Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Coordinador
R. Pérez García
Servicio de Nefrología
Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid
Expertos
R. Alcázar Arroyo
Servicio de Nefrología
Complejo Hospitalario. Ciudad Real
J. Egido de los Ríos
Servicio de Nefrología
Fundación Jiménez Díaz. Madrid
R. Peces Serrano
Servicio de Nefrología
Hospital Central de Asturias. Oviedo
M. Praga Terente
Servicio de Nefrología
Hospital «12 de Octubre». Madrid
F. Rivera Hernández
Servicio de Nefrología
Hospital General Universitario. Alicante
A. Valera Cortés
Servicio de Nefrología
Hospital Regional Carlos Haya. Málaga
PROTEINURIA NORMAL
7
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
60 mg/día). Además, hay que tener en cuenta que el 99% de las proteínas
filtradas son reabsorbidas por los túbulos.
Proteinuria transitoria
En ciertas situaciones, como el ejercicio intenso, gestación no complicada,
fiebre, convulsiones, infecciones e insuficiencia cardíaca puede aparecer
proteinuria que no expresa patología glomérulo-tubular, sino unas condicio-
nes especiales de filtración glomerular por lo general mediadas por la
angiotensina II y la noradrenalina.
8
PROTEINURIA
Proteinuria ortostática
Aparece en adolescentes y en personas con hiperlordosis en ortostatismo
prolongado; aumenta la proteinuria normal y desaparece con el decúbito. Su
cuantía suele ser menor de 1 g/día. En la mayoría de los casos no implica
ningún trastorno. Si se asocia a hipertensión arterial o alteraciones del sedi-
mento su pronóstico es más incierto. En ocasiones, se transforma en protei-
nuria persistente.
PROTEINURIA PATOLÓGICA
9
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
CLASIFICACIÓN ETIOLÓGICA
PROTEINURIA GLOMERULAR
10
PROTEINURIA
PROTEINURIA TUBULAR
MÉTODO DE DETERMINACIÓN
11
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Precipitación y
Tiras colorimétricas: turbidometría ELISA o
indicadores o colorimetría. radioinmunoanálisis
colorimétricos Ácido sulfosalicílico para albúmina
de pH o tricloroacético (microalbuminuria)
* Se recomienda esperar más de 24 h después del uso de contrastes yodados para determinar la
proteinuria. ELISA: técnica de radioinmunoanálisis.
La historia clínica que acompañe a una proteinuria debe recoger qué circuns-
tancias del paciente anteceden a la toma de la muestra de la orina: decúbi-
to u ortostatismo, ejercicio, fiebre, infección, ingesta de fármacos, explora-
12
PROTEINURIA
13
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Apolipoproteína,
proteína unida al
retinol, glucoproteína
humana formadora
de complejos
α1-microglobulina Tubular Nefritis tubulointersticiales
14
PROTEINURIA
FIGURA 1.1.
Repetir la proteinuria en dos muestras, una de ellas en una muestra de la primera orina
de la mañana, al levantarse
Cuantificar proteinuria de 24 horas
Estudiar el sedimento en fresco
Posteriormente
negativa
Alta
15
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
16
PROTEINURIA
BIBLIOGRAFÍA
Black RM. Isolated proteinuria and hematuria. En: Black RM, Alfred HJ, Fan PY, Stoff JS.
Rose and Black´s Clinical Problems in Nephrology. ed. Boston, Little Brown and
Company, 1996:193-199.
Cameron JS. The patient with proteinuria and/or haematuria. En: Davison AM,
Cameron JS, Grünfeld JP, Kerr DNS, Ritz E, Winearls CG, eds. Oxford Textbook
of Clinical Nephrology, 2nd, Oxford: Oxford University Press, 1998:441-447.
Kasiske BL, Keane WF. Laboratory assessment of renal disease: clearance, urianalysis
and renal biopsy. En: Brenner BM, The Kidney, 6.ª ed. Filadelfia: Saunders,
1996:1137-1174.
Parra G, Rodríguez-Iturbe B. Estudio de las alteraciones en el examen de orina:
hematuria y proteinuria. En: Sellares VL, Torres Ramírez A, Hernández Marrero D,
Ayus JC eds. Manual de nefrología clínica, diálisis y trasplante renal. Madrid:
Harcourt Brace de España, 1998:1-52.
Robinson RR. Isolated proteinuria in asymptomatic patients. Kidney Int 1980; 18: 395.
Rose BD. Evaluation of isolated proteinuria. En: UpToDate Rose BD, ed., Inc. 6.1, 1997;
1-6.
Yamagata K, Yamagata Y, Kobayashi M, Koyama A. A long-term follow-up study of
asymptomatic hematuria and/or proteinuria in adults. Clin Nephrol 1996; 45:281.
17
S ÍNDROME NEFRÓTICO 2
Coordinador
F. Rivera Hernández
Servicio de Nefrología.
Hospital General Universitario. Alicante
Expertos
R. Alcázar Arroyo
Servicio de Nefrología
Complejo Hospitalario. Ciudad Real
J. Egido de los Ríos
Servicio de Nefrología
Fundación Jiménez Díaz. Madrid
R. Peces Serrano
Servicio de Nefrología
Hospital Central de Asturias. Oviedo
R. Pérez García
Servicio de Nefrología
Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid
M. Praga Terente
Servicio de Nefrología
Hospital «12 de Octubre». Madrid
A. Valera Cortés
Servicio de Nefrología
Hospital Regional Carlos Haya. Málaga
19
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
COMPLICACIONES
TROMBOEMBOLISMO
20
SÍNDROME NEFRÓTICO
INFECCIONES
TUBULOPATÍAS
Algunos pacientes con síndrome nefrótico, en especial los que tienen una glo-
merulosclerosis focal y segmentaria, presentan un síndrome de Fanconi con
acidosis tubular, caracterizado por aminoaciduria, glucosuria, fosfaturia,
hipouricemia y pérdidas de potasio y bicarbonato. Estas alteraciones se han
relacionado con la pérdida de metales por la orina.
HIPERLIPEMIA
21
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
ALTERACIONES ELECTROLÍTICAS
ETIOLOGÍA Y FISIOPATOLOGÍA
22
SÍNDROME NEFRÓTICO
Enfermedades infecciosas
– Bacterianas (glomerulonefritis postestreptocócicas, endocarditis infecciosas,
nefritis por cortocircuito, sífilis, tuberculosis, pielonefritis crónica)
– Víricas (VHB, VIH, CMV, VEB, herpes zoster)
– Otros (paludismo, toxoplasmosis, filariasis, tripanosomiasis)
Neoplasias
– Tumores sólidos (carcinomas y sarcomas)**
– Linfomas y leucemias
Fármacos
– Mercurio** – Sales de oro** – Penicilamina**
– Captopril** – AINE** – Litio
– Rifampicina – Interferón alfa – Inmunizaciones
Miscelánea
– Preeclampsia – Nefropatía crónica
– Nefroangiosclerosis de rechazo**
– Obesidad mórbida – Nefropatía por reflujo
23
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
te, ya que otros factores como la edad y el estado nutricional modifican la tasa
de síntesis hepática, lo cual justifica que haya pacientes con proteinurias muy
elevadas sin hipoalbuminemia. El edema es de origen multifactorial. Princi-
palmente por alteraciones intrarrenales que aumentan la reabsorción de agua
y sodio en los túbulos colectores renales. En situaciones de hipoalbuminemia
grave, podría contribuir, además, la pérdida de poder oncótico del plasma
y la disminución del volumen intravascular (fig.2.1).
Síndrome nefrótico
A B
Presión oncótica
plasmática
Retención primaria
de agua y sal
Trasudación de
Volumen plasmático agua al espacio
intersticial
Presion hidrostática
capilar Hipovolemia
Supresión sistema
renina-angiotensina-
Edema Retención de agua y sodio
aldosterona
24
SÍNDROME NEFRÓTICO
25
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
TRATAMIENTO GENERAL
26
SÍNDROME NEFRÓTICO
BIBLIOGRAFÍA
27
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
28
H EMATURIA 3
Coordinador
M. A. de Frutos Sanz
Servicio de Nefrología
Hospital Regional Carlos Haya. Málaga
Expertos
A. Navas-Parejo
Servicio de Nefrología
Hospital Clínico Universitario. Granada
M. Praga Terente
Servicio de Nefrología
Hospital «12 de Octubre». Madrid
DIAGNÓSTICO
CAUSAS DE HEMATURIA
Existe una amplia gama de procesos que cursan con hematuria. La tabla 3.1
resume los principales trastornos responsables de hematuria que se dividen
según su origen en glomerulares y no glomerulares.
29
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
30
HEMATURIA
31
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Además, durante su paso por los túbulos, sufren grandes variaciones tanto de
osmolaridad como de pH y están expuestos a la acción de diferentes enzimas
tubulares. La detección de hematíes dismórficos o rotos es de gran ayuda para
filiar el origen glomerular de la hematuria.
32
HEMATURIA
Anamnesis
Síntomas
Exploración física
33
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
En los casos en que el estudio inicial sea negativo, se lleva a cabo una prue-
ba del sedimento a varios miembros de la familia. Si hay otros casos de
microhematuria aislada, la posibilidad de hematuria familiar benigna es
considerable. Si no tiene carácter familiar, el estudio morfológico de los he-
matíes facilitará la distinción entre origen glomerular o no glomerular. La
presencia de más del 70% de hematíes con formas anómalas sugerirá el ori-
gen glomerular de esa hematuria. Sin embargo, la diuresis forzada por diu-
réticos permite el paso rápido de hematíes por los túbulos renales sin gran-
des modificaciones de pH o presiones osmóticas, por lo que aparecen sin al-
teraciones en el sedimento urinario.
En niños, los análisis para valorar una microhematuria se repiten varias ve-
ces, ya que no es rara la presencia de microhematuria intermitente.
34
HEMATURIA
FIGURA 3.1.
Estudio familiar
Eritrocitos Eritrocitos
dismórficos no dismórficos
Algoritmo diagnóstico.
HTA: hipertensión arterial.
BIBLIOGRAFÍA
Andrés A, Praga M, Bello I, Díaz Rolón JA, Gutiérrez Millet V, Morales JM, Rodicio JL.
Hematuria due to hypercalciuria and hyperuricosuria in adult patients. Kidney Int
1989; 36:96-99.
Favaro S, Bonafante L, D´Angelo A, Giacomini A, Normanno M, Calo L, Bordin V,
Vianello D, Meani A, Antonello A, Borsatti A. Is red cell morphology really useful
to detect the source of hematuria? Am J Nephrol 1997; 17:172-175.
Fernández Gómez JM, Martín Huéscar A, Rábade Rey CJ, Sahagún Argüello JL, Alonso
Sainz F. Rev Clin Esp 1995; 195:773-780.
Fogazzi GB, Ponticelli C. Microscopic hematuria. Diagnosis and management.
Nephron 1996; 72:125-134.
Mallick NP, Short CD. The patient with glomerular disease. En: Cameron JS, ed. Oxford
textbook of clinical Nephrology, 1.ª ed. Oxford, Nueva York, Tokio: Oxford
University Press,1992.
35
S ÍNDROME NEFRÍTICO 4
Coordinador
J. Martínez Ara
Servicio de Nefrología
Hospital Universitario La Paz. Madrid
Expertos
E. Junco Petrement
Servicio de Nefrología
Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid
A. Rodríguez Hernández
Servicio de Nefrología
Hospital Universitario La Laguna. Santa Cruz de Tenerife
37
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
DATOS CLÍNICOS
Los datos clínicos de la GNA son los característicos del síndrome nefrítico.
Hematuria
Es el hallazgo más frecuente y en la mitad de los casos la hematuria es
macroscópica. Los hematíes son dismórficos, sugestivos de origen glomerular
y con frecuencia se observan cilindros hemáticos en el sedimento urinario.
Hipertensión arterial
Aparece habitualmente con la hematuria y es consecuencia de la retención
hidrosalina originada por la afectación glomerular. Es un tipo de hipertensión
38
SÍNDROME NEFRÍTICO
Edema
De distribución habitual en cara, párpados y extremidades, de predominio
matutino; es infrecuente la anasarca. Es producto de la retención hidrosalina.
En algunos casos puede condicionar insuficiencia cardíaca congestiva. Los
edemas son más floridos cuando coexiste síndrome nefrótico asociado.
Proteinuria
Por lo general no es selectiva y los valores son reducidos, inferiores a 1-2 g
al día. La presencia de proteinuria masiva o síndrome nefrótico asociado,
hace necesaria la investigación de otro tipo de afectación renal distinta de
la GNA postestreptocócica.
CAUSAS
39
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Glomerulonefritis postinfecciosas
Bacteriana:
– Faringoamigdalar y/o cutánea (estreptococo β-hemolítico grupo A)
– Endocarditis (estafilococo, Streptococcus viridans)
– Cortocircuito ventrículo peritoneal o auricular (estafilococo, Streptococcus viridans,
difteroides)
– Abscesos viscerales y osteomielitis (estafilococo, Pseudomonas, Proteus)
– Neumonía (neumococo, Klebsiella pneumoniae, Mycoplasma)
– Meningitis (meningococo, estafilococo)
– Otras: fiebre tifoidea, lepra, brucelosis, leptospirosis, sífilis, etc.
Otras:
– Hongos (Candida albicans, Coccidioides immitis)
– Rickettsias (Coxiella)
Glomerulonefritis primarias
40
SÍNDROME NEFRÍTICO
Enfermedades sistémicas
infecciosos, con especificación del foco y/o proceso infeccioso y del germen
responsable más habitual.
Debe realizarse una adecuada historia clínica y hacer especial énfasis en los
procesos infecciosos previos y en los datos que orienten hacia el diagnósti-
co de una enfermedad sistémica; se valoran la existencia de antecedentes
familiares o personales de nefropatía y la administración de fármacos. Es
especialmente relevante la identificación del período de latencia entre la in-
fección y la aparición de los síntomas. Debe investigarse el aspecto (orinas
color «coca-cola o coñac») y la cantidad de orina emitida.
41
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
42
SÍNDROME NEFRÍTICO
Bioquímica
Proteínas plasmáticas
Anticuerpos antiestreptocócicos
43
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Complemento
Anticuerpos antinucleares
Los ANA se utilizan sobre todo para revelar la presencia de un LES debido
a su alta sensibilidad; son detectables hasta en el 95% de los casos. Aunque
su patrón es poco específico para distinguir el LES de otras enfermedades
autoinmunes, es útil la realización de test de autoanticuerpos más específicos:
anti-ADN, Ro, SS-A, SS-B, Sm, etc.
44
SÍNDROME NEFRÍTICO
Serología vírica
ESTUDIOS BACTERIOLÓGICOS
ESTUDIOS DE IMAGEN
45
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
BIOPSIA RENAL
BIBLIOGRAFÍA
Adler GA, Cohen AH, Glassock RJ. Secondary glomerular diseases. En: Brenner BM,
ed. The Kidney, 5.ª ed. Filadelfia: WB Saunders 1996; 1498-1596.
Esnault VLM. Syndrome nephritique aigu. Physiopathologie, diagnostic. Rev. du Pra-
ticien 1994; 44: 1971-1975.
Glassock RJ, Cohen AH, Adler SG. Primary Glomerular diseases. En: Brenner BM, ed.
The Kidney, 5.ª ed. Filadelfia: WB Saunders 1996; 1392-1496.
Registro de glomerulonefritis. Sociedad Española de Nefrología. Epidemiología de las
glomerulonefritis en el anciano. Nefrología 1997; 17 (S3):43-51.
