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FENOMENO SOCIAL.
Método dialéctico marxista (fenómenos natural, social, económico y
político)
El método dialéctico marxista se caracteriza por los siguientes rasgos
fundamentales:
1) Concibe la Naturaleza como un todo articulado y único, en el que los objetos y
los fenómenos dependen unos de otros y se condicionan mutuamente; todo se halla
en una conexión y en una acción recíproca, afirma la dialéctica;
2) Considera la Naturaleza como algo sujeto a constante cambio y renovación,
donde hay siempre algo que nace y se desarrolla y algo que muere y caduca; todo
se halla en movimiento y en cambio, enseña la dialéctica;
3) Examina el desarrollo de la Naturaleza como un proceso, en el que como
resultado de la acumulación de una serie de cambios cuantitativos inadvertidos y
graduales, se efectúa el paso, en forma de saltos, a cambios radicales, a cambios
cualitativos; la cantidad se trueca en calidad: tal es uno de los principios básicas de
la dialéctica. Según la dialéctica, el proceso de evolución no es una simple
repetición del camino ya recorrido, sino un movimiento progresivo de un grado
inferior a otro superior;
4) Parte del criterio de que los objetos y los fenómenos de la Naturaleza llevan
siempre implícitas contradicciones internas, que todo tiene su lado positivo y su lado
negativo, su lado de caducidad y su lado de desarrollo, y que la lucha entre lo que
caduca y lo que se desarrolla forma el contenido interno del proceso de evolución,
del proceso de la transformación de los cambios cuantitativos en cualitativos; la
contradicción conduce hacia adelante, reza una de las tesis más importantes de la
dialéctica.
Estos principios del método dialéctico sobre el proceso de evolución de la
Naturaleza rigen también para la evolución de la Sociedad. Cada formación
económico-social (régimen esclavista, feudalismo, capitalismo, socialismo)
representa un todo íntegro, cuyos diversos aspectos y fenómenos (el modo de
producción de los bienes materiales, el régimen político, los procesos espirituales
de la vida) están relacionados entre sí en una unidad, se hallan en una acción
recíproca.
Las ideas sociales, las instituciones políticas, al tener sus raíces en las condiciones
materiales de la vida de la Sociedad, ejercen sobre la existencia social una acción
inversa, siendo el modo de producción de los bienes materiales la base de esta
acción recíproca.
El hecho de que, en la historia de la Sociedad, unas formaciones económico-
sociales hayan sido sustituidas por otras, demuestra claramente que también en la
vida social hay movimiento, cambio, la muerte de lo viejo y el nacimiento de lo
nuevo.
El cambio de una formación económico-social por otra es el tránsito, a modo de
salto, revolucionario, de un estado cualitativo de la Sociedad a otro estado
cualitativo, como resultado de la acumulación de los cambios cuantitativos.
La dialéctica marxista enseña un justo modo de abordar los fenómenos de la
Naturaleza y de la Sociedad; es el único método científico de estudio y de
conocimiento del mundo que sirve de guía para la acción. Las exigencias más
importantes del método dialéctico marxista son: la comprobación por la práctica de
las verdades obtenidas, la consideración de todos los cambios relacionados con la
actividad práctica de los hombres. De las tesis de la dialéctica marxista brota la
serie de los más importantes principios rectores de la política y de la táctica, a los
que siempre ha seguido y sigue el Partido de Lenin y Stalin.
La dialéctica marxista-leninista, enseña que, para llevar una política justa, hay
que orientarse hacia los sectores de la Sociedad que se están desarrollando y que
tienen un porvenir, hay que mirar hacia adelante y no hacia atrás, hay que ser
revolucionario y no reformista, llevar una intransigente política proletaria de clase.
Lenin y Stalin llaman a la dialéctica y al método dialéctico, el alma del marxismo.
Toda la actividad teórica de Lenin y Stalin constituye la ulterior elaboración y
concreción del método dialéctico de Marx y Engels.
