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3.

Argumentos interpretativos: Los argumentos interpretativos, son aquellos


argumentos que se sirven de los métodos de interpretación referentes a la manera
en que habrá de interpretarse la norma para desentrañar su significado, esto es,
mientras que los métodos se dirigen al proceso de interpretación, los argumentos
se destinan al resultado de la interpretación.

3.1. ¿Qué es argumentar? Argumentar es la expresión del proceso de comunicación


caracterizado por el emisión de mensajes con un código en particular y la
participación de dos sujetos previamente instruidos sobre el tema: un emisor
(encargado de emitir el mensaje) y un receptor (quien recibe tal mensaje); los cuales
sirviéndose de un canal determinado (sea este escrito, oral, directo o indirecto),
tienen como fin la intención marcada de convencer, persuadir, disuadir y romper con
la convicción de la postura inicial del otro sujeto a quien va dirigido cada mensaje.

3.2. Tipo de argumentos interpretativos:

3.2.1. Argumentos dialécticos. Argumentos apodícticos o demostrativos.

-Argumentos dialécticos:

-Argumentos apodícticos o demostrativos: Los argumentos apodícticos o


demostrativos, son aquellos argumentos cuyas premisas son verdaderas, dado que
su conocimiento tiene su origen en premisas auténticas. Implica una proposición
totalmente comprobable por lo que a este tipo de argumentos se les reputa
completamente verídicos.

3.2.2. Argumentos Erísticos. Pseudoconclusiones o Paralogismos.

-Argumentos erísticos: Son aquel tipo de argumentos que inician con una verdad
que se pretende es cierta, pero que rodeándola de una gran cantidad de
consideraciones, puede llegar a ser banal, falso.

-Pseudoconclusiones:

-Paralogismos:

3.2.3. Argumentos deductivos y no deductivos.


-Argumentos deductivos: Los argumentos deductivos, son aquellos argumentos que
se sirven de premisas generales para llegar a conclusiones particulares, es decir,
una vez sentadas ciertas proposiciones, se concluye necesariamente en una
proposición diferente de las proposiciones admitidas, mediante el auxilio de estas
mismas proposiciones. Es decir, parte del escenario en que, para llegar a la
situación a la que uno quiere, no sea necesario agotar el universo de posibilidades,
sino tan solo unas cuantas.

-Argumentos no deductivos (inductivos): Son argumentos inductivos, aquellos


argumentos que se sirven de premisas particulares para llegar a conclusiones
generales, por considerar la no existencia de categorías absolutas.

Al igual que los deductivos, estos argumentos no son exactos y por ello no son
siempre un arma confiable, pero muchas veces son lo único con lo que contamos
ante la imposibilidad de experimentar sobre la generalidad.

3.2.4. La analogía y la abducción. Argumentos ¨a simile¨, ¨a contrario¨ y ¨a fortiori.¨

-Analogía:

-Abducción:

-Argumentos a simile:

-Argumentos a contrario:

-Argumentos a fortiori:

3.2.5. Los argumentos jurídicos como argumentos interpretativos.

3.2.6. Argumento ¨a rubrica.¨ Argumento psicológico.

-Argumento a rubrica: El argumento a rubrica, es aquel tipo de argumento por medio


del cual la atribución del significado se realiza a partir del título o rúbrica que
encabeza el grupo de artículos en el que encuentra ubicado el enunciado, ya que
se piensa que los títulos proporcionan información sobre el contenido regulado bajo
los mismos. Es decir, es aquel argumento cuyo significado se entiende en razón
título o rubro que le encabeza.
-Argumento psicológico: El argumento psicológico, es aquel argumento que
consiste en la investigación de la voluntad del legislador concreto por medio del
recurso a los trabajos preparatorios. Este argumento permite, más especialmente,
refutar una interpretación de la ley que hubiera podido parecer plausible.

3.2.7. Argumento ¨sedes materiae.¨ Argumento ¨ab autorictate.¨

-Argumento sedes materiae: El argumento sedes materiae, es aquel argumento por


el que la atribución del significado se realizó a partir del lugar que ocupa en el
contexto normativo del que forma parte, ya que se piensa que su localización
proporciona información sobre su contenido. De este modo, puede entenderse que
es aquel argumento que se refiere a la sede, el lugar o espacio dónde se desarrolló,
es decir, su contexto, como medio idóneo para comprender el contenido del propio
texto.

