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Gabinete Confederal de

Seguridad y Salud Laboral

Ruido en el
centro de trabajo

Características y
consecuencias del ruido
industrial

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1 El ruido industrial

INTRODUCCIÓN A LA PROBLEMÁTICA DEL RUIDO EN


LA EMPRESA
I. INTRODUCCIÓN

La incorporación de procesos industriales, fruto del avance tecnológico,


en numerosos ámbitos de la civilización
moderna, la han convertido en una civilización
ruidosa. La industrialización tiene una parte
positiva para la sociedad, ya que genera
empleo a numerosos ciudadanos, pero
también presenta un aspecto negativo, pues
estos trabajadores están viendo afectada su salud por los altos niveles de ruido
a los que están sometidos durante su jornada laboral. En España se calcula
que al menos 9 millones de personas soportan niveles medios de 65 decibélios
(dB), siendo el segundo país, detrás de Japón, con mayor índice de población
expuesta a altos niveles de contaminación acústica. Por ello el ruido es una de
las principales causas de preocupación, ya que incide en el nivel de calidad de
vida y además puede provocar efectos nocivos sobre la salud. De ahí, que se
empleen los recursos necesarios para controlar el ruido en unos niveles
aceptables dentro de los centros de trabajo.

Prueba de la preocupación del ruido industrial y sus efectos dañinos


sobre la salud son el R.D. 1316/1989 que contempla medidas de protección de
los trabajadores frente a los riesgos derivados de su exposición al ruido,
regulando este ámbito e imponiendo restricciones de obligado cumplimiento
para los empresarios propietarios de industrias donde el nivel de ruido sea
elevado. Posteriormente a este Real Decreto siguió siendo regulado el ruido
industrial en la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales y
recientemente en el Real Decreto 286/2006, de 10 de marzo, sobre la
protección de la salud y la seguridad de los trabajadores contra los riesgos
relacionados con la exposición al ruido.

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II. ¿QUÉ ES EL RUIDO?

Antes de comenzar con la problemática del ruido en las empresas, hay


que definir técnicamente que se entiende por ruido:

El ruido es un sonido no deseado; su intensidad (“volumen”) se mide en


decibelios (dB). La escala de decibelios es logarítmica, por lo que un aumento
de tres decibelios en el nivel de sonido ya representa una duplicación de la
intensidad del ruido. Por ejemplo, una conversación normal puede ser de
aproximadamente 65 dB y, por lo general, un grito es de 80 dB. La diferencia
es tan sólo de 15 dB, pero el grito es 30 veces más intenso. A fin de tener en
cuenta que el oído humano reacciona de forma distinta a diferentes
frecuencias, la fuerza o intensidad del ruido suele medirse en decibelios con
ponderación A (dB(A)).

No es sólo la intensidad la que determina si el ruido representa un


peligro. La duración de la exposición también es muy importante. Para tener
en cuenta este aspecto, se utilizan niveles medios de sonido ponderados en
función de su duración. En el caso de ruido en el lugar de trabajo, esta duración
generalmente es de una jornada de trabajo de ocho horas.

Factores que pueden influir en la peligrosidad del ruido:


- La impulsividad: picos elevados de ruidos
- La frecuencia: que se mide en herzios (Hz), es la que determina el tono
de los sonidos. Cuando la frecuencia del sonido es inferior a 20 Hz este
no provoca sensación auditiva en el hombre (infrasonidos) al igual que
cuando el sonido es demasiado agudo, por encima de 20.000 Hz
(ultrasonidos).
- La distribución a lo largo del tiempo: el momento y la frecuencia con que
se produce el sonido.
El ruido no tiene que ser excesivamente alto para provocar problemas en el
lugar de trabajo. El ruido puede interactuar con otros peligros profesionales e
incrementar los riesgos que corren los trabajadores, por ejemplo:
3 El ruido industrial

- Aumentando el riesgo de accidente al ocultar señales de advertencia.


- Interactuando con la exposición a determinadas sustancias químicas
para aumentar aún más el riesgo de pérdida auditiva.
- Convirtiéndose en uno de los factores que provocan el estrés
relacionado con el trabajo.

III. ¿QUIÉN ESTA EXPUESTO AL RUIDO? ¿QUIÉN TIENE LA OBLIGACIÓN


LEGAL DE REDUCIRLO?

Cualquier persona expuesta al ruido corre este riesgo. Cuanto más alto
sea el nivel del ruido y la duración de la exposición, mayor es el riesgo de sufrir
daños debido al ruido. En la industria manufacturera y la minería, un 40% de
los trabajadores están expuestos a importantes niveles de ruido durante más
de la mitad de su jornada de trabajo. En la construcción, este porcentaje es del
35%, y en muchos otros sectores, como la agricultura, el transporte y las
comunicaciones, se sitúa en un 20%. El ruido no sólo es un problema en la
industria manufacturera y otros sectores tradicionales, sino que también se
reconoce como tal en el sector de servicios como, por ejemplo, la educación y
la atención sanitaria, además de bares y restaurantes.

