Está en la página 1de 12

Asignatura:

Neurociencias del comportamiento


- 202210-1A - 303

Actividad Evaluativa Eje 4


Las neurociencias de la conducta y su aporte a la psicología (wiki)

Presentado por:

Juan manuel hoyos


Kimberly Stacy Vargas Rodríguez
Luis Felipe Velez Cardona
Victor Hugo Franco Niño

Docente

Teresita Carolina Cabra


Introducción

El consumo de estupefacientes es un problema social a nivel mundial que provoca daños


sociales, físicos y conductuales a las personas que los consumen. En este trabajo abordaremos
esta cuestión y explicaremos en profundidad la correlación del consumo de drogas con
patologías neurológicas relacionadas con la memoria, el aprendizaje y trastornos de la
personalidad.

Las personas adictas a cualquier tipo de sustancia estupefaciente, ilícita o legal, experimentan
dificultades sociales, dificultad de razonamiento y dificultad para resolver problemas debido
al deterioro neurocognitivo. Las drogas actualmente son consideradas una amenaza para la
salud pública por su alta morbilidad y prevalencia en el consumo, produciendo enfermedades,
adicciones, y en el peor caso la muerte por sobredosis. «Cerebro y La Adicción,2018».

Trastornos por consumo de estupefacientes: la esquizofrenia


Podemos decir que ciertas drogas ilícitas pueden causar una adicción a personas que
pueden experimentar uno o más síntomas de un problema de salud mental, estos conducen a
un consumo de drogas o alcohol, debido a que personas con un estado de salud mental
pueden llegar a abusar de estas como una forma de automedicación para su estado actual. Los
trastornos mentales y el uso de estas sustancias comparten algunas causas subyacentes, ya
sean cambios en la composición del cerebro, vulnerabilidades genéticas y un contacto
temprano con el estrés o el trauma.

El consumo habitual de cannabis y los trastornos psicóticos (como la esquizofrenia)


están asociados en la población general, y los grandes consumidores de cannabis están
sobrerrepresentados entre los nuevos casos de esquizofrenia,. Estos hallazgos, y las crecientes
tasas de consumo de cannabis entre los jóvenes en muchos países desarrollados, han
provocado debates sobre si el consumo de cannabis puede ser una causa que contribuya a la
psicosis, es decir, puede precipitar la esquizofrenia en personas vulnerables. Esta hipótesis
asume que el consumo de cannabis es un factor entre muchos otros (incluida la
predisposición genética y otras causas desconocidas) que juntos provocan la
esquizofrenia.Hall, W. y Degenhardt, L. (2008).

También podemos encontrar otras posibles explicaciones a la asociación, los factores


comunes pueden aumentar el consumo y la psicosis, sin que estos estén directamente
relacionados.Esta droga podría utilizarse para medicar los síntomas de la esquizofrenia la
cual afectaría la persona.

A pesar de que existe una abundante investigación sobre el tema, todavía no están
claras las causas por las que una persona, en un momento dado de su vida, puede llegar a
desarrollar esquizofrenia. En general, se supone que existe una cierta predisposición genética
al padecimiento del trastorno que, para desarrollarse de hecho, requiere también la presencia
de factores ambientales que se están estudiando. García, J.M.; Zaldíval, B.; Moreno, M. y
Flores, P. (2013).

Podemos relacionar también la cocaína y cómo esta afecta o se relaciona a problemas


de ansiedad y cuadros depresivos y también podría tener patologías con alguna patología
psicótica. Al igual que otras drogas tienen una afección a nuestra salud mental, con esta se
puede apreciar un consumo esporádico en la cual hay que tener en cuenta una predisposición
genética o biológica de desencadenar un trastorno mental.
Asociación del Consumo de cannabis con la disfunción cerebral

La asociación entre estas dos no está dada de forma unidireccional pues ambas variables
pueden influir en un momento dado, es decir, el consumo prolongado de cannabis genera
alteraciones y cambios estructurales a nivel neuronal de igual forma el mal funcionamiento
de estructuras cerebrales favorece la aparición de adicciones. Las complicaciones que se
adquieren por consumo de sustancias psicoactivas dependen mucho de factores como la edad
en la que se comienza a consumir, la frecuencia, la cantidad y el tipo de droga.