-Argumento ab autorictate: El argumento ab autorictate o argumento de autoridad,


es aquel argumento que se configura al atribuir a una disposición el significado
sugerido por alguien y por el solo hecho, por lo que su fuerza persuasiva, en
principio débil, depende enteramente de la autoridad invocada. Es decir, se trata de
aquellos argumentos cuya formulación debe ser interpretada en atención a la
opinión de determinada autoridad, sea esta jurídica o intelectual, entre otras.

3.2.8. Argumento histórico. Argumento teleológico:

-Argumento histórico: El argumento histórico, es aquel que supone que el legislador


es conservador y que permanece fiel a la manera mediante la cual quiso regular
una determinada materia, a menos que se hayan modificado expresamente los
textos legales. Por lo tanto, se puede desprender que se trata del tipo de argumento
que tiene por objeto proporcionar coherencia o veracidad al texto de la ley a través
del tiempo, es decir, se explica en razón de todo lo que ocurrió en el pasado para
entender que lo que pasa en el presente.

-Argumento teleológico: El argumento teleológico, es aquel argumento al que le


concierne al espíritu y la finalidad de la ley, que no se reconstruye a partir del estudio
concreto de los trabajos preparatorios, sino a partir de consideraciones sobre el
texto mismo de la ley. De este modo, el argumento teleológico se centra en
interpretar un determinado enunciado con una finalidad que se tiene desde los
elementos que lo configuran, es decir, el contexto que a aquel le rodea.

3.2.9. Argumento económico. Argumento ¨a coherentia.¨ Reducción al absurdo.

-Argumento económico: El argumento económico o hipótesis del legislador no


redundante, es aquel argumento que hace referencia a que las premisas que deben
ser utilizadas para defender una tesis, deben ser lo más favorables y concisas en
cuanto a su forma de obtención, más cercano como prioritario. Se trata pues, de los
argumentos encaminados a limitar la repetición de enunciados que figuran ya en el
texto anterior, pues ello se considera superfluo.

-Argumento a coherentia: El argumento a coherentia, es aquel argumento que parte


de la idea de que un legislador razonable y al que se supone también perfectamente
previsor, no puede regular una misma situación de dos maneras incompatibles, de
manera que existe una regla que permite descartar una de las dos disposiciones
que provocan antinomia. Por lo tanto, se entiende pues que es aquel argumento por
el que dos disposiciones no pueden expresar dos normas incompatibles entre ellas
destinadas a regular una misma situación.

3.3. Argumentación y falacias.

-Falacias: Las falacias son aquellos razonamientos que incorporados a los


argumentos, hacen de estos incorrectos y engañosos. Es decir, son aquellos vicios
ocultos en los razonamientos, puesto que se presume se cometieron con la
intensión de persuadir o manipular a los demás, aun cuando pueda caber la
posibilidad de que se comentan sin intención debido al descuido de los hablantes y
por tales características pueden ser muy útiles para el que decida emplearlos,
puesto que muchas veces cuesta trabajo detectarlos.

3.10.1. Falacias de atinencia: Las falacias de atinencia son aquellas falacias que se
revisten en forma de premisa, pero se caracterizan por no existir atinencia entre el
predicado y la conclusión. Se trata pues, de aquellas proposiciones que de algún
modo importan una falta a la relación lógica entre los elementos que lo constituyen
y la conclusión a la que llega, por lo que tienden a engañar.

3.10.2. Falacias de ambigüedad: Las falacias de ambigüedad o también


denominadas falacias de claridad, son aquellas falacias que aparecen en los
argumentos cuya formulación contiene palabras que articulan oraciones ambiguas,
es decir, con significaciones que oscilan y cambian de manera más o menos sutil
en el caso de la exposición del mismo argumento. De teste modo, son aquellas
falacias que dan a entender cosas distintas por emplear palabras en más de un
sentido.

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