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- Derecho a la vida

El derecho a la vida es la base de todos los demás derechos, el generador.


El derecho a la vida se reconoce en la Declaración Universal de Derechos Humanos.
En su artículo 3 establece que “todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a
la seguridad de su persona”. A pesar de su reconocimiento, en muchos países este
derecho se ve vulnerado debido a las guerras y a los conflictos, y sus habitantes
deben huir hacia otro país para salvar su vida.
El artículo 4 de la Convención también aporta mayor complejidad al incluir en su
primer párrafo la obligación del Estado de proteger el derecho a la vida "generalmente
desde el momento de la concepción".
 El derecho a la vida es uno de los Derechos Humanos Universales recogido y
aceptado en todas las Constituciones Políticas y demás normas legales de los
diferentes países del mundo, así como en los Instrumentos Internacionales que libre y
voluntariamente algunos países han integrado a sus respectivas legislaciones.  Como
ejemplo podemos citar la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Carta de
Derechos Fundamentales de la Unión Europea, la Convención Americana de los
Derechos Humanos, entre otros, que garantizan el derecho a la vida, como un
derecho fundamental autónomo. 
El Derecho Internacional obliga a proteger la vida humana, desde la concepción, es
decir, tanto antes como después del nacimiento.  Pues la evolución de la
internacionalización de los derechos humanos alcanza mayor fuerza día a día y
aceptación a nivel mundial. 
Es justamente el Derecho Internacional uno de los principales promotores de los
derechos humanos y de la protección de los individuos.  El derecho a la vida
constituye un valor supremo cuya titularidad corresponde a todos los individuos de la
especie humana y cuya violación es de carácter irreversible, ya que desaparece el
titular de dicho derecho. 

- Derecho a la libertad
El derecho a la libertad y seguridad personal se encuentra en el artículo 17 de la
Constitución. Su apartado primero realiza la proclamación general del derecho: “toda
persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad. Nadie puede ser privado de su
libertad, sino con observancia de lo establecido en este artículo y en los casos y en la
forma previstos en la ley”.
La libertad es uno de los requisitos para considerar voluntarias las acciones de una
persona, por lo que es responsable de su mal comportamiento y, por lo tanto, está
determinada por la ley, pero con la certeza jurídica que se necesita. Justicia, para
establecer una administración, considerando lo que se necesita tener
La libertad es lo más valioso que tiene una persona, por lo que se practica dentro de
las normas establecidas y no daña al individuo.
En cuanto al desarrollo del tratado, el título es "Derechos de libertad humana y
seguridad jurídica en el Perú", el cual también se divide en cinco capítulos.
Problemas, metas, hipótesis, variables. Métodos, técnicas y equipos; presentación y
análisis de resultados; finalmente, conclusiones y recomendaciones con el mismo
amplio abanico de referencias que sustentan el desarrollo de este estudio.
- Derecho a la integridad

En el Perú, el derecho a la integridad constituye una característica que alcanza el


ámbito físico, psíquico y psicológico de la persona. Este derecho es un soporte
esencial para el derecho a la vida y es más importante porque el riesgo potencial de
perjuicio es suficiente para justificar la limitación de otros derechos. Nadie está sujeto
a violencia moral, psicológica, física o tortura, por lo que no se tolera ninguna violación
de la integridad. Este derecho está protegido en los ámbitos civil y penal a nivel local y
por tratados internacionales de derechos.
Los derechos de las personas desfavorecidas son limitados, pero las restricciones no
alcanzan el derecho a la integridad y respetan este derecho y privacidad.
La efectiva protección del derecho a la vida exige el reconocimiento previo del
derecho a la integridad ya que en múltiples ocasiones la afectación del primero y
fundamental se inicia con el ataque al segundo.
El reconocimiento de la integridad y la vida entre los derechos fundamentales, así
como el derecho a la libertad han sido una constante en la jurisprudencia de nuestro
máximo tribunal. En este sentido se ha resuelto que "a través de distintos fallos o
sentencias constitucionales se ha establecido en forma uniforme la primacía y/o
vigencia plena del derecho constitucional a la libertad individual e integridad física, las
mismas que indudablemente son derechos fundamentales inherentes a la persona
humana"

- Derecho al honor
El derecho al honor encuentra sustento en la cualidad moral de la persona que le
impele al severo cumplimiento de sus deberes de ser humano frente a los otros y
consigo mismo. El honor es el íntimo y raigal valor moral del hombre. Es un valioso
bien de carácter no patrimonial que conlleva un sentimiento o conciencia de la propia
dignidad o como persona. Este invalorable aspecto del ser humano es digno de la
más amplia tutela jurídica. El honor de las personas es un bien que socialmente se
traduce en el respeto y consideración que se merece de los demás, en la estima,
aprecio, buena fama y reputación adquiridas por la virtud y el trabajo. Un inestimable
bien susceptible de respeto y protección. (Fernández Sessarego, 2004, p. 35)
Existe una clásica división entre honor objetivo y subjetivo. El honor objetivo,
denominado también reputación, es la valoración que otros hacen de la personalidad
ético-social de un determinado sujeto, en otras palabras, representará para una
persona su buen nombre y fama, de los que goza ante los demás. Al respecto,
Carrara dijo: «El patrimonio del buen nombre no existe en nosotros, sino en la mente
de otros». El honor subjetivo es la autovaloración o el sentimiento de aprecio que la
persona tiene de sí misma, es decir, de su propia dignidad. (Espinoza Espinoza, 2011,
p. 55)
Por tanto, el derecho al honor se manifiesta de dos formas, como honor objetivo o
reputación y como honor subjetivo o dignidad. En cuanto al primero, es la opinión,
percepción o consideración que tienen los terceros para con la persona (natural o
jurídica) titular de este derecho no patrimonial, mientras que el segundo, es la
autopercepción, la autoestima o autocrítica que la persona (natural) tiene respecto de
si misma. Será posible afectar el honor objetivo de las personas jurídicas, pero nunca
el honor subjetivo de estas ya que no cuentan con las emociones, con los
sentimientos, angustias o penas que son características propias y privativas de los
seres humanos.

Referencias:
 Bernales Ballesteros, Enrique y Otárola Peñaranda, Alberto, La Constitución de 1993.
Análisis comparado, Lima, Ed. Konrad Adenauer, Caedla, 1996, p.
88  http://www.pcm.gob.pe/wp-content/uploads/2013/09/Constitucion Pol
%C3%ADtica-del-Peru-1993.pdf

Quispe Correa, Alfredo, Los derechos humanos, Lima, Gráfica Horizonte, 2002, p.


109.  http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-
91932008000200008     

Mendívil Mamani, A. E. (2017). El Derecho a la libertad de la persona humana y la


seguridad jurídica en el Perú.
Repositorio.uigv.edu.pe/bitstream/handle/20.500.11818/2005/DOCTORADO_DEREC
HO_ÁNGEL%20ERNESTO%20MENDIVIL%20MAMANI.pdf?
sequence=2&isAllowed=y

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