Registro de glomerulonefritis. Sociedad Española de Nefrología. Registro de las
nefropatías en España. Datos de 1994-1995. Nefrología 1997; 17:195-206.
Rodríguez-Iturbe B, Parra G. Síndrome nefrítico agudo. Glomerulonefritis post-
infecciosa. En: Martínez Maldonado M, Rodicio JL, Herrera Acosta J, eds. Trata-
do de nefrología, 2.ª ed. Madrid, Ediciones Norma, 1993; 695-707.
Rodríguez-Iturbe B. Acute endocapillary glomerulonephritis. En: Davison AM, Cameron
JS, Grünfeld JP, Kerr DNS, Winearls CG, eds. Oxford Textbook of Clinical
Nephrology, 2.ª ed. Oxford, Nueva York, Tokio: Oxford University Press,1998.
Schena FP and the Italian Group of Immunopathology. Survey of the Italian Registry of
Renal Biopsies. Frequency of the renal diseases for seven consecutive years.
Nephrology Dialysis and Transplantation 1997; 12:418-427.
46
H IPERTENSIÓN ARTERIAL Y RIÑÓN 5
Coordinador
S. Casado Pérez
Servicio de Nefrología
Fundación Jiménez Díaz. Madrid
Experto
J.C. Rodríguez Pérez
Servicio de Nefrología
Hospital Ntra. Sra. del Pino. Las Palmas
Dadas estas condiciones, no parece extraño que el riñón sea un factor impor-
tante en la génesis de algunas formas de hipertensión y/o que participe en
su mantenimiento.
47
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Presión arterial
Resistencias
Volemia
periféricas
Riñón
Sustancias
vasoactivas Balance Na
SRA Prostaglandinas
Endotelina Bradicinina
Tromboxano EDRF (NO)
Otros Otros
SRA: sistema renina-angiotensina; EDRF: factor relajante del endotelio; NO: óxido nítrico.
Aldosterona
Arginina-vasopresina
Péptido natriurético auricular
Hormonas natriuréticas
Otros
Por otro lado, el riñón también puede padecer los efectos de la HTA por un
proceso de nefroangiosclerosis que en el momento actual constituye un diag-
48
HIPERTENSIÓN ARTERIAL Y RIÑÓN
↑Resorción renal de Na
Enfermedad de Liddle
Aldosteronismo sensible a glucocorticoides
Síndrome de aparente exceso de mineralocorticoides
Otros aldosteronismos/↑mineralocorticoides
HTA esencial sal sensibles
– Polimorfismos de alfa-aducina
Nefropatías parenquimatosas
Nefropatías unilaterales
HTA: hipertensión arterial.
49
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Canal Na
Amiloride Na/Kasa
Resorción tubular de Na
¿Sal sensible?
HTA esencial
Aldosterona – Aldosteronismo
– Sensible a glucocorticoides
– Aldosteronismo primario
– Mineralcorticoides
HTA con – 11 beta
SRA
– 17 alfa
Enfermedad de Liddle
Fue descrita en 1963 en una familia y se caracteriza por HTA grave con sín-
drome bioquímico de hipopotasemia y alcalosis, pero con supresión de los
niveles de aldosterona. Este proceso es hereditario según un patrón auto-
50
HIPERTENSIÓN ARTERIAL Y RIÑÓN
51
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
52
HIPERTENSIÓN ARTERIAL Y RIÑÓN
53
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
La HTA acelera el curso de la IR, por ello parece lógico que desde las etapas
iniciales se instaure un tratamiento antihipertensivo, en la actualidad es reco-
mendable conseguir descensos suficientes para mantener los niveles de PA
<130/85, e incluso más bajos si existe proteinuria >1 g/24 horas.
Sin duda, la HTA que se desarrolla en las nefropatías unilaterales sin lesionar
el riñón contralateral tiene connotaciones fisiopatológicas propias que la
diferencian de las nefropatías bilaterales. En líneas generales, se considera
que en el riñón afecto se generan mecanismos hipertensivos que combinan
un aumento de liberación de las sustancias vasopresoras con la disminución
de las depresoras. También el riñón afecto tendrá dificultades en la excreción
Retención de Na
Volemia VE
Resistencias periféricas
Actividad simpática
Alteraciones metabolismo iónico celular
HTA
Sustancias presoras
Sustancias vasodepresoras
Resistencias periféricas
Volemia VE
Mecanismo de HTA.
54
HIPERTENSIÓN ARTERIAL Y RIÑÓN
NEFROANGIOSCLEROSIS
Degeneración hialina
– Insudación proteica
Hipertrofia muscular
– Factores mecánicos y humorales
Lesiones glomerulares
– Isquemia
Fibrinosis intersticial
– Mecanismos de progresión a insuficiencia renal
– Isquemia de la circulación medular
55
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
TRATAMIENTO
Medidas generales
IECA (si no hay contraindicación)
Añadir diuréticos
Asociar escalonadamente otros hipertensivos
– Antagonistas del calcio
– Alfa-1-inhibidores
– Betabloqueantes
IECA: inhibidores de la enzima conversora.
56
HIPERTENSIÓN ARTERIAL Y RIÑÓN
BIBLIOGRAFÍA
1. Lifton PR. Molecular genetics of human blood pressure variation. Science 1996;
272:676-680.
2. Hansson JH, Nelson Willians C, Suzuki H, Schild L, Shimkets R, Lu Y, Cannesa C,
Iwasaki T, Rossier B, Lifton R. Hypertension caused by truncated epithelial sodium
channel gamma subunit: genetics heterogeneity of Liddle´s syndrome. Nature Genet
1995; 11:76-80.
3. Lifton RP, Dluny RG, Power H, Rich GM, Cook S, Ulich S, Labovel JM. A chimeric
11 beta hydroxilasa-aldosterone syntase gene causes glucocorticoid-remediable
aldosteronism and human hypertension. Nature 1992; 355:262-265.
4. Mune T, Rogerson FM, Nikkile H, Agornal AL, White PC. Human hypertension
caused by mutations in the kidney isozyme of 11 beta hydroxysteroid dehy-
drogenase. Nature Genet 1995; 10:394-399.
5. Roman RJ. Alterations in renal medullary hemodynamics and the pressure-natriuretic
response in genetic hypertension. Am J Hypertension 1990; 3:893-900.
6. Curtis JJ, Luke RG, Dustay HP, Kashgarian N, Whelchel JD. Remission of essential
hypertension after renal transplantation. Neur Eng J Med 1983; 309:1009-1013.
7. Neinberger MH. Salt sensitivity of blood pressure in humans. Hypertension 1996;
27:481-490.
8. Neolfson RG, Warderner, HE. Primary renal defects in hereditary hypertension.
Kidney Int 1996; 50:717-731.
9. Cusi D, Barlassine C, Tiziana A, Casari G, Citterio L, Devoto M, Glorioso N,
Lanzani Ch, Manunta P, Righetti M, Rivera R, Traffe Ch, Zagato L, Bianchi G.
Polymorphisms of a adducin and solt sensitivity in patients with essential hy-
pertension. Lancet 1997; 349:1353-1357.
10. Casado S. Hipertensión nefrógena. En: Alcázar JM, ed. Toma de decisiones en
HTA. Madrid: IDEPSA,1993; 26-30.
11. Klag MJ, Whelton RK, Randall BL et al. Blood pressure and end-stage renal disease
in men. N Engl J Med 1996; 334:13-18.
57
I NSUFICIENCIA RENAL AGUDA 6
Coordinador
F. Liaño
Servicio de Nefrología
Hospital Ramón y Cajal. Madrid
Experto
J. Pascual
Servicio de Nefrología
Hospital Ramón y Cajal. Madrid
CLASIFICACIÓN DE LA IRA
EPIDEMIOLOGÍA
DIAGNÓSTICO*
59
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Vasodilatación periférica
Hipotensores, sepsis, hipoxemia, hipercapnia, shock anafiláctico, tratamientos con
interleucina-2 o interferón, síndrome de hiperestimulación ovárica, cirrosis
Vasoconstricción renal
Inhibidores de la síntesis de prostaglandinas, agonistas alfa-adrenérgicos, sepsis, síndrome
hepatorrenal, hipercalcemia
(Continúa)
60
INSUFICIENCIA RENAL AGUDA
nefropatía IgA, hemólisis postrasplante de médula ósea, venenos de insectos o inducida por
agentes químicos (fenol, glicerol, benceno, anilina, quinina, hidralacina)
Necrosis cortical
Aborto séptico, abruptio placentae, coagulación intravascular diseminada
Oclusión vascular
Vasos principales: trombo o émbolo bilateral de las arterias renales (unilateral en caso de
riñón único funcionante), trombosis bilateral de las arterias renales
Pequeños vasos: vasculitis, síndrome hemolítico-urémico, púrpura trombótica
trombocitopénica, esclerodermia, lupus eritematoso sistémico, hipertensión maligna,
fracaso renal agudo posparto, síndrome antifosfolípido, coagulación intravascular
diseminada, enfermedad ateroembólica, nefritis postirradiación
GN: glomerulonefritis.
Anomalías congénitas
Ureteroceles, valvas uretrales posteriores, divertículos vesicales, vejiga neurógena
Uropatías adquiridas
Hipertrofia prostática benigna, litiasis, necrosis papilar, ligadura ureteral accidental
Enfermedades malignas
Prostáticas, vesicales, uretrales, uterinas, colónicas, metastásicas
Ginecológicas no neoplásicas
Asociadas al embarazo, endometriosis, prolapso uterino
Por fármacos
Ácido ε-aminocaproico, sulfamidas
Infecciosas
Cistitis bacteriana, tuberculosis, aspergilosis, esquistosomiasis, candidiasis, actinomicosis
Fibrosis retroperitoneal
Idiopática, asociada con aneurisma aórtico, traumatismo, radiación, inducida por fármacos,
síndrome de Hans-Schüller-Christian
Otras
Oclusión accidental de la sonda uretral
61
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Antimicrobianos
Penicilina, ampicilina, rifampicina, sulfamidas
Diuréticos
Furosemida, tiacidas
Otros fármacos
Cimetidina, alopurinol, antiepilépticos
Inmunológicas
Lupus eritematoso sistémico, rechazo de trasplante renal
Neoplásicas
Mieloma, linfomas, leucemias agudas
Infecciosas**
Idiopáticas
Aislada, asociada con uveitis
* Potencialmente cualquier fármaco puede ser susceptible de ocasionar una nefritis tubulointersticial
aguda.
**Las de causa infecciosa son relativamente infrecuentes.
(fig. 6.1) que permita discernir el tipo de insuficiencia renal y su origen. Este
proceso se basa en la historia clínica y la utilización secuencial de pruebas
complementarias (tabla 6.5). Es aconsejable seguir los siguientes pasos o
cuestiones diagnósticas:
62
INSUFICIENCIA RENAL AGUDA
NTIA por
¿Clínica de hipersensibilidad?
fármacos
Enfermedad
¿Enfermedad de gran vaso?
tromboembólica
Vasculitis
¿Enfermedad de pequeño vaso?
enfermedad ateroembólica...
ELEVACIÓN NITROGENADA
Proceso diagnóstico escalonado de la IRA. A la derecha se indican algunas de las causas más
comunes en cada escalón. El diagnóstico de necrosis tubular aguda se efectúa habitualmente por
exclusión. FRA: fracaso renal agudo; NTIA: nefritis tubulointersticial aguda; GN: glomerulonefritis.
63
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Riñones normales
Fístula o Riñones pequeños Riñones pequeños
o grandes
colección Crs < 0,5 mg/dl/d Crs > 0,5 mg/dl/d
Crs > 0,5 mg/dl/d
urinaria Crs previa elevada Crs previa elevada
Crs previa normal
Episodio previo
Seudo-IRA IRA sobre IRC IRA
de enfermedad
¿Factores prerrenales?
IRA
Sí No
parenquimatosa
¿Mejoran con
Sí No
tratamiento específico?
IRA
prerrenal
64
INSUFICIENCIA RENAL AGUDA
Analíticas
Espectro electroforético, Inmunoelectroforesis, Complemento,
ANCA, marcadores víricos ANA/anticuerpos anti-ADN, crioglobulinas
tinción para eosinófilos
de la orina
De imagen
Radiografías de tórax Tomografía axial computarizada,
y abdomen, angiografía, resonancia magnética, medicina nuclear
ecografía Doppler
Histológicas (biopsias)
Biopsia renal**, cutánea o de otros órganos
* Con estos parámetros se calculan los índices diagnósticos de la tabla 6.6.
** La biopsia renal debe hacerse precozmente cuando se sospeche una IRA parenquimatosa
(excluida la necrosis tubular aguda [NTA]) que pueda beneficiarse de un tratamiento específico.
También está indicada cuando una IRA dura más de tres semanas, pues para entonces la mayoría de
las NTA están resueltas y se podría estar retrasando el tratamiento de otras formas parenquimatosas
de IRA.
ANCA: anticuerpos anticitoplasmáticos de los neutrófilos y monocitos; ANA: anticuerpos
antinucleares.
TRATAMIENTO
En todo enfermo con IRA hay que considerar los aspectos terapéuticos que se
exponen en la tabla 6.7.
65
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
IRA por
IRA IRA IRA oclusión
prerrenal NTA NTIA glomerular obstructiva arterial*
Osm (mOsm/Kg) > 400 < 350 300 400 300-400 300
Nau (mEq/l) < 20 > 40 20 30 Variable > 100
Uu/Upl > 10 < 10 < 10 Variable 10 1
Cru/Crpl > 20 < 15 > 15 Variable 15 <2
IFR <1 > 2*,5* <1o>2 ≤1 Variable*** > 80
EFNa (%) <1 > 2** <1o>2 ≤1 Variable*** > 80
* Oclusión total de ambas arterias renales o de una en el caso de riñón único funcionante (se
observan valores semejantes en casos de necrosis cortical) IFR = (Nau x Crpl)/Cru.
EFNa = [(Nau x Crpl)]/[Napl x Cru] x 100.
** Se observan valores inferiores a 1 en el caso de NTA por contrastes radiológicos y pigmentos
orgánicos. NTIA: nefritis tubulointersticial aguda; se aprecian datos semejantes tanto de NTA como de
IRA prerrenal.
*** Predominan los valores elevados. Osm: osmolalidad; U: concentración de urea; Cr: concentra-
ción de creatinina; U: urinaria; pl: plasmática; IFR: índice de fallo renal; EFNa: excreción fraccional
de sodio.
66
INSUFICIENCIA RENAL AGUDA
Ajuste de la medicación
Según el grado de función renal
Depuración del fármaco por la diálisis
Evitar fármacos nefrotóxicos y/o que afecten la fisiología renal
Medidas reparadoras
Nutrición adecuada***
Otras medidas****
* Las alteraciones endocrinas no precisan tratamiento en el enfermo con IRA.
** La diálisis precoz, si la urea sérica < 200 mg/dl y/o la creatinina plasmática < 6 mg/dl, así
como el uso profiláctico de antagonistas-H2, han disminuido las hemorragias digestivas agudas en la
IRA.
*** Por problemas de extensión los aspectos nutricionales, que constituyen un punto terapéutico clave
en la IRA grave, no se analizan en este capítulo (véase referencias 7-9).
**** El empleo de nuevas medidas reparadoras, como el uso de factor natriurético atrial o péptidos
RGD, no han dado hasta el momento buenos resultados.
67
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Diuréticos
• Conservador I. En paciente estable con urea sérica < 200 mg/dl y/o
creatinina sanguínea (Crs) < 6 mg/dl.
