Está en la página 1de 24

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CHIAPAS

FACULTAD DE MEDICINA HUMANA

“DR. MANUEL VELASCO SUÁREZ” CAMPUS II

PROYECTO DE INVESTIGACIÓN PRÁCTICA COMUNITARIA Y


VINCULACIÓN:

ANSIEDAD Y DEPRESIÓN EN ENFERMOS DE ALCOHOLISMO DE


UN ALBERGUE DE TUXTLA GUTIÉRREZ

ALUMNOS:

DE LA CRUZ HERNÁNDEZ ALONDRA GUADALUPE


DE LA CRUZ ALAMILLA MARISLEYSIS
MACÍAS ROJAS ALEJANDRA
MARTÍNEZ GARCÍA ROBERTH MAURICIO
SANTIAGO VILCHIS CARLOS ALBERTO
TREJO GÓMEZ CÉSAR EMIR

DOCENTE: DRA. CASTELLANOS PÉREZ MANUELA

SEXTO MÓDULO GRUPO D

TUXTLA GUTIÉRREZ A 16 DE NOVIEMBRE DEL 2022


Ansiedad y depresión en enfermos de alcoholismo
de un albergue de Tuxtla Gutiérrez
Planteamiento del problema
¿Cuál es la prevalencia de ansiedad y depresión en enfermos de alcoholismo de un
centro de rehabilitación de Tuxtla Gutiérrez?

Definición del problema


En los últimos años se ha observado una alta incidencia en la ansiedad, depresión,
así como aumento en la tasa de problemas intra e interpersonales en la población
joven. Los niveles más altos de síntomas de depresión se asocian con un inicio más
temprano del consumo de alcohol, un consumo más frecuente y las intoxicaciones.
Las asociaciones entre los síntomas de ansiedad y depresión y el inicio temprano
del consumo de alcohol se asocia con la población joven vulnerable, ya sea que
estos provengan de hogares disfuncionales o provengan de hogares donde la
atención de los padres es muy escueta debido a que ambos padres trabajan
(Johannessen et al, 2017). Además, se puede sugerir que el consumo excesivo de
alcohol y los atracones de alcohol se pueden asociar con un funcionamiento
cognitivo más deficiente en campos como el aprendizaje, la memoria, el
funcionamiento visuoespacial, la velocidad psicomotora, la atención, el
funcionamiento ejecutivo y la impulsividad. El consumo de alcohol durante la
adolescencia se puede asociar con disminuciones aceleradas en la materia gris y
aumentos atenuados en el volumen de la materia blanca, y actividad neuronal
aberrante durante el funcionamiento ejecutivo, control atencional y tareas de
sensibilidad a la recompensa. en comparación con los adolescentes que no beben
(Lees et al, 2020).

Para delimitar el problema, definiremos a la adicción a sustancias (o adicción al


alcohol y las drogas) como un trastorno neuropsiquiátrico caracterizado por un
deseo recurrente de continuar tomando la droga a pesar de las consecuencias
perjudiciales (Zou et al, 2017). Esencialmente, la adicción designa un proceso
mediante el cual un comportamiento, que puede funcionar tanto para producir placer
como para escapar de la incomodidad interna, se emplea en un patrón
caracterizado por (1) falla recurrente para controlar el comportamiento (impotencia)
y (2) continuación de el comportamiento a pesar de las consecuencias negativas
significativas (inmanejabilidad) (Goodman, 1990).

El consumo excesivo de alcohol, o episodios discretos de consumo excesivo de


alcohol, es común entre las poblaciones jóvenes. La tasa de consumo excesivo de
alcohol, definida por el estudio Monitoring the Future como el consumo de cinco o
más tragos en una ocasión al menos una vez dentro del período de 2 semanas
anterior a la encuesta, fue del 34,4 % entre 1 y 4 años después de graduarse de la
escuela secundaria. La tasa más alta, 41 por ciento, se registró entre los jóvenes de
21 a 22 años (Quigley, 1996). Los adultos jóvenes tienen una mayor prevalencia 1
de consumo de alcohol que cualquier otro grupo de edad. También beben más,
experimentan más consecuencias negativas de la bebida y participan en más
actividades mientras beben que pueden ponerlos en riesgo de sufrir muchos tipos
de daños. El abuso de alcohol generalmente se refiere a un patrón de consumo
desadaptativo que implica dificultades recurrentes en una o más de las siguientes
áreas: incumplimiento de obligaciones importantes (p. ej., las demandas de la
escuela, el empleo o la paternidad), consumo de alcohol en situaciones físicamente
peligrosas (p. ej., conducir , navegar en bote o esquiar), dificultades legales
causadas por la bebida (p. ej., arresto por conducir en estado de ebriedad) y
consecuencias sociales relacionadas con el alcohol (p. ej., involucrarse en peleas
físicas) (Quigley, 1996). En el aspecto biológico, los estudios longitudinales
prospectivos neuropsicológicos, de neuroimagen y neurofisiológicos han identificado
consecuencias cognitivas y neuronales directamente relacionadas con el inicio y la
escalada del consumo de alcohol en adolescentes. En general, se ha descubierto
que el consumo de alcohol por parte de los adolescentes afecta negativamente la
cognición, la estructura y la función del cerebro. Las alteraciones inducidas por el
alcohol en adolescentes en las trayectorias del desarrollo neurológico (incluidas
disminuciones aceleradas en el volumen de la materia gris, aumentos atenuados en
el volumen y la densidad de la materia blanca y una menor integridad de la materia
blanca) pueden ser la base de algunos déficits cognitivos a largo plazo (Lees et al,
2020)

