Está en la página 1de 20

DRAMA

ASI ERA ELLA - II


…” Y aquí me ven tratando de remediar las malas cosas del pasado” …

Decía la canción que sonaba en la radio de aquel cafetín, cuyo nombre ahora no
recuerdo… Me parece increíble cómo pasaron 4 años de aquel día en que la vi por
última vez; admito que jamás pensé que llegaría el momento de decirle adiós y que sería
para siempre.

A veces es inevitable no recordarla, como cuando la encuentro en una canción, en el


olor de la mañana, en las caminatas largas (cosa que ahora hago sólo); e infinidad de
escenarios que hacen que la recuerde… Confieso que ahora las cosas han cambiado y
mucho; aún sigo aquí a pesar que pensé un par de veces acabar con mi vida. Bueno, sea
cual fuese la razón sigo aquí y me siento mejor que antes.

Acudí a un Psicólogo (como tanto me lo pidió Lucía), a decir verdad, jamás pensé que
alguien llegaría a escuchar por más de 3 horas mi desdicha con Lucía y además a darme
¿consejos?… Pero quién en estos tiempos se permite a dar “consejos”, con lo mal que
están las cosas, ni yo me atrevería a eso.
Despues de 5 sesiones y de visitas reiteradas al Psicólogo, puedo decir que me siento
mejor que antes, además prolongué mi faceta de escritor por las noches y creo que eso
fue lo único bueno que me paso en esos días de soledad y desventura; siempre había un
papel y una pluma sobre la mesa de noche, lo que hacía que encendiera la grabadora y a
todo volumen el disco de ALEJANDRO SANZ, para luego elevar mis emociones y
escribir.

En mi desesperado intento por dejar de lado todo lo ocurrido, indagaba puertas de


emergencia para salir corriendo y sentirme libre, buscando amigos de la secundaria (ya
casados), la universidad (todos ocupados) y finalmente pensé en mi fiel amigo Ernesto;
que dicho sea de paso parece habérselo tragado la tierra, ya que no volví a saber nada de
él desde aquella vez.

En ese momento, cuando me vi absolutamente sólo, caí en cuenta de lo arrogante que


fui al cerrar mi vida en Lucía, dejando de lado tantos amigos e incluso a mi propia
familia. Creo que Ernesto fue la única persona que jamás me abandono, sin embargo, yo
deje de lado a muchas personas… Entonces, ¿Cómo iniciaría mi círculo social, si aleje a
todos?… La verdad que no sabía por dónde empezar.

Así que me mude a un pueblito lejos de la ciudad, la gente era muy acogedora conmigo
desde el principio, pero al verme “blanquito” pensaban que era un mafioso o asesino en
serie (malditas apariencias).

No hice muchos amigos, comencé a trabajar en una empresa distribuidora de frutos


secos, pero me canso la rutina y el mal pago. No era para eso… recordé en ese momento
lo que tanto me decía lucia: “Tú no naciste para ser pobre, estudia”. Y así lo hice,
retomé mis clases de administración (tuve que volver a la ciudad), lo primero que hice
al llegar fue visitar la casa de Lucia, pero como era de esperarse, ella ya no vivía ahí.
Además de eso, la casa había sido vendida a unos ancianos, en ese mismo momento
estando en la puerta y a punto de irme, oí un fuerte grito que venía de la casa: - ¡Largo
de aqui! … pensé que en realidad eso era para mí, en realidad había vuelto por
esperanzas nulas, sabía que no hallaría nada de Lucia, increíblemente aun la amaba.

Al ver mi fracaso por no saber de ella ni de su familia, tome las llaves de mi auto y
decidí partir sin rumbo… después de tantos kilómetros manejando, vislumbre a lo lejos
una zona muy iluminada con destellos rojos, tuve un Déjà vu, pero que en el fondo solo
eran recuerdos de haber estado en un lugar igual con Ernesto; aunque en aquella
oportunidad él me jugo un mal chiste : “Hey amigo inexperto, no quieres divertirte un
rato? – yo lo miraba con asombro y temor a la vez y solo le respondí que me llevara a
casa…”

En ese momento, al evocar ese recuerdo, eche mucho de menos al patán de mi amigo,
quien siempre insistía en llevarme a esos “lugares”; esta vez me encontraba solo, tenia
de dos, entraba a ese lugar o vuelvo a casa a recordar mi miserable vida.
Cuando me disponía a ingresar, un hombre alto y de voz gruesa me interrogo: - ¿Usted
es cliente?, no sabía que responder a esa pregunta, no podía decirle que era un hombre
maduro y que era mi primera vez ahí, mi virilidad estaba en juego, así que decidí
responderle: - “sí, siempre vengo por aquí con un amigo, pero esta vez he venido solo”
… me pregunto entre otras cosas hasta que me dejo entrar.

Preste atención a todo el lugar, no sabía bien por donde ir, solo veía luces demasiado
bajas iluminando pasadizos y cortinas de colores muy fuertes; lo que más odie de aquel
lugar era la música, era una mezcla de sonidos sin sentido aparente e incitado al
erotismo, imagino que era para “amenizar” a los clientes… luego de caminar y ver
cortinas cerradas, intente entre abrir una y grande fue mi sorpresa cuando percibí a
había una pareja manteniendo relaciones sexuales de una manera incitantemente salvaje
y con objetos alrededor, quede algo atónito y decidí cerrarla de inmediato.