Varios son los factores que pueden condicionar una mayor o menor
sensibilidad al ruido. Estas variaciones interindividuales son multifactoriales y
estarían ligadas a:
- Estado general de salud tanto físico como mental: la salud
cardiovascular, la existencia de diabetes, hipertensión, las
hipomagnesemias severas y la neurastenia.
- Oído: algunas alteraciones descritas como potenciadoras de los
efectos del ruido son la ausencia del reflejo del estapedio,
malformaciones congénitas o hereditarias; antecedentes de
traumatismo craneal; ingesta de fármacos; exposición a ciertos
agentes químicos; antecedentes de infecciones en la infancia.
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- Edad: la edad es un factor también importante en cuanto al


fenómeno del ruido, ya que hay estudios que han puesto de
manifiesto que existe una mayor fragilidad coclear, en especial a
partir de los 50 años.
- Embarazo: El impacto del ruido sobre la reproducción está bien
documentado en animales, aunque los estudios sobre humanos
son escasos. A partir de la semana 24 de gestación, se empieza a
desarrollar la cóclea del futuro niño y en la semana 28 las vías
auditivas funcionan correctamente, por lo que la transmisión del
sonido a través del líquido amniótico pueden aumentar el riesgo
de parto pre-término y bajo peso al nacer, aumento de la tensión
arterial en la madre, de la fatiga y del estrés, disminución de la
capacidad auditiva del futuro niño.

Los empresarios tienen obligación legal de proteger la salud y la seguridad


de sus trabajadores contra todos los riesgos laborales relacionados con el
ruido. Los empresarios deben:
- Realizar una evaluación de riesgos, lo que puede suponer la realización
de mediciones de ruido, si bien deben tenerse en cuenta todos los
riesgos potenciales (por ejemplo, tanto los accidentes como la pérdida
de audición).
- Adoptar, sobre la base de la evaluación de riesgos, un programa de
medidas destinado a:
o Eliminar en la medida de lo posible las fuentes de ruido,
o Controlar el ruido en su origen,
o Reducir la exposición de los trabajadores al ruido a través de
medidas de organización del trabajo y de diseño del lugar de
trabajo, incluidos la señalización y la imitación del acceso a las
zonas de trabajo en las que los trabajadores pueden estar
expuestos a niveles de ruido superiores a 80 dB (A).
o Poner equipos de protección personal a la disposición de los
trabajadores como último recurso.
5 El ruido industrial

- Informar, consultar y formar a los trabajadores en relación con los


riesgos que corren, las medidas para trabajar con poco ruido y la forma
de utilizar los dispositivos de protección acústica.
- Controlar los riesgos y revisar las medidas preventivas, lo que puede
incluir una vigilancia sanitaria.

En el artículo 25 LPRL, ya se recoge también la obligación legal del


empresario a garantizar la protección de los trabajadores especialmente
sensibles, puesto que exige tener en cuenta en la evaluación de riesgos los
aspectos relacionados con las características personales y la capacidad
psicofísica de los trabajadores para adoptar las medidas preventivas y de
protección necesarias.

IV. EL RUIDO EN EL LUGAR DE TRABAJO

La existencia de niveles de ruido elevados en los centros de trabajo,


expone a muchas trabajadores/as a causar daños irreversibles para su salud.
Además de influir en la actividad, ya que la comunicación en el trabajo es un
hecho fundamental para el buen desarrollo y práctica de éste. Podemos
diferenciar varios tipos de comunicación en el medio laboral. La primera y más
conocida es la producida entre dos o más personas que forman parte del
espacio de trabajo. Encontramos una segunda forma de comunicación y no
menos importante, la comunicación que se produce entre el trabajador y la
máquina, también importante puesto que ésta nos deja escuchar que la
máquina esta funcionando correctamente.

La interferencia causada por el ruido en la comunicación es básicamente


un proceso de enmascaramiento, donde un sonido vuelve inaudible o dificulta
su comprensión a otro; esto puede entorpecer la seguridad, de hecho
encontramos numerosos informes que muestran que la ropa y las manos de los
trabajadores han quedado atrapadas en máquinas y éstos han sufrido graves
lesiones mientras sus compañeros de trabajo eran ajenos a sus gritos de
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auxilio debido a que el ruido anulaba la señal de auxilio emitida. Por ello,
cuando el nivel de ruido en el lugar de trabajo sobrepasa unos niveles
considerados como aceptables para el trabajador o cuando supera los niveles
marcados legalmente, se deben realizar controles de ruido ocupacional para
reducir éste a niveles adecuados.

Además de las interferencias, otro aspecto a tener en cuenta del ruido


en el centro de trabajo es la dificultad de llevar a cabo una tarea en un
ambiente ruidoso, y más cuando la tarea requiera atención. No sólo causa
malestar el ruido alto sino que también si el ruido es frecuente ocasiona
molestias, produce fatiga nerviosa y, si es muy acentuado y persistente, puede
acarrear “sordera profesional”.

Sin duda alguna, el ruido puede afectar al rendimiento y a la calidad del


trabajo, teniendo una notable influencia en la salud del trabajador, y por tanto
repercusión en los índices de absentismo y accidentes. Conviene tener en
cuenta algunas características del ruido industrial:

™ Un ruido continuo, aunque sea alto, es mejor que uno irregular de menor
presión sonora.
™ En determinados casos, es preferible un mínimo de ruido,
fundamentalmente en trabajos monótonos y aburridos, en los que actúa
de estimulante.
™ Los sonidos que tienen algún significado (como las conversaciones) son
los que más distraen
™ El ruido se tolera más fácilmente en las tareas repetitivas y automáticas
que en las que exigen esfuerzo mental.

A continuación se resumen en un cuadro los efectos nocivos del ruido, según los dB,
siempre teniendo en cuenta que habrá personas o grupos más sensibles que otros.
7 El ruido industrial

9 RESUMEN DE VALORES CRÍTICOS. A partir de los valores indicados en


la primera columna se empiezan a sentir, dependiendo de la sensibilidad
individual, los efectos señalados en la segunda.

