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1:DIGESTIÓN,
ABSORCIÓN Y
METABOLISMO.
ÓRGANOS DIGESTIVOS.
El aparato digestivo está formado por diferentes órganos que van desde la boca al ano y suministran al organismo
de manera continuada agua, electrolitos y nutrientes.
BOCA: formada por 32 piezas dentales, que trituran el alimento y forman el bolo alimenticio, y la lengua ayuda a la
mezcla de los alimentos con la saliva.
ESÓFAGO: estructura cilíndrica de 25 cm que comunica la faringe y laringe con el estómago. Tiene dos esfínteres
(esofágico superior e inferior) que actúan a modo de cierre de seguridad para asegurar que el bolo alimenticio circule en
la dirección adecuada y evitar el paso del contenido ácido gástrico hacia el esófago.
ESTÓMAGO: órgano en forma de saco que conecta con el esófago por arriba y con el duodeno por abajo. Está formado
por diferentes partes: cardias y píloro entre otras como el cuerpo gástrico que presenta rugosidades y es donde ocurren
las contracciones más potentes.
INTESTINO DELGADO: formado por el duodeno, yeyuno e íleon. Las asas intestinales están plegadas unas sobre otras
y estos pliegues tienen VELLOSIDADES INTESTINALES . La función del intestino es la absorción de nutrientes.
INTESTINO GRUESO: formado por el colon ascendente, transverso y colon descendente que se conecta al exterior a
través del ano.
HÍGADO Y EL PÁNCREAS: no forman parte del tubo digestivo, pero desempeñan funciones cruciales en la digestión de
los alimentos. El hígado segrega jugos biliares almacenados en la vesícula, necesarios para la digestión de las grasas,
además de contribuir a la detoxificación de todas las sustancias que llegan desde el intestino a través de la vena porta y
también participa en el metabolismo de hidratos de carbono, proteínas y lípidos. El páncreas se encarga de la digestión
de proteínas y grasas principalmente.
Represen
tación del
tubo
digestivo
Digestión bucal
y esofágica.
La MASTICACIÓN se produce gracias a un reflejo masticatorio
que se inicia por la presencia de bolo alimenticio en la boca y se genera
gracias a la relajación de la mandíbula seguida de una contracción de los
músculos mandibulares. La TRITURACIÓN de alimentos facilita el paso
de alimentos a través del tracto gastrointestinal y la DEGLUCIÓN consta
de dos partes, una voluntaria, que a través de la lengua se desplaza
intencionalmente el bolo alimenticio hacia la faringe y otra involuntaria
que incluye la elevación del paladar blando, la oclusión de la epiglotis para
proteger la vía aérea y la apertura del esfínter superior, acompañado de
unas ondas peristálticas que ayudan al paso del alimento a través del
esófago.
La SECRECIÓN SALIVAR tiene lugar en las principales glándulas
salivares (parótidas, submandibulares y sublinguales). La saliva ayuda a
mantener una correcta higiene bucal, ya que arrastra los gérmenes y
contiene enzimas con características bactericidas y Ac que destruyen las
bacterias bucales.
La SECRECIÓN ESOFÁGICA proporciona sobre todo lubricación
para la deglución (paso de sustancias).
Digestión
gástrica.
El estómago tiene movimientos peristálticos de
arriba abajo, que ayuda a fraccionar más los alimentos y
a mezclarlos con las secreciones gástricas y hacerlos
llegar hasta el intestino delgado a través del píloro. El
producto resultante es lo que se denomina QUIMO, con
aspecto semilíquida y turbia. El estómago también
produce jugos gástricos que contienen HCl que eliminan
posibles toxinas que se hayan ingerido con los alimentos.
El estómago también participa en la absorción de
vitamina B12 .
La regulación de la secreción gástrica consta de
tres fases:
Digestión
intestinal.
Los movimientos del intestino delgado
permiten la interacción del quimo con las
secreciones intestinales y su progresión por el
intestino, extendiéndose por la superficie de la
mucosa intestinal.
En el intestino delgado se encuentra la
válvula ileocecal, que lo separa del intestino
grueso y que evita el reflujo del contenido
fecal del colon hacia el intestino delgado.
Además a nivel duodenal existen unas glándulas
mucosas que segregan una gran cantidad de
moco alcalino con el objetivo de proteger las
paredes del duodeno del ácido gástrico y
neutralizar el HCl.
Función
excretora del
hígado.
Una de las funciones del hígado es la
SECRECIÓN DE BILIS, que supone entre 600 y 1000
ml al día. La bilis ejerce dos funciones principales:
Participa en la digestión y absorción de las grasas,
os ácidos biliares ayudan a emulsionar las partículas
de grasa de los alimentos, haciendo que se
transformen en diminutas partículas sobre las que
pueden actuar las lipasas. Así favorecen la
absorción de los productos finales de la digestión de
las grasas a través de la mucosa intestinal.