Listo Juan Carlos, tienes que dejarte de temores, que peor podría pasar después de lo
haber visto, en fin, abrí otra cortina y pedí por favor estar en el lugar correcto, de
manera cautelosa jale de la cortina y repare que no había nadie adentro y además de eso,
emanaba un olor a rosas y sándalo, lo que llamo mucho mi atención… entre con un
poco de desconfianza, me sentía un niño travieso. Iluminaba aquella pequeña habitación
una luz roja poco nítida, había una cama con rosas y efectivamente, todo el cuarto tenía
ese agradable olor. Me recosté un rato en la cama, cerré un momento los ojos y el
tiempo paso, cuando de pronto sentí el sonido de unos tacos, abrí lentamente los ojos y
frente a mi presencie una silueta detrás de una cortina, que se movía sensualmente y
venia hacia mí, rato después salió aquella mujer, con un traje que dejaba muy poco a la
imaginación… se fue acercando más y yo me sentía cada vez más cohibido, me miro a
los ojos y se despojó totalmente de aquel traje que traía puesto…

Quede absorto ante la despampanante fémina, tenía una figura muy proporcionada,
curvas delineadas, su estatura bordeada el 1.75, de piel canela y cabellos negros que
culminaban en el borde de la cintura, era una sirena de cuentos y yo un inexperto.

Revelo que su presencia me ensimismo, pero a la vez me sentía muy extasiado de solo
verla, y cual niño avergonzado solo atine a voltearme y pedirle que se cubra por favor.
En ese momento oí una pequeña risa y aquella belleza se pronunció: - ¿Eres nuevo,
verdad? nunca te he visto por aquí, no te intimides por favor, ya estoy cambiada…
Inmediatamente sentí como un frio recorría toda mi espalda y viajaba por todo mi
cuerpo, muy nervioso le respondí: - me recomendaron este lugar. no sabía que más
decir, en ese silencio incomodo que a veces suele darse entre dos personas, me ofreció
un poco de whisky y me pidió que me relajara; confieso que me daba algo de frustración
sentirme tan nervioso y haber dejado que una mujer me intimidara a tal punto. Me pare
y me serví una copa, le di una a ella y así paso de una a dos, tres, cuatro… pasado el
tiempo nos dimos cuenta de que habíamos pasado mucho rato bebiendo, entre risas fui
soltando jun poco más mi lado gracioso y ameno, digamos que hizo que entrara un poco
más en confianza. Curiosamente ella empezó a contarme sus cosas, escucharla era grato,
pero no entendía muy bien le momento, ambos sabíamos para que estábamos ahí, pero
al parecer a ninguno de los dos le importó mucho eso, ni incito a nada más que una
plática.

Es la primera vez que un hombre me hace sentir tantas cosas sin tener la mínima
intención de ponerme un dedo encima – me dijo ella … con una mirada sincera y por
qué no, hasta con algo de miedo, lo que me acababa de decir me sorprendió y me sentí
en el compromiso de responderle, así que decidí sincerarme y le dije: - a decir verdad
también es la primera vez que piso un lugar así, pensé que estos lugares solo servía para
tener sexo, sonreí tontamente y ella y también lo hizo; vi mi reloj y me di cuenta lo
tarde que se me había hecho, así que me despedí y salo rápidamente de aquel lugar.

Al volver a casa me senté en el mueble de la sala y recordé lo vivido la noche anterior, a


aquella mujer que sorpresivamente hizo que olvidara por unos minutos a lucia;
increíblemente mis frustraciones y mi vida cotidiana se volcó en una noche relajada y
hasta feliz con una dama de compañía, definitivamente estaba volviéndome loco.

Volviendo un poco a mi realidad, empecé a buscar entre mi antigua libreta (algo


empolvada), el número de Ernesto, hacia muchos días ya que estaba en la ciudad y no
había visitado a mi viejo amigo y ese era el momento… Para mi mala suerte el teléfono
de su casa ya no estaba disponible, ni modo, tenía que ir a buscarlo y saber que fue de
él, a lo mejor se casó o seguía su viuda de veleta.

Prendí el carro, en el camino tuve la misma sensación como cuando fui a buscar a
Lucía, el t3emor de saber cuánto habían cambiado las cosas. Cuando llegué al barrio en
el que pasamos tantos momentos juntos, vi como había cambiado todo y eso me estrujo
un poco el corazón.

Di por fin con la dirección y exactament4e su casa era la única que se mantenía igual;
baje del carro y cuando me acercaba a la casa salió un gran perro de adentro ¡ERA
DUQUE! Lo abrace, era el primer amigo con el que me topaba después de tanto tiempo
- ¡DUQUE, VE Y DILE A ERNESTO QUE AQUÍ ESTOY! – en ese momento salió
una anciana, era la mama de Ernesto - ¡DOÑA EMMA! – le dije sorpresivamente – la
salude con el mismo entusiasmo, ella estaba algo impávida y solo me dijo: José Carlos
… eres tú. Imagino que fue el asombro de verme después de tanto tiempo, pero la note
también algo nerviosa, en fin, luego de saludarnos me preguntó: Vienes por Ernesto,
¿verdad? … Pues si – respondí. ¿Pasa algo? … Si, las cosas cambiaron mucho José
Carlos, pero si lo que quieres es ubicarlo, debes estar preparado para lo que vayas a
encontrar… replicó la madre de mi amigo.

en ese momento me sentí muy confundido ¿Por qué me diría eso la madre de Ernesto?
¿Por qué tenía que estar preparado como dijo?... despertó en mí una gran curiosidad,
cruzaron muchas cosas por mi cabeza y luego ella fue por papel y lapicero, apunto un
número y una dirección, pero me dijo que llamara antes de ir; fue así como me retire
muy agradecido con la madre de mi amigo y entre al auto.
Tal cual había quedado con ella, marque el número, tenía muchos nervios por saber que
pasaría ahora, fue entonces que al otro lado del teléfono escuche la voz de un niño, para
sorpresa mía me enteraba que mi gran amigo ya era papa ¡Caramba!, corte de la
emoción y me dispuse a ir a una tienda de juguetes, tenía que llevarle algo a mi sobrino
no podía aparecer con las manos vacías.

