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LA CASA

Diario encontrado en una casa después de una extraña desaparición de los habitantes de la
misma. El diario parece pertenecer a un joven. Relata lo siguiente:

26 de octubre de 2013

Hoy nos hemos mudado a este viejo pueblo. Pues a mi padre le han ofrecido buen trabajo
en este lugar. Es un sitio rodeado de arboles blancos y hojas rojizas, pareciera ser otoño
todo el tiempo, y de calles descuidadas, se nota un ambiente solitario y la neblina no tarda
en hacerse presente. No entiendo que vida puede prosperar en este sitio. La casa parece
tener siglos en el mismo lugar. Las arañas y otras criaturas han hecho de esta su hogar antes
que nosotros. Es bastante espaciosa, podría gritar en un extremo de la construcción y el otro
permanecería en silencio. Aunque pareciera ser que los motivos de este efecto no tienen
que ver con el tamaño. Cuando íbamos llegando, me pareció ver una silueta asomándose en
una de las ventanas, pero fue solo por un parpadeo. Mi habitación se encuentra en la planta
alta junto a la de mis padres, es la misma de donde vi esa imagen. Al momento de entrar
sentí un enorme escalofrió. Y ahora mientras escribo, pareciera haber alguien detrás de mí.
Volteo y me encuentro en soledad. Debería dejar de ver historias de fantasmas, estoy
alucinando.

28 de octubre de 2013

La escuela no es tan mala después de todo, pues al ser un pueblo chico, la mayoría se han
enterado de mi llegada y por así decirlo, me he vuelto “popular”. Sin embargo, dudo que el
tamaño del pueblo sea el verdadero motivo de que mi aparición cause interés. Todos me
conocen como: “El chico de la casa”, prefiero ignorar a que se refiere.

29 de octubre de 2013

Mis padres me han avisado que el día de mañana partirán por las ultimas cosas, por lo que
permaneceré un día solo. El saberlo me causa un inmenso terror. Pensé en invitar a algún
“conocido” a la casa para olvidar la oscura inmensidad y frialdad de la misma. Todos
negaron la invitación a excepción de uno. Al principio él la rechazó como los demás, pero a
la salida de clases, se me acerco para notificarme que había cambiado de opinión. Su
nombre, o al menos así lo conozco, es Frankie. Es un sujeto de mi altura, con una
personalidad “valiente”, algo agresiva. Parece ser el líder de una especie de grupo. Lo tengo
sin cuidado, puesto que me preocupa algo más. Hoy mientras disfrutaba escuchando música
en el ordenador, entre el lapso de término de una canción y comienzo de otra, podía
escuchar un leve susurro a mi espalda que helaba las venas. Traté de ignorarle, hasta que mi
puerta azotó como si alguien hubiera salido de la habitación, y por la rejilla debajo de ella
logre observar una sombra.
30 de octubre de 2013

Si he de admitirlo, estoy aterrado. Un miedo paralizante me impide dormir o actuar. Han


sucedido cosas confirmando que no estoy solo en esta casa. Mis padres se despidieron esta
mañana antes de irme a la escuela, mientras salía, pude notar como alguien jugaba con una
pelota en el patio y se escuchaban pequeñas risas. Aún no amanecía y la imagen no se
distinguía mucho. Al terminar las clases Frankie me acompañó a mi hogar, y cuando
estuvimos frente a la construcción, se perdió en sus pensamientos, quieto, contemplando la
tenebrosa imagen que proyectaba la casa. Por más que le hablaba no lo sacaba de trance,
hasta que lo empujé. Agitó la cabeza y volvió en sí. Entramos.

Para matar el tiempo llevaba consigo algunas películas de horror, no fue su mejor idea.
Mientras preparaba todo le pregunte ¿Cuál era el motivo del miedo a este sitio? Frankie
realmente no lo sabía, las historias que se cuentan son muchas: Se dice que se construyo
sobre un cementerio, que los anteriores habitantes realizaron un pacto con el demonio y
ahora están condenados y la casa también, que había ocurrido un horrible crimen, o quizá,
por simple gusto, a los seres de las tinieblas les habría agradado el sitio y ahora lo habitan.
Pero de algo estaba seguro, en esta casa sucedían cosas más allá de la comprensión.
Aunque él aseguraba que no tenía miedo. Deje que se instalara la sala en lo que yo
preparaba algún tentempié para disfrutar mejor la proyección. En la cocina podía sentir una
presencia, una especie de presión que incluso atenuaba la luz de la estancia. Entonces me
pareció escuchar la voz de un infante que preguntaba: ¿Quieres jugar conmigo? Después de
eso sobrevino el grito de mi compañero. Salí lo más rápido que pude. Lo encontré en el
suelo, pálido, con los ojos mirando el vacío, en posición fetal. Le pregunte qué había
ocurrido y no me respondía. Suavemente lograba escuchar las risas de un niño. Tomé a mi
compañero y lo levanté para dirigirnos a la puerta, al llegar a esta noté que estaba cerrada
con llave. ¿Pero si yo no la había dejado de tal manera? Frankie volvió en sí y de una
manera desesperada empezó a golpear la puerta gritando que lo dejara irse. Él no me
hablaba a mí. Y entre más golpeaba la risa se volvía más fuerte y el ambiente se volvía más
frío. Le dije que se tranquilizara, aunque he de admitir que primero debía tranquilizarme
yo, como si fuera posible, sentía que en cualquier momento eso, sea lo que fuera, saldría
para torturarnos y acabar con nuestras miserables vidas de la manera más cruel.

