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Mar Rojo - Mapa y Ubicación

Geográfica
Mar angosto que separa la Península Arábiga del
Africa, y que se divide en el norte en 2 golfos
separados por la península de Sinaí (Exo 15:4,22).
El Mar Rojo, desde Suez hasta el estrecho de Bab
el-Mandeb, tiene unos 2,100 km de largo y unos 240
km de ancho, pero sólo sus 2 golfos del norte
desempeñan un papel en la historia bíblica. El brazo
occidental, también conocido con el nombre de Golfo
de Heroopolis, y ahora llamado Golfo de Suez, tiene
unos 290 km de largo y un ancho promedio de 32
km. El brazo oriental, conocido como el Golfo de
Aqaba, tiene unos 175 km de largo y un ancho
promedio de 24 km. La navegación por el Mar Rojo
fue peligrosa en la antigüedad por causa de
tormentas repentinas que se levantan allí, y por
muchos bancos de corales ocultos que hay en él. En
Isaias 11:15 se le llama *Mar de Egipto*.
El Mar Rojo es muy conocido por su relación con la
historia del éxodo, el cual los israelitas cruzaron a
pie en seco después que las aguas se dividieron
(Exo 13:18; 14:21-31; 15:4). Al parecer este cruce se
efectuó cerca del extremo norte del Golfo de Suez,
aunque es difícil ubicar el lugar exacto. Por otra
parte, el Golfo de Aqaba es obviamente el otro brazo
del Mar Rojo que se relaciona con el relato del
recorrido por el desierto, después que dejaron el
monte Sinaí (Nùm 21:4; Dt 1:40). Los israelitas
estuvieron en Ezión-geber* y Elat, 2 lugares en el
extremo norte de este golfo, en su camino a la
Transjordania (Dt 2:8).

Desierto de Parán

La mayor parte de la vasta región desértica por la que vagó la


nación de Israel durante unos treinta y ocho años antes de entrar
en la Tierra Prometida. (Números 10:11, 12; Deuteronomio
2:14.)

Génesis. 21:21. vivió Agar con Ismael

Muchos de los lugares donde Israel acampó durante sus


cuarenta años de peregrinación desde Egipto hasta la Tierra
Prometida, estaban situados en esta región. (Números 33:1-49.)

Moisés escribió acerca del “desierto grande e inspirador de


temor, con serpientes venenosas y escorpiones y con suelo
sediento que no tiene agua”. (Deuteronomio 8:15.)

Fue un milagro que millones de israelitas pudieran sobrevivir.


Jehová los sostuvo.

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