Al llegar a la dirección que la mama de Ernesto me había dado, quede atónito de ver
frente a mi tamaña mansión, pensé entonces que numerosa podría ser la familia de mi
amigo y que le había ido mucho mejor que a mí, eso me dio mucho gusto. No podía
aguantar más el suspenso y tenía que entrar.

al tocar el timbre una melodiosa voz me dio la bienvenida y la puerta se abrió


automáticamente, al entrar mucho mayor fue mi sorpresa al ver un inmenso jardín,
realmente estaba en un castillo de ensueño, tuve la extraña sensación por u momento de
tener a mi lado am lucia, a ella le encantaría tal paisaje… pero volviendo a mi realidad,
veía que nadie salía a darme la bienvenida y eso me tenía algo preocupado. Entonces
comencé a caminar por toda la casa, había juguetes regados por todos lados, una mesa
de centro no tan grande, eso me hizo intuir que no veían tantas personas en esa casa…
realmente era envidiable todo lo que veía a mi paso, sentía tanta emoción de escuchar
del propio Ernesto godo lo que le había pasado en este tiempo, de hecho estaba casado y
tenía hijos, tenía ganas de estrecharle la mano y decirle ¡Al fin sentaste cabeza viejo!

Cuando me disponía a entrar a la terraza escuche mi nombre… -¡José Carlos!, al voltear


era nada más y nada menos que mi viejo amigo -¡ERNESTO! , cual niño corrí a
abrazarlo y a sentir a mi amigo después de tiempo… - Llego tu amigo el sufrido, me
extrañaste, supongo no?; extrañamente su rostro no reflejaba la misma emoción que yo
sentía, sino más bien estaba paralizado, - Hey, que pasa?! exclamé a lo que él respondió
- ¿Qué haces acá?, ¿Cómo te enteraste donde vivía?... Sus palabras me confundían un
poco y le explique que había ido a casa de su madre y ella muy amable me había
proporcionado su dirección y que tenía muchas ganas de verlo y contarle tantas cosas y
también saber de él.

Lo note un poco incomodo y hasta nervioso, entonces me dijo – Claro, pero por qué
mejor no hablamos en otro lado, ¿te parece?, - ¿Por qué? repliqué, además tu casa es tan
bonita y grande, cuando llame escuche la voz de un niño, quiero conocer a tu hijo, a tui
esposa cuéntame ¿cómo es ella? … Ernesto se puso aún más inquieto cuando mencione
a su familia y me tomo del brazo dirigiéndome hacia la puerta trasera – Mira José
Carlos, muchas cosas han cambiado, nosotros fuimos grandes amigos y te aprecie
mucho tiempo, pero eso ya no es así ahora … creo que lo mejor es que te vayas, por
favor… Recuerdo que esas palabras hirieron mi corazón aún más de lo que ya estaba, no
entendía porque Ernesto me decía esas cosas y se portaba así conmigo, pero necesitaba
una explicación de porque cambiaron., que paso?
En ese momento corrió raudamente hacia nosotros un niño como de 6 años el cual lo
llamo papá, pero Ernesto lo mando a su cuarto muy enfadado … su actitud empezaba a
preocuparme.

– José Carlos, no tienes nada que hacer aquí así que una vez más por favor retírate de mi
casa ahora mismo.

Realmente no entendía nada de lo que estaba pasando y le reproche su conducta, cuando


de pronto escuche una voz que venía de adentro – Mi amor, qué está pasando? ,
entonces pensé que sería su esposa, fue así que entre a ver quién era, entonces vi a una
elegante mujer bajar de las escaleras, al bajar y verla totalmente, me quede en shock, no
podía ni tragar saliva y sentía que flotaba … era Lucía, mi Lucia!! Pero esta vez estaba
distinta, cargaba muchas joyas encima y ropa demasiado brillante, todo aquello opacaba
su verdadera esencia. Recuerdo que la quede mirando mucho rato y ella a mí, no podía
terminar de creer lo que estaba sucediendo, Lucía y Ernesto… no podía ser posible,
aquel castillo se convirtió en ese momento en la casa de mis peores pesadillas.

Entonces ella hablo – ¿José Carlos, que haces aquí? Yo no podía pronunciar palabra
alguna, voltee a mirar a Ernesto y éste bajo la mirada, permanecía absorto, me sentía tan
perdido, tenerlos a ambos frente a mí y ver en lo que se han convertido, me daba
repugnancia, dolor, decepción, odio… tantas emociones juntas ¡Iba a explotar!...
Cuando por fin pude decir algo, ¿pregunte – Desde cuando me estuvieron viendo la
cara?, Ernesto corrió hacia Lucía como cubriéndola y dijo – Jamás te vimos la cara
como dices, puedo jurarte que todo empezó cuando tú te fuiste.

trascurrieron así algunos minutos, mirándonos y con la pena de tal escenario, pude notar
que Lucia bajaba la mirada continuamente, quizás porque en el fondo sabía que de
alguna manera me había traicionado y que pese a todo no merecía un final así; tome la
palabra y me dirigí a Ernesto y entonces le dije … - Ya no confió en nada de lo que me
dices, tantas veces fuiste mi consejero recordándome lo idiota que era, más en el fondo
deseabas con ímpetu a la mujer que era mía, querías llevártela a la cama, ¿no es así?
Comencé a no medir mis palabras por lo furioso que me sentía, pero mi ahora mi
“examigo” empezó a herirme como defensa.

Ernesto me miro furioso también y replico– Tú la hiciste sufrir mucho, como no te


imaginas, la vi llorar en reiteradas ocasiones aun después que te fuiste, porque su amor
aun prevalecía por aquel patán que solo pensó en él y su estúpido orgullo. Yo no tuve la
culpa de que ella encontrara en mi lo que tu jamás pudiste darle, confianza y amor…

En ese momento sentí como golpeaba mi estúpido orgullo como él decía, entonces me
lancé a propinarle un golpe, a lo que Lucia grito - ¡BASTA! José Carlos no puedes venir
después de años a desarmar una vez más mi vida, quiero que te vayas ya! … La mire
unos minutos y mi furia también quería llegar a ella, entonces le dije que no me iría y
que merecía una explicación después de todo… - No seas egoísta ahora tú, que bien
sabes lo que este tipo significo para mí en su momento… tantos hombres Lucia, tantos,
¿por qué él? ¿Por qué así?... Pero mírate, lograste lo que querías verdad, lujos, grandeza
… ¿eso fue más importante que tu honor? (…)

Se hizo un pequeño pero significativo silencio entre todos note que caían mis lágrimas y
como un niño me tire a llorar. Sentí que Ernesto toco mi hombro y me dijo que
arregláramos las cosas como hombres, un hombre no traiciona, le conteste entre
sollozos.

luego de un rato, me calme y me senté frente al jardín, Ernesto insistió y me dijo que
teníamos que hablar, con la promesa que me diría toda la verdad, en el fondo yo no
quería irme así, con más varios de los que traía encima, acepte y entonces fuimos a la
parte más alta de su casa, a continuación, narro a detalle lo que ese día hablamos …

ERNESTO: ¿estas más calmado?