• Dialítico. Cuando la urea > 200 mg/dl y/o la Crs > 6 mg/dl. En la misma
situación que el tratamiento conservador si además hay hiperpotasemia,
acidosis y/o sobrecarga hidrosalina o si el enfermo está oligúrico y preci-
sa grandes aportes de volumen (p. ej., nutrición enteral o parenteral).
68
INSUFICIENCIA RENAL AGUDA
IRA prerrenal:
tratar la causa, p. ej.,
aporte hídrico o aminas
IRA
parenquimatosa: Productos
tratamiento conservador nitrogenados
y/o dialítico
IRA obstructiva
Procedimiento urológico:
sondaje uretral,
nefrostomía,
cateterismo uretral,
tratamiento urológico
definitivo
Elevación de productos nitrogenados: principales opciones terapéuticas de las tres formas sindrómicas
de la IRA. Ocasionalmente la IRA prerrenal y la obstructiva pueden precisar diálisis.
• Conservador II. Se aplica aunque la urea sérica > 200 mg/dl y/o Crs
> 6 mg/dl si el paciente está en fase de meseta (estabilización) de sus pro-
ductos nitrogenados, sobre todo si comienza a recuperarse de un período
oligúrico, o en caso de enfermos terminales.
69
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
NORMAS DIALÍTICAS
Alteración de la función
renal Situación clínica Comentario
70
INSUFICIENCIA RENAL AGUDA
71
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA
Diversos autores. Fracaso renal agudo (sección 5ª). En: Hernando L et al, eds.
Nefrología Clínica. Madrid: Panamericana, 1997; 479-526.
Diversos autores. Acute renal failure (sección 10ª). En: Davison AM et al, eds. Oxford
Textbook of clinical nephrology Oxford: Oxford Medical Publications, 1998;
1521-1748.
Lazarus JM, Brenner BM, eds. En: Acute Renal Failure, 3.ª ed. Nueva York: Churchill-
Livingstone, 1993.
Liaño F, Pascual J y the Madrid acute renal failure study group. Epidemiology of acute
renal failure: a prospective, multicenter, community-based study. Kidney Int 1996;
50:811-818.
72
INSUFICIENCIA RENAL AGUDA
73
I NSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA 7
Coordinador
A. Tejedor
Servicio de Nefrología
Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid
Expertos
F. Ahijado
Servicio de Nefrología
Hospital Provincial de Toledo
E. Gallego
Unidad de Nefrología
Hospital General de Albacete
CUANTIFICACIÓN DE LA IRC
75
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Mecanismos de progresión
Insuficiencia renal
Es la incapacidad del riñón para llevar
a cabo sus funciones
Filtrado glomerular
Homeostasia del potasio
de residuos nitrogenados
Hiperpotasemia: parálisis, arritmia,
Uremia:
asistolia
cardiovascular,
gastrointestinal,
hematológico, Homeostasia del calcio y fósforo
neurológico, ODR: osteítis fibrosa, osteomalacia,
dermatológico, enfermedad ósea adinámica
endocrino
Síntesis de eritropoyetina
76
INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA
Función renal
100% Al disminuir el número de nefronas funcionales
aumenta el filtrado de cada nefrona residual; se
Disminución de la
mantiene el balance externo de sodio, agua y la
reserva funcional
excreción neta de ácido
renal
50%
Disminuye el filtrado de fósforo. La concentración de
fósforo sérico [P]p se mantiene constante a expensas
Deterioro renal
de elevar la hormona paratiroidea [PTH]p.
Descenso de1,25 (OH)D3. Anemia leve
25%
Elevación de las cifras de [Pp]. Hiperparatiroidismo.
Osteodistrofia renal
Acidosis, uremia, anemia, hipocalcemia
Insuficiencia renal
Falta de concentración y dilución en la orina
Hiponatremia en caso de sobrecarga de H2O
Comienzan la astenia y los ingresos hospitalarios
10%
Homeostasia del K y del agua absolutamente
dependientes del volumen de diuresis:
Irritabilidad Neuropatía periférica
Letargia Anorexia, náuseas, vómitos
Uremia Lentitud intelectual Gastritis, colitis hemorrágicas
Anemia Osteodistrofia renal: fracturas y dolores
Coagulopatía Hipocrecimiento en niños
Inmunosupresión Impotencia y esterilidad
Amenorrea Expansión VEC: disnea, EAP
Prurito Hipertensión arterial
Diálisis o muerte
77
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
CCr = Cro x Vo
Crp
INCIDENCIA Y PREVALENCIA
78
INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA
Función renal
< 10 ml/min 1%
30-10 ml/min 6%
Es conveniente distinguir entre los procesos que causan una lesión renal ca-
paz de evolucionar a IRC, y los procesos que actúan independientemente de
la enfermedad inicial y contribuyen a la progresión de la insuficiencia renal
(tabla 7.2). Una vez alcanzado un grado de insuficiencia renal por destruc-
ción de un cierto número de nefronas, el filtrado glomerular puede seguir
descendiendo inexorablemente aunque la causa original de la enfermedad
renal haya desaparecido.
(Continúa)
79
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
80
INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA
81
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Trastornos cardiovasculares
• Homeostasia Na y H2O – Hipertensión, enfermedad aortopulmonar
– Depleción de volumen
• Hipertensión – Volumen dependiente
– Riñones presores
• Arteriosclerosis – Enfermedad coronaria
– AVC, TIA
– Enfermedad vascular periférica
– Calcificaciones y disfunción valvular
– Alteración de la lecitina-colesterol aciltransferasa
82
INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA
Trastornos gastrointestinales
• Anorexia, náuseas y vómitos
• Gastritis urémica – Hipersecreción ácida
– Trombocitopatía
• Pancreatitis, parotiditis
Trastornos hidroelectrolíticos
• Sodio – Hiponatremia leve. No suele requerir tratamiento
• Potasio – Hiperpotasemia en situaciones con oliguria:
diabetes, acidosis tubular tipo IV,
betabloqueantes, IECA, AINE,
diuréticos distales, «sal de régimen», estreñimiento
• Ácido-básico – Acidosis grave (< 18 mEq/l) si filtrado
glomerular < 10%
– Disminuye producción de 1,25 OHD3
– Disminuye la contractilidad cardíaca
– Disnea
– Aumenta el desarrollo de osteopatías
• Calcio, fósforo, magnesio – Osteítis fibrosa
– Osteomalacia
– Enfermedad ósea adinámica
– Calcificaciones metastásicas
– Calcificaciones vasculares
– Fracturas patológicas
– Miopatía paratiroidea
Trastornos hematológicos
• Anemia – Déficit de eritropoyetina
– Defecto en el uso de Fe
– Hemólisis mecánica
– Déficit de folato
• Diátesis hemorrágica – Trombocitopatía
• Respuesta inmune – Rosetas T
– Migración leucocítica
– Fagocitosis
– Hipergammaglobulinemia
83
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Trastornos neurológicos
• Inversión vigilia/sueño
• Disminución del nivel de alerta
• Disminución de la capacidad
intelectual
– Cálculo
– Memoria reciente
• Evolución hacia el coma
• Temblor, asterixis
• Mioclonías, convulsiones
• Neuropatía sensorial y motora
• Demencia dialítica
• Síndrome del desequilibrio
Trastornos dermatológicos
• Prurito – Uremia, PTH
• Calcifilaxia – Ca x P
Trastornos endocrinológicos
• Resistencia a TRH – Disminución de TSH
• Déficit conversión de T4 en T3 – Disminución de T3
(son eutiroideos)
• Hombre – Reducción de espermatogénesis y líbido
– Aumenta FSH y LH
• Mujer – Amenorrea y esterilidad
– Prolactina elevada, estrógenos y progesterona
disminuidos
– Embarazo excepcional y reducción de la
supervivencia fetal
84
INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA
Estomatitis
Anemia
Acidosis
Cambios bruscos y drásticos en la dieta
Alimentación forzada o con suplementos
Alteración del gusto
Uremia
Diuréticos
Deshidratación
Gastroenteritis
Hipopotasemia
Azotemia
Exceso de PTH
PTH: hormona paratiroidea.
Causas Consecuencias
85
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Causas Consecuencias
Causas Consecuencias
86
INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA
Causas Consecuencias
87
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
ESTUDIO ETIOLÓGICO
Tiene gran interés para instaurar un posible tratamiento específico además del
tratamiento conservador; establecer el pronóstico de la enfermedad; valorar
su posible recidiva tras un trasplante renal; dar consejo genético o diagnós-
tico prenatal en los familiares del paciente y, por último, considerar posibles
implicaciones de índole laboral.
EVALUACIÓN DE LA GRAVEDAD
88
INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA
En las tablas 7.1 y 7.2 y las figuras 7.1 - 7.3 se presentan algunos de los pro-
cesos capaces de acelerar la pendiente de la gráfica 1/Crp frente al tiempo.
TRATAMIENTO
89
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Anamnesis
Clínica
Exploración física
Hemograma
Parámetros bioquímicos
en sangre y orina: urea, creatinina, Na, Cl,
HCO3, pH, Osm
Imagen renal: UIV, TC, ECO, cistografía, pielografía
Inmunología
Microbiología
Histopatología
Otros:
ECG Cistoscopia
Radiografía ósea Flujometría
EMG Manometría
EEG
Fondo de ojo
Radiografía torácica
ECO
Diagnóstico
Diagnóstico Diagnóstico
de función renal de repercusión
orgánica
Filtrado glomerular
Dilución Digestivo
Concentración Diagnóstico Cardiovascular
Anemia etiológico Gastroinstestinal
Hipocalcemia Hidroelectrolítico
Glomerular
Neurológico
Intersticial
Dermatológico
Vascular
Endocrino
Diabetes
Hematológico
Sistémico
Quístico
Tóxico
Heredocongénito
90
INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA
TRATAMIENTO CONSERVADOR
Restricción proteica
91
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Calorías
Agua y sal
92
INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA
En ambos casos es útil revisar la pérdida diaria de agua y sal cada 1-2 me-
ses. En general, se mantiene el equilibrio del paciente con aportes de sodio
de 50-130 mEq/día y 1,5-3 litros de agua.
Bicarbonato
Calcio y fósforo
93
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Una dieta con 40 g de proteínas aporta 300-400 mg de calcio, que para una
absorción intestinal normal del 20% supone menos de 80 mg/día de calcio.
Esta cifra se reduce si hay déficit de vitamina D. Es necesario suplementar la
dieta con 2-6 g de carbonato cálcico administrado fuera de las comidas.
TRATAMIENTO DE LA ANEMIA
94
INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA
• Hto < 36% o Hgb < 12 g/dl en adultos varones y mujeres posmeno-
páusicas.
Estas cifras, propuestas por la National Kidney Foundation son algo superio-
res a las estándares propuestas previamente en España, y deben considerarse
con precaución, ya que el valor normal de la hemoglobina y el hematócrito
en la población es un concepto estadístico. Por otro lado es necesario indi-
vidualizar los niveles fisiológicamente adecuados o inadecuados (enfermedad
pulmonar obstructiva crónica). Los valores previos deben referirse a muestras
de sangre obtenidas antes de la diálisis.
Evaluación de la anemia
Se define el déficit absoluto de hierro con una saturación < 16% y/o un va-
lor de ferritina < 12 mg/dl, en pacientes normales, y con una saturación
< 20% y/o una ferritina < 100 mg/ml en pacientes con IRC. Antes de iniciar
tratamiento con EPO debe haberse corregido la situación de déficit absoluto.
95
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
ferritina > 800 ng/ml, no es probable que haya más respuesta a dosis ma-
yores.
• Hierro i.v.: si no se consigue una saturación > 20% o una ferritina > 100
ng/ml, es necesario hierro i.v. No existen recomendaciones estrictas en
cuanto a la pauta de administración, pero a título orientativo pueden utili-
zarse series de 10 dosis de 100 mg de hierro/dosis, a razón de una do-
sis semanal (prediálisis) o posdiálisis (hemodiálisis). Cuando se alcanza la
saturación y el nivel de ferritina, se reduce la dosis a 50-100 mg/semana.
Una pauta alternativa es la administración de hierro cada 2 semanas.
96
INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA
Uso de eritropoyetina
La administración de EPO 2-3 veces por semana parece más eficiente que la
de la misma dosis total administrada cada semana o cada 15 días. Sin em-
bargo, la administración diaria no mejora la eficacia. A pesar de estas dife-
rencias, la administración semanal de EPO en pacientes prediálisis con
hematócrito estable es más cómoda, y puede ser preferible sobre todo a dosis
bajas. Debe evitarse la administración quincenal (tabla 7.10).
97
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Déficit de hierro
Infección (acceso vascular, cirugía, SIDA)
Inflamación (lupus)
Pérdida crónica de sangre
Osteítis fibrosa
Toxicidad por aluminio
Hemoglobinopatías
Déficit de folato o B12
Mieloma múltiple
Malnutrición
Hemólisis
98
P RUEBAS DE FUNCIÓN RENAL 8
Coordinador
E. López de Novales
Servicio de Nefrología
Hospital Regional Carlos Haya. Málaga
Expertos
V. García Nieto
Unidad de Nefrología Pediátrica
Hospital Ntra. Sra. de la Candelaria. Tenerife
J.M. Govantes
Unidad de Nefrología Pediátrica
Hospital Universitario Virgen del Rocío. Sevilla
J.F. Macías Núñez
Facultad de Medicina
Universidad de Salamanca
ELEMENTOS FORMES
H E M AT Í E S
99
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
1 2 3 4
5 6 7 8
100
PRUEBAS DE FUNCIÓN RENAL
L E U C O C I TO S
Son normales recuentos de hasta 3 por campo, 2.000 por minuto o 2.000.000
en 12 horas. Se originan a todos los niveles de la vía urinaria, por tanto en
sí son poco localizadores. Se relacionan con las infecciones bacterianas y
predominan los neutrófilos; la piuria es indicación de cultivo de orina. En
zonas en que la tuberculosis es prevalente, la piuria con cultivo estándar
negativo (piuria estéril) sugiere afectación urinaria.
Los estudios sobre linfocitos en la orina del riñón trasplantado no han apor-
tado datos concluyentes.
GÉRMENES
Los gérmenes son frecuentes en la orina mal recogida, sólo son significativos
si se acompañan de neutrófilos (piuria).
OTRAS CÉLULAS
101
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
102
PRUEBAS DE FUNCIÓN RENAL
CRISTALES
103
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
CONCEPTO DE ACLARAMIENTO
104
PRUEBAS DE FUNCIÓN RENAL
Cada minuto llega a los riñones 1 litro de sangre que se distribuye aproxima-
damente en 2 millones de ovillos glomerulares con una superficie total de fil-
105
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
ACLARAMIENTO DE CREATININA
Síntesis de creatinina
Determinación de creatinina
106
PRUEBAS DE FUNCIÓN RENAL
En el hombre, la creatinina puede secretarse por los túbulos con lo cual ex-
cede al FG (medido como aclaramiento de inulina) en 1,1-1,2 a aclara-
mientos superiores a 90 ml/min. De mayor trascendencia es el hecho de que
la relación anterior aumenta a medida que el FG disminuye y aumenta la
creatinina plasmática; el resultado es que el aclaramiento de creatinina puede
ser el doble del de inulina. La importancia de la secreción tubular de creati-
nina se fundamenta en la observación de que el aclaramiento de creatinina
se reduce a valores próximos al FG real mediante la administración de cime-
tidina que, como es sabido, inhibe la secreción tubular de creatinina (Shemes,
1982).