A PARTIR DE ESTE VALOR en dB SE EMPIEZAN A SENTIR EFECTOS NOCIVOS

30 Dificultad para conciliar el sueño


Pérdida de calidad del sueño

40 Dificultad en la comunicación verbal

45 Probable interrupción del sueño

50 Malestar diurno moderado

55 Malestar diurno fuerte

65 Comunicación verbal extremadamente difícil

75 Pérdida de oído a largo plazo

110 – 140 Pérdida de oído a corto plazo

¿Existe un nivel de ruido seguro?


La existencia de un nivel de ruido seguro depende esencialmente de dos
cosas:
1) el nivel (volumen) del ruido; y
2) durante cuánto tiempo se está expuesto al ruido.
El valor límite de exposición que permitía el RD. 1316/1989 es de 90
dB(A), sin embargo el reciente RD 286/2006 baja este valor límite de
exposición a 87 db(A), para una jornada de 8 horas de trabajo. Se puede
tolerar la exposición a niveles superiores de ruido durante períodos inferiores a
ocho horas de exposición, siempre que a los obreros expuestos se les facilite
protección de los oídos y roten, saliendo de las zonas de ruido. Naturalmente,
antes de utilizar protección para los oídos y de rotar a los obreros, se debe
hacer todo lo posible para disminuir el ruido utilizando controles mecánicos.
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V. CONTROL DE LA EXPOSICIÓN. MEDIDAS PREVENTIVAS

Cuando el ruido se halla presente en las condiciones de trabajo de una


persona la principal medida que se debería de adoptar sería ELIMINARLO.
Cuando ello no es posible, hay que MINIMIZARLOS. Para ello actuaremos
sobre el foco, o el medio, o el receptor, o una combinación de ellos.

Medidas Técnicas de Control sobre la FUENTE o FOCO:


• Sustitución de las máquinas existentes por otros menos ruidosas.
• Modificación de los mecanismos de las máquinas: sustitución de
elementos desengrasantes, sustitución de rodamientos, engranajes,
paneles vibrantes, fricciones, válvulas, etc. Por otros de materiales
menos ruidosos, disminuir velocidad de los motores, operaciones de
mantenimiento preventivo, utilización de amortiguadores en los
finales de carrera de las partes móviles, reubicación de maquinaria.
En este sentido se impone el “etiquetado del ruido” que obliga al
fabricante de la máquina a adjuntar una información cuantitativa
sobre la emisión del ruido de su máquina. Esto permite al empresario
calcular a priori, el nivel de ruido en sus instalaciones, con lo cual
tenderá a elegir la máquina más silenciosa, fomentándose de este
modo la fabricación de aparatos menos ruidosos.
• Mejora de procesos de trabajo. Recogida de objetos.

Medidas Técnicas de Control sobre el MEDIO:


• Amortiguación de superficies de apoyo. Encerramientos de máquinas
en cabinas acústicas insonorizadas. Utilización de aisladores
antivibratorios en el montaje de las máquinas.
• Disminución del ruido reflejado mediante la utilización de pantallas
acústicas absorbentes, montaje de paneles absorbentes en paredes
o colgados de techos, cabinas para personal.
• Silenciadores.
9 El ruido industrial

Medidas Técnicas de Control sobre el RECEPTOR:


• Formación e información de empresarios y trabajadores.
• Protección Individual: R.D. 773/1997, de 21 de Marzo, sobre
disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas a la utilización
por los trabajadores de equipos de protección individual.
• Equipos que proporcionen la atenuación adecuada:
o Tapones
o Orejeras
o Cascos antirruido
• Disminuir el tiempo de exposición.

En líneas generales el actual Real Decreto 286/2006 sigue manteniendo


los tres niveles de exposición, que ya distinguía el anterior y en cada uno se
indica las medidas preventivas que deben adoptarse. No obstante debe tenerse
en cuenta que dichos niveles no están calculados para proteger al 100% de la
población expuesta y que puede haber personas especialmente sensibles que
puedan resultar afectadas por niveles inferiores. Por ello, conviene reducir el
nivel de ruido a las cotas más bajas razonablemente posibles. A continuación
resumimos las actuaciones a llevar a cabo por parte de empresarios según la
exposición al ruido regulado en el R.D. 286/2006:

1. Entre 80-85 dB (A) o 135 dB (C) pico


La evaluación de riesgos deberá ser trienal, se deberá proporcionar formación
e información a los trabajadores sobre los riesgos y medidas preventivas,
protectores auditivos, control médico y prácticas de trabajo seguro. Los
trabajadores tendrán acceso e información de las evaluaciones y resultados.

Se proporcionará una vigilancia médica de la función auditiva de los


trabajadores cada cinco años y se deberá realizar un control médico inicial.

Es obligatorio suministrar al trabajador la protección auditiva adecuada, pero su


uso será optativo.
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No será necesario señalizar los lugares con riesgo y establecer limitaciones de


acceso a los mismos ni desarrollar un programa de medidas de control técnicas
y organizativas integradas en la planificación de la actividad preventiva.

2. Entre 85-87 db (A) o 137 dB (C) pico


La evaluación de riesgos deberá ser anual, se deberá proporcionar formación e
información a los trabajadores sobre riesgos y medidas preventivas,
protectores auditivos, control médico y prácticas de trabajo seguro. Los
trabajadores tendrán acceso e información de las evaluaciones y resultados.