JC: solo acepte venir hasta acá porque querías decirme algo, ¿no es así?

ERNESTO: tú quieres una explicación y yo quiero dártela

JC: vamos …

ERNESTO: cuando tú te fuiste de aquí, no me entere sino hasta el día que fui a buscarte
a casa de lucia, ya que nadie me daba razón de ti, pero cuando llegue ella prefirió no
decirme nada y me conto que se iría de viaje, la vi algo apresurada y no tocamos más el
tema… realmente estaba muy preocupado por ti, hasta pensé que …

JC: ¿que estaba muerto?

ERNESTO: si, porque lo insinuabas tantas veces que no me hubiera sorprendido que lo
hagas, pero definitivamente quería encontrarte antes de que hicieras alguna locura

JC: no me interesa ahora si me buscaste o no, lo que quiero saber es porque me


traicionaste

ERNESTO: llegando a ese punto … yo tuve que viajar urgente a Estados Unidos, me
había salido una propuesta muy interesante y no podía rechazarla, en una de esas
reuniones de empresarios vi nuevamente a Lucia, para mi asombro me conto que su
papá había tomado el mando de la empresa a la que yo iba a postular … en fin,
cambiamos números y empezamos a frecuentarnos más en la empresa y salidas …
Puedo jurarte por la vida de mis hijos que en ningún momento pensé en algo más con
ella, en el fondo sabía que era Lucia, la ex de mi mejor amigo… Pero ella cada vez se
mostraba más frágil y me conto cosas muy personales y yo solo tenía intención de
ayudarla

JC: ¿ayudarla? … invitándola a salir?, ¿Llevándola a su casa?... conquistándola?

ERNESTO: yo no estaba conquistándola, solo trataba de …

JC: tratabas de quitarme de su corazón


ERNESTO: ella estaba sufriendo José Carlos, no seas egoísta. Inclusive estando allá, en
un momento ambos te buscamos, ella la paso muy mal en cada cita pensando que eras
tú, porque nos vimos con barias personas con tu prototipo, pero no eras tú, ella empezó
a adelgazar, no tenía buen semblante

JC: ¿y que buscabas tu? reparar todo ese dolor?

ERNESTO: quería cuidarla como creo que tú lo hubieras pedido

JC: tú no la cuidaste, la sedujiste como era tu costumbre ¡canalla!

ERNESTO: eso es lo que tú crees hasta ahora, pero no, ¡entiende! jamás nos besamos,
ni le insinuaba nada, ella no tenía cabeza para nada

JC: ¿y tú Ernesto…? que querías en realidad, somos viejos y sé que jamás das puntada
sin hilo

ERNESTO: no debes decir eso ahora, sabes bien que Lucia no es de esas mujeres a las
que yo me acercaba

JC: por lo mismo tienes tácticas y las conoces… eres viejo zorro

ERNESTO: pero jamás utilice tácticas con Lucia, busco que me creas José Carlos, por
la amistad que tuvimos o tenemos … por el tiempo de confianza que tuvimos

JC: tú no fuiste ni eres mi amigo así que no nombres la palabra amistad

ERNESTO: ok entonces no arruinemos algo que no hay, una vez más te digo que Lucia
no fue un proyecto ni una meta que tenía que conseguir, ni siquiera se me asomo por la
mente verla como mujer… quizás

JC: ¿quizás qué? continua …

ERNESTO: quizás yo buscaba alguien que me brinde seguridad y ella buscaba casi lo
mismo, pero ninguno de los dos quiso esto, las cosas se dieron solas te lo aseguro

JC: y si fuera así. por qué permitiste ella se enamorará de ti? sabias que en algún
momento iba a volver, ella era y es mi único amor y tú lo sabias muy bien

ERNESTO: ¿Cómo lo permití?, es tonto lo que me preguntas, ¿pretendías que mandara


en los sentimientos de ella?

JC: pudiste contenerte, negarte a algo más, sabias que nuestra amistad estaba por
encima de todo

ERNESTO: sigues siendo demasiado egoísta José Carlos, veo que no cambiaste nada,
piensas que todo el mundo debe girar en torno a ti y a tus sentimientos y caprichos. Yo
nunca te quité nada ni me metí en nada. Se que siempre amaste a Lucia y ella
probablemente también te amo. Pero hasta ahora no puedes entender que eso se terminó,
quizás pata ti no, pero ella se cansó de sufrir, de esperar cosas, porque si te espero y
espero que cambiaras, pero no todo el mundo va a estar a tu disposición, entiende eso…

Me quedé callado unos minutos y lleno de impotencia volví a la conversación …

JC: nunca olvide a Lucia, regrese porque estaba dispuesto esta vez a recuperar su amor

ERNESTO: estas muy mal José Carlos y debiste volver a llevar terapia … e n el fondo
piensas que Lucia te perteneció y te pertenece, vienes a reclamar algo que no es tuyo, ni
siquiera es mío. Porque el hecho de que estemos ahora casados no nos hace eternos y
nadie dice que lo que tenemos ahora sea siempre así, las cosas pueden cambiar o no.
Pero no nos aferramos a eso

supongo que ya es tarde para reclamar algo, como dices tu

ERNESTO: no se trata de eso, Lucia no es un capricho tuyo ni mío, ella es una mujer
que merece lo mejor, contigo no lo tuvo, conmigo creo que lo tiene, pero eso no me
hace ganador de nada, simplemente es lo que ahora tenemos y listo

es la única mujer a la que he amado Ernesto, y ahora verla convertida en tu mujer … es


tan bizarro todo esto, siento tanta furia, pero pena a la vez

ERNESTO: verte ahora aquí y así también me hace sentir mal, nunca pensé volver a
verte… perdóname por eso, nunca quise jugar mal, pero perdón si estoy ocasionando
que te sientas así ahora… quizás también haga falta que cierres un circulo, el cual nunca
cerraste

que insinúas...?