107
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
ras como mínimo, pero preferiblemente de12 o mejor 24 horas haciendo una
extracción de sangre el mismo día de la recogida de orina. Su cálculo se hace
con la siguiente fórmula:
Cru x V
Ccr (ml/min)=
Crpl
ACLARAMIENTO DE INULINA
108
PRUEBAS DE FUNCIÓN RENAL
Cr51 EDTA
109
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
del brazo opuesto entre 90-120 minutos; los datos se organizan en una grá-
fica del tiempo y la concentración. En pacientes sanos no edematosos, la dis-
minución de concentración plasmática se ajusta a un modelo monocompar-
timental y las muestras se obtienen pasado este tiempo para asegurarse una
medida correcta del FG. El número de muestras varía de unos centros a otros:
los resultados son similares entre 2 y 12 muestras. En enfermos con insuficien-
cia renal es preciso aumentar el tiempo de muestreo. La muestra obtenida se
lleva a un contador de radiactividad, se relacionan cuentas y tiempo en un
papel semilogarítmico (logaritmo de radiactividad) y se extrapola la pendiente
de caída en cuentas a tiempo 0 a efectos de tener noción de volumen de dis-
tribución a tiempo 0 (Vo).
FG = Vo (loge2/t 1/2)
Yodotalamato
Este compuesto se utilizó primero como I125 marcado con diatrizoato; sin
embargo, como el quelato se secretaba por los túbulos se abandonó por I125
yodotalamato que se administra por vía subcutánea con una liberación al
plasma muy lenta lo que proporciona una concentración estable en plasma
y orina durante varias horas. También se ha utilizado mediante perfusión
continua para estudio de dosis de aclaramiento. Los estudios de aclaramiento
utilizando Cr51 EDTA o I125 dan resultados idénticos y muy próximos a los
de aclaramiento de inulina entre un amplio margen de valores de filtrado
glomerular.
110
PRUEBAS DE FUNCIÓN RENAL
Este quelato marcado con In113 o con tecnecio (Tc99m) se utiliza menos como
marcador del filtrado glomerular que otros quelatos a pesar que se utiliza con
frecuencia para estudios de perfusión renal. Se obtienen imágenes renales por
gammacámara cuando se utiliza el tecnecio.
RESTRICCIÓN HÍDRICA
En esta prueba se unen las dos anteriores. Es útil para el diagnóstico diferen-
cial de diversas formas de diabetes insípida y poliuria secundaria a polidip-
sia. En la tabla 8.1 se describen los valores encontrados por los expertos.
111
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Osm U1 Osm U2
(mOsm/kg) (mOsm/kg) Incremento
SOBRECARGA HIPOSALINA
112
PRUEBAS DE FUNCIÓN RENAL
ACLARAMIENTO DE LITIO
0-1 año 18 ± 2,9 1,9 ± 0,8 2,7 ± 1,1 19,9 ± 12 21,2 ± 3,1 87,2 ± 5,3
2-12 años 14 ± 2,6 1,4 ± 0,4 2,1 ± 0,7 12,9 ± 5,2 15,9 ± 2,6 86,6 ± 4,1
113
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
114
PRUEBAS DE FUNCIÓN RENAL
ACIDIFICACIÓN DISTAL
pH urinario
AG = Na+ + K+ – Cl–
115
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
116
PRUEBAS DE FUNCIÓN RENAL
Cloruro amónico: se administra por vía oral, a la dosis de 0,1 g/kg en adultos
y 100 mEq/m2 en niños en cápsulas de protección entérica. En las 4-6 horas
siguientes, se recogen muestras de orina cada 60 minutos. En la de menor pH
se mide AT y amonio. En sujetos normales, la eliminación de amonio es su-
perior a 50 mEq/min/1,73 m2 y la AT > 37 mEq/min/1,73 m2.
Algunos autores utilizan cloruro amónico durante tres días consecutivos (prue-
ba larga) antes de efectuar las determinaciones urinarias, para producir un
máximo estímulo en la producción de amonio.
Test de la furosemida
117
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
REABSORCIÓN DE BICARBONATOS
118
PRUEBAS DE FUNCIÓN RENAL
VALORACIÓN DE HIPERCALCIURIAS
Hiato aniónico
Negativo Positivo
k+ No ¬ k+ ↑ k+ ↑ k+ No ↓¬
ATR Pérdida
proximal extrarrenal
CO3H– ATR distal
pCO2 orina¬↓ pCO2 orina N Defecto
voltaje Aldosterona ↓¬ Aldosterona ↑
dependiente amoniogénesis
119
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
En la tabla 8.3, se exponen los criterios para definir los distintos subtipos
de HI.
TABLA 8.3. CRITERIOS QUE DEFINEN LOS DISTINTOS SUBTIPOS DE HIPERCALCIURIA IDIOPÁTICA
Calcemia N N N N N
Fosfatemia N N N R N
PTH N N I N N
UCa1 I N I I I
UCa2 N N I I I
UCa3 I I I I I
HIA-I: hipercalciuria absortiva tipo I; HIA-II: hipercalciuria absortiva tipo II; HIR: hipercalciuria renal;
HI-III: hipercalciuria tipo III (asociada a pérdida renal de fosfato); HI-Ay: hipercalciuria presente en
ayunas. UCa1: calciuria en orina de 24 horas tras 7 días de dieta restringida en calcio y sodio;
UCa2: calciuria en ayunas recogida durante dos horas; UCa3: calciuria tras la administración de
1 g de calcio oral. N: normal; I: incrementado; R: reducido.
120
PRUEBAS DE FUNCIÓN RENAL
EF úrico Patología
121
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA
Cameron JS, Davison AL, Grünfeld JP, Kerr D, Ritz E, eds. Oxford textbook of clinical
nephrology, 2.ª ed. Oxford, Nueva York, Tokyo: Oxford University Press, 1997.
García Nieto V, Torres Ramírez A. Pruebas de función tubular. En: Lorenzo Sellarés,
Torres Ramírez A, Hernández Marrero D, Ayus JC, eds. Manual de nefrología clí-
nica. Madrid: Harcourt Brace, 1997; 91-103.
Goldsmith D, Novello A. Clinical and laboratory evaluation of renal function. En:
Edelmann CM Jr, ed. Pediatric Kidney Disease, 2.ª ed. Boston: Little Brown, 1992;
461-473.
Halperin ML, Goldstein MB. Fluid, electrolyte and acid-base physiology. Filadelfia: WB
Saunders, 1994.
Rodríguez Soriano J, Vallo A. Función renal y su estudio. En: Gordillo Paniagua G, ed.
Nefrología Pediátrica. Madrid: Mosby/Doyma, 1996; 27-50.
122
D IAGNÓSTICO POR IMAGEN EN NEFROLOGÍA 9
Coordinador
F. Gómez Campderá
Servicio de Nefrología
Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid
Expertos
A. Palma
Servicio de Nefrología
Hospital Clínico. Sevilla
J.C. Ruiz San Millán
Servicio de Nefrología
Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. Santander
Las técnicas de imagen son una parte importante del repertorio diagnóstico
de la enfermedad nefrourológica. Permiten una valoración morfológica, a
veces funcional, aspecto éste de gran utilidad. Las diferentes técnicas permi-
ten valorar el sistema vascular renal, el parénquima renal y el sistema excre-
tor. Básicamente existen cuatro grupos según la tecnología utilizada, que se
clasifican en técnicas radiológicas (radiografía simple de abdomen, urografía
intravenosa [UIV], pielografías ascendente y descendente, tomografía,
angiografía renal y tomografía computarizada [TC]), técnicas basadas en
ultrasonidos (ecografía bidimensional, Doppler y Doppler color), técnicas
isotópicas (gammagrafía renal) y la técnica de la resonancia magnética (RM).
Las técnicas que utilizan ultrasonidos y la resonancia magnética se conside-
ran inocuas (por lo que se pueden realizar repetidamente), mientras que
los otros dos grupos tienen algunos riesgos que es preciso conocer, deriva-
dos de la exposición a radiaciones ionizantes y de la administración de con-
trastes intravenosos (cada vez menos tóxicos). A continuación se explica
la importancia de cada una de estas técnicas para el diagnóstico de la en-
fermedad renal y de la vía urinaria, así como sus principales indicaciones
(figs. 9.1-9.4).
123
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
FIGURA 9.1.
Hipertensión arterial
ECOGRAFÍA
TC TC helicoidal o ECO-Doppler
arteriografía renal
Normal Sospecha
Stop TC helicoidal o
arteriografía renal
FIGURA 9.2.
Cólico nefrítico
124
DIAGNÓSTICO POR IMAGEN EN NEFROLOGÍA
FIGURA 9.3.
Hematuria
Control TC abdominal
FIGURA 9.4.
Insuficiencia renal
ECOGRAFÍA
125
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
NEFROTOMOGRAFÍA
ECOGRAFÍA BIDIMENSIONAL
126
DIAGNÓSTICO POR IMAGEN EN NEFROLOGÍA
UROGRAFÍA INTRAVENOSA
TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA
ANGIOGRAFÍA RENAL
ANGIOGRAFÍA CONVENCIONAL
ANGIOGRAFÍA DIGITAL
128
DIAGNÓSTICO POR IMAGEN EN NEFROLOGÍA
RESONANCIA MAGNÉTICA
RADIOFÁRMACOS
Los trazadores utilizados suelen marcarse con dos isótopos, el I131 y el Tc99m.
El I131 se utiliza más que el Tc99m dada su mayor vida media (8 días frente a
6 horas) y mayor emisión de partículas beta. El I123 es una alternativa al I131
pero es más caro. Los trazadores marcados con estos isótopos se eliminan por
filtración glomerular, por secreción tubular y por captación parenquimatosa
y posterior excreción. Su utilidad va a depender, en gran manera, de este
comportamiento (tabla 9.1).
129
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Extracción
Fármacos renal Eliminación Imágenes
OIH-I131
80 % Secreción ++
tubular
renal. El marcado con I131 no es muy bueno para obtener imágenes renales.
El OIH-I123 proporciona imágenes mucho mejores por tener emisiones de ra-
diación gamma óptimas para su detección.
130
DIAGNÓSTICO POR IMAGEN EN NEFROLOGÍA
ESTUDIOS DINÁMICOS
Anomalías morfológicas
Quistes
Anomalías congénitas: ectopias, riñón en herradura, etc.
Lesiones estructurales
Traumatismos
Pielonefritis/reflujo vesicoureteral
Ayuda a la cirugía
131
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Las indicaciones del renograma isotópico son seguimiento del trasplante re-
nal, obstrucción de la vía urinaria, hipertensión vasculorrenal y reflujo vesi-
coureteral.
132
DIAGNÓSTICO POR IMAGEN EN NEFROLOGÍA
Son escasas las indicaciones en estos casos. Los casos más frecuentes de
necrosis tubular aguda reconocen en su patogenia un mecanismo isquémico,
además de obstrucción tubular y reabsorción tubular pasiva. El renograma
secuencial con DTPA muestra una buena perfusión renal, pero la imagen
FIGURA 9.5.
Furosemida
RD
RI
133
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
HIPERTENSIÓN VASCULORRENAL
Para mejorar los resultados se introdujo el test del captoprilo, que tiene una
especificidad y una sensibilidad cercanas al 90%. Los inhibidores de la en-
zima de conversión de la angiotensina (IECA) dilatan la arteriola eferente y,
en consecuencia, en el riñón con estenosis de la arteria renal se produce un
descenso súbito de la filtración glomerular casi inapreciable. La prueba re-
quiere un nefrograma basal, tras el cual, pasada una hora, se administran 25-
134
DIAGNÓSTICO POR IMAGEN EN NEFROLOGÍA
REFLUJO VESICOURETERAL
FIGURA 9.6.
RD
RI
135
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Sospecha de HVR
Sí No
Negativo Positivo
Estenosis
No Sí
BIBLIOGRAFÍA
Bailey RR, Lynn KL, Robson RA, Smith AH, Maling TM, Turner JG. DMSA renal scans
in adults with acute pyelonephritis. Clin Nephrol 1996; 46:99-104.
Barbaric Z. Principles of genitourinary radiology, 2.ª ed. Nueva York: Thieme Medical
Publishers Inc, 1994.
136
DIAGNÓSTICO POR IMAGEN EN NEFROLOGÍA
Brown SCW. Nuclear Medicine in the clinical diagnosis and treatment of obstructive
uropathy. En: Murray IPC, Ell PJ, eds. Nuclear medicine in clinical diagnosis and
treatment. Edimburgo: Churchill Livingstone, 1994; 271-294.
Maisey M, Britton KE. Nuclear imaging in nephrology. En: Cameron S, Davison AM,
Grünfeld JP, Kerr D, Ritz E, eds. Oxford Textbook of Clinical Nephrology. Oxford:
OUP 1992; 116-128.
Marti-Bonmati L. Resonancia magnética renal. Monografías de diagnóstico por ima-
gen. Madrid, Interamericana: 1994.
Mittal BR, Kumar P, Arora P, Kher V, Singhal MK, Maini A, Das BK. Role of captopril
renography in the diagnosis of renovascular hypertension. Am J Kidney Dis 1996;
28:208-213.
Morehouse HT. Radiographic techniques in renal parenchymal disease. Curr Opin
Nephrol Hypertens 1992; 1:261-268.
Pedersen EB. Angiotensin-converting enzyme inhibitor renography. Pathophysiological,
diagnostic and therapeutic aspects in renal artery stenosis. Nephrol Dial Transplant
1994; 9:482-492.
Pedrosa CS. Diagnóstico por imagen. Madrid, Interamericana: 1986.
Pimentel C, Pastor S, de la Torre S, Madrigal J. Anatomía del abdomen. Monografías
de diagnóstico por imagen. Madrid, Somedisa, 1988; 137.
Rubin GD, Silverman SG. Helical (spiral) CT of the retroperitoneum. Radiol Clin North
Am 1995; 33:903-932.
Ruiz JC, López-Rasines G. Contribución de las técnicas de imagen al diagnóstico de
las enfermedades renales. Radiología convencional, Ecografía, Tomografía
computarizada y Resonancia magnética. En: Hernando L, Aljama P, Arias M,
Caramelo C, Egido J y Lamas S, eds. Nefrología Clínica. Madrid: Médica Pan-
americana, 1997; 107-112.
Stevens PE. Doppler ultrasound in renal disease: not quite «the answer to a maiden´s
pryer». Ren Fail 1995;17:89-100.
Taylor A Jr., Nally JW. Clinical applications of renal scintigraphy. Am J Roentgenol
1995; 164:31-41.
137
B IOPSIA RENAL 10
Coordinador
R. García del Moral Garrido
Departamento de Anatomía Patológica
Facultad de Medicina. Universidad de Granada
Expertos
F. Mampaso Martín-Buitrago
Servicio de Anatomía Patológica
Hospital Ramón y Cajal. Madrid
F. O’Valle Ravassa
Departamento de Anatomía Patológica
Facultad de Medicina. Universidad de Granada
F. J. Pardo Mindán
Departamento de Anatomía Patológica
Universidad de Navarra. Pamplona
M. Rivera Gorrín
Servicio de Nefrología
Hospital Ramón y Cajal. Madrid
E. Vázquez Martul
Servicio de Anatomía Patológica
Hospital Juan Canalejo. La Coruña
INDICACIONES
RIÑONES ORTOTÓPICOS
139
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Microhematuria.
• Aislada: es una indicación objeto de controversia de la biopsia renal. En
general, sólo está indicada en el diagnóstico de la nefritis hereditaria. Hay
que descartar previamente causas urológicas (hiperuricosuria, hipercalciu-
ria), infecciosas y tumorales.