El hecho de que, en la historia de la sociedad, unas formaciones económico-
sociales cambiaron por otras, nos dice que también en la vida social se realiza el
movimiento, el cambio y la destrucción de lo viejo y el nacimiento de lo nuevo. El
cambio de una formación económica-social por otra, es la transición revolucionaria,
a saltos, de un estado cualitativo a otro, como resultado de la acumulación de
cambios cuantitativos.
Por otra parte, cada nueva formación histórica representa una etapa más
progresista y superior, con relación a la precedente: el capitalismo es un régimen
más elevado que el feudalismo; el socialismo, en comparación con el capitalismo,
representa una etapa inmensamente superior.
De tal forma, la historia de la sociedad y la historia de la naturaleza atestiguan de
que en el mundo, todo se realiza dialécticamente. La dialéctica marxista enseña
el modo correcto de abordar los fenómenos de la naturaleza y de la sociedad; es
un método científico de estudio y conocimiento del mundo y sirve de guía para la
acción.
Una de las más importantes exigencias del método dialéctico marxista, es la
verificación de todas las verdades logradas en la práctica, la apreciación de todos
los cambios relacionados con la actividad práctica de los hombres.
De las afirmaciones de la dialéctica marxista, emana una serie de importantes
principios directivos en materia de política y táctica, que siempre ha seguido y
sigue el partido de Lenin y Stalin.
Lenin y Stalin llaman alma del marxismo a la dialéctica y al método dialéctico. Toda
la actividad teórica de Lenin y Stalin representan la concreción y estudio ulterior del
método dialéctico de Marx y Engels.
Único método científico de conocimiento. Creado por Marx y Engels, y desarrollado
en condiciones históricas nuevas por Lenin y Stalin, es la ciencia de las leyes más
generales del desarrollo de la naturaleza, de la sociedad y del pensamiento. Este
método es parte integrante de la filosofía marxista –el materialismo dialéctico e
histórico– (ver Materialismo dialéctico; Materialismo histórico) y constituye una guía
para la acción revolucionaria del partido proletario.
En su artículo “La correspondencia de Marx y de Engels”, Lenin subraya el
significado de la dialéctica materialista para la teoría del comunismo científico, la
estrategia y la táctica del partido comunista, la síntesis de los descubrimientos
científicos: “Si se trata de definir, por así decir, el foco de toda la correspondencia,
el punto central hacia el cual converge todo el haz de ideas emitidas y estudiadas,
esa palabra será la dialéctica.
La aplicación de la dialéctica materialista a la economía política con vistas a
reestructurarla de cabo a rabo, a la historia, a las ciencias naturales, a la filosofía,
a la política y a la táctica de la clase obrera, tal es lo que más interesa a Marx y
Engels; allí aportan lo esencial y lo más nuevo; en eso consiste su marcha genial
adelante en la historia del pensamiento revolucionario” (Lenin, Marx, Engels,
Marxismo, Ed. rusa).
El método dialéctico marxista nació y se desarrolló en lucha contra el método
metafísico, método anticientífico (ver Metafísica) y contra la dialéctica idealista
de Hegel (ver). Utilizando el núcleo racional de la dialéctica hegeliana, la teoría del
desarrollo, Marx y Engels fundaron un método dialéctico nuevo, diametralmente
opuesto a la dialéctica idealista de Hegel. La oposición entre el método dialéctico
marxista y el método de Hegel expresa la oposición entre las concepciones del
mundo proletaria y burguesa. La dialéctica de Hegel es idealista y engañosa, puesto
que afirma que no es el mundo real el que se desarrolla, sino la “idea absoluta”.
La DCE estará representada por una estructura lógica, en conformación con las
ramas de la DCE: Filosofía de la Dirección, la Psicología de la DCE, y la Tecnología
de la DCE.
El presente número de la Revista Varela incluye artículos vinculados al Proyecto de
Investigación La superación profesional de los directivos educacionales a través de
la Educación a Distancia en condiciones de universalización en la provincia de Villa-
Clara y el nuevo proyecto La formación permanente de directivos y reservas
educacionales con una concepción teórico-metodológica con enfoque
personalizado desde el sistema de trabajo de la institución educativa que se inicia
como proyecto del Departamento de Dirección Científica Educacional de Villa Clara.
