Está en la página 1de 2

EL HOMBRE DE NEGRO

Hace algunos días yo me encontraba jugando con mi mejor amiga en un


pequeño parque cada paso que dábamos era algún susto que pasábamos
nosotras terminábamos de jugar por las noches muy tarde cada una tomaba
caminos diferentes pero el mío era diferente era extraño cada que caminaba
me sentía observada yo solo miraba para los lados muy nerviosa
rápidamente me subí a el primer camión que vi llegue a mi casa lo primero
que hice fue darme una ducha no sabia lo que era lo que me había pasado,
mis padres muy preocupados me preguntaron, ¿algo pasa? Yo tratando de
disimular les conteste nada, solo tengo algo de sueño mis padres se fueron
ya que tenían cosas importantes que hacer me sentía sola y desesperada al
no poder dormir. En un instante recordé que mi hermano se encontraba ahí,
pero parecía traumado, nos fuimos a dormir al cuarto de mis padres ya que
nos acabamos de mudar. Por la noche alrededor de las 8:00 am me levante
ya que se escuchaba a alguien cantando, me asusté, pero la curiosidad me
estaba ganando en el momento de abrir la puerta escuche toc toc. Una voz
extraña pero recordé que parecía a la voz que solía escuchar cuando venia
totalmente sola por el camino que recorría a casa, se escuchaban risas
macabras sin pensarlo regrese a dormir.
Por la mañana no veía a mi hermano por ningún lado, decidí llamarle a mi
amiga, pero no me contestaba, así que fui a su casa pero esa maldita
sombra me volvía perseguir, llegue a su casa le conté todo lo que me
pasaba pero me di cuenta que no era ella, le dije ¿Quién eres?, sé que no
eres tú. La sombra salió de su cuerpo y Sali corriendo, pero me alcanzo, no
se que me pasa pero todo era negro, escuchaba sonidos raros sin poder
descubrirlo, eso me desespero así que no sé que pude hacer para salir, en
cuanto pude salir de ese macabro lugar empezaron a caer personas
muertas, algunas sin cabezas o sin manos, pero al fondo de la calle
escuche un sonido como de motosierra persiguiéndome. Corría pero no
parecía entre mas avanzaba mas hoyos se abrían, solo me veía una calle
sin fondo, seguían cayendo cuerpos del cielo. En ese terrible momento sentí
una cortada en la espalda, solo me desmayé.

No recuerdo nada de lo que me pasó, solo regrese a mi casa y en cuanto


abrí la puerta, sólo vi a la misma sombra enfrente de mi y la punta de la
motosierra en mi cara….

¡desperté!... ya estaba en el maldito infierno, ¡Por qué a mi!, ya sé hablaré


con el demonio para cobrar mi venganza.

Autora: Karla Fernanda Torres Díaz

También podría gustarte