Los niveles más altos de ansiedad pueden ser evidentes en los hombres que no
beben en la edad adulta temprana (Caldwell, 2002). Los niños y niñas con síntomas
depresivos y las niñas con síntomas de ansiedad tienen más probabilidades de
tener patrones nocivos de consumo de alcohol. Las estrategias preventivas en todos
los niveles posiblemente podrían beneficiarse de un enfoque común de la salud
mental y el consumo de alcohol, en particular para las niñas en la adolescencia
media. (Johannessen et al, 2020). Por tanto, el consumo de alcohol no es
independiente de los síntomas de ansiedad o depresión previos en los
consumidores, en especial en población joven. No obstante, este hábito si puede
exacerbar estos trastornos complicando el manejo de este problema. La relación
entre el alcohol y la salud mental es compleja. Algunas personas pueden beber
alcohol para relajarse o ayudar a sobrellevar el estrés diario; sin embargo, el alcohol
es una droga depresora que puede causar ansiedad y aumentar el estrés. El alcohol
puede afectar negativamente los pensamientos, los sentimientos y las acciones, y
contribuir al desarrollo o empeorar los problemas de salud mental existentes con el
tiempo. Debido a que la relación entre el consumo de alcohol y las condiciones de
salud mental va en ambos sentidos, una persona que depende del alcohol tiene más
probabilidades de desarrollar una condición de salud mental, y tener una condición
de salud mental también puede aumentar la probabilidad de desarrollar
dependencia del alcohol. Por ejemplo, para aquellos que experimentan dependencia
del alcohol, el riesgo de depresión se duplica (OMS, 2018). Del mismo modo, las
personas con trastornos de ansiedad y depresión tienen más de cuatro veces más
probabilidades de experimentar dependencia del alcohol, en comparación con las
personas que no experimentan estos trastornos (Boschloo et al, 2011).

Justificación
La ansiedad es una característica relativamente permanente de personalidad, es
una reacción situacional y transitoria, caracterizada específicamente por un estado
cognoscitivo de preocupación recurrente por el posible fracaso o por las
consecuencias aversivas que ellos puede tener sobre la disminución de la propia
autoestima y la minusvaloración social. Genéricamente, esa reacción conlleva a
sensaciones de nerviosismo, tensión y activación fisiológica.
(Eloy Chacón Delgado, Dayana Xatruch De la Cera, 2021)

En la actualidad, la valoración de los factores que intervienen en la génesis de la


ansiedad y de sus manifestaciones constituye el objetivo de gran número de
trabajos que pretenden delimitar su grado de influencia, buscando precisar las
características de las manifestaciones de la ansiedad desde el punto de vista
analítico, lo que permite profundizar en su conocimiento.

Una revisión reciente encontró una asociación entre el consumo de alcohol y la


presencia de sintomatología depresiva encontrando un riesgo de 57% mayor en
personas con trastorno por consumo de alcohol, aunque la evidencia relaciona que
un consumo excesivo de alcohol y depresión es inconsistente. Por el contrario se ha
sugerido que, en los adolescentes tanto el consumo de bebidas alcohólicas de
forma semanal como el consumo excesivo están relacionados con la presencia de
sintomatología depresiva y el trastorno depresivo mayor. (Fernando A. Wagner,
Catalina González–Forteza, Sergio Sánchez–García, Carmen García–Peña, 2012)

Para los trastornos afectivos de ansiedad y por el consumo de sustancia en adultos,


graves y moderados, la mediana de la brecha para la depresión es de 73.9% y para
el alcohol es de 85.1%. (salud, 2022)

Diversos estudios han procurado aclarar qué tipo de factores individuales,


ambientales y sociales facilitan el inicio y mantenimiento del consumo de alcohol en
la población en general, específicamente en ciertos grupos con especial
vulnerabilidad como es el caso de los adolescentes que ingresan a las
universidades. Entre los múltiples factores se ha establecido que las creencias y las
expectativas sobre los efectos del alcohol y la capacidad para resistir a la presión de
grupo son algunas preguntas que no han sido resueltas de forma concluyente

La ansiedad afecta a la evolución de otras muchas enfermedades. Los costos que


esta patología puede conllevar en la calidad de vida de los pacientes, así como en el
presupuesto sanitario, son muy elevados. Por ello es importante su detección y
correcto tratamiento. (psicología, 2020-21)

Objetivo general
Describir la prevalencia de depresión y ansiedad por consumo de alcohol en el
centro de rehabilitación y recuperación para enfermos de alcoholismo y
drogadicción.

Objetivo específico
● Evaluar los patrones del consumo de alcohol en el centro de rehabilitación y
recuperación para enfermos de alcoholismo y drogadicción.
● Evaluar la incidencia y prevalencia de depresión y ansiedad en el centro de
rehabilitación y recuperación para enfermos de alcoholismo y drogadicción.
● Relacionar los patrones de consumo de alcohol y la prevalencia de depresión
y ansiedad en el centro de rehabilitación y recuperación para enfermos de
alcoholismo y drogadicción.

Marco Teórico
Generalidades sobre adicción, alcoholismo, depresión y ansiedad

Se conoce como adicción a las drogas, o drogadicción, al consumo frecuente de


estupefacientes, a pesar de saber las consecuencias negativas que producen. Entre
otras cosas, modifican el funcionamiento del cerebro y su estructura, provocando
conductas peligrosas.

Se considera adicción, porque es difícil intentar dejar de consumirlas, ya que


provocan alteraciones cerebrales en los mecanismos reguladores de la toma de
decisiones y del control inhibitorio y porque el usuario de las mismas dedica gran
parte de su tiempo en la búsqueda y consumo de ellas.

De acuerdo a la comunidad científica y con base a elementos farmacológicos, las


drogas se dividen en:
● Eufóricas: Opio y sus derivados, así como cocaína
● Fantásticas: Mezcalina, marihuana y beleño, entre otras
● Embriagantes: Alcohol, éter, cloroformo y bencina
● Hipnóticas: Barbitúricos y otros somníferos
● Excitantes: Cafeína y tabaco, entre otras

El trastorno por consumo de alcohol es un patrón de consumo de alcohol que


consiste en tener problemas para controlar lo que bebes, estar preocupado por el
alcohol o continuar consumiendo aún cuando te causa problemas. Este trastorno
también implica la necesidad de tener que beber más para lograr el mismo efecto o
la presencia de síntomas de abstinencia cuando disminuyes o suspendes
rápidamente el consumo. El trastorno por consumo de alcohol incluye un nivel de
consumo que suele llamarse alcoholismo.