ERNESTO: habla con lucia, quizás eso sea lo mejor

no quiero más lastima de ustedes, gracias, pero ya ha sido muy doloroso

ERNESTO: no es lastima de nadie, nos conoces bien … Simplemente lo hago por ti y


por ella, ambos se deben esto y yo lo entiendo, habla con ella y luego decidirás que es lo
mejor para ti.

Luego de culminar esa conversación tan cargada, me pedía que aguantar un poco más
para el siguiente asalto … no estaba muy seguro de hacerlo, pero por dentro me sentía
algo libre, no del todo … y eso era Lucia. Él bajo las escaleras y subió al rato con
Lucia… la tomo de la mano y la dirigió hacia a mí, ella se quedó parada y miraba a
todos lados, se notaba muy nerviosa. y así fue como iniciamos una nueva platica.

JC: gracias por venir a hablar conmigo… ella seguía haciendo mutis, entonces le
pregunte si no pensaba decir nada

LUCIA: me parece muy raro todo esto, el que estés aquí, la verdad jamás imagine que
esto volvería a pasar
JC: ¿eso querías, nunca más verme?

LUCIA: no lo sé … tú sabes que ambos sufrimos mucho todo este proceso lejos …

JC: discúlpame por tratarte así abajo, deberías entender mi coraje de ver lo que vi

LUCIA: Ernesto nunca dejó de ser tu amigo

JC: sonreí irónicamente … ¿Es que acaso insinúas que aun después de esto, llame a ese
traidor, amigo?

LUCIA: Ernesto no te traiciono, él nunca me insinuó nada, me respeto siempre, fui yo la


que quiso aproximarse más a el

JC: ¿o sea que tu quisiste estar con el que sabias que era mi mejor amigo?

LUCIA: ¿por qué piensas que todo debe ser tuyo siempre?, escuche un poco lo que
hablaste con él, diciendo que yo he sido siempre tu mujer, ahora me dices a mí que él
era tu mejor amigo … las personas no caminamos por la vida siendo de alguien más,
somo libres

JC: ¿tan libres … que decidieron casarse no?

LUCIA: no fue una decisión tan rápida como piensas

JC: ¿tú lo amas?

LUCIA: … si

JC: lo pensaste

LUCIA: … porque es incómodo hablar esto contigo José Carlos, no te imaginas lo que
puedo sentir ahora, jamás antes me hubieras fijado en él, pero …

JC: pero el abuso y gano partida cuando yo me fui, ¿verdad?

LUCIA: No, no es así … él fue el más empeñado en buscarte, no te imaginas todo lo


que hicimos… pero ¿qué más esperabas?

JC: ¿estas con él por despecho?

LUCIA: me duele que pienses eso … ¿crees que eres irremplazable? ¿Crees que Ernesto
fue un consuelo?... pues te equivocas, yo aprendí a quererlo por lo que él es, no por lo
que buscaba encontrar en alguien … No lo buscamos, pero las cosas se dieron como
tenían que darse

JC: me duele que te hayas casado con él y no conmigo, solo quiero saber por qué con él,
¿Lucia? por qué? tal vez si ahora te hubieras encontrado en esta misma situación con
otra persona, me dolería menos … pero esto es doblemente doloroso para mi
LUCIA: me imagino que sí, pero ninguno te traiciono José Carlos, no buscamos
enamorarnos

JC: entonces me acerque a Lucia y la mire fijamente a los ojos … ya no es la jovencita


que conocí

LUCIA: todos cambiamos, es parte de la vida

JC: ¿por qué no veo felicidad en tus ojos? ¿Eres feliz, realmente? ¿Esto es lo que
querías?

Lucia bajo la mirada y con los ojos llorosos me dio la espalda … Esta conversación no
nos va a llevar a nada, creo que lo dejamos aquí, por favor

JC: Lucia, mi Lucia, volví por ti… aún estamos a tiempo

LUCIA: que cosas dices… tiempo ¿para qué?

JC: vámonos hagamos una nueva vida, olvidemos esto, Ernesto está dispuesto a
renunciar a ti

LUCIA: ¿de dónde sacas todo eso?...

JC: Ernesto nunca va a cambiar Lucia, tu y yo lo conocemos, sabemos lo picaflor que es

LUCIA: no puede ser que estés hablando estas cosas

JC: esto es momentáneo, todo lo que él te jura, Lucia en tus ojos veo que aun sientes
algo por mí, por algo te pones así

LUCIA: estas mal José Carlos, me pongo así porque verte me debilita, porque es como
si todo volvería nuevamente, no es nada bonito lo que siento, eres como un volcán que
arrasa con todo

con lágrimas en los ojos lucia se alejaba cada vez más …

JC: ya no sientes nada por mi Lucia, que debo hacer para demostrarte que esta vez será
distinto, que no quiero que sufras nunca mas

LUCIA: no tienes que hacer nada, solamente irte para siempre de aquí, lo de nosotros
murió hace mucho tiempo

JC: ¿prefieres ser infeliz y estar con alguien que no amas en realidad, fingiendo ser la
esposa perfecta y tener la familia ideal? … eso es vivir en una nube Lucia

LUCIA: Basta José Carlos, ¡¡¡me hieres!! entiende de una vez por todas que ya no te
amo, que nos siento nada más que dolor por ti.
Esas palabras fueron suficientes para de una vez por todas darme por vencido y
aceptar que todo estaba perdido, en el fondo es lo que siempre había esperado, esa
contundente frase que acabo con todo ese día.