Se proporcionará una vigilancia médica de la función auditiva de los


trabajadores cada tres años y se deberá realizar un control médico inicial. Es
obligatorio suministrar al trabajador la protección auditiva adecuada, y también
es obligatoria su utilización. El empresario deberá fomentar y velar por el uso
de la protección.

Se deben señalizar los lugares con riesgo y establecer limitaciones de acceso a


los mismos y desarrollar un programa de medidas de control técnicas y
organizativas integradas en la planificación de la actividad preventiva.

3. Superior a 87 db (A) o 140 db (C) pico


En ningún caso la exposición al trabajador, deberá superar los valores límite de
exposición.

Si se comprobaran exposiciones por encima de estos valores, el empresario


deberá:
- Tomar inmediatamente medidas para reducir la exposición por debajo de
los valores límite de exposición.
- Determinar las razones de la sobreexposición.
- Corregir las medidas de prevención y protección, a fin de evitar que
vuelva a producirse una reincidencia.
- Informar a los delegados de prevención de tales circunstancias.
11 El ruido industrial

En las situaciones excepcionales, en las que, la utilización adecuada de


protectores auditivos individuales puede causar un riesgo mayor para la
seguridad o la salud que el hecho de prescindir de ellos, el empresario podrá
dejar de cumplir o cumplir parcialmente, lo dispuesto en los artículos de
protección individual (art. 7) y de limitación de exposición (art. 8).

Dicha circunstancia deberá razonarse y justificarse por el empresario, ser


previamente consultada con los trabajadores y/o representantes, y constar de
forma fehaciente en la evaluación de riesgos.

El empresario deberá adoptar las medidas técnicas y organizativas que


garanticen, teniendo en cuenta las circunstancias particulares, la reducción a
un mínimo de los riesgos derivados de ellas. Además la vigilancia de la salud
se realizará de forma más intensa.

VI. EFECTOS DEL RUIDO SOBRE EL ORGANISMO

Las lesiones padecidas por exposición a ruido, tiene relación con la forma en
que actúa este agente de riesgo sobre nuestro organismo, mediante:
• Efectos extra-auditivos: Lesiones sin relación con la audición
• Efectos auditivos: Hipoacusia o sordera profesional.

EFECTOS AUDITIVOS
Cuando estamos sometidos a ruidos muy fuertes, las pequeñas células
que se encuentran en el interior del caracol resultan lesionadas y mueren,
produciendo hipoacusia o sordera profesional. Esta sordera es irreversible, es
decir, permanente, ya que no se recupera la audición y no existe tratamiento.
Está considerada como enfermedad profesional en nuestra legislación.

Dependen de:
- La Frecuencia (el tipo de ruido) - El tiempo de exposición
- La intensidad (el nivel sonoro) - La edad
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El ruido lesiona el oído interno, siendo los tonos agudos más nocivos
que los graves. Además dependerá de la sensibilidad de las personas, y de la
frecuencia (el tipo de ruido), la intensidad (el nivel sonoro), el tiempo de
exposición y la edad.

Además del ruido del propio trabajo, también, el individuo, puede percibir
unos sonidos denominados acúfenos, que son producidos por la irritación del
oído interno. Se pueden manifestar en forma de pitidos, zumbidos, etc., y
pueden ser permanentes o temporales.

Otro de los efectos que el ruido puede provocar a un trabajador es el


reclutamiento, que son sonidos captados que no se entienden con facilidad (es
como cuando sintonizamos mal una emisora de radio; por mucho que subamos
el volumen, las interferencias no nos dejan oír bien).

El efecto descrito en este apartado (pérdida de la capacidad auditiva)


no depende de la cualidad más o menos agradable que se atribuya al sonido
percibido ni de que éste sea deseado o no. Se trata de un efecto físico que
depende únicamente de la intensidad del sonido, aunque sujeto naturalmente a
variaciones individuales:

- La sordera transitoria o fatiga auditiva no hay aún lesión. La


recuperación es normalmente casi completa al cabo de dos horas y
completa a las 16 horas de cesar el ruido, si se permanece en un estado
de confort acústico (menos de 50 decibelios en vigilia o de 30 durante el
sueño).

- La sordera permanente o hipoacusia profesional, que no es


repentina, sino progresiva, y esta provocada por una exposición
continuada a niveles superiores a 75 dBA, o bien por sonidos de corta
duración de más de 110 dBA, o bien por acumulación de fatiga auditiva
sin tiempo suficiente de recuperación durante la vida profesional.
13 El ruido industrial

También en este caso hay que tener presente lo que se conoce como
“habituación al ruido”. Es cierto que a medio o largo plazo el organismo se
habitúa al ruido, empleando para ello dos mecanismos diferentes por cada uno
de los cuales se paga un precio distinto. El primer mecanismo es la disminución
de la sensibilidad del oído y su precio, la sordera temporal o permanente.
Muchas de las personas a las que el ruido no molesta dirían, si lo supiesen,
que no oyen el ruido o que lo oyen menos que otros o menos que antes.
Naturalmente tampoco oyen otros sonidos que les son necesarios. Mediante el
segundo mecanismo, son las capas corticales del cerebro las que se habitúan.
Dicho de otra forma, oímos el ruido pero no nos damos cuenta. Durante el
sueño, las señales llegan a nuestro sistema nervioso, no nos despierta pero
desencadena consecuencias fisiológicas de las no somos conscientes:
frecuencia cardiaca, flujo sanguíneo o actividad eléctrica cerebral. Es el
llamado “síndrome de la adaptación”.

