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TEMA 6: TOMA DE DECISIONES

INTRODUCCIÓN: La toma de decisiones es un proceso que surge de la combinación de juicios probabilísticos con los
intereses y deseos de la persona en el momento de tomar esa decisión. Dentro de esta definición, los juicios probabilísticos
son una parte integral del proceso de la toma de decisiones porque la incertidumbre frecuentemente se encuentra presente en
el proceso de decisión.

Una decisión es la respuesta a una situación en la que existe más de un curso posible de acción, denominado opción o
alternativa, y está basada en:
 Las expectativas basadas en la ocurrencia de posibles acontecimientos.
 La evaluación de las consecuencias de esos acontecimientos en función de nuestras metas y valores.

El proceso de toma de decisiones sigue los siguientes pasos:

1. Planteamiento de la decisión: El planteamiento de la decisión determinará las alternativas, la decisión y, por lo tanto,
también los resultados.

Por ejemplo, para decidir qué hacer después de la carrera, nos preguntamos
¿Cuál será la mejor forma de lograr un buen nivel de vida?, ¿Podría ampliar la formación con un curso de postgrado?
y ¿Cómo puedo ejercer mi profesión de la forma más útil?

Las metas determinan el planteamiento, pudiendo ser económicas, vocacionales o


de experto como a largo o corto plazo (p.e. ganar poco dinero en poco tiempo con
dedicación exclusiva vs ganar menos dinero en un tiempo prolongado con
compatibilidad de horarios).

Volviendo al ejemplo, las metas serían:

2. Generación de alternativas: Las alternativas son diferentes dependiendo del conocimiento, los valores y los factores
socioculturales. Este paso está determinado tanto por la accesibilidad de la información (p.e. al generar una alternativa
en la decisión de comprar un coche) como por la creatividad y la motivación de la persona (a mayor interés, mayor
generación de alternativas).

3. Evaluación de alternativas: En este punto se tienen en cuenta la probabilidad de ocurrencia y sus posibles
consecuencias.
 La evaluación de la probabilidad de ocurrencia (¿qué posibilidad hay de que ocurra?) está influida por los
heurísticos.
 La evaluación de las consecuencias en caso de que ocurran (¿qué importancia o valor tiene si ocurre?) se estudia
habitualmente en términos de ganancia-pérdida.

Ej.: para decidir si acudimos a una fiesta dada la situación actual del COVID-19, estimamos la probabilidad de
contagiarnos (muy alta) y valoramos las consecuencias que esto tendría.

Esto se ha estudiado habitualmente en los juegos de azar con situaciones de elección entre dos apuestas, pero también en
situaciones que afectan a toda la población (p.e. vacunación contra enfermedades raras).

4. Elección de la alternativa: Se estudiará en los apartados siguientes de acuerdo con las teorías normativas y a las teorías
descriptivas de la decisión.

TEORÍAS NORMATIVAS DE LA DECISIÓN: tratan de definir cuáles son las elecciones óptimas en función de un
estadístico que surge de la combinación de la expectativa de ocurrencia y los intereses/deseos personales.

La toma de decisiones puede apoyarse en los denominados árboles de decisión, que representan las expectativas sobre la
ocurrencia de futuros acontecimientos y la evaluación de estas consecuencias, pero no proporcionan la solución.

DIFERENTES SITUACIONES RELACIONADAS CON LAS EXPECTATIVAS: La expectativa es el grado de


creencia o la probabilidad de que ocurra un determinado suceso y varía en función de las siguientes situaciones:
 Si se conocen las probabilidades (p.e. comprar un billete de lotería), la decisión se produce en un contexto de riesgo.
 Si no se conocen las probabilidades, pero se pueden estimar (p.e. ser asalariado o crear una empresa), la decisión se
produce en un contexto de incertidumbre.
 Si existe una certeza sobre las opciones y solo se tiene que elegir entre las mismas (p.e. pedir carne o pescado), es decir,
no existen dudas sobre los acontecimientos y la decisión se toma bajo este supuesto, entonces la decisión se produce en un
contexto de certidumbre.

MODELOS NORMATIVOS: Los modelos normativos tratan de definir cuáles son las decisiones óptimas.
 Modelo del valor esperado: los sujetos toman decisiones que se basan en el valor máximo esperado de los resultados.
Esto se ha estudiado fundamentalmente a través de los juegos de azar mediante experimentos basados en tareas
dicotómicas muy sencillas con dos alternativas de respuesta (probabilidad de ocurrencia y ganancia o pérdida). El objetivo
es encontrar la forma de cuantificar el valor de una apuesta en los juegos o en cualquier otra decisión bajo condiciones de
riesgo, ya que al principio suponían que el valor que el sujeto le asignaba a una cantidad monetaria coincidía exactamente
con esta.

