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Teoría prospectiva

La teoría de las perspectivas (Prospect Theory) fue desarrollada en 1979 por los
psicólogos Daniel Kahneman (Premio Nobel de Economía en el 2002) y Amos Tversky (Tversky
murió en 1996). Esta teoría nos permite describir cómo las personas toman sus decisiones en
situaciones donde tienen que decidir entre alternativas que involucran riesgo, e.g. decisiones
financieras. Partiendo de evidencia empírica, la teoría describe cómo los individuos evalúan las
potenciales pérdidas y ganancias.

Índice

• 1Actitudes frente al riesgo


o 1.1Modelo
• 2Aplicaciones
o 2.1El Statu quo
o 2.2El efecto de dotación
o 2.3La aversión a la pérdida
• 3Fuentes

Actitudes frente al riesgo[editar]


Existen diferencias bien definidas entre la teoría clásica y la teoría de las Perspectivas mientras
que la teoría clásica predice que la aversión al riesgo es independiente de un punto de
referencia, la teoría de las Perspectivas predice que la aversión al riesgo está en el dominio de
las ganancias; y, la búsqueda del riesgo está en el dominio de las pérdidas (excepto para
pequeñas probabilidades). También señala que nos movemos dentro de un punto de referencia
inducido por un marco de referencia (framing),
Modelo[editar]
La fórmula de Kahneman y Tversky asume que la fase de evaluación está dada por:

La imagen muestra como el valor o motivación de las personas está más influido o es mayor en
un ambiente de pérdidas que en un ambiente de ganancias. De hecho se puede observar que la
motivación o el valor de algo no se incrementa indefinidamente con los beneficios que representa
sino que se estanca. Sin embargo, el miedo o motivación negativa decrece rápidamente al
principio y luego lentamente a medida que las pérdidas crecen. Esto representa una diferente
visión en la toma de decisiones frente a las ganancias y las pérdidas.
, donde son resultados potenciales y son sus respectivas probabilidades. “V” es
llamada función de valor que asigna un valor a un resultado. La función (Presentada en la figura)
de valor la cual cruza por el punto de referencia tiene forma de “S” y es asimétrica, y esta
asimetría implica, dado la misma variación absoluta, hay un mayor impacto en las pérdidas que
en las ganancias (aversión a la pérdida). En contraste con la teoría de la utilidad que mide las
ganancias y las pérdidas pero no su valor absoluto.
La teoría describe que el proceso de decisión consiste de dos etapas, la edición y la
evaluación. En la primera los posibles resultados son ordenados siguiendo un esquema
heurístico. Luego las personas deciden cuáles resultados son vistos básicamente idénticos y fijan
un punto de referencia y consideran los resultados más bajos como pérdidas y los más altos
como ganancias. En la siguiente fase de evaluación las personas se comportan como si pueden
valorar (la utilidad), basadas en los resultados potenciales y sus respectivas probabilidades y
entonces escogerían la alternativa que tenga la mayor utilidad.

Aplicaciones[editar]
Algunos comportamientos son observados en economía como el efecto de disposición o la
reversión de la aversión al riesgo/búsqueda del riesgo en caso de ganancias o pérdidas
(denominado el efecto reflejo), que puede también ser explicado por la teoría de la perspectiva.
El efecto de la seudocerteza implica que las personas pueden tener aversión al riesgo o aceptar
un riesgo dependiendo de la cantidad implicada. Esta es una posible explicación al por qué la
misma persona puede comprar una póliza de seguro y un boleto de lotería
La teoría de la perspectiva trata además sobre ciertas anomalías como el statu quo, el efecto de
dotación y aversión a la pérdida. Cada una de estas anomalías se desarrolla dentro de un marco
de referencia el cual usa al individuo para tomar decisiones.
El Statu quo[editar]
Todo el tiempo estamos tomando decisiones; sin embargo, en determinadas ocasiones ninguna
de las alternativas que se nos presentan nos genera mayor satisfacción al estado actual; por lo
tanto, preferimos continuar con el mismo nivel de satisfacción. Por ejemplo, una persona lleva
trabajando más de 15 años en una misma compañía y el gerente le ofrece subir el sueldo (de
$3000 a $4000) pero deberá trasladarse a otra ciudad y no acepta. De otra compañía le hacen
el ofrecimiento para trabajar cerca de la compañía en la que actualmente labora con un sueldo
de $4000 y también rechaza la oferta. Esta persona está feliz en su trabajo, es feliz con su vida
tal cual la lleva y por lo tanto no aceptará ninguna oferta que cambie su esquema de vida.
El efecto de dotación[editar]
Este efecto está asociado al valor que le damos a determinadas cosas, el cual cambia nuestra
perspectiva; por ejemplo, una persona compra una casa valorada en $100.000 y vive en ella
hasta su vejez (actualmente valdría $50.000), sus hijos le ofrecen una casa mejor en otro sitio de
la ciudad y rechaza la oferta, una compañía le ofrece $500.000 y les dice que solo va a dejar la
casa cuando muera, porque en ella se siente feliz.
La aversión a la pérdida[editar]
En esta anomalía la mayoría de las personas temen los efectos de las posibles pérdidas más
que la anticipación de las posibles ganancias. Si en nuestro trabajo se corre el rumor acerca de
un bono que les van a dar a todos por un valor de $2000, esto creará una gran expectativa y
situará su punto de referencia en $2000, entonces cualquier cantidad por encima de este valor
será percibido como ganancia y cualquier valor por debajo será percibido como una pérdida.
Otro ejemplo para explicar estos comportamientos podría ser el de una persona que se encuentra
$10 en la calle. Con este dinero se pueden construir varios escenarios, podría comprar varios
boletos de lotería y considerar que es una buena inversión y estaría feliz aunque no se obtenga
nada (lo más probable es que no gane) o podría extraviarlos en cuyo caso estaría muy triste por
la pérdida. Este dinero fue obtenido por casualidad y sin importar cuál de las dos alternativas
tome, no debería ser percibido como una pérdida puesto que no era su dinero, el sentimiento
habría sido el mismo aunque hubiese sido su propio dinero.
El ejemplo anterior ayuda también a entender la aversión a la pérdida, si bien el encontrar el
dinero representa una sensación positiva, la pérdida de este produce una sensación negativa
que impacta más al individuo que la positiva, a pesar de que el valor absoluto sea igual para
ambas.

Fuentes[editar]

• Tversky, A., Kahneman, D. (1981). The Framing of Decisions and the Psychology of Choice.
Science, New Series, Vol. 211, No. 4481. 453-458.
• Kahneman, D. , Knetsch, J. (1991). Anomalies. The Endowment Effect, Loss Aversion, and
Status Quo Bias. The Journal of Economic Perspectives, Vol. 5, No. 1. 193-206.
• Harmon-Jones, E., Harmon-Jones, C. (2007). Cognitive Dissonance Theory After 50 Years
of Development. Zeitschrift für Sozialpsychologie, 38 (1)
• Cortada, N. (2008). Los Sesgos Cognitivos en la Toma de Decisiones. International Journal
of Psychological Research, ISSN 2011 – 7922. Vol. 1 No. 1. 68-73.

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