El consumo no saludable de alcohol comprende todo consumo de alcohol que pone


en riesgo tu salud o tu seguridad, o que provoca otros problemas relacionados con
la bebida. También incluye el atracón de alcohol, un patrón de consumo de alcohol
por el cual un hombre toma cinco o más bebidas en dos horas, o, en el caso de una
mujer, al menos, cuatro bebidas en dos horas.

El National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism (Instituto Nacional contra el


Abuso de Alcohol y el Alcoholismo) define un trago estándar como cualquiera de los
siguientes:

● 12 onzas (355 mililitros) de cerveza regular (aproximadamente 5 % de


alcohol)
● De 8 a 9 onzas (237 a 266 mililitros) de licor de malta (aproximadamente 7 %
de alcohol)
● 5 onzas (148 mililitros) de vino (aproximadamente 12 % de alcohol)
● 1,5 onzas (44 mililitros) de licores fuertes o destilados (aproximadamente 40
% de alcohol)(Mayo Clinic,2022, 18 mayo)

El trastorno asociado al consumo de alcohol puede ser leve, moderado o grave,


según la cantidad de síntomas que manifiestes. Entre los signos y síntomas, se
incluye lo siguiente:

● Ser incapaz de limitar la cantidad de alcohol que bebes


● Tener la intención de reducir la cantidad que bebes o haberlo intentado sin
éxito
● Dedicar mucho tiempo a beber, conseguir alcohol o recuperarse del consumo
de alcohol
● Sentir antojos intensos o ansias de beber alcohol
● Ser incapaz de cumplir obligaciones importantes en el trabajo, la escuela o el
hogar debido al consumo reiterado de alcohol
● Continuar con el consumo de alcohol aun sabiendo que te provoca problemas
físicos, sociales, laborales o interpersonales
● Abandonar o limitar las actividades sociales y laborales y los pasatiempos
para consumir alcohol
● Consumir alcohol en situaciones poco seguras, como al manejar o nadar
● Desarrollar tolerancia al alcohol, por lo que necesitas tomar más para sentir el
efecto o sientes menos efecto con la misma cantidad
● Tener síntomas de abstinencia, como náuseas, sudoración y temblores,
cuando no bebes, o bien beber para evitar estos síntomas.

Los factores genéticos, psicológicos, sociales y ambientales pueden influir sobre la


manera en que el alcohol afecta tu organismo y tu conducta. Hay teorías que
sugieren que en algunas personas el alcohol tiene un impacto diferente y más fuerte
que puede causar trastornos relacionados con el consumo de alcohol.

Con el paso del tiempo, tomar demasiado alcohol puede cambiar el funcionamiento
normal de algunas áreas del cerebro asociadas con la experiencia de placer, el
razonamiento y la capacidad de controlar tu conducta. Eso podría ocasionar un
fuerte deseo de tomar alcohol para intentar recuperar los sentimientos positivos o
disminuir los negativos.

El alcohol deprime el sistema nervioso central. En algunas personas, la reacción


inicial puede ser una sensación de aumento de energía. Pero a medida que
continúas bebiendo, te genera somnolencia y pierdes el control de tus acciones.

La depresión es una enfermedad que puede afectar a cualquier persona y se


manifiesta por cambios en el estado de ánimo, en el comportamiento, en los
sentimientos y en la forma de pensar. Estos cambios son continuos y duran más de
dos semanas.

Los sentimientos y manifestaciones frecuentes son el estado de ánimo abatido,


como sentimientos de tristeza, llanto, que puede ser espontáneo, o sin causa
aparente, pérdida de placer o gusto por las cosas que le satisfacían, pensamientos
negativos hacia sí mismo, alteraciones del sueño, como insomnio, o presentar
mucho sueño; alteraciones del apetito, puede perderse o aumentar.

Tipos de depresión

Depresión leve: Presenta baja del estado de ánimo y dos o tres manifestaciones
más, como fatiga, alteraciones del sueño, del apetito, de la atención o
concentración. Pero no afecta sus actividades de la vida diaria.
Depresión moderada: Presenta baja del estado de ánimo de forma importante,
asociado a llanto fácil, agotamiento, molestias físicas, alteraciones del sueño, del
apetito; pensamientos negativos, aislamiento familiar o social. También se puede
asociar ansiedad, nerviosismo. Se diferencia de la depresión leve porque afecta las
actividades de la vida diaria.

Depresión grave: Presentan baja del estado de ánimo de forma severa, llanto,
tristeza, aislamiento, pérdida del sueño, del apetito, de interés en todas sus
actividades. Piensan que no deben seguir viviendo porque afectan a los demás, que
no son capaces de hacer nada, que no valen nada. Por lo tanto, comienzan a
planear cómo podrían quitarse la vida. Se diferencia de la depresión moderada
porque se afectan por completo todas sus actividades de la vida diaria, es decir, es
incapacitante.

Generalidades de la ansiedad

La ansiedad es una respuesta a una amenaza desconocida y conflictiva, se


manifiesta como un estado de agitación e inquietudes desagradables que producen
pensamientos y sensaciones de alarma constantes. Los síntomas principales son la
sudoración excesiva, latidos rápidos en el corazón, respiración agitada, sensación
de falta de aire y calambres o tensión muscular. Todos los trastornos de ansiedad
interfieren en las actividades cotidianas de una persona, afectan su capacidad de
disfrutar y alcanzar su máximo potencial.

Tipos de ansiedad

Trastorno de ansiedad generalizada

Las personas con trastorno de ansiedad generalizada sienten una ansiedad o una
preocupación excesiva la mayoría de los días por al menos seis meses
consecutivos. Pueden sentirse inquietas, nerviosas o cansarse fácilmente. También
pueden tener problemas para concentrarse, irritabilidad, tensión muscular o
dificultad para dormir.