Las transformaciones para perfeccionar la Educación, requieren de nuevos retos y
desafíos para la dirección de la Educación Cubana.
Vol. 10 Núm. 25 (2010): DIRECCIÓN CIENTÍFICA EDUCACIONAL
Desarrollo histórico
Surgimiento e institucionalización de la investigación educativa en América
Latina
La emergencia y desarrollo de instituciones vinculadas con la producción y
transmisión especializada de conocimientos en educación estuvo estrechamente
asociada a los procesos de conformación y expansión de las instituciones estatales
y de los sistemas educativos desde el último tercio del siglo XIX. Durante esta etapa,
las universidades de la región fueron afirmándose como instituciones de formación
profesional, orientadas a responder a las demandas del desarrollo del Estado, pero
con escaso espacio para las actividades sistemáticas de investigación, lo que se
manifestó en la llamada "universidad de los abogados".
Desde sus inicios, la investigación educativa en la región siguió, en general, las
tendencias desplegadas en Europa y Estados Unidos. Los primeros antecedentes
de actividades sistemáticas de investigación se remontan a fines del siglo XIX y
principios del XX. La orientación profesional en las universidades no impidió el
surgimiento de cátedras e institutos (como en varias disciplinas de las ciencias
sociales) en los que se promovía el estudio científico de temas educativos bajo el
influjo del positivismo.2 Durante la década de 1930, el crecimiento de los sistemas
escolares en algunos países (Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México) promovió
los estudios de didáctica y psicología educativa. A su vez, desde la región tenía
lugar una contribución importante a debates internacionales como el generado
alrededor del movimiento de la "escuela nueva" (Narodowski, 1999; Gorostiaga et
al., 2012).
En varios países de América Latina, la segunda mitad de la década de 1950 y la
década de 1960 constituyeron una etapa de singular impulso modernizador. Con las
ideas y las políticas desarrollistas —y siguiendo una nueva pauta institucional a nivel
global— en buena parte de los países latinoamericanos se crearon agencias de
gobierno y estímulo del sector de ciencia y tecnología, se impulsó un proceso de
modernización universitaria, surgieron diversos centros de investigación,
organismos regionales y nuevas carreras universitarias vinculadas con la educación
y las ciencias sociales; así mismo, se generaron las primeras experiencias de
investigación empírica y de planificación educativa a escala nacional (Albornoz,
2001; Calderón y Provoste, 1992; De Sierra et al., 2006).
El campo de la educación se benefició de este proceso de "institucionalización de
las ciencias sociales" en la región, así como del auge de la planificación estatal
(Fernández Lamarra y Aguerrondo, 1994). Los estudios conducidos en esa época
"consistieron fundamentalmente en análisis descriptivos o estadísticos, para
determinar sectores de población donde había que desarrollar la educación primaria
o secundaria" (Abraham y Rojas, 1997: 3). De este modo, se produjo una ruptura
desde orientaciones "pedagogistas" a otras "economicistas" (Rama, 1984: 11).
Estas últimas incluían una diversidad de enfoques: la vinculación de la educación
con la sociedad global, con los problemas de desarrollo, con la formación de
recursos humanos, etc., estimuladas por los procesos de planificación económica y
educativ. Posteriormente, "se inauguró desde mediados de los años sesenta la línea
de investigación participativa... a partir de las propuestas de Paulo Freire".
El desarrollo de las ciencias sociales en la región sufrió un cierto estancamiento
hacia mediados de la década de 1970 por una combinación de factores, entre los
que destaca la acción de las dictaduras militares. La inestabilidad político-
institucional produjo pérdidas de años de esfuerzos; sin embargo, como Calderón y
Provoste (1992) argumentan, la relación entre estabilidad política y producción del
conocimiento no tuvo un carácter lineal, dado que los intelectuales emigraban a
diversos centros de otros países de Latinoamérica para continuar con sus
producciones. En este sentido, el desarrollo de centros independientes con apoyos
externos fue decisivo para el mantenimiento o expansión de la investigación social
en Argentina, Chile y Uruguay.