Baje tan pronto las escaleras y en la sala estaba Ernesto me miro y quiso decirme algo,
pero no se lo permití e hice un ademan de despedida y me retire sin más que decir.

Entre emociones mezcladas y con el sentimiento abatido por lo último dicho en la boca
de Lucía volví a mi antigua casa donde viví años con mi madre. saque unas fotos del
cajón y las queme todas; sentía demasiada rabia y no paraba de llorar recordando todo
lo que ese día había pasado.

Sentía que algo de mi había muerto ese día, no me sentí nunca así y sabía que tampoco
volvería a sentirme tan mal, por eso quería botar todo lo que guardaba dentro… luego
de mi catarsis y ya cansado de todo, busque mi antiguo escritorio, que aún permanecía
en el mismo lugar y entonces me dispuse a escribir …

Con las ultimas fuerzas sostengo esta pluma

la que antes tomaba con delicadeza

para resumir en versos líneas de tu belleza

y lo que tu amor me hacía sentir …

me doy cuenta de que he pasado mucho tiempo solo

que más que estar contigo, he estado sin ti,

que jamás estuviste y siempre huiste de mi…

odio al mundo por este sufrir,

pero más me odio a mí por no verlo venir …

lo mejor es estar lejos de todo lo que me trae a ti

de borrar de mi memoria cada pizca de amor,

de hacer de cuenta que nunca esto existió…

me despido finalmente de ti y de todo lo que fuimos

de lo que alguna vez soñé que seriamos

y que desde hoy no estará más aquí.

luego, envolví lo escrito y lo puse dentro de una caja pequeña, agarré el carro y me
dirigí a la playa a la que solía ir de niño, fui solo para una cosa, mi abuelo decía que
cuando arrojas algo al mar nunca más vuelve a ti… y eso se me quedo grabado siempre
en la memoria. Entonces con muchas ganas arroje la `pequeña caja con la carta dentro y
la tire tan lejos como pude… al ver como la marea se la llevaba me juraba que nunca
más me sentiría así, que sería la última vez que lloraría de tal modo por alguien y
deseaba con todas mis fuerzas sacar a Lucia de mi mente y de mi vida para siempre.

Luego de irme de ese lugar mi cuerpo necesitaba algo de alcohol, entonces abrí una
botella de whisky y bebí por mucho rato, sin darme cuenta habían pasado muchas horas
y estaba algo mareado, en ese momento recordé a aquella mujer que había conocido en
“ese lugar” el cual conocí por mi “examigo”; sentí mucha energía y esta vez nada me
frenaba, ni el pudor ni el temor ni nada parecido, así que volví a aquel lugar.

al llegar a aquel lugar pregunté por aquella mujer, no me daban razón alguna, así que la
describí un poco físicamente y al parecer eso sirvió. Cuando me dirigieron al cuarto, la
encontré sentada sobre la cama y al verme se sorprendió y le dije que había vuelto para
culminar lo de la otra noche; entonces ella me tomo del brazo y me sentó a su lado… -
Mira el estado en el que estas, así no podemos conversar, pero le respondí que yo no
había ido a conversar y cual patán intente besarla a la fuerza, a lo que ella reacciono mal
y me empujo… - Sacaste a relucir lo que realmente eres, igual que todos José Carlos, y
aunque este sea mi trabajo no estoy dispuesta a hacer esto así … tuve otra impresión de
ti desde la primera vez, me sentí especial para alguien y eso nunca antes me había
pasado… al verla note que tenía lágrimas en los ojos.

entre tanta discusión entro un encargado y me saco a la fuerza, alegando que no quería
pagar por un servicio y que estaba causando malestar.

Al otro día con las ideas más claras y tratando de recordar cada cosa de la noche
anterior, pude recordar lo mal que me había portado, pero a la vez me preguntaba por
qué me sentía así por una mujer de esa condición … pero en el fondo sabía que ella no
era cualquiera, había algo que la hacía diferente, como si no perteneciera a ese lugar.
Pensar todo eso me causo intriga y tenía sentimiento de culpa, así que decidí volver,
pero esta vez de día, buscarla y saber de donde era.

Cuando llegue a aquel lugar, solo encontré a un anciano que supuse era el cuidador o
algo por el estilo, al verme se me acerco y me dijo – No atendemos de día, vuelva por la
noche; pero evidentemente no quería darme por vencido, así que le ofrecí dinero y le
pedí que me dejara entrar, yo sabía que ella dormía ahí y podía encontrarla. Entonces
después de tanto pedirle, me dejo entrar, el ambiente era desolador y olía muy mal,
buscaba cuarto por cuarto tratando de recordar donde la había visto la noche anterior.

Llegue a aquella cortina que tenía unas cadenas doradas, entonces recordé que era ese,
mire despacio y efectivamente estaba ella, totalmente dormida, trate de no hacer mucho
ruido y pisar despacio, me acerque hacia ella y le toque el rostro, a lo que ella asustada
despertó y al verme exclamo - ¡Tu otra vez!, tuve que callarla y pedirle en voz baja que
no se altere … - tranquila, esta vez estoy sobrio y solo quiero hablar contigo.
Ella se sentó sobre la cama y cubriéndose con una sábana me miro algo molesta … -
Pero estas loco, ¿acaso no sabes que no puedes entrar aquí a estas horas? si te ve el
encargado te puede hacer algo malo, ¡vete!, al verla tan nerviosa me preocupe, quizás
tenía razón y alguien podía verme, pero no podía irme así … así que teníamos que
platicar y jugármela.

JC: Espera, yo necesito hablar contigo ahora, pero antes dime ¿Por qué eres la única
mujer durmiendo aquí?

su mirada cambio de preocupada a triste y algo cabizbaja me respondió: - porque no


tengo donde ir, mi expareja me maltrataba y no puedo volver am casa, me amenazo que
me mataría si aparecía por ahí, el cuidador me saco de ese lugar y desde entonces
permite quedarme aquí, con la condición de que haga la limpieza todos los días

cuando me dijo eso la tristeza en su rostro era innegable, sabía que ella no estaba ahí en
vano, lo que intuía estaba tomando verdad, era su refugio y lo único que tenia

JC: no puedo creerlo … ni siquiera se tu nombre… - Esperanza, respondió.