EFECTOS EXTRA-AUDITIVOS
Aparecen con independencia de los límites umbral determinados para el
riesgo de sordera profesional y no son reconocidas por la legislación como
enfermedades profesionales. Las repercusiones fisiológicas más destacables
son:
• Acción sobre el aparato circulatorio:
- Aumento de la presión arterial
- Aumento del ritmo cardiaco
- Vaso-constricción periférica
• Acción sobre el metabolismo, acelerándolo.
• Acción sobre el aparato muscular, aumentando la tensión.
• Acción sobre el aparato digestivo, produciendo inhibición de dichos
órganos.
• Acción sobre el aparato respiratorio, modificando el ritmo de
respiración.

En el orden psicológico el ruido es causa generalmente de molestia y


desagrado. Puede provocar modificaciones del carácter o del comportamiento:
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• Trastornos del sueño (insomnio)


El ruido influye negativamente sobre el sueño causando interrupciones del
sueño que, si son repetidas, pueden llevar al insomnio. Por lo tanto
disminuyendo la calidad del sueño. Como consecuencia de todo ello, la
persona no habrá descansado bien y será incapaz de realizar adecuadamente
al día siguiente sus tareas cotidianas. Si la situación se prolonga, el equilibrio
físico y psicológico se ven seriamente afectados.

• Disminución del rendimiento, de la atención y de la concentración.


Es evidente que cuando la realización de una tarea necesita la utilización de
señales acústicas, el ruido de fondo puede enmascarar estas señales o
interferir con su percepción. Por otra parte, un ruido repentino producirá
distracciones que reducirán el rendimiento en muchos tipos de trabajos,
especialmente en aquellos que exijan un cierto nivel de concentración.

En ambos casos se afectará la realización de la tarea, apareciendo errores


y disminuyendo la calidad y cantidad del producto de la misma y aumentando
con ello la probabilidad de accidente laboral.

• Interferencias conversacionales o en la comunicación.


El nivel del sonido de una conversación en tono normal es, a un metro del
hablante, de entre 50 y 55 dBA. Hablando a gritos se puede llegar a 75 u 80.
Por otra parte, para que la palabra sea perfectamente inteligible es necesario
que su intensidad supere en alrededor de 15 dBA al ruido de fondo.

Por lo tanto, un ruido superior a 35 ó 40 decibelios provocará dificultades en


la comunicación oral que sólo podrán resolverse, parcialmente, elevando el
tono de voz. A partir de 65 decibelios de ruido, la conversación se torna
extremadamente difícil.

Situaciones parecidas se dan cuando el sujeto está intentando escuchar


otras fuentes de sonido (televisión, música, etc.). Ante la interferencia de un
ruido, se reacciona elevando el volumen de la fuente creándose así una mayor
contaminación sonora sin lograr totalmente el efecto deseado.
15 El ruido industrial

Esta situación puede desencadenar en accidentes de trabajo por


interferencia con las tareas, aumento de errores y disminución del rendimiento.

• Trastornos de voz
Otro de los posibles efectos del ruido es la aparición de disfonía en aquellos
trabajadores que deben elevar la intensidad de la voz para poder mantener la
comunicación verbal con otros. Algunos autores afirman que un ruido ambiental
superior a los 66 dB (A) requiere de un esfuerzo potencialmente peligroso para
las cuerdas vocales.

• Alteraciones del estado psíquico (ansiedad, insomnio, irritabilidad,


agresividad, alteraciones sexuales, etc.).
En general el trabajador expuesto a altos niveles de ruido experimenta un
malestar. La sensación de malestar se procede no sólo de interferencia con la
actividad en curso o con el reposo sino también de otras sensaciones, menos
definidas pero a veces muy intensas, de estar siendo perturbado. Las personas
afectadas hablan de intranquilidad, inquietud, desasosiego, depresión,
desamparo, ansiedad o rabia. Todo ello contrasta con la definición de “salud”
dada por la Organización Mundial de la Salud: “un estado de completo
bienestar físico, mental y social, no la mera ausencia de enfermedad”. El nivel
de malestar varía no solamente en función de la intensidad del ruido y de otras
características físicas del mismo que son menos objetivables (ruidos
“chirriantes”, “estridentes”, etc.) sino también de los factores tales como miedos
asociados a la fuente del ruido, o el grado de legitimación que el afectado
atribuya a la misma. Si el ruido es intermitente influyen también la intensidad
máxima de cada episodio y el número de éstos. Durante el día se suele
experimentar malestar moderado a partir de los 50 decibelios, y fuerte a partir
de los 55. En el periodo vespertino, en estado de vigilia, estas cifras diminuyen
en 5 ó 10 decibelios.
16 Jornadas Seguridad y Salud Laboral

NORMATIVA DE PROTECCIÓN DE LOS RIESGOS


DERIVADOS DE LA EXPOSICIÓN DEL RUIDO

REAL DECRETO 286/2006, SOBRE PROTECCIÓN DE LA SALUD Y LA


SEGURIDD DE LOS TRABAJADORES

El día 31 de marzo entró en vigor el Real Decreto 286/2006, de 10 de


marzo, sobre la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores contra
los riesgos relacionados con la exposición al ruido, publicado en el BOE nº60,
de fecha 11 de marzo de 2006.