El cannabis es una de las sustancias psicoactivas que más se consume a nivel mundial y la
cual tiene muchas implicaciones en la salud de quienes la utilizan esto debido a sus
componentes químicos como el Delta-9-Tetrahidrocannabinol (THC) compuestos capaz de
alterar el sistema nervioso central, el cual produce efectos a corto plazo en las funciones
cognitivas que son los que se exteriorizan minutos después de haber consumido la sustancia,
denominada por el CIE-10 como intoxicación aguda por ingesta de cannabinoides donde se
presentan alteraciones a nivel del pensamiento, la conciencia, la percepción, la atención, el
estado afectivo, el comportamiento, entre otras (Organización Mundial de la Salud, 2000), y
también a largo plazo donde se presentan efectos agudos que involucran la atención
sostenida, selectiva y dividida los cuales surgen con el tiempo por el consumo habitual de
esta. La memoria también tiene alteraciones inmediatamente después de haber ingerido la
sustancia, presentándose deficiencias en la memoria a corto plazo, la memoria procedural, la
memoria operativa, y el aprendizaje verbal y asociativo. En cuanto a las funciones ejecutivas
las alteraciones varían según la cantidad administrada.

Esto debido a que al tener un consumo crónico de la sustancia se ha podido evidenciar que el
tamaño de estructuras como el hipocampo, amígdala y corteza prefrontal disminuyen de
tamaño, por otra parte, la sustancia blanca del cerebro también se ve afectada gracias a que
los compuestos del cannabis influyen negativamente en la poda sináptica y conexiones
neuronales.

Ahora bien, el mecanismo de acción del cannabis es inhibir la actividad neuronal, debido a
esto el consumo en menores de 16 años tiene implicaciones más agudas ya que estos están en
pleno desarrollo cognitivo y la marihuana impide el desarrollo normal del cerebro,
ocasionando que los efectos adversos sean irremediables en comparación a personas que
iniciaron su ingesta en una la adultez.

De esta forma podemos analizar como los efectos del cannabis tienen variables dependientes
como la edad y cantidad consumida.

Propuesta de intervención

Para generar un cambio significativo sobre la disminución de problemáticas del consumo por
sustancias psicoactivas en especial el cannabis, se debe prevenir antes que mitigar ya que esta
genera cambios irreversibles si se ingiere constantemente en una temprana edad, para esto
contamos con una intervención ABP.

Intervención ABP (Aprendizaje Basado en proyectos)

La intervención ABP consiste en generar conocimiento a través de la investigación


sustanciosa de una problemática, lo que se busca es la integración de los implicados desde la
investigación, reflexión y el generar una solución ante un problema planteado por el
instructor. Una metodología que defiende el enfoque de aprendizaje activo señala que “el
aprendizaje basado en proyectos representa una estrategia eficaz y flexible que, a partir de lo
que hacen los estudiantes, puede mejorar la calidad de su aprendizaje en aspectos muy
diversos” (Murcia, 2006).

Síndrome de Wernicke-Korsakoff

Como ejemplo podemos tomar una de las enfermedades que produce el consumo de alcohol,
que genera un daño cognitivo severo, como es el síndrome de Korsakoff. El síndrome se
define como el deterioro de la memoria causado por la deficiencia de vitamina B1 (tiamina).
Un trastorno relacionado, el síndrome de Wernicke, suele preceder a los síntomas de
Korsakoff. Debido a que los síntomas de ambos trastornos ocurren al mismo tiempo, a
menudo se los denomina síndrome de Wernicke-Korsako «Síndrome de Wernicke-Korsakoff,
2022».

Síntomas

En el síndrome de Korsakoff, los pacientes no recuerdan información reciente a pesar de que


la memoria inmediata, la capacidad de atención y el nivel de conciencia son normales. La
memoria de eventos recientes se ve gravemente afectada, mientras que el conocimiento
adquirido antes de la enfermedad permanece relativamente intacto. El individuo suele parecer
confuso, desorientado e incapaz de adquirir nueva información excepto por unos minutos.
superficialmente, pueden iniciar conversaciones, construir relaciones y realizar tareas simples
y obedecer órdenes instantáneas. «Suárez, D. R. M. (2009) ».

