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Selección Adversa

Existe un problema de selección adversa cuando una de las partes intervinientes tiene información
privada antes del inicio de su relación contractual con la otra parte. La información asimétrica tiene
que ver con las características del agente. El principal sabe que el agente que contrata puede tener
unas características u otras, pero no sabe cuáles exactamente . El agente, sin embargo, sí conoce
su tipo exacto. Según el contexto, por tipo entendemos las características del agente, que pueden
referirse a la calidad (de un producto), la habilidad (de un trabajador), el estado de salud (de un
individuo), la valoración de un bien (por parte del consumidor), etc.

La selección adversa produce ineficiencias, ya que da lugar a que no se realicen transacciones que
serían beneficiosas para ambos, obteniéndose mercados con niveles de actividad inferiores, donde
sólo se acabarían vendiendo productos de baja calidad, o incluso la desaparición o inexistencia de
los mercados.

La selección adversa ocurre en mercados con información asimétrica en donde una de las partes
no cuenta con toda la información acerca del agente con el que está negociando.

Ante el riesgo de selección adversa, la parte menos informada puede ser reticente a realizar
transacciones. En consecuencia, los mercados funcionarán de manera ineficiente.

Ejemplo de sección adversa

Uno de los ejemplos más conocidos de selección adversa ocurre en el mercado de los seguros de
salud. La compañía de seguros no tiene información completa acerca del riesgo de cada individuo.
Los individuos, por su parte, conocen mejor su riesgo ya que saben y controlan su conducta (fumar,
hacer ejercicio, alimentarse bien, etc.).

Si la compañía ofrece un seguro basado en el riesgo promedio pronto verá que los individuos con
mayor riesgo (con más probables atenciones médicas, hospitalizaciones, muertes, etc.) serán los
más interesados en adquirir el seguro. En cambio, los individuos con menor riesgo encontrarán que
el precio del seguro es demasiado alto.

Se dice entonces que la compañía hace una selección adversa pues termina atrayendo a los
clientes menos atractivos. De hecho, dado que el riesgo es más probable, la compañía puede
terminar enfrentando mayores costos y la quiebra.

2 ejemplo:
Las primas de los seguros. La persona que contrata un seguro posee una ventaja frente al
asegurador, quien por tanto carga una prima por asumir un riesgo adicional derivado de la falta de
información, aparte de cualquier otro cargo destinado puramente a generar beneficios.

Lucía contrata un seguro de salud pero olvida contar al asegurador que ha sido una fumadora
activa, bebedora, y conductora temeraria durante 50 años. Lucía sabe que su probabilidad de
contraer una enfermada de corazón o de pulmón es muy elevada, por encima de la media de su
edad. La compañía de seguros no sabe que Lucía es una abuela que lleva una vida peligrosa y basa
el cálculo de la prima de su seguro en la probabilidad de que una persona de su edad sea
hospitalizada por un largo tiempo, una persona media que seguramente sea más joven y más sana
que Lucia. La ventaja de Lucia es ex-ante. Al mismo tiempo, la sana de Ana, que tiene 30 años, no
podrá acceder a un seguro por el elevado coste de la prima y probablemente nunca se suscribirá a
una póliza.

Existen consecuencias negativas derivadas de este ejemplo, que pueden ser generalizadas a otros
mercados además del de Ya que la gente como Ana ha de pagar primas más elevadas que aquellas
que obtendrían con información perfecta, decidirán no contratar un seguro. La falta de salud y
cuidado de la gente hará que la persona media considerada por las aseguradoras sea menos sana y
cuidadosa, lo que aumentará el precio de las primas. Esto animará a la gente más sana que la
persona media a dejar de pagar el seguro, cayendo en un círculo vicioso. Teóricamente, el mercado
de los seguros de salud desaparecería, al no haber nadie dispuesto a pagar precios tan elevados.
Actitudes hacia el riesgo

Para gestionar y analizar los riesgos se deben realizar unos pasos específicos que ayudan a manejar
la incertidumbre, primero todos debemos saber que es un problema potencial que puede ocurrir o
no, pero dejando a un lado el resultado; en realidad es fundamental identificarlo, segundo evaluar
la probabilidad de que ocurra, tercero estimar su impacto y establecer un plan de contingencia en
caso de que el riesgo se materialice.