El valor esperado es la suma del producto de cada valor monetario por su probabilidad de ocurrencia, es decir, es el
promedio ponderado de los resultados esperados que pueden llegar a ocurrir en el futuro. Por lo tanto, la mejor opción es
la que se corresponde con el máximo valor esperado.

Por ejemplo, se presentan dos alternativas:


 Ganar 1000€ con una probabilidad de 0.90 y ganar 0€ con una probabilidad de 0.10.
 Ganar 500€ con una probabilidad de 0.80 y ganar 20€ con una probabilidad de 0.20.

Los valores esperados de cada alternativa son:


 (1000 x 0.90) + (0 x 0.10) = 900€  (500 x 80) + (20 x 0.20) = 404€

Según este modelo, todos los sujetos buscan maximizar sus ganancias eligiendo la opción 1; sin embargo, esto no es lo
que sucede en la realidad. Lo que ocurre es que muchos sujetos eligen la opción 2 porque reporta una ganancia segura.

De este modo, el valor esperado es sustituido por la utilidad esperada y es que la misma cantidad de dinero puede tener
un valor diferente para dos personas, es decir, se tienen en consideración aspectos más subjetivos.

 Teoría de la utilidad esperada (Von Neumann y Morgenstern, 1944): Como ya hemos comentado, la utilidad
esperada es la valoración subjetiva de las posibles consecuencias monetarias del juego.

Hoy Emilio y Carlos amanecieron con 5 millones en sus cuentas de banco. Ayer Emilio tenía 1 millón y Carlos tenía 9
millones en su cuenta. ¿Los dos tienen hoy el mismo nivel de felicidad?

Esta teoría defiende que las elecciones de los individuos no se basan en valores dinerarios, sino en los valores psicológicos
de los resultados, es decir, en sus utilidades (cada uno estimado por su probabilidad).

Esta valoración subjetiva es función inversa del nivel de riqueza de cada individuo, de manera que, a mayor nivel de
riqueza, menor es el valor subjetivo otorgado a cada unidad monetaria y, por lo tanto, menor es su utilidad marginal
(extra). En otras palabras, la utilidad marginal de una suma de dinero se hace menor a medida que crece la suma que
se le añade.

Este es un modelo estándar de la decisión individual en situaciones de riesgo. Las personas eligen lo que prefieren y el
análisis de estas preferencias revela las actitudes hacia el riesgo.
- Personas con actitud de aversión al riesgo: Se presentan dos opciones
 Ganancia segura de 240€.
 25% de probabilidad de ganar 1000€ y 75% de ganar 0%.

Las utilidades reales son:


 U(A) = 1 x 240 = 240€  U(B) = (0.25 x 1000) + (0.75 x 0) = 250€

Las personas con aversión al riesgo tienden a elegir la opción A porque asignan una utilidad mayor al valor esperado de
240€ que al valor esperado de 250€ [U(A) > U (B)]. Esto se representa con una función de utilidad cóncava.

- Personas con actitud neutral hacia el riesgo: Se presentan dos opciones


 Ganancia segura de 250€.
 25% de probabilidad de ganar 1000€ y 75% de ganar 0%.

Las utilidades son:


 U(A) = 1 x 250 = 250€  U(B) = (0.25 x 1000) + (0.75 x 0) = 250€

En este caso, la utilidad esperada es proporcional a la cantidad del valor esperado, es decir, U(A) = V(A) y U(A) = U(B);
por lo que se representa con una función de utilidad lineal.
- Personas con actitud de preferencia hacia el riesgo: Se presentan dos opciones
 Ganancia segura de 260€.
 25% de probabilidad de ganar 1000€ y 75% de ganar 0€.

Las utilidades reales son:


 U(A) = 1 x 260 = 260€  U(B) = (0.25 x 1000) + (0.75 x 0) = 250€

Las personas con una actitud de preferencia hacia el riesgo eligen la opción B porque asignan una utilidad mayor al valor
esperado de 250€ que al valor esperado de 260€ [U(B) > U(A)]. Gráficamente, esto se representa con una función de
utilidad convexa.