• Proteinuria-hematuria: es una indicación frecuente. Se practica con carác-
ter preferente si se asocia a clínica sistémica (lupus eritematoso, vasculitis,
etcétera).
TRASPLANTE RENAL
140
BIOPSIA RENAL
Los dispositivos de punción más utilizados son la agujas tipo Tru-cut, manua-
les o automáticas con un calibre 14 G (manual y automática) y 18 G (auto-
mática), mientras que es poco habitual usar la aguja de Vim-Silverman. Los
dispositivos automáticos ofrecen varias ventajas: menor tiempo de permanen-
cia de la aguja en el riñón, facilidad de uso, ya que puede realizar la biop-
sia una sola persona, y menor riesgo de laceración del tejido renal. La ren-
tabilidad diagnóstica de ambos dispositivos es similar.
141
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
BIOPSIA TRANSYUGULAR
142
BIOPSIA RENAL
143
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
PARA INMUNOFLUORESCENCIA
Dado que el material de las biopsias renales es muy escaso, los estudios de
ácido desoxirribonucleico (ADN) se realizan mediante extracción según el
procedimiento convencional de fenolcloroformo a partir de 5-10 secciones de
5 µm de espesor del tejido incluido en parafina que se introducen en tubos
tipo Eppendorf. En el caso del ácido ribonucleico (ARN), de mucha menor
estabilidad, es preferible utilizar material específicamente tomado para ello
144
BIOPSIA RENAL
Sección de cilindro renal de un paciente trasplantado con nefrotoxicidad por CsA con necrosis
fibrinoide; se identifica por la presencia de depósitos fucsinófilos en el interior y pared
de los capilares glomerulares (tricrómico de Masson-Goldner, x 400).
145
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Coloración del PAS. Tiñe de forma específica las membranas basales glo-
merulares, tubulares y de la cápsula de Bowman, y permite analizar los en-
grosamientos y reduplicaciones que definen a las lesiones tubulares, las
semilunas epiteliales, etc., además de colorear la sustancia mesangial, los de-
pósitos inmunes ricos en IgA, IgM y fracciones del complemento y la sus-
tancia hialina depositada en paredes vasculares y glomérulos (fig. 10.2).
Coloraciones para sustancia amiloidea. Entre las cuales la técnica del rojo
Congo es la de mayor utilidad.
Sección de cilindro renal de paciente afecto de diabetes mellitus tipo I; destacan las membranas
basales tubulares y capilares algunas de ellas engrosadas, la cápsula de Bowman y las gotas hialinas
intraglomerulares (método del PAS, x 200).
146
BIOPSIA RENAL
ENFERMEDADES GLOMERULARES
147
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Esquema de la histología normal del riñón. Arriba (modificado de W. Clapp), se observa la disposición
normal de los diferentes componentes del riñón. El rayo medular contiene túbulos proximales, túbulos
colectores y asas de Henle. Abajo, aparece la estructura normal de un asa glomerular. La relación de
todos los elementos implica que la lesión de uno de ellos afecta al resto.
148
BIOPSIA RENAL
149
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Síndrome de la membrana fina que sólo puede diagnosticarse con el estudio ultraestructural.
150
BIOPSIA RENAL
TÚBULOS E INTERSTICIO
151
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
INTERSTICIO
152
BIOPSIA RENAL
Atrofia tubular y fibrosis intersticial en un riñón trasplantado con rechazo crónico. La lesión tubular
es la consecuencia típica de una situación de isquemia crónica.
VASOS
Los vasos son un elemento esencial en cualquier biopsia renal, ya que limi-
tan el valor de la muestra cuando son escasos y pequeños. El aspecto que más
debe valorarse en las arterias es la relación entre el grosor de la pared y el
diámetro de la luz, cuya relación normal es de 2/1, pero en algunos casos
puede llegar a desaparecer la luz.
153
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Hipertrofia muscular de una arteria en un paciente con rechazo crónico. Debe destacarse la relación
entre el grosor de la pared y el diámetro de la luz.
154
BIOPSIA RENAL
INTERPRETACIÓN DE LA INMUNOFLUORESCENCIA
EN NEFROPATOLOGÍA
155
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
156
BIOPSIA RENAL
157
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
158
BIOPSIA RENAL
159
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
160
BIOPSIA RENAL
161
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
162
BIOPSIA RENAL
163
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
164
BIOPSIA RENAL
165
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
TÉCNICAS INMUNOHISTOQUÍMICAS
Y DE BIOLOGÍA MOLECULAR
PROCEDIMIENTOS INMUNOHISTOQUÍMICOS
DETERMINACIÓN DE INMUNOCOMPLEJOS
166
BIOPSIA RENAL
Por todo ello, y aunque la inmunohistoquímica renal con la excepción del tras-
plante pertenece todavía más al campo de la investigación que al de la prác-
tica diaria, es probable que en un corto plazo sea el procedimiento diagnós-
tico de elección al igual que en la década de los sesenta ocurrió con la inmu-
nofluorescencia.
167
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Sección de cilindro de injerto renal incluido en parafina de paciente trasplantado con rechazo agudo
para cuantificación del infiltrado inflamatorio inmunoteñido para CD45 (antígeno leucocitario común).
Se pueden identificar depósitos en las membranas de las células linfoides en el glomérulo (glomerulitis),
en la pared de los túbulos (tubulitis) y en el intersticio renal (fosfatasa alcalina antifosfatasa
alcalina, x 100).
168
BIOPSIA RENAL
BIBLIOGRAFÍA
169
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
170
BIOPSIA RENAL
171
F ÁRMACOS E INSUFICIENCIA RENAL 11
Coordinador
R. Lauzurica Valdemoros
Servicio de Nefrología
Hospital Germans Trias i Pujol. Badalona, Barcelona
Expertos
R. Alcázar Arroyo
Servicio de Nefrología
Complejo Hospitalario. Ciudad Real
G. Martín Reyes
Servicio de Nefrología
Hospital Regional Carlos Haya. Málaga
ABSORCIÓN
DISTRIBUCIÓN
METABOLISMO
ELIMINACIÓN
174
FÁRMACOS E INSUFICIENCIA RENAL
SENSIBILIDAD TISULAR
Por último, hay que tener en cuenta que en la insuficiencia renal determina-
dos fármacos modifican su sensibilidad tisular. Como los estudios para deter-
minar la sensibilidad tisular son más difíciles de realizar que los de farmaco-
cinética, no se dispone de mucha información al respecto. Además, la indi-
vidualización de la dosis corregirá la mayor parte de las variaciones de la
dosis respuesta, y la variación de la sensibilidad al fármaco será residual.
EVALUACIÓN CLÍNICA
175
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
RESUMEN PRÁCTICO
176
FÁRMACOS E INSUFICIENCIA RENAL
Antimicrobianos
Aminoglucósidos
Amikacina* R 5 mg/kg/8 h I 70-100% 30-70% 20-30% H: 2/3 dosis
D 8-12 h 12 h 24-48h P: 30% / 24 h
Gentamicina* R 1 mg/kg/8 h I 70-100% 30-70% 20-30% H: 2/3 dosis
D 8-12 h 12 h 24-48 h P: 30% / 24 h
Tobramicina* R 1 mg/kg/8 h I 70-100% 30-70% 20-30% H: 2/3 dosis
D 8-12 h 12 h 24-48 h P: 30% / 24 h
Cefalosporinas
Cefazolina R 0,5-1,5 g/6-8 h I 6-8 h 12 h 24-48 h H: dosis post-HD
P: no
Cefotaxima R (H) 1g/6 h I 6h 8-12 h 24 h H: 1g
P: no
Ceftazidima R 1g/8-12 h I 8-12 h 24-48 h 48-72 h H: 1g
P: como 10-50ml/min
Ceftriaxona* R (H) 1g/12 h D 100% 100% 100% H: no
P: no
Cefuroxima R 0,75-1,5 g/8 h I 8h 8-12 h 12-24 h H: dosis post-HD
P: no
Macrólidos
Eritromicina H 250-500 D 100% 100% 50-75% H: no
mg/6-12 h P: no
Penicilinas
Amoxicilina R (H) 500 mg/8 h I 8h 8-12 12 H: dosis post-HD
P: como 10-50 ml/min
Penicilina G R (H) 0,5-4 mill. D 100% 75% 25-50% H: dosis post-HD
U/6 h P: como <10 ml/min
Piperacilina R 3-4 g/6 h I 4-6 h 6-8 h 8h H: dosis post-HD
P: como <10 ml/min
Ticarcilina R 3 g/4 h D 66-100% 33-66% 33% H: 3 g post-HD
I 4h 8h 12 h P: como <10 ml/min
Quinolonas
Ciprofloxacino H (R) 500-750 D 100% 50% 33% H: 250 mg
mg/12 h P: como 10-50 ml/min
(Continúa)
177
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Otros antibióticos
Aztreonam R 1-2 g/8-12 h D 100% 50-75% 25% H: 0,5 g
P: como < 10 ml/min
Clindamicina H 150-300 D 100% 100% 100% H: no
mg/6 h P: no
Imipenem H (R) 0,25-1 g/6 h D 100% 50% 25% H: dosis post-HD
P: no
Metronidazol H (R) 7,5 mg/kg/6 h D 100% 100% 50% H: dosis post-HD
P: no
Sulfametoxazol R (H) 800 mg/12 h I 12 h 12-24 h 24 h H: 50% dosis post-HD
P: no
Teicoplanina R 6 mg/kg/24 h I 24 h 48 h 72 h H: no
P: no
Trimetoprim R (H) 160 mg/12 h I 12 h 12-24 h 24 h H: 50% dosis post-HD
P: no
Vancomicina* R (H) 1g/12 h I 12-24 h 2-7 d 7-10 d H: como < 10 ml/min
P: como < 10 ml/min
Antituberculosos
Etambutol R (H) 15 mg/kg/24 h D 100% 50% 25-50% H: dosis post-HD
P: como 10-50 ml/min
Isoniacida H (R) 5 mg/kg/24 h D 100% 75-100% 50% H: dosis post-HD
P: como 10-50 ml/min
Pirazinamida H 15-30 I 24 h 24 h 72 h H: dosis post-HD
mg/kg/24 h P: ?
Rifampicina H (R) 600 mg/24 h D 100% 100% 100% H: no
P: no
(Continúa)
178
FÁRMACOS E INSUFICIENCIA RENAL
Antifúngicos
Anfotericina B ? 0,3-0,5 D 100% 100% 100% H: no
mg/kg/día P: no
Fluconazol R 50-200 mg/día D 100% 50% 25% H: dosis post-HD
P: como < 10 ml/min
Fluocitosina R 150 mg/kg/día D 25-50 mg/kg 25-50 mg/kg 50 mg/kg H: dosis post-HD
I 12-24 h 12-24 h 24-48 h P: como 10-50ml/min
Ketoconazol H 200-400 D 100% 100% 100% H: no
mg/día P: no
Antiparasitarios
Cloroquina H (R) 1,5 g en 3 días D 100% 100% 50% H: no
P: no
Pentamidina H 4 mg/kg/día I 24 h 24-36 h 48 h H: no
P: no
Quinina H 10 mg/kg/8 h I 8h 8-12 h 24 h H: no
P: no
Antivíricos
Aciclovir R 5 mg/kg/8 h D 5 mg/kg 5 mg/kg 2,5 mg/kg H: dosis post-HD
I 8-12 h 12-24 h 24 h P: como < 10 ml/min
Ganciclovir R 2,5 mg/kg/8 h I 8-12 h 24 h 48-96 h H: dosis post-HD
P: como < 10 ml/min
Analgésicos y
antinflamatorios no
esteroides (AINE)
Ácido acetilsalicílico H (R) 650 mg/4 h I 4h 4-6 h Evitar H: dosis post-HD
P: no
Diclofenaco H 25-75 mg/12 h D 100% 100% 100% H: no
P: no
Ibuprofeno H 800 mg/8 h D 100% 100% 100% H: no
P: no
Indometacina H 25-50 mg/8 h D 100% 100% 100% H: no
P: no
(Continúa)
179
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Fármacos
cardiovasculares
Antiarrítmicos
Amiodarona H 200-600 mg/día D 100% 100% 100% H: no
P: no
Lidocaína* H 1 mg/kg/i.v. D 100% 100% 100% H: no
P: no
Procainamida* R (H) 350-400 mg/ I 6-12 h 12-24 h H: 200 mg
3-4 h P: no
Cardiotónicos
Digoxina* R (H) 0,25-0,5 mg/día I 24 h 24 h 48 h H: no
P: no
Digitoxina H (R) 0,1-0,2 mg/día D 100% 100% 10% H: no
P: no
(Continúa)
180
FÁRMACOS E INSUFICIENCIA RENAL
Hipotensores
Atenolol R 50-100 mg/día D 100% 50% 25% H: 25-50 mg
P: no
Captopril R (H) 25-50 mg/8 h D 100% 75% 50% H: 20-35%
I 12 h 24 h P: no
Enalapril H 5-10 mg/12 h D 100% 75-100% 50% H: 20-25%
P: no
Lisinopril R 5-10 mg/día D 100% 50-75% 25-50% H: 20%
P: no
Diltiazem H 30-90 mg/8 h D 100% 100% 100% H: no
P: no
Doxazosina ? 1-16 mg/día D 100% 100% 100% H: no
P: no
Nifedipina H 10-30 mg/8 h D 100% 100% 100% H: no
P: no
Propranolol H 80-160 mg/12 h D 100% 100% 100% H: no
P: no
Hipolipemiantes
Clofibrato H (R) 500-1.000 mg/ I 12 h 12-24 h Evitar H: no
12 h P: no
Lovastatina H 20-80 mg/24 h D 100% 100% 100% H: no
P: no
Otros:
Azatioprina H 1,5-2,5 D 100% 75% 50% H: dosis post-HD
mg/kg/día P: ?
Ciclofosfamida H 1-5 mg/kg/día D 100% 100% 75% H: 50% dosis
P: ?
Ciclosporina H 3-10 mg/kg/día D 100% 100% 100% H: no
P: no
Cimetidina R 400 mg/12 h D 75-100% 50-75% 25-50% H: no
P: no
Cisplatino R 20-120 mg/m2 D 100% 75% 50% H: dosis post-HD
P: ?
Metoclopramida H (R) 10-15 mg/6 h D 75-100% 75% 50% H: no
P: no
(Continúa)
181
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
182
FÁRMACOS E INSUFICIENCIA RENAL
(Continúa)
183
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Inotrópicos Vasodilatadores
Amrinona, dobutamina, milrinona Minoxidil, nitroprusiato
BIBLIOGRAFÍA
184
FÁRMACOS E INSUFICIENCIA RENAL
Reidenberg MM. Principles of drug dosing in renal failure. En: De Broe ME, Porter GA,
Bennett WM, Verpooten GA, eds. Clinical nephrotoxins. Renal injury from drugs
and chemicals. Kluwer Academic Publishers 1998; 465-468.
Shuler C, Golper TA, Bennett WM. Prescribing drugs in renal disease. En: Brenner BM.
The Kidney, 5.ª ed. Filadelfia: WB Saunders, 1996; 2653-2695.
Verpooten GA, Bennett WM. Practical dosing. En: De Broe ME, Porter GA, Bennett
WM. Verpooten GA, eds. Clinical nephrotoxins. Renal injury from drugs and
chemicals. Kluwer Academic Publishers 1998; 469-478.
