Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Dentro de las enfermedades profesionales, la hipoacusia por exposición a ruido laboral, presenta desde
tiempos remotos una alta prevalencia, principalmente en países industrializados. El número estimado de
personas afectadas por esta patología en el mundo, ha aumentado de 120 millones en el año 1995 a 250
millones en el año 2004.
La pérdida auditiva inducida por ruido afecta principalmente la capacidad del individuo para interactuar
tanto en el trabajo como socialmente, impactando directamente en su calidad de vida, ya que, induce
dificultades permanentes en la comunicación, en las relaciones interpersonales, provocando aislamiento
social.
¿QUÉ ES LA HIPOACUSIA?
Hipoacusia sensorio neural laboral (HSNL): Es la hipoacusia sensorio neural producida por la exposición
ocupacional prolongada a niveles de ruido que generan un trauma acústico crónico con compromiso
predominantemente sensorial por lesión de las células ciliadas externas, también se ha encontrado a nivel
de células ciliadas internas y en las fibras del nervio auditivo, alteraciones en mucha menor proporción
(CIE10: H83.3, H90.3-H90.4, H90.5).
La hipoacusia sensorio neural es una condición permanente e irreversible.
El Ministerio de Salud, entre sus políticas de salud pública, considera relevante la preocupación por la salud
de las y los trabajadores de nuestro país, particularmente en lo que se refiere a la prevención y vigilancia
epidemiológica de las enfermedades que derivan o se agravan por efectos de los agentes de riesgo en
el trabajo. Por ello se elaboró el:
c. Indica también que los trabajadores que se encuentran expuestos a ruido sobre lo establecido por
la norma, deben ser incorporados a planes de vigilancia que disponga el Organismo administrador de la
Ley N°16.744, sobre accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, que para el caso de Linkes es
la Mutual de Seguridad.
d. Otras actividades.
Criterio de Acción: Valor que, si es excedido, dará lugar a la implementación inmediata de medidas de
control técnicas y/o administrativas, destinadas a disminuir la exposición ocupacional a ruido del
trabajador, junto con el ingreso del trabajador al programa de vigilancia de la salud auditiva.
DIFUSIÓN
El PREXOR debe ser difundido y conocido al interior de las empresas, en los distintos niveles jerárquicos,
tales como: Empleadores, Trabajadores en general, Expertos en Prevención de Riesgos, Miembros del
comité paritario de las empresas, Dirigentes Sindicales.
La difusión del PREXOR debe quedar acreditada mediante un «registro», que indique su realización e
incluya a todas las personas que tomaron conocimiento del PREXOR, la cual debe ser remitida a la
Autoridad Sanitaria Regional y a la Inspección del Trabajo correspondiente.
audición normal a dos metros de distancia, sin que existan obstáculos? Haga la prueba en su lugar de
trabajo.
Si la comunicación se establece mediante el alza de la voz o derechamente con gritos, entonces quiere
decir que el nivel de ruido probablemente esté por sobre los 80 decibeles.
Para el caso de Linkes durante el año 2022-2023 se actualizarán los registros de las evaluaciones
cualitativas y cuantitativa de ruido, en los centros de trabajo que aplique, para determinar cuál es el nivel
de ruido presente en el lugar de trabajo, para luego continuar con la elaboración de un programa de
gestión que considere todas las exigencias que hace el Protocolo de Exposición Ocupacional a Ruido –
PREXOR, en el caso que corresponda.
Para graficar lo importante de esta situación en la actualidad, es bueno echar un vistazo a algunas cifras
sobre el ruido en el ambiente laboral, tanto en Chile como en otros lugares del mundo.
Para entender cómo actúan las vacunas contra el COVID-19 es útil primero saber cómo combate las
enfermedades nuestro organismo. Cuando los gérmenes, como el virus que causa el COVID-19, invaden
nuestro organismo, atacan y se multiplican. Esta invasión, llamada infección, es lo que causa la
enfermedad. Nuestro sistema inmunitario tiene diversas herramientas para combatir las infecciones. La
sangre contiene glóbulos rojos que transportan oxígeno a los tejidos y órganos, y glóbulos blancos o
inmunitarios que combaten las infecciones. Los diferentes tipos de glóbulos blancos combaten las
infecciones de diferentes maneras:
Los macrófagos son glóbulos blancos que absorben y digieren los gérmenes y las células muertas o a punto
de morir. Los macrófagos dejan en el organismo los llamados “antígenos” que son partes de los gérmenes
invasores. El organismo identifica los antígenos como peligrosos y estimula los anticuerpos para que los
ataquen.
Los linfocitos B son glóbulos blancos que actúan como defensa. Producen anticuerpos que atacan las
partes del virus que dejaron atrás los macrófagos.
Los linfocitos T son otro tipo de glóbulo blanco. Atacan a las células del organismo que ya están infectadas.
La primera vez que una persona se infecta con el virus que causa el COVID-19, su cuerpo puede demorar
varios días o semanas en desarrollar y usar todas las herramientas necesarias para combatir los gérmenes
y vencer la infección. Después de la infección, el sistema inmunitario de la persona recuerda lo que
aprendió sobre cómo proteger al organismo de la enfermedad.
El organismo conserva algunos linfocitos T, conocidos como "células de memoria", que entran en acción
rápidamente si el organismo se vuelve a encontrar con el mismo virus. Cuando se detectan los antígenos
familiares, los linfocitos B producen anticuerpos para atacarlos. Los expertos siguen estudiando para
comprender durante cuánto tiempo estas células de memoria pueden proteger a una persona contra el
virus que causa el COVID-19.
Las vacunas contra el COVID-19 ayudan a nuestro organismo a desarrollar inmunidad contra el virus que
causa el COVID-19 sin que para ello tengamos que contraer la enfermedad.
Vacuna contra el COVID-19: Los diferentes tipos de vacunas actúan de diferentes formas para brindar
protección. Pero, con todos los tipos de vacunas el organismo se queda con un suministro de linfocitos T
de "memoria", además de linfocitos B que recordarán cómo combatir ese virus en el futuro.
Por lo general, después de la vacunación el organismo demora algunas semanas en producir linfocitos T
y linfocitos B. Por consiguiente, es posible que una persona se infecte con el virus que causa el COVID-19
justo antes o justo después de vacunarse, y que se enferme porque la vacuna no tuvo suficiente tiempo
para generar protección.
A veces, después de la vacunación, el proceso de generar inmunidad puede causar síntomas, por
ejemplo, fiebre. Estos síntomas son normales y son una señal de que el organismo está desarrollando
inmunidad.