La teoría racional de la toma de decisiones establece que las personas son coherentes con la asignación de sus propias
utilidades. Se basa en unos axiomas que violan las restricciones impuestas por la teoría de la utilidad esperada:
- Axioma de transitividad: Si A se prefiere a B (A>B) y B se prefiere a C, entonces A se prefiere a C (A>C).
- Axioma de independencia: El orden de preferencia entre 2 alternativas simples no cambia por la adición de una nueva
alternativa. Si tenemos 2 alternativas simples asociadas a una tercera, entonces la preferencia entre las dos alternativas
compuestas resultantes es independiente de la tercera alternativa simple, es decir, A>B si y solo si ApC > BpC.

Finalmente, la teoría de la utilidad esperada se ha descartado como un modelo válido para la toma de decisiones.
Puede considerarse una guía prescriptiva adecuada o un buen criterio para un hombre racional, pero no un modelo
descriptivo de sus decisiones (Coombs, Dawes y Tversky, 1980) porque, aunque es útil para analizar cómo debería ser una
decisión correcta, resulta inadecuada para describir cómo eligen las personas en su vida diaria.

TEORÍAS DESCRIPTIVAS DE LA DECISIÓN: tratan de resolver cómo los sujetos realmente toman las decisiones,
ya que los principios básicos de la utilidad esperada se violan repetidamente.

¿CÓMO LOS SUJETOS REALMENTE TOMAN LAS DECISIONES?: Al contrario del modelo de la utilidad
esperada
 Los sujetos son inconsistentes con sus preferencias ante situaciones de elección semejantes. Normalmente, una
reducción en la probabilidad de ganar una recompensa crea un efecto psicológico de disgusto por la percepción de pérdida
de la probabilidad original que favorece una decisión con aversión al riesgo. Sin embargo, la misma reducción da como
resultado un efecto psicológico mayor cuando se realiza desde la certeza que desde la incertidumbre. Por lo tanto, el efecto
de certeza es el efecto psicológico resultante de la reducción de la probabilidad de cierto a probable.

Esto lo ilustran Tversky y Kahneman (1986) con el siguiente ej. Se presentan dos situaciones con 2 alternativas cada una:

Situación 1: El 78% de los sujetos eligen la opción A, mostrando una actitud de aversión al riesgo.
- Ganar 30€ seguros, es decir, con una probabilidad de - Ganar 45€ con una probabilidad de 0.80.
1.

Situación 2: El 58% de los sujetos eligen la opción D, mostrando una actitud de preferencia al riesgo.
- Ganar 30€ con una probabilidad de 0.25. - Ganar 45€ con una probabilidad de 0.20.

En este caso, el efecto certeza provoca que la reducción de la ganancia segura a la ganancia con probabilidad 0.25 (1/4)
tenga un mayor impacto que la reducción de 0.80 a 0.20 (0.80/4).

 Los sujetos muestran una actitud diferente ante el riesgo según se presenten los problemas en términos de
ganancias o pérdidas. El efecto marco explica que los sujetos experimentan aversión al riesgo cuando el problema se
formula en términos de ganancia y preferencia por el riesgo cuando se formula en términos de pérdidas. Por ejemplo:

Situación 1: Supongamos que hoy eres 300€ más rico y tienes que elegir entre:
- Una ganancia segura de 100€.
- Una ganancia de 200€ con una probabilidad de 0.50 y una ganancia de 0€ con una probabilidad de 0.50.

Situación 2:
- Una pérdida segura de 100€.
- Una pérdida de 0€ con una probabilidad de 0.50 y una pérdida de 200€ con una probabilidad de 0.50.

El principio de invarianza determina que la preferencia no debe depender de la descripción de las alternativas; sin
embargo, los resultados muestran que el 72€ eligen A en 1 (prefieren no arriesgarse a no ganar nada) y el 64% eligen D en
2 (prefieren arriesgarse a pagar más para quizá no pagar nada).

Además, Tversky y Kahneman (1981) resaltan la importancia del punto de referencia o estado.

 Los atributos que se consideran más importantes en la elección pierden el grado de importancia cuando se ha de
tasar o poner un precio. Tversky y Kahneman (1981) hacen un experimento que consta de dos fases. En la primera fase
presentan a algunos sujetos el siguiente enunciado y les piden que tasen el programa Y para que ambos sean equivalentes.

En la segunda fase se les presentan a todos los sujetos ambos programas con sus respectivos costes.

