Está en la página 1de 2

Curso de Homilética Pastor Alex Estrada Instituto Bíblico Filadelfia (IBF)

I INTRODUCCIÓN

El testificar de las verdades del Evangelio, con mucho deseo y fervor cristiano, son
virtudes indispensables para la predicación eficaz, pero no siempre es suficiente. Es
necesario presentar las verdades del Evangelio ( sobre todo a los nuevos oyentes) de un
modo claro y lógico, que persuada sin fatigar las mentes. Para ello se necesita orden,
disposición y clara enunciación de la plática o sermón.

Es cierto que el Espíritu Santo ha usado a veces para realizar su obra de salvación
sermones muy deficientes, carentes de lógica y débiles en argumentación. Tal es el caso
del sencillo sermón que ganó al que después fue famoso predicador Spurgeon. Pero éstos
son casos excepcionales, en los cuales Dios ha querido llenar por una manifestación
especial de su gracia lo que faltaba al instrumento humano: Tales ejemplos no son, sin
embargo, motivo alguno para menospreciar el arte de la Homilética, pues la preparación
de sermones es un verdadero arte que requiere estudio y adiestramiento, con la
particularidad de que, por moverse en la más alta esfera de la vida humana, merece más
que cualquier otro arte tal trabajo y esfuerzo.

La cuidadosa preparación del sermón no es, considero, suficiente sin el poder o fuego del
Espíritu Santo, que no siempre es el fuego del entusiasmo humano que se expresa con
enérgicos gestos y grandes gritos, sino aquella unción de lo Alto que da al sermón ese
“algo inexplicable” que no se adquiere por medios humanos pero lleva a los corazones de
los oyentes la impresión de que el mensaje es de Dios, porque es Dios mismo revelándose
al corazón del que escucha la Palabra. Si ambas cosas vienen unidas en el sermón, el
predicador no podrá menos que ver de su siembra espiritual dará abundantes frutos para
vida eterna.

Hay que evitar ambos extremos. El predicador que descuida la preparación de sermones,
confiando imprudentemente en la inspiración divina, se encontrará frecuentemente con
que no tendrá mensaje alguno para dar, y tendrá que sustituir rápidamente la falta de
inspiración por una charla sin sentido que cansará a sus oyentes, pues el Espíritu Santo no
suele otorgar premio a la holganza. Y el predicador que sólo confía en su arte y en sus
cuartillas bien escritas, puede hallarse falto de la unción santa y descubrir con sorpresa
que su palabra no llega a los corazones.

DEFINICIONES.

Homilética (del griego homiletikos, reunión, y homileos, conversar) es en teología


la aplicación de los principios generales de la retórica, específicamente en la
predicación pública.
Curso de Homilética Pastor Alex Estrada Instituto Bíblico Filadelfia (IBF)

Homilética es una rama de la teología pastoral, la cual se encarga del estudio del
sermón o discurso religioso. Trata de manera principal sobre la composición, reglas
de elaboración, contenidos, estilos y correcta predicación del sermón. Nos enseña
cómo presentar, con elegancia y estilo, un discurso religioso. Puede decirse, por lo
tanto, que la homilética es el arte y la ciencia de predicar.

La predicación o sermón homilético fue la principal forma de comunicar la fe


utilizada por nuestro Señor Jesucristo durante su ministerio terrenal. Sus apóstoles
continuaron utilizándola con grandes resultados, según ha quedado registrado en
el libro de Hechos de los apóstoles. Durante la época apostólica de la Iglesia
cristiana, el apóstol Pablo fue sin dudas el más destacado y prolifero predicador
evangélico.

En épocas modernas, la homilética recibe grandes aportes gracias a la obra de


destacados autores y evangelistas, entre ellos: Juan Wesley, Charles H. Spurgeon y
Dwight L. Moody, cuyos escritos sentaron los fundamentos modernos de la
homilética. Charles Haddon Spurgeon publicó su obra célebre: Discursos a mis
estudiantes, que ha sido de gran ayuda para la comprensión de esta ciencia. 
Cabe mencionar la gran aportación de autores contemporáneos, como James D.
Crane, autor de la obra "El sermón eficaz", el cual ha sido un texto base para el
estudio de la homilética. 

Desde el siglo XIX, la homilética ha ocupado un lugar primordial como una rama
de la teología pastoral. El "Diccionario de la norma" define Homilética como "la
rama de la retórica que trata de la composición y la entrega de homilías o
sermones".

La retórica es, desde su fundación disciplinar aristotélica, la «ciencia del discurso»,


otorgando a éste una finalidad persuasiva y teniendo como objeto los asuntos
generales.
 
La retórica se configura como un sistema de procesos y recursos que actúan en
distintos niveles en la construcción de un discurso. Tales elementos están
estrechamente relacionados entre sí y todos ellos repercuten en los distintos
ámbitos discursivos

También podría gustarte