Estrategias de intervención

Para prevenir problemas con la adicción al alcohol hay varios tipos de intervención desde la
psicología que se pueden hacer, entre ellas están:

Entrenamiento en habilidades sociales

A través de esta técnica, el paciente pretende desarrollar una serie de habilidades que le
ayudarán a gestionar diferentes áreas problemáticas relacionadas con el consumo. En muchos
casos, el consumo de alcohol está asociado a determinadas personas y situaciones que lo
fomentan, y los pacientes carecen de la capacidad para afrontarlo de una forma más positiva.
Por ello, trabajan la autoconfianza, la expresión emocional, las habilidades comunicativas
positivas, son capacitados para rechazar bebidas alcohólicas y desarrollan conductas
alternativas de consumo. «Jiménez, M. D. L. V. M., & Bernal, A. O. (2005). »

Terapia Conductual

Son terapias basadas en el aprendizaje diseñadas para reemplazar comportamientos


inapropiados por otros más adaptativos. La terapia conductual surge del trabajo del fisiólogo
ruso Iván P. Paulov y la psicología conductual. Las técnicas de modificación de conducta
aplicadas a diversas enfermedades o síntomas se han utilizado desde la década de 1920. A
partir de la década de 1940, una serie de estudios consolidó este tipo de tratamiento al aplicar
los principios clásicos del condicionamiento a problemas como el alcoholismo. Los más
utilizados son la terapia de aversión, los contratos de contingencia y la exposición con
prevención de respuesta. La principal crítica a estas técnicas es que favorecen el
comportamiento observable sin prestar atención al análisis de sus causas. «Secades Villa, R.,
& Fernández Hermida, J. R. (2001) »

Terapia de aversión

En esta técnica se castigan conductas desadaptativas, entre ellas la presentación continua de


consumo de alcohol se crean experiencias aversivas con medicamentos Interdictores como
(Disulfiram y Cianamida cálcica): Este grupo de fármacos interactúan con el alcohol
produciendo efectos adversos de malestar fisico, inhibiendo asi el consumo de etilico.
«Terapias para la deprivación del alcohol - Revista Electrónica de Portales Medicos.com
2019».

MDMA y su Relación con Hiponatremia


El MDMA (acrónimo de su nombre químico 3,4-metilendioximetanfetamina), más
conocido popularmente como éxtasis, es una droga ilegal consumida generalmente por
jóvenes, con la idea errónea de que es una droga segura.

Esta droga se ha vuelto muy popular por los efectos que tiene en el consumidor,
debido a que el MDMA aumenta la actividad de los siguientes neurotransmisores:
Serotonina, Dopamina y Norepinefrina. Dentro de las funciones de la serotonina se
encuentra el control del estado de ánimo y la sensación de dolor, por lo que el consumo de
MDMA hace que se eleve y mejore el estado de ánimo, adicionalmente, la serotonina libera
oxitocina y vasopresina que son hormonas relacionadas con el amor y la excitación sexual.
En el caso de la Dopamina, este neurotransmisor está relacionado con las sensaciones, entre
ellas la sensación de placer. Y en relación a la Norepinefrina tiene un efecto en la presión
sanguínea aumentando la frecuencia cardiaca.

No obstante, estos resultados placenteros son una fachada para los efectos adversos
que puede tener el individuo por el consumo de esta droga. Dentro de los efectos secundarios
por el consumo de MDMA se encuentran: convulsiones, ataques de pánico, pérdida de
conocimiento entre otros. El consumo frecuente de MDMA ocasiona alteraciones en los
procesos de aprendizaje y memoria, Según lo señala (Reneman et al. 2002):

“estudios demuestran que los consumidores de MDMA presentan una deficiencia de


memoria a corto plazo, que podría estar relacionada con alteraciones en el sistema
serotoninérgico.”

Adicionalmente es común encontrar episodios psicóticos paranoides en personas que


hacen uso frecuente de MDMA (Bone et al 2000). Estos episodios se caracterizan por una
alteración de la personalidad cuyos efectos paranoides hacen que el individuo sienta recelo y
desconfianza respecto de las intenciones de los demás, llevándolo a tener la sensación de que
quieren hacerle daño.

El consumo prolongado de MDMA ha sido relacionado con algunas patologías entre


las que se encuentra la Hiponatremia. A continuación, haremos referencia al artículo
“Hiponatremia y muerte cerebral secundaria al consumo de éxtasis” (Azkarate et al 2000),
donde se registra un caso clínico de una mujer de 17 años que fue remitida a un hospital
porque presentaba deterioro del nivel de conciencia, agitación psicomotriz y falta de
respuesta a órdenes verbales. La joven no tenía antecedentes médicos de importancia, y los
síntomas por los que fue remitida al hospital ocurrieron después del consumo de MDMA. En
el caso mencionado se realizó un TAC a la paciente donde se pudo evidenciar la existencia de
edema cerebral difuso y masivo, con borramiento de cisternas. En este caso, desencadenó en
la muerte cerebral de la paciente.
Conclusiones

Podemos entender con todo este proceso de investigación y profundización en el


tema de patologías relacionadas con las sustancias alucinógenas, su relación con diferentes
afectaciones a la salud; podemos encontrar distintas clases de trastornos, donde nos queda
muy claro la relación de estos y su función en el organismo y el desarrollo de dicha
problemática que llega afectar al joven o al adulto en su vida cotidiana.