185
T RASTORNOS HIDROELECTROLÍTICOS 12
Y DEL EQUILIBRIO ÁCIDO-BASE
Coordinadores
R. Alcázar Arroyo
Servicio de Nefrología
Hospital de Alarcos. Ciudad Real
C. Caramelo Díaz
Servicio de Nefrología
Fundación Jiménez Díaz. Madrid
Expertos
C. Quereda Rodríguez-Navarro
Servicio de Nefrología
Hospital Ramón y Cajal. Madrid
M. Rodríguez Portillo
Servicio de Nefrología
Hospital Reina Sofía. Córdoba
J. Rodríguez Soriano
Departamento de Pediatría
Hospital de Cruces. Bilbao
ACTITUD GENERAL
1
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
SÍNDROMES HIPOOSMOLARES/HIPONATREMIA
2
TRASTORNOS HIDROELECTROLÍTICOS Y DEL EQUILIBRIO ÁCIDO-BASE
3. Hipersecreción de ADH
a) Por estímulo hemodinámico (disminución del VCE)
– Con disminución del volumen del LEC
• Pérdidas extrarrenales
Digestivas
Vómitos, succión nasogástrica, diarrea, laxantes
Tercer espacio
Íleo, pancreatitis, músculo (aplastamiento), piel (quemaduras)
• Pérdidas renales
Nefropatías-pierde-sal
Diuréticos
Insuficiencia suprarrenal
Síndrome cerebral pierde-sal
• Pérdidas mixtas (renales y extrarrenales)
Vómitos
– Con aumento del volumen del LEC
Insuficiencia cardíaca
Cirrosis
Síndrome nefrótico
3
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
2. Enfermedades pulmonares
Tumores (carcinoma oat-cell)
Infecciones (tuberculosis, neumonía, etc.)
3. Fármacos
Hormona antidiurética y análogos ADH, DAVP, oxitocina
Antineoplásicos: ciclofosfamida, vincristina, vinblastina
Antidiabéticos: clorpropamida, tolbutamida
Psicotropos: amitriptilina, haloperidol, etc.
4. Miscelánea
Náuseas
Sida
4
TRASTORNOS HIDROELECTROLÍTICOS Y DEL EQUILIBRIO ÁCIDO-BASE
Equilibrio Úrico K Na Cl
Síndrome ácido-base plasma plasma orina orina
5
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
FIGURA 12.1.
Síntomas Síntomas
Sí No Sí No
Muy raro
(reconsiderar tiempo)
6
TRASTORNOS HIDROELECTROLÍTICOS Y DEL EQUILIBRIO ÁCIDO-BASE
7
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
SÍNDROMES HIPEROSMOLARES/HIPERNATREMIA
PRINCIPIOS GENERALES
8
TRASTORNOS HIDROELECTROLÍTICOS Y DEL EQUILIBRIO ÁCIDO-BASE
CÁLCULOS
9
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
FIGURA 12.2.
Hipernatremia
Antecedentes de administración de Na
desproporcionadamente alta con respecto al agua
Sí No
Sí No
DI central DI nefrogénica
10
TRASTORNOS HIDROELECTROLÍTICOS Y DEL EQUILIBRIO ÁCIDO-BASE
Etiología (fig. 12.3). Desde un punto de vista práctico, ante una hipopotasemia
casi siempre existirá una caliuresis inapropiadamente alta. Las causas más fre-
cuentes son vómitos, uso de diuréticos y diarrea. Si el volumen extracelular está
bien expandido habrá que descartar la existencia de hiperaldosteronismo. En
este sentido, el hallazgo de HTA puede ser clave para el diagnóstico.
1. Musculares
Arritmias (especialmente en presencia de digital)
Debilidad, calambres, mialgias, rabdomiólisis
Íleo paralítico
2. Renales
Enfermedad intersticial medular
Diabetes insípida nefrogénica
3. Neurológicos
Sed
Hiporreflexia
Parestesias
11
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
FIGURA 12.3.
Hipopotasemia
Potasio urinario
Regaliz Hiperaldosteronismo
Síndrome de Liddle primario
Mineralocorticoide
exógeno
Anfotericina B
12
TRASTORNOS HIDROELECTROLÍTICOS Y DEL EQUILIBRIO ÁCIDO-BASE
HIPERPOTASEMIA
13
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
FIGURA 12.4.
Hiperpotasemia
¿Cómo es la excreción
Muestra hemolizada urinaria de potasio?
Leucocitosis o trombosis intensas
Baja Alta
Torniquete muy apretado
¿Existe aporte
exógeno de potasio?
(Continúa)
14
TRASTORNOS HIDROELECTROLÍTICOS Y DEL EQUILIBRIO ÁCIDO-BASE
15
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
ACIDOSIS METABÓLICA
T R ATA M I E N T O
16
FIGURA 12.5.
Acidosis metabólica
Anión gap
No elevado Elevado
Cetoacidosis ¿Hipoxia?
No Sí
Sí No
17
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
1. Acidosis extrema con riesgo vital (pH 7 o menor; [CO3H–]p < 5 mmol/l).
2. Acidosis con generación rápida de H+, con el fin de ganar tiempo vital has-
ta que se consigue corregir la causa.
3. Acidosis con compensación respiratoria insuficiente.
4. Acidosis por intoxicaciones con sustancias ácidas o productoras de ácido.
En algunas de ellas, la alcalinización de la orina permite aumentar el acla-
ramiento del ácido, como en la intoxicación por aspirina.
5. Acidosis en las lisis tumorales con alta producción de ácido úrico, en las
que interesa la alcalinización de la orina.
ALCALOSIS METABÓLICA
18
TRASTORNOS HIDROELECTROLÍTICOS Y DEL EQUILIBRIO ÁCIDO-BASE
1. Pérdida de hidrogeniones
Pérdidas gastrointestinales
Vómitos
Sonda nasogástrica
Diarreas de adenomas vellosos
Pérdidas renales
Diuréticos
Hiperaldosteronismo primario o secundario. Situaciones de exceso de otros
mineralocorticoides
Hipercalcemia
Posthipercapnia aguda
Movimiento de H+ al espacio intracelular
Hipopotasemia
Intoxicación por bario
2. Exceso de bicarbonato
Transfusiones masivas de hemoderivados
Administración de bicarbonato
Síndrome de leche y alcalinos
Tratamiento. Suero salino en las alcalosis clorosensibles, que son aquellas que
se presentan con depleción del volumen intravascular y Clu < 20 mEq/l. En
las alcalosis clororresistentes suele existir hipertensión arterial e hiperaldos-
teronismo, siendo el tratamiento el de la causa, espironolactona o amiloride.
Si la alcalosis metabólica es muy severa (pH > 7,70) y/o se acompaña de
hipoventilación significativa (pCO2 > 60), habrá que administrar soluciones
ácidas intravenosas: 150 mEq de HCl disueltos en un litro de agua destila-
da estéril (disolución 0,15 N) a pasar en 8-24 h por una vía central. Contro-
les gasométricos cada 2-3 h. En caso de alcalosis extremas con riesgo vital,
19
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
FIGURA 12.6.
Alcalosis metabólica
Ingesta de bicarbonato
Resinas de intercambio
Síndrome leche y alcalinos ¿Existe hipovolemia?
Vómitos Sí No
20
TRASTORNOS HIDROELECTROLÍTICOS Y DEL EQUILIBRIO ÁCIDO-BASE
HIPOCALCEMIA
21
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
FIGURA 12.7.
Hipocalcemia
PTH PTH
Mg Mg Mg normal P P normal o
La PTH normal depende del método de medición. Por IRMA corresponde a 10-40 pg/ml.
22
TRASTORNOS HIDROELECTROLÍTICOS Y DEL EQUILIBRIO ÁCIDO-BASE
HIPERCALCEMIA
FIGURA 12.8.
Hipercalcemia
PTHrP PTHrP
HPTH: hiperparatiroidismo.
La medición de PTHrP debe hacerse si se tiene sospecha o evidencia de tumor.
23
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
4. Quelar el calcio
Fósforo i.v.: sólo en hipercalcemias muy graves. No elimina calcio, sino que lo deposita en
tejidos blandos
24
TRASTORNOS HIDROELECTROLÍTICOS Y DEL EQUILIBRIO ÁCIDO-BASE
– Si calcio > 12 mg/dl: restaurar volumen, diuresis salina más agresiva. Cal-
citonina, bifosfonatos y esteroides si se sospecha aumento de la absorción
intestinal de calcio.
HIPOFOSFOREMIA
Clínica. Sólo es evidente con fosfatemias inferiores a 1,5 mg/dl. Incluye rab-
domiólisis, cardiomiopatía, arritmias, insuficiencia respiratoria, disminución
de la oxigenación hística debida a descenso en el 2-3DPG eritrocitario, dismi-
nución de la fagocitosis y opsonización leucocitaria, osteomalacia, hipercal-
cemia y acidosis metabólica. En casos severos aparece encefalopatía meta-
bólica con irritabilidad, disartria, confusión, convulsiones, obnubilación y
coma.
Tratamiento
– Preventivo. En pacientes con nutrición parenteral, o que tomen gran canti-
dad de antiácidos, en alcohólicos y pacientes con cetoacidosis diabética.
Puede administrarse por vía oral o intravenosa en casos graves, con moni-
torización frecuente de los valores plasmáticos de fósforo.
– En hipofosforemia establecida. Vía oral: 3 g/día de fosfato sódico o potá-
sico. En caso de hipofosfatemia grave o si no puede usarse la vía oral, se
administrará por vía intravenosa, 2,5-5 mg de P (0,08-0,16 mM) por kilo
de peso en 0,5 l de dextrosa al 5% con ClNa 0,45 N cada 6 h. Suspen-
der al alcanzar P = 1,5 mg/dl.
25
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
FIGURA 12.9.
Hipofosfatemia
HIPERFOSFOREMIA
26
TRASTORNOS HIDROELECTROLÍTICOS Y DEL EQUILIBRIO ÁCIDO-BASE
FIGURA 12.10.
Hiperfosfatemia
Tratamiento
– Preventivo. En el caso de lisis tumoral por quimioterapia. Consiste en hidra-
tar bien al paciente con suero salino.
– En hiperfosfatemias establecidas. Hemodiálisis con membranas de alta per-
meabilidad en hiperfosfatemias severas, especialmente en presencia de in-
suficiencia renal. La hiperfosfatemia crónica de la insuficiencia renal se trata
con dietas pobres en fósforo y quelantes de fósforo (carbonato y acetato
cálcico e hidróxido de aluminio).
Distribución corporal: hueso: 53%; músculo: 27%; otros tejidos: 19%; líqui-
do extracelular (LEC): 1%. Concentración normal (plasma): oscila entre 1,7
27
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
y 2,1 mg/dl (1,4-1,7 mEq/l), 60% como Mg-ion libre, 33% unido a las pro-
teínas y 7% en complejos de citrato, fosfato y bicarbonato. Necesidades dia-
rias: 5-6 mg/kg/día (300-350 mg/día en adultos, algo más en niños). Ma-
nejo: absorción intestinal (unos 120 mg/día), principalmente en el intestino
delgado. Por secreción intestinal, biliar y pancreática, se pierden unos 40 mg,
por lo que la absorción neta es pues de unos 100-120 mg/día (entre 1/3 y
1/2 del contenido dietético). En condiciones normales, todo el Mg absorbi-
do aparece íntegramente en orina. Entre el 70 y el 80% del Mg plasmático
es filtrado en el glomérulo y tiene un manejo tubular complejo. Los principa-
les factores que regulan el transporte tubular de Mg son: 1) concentración
plasmática: la hipomagnesemia aumenta el transporte, disminuyendo su ex-
creción. Por el contrario, la hipermagnesemia lo inhibe, favoreciendo su eli-
minación; 2) la hipercalcemia se asocia a hipercalciuria e hipermagnesiuria;
3) factores que producen cambios en el voltaje y permeabilidad en el asa
ascendente de Henle interfiriendo con la reabsorción de ClNa. Así, disminu-
yen la reabsorción tubular de Mg los diuréticos (osmóticos y de asa) y la ex-
pansión de volumen; 4) pH: la alcalosis metabólica estimula y la acidosis in-
hibe la reabsorción, y 5) la hipopotasemia y la depleción de fósforo inhiben
la reabsorción tubular.
DEPLECIÓN DE MAGNESIO
28
TRASTORNOS HIDROELECTROLÍTICOS Y DEL EQUILIBRIO ÁCIDO-BASE
1. Digestivas
Ingesta inadecuada
Desnutrición caloricoproteica; caquexia
Nutrición parenteral prolongada (reposición inadecuada)
Malabsorción de Mg
Adquirida: esprue; enteritis crónicas; síndrome de intestino corto
Congénita: hipomagnesemia intestinal primaria
Pérdidas digestivas de Mg
Succión nasogástrica; diarrea severa; laxantes
2. Pérdida renal
Intrínseca
Congénitas (tubulopatías)
Hipomagnesemia renal aislada
Hipomagnesemia-hipopotasemia familiar con hipocalciuria (síndrome de Gittelman)
Hipomagnesemia familiar con hipercalciuria
Síndrome de Bartter
Adquiridas: NTA poliúrica; síndrome de desobstrucción
Extrínseca
Expansión de volumen (fluidoterapia, hiperaldosteronismo)
Hipercalcemia: hipercalcemia maligna
Intoxicación vitamina D
Diuréticos: diuréticos de asa; tiacidas
Otros fármacos: cisplatino; aminoglucósidos; ciclosporina A
Alcoholismo
3. Miscelánea
Diabetes-cetoacidosis
Pancreatitis aguda
Tirotoxicosis
Quemaduras
29
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Hipomagnesemia
Hipomagnesemia familiar con Síndrome Síndrome
Clínica renal aislada hipercalciuria de Gitelman de Bartter
30
TRASTORNOS HIDROELECTROLÍTICOS Y DEL EQUILIBRIO ÁCIDO-BASE
31
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
FIGURA 12.11.
Mg sérico
Retención Mg Retención Mg
< 20% > 20-50%
Sin Depleción Mg
depleción causa extrarrenal
o renal pasada
32
TRASTORNOS HIDROELECTROLÍTICOS Y DEL EQUILIBRIO ÁCIDO-BASE
HIPERMAGNESEMIA
Causas
1. Insuficiencia renal. Muchos enfermos con insuficiencia renal crónica termi-
nal y algunos casos de fracaso renal agudo presentan hipermagnesemia
moderada (Mg plasmático entre 2,4 y 3,6 mg/dl). No obstante, estos en-
fermos están expuestos a una hipermagnesemia severa si se administran
antiácidos o laxantes conteniendo Mg.
2. Sobrecarga de Mg. Se han descrito casos ocasionales de intoxicación por
Mg en enfermos que lo reciben por vía intravenosa, oral o en forma de
enemas de Mg, especialmente en niños o en situación de insuficiencia re-
nal. Especialmente se han descrito casos en enfermas embarazadas con
eclampsia tratadas con preparados de Mg.
3. Insuficiencia suprarrenal, en paralelo a los valores de K.
4. Estados hipercatabólicos y síndrome de lisis tumoral.
Tratamiento
1. Prevención. No dar Mg en situación de IR, ni a niños pequeños, etc.
33
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
ALMACÉN
24 mg de Mg = 1 mmol = 2 mEq.
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
Burton DR. Clinical physiology of acid-base and electrolyte disorders, 4.ª ed. Filadel-
fia: McGraw-Hill Inc., 1994.
Halperin-Goldstein. Fluid, electrolyte and acid-base physiology, 3.ª ed. Filadelfia: W.B.
