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“… un cambio en la correlacion de fuerzas dentro del espacio de las fuerzas marxistas”

A partir del golpe militar del 18 de julio del 1936, la UGT en general a nivel del campo
sindical pero particularmente en Cataluña comienza un periodo de expansión de su masa de
afiliados muy probablemente en paralelo con la del PSUC por a las misma razones de sus
postulados teóricos de defensa de los intereses republicanos líbrales seducía principalmente
a comerciantes de clase media y sectores de trabajadores cualificadosa menudo no
organizados antes-o solo afiliados a asociaciones técnicas o de oficio asiladas-,en busca de
protección en un contexto político hostil y aprarentemente dominado por los anarquistas”.
(Graham,pag.304)

En la sociedad Catalana, las clases media urbana fuertemente politizadas debido a su


participación directa en el conflicto, había construido la idea o la percepción de integrar el
partido y en el sindicato de la UGT con la expectativa de desarrollo personal individual ya
que “…aumentaba sus oportunidades de ascender profesionalmente porque el PSUC en
Cataluña, como el PCE en el resto de la España Republicana, era el principal organizador
del esfuerzo de la guerra Frentepopulista…”(Graham,pag.305)

Esta particular conformación social que constituía mayoritariamente la UGT Catalana, no


exenta de contradicciones, se fue consolidando en una marcada defensa de sus intereses
corporativa de integrantes pertenecientes a profesionales, burócratas o trabajadores
calificados que tendieron a representarse en una organización de resistencia opuesta a la
socialización de la industria. Dentro de los espacios de trabajo de producción se oposicieron
dicho integrantes agrupado en la UGT Catalana se explica fundamentalmente “... porque
tenían mayor poder de negociación o por razones más subjetivas- solían tener un escaso
sentimiento de solidaridad hacia los trabajadores con empleos más precarios”. Identificando
como problema esencial, de las dificultades económicas, que atravesaba la sociedad los
controles organizativos socializados autogestionarios desplegados por la CNT y “…
apoyaba cada vez más la intervención

Comité revolucionario

En un primer inicio los comités revolucionarios fueron en Cataluña la primera forma de


organización de la sociedad civil armada que se articulaba y auto gestionaba en aquel
espacio siendo momentáneamente la expresión autentica de dirección directa de las masas
populares, que por fin habían alcanzado su tan ansiado anhelo ideológico. Pero a medida
que el contexto de la guerra civil va cambiando los espacios de poder dentro Frente popular
y los distintos grupos tratan de hegemonizar la escena, los comité revolucionarios van
sufriendo paulatinamente sustanciales transformaciones perdiendo su carácter de
representación directa en las tomas de poder por parte de los obreros y campesinos armados
hasta convertirse en los denomina el Historiador Pierre Broué “los comités de alianza” . Segun su
análisis la conversión paulatina de los comités revolucionarios van perdiendo su poder
autónomo localista y subordinándose “a la influencia de los aparatos del partido de los
sindicatos se vuelven preponderantes.”(128, Broué)

Por su parte el principal dirigente del POUM Andres Nin “…afirmó que los comités no tenían
que trocarse en soviets, pues España no tenía necesidad de ellos”(128;boue)

Otra diferencia sustancial entre las concepciones anarquista “…se negaron siempre a distinguir
entre un Estado «burgués» o un Estado «obrero»”(133;boue)

La C.N.T. madrileña propuso la constitución de una «Junta nacional de defensa», integrada por
representantes de la C.N.T. y de la U.G.T., con exclusión de los dirigentes republicanos”(134;boue)

En el nivel local y regional, juntas semejantes, «encarnación del ímpetu revolucionario»,


constituirían el enlace, el organismo aglutinante que era imposible dejar de establecer: en efecto,
la pirámide de los comités gobierno estaría coronada por un poder único, a su imagen y
semejanza”(134;boue)

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