Es necesario recalcar que no es solo el cannabis la única droga que afecta el cerebro o
el sistema nervioso, como antes se menciona en el documento existen más, tal vez esta sea la
más conocida en la población. Al igual que existe un desarrollo de afecciones también existen
unas intervenciones, las cuales ayudan a identificar la causa de este comportamiento y cómo
podemos recuperar la persona desde nuestra área de estudio, como lo es la psicología y
comprender por medio de las neurociencias del comportamiento lo que se desenlaza en su
interior y que lo puede causar.

Referencias
«Síndrome de Wernicke-Korsakoff: MedlinePlus enciclopedia médica, 2022».
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000771.htm.

Abuse, National Institute on Drug. «Cerebro y La Adicción, 2018».


https://teens.drugabuse.gov/es/datos-sobre-las-drogas/cerebro-y-la-adiccion.

Suárez, D. R. M. (2009). Alcoholismo y déficit nutricional: Síndrome de Wernicke-


Korsakoff. Revista Médicas UIS, 22(2), 1.

Jiménez, M. D. L. V. M., & Bernal, A. O. (2005). Un programa de intervención psicosocial


para la mejora de las habilidades sociales de adolescentes consumidores de alcohol y otras
sustancias psicoactivas. Apuntes de Psicología, 23(1), 3-26.

Secades Villa, R., & Fernández Hermida, J. R. (2001). Tratamientos psicológicos eficaces
para la drogadicción: nicotina, alcohol, cocaína y heroína. Psicothema, 13 (3).

«Terapias para la deprivación del alcohol - Revista Electrónica de Portales Medicos.com,


2019». https://www.revista-portalesmedicos.com/revista-medica/terapias-para-la-
deprivacion-del-alcohol/.

Hall, W. y Degenhardt, L. (2008). El consumo de cannabis y el riesgo de desarrollar un


trastorno psicótico. Psiquiatría mundial: publicación oficial de la Asociación Mundial de
Psiquiatría (WPA) , 7 (2), 68–71.https://doi.org/10.1002/j.2051-5545.2008.tb00158.x

García, J.M.; Zaldíval, B.; Moreno, M. y Flores, P. (2013).


Relación entre consumo de drogas y predisposición a tener desórdenes del espectro
esquizofrénico.https://www.infocop.es/view_article.asp?id=4817

Aguilar Bustos, O Enrique, & Mendoza Meléndez, Miguel Ángel, & Valdez Gonzales, Gayle Rosio, &
López Brambila, Miguel Ángel, & Camacho Solís, Rafael (2012). Disfunción cerebral en las
adicciones. Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas, 17(2),119-124.[fecha de Consulta 4 de
Abril de 2022]. ISSN: 1665-7330. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?
id=47323278010

Silva Monsalve, A. M., Mendoza Girado, J. F., & Girado Ruiz, A. I. (2018). Prevención del consumo
de sustancias psicoactivas. Un aporte desde la neurociencia y el aprendizaje basado en proyectos
ABP. Revista Iberoamericana De Educación, 78(1), 107-126. https://doi.org/10.35362/rie7813214

Pozo-Hernández, E. (2019). Efectos neuropsicológicos por el consumo de marihuana en

adultos jóvenes | Pozo-Hernández | Cuadernos de Neuropsicología / Panamerican

Journal of Neuropsychology. Cuadernos de Neuropsicología / Panamerican Journal

of Neuropsychology. https://cnps.cl/index.php/cnps/article/view/380/438
Reneman, L., Endert, E., de Bruin, K., Lavalaye, J., Feenstra, M. G., de Wolff, F. A.,
& Booij, J. (2002). The acute and chronic effects of MDMA (“ecstasy”) on cortical 5-HT2A
receptors in rat and human brain. Neuropsychopharmacology, 26(3), 387-396.

Bone Pina, I., Ramos Gorostiza, P., Villalba Yllán, P., & Valle Fernandez, J. (2000).
Trastorno psicótico persistente inducido por consumo de extasis (MDMA). Actas esp.
psiquiatr, 61-66.

Azkarate, B., Morrondo, P., Choperena, G., Olaizola, P., Trabanco, S., & Sebastián,
R. (2003). Hiponatremia y muerte cerebral secundaria al consumo de éxtasis. Medicina
intensiva, 27(10), 695-697.

También podría gustarte