Mediante el presente Real Decreto, se traspone al derecho español la


directiva 2003/10/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 6 de febrero de
2003, sobre las disposiciones mínimas de seguridad y de salud relativas a la
exposición de los trabajadores a los riesgos derivados de los agentes físicos
(ruido), directiva que deroga a la directiva anterior 86/188/CEE, transpuesta a
nuestro derecho interno por el real decreto 1316/1989, también derogado por el
presente Real Decreto.

El Real Decreto 286/2006 regula disposiciones encaminadas a evitar o


reducir la exposición, de manera que los riesgos derivados de la exposición al
ruido se eliminen en su origen o se reduzcan a su nivel más bajo posible,
incluyendo la obligación empresarial de establecer y ejecutar un programa de
medidas técnicas y organizativas destinadas a reducir la exposición al ruido,
cuando sobrepasen los valores superiores de exposición que dan lugar a una
acción. Entre otras cosas este Real Decreto dispone los valores límites de
exposición que se han reducido con respecto a la anterior normativa pasando a
ser los siguientes:

- Los valores límite de exposición referidos a niveles de exposición diaria


y a los niveles de pico, son de 87 dB y 140 dB, respectivamente.
- Los valores superiores de exposición que dan lugar a una acción, son
85 dB y 137 dB, respectivamente.
17 El ruido industrial

- Los valores inferiores de exposición que dan lugar a una acción, son de
80 dB y 135 dB, respectivamente.

Hay que tener en cuenta que sobre los valores límites de exposición se
tendrá en cuenta la atenuación de los protectores auditivos individuales
utilizados por los trabajadores, sin embargo para los valores tanto superiores
como inferiores de exposición que dan lugar a una acción, no se tendrá en
cuenta los efectos producidos por dichos protectores. De ello se deduce que
las evaluaciones que se realicen para altos niveles de ruido (superiores a 87
dB(A) o 140 dB(C) de pico) serán más complejas y costosas, al intervenir en
ellas las atenuaciones que proporcionen los EPI´s auditivos que se utilicen.

I.
18 Jornadas Seguridad y Salud Laboral

OBLIGACIONES DEL EMPRESARIO DE CARÁCTER GENERAL

El empresario tiene la obligación de:


1. Reducir al mínimo posible el nivel sonoro de los puestos de trabajo,
actuando en el origen del mismo prioritariamente, es decir, reduciendo la
emisión de ruido de la fuente sonora.
2. Tener en cuenta lo anterior en la concepción de nuevos puestos de
trabajo o en la modificación de los ya existentes.
3. Cumplir las obligaciones específicas en cada situación de exposición al
ruido.

II. EVALUACIÓN DE LA EXPOSICIÓN AL RUIDO

El empresario según el art. 6 R.D. 286/2006, deberá evaluar la


exposición de los trabajadores al ruido con el objeto de determinar si se
superan los límites o niveles fijados en la presente norma y de aplicar, en tal
caso, las medidas preventivas procedentes.

Para realizar correctamente esta evaluación se prestará particular


atención a los siguientes aspectos:

- El nivel, el tipo y la duración de la exposición, incluida la exposición a


ruido de impulsos;
- La existencia de equipos de sustitución concebidos para reducir la
emisión de ruido;
- Los valores límite de exposición y los valores de exposición que dan
lugar a una acción previstos en el articulo 5;
- En la medida en que sea viable desde el punto de vista técnico, todos
los efectos para la salud y seguridad de los trabajadores derivados de la
interacción entre el ruido y las sustancias ototóxicas relacionadas con el
trabajo, y entre el ruido y las vibraciones.
19 El ruido industrial

- Todos los efectos indirectos para la salud y la seguridad de los


trabajadores derivados de la interacción entre el ruido y las señales
acústicas de alarma u otros sonidos a que deba atenderse para reducir
el riesgo de accidentes;
- La información sobre emisiones sonoras facilitada por los fabricantes de
equipos de trabajo con arreglo a los dispuesto en la normativa específica
que sea de aplicación;
- Cualquier efecto sobre la salud y la seguridad de los trabajadores
especialmente sensibles a los que se refiere el artículo 25 de la Ley
31/1995;
- La prolongación de la exposición al ruido después del horario de trabajo
bajo responsabilidad del empresario;
- La información apropiada derivada de la vigilancia de la salud, incluida la
información científico-técnica publicada, en la medida en que sea
posible;
- La disponibilidad de protectores auditivos con las características de
atenuación adecuadas.

Los instrumentos que se utilizan para la medición del nivel de ruido se


denominan genéricamente sonómetros. Cuando interesa conocer el ruido
medio durante un tiempo determinado, se utilizan sonómetros integradores o
dosímetros. Estos están diseñados para que puedan ser transportados por la
persona expuesta mientras realiza sus tareas.

Existe una amplia gama de equipos para medición del ruido:


SONOMETRO: Equipo que mide de forma directa y puntual el nivel de presión
sonora.
SONOMETRO INTEGRADOR: Integra el nivel sonoro, promediando los
resultados puntuales y obteniendo un valor nivel continuo equivalente, que es
el nivel promedio sonoro que existe durante todo el período de medición.
DOSÍMETRO: En un monitor de exposición que acumula el ruido
constantemente y mide la exposición en % respecto a la dosis máxima
considerada admisible.
20 Jornadas Seguridad y Salud Laboral

ANALIZADORES DE FRENCUENCIA: Son equipos dotados de unos filtros


que permiten separar las distintas frecuencias (octavas y 1/3 de octava).
MEDIDADORES DE IMPACTO: Para medir niveles Pico

La evaluación de las exposición al ruido supone la medición inicial de los


niveles de ruido en todos los puestos de trabajo, excepto en aquellos en los
que es evidente que no se alcanzan los 80 dBA.