Sirve como medio para la excreción de productos de
desecho procedentes de la sangre, como la
bilirrubina (procedente de la hemoglobina de los
glóbulos rojos) y el exceso de colesterol.
Los hepatocitos secretan continuamente bilis,
que se almacena en la vesícula biliar, sales biliares y
colesterol.
Jugo
pancreático.
La secreción del jugo
pancreático aumenta con la llegada del
quimo y sus características dependen
del tipo de alimentos que lo componen.
El páncreas crea jugos naturales
llamados enzimas pancreáticas para
descomponer los alimentos. Estos jugos
viajan por el páncreas a través de
conductos, y vacían en el duodeno.
Cada día, el páncreas produce
alrededor de 200 ml de jugo digestivo
lleno de enzimas.
Intestino grueso.
Las principales funciones son
absorción de agua y electrolitos y
almacenamiento de las heces.
Aproximadamente la primera mitad del colon
se encarga de la absorción y la segunda mitad
del almacenamiento de las heces.
En el intestino grueso hay movimientos
de mezcla y movimientos de propulsión, para
movilizar las heces hacia el recto.. Al igual
que en el intestino delgado, posee muchas
células mucosas encargadas de producir moco ,
cuya función es la de proteger a la pared y
mantener unido el material fecal.
Absorción: glúcidos, lípidos,
proteínas, agua y sustancias
minerales. El intestino tiene que absorber tanto el líquido ingerido como las secreciones gastrointestinales. La
mayoría se absorben en el intestino delgado, y quedan solo 1,5 l diarios que atraviesan la válvula ileocecal en
dirección al colon. En el estómago apenas hay absorción, ya que no dispone de mucosa preparada para ello, de
manera que solo unas sustancias muy liposolubles, como el alcohol o algunos fármacos pueden atravesarla en
pequeñas cantidades.
Absorción de agua e iones: el sodio se absorbe en el intestino delgado y grueso mediante transporte activo y el
potasio se absorbe por difusión facilitada en el yeyuno, íleon y colon.
Absorción de hidratos de carbono: por ejemplo la glucosa se transportades de el hígado a los tejidos, aunque
parte se almacena en el hígado y en el músculo en forma de glucógeno: la fructosa, igual que la galactosa, es
transportada hasta el hígado para convertirse en glucosa. El consumo de grandes cantidades de lactosa, fructosa
o azúcares con grupos alcohol (sorbitol, manitol,…) puede hacer que grandes cantidades de estos azúcares pasen
sin absorberse hasta el colon y pueden producir aumento del gas y deposiciones líquidas (diarrea).
Absorción de proteínas: casi todas se absorben al final del yeyuno e íleon para pasar a la sangre y dirigirse al
hígado, donde quedan depositadas un tiempo, pero su destino final serán las células para la reconstrucción
tisular.
Absorción de ácidos grasos:
Absorcióin de vitaminas y minerales: las vitaminas
hidrosolubles (complejo B y vitamina C) tienen un
mecanismo de difusión pasiva a lo largo del intestino
delgado y las vitaminas liposolubles (A, D, E y K), su
absorción mayoritariamente tiene lugar en el íleon y
tienen mayor capacidad de almacenamiento que las
hidrosolubles.
El Ca, se absorbe por transporte activo en el
duodeno y pasiva en el yeyuno, su absorción se ve
aumentada por la presencia de vitamina D.
El Fe debe transformarse en estado ferroso con
el HCl para mejorar su absorción, que tiene lugar a
Metabolismo.
Es la suma de todos los procesos físicos y químicos que
participan en la producción y consumo de energía. Estos procesos son
fundamentalmente para el correcto funcionamiento de todos los órganos
y sistemas de nuestro organismo y su regulación viene determinada
principalmente por el sistema endocrino. Nuestro organismo para
mantener la homeostasis, intente en todo momento encontrar un
equilibrio entre las pérdidas y las ganancias de energía. La principal
fuente de energía procede de los alimentos y la combustión de los
macronutrientes (lípidos, proteínas e hidratos de carbono) genera CO2 y
agua, y proporciona una cantidad de energía determinada que se
expresa en julios o kilocalorías por gramo.
El gasto energético, se define como la energía necesaria para
mantener el tamaño, composición corporal y un nivel de actividad física
1) Gasto energético
basal (GEB).
Representa la energía mínima
requerida para el mantenimiento de las
funciones vitales. En una persona en
reposo están ocurriendo una serie de
reacciones químicas encargadas de
sintetizar y degradar moléculas, de
conducir señales eléctricas en el corazón y
el sistema nervioso,…
Esta parte del gasto
contribuye en un 60-70% de los
requerimientos de la mayoría de los
individuos sedentarios y cerca del 50% de
individuos físicamente activos.
2) Efecto térmico de
los alimentos (eta).