Saunders Co., 1998.
Hernando L. Nefrología clínica. Madrid: Ed. Médica Panamericana, 1997.
Krieger JN, Sherrard DJ. Practical fluids and electrolytes. Appleton & Lange, 1991.
Maxwell MH, Kleeman CH. Clinical disorders of fluid and electrolyte metabolism.
Filadelfia: McGraw-Hill Inc., 1994.
Montoliu J. Metabolismo electrolítico y equilibrado ácido-base. Barcelona: Mosby-
Doyma Libros, 1994.
Schrier RW. Renal and electrolyte disorders, 5.ª ed. Filadelfia, Nueva York: Lippincott-
Raven, 1997.
34
G LOMERULONEFRITIS PRIMITIVAS 13
Coordinador
M. Praga Terente
Servicio de Nefrología
Hospital 12 de Octubre. Madrid
Expertos
A. Gonzalo Fonrodona
Servicio de Nefrología
Hospital Ramón y Cajal. Madrid
R. Pérez García
Servicio de Nefrología
Hospital Gregorio Marañón. Madrid
Síndrome nefrótico. Se observa por una proteinuria superior a 3,5 g/día por
1,73 m2 que se relaciona con hipoproteinemia-hipoalbuminemia e hiperlipide-
mia. Desde un punto de vista clínico, el edema es la manifestación principal.
35
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
36
GLOMERULONEFRITIS PRIMITIVAS
Por último, la HTA es una manifestación muy frecuente en el conjunto de las GN.
CLASIFICACIÓN ANATOMOCLÍNICA
Los datos histológicos más distintivos de cada una de estas GN primitivas varían
en cada condición patológica. En las lesiones mínimas (LM) los glomérulos son
normales en la microscopia óptica y la inmunofluorescencia no muestra depó-
sitos; sólo se observa fusión de los podocitos de las células epiteliales en la
microscopia electrónica. En la hialinosis segmentaria y focal (HSF), también de-
nominada glomerulosclerosis focal, se observan lesiones de esclerosis parcial
que afectan un número variable de glomérulos. La GN membranosa (GNM) se
caracteriza por depósitos en la vertiente externa de la pared capilar que pro-
ducen un engrosamiento homogéneo y ausencia de proliferación celular. La GN
membranoproliferativa (GNMP) presenta una proliferación intensa de células
Lesiones mínimas
Hialinosis (glomerulosclerosis) segmentaria y focal
GN membranosa
GN membranoproliferativa (mesangiocapilar)
GN IgA
GN aguda postinfecciosa
GN extracapilar (rápidamente progresiva)
GN: glomerulonefritis.
37
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
LESIONES MÍNIMAS
LM 1 85 11 1 1 1 21
HSF 1 70 21 0 4 5 54
GNM 2 88 7 1 2 1 11
GNMP 10 46 21 2 9 12 60
IgA 2 10 44 31 4 9 38
GNA 37 15 10 3 32 3 63
GNEX 8 5 3 0 73 11 55
SNA: síndrome nefrítico agudo; SN: síndrome nefrótico; AUP: anomalías urinarias persistentes;
HR: hematuria recurrente; IRA: insuficiencia renal aguda; IRC: insuficiencia renal crónica;
HTA: hipertensión arterial; LM: lesiones mínimas; HSF: hialinosis segmentaria y focal;
GNM: glomerulonefritis membranosa; GNMP: glomerulonefritis membranoproliferativa;
IgA: glomerulonefritis IgA; GNA: glomerulonefritis aguda postinfecciosa; GNEX: glomerulonefritis
extracapilares.
38
GLOMERULONEFRITIS PRIMITIVAS
GLOMERULONEFRITIS MEMBRANOSA
GLOMERULONEFRITIS MEMBRANOPROLIFERATIVA
39
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
IGA
GLOMERULONEFRITIS EXTRACAPILARES
40
GLOMERULONEFRITIS PRIMITIVAS
TRATAMIENTO
MEDIDAS GENERALES
Dieta
La restricción de sal está indicada en las GN con HTA o con proteinuria im-
portante. El contenido proteico de la dieta debe reducirse a 30-60 g/día en
caso de insuficiencia renal establecida. Las dietas hipoproteicas enlentecen
la progresión de la lesión renal mediante diversos mecanismos (disminución
de la hipertensión intracapilar, efectos antiproliferativos y antihipertróficos),
pero debe vigilarse cuidadosamente el estado nutricional. El control de la
obesidad, el ejercicio físico y el abandono del hábito tabáquico son también
medidas importantes a largo plazo.
41
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Tratamientos hipolipemiantes
Las alteraciones del perfil lipídico son muy frecuentes en las GN, sobre todo
en las que cursan con síndrome nefrótico. Dado el riesgo cardiovascular aso-
ciado a estas alteraciones, en bastantes enfermos estará indicado el tratamien-
to con algún agente hipolipemiante (gemfibrozilo, probucol, estatinas). No
obstante, no se ha demostrado aún clínicamente que la mejoría del perfil li-
pídico tenga efectos favorables específicos a nivel renal.
42
GLOMERULONEFRITIS PRIMITIVAS
Tratamiento de la GN IgA
Los ensayos con esteroides, ciclofosfamida o ciclosporina no han mostrado
resultados concluyentes, por lo que no parece aconsejable su uso en esta en-
tidad de curso evolutivo lento. Las medidas conservadoras (dieta, control de
43
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
44
N EFROPATÍAS EN LAS ENFERMEDADES 14
SISTÉMICAS (I): LED, VASCULITIS
Coordinador/Experto
C. Quereda Rodríguez-Navarro
Servicio de Nefrología
Hospital Ramón y Cajal. Madrid
NEFROPATÍA LÚPICA
GLOMERULONEFRITIS LÚPICA
45
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Inmunofluorescencia
Clase A-P Microscopia óptica y microscopia electrónica
(Continúa)
46
NEFROPATÍAS EN LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS (I)
Inmunofluorescencia
Clase A-P Microscopia óptica y microscopia electrónica
(Continúa)
47
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Inmunofluorescencia
Clase A-P Microscopia óptica y microscopia electrónica
48
NEFROPATÍAS EN LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS (I)
GN: glomerulonefritis; SN: síndrome nefrótico; IR: insuficiencia renal; HTA: hipertensión
arterial; FR: función renal.
49
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
50
NEFROPATÍAS EN LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS (I)
51
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Por tanto, para tratar la nefropatía lúpica de clase IV, debemos asociar un
inmunodepresor a la prednisona. Todo lo demás permanece por dilucidar:
tipo de inmunodepresor, dosis, pauta y tiempo. Algunos trabajos demues-
tran mejores resultados en la función renal y una mayor toxicidad con ci-
52
NEFROPATÍAS EN LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS (I)
53
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
VASCULITIS
CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN
Afectan grandes vasos del tamaño de la aorta o sus ramas principales. No da-
ñan a arteriolas, capilares o vénulas. Rara vez afectan el riñón y nunca produ-
cen glomerulonefritis. Los anticuerpos tipo ANCA son siempre negativos. Se des-
54
NEFROPATÍAS EN LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS (I)
criben dos tipos fundamentales: las arteritis de células gigantes (ACG) y las arte-
ritis de Takayasu, cuyas principales características se describen en la tabla 14.5.
Arteritis de Takayasu
VS granulomatosa que afecta Predominio en mujeres Hipertensión arterial
con más frecuencia el jóvenes vasculorrenal y/o
cayado aórtico y ramas Cuadro sistémico con brotes nefropatía isquémica que
principales (subclavia, agudos (fiebre, síntoma puede conducir a la
carótidas, etc.), pero general) y fenómenos insuficiencia renal
también las arterias isquémicos terminal
renales dando lugar Episodios agudos tratados con La angioplastia transluminal
a su estenosis altas dosis de corticoides percutánea (tratamiento
(eficacia no establecida) de estenosis críticas) ha
mejorado el pronóstico
VS: arteritis de vaso grande; PAN: panarteritis nudosa.
55
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Las vasculitis con afectación de pequeños vasos sanguíneos tienen lugar en:
capilares, vénulas, arteriolas y rara vez arterias pequeñas. La lesión del capi-
Enfermedad de Kawasaki
Arteritis de arterias grandes, Enfermedad febril de la infancia En la historia natural, no se
medianas y pequeñas Presenta adenopatías no afecta el riñón
asociada al síndrome supuradas y tendencia a
linfoide mucocutáneo. afectar las arterias coronarias
Pueden afectarse la aorta que puede ocasionar la muerte
y las grandes venas por infarto
56
NEFROPATÍAS EN LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS (I)
57
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
58
NEFROPATÍAS EN LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS (I)
1. Manifestaciones generales
• Edad > 50 años (aunque puede verse en cualquier edad)
• Manifestaciones sistémicas muy frecuentes: malestar general, adelgazamiento, fiebre
(90%), mialgias (50%), artralgias migratorias (30-40%)
• Cuadro cutáneo: púrpura palpable (típicamente en extremidades inferiores), urticaria,
equimosis, petequias, nódulos, úlceras
• Polineuropatía: mononeuritis múltiples (40%)
• Iritis, uveítis y episcleritis: síndrome doloroso de «ojo rojo»
• Hemorragias digestivas altas (ulcus duodenal o gástrico) o bajas (intestinales)
• Factores precipitantes (infecciones, fármacos, etc.) en un 20-30% de los casos
2. Manifestaciones respiratorias
• Muy frecuentes (más del 50% de casos). Más frecuente en la enfermedad de Wegener
(EW), pero son también muy comunes en la panarteritis nudosa microscópica y Churg-Strauss
• Puede ser asintomático o presentar tos, disnea, hemoptisis
• Hemorragia pulmonar: 10% casos (mortalidad 50%)
• Síntomas tracto respiratorio superior más frecuentes en EW. Rinorrea/otorrea purulenta
y/o hemorrágica y/o perforación tabique nasal se consideran diagnósticas de EW
• Churg-Strauss: mujeres con historia de asma/rinitis y eosinofilia
• Radiología: infiltrados cambiantes o localizados; imágenes nodulares y/o cavitadas
3. Manifestaciones renales
• Muy frecuente. Precoz (80% en los primeros 2 años)
• Patrones clínicos:
– Glomerulonefritis rápidamente progresivas (proteinuria, hematuria importante,
cilindros hemáticos, rápida progresión a la insuficiencia renal)
– Microhematuria + proteinuria sin insuficiencia renal inicial
– Insuficiencia renal aguda, tributaria de diálisis. El 20% de los casos presentan
insuficiencia renal terminal en el momento del diagnóstico
• En Churg-Strauss comienzo más tardío y evolución menos agresiva
• No hay otras diferencias sustanciales entre los diferentes tipos de vasculitis de pequeño
vaso-ANCA
59
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
2. Estudios complementarios
– Anemia, leucocitosis, aumento de VSG
– Eosinofilia (importante en ChS)
– ANCA
• Diagnóstico de VPV-paucinmune: sensibilidad: 95%
especificidad: 99%
valor predictivo positivo: 94%
• Un 5 y 10% de ANCA negativos
• El patrón de ANCA no es exclusivo de ningún tipo de VPV, si bien algunos detalles
son indicativos (tabla 14.9)
3. Estudios histológicos
Son lesiones diagnósticas de VPV:
a) Glomerulonefritis necrosante extracapilar inmunonegativa (biopsia renal)
b) Vasculitis necrosante en vasos viscerales (músculo, nervio, testículo)
IR: insuficiencia renal; EW: enfermedad de Wegener; ChS: síndrome de Churg-Strauss; VPV: vasculitis
de pequeño vaso.
60
NEFROPATÍAS EN LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS (I)
Por técnica de ELISA en fase sólida se demuestra que un 90% de los casos de
ANCA-c reaccionan contra una proteinasa de serina del citoplasma de neutró-
filos y monocitos (PR3), mientras que el 90% de los patrones ANCA-p en en-
fermos con VPV corresponden a mieloperoxidasa (MPO). Sin embargo, el pa-
trón ANCA-p es menos específico de VPV, y puede ser positivo en otras
enfermedades autoinmunes como la colitis ulcerosa, la colangitis esclerosante
primaria y la enfermedad de Felty. No obstante, en estos casos la especifici-
dad suele corresponder a anticuerpos dirigidos a antígenos diferentes a la
MPO (lactoferrina, elastasa, transferrina).
Por otra parte, no hay que olvidar que todo esquema terapéutico requiere su
individualización al caso concreto. Esto es especialmente necesario en los
61
62
TABLA 14.9. CARACTERÍSTICAS DIFERENCIALES ENTRE LAS VARIEDADES DE VASOS DE PEQUEÑO TAMAÑO-ANCA
1. PAN microscópica
Anatomía patológica Clínica Serología
VPV no granulomatosa que afecta vénulas, Síntomas comunes a VPV ANCA positivo, en el 80-90%
capilares, arteriolas y pequeñas arterias Los síntomas de tracto respiratorio IF: predomina el patrón
superior (ORL) son menos ANCA-p (50-70%)
frecuentes que en enfermedad ANCA-c (30-50%)
de Wegener ELISA: predomina anti-MPO (antimieloperoxidasa)
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
2. Enfermedad de Wegener
Anatomía patológica Clínica Serología
Inflamación granulomatosa del tracto Síntomas de tracto respiratorio ANCA positivo, en el 80-90%
respiratorio, asociada a VPV necrosante superior más frecuentes en la IF: predomina el patrón
paucinmune EW ANCA-c (60-80%)
El granuloma de la EW, situado en relación La presencia de rinorrea/otorrea ANCA-p (20-40%)
a un vaso (arteriola o vénula), es un purulenta y/o hemorrágica se ELISA: predomina anti-PR3 (antiproteinasa)
cúmulo irregular de células epiteloides, considera por algunos
linfoplasmocitarias y eosinófilos con diagnóstica de EW
centro necrótico
(Continúa)
TABLA 14.9. CARACTERÍSTICAS DIFERENCIALES ENTRE LAS VARIEDADES DE VASOS DE PEQUEÑO TAMAÑO-ANCA (CONT.)
3. Enfermedad de Churg-Strauss
Anatomía patológica Clínica Serología
VS necrosante de pequeño vaso asociada Más frecuente en mujeres con ANCA positivo, en el 60%
a granulomatosis extravascular del tracto antecedentes de rinitis y asma IF: predomina el patrón
respiratorio Eosinofilia importante (> 10%) ANCA-p (40-50%)
Los granulomas presentan necrosis central ANCA-c (5-10%)
y celularidad epiteloide de predominio ELISA: predomina anti-MPO
eosinofílico
PAN: panarteritis nudosa; VPV: vasculitis de pequeño vaso; EW: enfermedad de Wegener; IF: inmunofluorescencia; VS: vasculitis sistémica;
PAN-m: panarteritis nudosa microscópica.
NEFROPATÍAS EN LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS (I)
63
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
casos con vasculitis en los que constantemente hay que modificar la estrate-
gia terapéutica inicial en función de la susceptibilidad individual, edad, res-
puesta, efectos secundarios, recidiva, etc. Dada la evidente relación entre la
respuesta terapéutica y la precocidad de inicio, éste debe hacerse cuanto
antes. En casos severos, con alto índice de sospecha está indicado comenzar
a tratar antes de conocer el resultado de la biopsia.
Mantenimiento
– Prednisona: mantener dosis inicial durante un mes, luego pasar a dosis al-
ternas el segundo mes e ir bajando a lo largo del tercer mes hasta suspen-
derlo. Otros autores utilizan dosis iniciales más elevadas de prednisona y
la mantienen durante más tiempo (generalmente 6 meses).