Trastorno de pánico

Causa ataques de pánico, es decir, sentimientos repentinos de terror aun cuando no


hay ningún peligro real. Los síntomas físicos incluyen latidos rápidos del corazón,
dolor de pecho o estómago y dificultad para respirar. También puede sentir
debilidad o mareos, sudor, escalofríos o entumecimiento de las manos. La persona
puede creer que está teniendo un ataque al corazón. El trastorno de pánico es más
común en las mujeres que en los hombres.
Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)

Causa obsesiones o compulsiones frecuentes y perturbadoras. Provoca un impulso


abrumador de repetir ciertas conductas. Las obsesiones comunes incluyen miedo a
la suciedad o a los gérmenes, miedo de lastimarse o querer arreglar las cosas de
cierta manera. La persona se suele aferrar a estas obsesiones y puede tener
pensamientos y rituales que interfieren con la vida diaria. Por ejemplo, si teme que
su casa sea robada, tal vez cierre la puerta con llave repetidamente y tenga miedo
de salir. El trastorno obsesivo-compulsivo suele ser hereditario.

Fobias

Una fobia es una aversión o un miedo intenso a situaciones u objetos específicos.


Este temor es exagerado respecto del peligro de la situación o el objeto. Las
personas con fobias sienten una preocupación irracional y toman medidas para
evitar el supuesto peligro. También pueden experimentar una ansiedad inmediata al
encontrarse con la situación o el objeto que temen. Algunas fobias comunes son:
volar en avión o a las alturas, a los animales o a las inyecciones.

Trastorno de estrés postraumático (TEPT)

Afecta a personas que han vivido o presenciado un evento traumático como una
guerra, una catástrofe natural, un accidente grave o abuso físico o sexual. Puede
causar recuerdos involuntarios y perturbadores del evento, dificultad para dormir o
pesadillas, sentimientos de soledad o arrebatos de ira. Las personas con TEPT
pueden sentirse preocupadas, culpables o tristes(MedlinePlus Magazine,2019).

Epidemiología

De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Epidemiología


Psiquiátrica en México el 14.3% de la población ha padecido al menos alguna vez
un trastorno de ansiedad. Así mismo, ocupan el primer lugar en trastorno padecido
en los últimos 12 meses (Medina et al., 2003). Lamentablemente, se diagnostica tan
sólo alrededor del 50% de las enfermedades mentales y sólo un tercio de los
trastornos de ansiedad (Gasull, 2010). Respecto al género, son más comunes en
mujeres que en hombres; cómo es posible observar en la siguiente tabla:
Generalidades de la depresión

Depresión (psicología), trastorno mental caracterizado por sentimientos de inutilidad,


culpa, tristeza, indefensión y desesperanza profundos. A diferencia de la tristeza
normal, o la del duelo, que sigue a la pérdida de un ser querido, la depresión
patológica es una tristeza sin razón aparente que la justifique, y además grave y
persistente. Puede aparecer acompañada de varios síntomas concomitantes,
incluidas las perturbaciones del sueño y de la comida, la pérdida de iniciativa, el
autocastigo, el abandono, la inactividad y la incapacidad para el placer.

Ésta es una enfermedad común pero grave que interfiere con la vida diaria, con la
capacidad para trabajar, dormir, estudiar, comer y disfrutar de la vida. La depresión
es causada por una combinación de factores genéticos, biológicos, ambientales y
psicológicos.

Algunas investigaciones indican que el riesgo genético para la depresión es el


resultado de la influencia de varios genes que actúan junto con factores ambientales
y otros factores de riesgo.

Algunos tipos de depresión tienden a darse en familias. Sin embargo, la depresión


también puede ocurrir en personas sin antecedentes familiares de depresión. No
todas las personas con enfermedades depresivas experimentan los mismos
síntomas. La gravedad, frecuencia y duración de los síntomas varían dependiendo
de la persona y su enfermedad en particular.
Los tipos de depresión se clasifican en función a los síntomas que muestra el
paciente.
Grupo A:
● La duración es inferior a dos semanas
● No se le atribuye el consumo de sustancias psicoactivas o a trastornos
mentales orgánicos.
Grupo B:
● Ante actividades que antes resultaban placenteras, se pierde el interés.
● Pérdida de la vitalidad habitual y aumento de la capacidad de la fatiga.
● Humor depresivo no habitual en el paciente, que se hace constante durante
todo el día y mantenido en el tiempo de forma constante. Persiste al menos
durante dos semanas.
Grupo C:
● Pérdida de la confianza y la autoestima en uno mismo. El paciente se siente
inferior y no está justificado.
● Sentimiento de culpa y auto-reproche excesivo.
● Pensamiento de suicidio recurrente.
● Disminución de la capacidad de concentración y pensamiento. Suele
acompañarse de falta de decisión.
● Lentitud de las funciones motoras.
● Alteración del sueño.
● Variación del peso corporal por descontrol alimentario.
Grupo D:
● Síndrome somático, con alucinaciones, delirios, retardo psicomotor o estupor
grave. Puede ir o no vinculado con el estado anímico del paciente.

Tipos de depresión

Cuadro leve:
Compuesto por dos o tres síntomas del grupo B. Los pacientes en general, son
capaces de continuar con sus actividades habituales con total normalidad.

Cuadro moderado:
El paciente presenta dos síntomas al menos del grupo B y cierto número del grupo
C, formando un mínimo de seis síntomas. Estos pacientes muestran dificultades
para el desarrollo de las actividades habituales.

Cuadro grave:
Pacientes con todos los síntomas del grupo B, además de varios del grupo C. Se
forman un total de ocho síntomas. Los pacientes de esta categoría presentan una
situación emocional ligada a la angustia, especialmente con pérdida de autoestima y
sentimientos intensos de culpa.
Es en esta etapa donde los pacientes tienen pensamientos de suicidio,
principalmente pacientes del sexo masculino. Deben ser controlados de forma
constante e incluso en según qué casos, hospitalizados. Pueden aparecer
asociados síntomas del grupo D.