JC: muy bien esperanza, die una cosa, ¿tú quieres seguir aquí?... Su mirada perdida y
llena de tristeza me decía ayúdame, pero sus palabras me pedían que me vaya…
entonces me respondió: - No siempre lo que queremos es lo que hacemos … a veces
sólo tenemos una oportunidad, aunque no haya sido la que esperábamos

JC: por favor, déjame ayudarte

Esperanza algo extrañada me miro y me dijo: - por qué quisieras ayudar a una prostituta
que apenas conoces?

JC: no digas eso, desde que nos vimos sabes que fue algo extraño lo que paso, pero sé
que no eres de este lugar y tú también lo sabes … confía en mí, no puedo quedarme
mucho rato aquí, saldré y en 10 minutos te espero en la farmacia de la esquina

Entonces me pare y cuando estaba por salir ella me nombro y me dijo que no le pidiera
eso, que no es tan fácil como creía, fue ahí que le dije que si realmente si eso era lo que
ella quería se quedara, pero si quería que su vida cambiara estaría esperándola y aunque
no parezca real, estaba dispuesto a ayudarla.

cuando llegue a la esquina en la cual habíamos “quedado”, muchos nervios me


invadieron, estaba seguro de lo que estaba haciendo y más que un tema de caridad, esa
mujer me atraía de cierta forma que no podía describir, había algo que me tenía mu7y
intrigado.

Habían pasado 15 minutos, decidí esperarla un poco más, apelando a su razón, pero
también pensaba lo difícil que sería para ella que de un momento a otro llegue un
extraño ofreciéndole otra oportunidad. Estaba preparado para lo que pasara, y así luego
de mucho rato vi que se asomaba alguien totalmente cubierta, me di cuenta de que era
ella, abrí la puerta del carro inmediatamente y la subí, nos fuimos de ahí.
Pare en un lugar algo desolado, entonces la mire y seguía sin moverse, con la mirada
perdida, me preocupaba un poco verla así, le ofrecí comida, pero me dijo que no tenía
hambre; luego le pregunte como se sentía a lo que me respondió que no sabía
exactamente …

ESPERANZA: tengo miedo, no sé qué realmente acabo de hacer, no sé bien quién eres
y no sé qué vaya a pasar conmigo

JC: Soy José Carlos Montes, un exabogado, vivía aquí hace muchos años, pero me fui a
otro país por cosas personales que ya no viene al tema

Esperanza: ¿Y por qué regresaste?

Esa pregunta me movió un poco el piso, no podía contarle la verdad, quedaría más
ridículo de lo que ya parecía

JC: asuntos legales, tenía que firmar unos documentos de mi casa

ESPERANZA: ¿Estas casado? ¿Tienes hijos?

JC: No, nada de eso …

ESPERANZA: no sé qué va a ser de mi ahora, ya no puedo volver, soy mujer muerta de


todas formas

JC: no digas eso, ya no te va a pasar nada malo, estoy contigo

ESPERANZA: no me conoces bien y lo único que sabes de mi es que soy …

JC: no lo digas más por favor, esa no es la vida que tú quieres, te fuiste de ahí porque
estas cansada y no quieres esto para ti

ESPERANZA: no tengo nada José Carlos, me fui porque nunca nadie me había
incentivado a tomar la decisión de largarme de ese lugar que solo me ha traído
desdichas

La pobre Esperanza empezó a llorar descontroladamente, entonces le ofrecí un pañuelo,


estaba tan frágil, no podía creer como una mujer a la cual había visto tan atrevida,
estaba ahora como una niña indefensa … me partió el alma verla así y solo tenía la
necesidad de estar con ella.

Al verla así decidí ofrecerle mi casa, ella negó al principio, le dije que solo sería esa
noche y que hablaríamos mejor allá. y así paso, llegamos a mi casa, le ofrecí una
i9nfusion y amas calmada le pedí que me contara por qué llego a ese lugar.

Esperanza: mi vida no sido nada fácil, desde que ingrese ahí nunca tuve ningún contacto
más directo como ahora, con otro hombre, también era porque a Rodolfo no le hubiera
gustado que platique con nadie

JC: ¿quién es Rodolfo?


Esperanza: el encargado de todas … el que te comenté que me rescato, si es que ese
lugar podría llamársele así

JC: tú le tienes miedo, ¿verdad?

Esperanza: más que miedo, le tengo una deuda

JC: ¿le debes dinero?

Esperanza: si … ya no mucho, le vine pagando todo este tiempo que trabajé ahí

JC: o sea, que ¿trabajaste ahí para poder pagarle lo que le debías? y de que le debes?

Esperanza: te comenté porque llegue ahí, pero después paso algo más y él también me
ayudo, se convirtió en mi ángel guardián, aunque ese lugar ha sido un infierno

JC: ¿y qué fue lo que paso después?

ella hizo mutis y yo la mire como insistiéndole en saber de qué era lo que aún le debía

Esperanza: es algo mucho más delicado, no sé si sea lo corr3ecto hablar de mi pasado

JC: no quiero presionarte … pero necesito saber de ti, quiero ayudarte y si aún le debes,
pues puedo …

Esperanza: no ni lo digas, a él no le importa el dinero, le he pagado ya casi todo …

JC: ¿entonces, porque sigues ahí?