La valoración que hagamos del ruido, con relación a cómo afecta a las
personas, tenemos que basarla en cuatro factores:
• La presión sonora: es la intensidad y la potencia del ruido y se
mide en decibelios. (dB)
• La frecuencia: es el número de veces que se repite el ciclo de la
vibración por unidad de tiempo. Se mide en Herzios. (Hz)
• El tiempo de exposición: la legislación establece unos niveles
de acción y unos niveles límite considerando una exposición de 8
horas diarias, 40 horas semanales durante toda la vida laboral.
• La distancia respecto al foco: distancia entre el agente que
produce el ruido y el trabajador. Se mide en metros.

El empresario está obligado a registrar y archivar los datos de las


evaluaciones ambientales y de los controles médicos durante 30 años.

III. PROTECTORES AUDITIVOS: ¿QUÉ SON Y CÓMO ACTÚAN?

Según el Real Decreto 286/2006, los protectores auditivos serán


proporcionados por el empresario en número suficiente y serán elegidos por
este en consulta con los órganos internos competentes en seguridad e higiene
y los representantes de los trabajadores. Los protectores auditivos deberán:

• Ajustarse a lo dispuesto en la normativa general sobre medios de


protección personal.
21 El ruido industrial

• Adaptarse a los trabajadores que los utilicen, teniendo en cuenta


sus circunstancias personales y las características de sus
condiciones de trabajo.
• Proporcionar la necesaria atenuación de la exposición al ruido.

Los protectores auditivos son equipos de protección individual que, debido a


sus propiedades para la atenuación de sonido, reducen los efectos del ruido en
la audición, para evitar así un daño en el oído.

Esencialmente, tenemos los siguientes tipos de protectores:

¾ OREJERAS

Consisten en casquetes que cubren las orejas y que se adaptan a la cabeza


por medio de almohadillas blandas, generalmente rellenas de espuma plástica
o líquido. Los casquetes se forran normalmente con un material que absorba el
sonido. Están unidos entre sí por una banda de presión (arnés), por lo general
de metal o plástico. A veces se fija a cada casquete, o al arnés cerca de los
casquetes, una cinta flexible. Esta cinta se utiliza para sostener los casquetes
cuando el arnés se lleva en la nuca o bajo la barbilla.

¾ OREJERAS ACOPLADAS A CASCO

Consisten en casquetes individuales unidos a unos brazos fijados a un casco


de seguridad industrial, y que son regulables de manera que puedan colocarse
sobre las orejas cuando se requiera.
22 Jornadas Seguridad y Salud Laboral

¾ TAPONES

Son protectores auditivos que se introducen en el canal auditivo o en la cavidad


de la oreja, destinados a bloquear su entrada. A veces vienen provistos de un
cordón interconector o de un arnés.

¾ CASCOS ANTI-RUIDO

Son cascos que recubren la oreja, así como una gran parte de la cabeza.
Permiten reducir además la transmisión de ondas acústicas aéreas a la cavidad
craneana, disminuyendo así la conducción ósea del sonido al oído interno.
23 El ruido industrial

¾ OTROS TIPOS

• Protectores dependientes del nivel: Están concebidos para


proporcionar una protección que se incremente a medida que el nivel
sonoro aumenta.
• Protectores para la reducción activa del ruido (protectores ANR): Se
trata de protectores auditivos que incorporan circuitos electro-acústicos
destinados a suprimir parcialmente el sonido de entrada a fin de mejorar
la protección del usuario.
• Orejeras de comunicación: Las orejeras asociadas a equipos de
comunicación necesitan el uso de un sistema aéreo o por cable a través
del cual puedan transmitirse señales, alarmas, mensajes o programas
de entrenamiento.

IV. PROTECTORES AUDITIVOS: ¿DE QUÉ ME TIENE QUE PROTEGER?

Como ya hemos indicado, la exposición al ruido puede provocar


alteraciones de la salud, en particular pérdidas auditivas y riesgos de accidente.

Además tendremos una serie de riesgos derivados del equipo y de la


utilización del mismo.

En resumen, podemos esquematizar todo este conjunto de riesgos


contra los que debe protegerse el oído del modo siguiente:
24 Jornadas Seguridad y Salud Laboral

V. PROTECTORES AUDITIVOS: ¿QUÉ CUIDADOS DEBO TENER?

Los protectores auditivos deben poder resistir numerosas acciones e


influencias, de modo que se garantice durante toda su vida útil la función
protectora requerida.

Los principales factores de influencia se recogen en el esquema


siguiente:
25 El ruido industrial

VI. PROTECTORES AUDITIVOS: ¿CÓMO ELEGIRLOS?

La elección de un protector requerirá, en cualquier caso, un


conocimiento amplio del puesto de trabajo y de su entorno. Es por ello que la
elección debe ser realizada por personal capacitado y, en el proceso de
elección, la participación y colaboración del trabajador será de capital
importancia.

No obstante, algunas recomendaciones de interés, a la hora de desarrollar


el proceso de selección, son:
26 Jornadas Seguridad y Salud Laboral

A) Antes de adquirir un protector auditivo, complétese la lista de control,


haciendo referencia al inventario de riesgos y acciones externas citados
en los apartados "¿De qué me tienen que proteger? y "¿Qué cuidados
debo tener?". En función de esta lista se tendrán en cuenta las ofertas
de varios fabricantes para distintos modelos.