Epidemiología

Cifras de la Organización Mundial de la Salud destacan que la depresión constituye


un problema importante de salud pública, más de 4% de la población mundial vive
con depresión y los más propensos a padecerla son las mujeres, los jóvenes y los
ancianos. En el mundo, este trastorno representa la cuarta causa de discapacidad
en cuanto a la pérdida de años de vida saludables. En México, ocupa el primer lugar
de discapacidad para las mujeres y el noveno para los hombres. Además se estima
que 9.2% de la población ha sufrido depresión, que una de cada cinco personas
sufrirá depresión antes de los 75 años y que los jóvenes presentan tasas mayores

El INEGI documentó que 34.85 millones de personas se han sentido deprimidas; de


las cuales 14.48 millones eran hombres y 20.37 millones eran mujeres. También,
destaca el hecho que del total de personas que se han sentido deprimidas,
únicamente 1.63 millones toman antidepresivos, mientras que 33.19 millones no lo
hace.

Relación de alcoholismo y depresión

La depresión y el alcohol son dos cosas con las que no podemos evitar convivir en
nuestra vida diaria. Sin embargo, existe una fuerte correlación entre ellos. La
depresión está asociada con capacidades cognitivas más bajas y el alcohol está
relacionado con comportamientos de aislamiento social.

Cuando pensamos en la depresión y el alcohol, generalmente podemos pensar en


ellos como problemas separados o subgrupos de lo mismo. Ambos tienen efectos
negativos en la sociedad y llevan a las personas al punto en que no pueden
funcionar correctamente en entornos sociales.

Las personas que sufren depresión suelen perder el interés en las actividades que
solían realizar. Estas pérdidas de interés pueden ser tan graves que el paciente
comenzará a evitar toda forma de actividad física o mental, encerrándose en su
propio mundo y aislándose cada vez más.
Muchas personas que luchan contra la depresión tienen un sentimiento de
abatimiento y falta de poder. Sienten que nada les está saliendo bien y que no
pueden progresar.

Por eso es necesario desarrollar resistencia al sentimiento de abatimiento que


experimentamos cuando atravesamos un período de depresión. Esto nos ayudará a
lidiar mejor con los sentimientos y seguir adelante en la vida.

Además de estar deprimido, el paciente también suele estar más ansioso. Esto
puede producir muchos síntomas de depresión y ansiedad y afecta la calidad de las
relaciones que se crean.

Y esto nos hace plantearnos la pregunta de si este estado depresivo puede generar
en una adicción, como por ejemplo, al alcohol.

La relación entre depresión y adicción al alcohol

Una de las razones más importantes por las que las personas se sienten deprimidas
es la falta de energía suficiente para seguir viviendo. Esta falta de energía puede
impedirte alcanzar tus objetivos.

La relación entre depresión y adicción también ha sido bien estudiada en los últimos
años. La adicción se refiere a un patrón en el que la persona vuelve repetidamente a
consumir drogas o alcohol a pesar de no poder lidiar con sus problemas por sí
misma, mientras que la depresión te lleva a un estado en el que lo único que quieres
hacer es consumir eso que te hace sentirte mejor, sin pensar en los problemas que
puede provocar.

Relación de alcoholismo y ansiedad

Los médicos han observado hace tiempo una relación entre el alcoholismo y los
trastornos de ansiedad. Ahora, científicos norteamericanos han observado cómo el
alcohol tiene un efecto negativo sobre el cerebro, una especie de reprogramación.
De tal manera que beber demasiado alcohol nos hace más proclives a sufrir
ansiedad.

Han sido investigadores del Instituto Nacional sobre el Abuso de Alcohol y el


Alcoholismo (NIAAA, por sus siglas en inglés) y el Centro Bowles para Estudios
sobre el Alcohol de la Universidad de Carolina del Norte (ambos en EE UU) los que
han visto que el consumo excesivo de alcohol conlleva una especie de
reprogramación del cerebro que hace al individuo más susceptible a padecer
trastornos de ansiedad.
Su estudio en ratones, que publica Nature Neuroscience, ha revelado que el
consumo excesivo de alcohol conecta los circuitos del cerebro, haciendo más difícil
que los alcohólicos se recuperen psicológicamente después de una experiencia
traumática. La ciencia ya había observado que las personas que beben en exceso
tienen un riesgo mayor de eventos traumáticos, como accidentes de tráfico y la
violencia doméstica.

Emociones descontroladas

La investigación muestra que el alcoholismo puede causar un déficit con respecto a


la forma en que nuestros centros cerebrales cognitivos controlan nuestros centros
emocionales en el cerebro.

Según sus autores, una historia de abuso de alcohol puede perjudicar el mecanismo
crítico de recuperación tras un trauma y, al hacerlo, pone a las personas en un
mayor riesgo de sufrir trastorno de estrés postraumático.

Los científicos consideran que además de descubrir que el alcohol tiene efectos
perjudiciales en un proceso emocional clínicamente importante, también muestran
cómo el alcohol puede perturbar el funcionamiento de algunos circuitos cerebrales
muy específicos.

Comprender la relación entre el alcohol y la ansiedad a nivel molecular podría


ofrecer nuevas posibilidades para el desarrollo de fármacos que ayuden a los
pacientes con trastornos de ansiedad que también tienen una historia de consumo
excesivo de alcohol.

Alcoholismo ansiedad y depresión

Los médicos han observado hace tiempo una relación entre el alcoholismo y los
trastornos de ansiedad. Ahora, científicos norteamericanos han observado cómo el
alcohol tiene un efecto negativo sobre el cerebro, una especie de reprogramación.
De tal manera que beber demasiado alcohol nos hace más proclives a sufrir
ansiedad.

Han sido investigadores del Instituto Nacional sobre el Abuso de Alcohol y el


Alcoholismo (NIAAA, por sus siglas en inglés) y el Centro Bowles para Estudios
sobre el Alcohol de la Universidad de Carolina del Norte (ambos en EE UU) los que
han visto que el consumo excesivo de alcohol conlleva una especie de
reprogramación del cerebro que hace al individuo más susceptible a padecer
trastornos de ansiedad.

