiempo no
afecta su vigencia.
+ Los DD.HH. son inalienables puesto que no son susceptibles de renuncia
como tampoco se pueden transferir. Por último,
+ Los DD.HH. son internacionales en el sentido que trascienden los
ordenamientos jurídicos nacionales.
Las principales tareas que le plantean los DD.HH. a los Estados desde el
punto de vista político- jurídico, son las siguientes:
+ El deber de proclamarlos, es decir, reconocer y declarar su existencia y
exhortar a los seres humanos y a los Estados para que a su vez los reconozcan y
los respeten. En esta materia es donde se han logrado los mayores avances.
+ El deber de protegerlos, es decir, establecer mecanismos institucionales
coercitivos y eficaces para reclamar su vigencia cuando son desconocidos o
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violados, y hacerlos valer. Este es el problema mas grave y urgente de nuestro
tiempo: impedir que los Estados, a pesar de las declaraciones solemnes en estas
materias, continuamente los violen.
+ El deber de promoverlos: es decir, crear de un modo progresivo las
condiciones políticas, sociales y económicas para que los titulares de estos
derechos puedan gozar plena y permanentemente de ellos.
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Clasificación de los DD.HH. esenciales