Esperanza: porque es lo único que tengo

JC: que tenías … le corregí

Esperanza: tienes razón

JC: bueno aquí estoy, puedes confiar en mí, inténtalo …

Esperanza: hace 7 años conocí a un hombre en una fiesta … era amigo de Rodolfo, él
nos presentó, nos hicimos cercanos y al poco tiempo, pareja. él no sabía a qué me
dedicaba, hasta que un día llego al club y me vio… ese día él se quedó hasta tarde, hasta
que Rodolfo se fuera a dormir…

comenzaron a caer sus lágrimas y empezaba a entender lo difícil que había sido la vida
para ella

Esperanza: entro a la habitación y empezó a golpearme sin piedad, me escucho una


compañera y llamo a Rodolfo, él lo sacó del club y yo fui a dar al hospital, cuando
llegue me examinaron y me dijeron que estaba embarazada… lo siento esto es muy
difícil para mi

JC: no te preocupes si no quieres seguir entiendo…


Esperanza: estaba esperando un hijo de ese hombr3e, cuando se lo conté a Rodolfo él se
molestó mucho conmigo y quiso echarme de su club, pero le pedí que no lo hiciera, al
menos hasta unos meses más, necesitaba dinero … me dijo que ya no le servía y que era
una estúpida por haberme embarazado así

JC: ¿y que paso con el otro hombre? …

Esperanza: nunca más supe de él, es como si se lo hubiera tragado la tierra

JC: ¿y tu hijo?

Esperanza: Rodolfo me dijo que ni bien naciera mi hijo, me largara de su club y que no
volviera nunca más; mi hijo nació sano y salvo, me fui a casa de una compañera, ella
nos dio acilo 1 año, le pedí a Rodolfo volver porque necesitaba dinero para seguir
viviendo … mi hijo enfermo y empezó a tener falta de aire y había días que no comía
nada. Lo lleve al médico y me dijeron que tenía una arteria atrofiada en el corazón y
requería operación. Se lo conté a Rodolfo, pero yo era consciente que mi hijo no podía
aguantar más tiempo.

JC: ¿y que hizo el?

Esperanza: me dijo que me prestaría el dinero, pero me puso una condición, me pidió
que renunciar a mi hijo, no podía tener a una trabajadora con familia, según el mi hijo
iba a estorbo en mi trabajo. Me pidió que lo operara y que se lo diera a alguien

en ese momento me llene de coraje, saber cuántas cosas paso sola Esperanza y con qué
valentía podía contármelo

JC: ¿y qué hiciste?

Esperanza: lo operaron e hice lo que Rodolfo me había pedido … cuando Joan cumplió
3 años, ya sano y estable se lo dejé a unas monjas de una congregación que me habían
recomendado … nunca más vi a Joan ni supe de el

JC: pero había otras maneras… porque tuviste que hacerle caso a ese hombre

Esperanza: tenía que salvarlo j0ose Carlos, si no lo operaba se iba a morir, no lo hubiera
soportado

JC: tienes un hijo en cualquier lugar del mundo

Esperanza: lo sé, pero sé que es más fácil de lo que hubiera sido a mi lado llevando la
vida que llevo

JC: ¿y no pretendes recuperarlo?

Esperanza: él tiene una vida mejor, yo lo siento, soy su madre … no quiero que sufra

JC: no puedo creer todo lo que has pasado, pero a la vez me parece muy crudo renunciar
a un hijo y no tener interés de buscarlo …
Esperanza: José Carlos, mírame, ¿qué vida le podría haber dado? esto? escapar de un
golpeador? decirle que su padre también me golpeaba?... he de contarle que su mama lo
salvo, pero se volvió una prostituta?... sería lo peor que le pudiera hacer a mi hijo.

en ese momento esperanza sr quebró y quise dejarla sola un momento, también para
poder digerir todo lo que había escuchado. así que Sali un rayo afuera y quise pensar las
cosas mejor, son necesidad de herirla

Al amanecer volví a hablar con Esperanza, esta vez ambos más calmados, tuvimos una
última conversación…

JC: pensando todo a la noche, quiero primero felicitarte por tanta valentía, algo que creo
que nuca tuve yo… Quiero que sepas también mi verdad.

No volví por trabajo, volví por amor, regresé para recuperar a primer amor, pero la
encontré casada con mi mejor amigo… si, sé que te sorprendes, imagínate yo cuando lo
supe; pero tranquila no necesito que me digas nada. Si decido contarte esto es porque
quiero ofrecerte mi verdad, sé que es poco el tiempo que nos conocemos, pero me
gustaría que nos conozcamos más, claro está que solo si tú quieres

ESPERANZA: todos libramos diferentes batallas José Carlos, unas más difíciles que
otras, pero todas nos marcan y nos vuelven personas más valientes

No podía dejar de mirarla cuando hablaba, una mujer tan segura de sí misma y además
inteligente

JC: ¿entonces, tú que has pensado hacer?

ESPERANZA: nunca nadie se había preocupado tanto por mi como tú lo has hecho …
asumiste correr un riesgo por una desconocida… creo que valdría la pena conocernos
mas

Tuve una sensación extraña y caía en cuenta que esos pocos días que había pasado a su
lado no había pensado para nada a Lucia ni a Ernesto y ahora que la tenía en frente
diciéndome eso sentía como si mi vida empezara de cero…

Han pasado 31 días, pero me parecen que fueron 31 años al lado de Esperanza. Ella
decidió quedarse a vivir conmigo, todos estos días ha sido una aventura a su lado.

Esperanza es una mujer divertida, inteligente, encantadora y claro que esta demás decir
lo hermosa que es… confieso que al inicio de la convivencia ambos decidimos tener su
propio espacio y no es sino hasta hace 1 semana que nos acercamos más.

He logrado conocer a una persona extraordinaria, que me ha enseñado a dominar mis


demonios, a calmar mi ímpetu arrogante y a pensar las cosas una y otra vez antes de
hacerlas.
Ella ha cambiado muchas cosas en mi vida, me ha traído eso de lo que tanto hablaba
Lucia, la paz, la calma en el alma.

Ella me ha enseñado a perdonar, pero desde mí, desde mis errores y mis frustraciones, a
reconocer mi humanidad y mi inagotable imperfección.

Me siento libre, me siento amado, pero sobre todo me siento bendecido… era ella, ahora
lo sé.

También podría gustarte