Me dirigí por las llaves en mi habitación, Frankie no quiso quedarse solo, lentamente
subíamos las escaleras y cada vez costaba más trabajo, la iluminación atenuaba y las risas
no paraban. La puerta de mi cuarto se encontraba cerrada y al estar justo en frente de ella,
se abrió de golpe envolviendo todo en un perturbador silencio. Mi acompañante no pudo
evitar caer de espaldas. Lo ayude a levantarse y entramos. Dentro nos encontramos con
dibujos de infante hechos con crayones, en ellos había un niño sonriente acompañado de su
padre y su madre, otro tenía al mismo niño con una cara de triste y llevaba escrito “¿Mamá
se ha ido?” Por último, el mismo niño se encontraba jugando en el columpio patío con un
sujeto de oscuras ropas algo deforme, parecía más bien una sombra, este lo empujaba.
Quedamos llenos de pánico y misterio al ver esas imágenes.

Tomé las llaves y fuimos a la puerta, esta vez la casa se sentía sola, pude estar en
tranquilidad. Al abrir la puerta, Frankie al momento de salir, se puso en frente de mí y grito
que estaba loco para hacer bromas de este tipo, sólo había aceptado mi invitación porque
era un reto de sus amigos, después su cara se transformo como si hubiera visto un fantasma
detrás de mí y se fue corriendo. Entiendo que pensara que fue una jugarreta por los dibujos,
que reitero, yo no había hecho, pero nunca me conto que fue lo que vio mientras yo estaba
en la cocina. Decidí subir a mi cuarto a analizar las imágenes y desde entonces no he salido.
Puedo escuchar ruidos en la cocina mientras escribo y no me atrevo a bajar para
inspeccionar.

31 de Octubre de 2013

Mis padres por fin han regresado, nunca antes había sentido un alivio tan grande. Aunque la
verdad dudo que mis padres puedan combatir el terror que atormenta este “hogar”. He
decidido investigar más a fondo los sucesos ocurridos en este lugar, lo que después de
largas investigaciones me ha llevado a los archivos forenses de la policía. Después de un
largo convencimiento y algunos sobornos me han dado la información que requería. La
casa antes fue habitada por una familia muy parecida a la mía: dos padres y su pequeño
hijo. El niño tenía problemas psicológicos y no poseía amigos, parece ser que fueron
ocasionados por la muerte de su madre. Según sus doctores, el niño estaba muy ligado a un
amigo imaginario con el cual siempre jugaba en el patío de la casa. El niño no fue el único
afectado, su padre perdió la cordura un tiempo después e intento asesinar a su pequeño. No
se sabe si lo logró, el cuerpo del padre fue encontrado sin vida en la cocina, no presentaba
lesiones. El cuerpo del niño jamás fue hallado. No sé si podre dormir después de entrarme
de esto.

1 de noviembre de 2010

Esta noche, mientras dormía, algo me ha despertado. Aún en la vasta oscuridad, pude
distinguir una silueta sentada a la orilla de mi cama que me miraba fijamente, esto causó
una parálisis en todo mi cuerpo, solo cerré fuertemente mis ojos rezando para que todo
acabara. En estos momentos, mientras escribo, parece que mi madre me llama para
comer…

Mientras me dirigía a la cocina, una voz me ha susurrado desde una habitación contigua a
la de mi cuarto. Era mi madre que me dijo – No bajes, yo también lo he escuchado- al
enterarme de esto corrí devuelta a mi habitación y cerré la puerta fuertemente. Al poco
tiempo pude escuchar un grito desgarrador de dolor, era de mi madre.
Ahora mientras escribo, escucho el fuerte retumbar de la puerta, esa cosa sea lo que sea,
quiere entrar…

Fin del diario.

Se encontraron algunas muestras de sangre en la escena del crimen. Se confirmo que


pertenecían a los habitantes de la casa. Sus cuerpos jamás fueron hallados.

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