Desde el punto de vista general, se trata de obtener un equilibrio entre el riesgo que identificas
como necesario para obtener un resultado y la medida del riesgo que eres capaz de asumir para
conseguir ese resultado. Todos conocemos casos de medidas arriesgadas que tomamos para
obtener un resultado concreto, por ejemplo, la elección de comida, de amigos, de pareja, de
carrera académica, etc.

Para las organizaciones, el concepto es el mismo, la madurez de las organizaciones se mide como
un equilibrio entre su capacidad de llevar a cabo proyectos y su madurez para asumir los riesgos
inherentes a dichos proyectos. En el lenguaje corporativo, se trata de jugar al equilibrio entre los
riesgos de las dimensiones estratégica (la asimilación de riesgos), la operacional (el ejercicio de
control de las operaciones) y la táctica (el equilibrio final de la organización).

Ejemplo

Es el riesgo un elemento que destaca dentro de cualquier decisión n en la vida de un ser humano.
Podemos considerar la compra de una casa que es atendida como un proceso cotidiano; pero
decisiones desde su ubicación, el precio, formas de financiamiento, el ingreso actual y el ingreso
probable en un futuro, por la persona quien va adquirir, así como su precio de reventa por diversas
circunstancias. Todo lo anterior conlleva a encontrarse en varias vertientes, con la única intención
de tomar la mejor decisión, considerando una certeza de que se obtenga una ganancia tanto
económica mica como personal a través del tiempo. Pero a ciencia cierta no se conoce el futuro,
por lo cual tomamos dicha decisión bajo incertidumbre de los sucesos a ocurrir.
UTILIDAD ESPERADA

La teoría de la utilidad esperada aborda el análisis de situaciones donde los individuos deben
tomar una decisión sin saber qué resultados pueden trascender de esa decisión; es decir, tomar
decisiones bajo incertidumbre. Estos individuos elegirán el acto que dará lugar a la utilidad
esperada más alta, siendo ésta la suma de los productos de probabilidad y utilidad sobre todos los
resultados posibles. La decisión también dependerá de la aversión al riesgo del agente y la utilidad
de otros agentes.

La utilidad esperada, por tanto, es una teoría que se centra en el análisis de situaciones en las que
los individuos deben tomar una decisión y desconocen los efectos que trascienden por haber
escogido dicha decisión. Es decir, deben tomar una decisión en un escenario de incertidumbre.

Para tomar esta decisión, medimos los resultados y los clasificamos con base en su utilidad, siendo
esta la suma de los productos de probabilidad y utilidad sobre todos los resultados posibles.

El resultado escogido, en teoría, es aquel que presenta una mayor utilidad. Es decir, aquel que, tras
el análisis, presenta una utilidad más elevada. No obstante, existen casos en los que la aversión al
riesgo, entre otros factores, podrían llevarnos a escoger una decisión con una menor utilidad
esperada, pero con menor riesgo.

DEFINIENDO EL VALOR ESPERADO

El concepto de valor esperado utiliza dos conceptos matemáticos principales: variables aleatorias y
probabilidades. Para comprender una variable aleatoria, supongamos que un experimento da
como resultado un cierto número de resultados y que a cada uno de los resultados se le asigna un
valor numérico. Entonces, una variable aleatoria es una descripción numérica del resultado de un
experimento. Suponga que se lanza una moneda. En este caso, hay dos posibles resultados: cara o
cruz. Se puede asignar un valor numérico de 1 con las caras de los resultados y un valor de 0 con
las colas de los resultados. Por lo tanto, si consideramos el número de resultados posibles en un
solo lanzamiento como una variable aleatoria (a menudo se le da un nombre matemático
genérico x), toma dos valores: x = 0, 1. En un caso más complicado, una variable aleatoria puede
tomar una gran cantidad de valores, a veces incluso una cantidad infinita de valores.

La noción de probabilidad se usa ampliamente y se refiere a la posibilidad de que ocurra un


evento. La probabilidad de un evento (denotado como p) se encuentra entre 0 y 1. Es decir, 0 es
menor o igual que p y p es menor o igual que 1. En el ejemplo anterior de lanzamiento de una
moneda, la probabilidad de que salga la cara arriba en un lanzamiento es 0.5 y la probabilidad de
que salga cruz también es 0.5.

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