Su estudio en ratones, que publica Nature Neuroscience, ha revelado que el


consumo excesivo de alcohol reconecta los circuitos del cerebro, haciendo más
difícil que los alcohólicos se recuperen psicológicamente después de una
experiencia traumática. La ciencia ya había observado que las personas que beben
en exceso tienen un riesgo mayor de eventos traumáticos, como accidentes de
tráfico y la violencia doméstica.

Factores socioeconómicos asociados al alcoholismo

El consumo excesivo de alcohol se cataloga como uno de los principales problemas


de salud pública en el ámbito mundial. La Organización Mundial de la Salud (OMS)
considera una prioridad de salud pública reducir los hábitos negativos de consumo
de alcohol y mitigar los efectos que el abuso de este bien produce en la sociedad y
en la salud de los individuos.

Existe el comportamiento autorregresivo que caracteriza al consumidor excesivo, se


explica por dos características esenciales que poseen los bienes adictivos: el
refuerzo y la tolerancia. El refuerzo implica que un aumento del consumo presente
aumenta su consumo futuro, está estrechamente relacionado con el concepto de
complementariedad adyacente. Este concepto plantea que el consumo pasado y
presente de un bien adictivo tienen un comportamiento complementario, en otras
palabras, cada vez que se consume el bien adictivo, el individuo refuerza su
propensión a consumir en el futuro. Por otro lado, la tolerancia es la característica
que tiene un bien adictivo de hacer que la utilidad derivada del consumo presente
disminuya si el consumo pasado fue mayor. Esto quiere decir que, para producir
Análisis socioeconómico del consumo excesivo de alcohol en mismo nivel de
recompensa, derivado del consumo de hoy, es necesario consumir más que en el
pasado.

El alcohol es una sustancia psicoactiva que tiene propiedades que generan


dependencia entre los consumidores. Por esta razón, los efectos del consumo de
alcohol acarrean consecuencias de enfermedad, muerte y problemas sociales
alrededor del mundo. Sin embargo, estudios sugieren (principalmente en países
desarrollados) que las personas con un nivel socioeconómico más alto, a pesar de
presentar un consumo de alcohol más recurrente, también tienen hábitos de
consumo comúnmente menos riesgosos en relación con personas ubicadas en
niveles socioeconómicos más bajos.

El perfil promedio de un individuo clasificado como consumidor excesivo de alcohol


muestra que residen principalmente en las zonas urbanas de la sierra, superan los
45 años, son hombres en la mayoría de los casos. Adicionalmente, destinan en
promedio 31 dólares mensuales en bebidas alcohólicas. En conclusión, la situación
socioeconómica, medida por pobreza por consumo, situación laboral y nivel de
instrucción influyen de forma significativa en el patrón de consumo de alcohol.

Relaciones intrafamiliares en alcohólicos

Actualmente, ya sea por decisión personal, la fácil adquisición y la aceptación social,


existe un incremento del consumo de bebidas alcohólicas, no solo por los adultos,
sino también por los adolescentes y en muchos casos hasta en niños aquí en
México. El alcohol puede definirse como una sustancia tóxica capaz de producir
hábito en ciertas personas, que ocasiona a veces daños irreparables para la salud
del individuo. Los problemas relacionados con el alcohol y en particular con su
consumo excesivo figuran entre los principales problemas de salud pública en el
mundo, y constituyen una grave amenaza para la salud, el bienestar y la vida de la
humanidad.

En las familias existe mayor conflicto caracterizado por discusiones frecuentes y


énfasis en aspectos negativos de la interacción, no obstante, los familiares se
preocupan y se ven afectados por sus parientes que consumen alcohol, están
inmersos en circunstancias estresantes, ya que enfrentan la problemática de
diversas maneras.

Es importante considerar que un ambiente familiar desunido y conflictivo, resulta un


factor de riesgo no solo para el adicto, sino para el resto de los integrantes, quienes
también ven mermada la calidad de sus relaciones familiares y enfrentan el impacto
emocional de la adicción de uno de sus miembros.

Asimismo se reconoce que la familia, al ser el grupo primario recibe las


consecuencias directas de la adicción tales como: el deterioro de las relaciones
familiares, hostilidad, desequilibrio afectivo y problemas de comunicación.

Marco teórico referencial


En un estudio realizado sobre el consumo moderado de alcohol y Depresión en
Suecia llegó al resultado que las características del estudio participantes según el
nivel de consumo de alcohol. Casi el 72% de los participantes eran bebedores
ligeros, es decir, consumían hasta siete tragos a la semana, mientras que el 16% de
los individuos no reportaron consumo de alcohol durante el año anterior. Solo 56
individuos eran bebedores excesivos. Comparado con bebedores leves y
moderados, los no bebedores tenían más probabilidades de ser mujeres, tener
hasta secundaria educación y vivir con niños pequeños. Pariente a los bebedores
ligeros-moderados, los bebedores excesivos fueron más propensos a ser hombres,
fumadores, vivir sin niños pequeños, y para reportar eventos estresantes de la vida
durante el año anterior.

Los no bebedores tenían un mayor riesgo de depresión que los bebedores ligeros.
No observamos diferencia en la riesgo de depresión entre leve y moderado
bebedores Hubo una tendencia hacia un aumento riesgo de depresión entre los
bebedores excesivos cuando en comparación con los bebedores ocasionales, pero
la precisión fue limitada por el pequeño número de bebedores excesivos, ya que
solo 2 de estos individuos fueron detectados con depresión al final del seguimiento.
Según la escala AUDIT (puntuación ≥ 8), se asoció claramente con un mayor riesgo
de depresión en relación con el consumo de alcohol no peligroso. (Acta Psychiatr
Scand 2019).