Resultados: muestran diferencias de elección entre quienes han estimado previamente el coste del programa Y y quienes
no.
- En el grupo de quienes no han tenido que estimar el coste, el 67% de los sujetos eligen el programa X frente a solo un
33€ que elige el programa Y, mostrando una preferencia por la vida.
- En el grupo de quienes sí han tenido que estimar el coste se infiere que, si la cantidad asignada al coste es mayor que 12
millones, elegirán el programa Y (porque es más barato de lo que pensaban); mientras que, si es menor de 12 millones,
elegirán el programa X (porque el Y es más caro de lo que pensaban). Los resultados afirman la hipótesis, ya que el 96%
eligen Y frente a solo un 4% que elige X. De este modo, los sujetos manifiestan una preferencia por el coste.

Este experimento también viola el principio de invarianza porque apoya una iniciativa pública diferente si se pregunta por
preferencia o por opinión sobre la cuantía de sus costes.

 La elección de una alternativa cambia por la decisión de rechazarla. Shafir (1993) hace un experimento en el que
presenta a dos progenitores para que dos grupos tomen una decisión sobre la custodia.

La idea es la misma para ambos grupos, pero varía la forma de la pregunta:


- Al grupo 1 le pregunta ¿A qué progenitor le concedes la custodia?
- Al grupo 2 le pregunta ¿A quién deniegas la custodia?

Los resultados son que el 64% del grupo 1 elige al progenitor B y que el 55% del grupo 2 también eligen al B. La
diferencia en los porcentajes evidencia que tareas equivalentes dan lugar a elecciones distintas.

Esto viola la idea de que si A se prefiere a B, entonces se rechazará B frente a A porque los atributos positivos son más
importantes cuando se trata de una elección y los negativos cuando se trata de un rechazo.
Todo esto nos demuestra que las personas no atienden únicamente a la utilidad de los componentes de cada
alternativa para decidir sobre la utilidad global. Por lo tanto, sabemos que:
 Las preferencias no siguen leyes lógicas como defiende el modelo del valor esperado, sino que en algunas ocasiones
depende de las variables del contexto y la tarea.
 La evidencia cuestiona también los modelos normativos, donde las personas no necesariamente tratan de maximizar el
valor o la utilidad de las alternativas.

MODELOS DESCRIPTIVOS: constituyen un intento de acercar los aspectos formales a la estrategia real de las personas
mediante la consideración de aspectos más subjetivos (más psicológicos).
 Teoría de la perspectiva (Kahneman y Tversky, 1979, 1992): Supone una modificación de la teoría de la utilidad
esperada porque cambia el concepto de utilidad por el de valor. El valor de una opción es el resultado del sumatorio del
producto del valor asignado a cada resultado por el peso otorgado a la probabilidad de obtener esa opción.

Esta teoría contempla la toma de decisiones ocurre en función de las ganancias o pérdidas con respecto a un punto de
referencia subjetivo, de modo que:
- El valor se establece en términos de ganancias o pérdidas desde un punto de referencia subjetivo y no en términos
absolutos.
- Las alternativas se consideran en función de las variaciones o cambios (ganancias o pérdidas) respecto a un determinado
marco o nivel de referencia.

Esto lo ilustran con el ejemplo de las manos y el agua, donde el punto de partida (agua
caliente o fría) determina la sensación que aporta el agua tibia (frío o calor).

La función hipotética del valor subjetivo describe que:


- El punto de referencia es en realidad la evaluación relativa a un punto de referencia.
- El valor que se atribuye a cada nueva unidad es cada vez menor (la gráfica pierde pendiente), lo que explica que:
 Prefiramos una ganancia segura a otra mayor pero probable, es decir, la aversión al riesgo.
 Prefiramos una pérdida mayor probable que una pérdida menor segura, es decir, la preferencia por el riesgo.
- A misma variación absoluta, hay un mayor impacto en el ámbito de las pérdidas por la aversión a las pérdidas.

El patrón habitual de las actitudes hacia el riesgo (Tversky y Kahneman, 1992) se resume en el siguiente cuadro:

- El valor de las ganancias y las pérdidas se define desde un punto de referencia.


- Las variaciones en el contexto o marco inducen a variaciones en el punto de referencia. Esto explica por qué la
preferencia de los sujetos cambia cuando cambia el contexto de la situación.

Existen dos fases en el proceso de elección: Hacemos una revisión preliminar de las alternativas ofrecidas en la que
codificamos sus posibles resultados en ganancias/pérdidas, que están definidas por un punto de referencia influido por la
formulación del problema y las expectativas subjetivas. Luego evaluamos en función del valor subjetivo y la probabilidad
esperaba para elegir la alternativa con un valor más alto.