LISTA DE CONTROL PARA LA SELECCIÓN DE PROTECTORES


AUDITIVOS

™ Esta lista de control será establecida por el empresario con la

participación de los trabajadores.


™ Se establecerá una lista de control para cada sector de la empresa o

ámbito de actividad que presente riesgos distintos.


™ Las listas de control están destinadas a la consulta de los distintos

fabricantes y proveedores.
™ Las listas de control deberían formar parte del pliego de condiciones de

adquisición.

B) Al elegir un protector auditivo, es conveniente tener en cuenta el folleto


informativo referenciado en los R.D. 1407/1992 y 159/1995. Este folleto
informativo contiene todos los datos útiles referentes a: almacenamiento,
uso, limpieza, mantenimiento, desinfección, accesorios, piezas de
repuesto, clases de protección, fecha o plazo de caducidad, explicación
de las marcas, etc.

C) El tipo de protector deberá elegirse en función del entorno laboral para


que la eficacia sea satisfactoria y las molestias mínimas. A tal efecto, se
preferirá, de modo general:
a. Los tapones auditivos, para un uso continuo, en particular en
ambientes calurosos y húmedos, o cuando deban llevarse junto
con gafas u otros protectores.
b. Las orejeras o los tapones unidos por una banda, para usos
intermitentes.
27 El ruido industrial

c. Los cascos antirruido o la combinación de tapones y orejeras en


el caso de ambientes extremadamente ruidosos.

D) El protector auditivo deberá elegirse de modo que reduzca la


exposición al ruido a un límite admisible.

E) Usar un protector auditivo no debe mermar la percepción del habla, de


señales de peligro o de cualquier otro sonido o señal necesarios para el
ejercicio correcto de la actividad. En caso necesario, se utilizarán
protectores "especiales": aparatos de atenuación variable según el
nivel sonoro, de atenuación activa, de espectro de debilitación plano en
frecuencia, de recepción de audiofrecuencia, de transmisión por radio,
etc.

F) La comodidad de uso y la aceptación varían mucho de un usuario a


otro. Por consiguiente, es aconsejable realizar ensayos de varios
modelos de protectores y, en su caso, de tallas distintas.

En lo que se refiere a los cascos antirruido y las orejeras, se consigue


mejorar la comodidad mediante la reducción de la masa, de la fuerza de
aplicación de los casquetes y mediante una buena adaptación del aro
almohadillado al contorno de la oreja.

En lo referente a los tapones auditivos, se rechazarán los que provoquen


una excesiva presión local.

G) El documento de referencia a seguir en el proceso de elección puede


ser la norma UNE 458.

H) Antes de comprar un protector auditivo, éste debería probarse en el


lugar de trabajo. Para tomar en consideración las distintas variaciones
individuales de la morfología de los usuarios, los protectores deberán
28 Jornadas Seguridad y Salud Laboral

presentarse en una gama de adaptación suficiente y, en caso necesario,


en distintas tallas.

I) Cuando se compre un protector auditivo deberá solicitarse al fabricante


un número suficiente de folletos informativos en la(s) lengua(s) oficial(es)
del Estado miembro.

En caso de que algunos trabajadores no comprendan esta (s) lengua (s), el


empresario deberá poner a su disposición la información necesaria presentada
de modo que les resulte comprensible.

VII. PROTECTORES AUDITIVOS: ¿CÓMO USARLOS?

Algunas indicaciones prácticas de interés en los aspectos de uso y


mantenimiento del protector son:

• Los protectores auditivos deberán llevarse mientras dure la exposición al


ruido. Retirar el protector, siquiera durante un corto espacio de tiempo,
reduce seriamente la protección.

• Algunos tapones auditivos son de uso único. Otros pueden utilizarse


durante un número determinado de días o de años si su mantenimiento
se efectúa de modo correcto. Se aconseja al empresario que precise en
la medida de lo posible el plazo de utilización (vida útil) en relación con
las características del protector, las condiciones de trabajo y del entorno,
y que lo haga constar en las instrucciones de trabajo junto con las
normas de almacenamiento, mantenimiento y utilización.

• Los tapones auditivos (sencillos o unidos por una banda) son


estrictamente personales. Por cuestiones de higiene, debe prohibirse su
reutilización por otra persona. Los demás protectores (cascos antirruido,
orejeras, casquetes adaptables) pueden ser utilizados excepcionalmente
29 El ruido industrial

por otras personas previa desinfección. Puede resultar necesario,


además, cambiar las partes que están en contacto con la piel:
almohadillas o cubrealmohadillas desechables.

MANTENIMIENTO
El mantenimiento de los protectores auditivos (con excepción de los
desechables) deberá efectuarse de acuerdo con las instrucciones del
fabricante.

Tras lavarlos o limpiarlos, deberán secarse cuidadosamente los protectores


y después se colocarán en un lugar limpio antes de ser reutilizados.

Deberán reformarse los protectores cuando hayan alcanzado su límite de


empleo o cuando se hayan ensuciado o deteriorado.

VIII. SEÑALIZACIÓN

Según se establece en el Real Decreto 485/1997 de señalización en los


lugares de trabajo, la señal correspondiente al uso obligatorio de protección
auditiva es la siguiente:
30 Jornadas Seguridad y Salud Laboral

CUESTIONARIO SOBRE RUIDO EN EL LUGAR DE TRABAJO


31 El ruido industrial

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