Al mismo tiempo, desde mediados de la década de 1970 el discurso del
planeamiento entró en una etapa de progresiva declinación, en parte como
consecuencia del énfasis en estrategias de descentralización, pero también como
consecuencia de la pérdida de legitimidad de las políticas intervencionistas y el
cuestionamiento de las teorías del desarrollo. Una parte importante de los centros
de investigación y desarrollo ubicados en los ministerios de educación fueron
desmantelados o se vieron afectados por significativos recortes financieros (Muñoz
Izquierdo, 2002; Este no fue el caso de México, donde se mantuvo una significativa
actividad de investigación desde organismos del Estado, y donde los planificadores
de la educación conservaron un lugar prominente hasta principios del siguiente
decenio.
En el campo de la investigación educativa, al calor de los procesos de radicalización
política e ideológica, se produjo un viraje hacia posturas caracterizadas por un
cuestionamiento de la objetividad del conocimiento científico y por una relación más
distante con el Estado. Durante los años setenta América Latina experimentó la
influencia del marxismo, primero a través de la obra de Althusser, y más tarde, del
pensamiento gramsciano, así como de la escuela reproductivista de Bourdieu y
Passeron.
Por otra parte, a comienzos de la década de 1980 cobró fuerza el paradigma socio-
educativo elaborado por el proyecto "Desarrollo y educación en América Latina y el
Caribe" (DEALC), puesto en práctica entre 1975 y 1981 y financiado por la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en el que participaron
investigadores de diversos países latinoamericanos. El paradigma socio-educativo
plantearía un análisis que tiene en cuenta tanto el nivel macro-estructural como las
dinámicas internas de los sistemas y las instituciones educativas, incorporando a la
vez la problemática de la democracia al interior del sistema educativo y en su
relación con la sociedad.
Henri Fayol, fue el creador del proceso administrativo. De él emanan las 4
etapas de las que se que compone el proceso administrativo:
• Planificar.
• Organizar.
• Dirigir.
• Controlar.
Dirección
Es el proceso de dar pasos para hacer actividades colectivas hacia un
propósito común hacia los rumbos deseados dando a aplicación de los
recursos organizacionales e interpretar los planes que se desarrollaran con
el capital humano. Que lo compone: De la armonía del objetivo o
coordinación de intereses, impersonalidad de mando, de la supervisión
directa, de la vía jerárquica, de la resolución del conflicto y el
aprovechamiento del conflicto si estos puntos son llevados a cabo en las
empresas la dirección de la tal será muy productiva, pero bien saben tienen
diferentes enfoques como son los modelo autoritario o autocrático que es
rígido y participativo que es más autocrático, como organizaciones de
estructura formal e informal, que son las que actualmente se utilizan que
son parecidas a la descentralización.
En la actualidad
Las empresas modernas como innovadoras utilizan modelos más
participativos ya que el mandato de responsabilidades se realiza
correctamente alcanzando un gran nivel motivación, que se convierte en
compromiso y satisfacción con el desempeño de las actividades a realizar,
que incremento la creatividad y la innovación.
Conclusión
Como podemos observar la dirección ha evolucionado con el paso del
tiempo, haciéndose más enriquecedora, pues antes era muy rígida no
tomaban en cuenta al capital humano, si no como un recurso casi como una
máquina, pero después de la revolución industrial y de las aportaciones de
los autores ya mencionado como algunos otros, la dirección toma varios
rumbos, está la informal y la formal, donde ya tratan mejor al capital
humano, en donde algunas empresas descentralizadas toman en cuentan la
opinión del personal desde el puesto más bajo hasta el más alto para la
toma de decisiones que han sido muy asertivas ya que gracias a eso han
podido crecer y desarrollarse, aumentando la rentabilidad de la misma,
como también motivan e incentivan el desempeño laboral de los
trabajadores y estos a su vez dan lo mejor de sí en sus tareas a realizar.