Por un lado, la sensibilidad variable demuestra que, conforme la cantidad que estamos evaluando se vuelve más pequeña
con relación al punto de referencia, su valor percibido decrece. Para entenderlo mejor pondremos un ejemplo:

Situación 1: En una tienda de artículos de oficina encuentras una bonita pluma que cuesta 250
euros. Estas a punto de comprarla cuando recuerdas que la misma pluma está en oferta por 180
euros en otra tienda a 15 minutos de distancia. ¿Qué harías?
- Decides ir a la otra tienda para comprar la pluma.
- Decides comprar la pluma en la tienda en la que ya te encuentras.

Situación 2: Encuentras un lujoso traje/vestido perfecto para el trabajo y decides comprarlo por
4550 euros, pero en ese momento otro cliente te dice que el mismo traje/vestido está de oferta
por 4480 euros en otra tienda a 15 minutos de distancia. ¿Qué harías?
- Decides ir a la otra tienda para comprar el traje/vestido.
- Decides comprar el traje/vestido en la tienda en la que ya te encuentras.
En ambas situaciones el dinero que se podría ahorrar es el mismo (70 euros), pero en la situación 1 es más valioso que en
la 2 porque la cantidad de dinero que se maneja es menor.

Por otro lado, la aversión a las pérdidas se refiere a que las pérdidas duelen más que las ganancias. Ejemplo:

Situación 1: El presidente de Cosilandia, una hermosa isla en el Pacífico de 600 habitantes, se enfrenta a una epidemia del
mortal virus Alkosay, por lo que hay que elegir aplicar 1 de 2 medicamentos experimentales para contrarrestar dicho virus.
- El medicamento A, que garantiza salvar a 200 habitantes.
- Medicamento B, podría salvar a toda la isla, pero tiene 2/3 de probabilidades de no funcionar y que todo el pueblo
muera.
Situación 2: El presidente de Cosilandia, una hermosa isla en el Pacífico de 600 habitantes, se enfrenta a una epidemia del
mortal virus Alkosay, por lo que hay que aplicar 1 de 2 medicamentos experimentales para contrarrestar dicho virus.
- El medicamento C, que garantiza la muerte de 400 habitantes.
- El medicamento D, que tiene 1/3 de probabilidad de salvar a toda la isla.

La teoría de la perspectiva es la primera teoría en combinar los conceptos tradicionales de utilidad con factores cognitivos
como son la aversión a las pérdidas y los riesgos, de tal modo que supone una unión de la psicología y la economía.

En resumen, los rasgos esenciales de la teoría de la perspectiva son que:


 Las estimaciones del valor de una alternativa son cambios en la riqueza o el bienestar en lugar de estados finales.
 El valor es tratado como una función con dos aspectos:
- Una posición inicial que sirve como punto de referencia.
- La magnitud del cambio (positivo o negativo) desde ese punto de referencia.

Esta teoría puede aplicarse a elecciones que impliquen otros atributos como calidad de vida y no solo a cantidades de
dinero, lo único que debe precisarse es que:
 Los resultados sean codificados como ganancias o pérdidas en relación a un punto de referencia.
 Las pérdidas sean percibidas como más graves que las ganancias del mismo tamaño.

Con estas dos se puede asumir que el punto de referencia sobre las ganancias o pérdidas dependen de las expectativas
de la persona. Por ejemplo, una ganancia puede percibirse como una pérdida cuando se gana menos de lo esperado.

 Teoría portafolio (Coombs, 1969, 1975): el proceso de elección está determinado por la relación entre el valor esperado
y el riesgo percibido, entendiendo el valor esperado como la ganancia potencial de cierta cantidad y el riesgo percibido
como la posibilidad de sufrir una pérdida.

En oposición al supuesto general de minimizar el riesgo, esta teoría asume que en una decisión en la que existe riesgo se
adopta un compromiso entre maximizar el valor esperado y optimizar el riesgo, por lo que el aspecto determinante en la
elección es precisamente el riesgo percibido (niveles de riesgos diferentes para cada persona). Es como una balanza en la
que, para cada valor esperado, existe un nivel de riesgo óptimo o riesgo, es decir, cada persona tiene un nivel óptimo
de tensión entre el riesgo soportable y la ganancia deseada (Coombs y Huang, 1970).

