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cultura feminista actual, la
palabra "sumisión" tiene mala reputación. Cuando
nuestra sociedad rebelde escucha "esposas
sométanse a sus esposos," inmediatamente se
molestan. Nos dicen que la sumisión a un hombre es
degradante. Dicen que es una debilidad. Están en
rebeldía. Pero, ¿contra quién se rebelan? Muchas
mujeres e incluso algunas de mis hermanas en Cristo
tienen el “liderazgo” al revés. Al igual que el
mundo, parecen olvidar su obligación de someterse a
sus maridos y de respetar sus decisiones. Además,
algunos esposos exigen sumisión de sus esposas en
obediencia al Señor, pero no aman a sus esposas
como Dios manda, ni son modelos de fidelidad o
devoción al Señor. Exigen sacrificio cuando ellos
mismos no se sacrifican.
Me gustaría comenzar con las famosas palabras
de Efesios 5:21-33.
"Sujetándoos los unos a los otros en el temor de
Cristo . 22 Casadas, estad sujetas a vuestros propios
maridos, como al Señor. 23 Porque el marido es
cabeza de la mujer, como también Cristo es cabeza de
la iglesia, siendo él mismo es el salvador del
cuerpo.24 Pero como la iglesia está sujeta a Cristo,
así también las mujeres lo estén a sus maridos en
todo. 25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como
Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por
ella; 26 para santificarla, habiéndola purificado por
el lavamiento del agua con la palabra, 27 para
presentarse a sí mismo la iglesia, una iglesia
gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa
semejante; sino que debe ser santo y sin mancha. 28
Así también los maridos deben amar a sus mujeres
como a sus propios cuerpos. El que ama a su propia
mujer, a sí mismo se ama; 29 porque nadie aborreció
jamás a su propia carne; sino que la nutre y la cuida,
así como Cristo también a la iglesia; 30 porque
somos miembros de su cuerpo. 31 Por esto dejará el
hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su
mujer; y los dos serán una sola carne. 32 Grande es
este misterio; mas yo hablo respecto de Cristo y de la
iglesia. 33 No obstante, ama también cada uno a su
propia mujer como a sí mismo; y que la mujer vea
que teme a su marido."