En otro estudio realizado en estados unidos sobre la comorbilidad del alcoholismo


con trastornos de ansiedad y depresión en cuatro comunidades geográficas,
llegaron a la discusión que la comorbilidad del alcoholismo con ansiedad y los
trastornos depresivos han surgido en los últimos años como uno de los temas más
importantes que enfrenta la mente investigadores, y con resultados que se
presentan en la siguiente tabla, que muestra que estados unidos según la encuesta
nacional de comorbilidad, la relación de abuso de alcohol y depresión es mayor que
las 3 comunidades restantes. (Elsevier,2019)

En otro artículo sobre los Trastornos de ansiedad y por consumo de alcohol se llego
al resultado que los trastornos de ansiedad son más frecuentes en mujeres y los
trastornos por consumo de alcohol resultan más frecuentes en hombres. Entre las
mujeres, el antecedente de trastornos de ansiedad se asoció con un aumento del
riesgo de dependencia de alcohol posterior.
Según los resultados de un estudio multicéntrico, los trastornos de ansiedad
influyen en forma notoria y negativa sobre la evolución del alcoholismo en mujeres.
Es posible que existan diferencias entre ambos sexos al evaluar el motivo de
consumo de alcohol.

En este sentido, la automedicación podría ser más frecuente en mujeres con


trastornos anímicos o estrés. En coincidencia, se informó un aumento de la
frecuencia de alcoholismo en mujeres con trastorno por estrés postraumático
(TEPT).(Intramed,2019)

Metodología
Alcance de la investigación, tipo de estudio y diseño de la investigación.

El presente trabajo de investigación será de tipo transversal, observacional y


descriptivo, ya que se busca determinar la relación que existe entre el alcoholismo,
la depresión y ansiedad, en los internos del Centro de recuperación y rehabilitación
para enfermos de alcoholismo y drogadicción (CRREAD) Tuxtla Gutiérrez, Chiapas
durante los meses de agosto-noviembre del 2022.

Universo y muestra de estudio

El universo para el presente estudio comprende a los internos que presentan


problemas de adicción del Centro de recuperación y rehabilitación para enfermos de
alcoholismo y drogadicción (CRREAD) Tuxtla Gutiérrez,

Criterios de inclusión

La población elegida para la siguiente investigación debe cumplir con las


siguientes características:

➔ Que sean pacientes internados en la institución


➔ Pacientes que estén diagnosticados como alcohólicos
➔ Pacientes que puedan entablar una conversación correctamente con los
entrevistadores
Criterios de exclusión:

La población excluida para la siguiente investigación serán las personas con las
siguientes características:

➔ Pacientes diagnosticados con depresión o ansiedad


➔ Pacientes que no puedan entablar una conversación correctamente
➔ Pacientes que no puedan tener contacto con visitas externas al internado
➔ Pacientes aislados

Herramientas de evaluación:

Para obtener los datos se creó un instrumento de 3 apartados que evalúa al


paciente desde aspectos socioeconómicos, pasando por Tests de Escalas de
ansiedad y depresión; que es una guía de entrevista eficaz para la detección de
síntomas psíquicos. Inicia con el Cribado Ansiedad- Depresión (Escala de
Goldberg). Cuestionario heteroadministrado con dos subescalas, una de ansiedad
(1-9) y otra de depresión (10-18).

Sí el paciente responde Sí en la pregunta 1,2,3 o 4 deberán de preguntarse las


preguntas de la 5 a la 9, sí no es así, deberán realizarse las preguntas 10,11,12,13,
de la misma manera, si contesta Sí a alguna de éstas deberán de realizarse las
preguntas de la 14 a la 18, de no ser así, el cuestionario culminará.

Ética de la investigación.

La investigación titulada Ansiedad y depresión en enfermos de alcoholismo de un


albergue de Tuxtla Gutiérrez se encuentra dirigida específicamente a los pacientes
del centro de rehabilitación y recuperación para enfermos de alcoholismo y
drogadicción en Tuxtla Gutiérrez. Esta investigación se hace al margen de la
NOM-012-SSA3-2012, Que establece los criterios para la ejecución de proyectos de
investigación para la salud en seres humanos.

Se llevará a cabo a través de una encuesta digital para facilitar la obtención de la


información, la cual se obtendrá por medio de preguntas y no se tendrá que
manipular directamente a los pacientes, debido a que es una investigación con
diseño no experimental. Es importante recordar que toda información recopilada
será anónima y confidencial, no habrá impacto negativo si el paciente decide no
participar en la investigación, ya que está en su derecho de decidir si formar parte o
no de esta, sin que esto afecte su integridad o autonomía. Por ello, se espera que al
aceptar participar en esta investigación de manera indirecta, sea de manera
voluntaria y consciente. Los datos recopilados serán utilizados para las siguientes
finalidades:
● Fines estadísticos.
● Análisis de datos.
● Base de datos.

Recursos (humanos, físicos y económicos).

Para llevar a cabo el siguiente protocolo se requerirán algunos recursos específicos,


entre ellos: recursos humanos, físicos y económicos. Los requerimientos de
recursos humanos serán cubiertos por los seis estudiantes quienes conformamos el
equipo de práctica comunitaria, que seremos los encargados de la realización del
protocolo con la aplicación del formulario como instrumento de investigación

Entre los recursos físicos que vamos a requerir se encuentran seis computadoras y
seis teléfonos móviles que nos permitirán acceder al formulario en donde se
colocará la información adquirida por medio de preguntas electrónicas. Entre los
recursos económicos se incluirán gastos mínimos como el transporte.

CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES

Agosto Agosto Septiembre Septiembre Octubre

Elección del tema

Planteamiento del
problema

Operacionalizació
n de variables

Marco teórico

Realización de la
encuestas
Bibliografías

1. Sandoval Ferrer JE, Díaz Lóbregas JA, Velázquez Julián JL, Sandoval
Lánigan S. Caracterización de un grupo de familias con integrantes
alcohólicos masculinos residentes en Cayo Hueso. Rev Hosp Psiquiátr La
Habana [Internet]. 2013 [citado 21 Dic 2013];10(1):[aprox. 6 p.]. Disponible
en: http://www.medigraphic.com/pdfs/revhospsihab/hph-2013/hph131a.pdf
2. Brito Sosa G, Iraizoz Barrios A. Repercusión social y análisis bioético del
alcoholismo en pacientes del Grupo de Alcohólicos Anónimos de La Habana.
Rev Cubana Med Gen Integr [Internet]. 2011 [citado 12 Ago
2012];27(3):[aprox. 11 p.]. Disponible en:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21252011000300
002&lng=es&nrm=iso&tlng=es
3. García Gutiérrez E, Lima Mompó G, Aldana Vilas L, Casanova Carrillo P,
Feliciano Álvarez V. Alcoholismo y sociedad, tendencias actuales. Rev Cub
Med Mil [Internet]. 2004 Sep. [citado 2 Ago 2016];33(3). Disponible en:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0138-65572004000300
007&lng=es:
4. Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. Metodología de la Encuesta de
Condiciones de Vida 2013-2014. Quito: INEC [internet]; 2015. Disponible en:
http://www.ecuadorencifras.gob.ec/condiciones-de-vida-y-problemas-sociales/
5. Becker G, Murphy K. A Theory of Rational Addiction. Journal of Political
Economy [internet]. 1988;96(4):675-700. Available from:
https://pdfs.semanticscholar.org/ebf3/f79cd5e3795db374d715206b83deee405
7db.pdf
6. (Fernando A. Wagner, Catalina González–Forteza, Sergio Sánchez–García,
Carmen García–Peña, 2012)
7. Eloy Chacón Delgado, Dayana Xatruch De la Cera. (2021).
GENERALIDADES SOBRE EL TRASTORNO DE ANSIEDAD. Revista
Cúpula .
8. psicología, D. d. (2020-21). Relación entre el alcoholismo y depresión en la
población adulta.
9. salud, O. m. (2022). Obtenido de
https://www.gob.mx/salud/conadic/es/articulos/hablemos-de-alcohol-y-depresi
on-15-de-noviembre-dia-nacional-contra-el-uso-nocivo-de-bebidas-alcoholica
s?idiom=es#:~:text=Una%20revisi%C3%B3n%20reciente%20encontr%C3%B
3%20una,alcohol%20y%20depresi%C3%B3n%20es%
10. Cinco tipos comunes de trastornos de ansiedad. (2019, 19 noviembre). NIH
MedlinePlus Magazine.
https://magazine.medlineplus.gov/es/art%C3%ADculo/cinco-tipos-comunes-d
e-trastornos-de-ansiedad
11. Medina, M. E., Borges, G., Lara, C., Benjet, C., Blanco, J., Fleiz, J.C.,
Villatoro, J., Rojas, E., Zambrano, J., Casanova, L. y Aguilar, S. (2003).
Prevalencia de trastornos mentales y uso de servicios: resultados de la
Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica en México. Salud Mental,
26 (4): 1-16. Recuperado de:
http://www.medigraphic.com/pdfs/salmen/sam-2003/sam034a.pdf
12. Gasull, V. (2010). 2° parte Educación sanitaria e interrogantes en patologías
para la Oficina de Farmacia. 01 Los trastornos de ansiedad. Recuperado de:
http://www.institutotomaspascualsanz.com/descargas/formacion/publi/Modulo
_1_CURSO_RANF_2EDICION.pdf
13. Trastorno por consumo de alcohol - Síntomas y causas - Mayo Clinic. (2022,
18 mayo). Mayo clinic.
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/alcohol-use-disorder/sy
mptoms-causes/syc-20369243
14. Johannessen, E. L., Andersson, H. W., Bjørngaard, J. H., & Pape, K. (2017).
Anxiety and depression symptoms and alcohol use among adolescents - a
cross sectional study of Norwegian secondary school students. BMC public
health, 17(1), 494. https://doi.org/10.1186/s12889-017-4389-2
15. Lees, B., Meredith, L. R., Kirkland, A. E., Bryant, B. E., & Squeglia, L. M.
(2020). Effect of alcohol use on the adolescent brain and behavior.
Pharmacology, biochemistry, and behavior, 192, 172906.
https://doi.org/10.1016/j.pbb.2020.172906
16. Zou, Z., Wang, H., d'Oleire Uquillas, F., Wang, X., Ding, J., & Chen, H.
(2017). Definition of Substance and Non-substance Addiction. Advances in
experimental medicine and biology, 1010, 21–41.
https://doi.org/10.1007/978-981-10-5562-1_2
17. Goodman A. (1990). Addiction: definition and implications. British journal of
addiction, 85(11), 1403–1408.
https://doi.org/10.1111/j.1360-0443.1990.tb01620.x
18. Quigley, L. A., & Marlatt, G. A. (1996). Drinking Among Young Adults:
Prevalence, Patterns, and Consequences. Alcohol health and research world,
20(3), 185–191.
19. Caldwell, T. M., Rodgers, B., Jorm, A. F., Christensen, H., Jacomb, P. A.,
Korten, A. E., & Lynskey, M. T. (2002). Patterns of association between
alcohol consumption and symptoms of depression and anxiety in young
adults. Addiction (Abingdon, England), 97(5), 583–594.
https://doi.org/10.1046/j.1360-0443.2002.00092.x
20. Organización Mundial de la Salud. (2018). Informe sobre la situación mundial
del alcohol y la salud 2018. Obtenido de:
https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/274603/9789241565639-eng.
pdf
21. Boschloo, L., Vogelzangs, N., Smit, J., can den Brink, W., Veltman, D.,
Beekman, A., Penninx, B. (2011). Comorbidity and risk indicators for alcohol
use disorders among persons with anxiety and/or depressive disorders.
Findings from the Netherlands Study of Depression and Anxiety (NESDA).
Journal of Affective Disorders, 131, 233-242.
22. Moderate alcohol consumption and depression – a longitudinal
population-based study in Sweden. (2019). acta psychiatrica scandinavica.
23. Elsevier Enhanced Reader. (s. f.).
https://reader.elsevier.com/reader/sd/pii/S0010440X9890058X?token=4D50A
6012404EAF63F5A2AEA315995582D0C444AEFC81DAFFF6CAB70215B29
16AE0ED413BB6E7AF46B0E8916E32BF69D
24. Trastornos de ansiedad y por consumo de alcohol. (s. f.). Artículos -
IntraMed. https://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoid=93375
25.

También podría gustarte