Las diferencias individuales, por lo tanto, explican tanto la percepción de riesgos y beneficios en una situación y
momento determinados como las diferentes actitudes hacia el riesgo (rasgo de personalidad).

ASPECTOS COLATERALES DE LA TOMA DE DECISIONES


JUSTIFICACIÓN DE LA RESPUESTA: proceso que no pertenece estrictamente a la toma de decisiones, pero que
influye en el resultado de la elección. En el ejemplo de estimar el coste del programa más barato que salvará menos vidas
para que ambas alternativas fueran equiparables, se les pidió a los sujetos que eligieran posteriormente. Los resultados
fueron que eligieron las que tenían un mayor valor en el atributo más importante porque es más fácil de justificar que el “es
indiferente”.

Esta justificación promueve la satisfacción de la alternativa escogida porque se desconoce el resultado de las otras
opciones no elegidas. Hay una tendencia a eliminar la disonancia cognitiva (Festinguer, 1964). La teoría de la disonancia
cognitiva postula que, si existe inconsistencia entre las creencias, actitudes y acciones, se produce un estado interno
desagradable que motiva al individuo a modificar sus creencias para ajustarlas a sus conductas o acciones.

En otro experimento, primero se pidió a los sujetos que evaluaran la deseabilidad de diferentes oficios y eligieran dos
oficios igualmente deseables. Posteriormente, se preguntó de nuevo por la deseabilidad de los dos oficios. En el segundo
juicio, el oficio previamente rechazado se evaluó como menos valorado.
PROCESO DINÁMICO: La decisión es un proceso dinámico porque surgen nuevos elementos. Las condiciones son
cambiantes. Los valores y utilidades también son inestables, especialmente en situaciones de desconocimiento (una cirugía
o medicación). Los diferentes roles determinan una perspectiva que varía la utilidad (decidir vacunarte a ti, a tu hijo…).
 El estado anímico da lugar a juicios más positivos o negativos. Los estados positivos favorecen alternativas más variadas,
así como la sobrevaloración de la ocurrencia de acontecimientos favorables y la infravaloración de los desfavorables.
 Las decisiones emocionalmente cargadas pueden hacer que las personas se nieguen a tomar la decisión o que la dejen en
manos de otros. Un ejemplo de ello es la resistencia para asignar un valor monetario a una vida humana y Tetlock (2002)
lo explica por la “compensación del tabú”.
DÉFICITS EN LA TOMA DE DECISIONES
IOWA GAMBLING TEST: tarea usada frecuentemente en estudios donde se evalúa la toma de decisiones en un contexto
de riesgo y ambigüedad.

El sujeto parte de un saldo de 2000€ y se le presentan cuatro mazos de cartas (A, B, C y D). El procedimiento es que tiene
que levantar las cartas de una en una, pudiendo cada carta reportar ganancias o pérdidas, con el objetivo de obtener el
máximo beneficio posible. El patrón que se observa en los mazos de cartas es que:
 Los mazos A y B reportan ganancias y pérdidas mayores, de tal forma que queda un saldo negativo. Además, aunque la
cantidad total de pérdidas es igual en A y B, en A las pérdidas se suceden más a menudo.
 Los mazos C y D reportan ganancias menores, pero generan un saldo positivo. Además, aunque la cantidad total de
pérdidas es igual en C y D, C registra pérdidas más a menudo.

Los sujetos con condiciones clínicas (patologías psiquiátricas y neurológicas) tienen menor puntuación en el IGT porque
se guían por la gratificación inmediata, sin tener en cuenta que esos mismos mazos que les ofrecen una mayor gratificación
también les generan más pérdidas a largo plazo. Esto puede deberse tanto a una mayor sensibilidad hacia la recompensa
como a una menor sensibilidad por la pérdida.

El pobre rendimiento en IGT se asocia con una lesión en el córtex prefrontal ventromedial (CPVM) en diferentes
patologías como la psicopatía, las adicciones o la ludopatía. Esta lesión ocasiona un síndrome en el que los sujetos
presentan valores normales de inteligencia (IQ) y capacidad de razonamiento, pero demuestran un comportamiento
relacionado con las conductas de riesgo en la toma de decisiones.

La siguiente gráfica muestra una revisión sobre la conducta de


juego en diferentes patologías. La localización de cada círculo
representa el grado en que cada grupo difiere del grupo de
control en la atención a las pérdidas en comparación con las
ganancias y la atención al rendimiento inmediato (Yechiam et
al., 2005).

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