– Ciclofosfamida: si se ha producido remisión completa, puede interrumpir-
se a los 6 meses, extremando los controles pues el riesgo de recidiva es muy
alto. En caso contrario, prolongar hasta 1-1,5 años (esta alternativa es se-
guida, en cualquier caso, por muchos autores, incluyendo la pauta segui-
da en nuestro equipo). Está claro que el tratamiento indefinido con ciclofos-
famida conlleva riesgos intolerables, incluyendo una mayor incidencia de
cáncer en los tratados con más de un año con este fármaco.
64
NEFROPATÍAS EN LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS (I)
65
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Más frecuente en niños entre los 2 y 10 años de edad, aunque puede darse
en cualquier edad, incluso en ancianos. Prevalencia: 14 casos/100.000
niños entre 2 y 10 años. Ritmo estacional, con picos en invierno y primave-
ra. En un 50-90% existe el antecedente de infección respiratoria.
66
NEFROPATÍAS EN LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS (I)
67
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
68
NEFROPATÍAS EN LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS (I)
Se han recomendado múltiples tratamientos para tratar los casos con nefro-
patía activa, severa, en evolución hacia insuficiencia renal: corticoides en
pulsos y/o por vía oral solos o asociados a ciclofosfamida, azatioprina o ci-
closporina, plasmaféresis, inmunoglobulinas, danazol y aceite de pescado.
Los estudios en los que se basan son retrospectivos, no controlados, con po-
cos casos, siendo imposible obtener de ellos conclusiones objetivas, basadas
en hechos científicamente probados.
69
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
70
NEFROPATÍAS EN LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS (I)
71
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
72
NEFROPATÍAS EN LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS (I)
73
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Agnello V, Chung RT, Kaplan LM. A role for hepatitis C virus infection in type II crioglo-
bulinemia. N Engl J Med 1992; 327:1490-1493.
Flamm S, Chopra S, Rose BD. Clinical characteristics of mixed crioglobulinemia. En:
Base de datos Up-to-Date, 1998; 800:998-6374.
Haycock GB. The nephritis of Schönlein-Henoch purpura. The kidney in systemic disea-
se. En: Davison AM, Cameron JS, Günfeld JP, Kerr D, eds. Oxford textbook of cli-
nical nephrology. Oxford: Oxford University Press, 1998.
Misisani R, Bellavita P, Fellini D et al. Hepatitis C virus infection in patients with essential
mixed crioglobulinemia. Ann Intern Med 1992; 117:573-577.
Sansomo D, De Vita S, Iacobelli AR et al. Clonal analysis of intahepatic B cells from
HCV-infected patients with and without crioglobulinemia. J Immunol 1998; 160:
3594-3597.
Tisher CG. Mixed Crioglobulinemia. En: Brenner BM, ed. Renal pathology. Filadelfia:
J.B. Lippincott Co., 1989; 1397-1404.
74
N EFROPATÍAS EN LAS ENFERMEDADES 15
SISTÉMICAS (II): MIELOMA, AMILOIDOSIS,
DIABETES, HIPERURICEMIA
Y ENVEJECIMIENTO, EN LAS INFECCIONES:
ENDOCARDITIS, LÚES, PALUDISMO,
HEPATITIS B Y C, VIH Y CIRROSIS HEPÁTICA
Coordinador
J. Calls Ginesta
Servicio de Nefrología
Fundación Hospital de Manacor. Mallorca. Baleares
Expertos
A. Martínez Castelao
Servicio de Nefrología
Hospital Príncipes de España. Bellvitge. Hospitalet de Llobregat. Barcelona
R. Romero González
Servicio de Nefrología
Hospital Germans Trias i Pujol. Badalona. Barcelona
MIELOMA
CONCEPTO Y EPIDEMIOLOGÍA
PATOGENIA
7 5
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
7 6
NEFROPATÍAS EN LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS (II)
DIAGNÓSTICO
TRATAMIENTO
A M I LOIDOSIS RENAL
CONCEPTO
7 7
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
se a la proteína sérica P (SAP), que se deposita en los tejidos con una nota-
ble estabilidad. El depósito se tiñe con el rojo Congo y la tioflavina T y adopta
una disposición característica fibrilar con el microscopio electrónico. Desde
el punto de vista bioquímico la sustancia amiloide está formada por las pro-
teínas específicas de amiloide y componentes comunes. De los diferentes ti-
pos de amiloidosis sólo trataremos la amiloidosis primaria (AL) y secundaria
(AA).
ETIOPATOGENIA
Amiloidosis secundaria
Es consecuencia de una gran variedad de procesos inflamatorios crónicos co-
mo la artritis reumatoidea; procesos infecciosos crónicos como la tuberculosis,
osteomielitis, infecciones subcutáneas crónicas en heroinómanos; enfermeda-
des neoplásicas; fiebre mediterránea familiar, etc. La inflamación crónica
conduce a un aumento de síntesis por el hígado de la proteína amiloide sérica
A (SAA) que es degradada por los macrófagos circulantes en un fragmento
que se deposita en los tejidos (amiloidosis AA).
Amiloidosis primaria
El depósito hístico es secundario a fragmentos de cadenas ligeras monoclo-
nales y lo mismo ocurre con la amiloidosis asociada al mieloma múltiple
(amiloidosis AL). El depósito en estos casos está formado por la porción ter-
minal NH-2 de la región variable de la cadena ligera, lambda con mucha más
frecuencia que kappa, pero con sustitución de algunos aminoácidos. La pre-
sencia de esta alteración de la región variable es lo que explica que la
inmunofluorescencia anticadenas ligeras sea débil.
ANATOMÍA PATOLÓGICA
7 8
NEFROPATÍAS EN LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS (II)
CLÍNICA
DIAGNÓSTICO
7 9
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
PRONÓSTICO
TRATAMIENTO
DIÁLISIS Y TRASPLANTE
Los pacientes que presentan insuficiencia renal terminal pueden ser tratados
mediante hemodiálisis o diálisis peritoneal con una eficacia similar, si bien
con peores resultados que los pacientes sin amiloidosis. El pronóstico está
condicionado por la afectación extrarrenal, sobre todo cardíaca. La experien-
cia en trasplante renal es limitada, pero la supervivencia es inferior a los pa-
cientes sin amiloidosis.
EPIDEMIOLOGÍA
8 0
NEFROPATÍAS EN LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS (II)
DM tipo I
Cuantificación de la EUA, que se practicará en todos los pacientes con DM
a partir de los 12 años y hasta los 70, salvo excepciones. La detección de la
8 1
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
DM tipo II
Detección de nefropatía igual que para los enfermos diabéticos tipo I.
DM tipo I
Optimización del control metabólico. Objetivo prioritario: conseguir unos va-
lores de HbA1c inferiores a 7-8%. Dieta propia de la diabetes, ajustar el con-
tenido proteico de la dieta a 0,8 g/kg/día –máximo 10% del contenido
calórico diario–. Abandono del tabaco. Se aconseja realizar ejercicio mode-
rado. Se prestará especial atención al control de la TA y de la microalbuminu-
ria, siendo los objetivos conseguir un control de TA inferior a 130/85 mmHg
y una reducción de la EUA del 50%. Con cifras tensionales inferiores (120 a
80 mmHg), la evolución puede ser mejor, según la tolerancia del paciente. Tra-
tamiento farmacológico de elección inicial: inhibidores de la enzima conversora
de la angiotensina (IECA) tanto en pacientes hipertensos como en normotensos
8 2
NEFROPATÍAS EN LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS (II)
DM tipo II
Las medidas higienicodietéticas recomendadas y el control metabólico serán
los mismos que los indicados para la DM tipo I. Se deberá mantener la TA por
debajo de 130/85 mmHg, debiéndose intentar una reducción en la EUA del
50%. El tratamiento de primera elección será también una IECA, a dosis pro-
gresivas. Será imprescindible controlar el potasio y la creatinina plasmáticos,
iniciando este control 7-15 días después de establecido el tratamiento. El uso
de los antagonistas del calcio está en debate, por la mayor incidencia de
episodios de infarto agudo de miocardio en pacientes tratados con nisoldi-
pino comparados con pacientes tratados con enalapril.
FASE DE PROTEINURIA
DM tipo I
Se considerará que existe proteinuria cuando la EUA sea superior a 200 µg
de albúmina por minuto, en orina minutada (300 mg/día en orina de 24 h,
300 mg/g creatinina o 500 mg de proteinuria al día) detectados en dos oca-
siones con un intervalo de 3 meses. Esta es ya una fase irreversible. Se de-
berá ajustar el contenido proteico de la dieta a 0,8 g/kg/día. Los objetivos
en cuanto a control metabólico, régimen de vida y control de la TA serán los
mismos que los referidos en la fase de microalbuminuria. El paciente ha de
ser valorado por el nefrólogo, siendo fundamental conseguir un control coordi-
nado entre el endocrinólogo y el nefrólogo.
DM tipo II
El criterio de cuantificación será el mismo que para la DM tipo I. Los objeti-
vos del control metabólico, régimen de vida y de la TA serán los mismos que
los referidos para la DM tipo II en la fase de microalbuminuria. Mantener un
8 3
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Situación del paciente con creatinina plasmática igual o superior a 1,4 mg/dl
en varones y 1,3 mg/dl en mujeres. Durante esta fase los objetivos se encami-
nan a enlentecer la progresión de la insuficiencia renal crónica, prevenir el resto
de las complicaciones de la DM y preparar al paciente para el tratamiento
sustitutivo renal. Debe prestarse atención especial a la aparición de hiperpo-
tasemia grave, así como la posibilidad de insuficiencia renal por nefropatía is-
quémica, inducidas ambas por el tratamiento con IECA. Deben manejarse con
sumo cuidado los medios diagnósticos o fármacos potencialmente nefrotóxicos
(AINE, contrastes yodados, aminoglucósidos, etc.). Los diuréticos ahorradores
de potasio están contraindicados como norma general, quedando reservada
su indicación para casos particulares.
DM tipo I
Es aconsejable el seguimiento conjunto por el endocrinólogo y el nefrólogo.
DM tipo II
Las recomendaciones básicas son las mismas que en el diabético tipo I. Está
contraindicado en esta fase el uso de sulfonilureas y biguanidas, por la po-
sibilidad de inducir hipoglucemia incontrolable o acidosis láctica. El paciente
con ND e insuficiencia renal se considera tributario de control nefroendocrino-
lógico preferentemente hospitalario.
8 4
NEFROPATÍAS EN LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS (II)
El metabolismo anormal por exceso de ácido úrico puede originar tres tipos
diferentes de afectación renal: la nefropatía hiperuricémica aguda, la nefro-
patía hiperuricémica crónica y la litiasis por ácido úrico.
8 5
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Una vez instaurado el FRA, además del tratamiento con alopurinol debe ase-
gurarse una correcta fluidoterapia y puede añadirse un diurético proximal o
de asa, para intentar el «lavado» de los cristales. No debe administrarse en
este momento bicarbonato sódico, porque es muy difícil elevar el pH urina-
rio a este nivel. En casos de oligoanuria puede no quedar más remedio que
practicar diálisis para eliminar el exceso de ácido úrico circulante.
8 6
NEFROPATÍAS EN LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS (II)
Cursa con dolor cólico (cólico nefrítico), pero también puede ser asintomática.
La litiasis úrica idiopática se acompaña de otros trastornos metabólicos (la
uricemia puede ser normal, existe hiperuricosuria en un reducido porcenta-
je de pacientes y el pH urinario es ácido [< 5,5]). La litiasis úrica es radiotrans-
parente, por lo que para un diagnóstico de localización habremos de recu-
rrir a la ecografía abdominal o a la pielografía. Ha de practicarse un estudio
metabólico, valorando la eliminación urinaria de calcio, fósforo, magnesio
y ácido úrico.
8 7
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Como ocurre con otros órganos del cuerpo humano el riñón presenta, con la
edad, una disminución de su función y de cambios estructurales, si bien estos
cambios no se observan de manera uniforme ni en su cantidad ni en su cuali-
dad. En general observamos un descenso de la función renal, del flujo plasmá-
tico renal y de la capacidad de controlar el metabolismo hidroelectrolítico.
FUNCIÓN GLOMERULAR
FUNCIÓN TUBULAR
8 8
NEFROPATÍAS EN LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS (II)
ENDOCARDITIS
8 9
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
9 0
NEFROPATÍAS EN LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS (II)
LÚES
PALUDISMO
Histología
Lesiones glomerulares mínimas (22% de casos), GN proliferativa difusa (35%),
GN proliferativa focal (14%), GN membranosa (12%). Otras formas de GN:
17%. La microscopia electrónica detecta depósitos subendoteliales y zonas
lacunares en la membrana basal. La inmunofluorescencia puede revelar depó-
sitos de IgG, IgM y C3. En algunos casos se ha detectado el antígeno de
P. malariae en la elución conteniendo anticuerpos.
Clínica
Proteinuria pobremente selectiva en 80% de casos. Se presenta hipertensión
arterial conforme avanza la insuficiencia renal. Puede evolucionar a la escle-
rosis global, con insuficiencia renal progresiva después de 3 a 5 años.
9 1
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Tratamiento
Suele ser ineficaz, excepto los esteroides en algunos casos de lesiones míni-
mas que cursan con proteinuria altamente selectiva.
HEPATITIS B
Existe un número importante de patología renal que puede ocurrir como con-
secuencia de una infección por el virus de la hepatitis B: crioglobulinemia mixta
esencial, glomerulonefritis membranoproliferativa, nefropatía membranosa,
vasculitis necrosante sistémica. Ocurre fundamentalmente en niños de zonas en-
démicas. En la actualidad, debido a la baja prevalencia de portadores sanos
en Europa, existe una baja incidencia de enfermedades renales asociadas al
virus B de la hepatitis.
Nefropatía membranosa
En zonas endémicas predomina en niños varones entre los 6 y 7 años de
edad. La transmisión es por contactos dentro del domicilio familiar. Los pacien-
tes son portadores AgHBs, AgHBe así como anticuerpos anti-HBc. Presentan
moderadas elevaciones de las transaminasas sin antecedentes claros de he-
patitis aguda. Desde el punto de vista renal, existe proteinuria en general de
rango nefrótico y hematuria microscópica. La función renal suele ser normal.
La regla es una remisión espontánea en un 90% a los 7 años de seguimien-
to, en general acompañando a la desaparición de la antigenemia y conver-
sión positiva del anticuerpo anti-HBe. En las formas espontáneas en pacien-
tes adultos, la nefropatía membranosa se transmite en esencia por vía sexual,
por administración intravenosa de drogas y por transfusiones de sangre o
derivados sanguíneos. Es común el antecedente de una hepatitis viral aguda
inmediatamente antes de presentar un síndrome nefrótico claro. La remisión
espontánea no es tan corriente como en el niño y la utilidad del tratamiento
con interferón alfa no está demostrada. Un 10% de los pacientes evolucionan
hacia insuficiencia renal terminal.
Glomerulonefritis membranoproliferativa
Se caracteriza por el depósito de complejos de antígeno-anticuerpo en
el mesangio y en el espacio subendotelial. Aunque se ha implicado tanto el
9 2
NEFROPATÍAS EN LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS (II)
HEPATITIS C
9 3
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Crioglobulinemia mixta
La crioglobulinemia es una enfermedad que se caracteriza por la presencia
de proteínas que precipitan cuando se enfría el suero a 4 °C. Se clasifica en
3 tipos: tipo I, con una única inmunoglobulina monoclonal (p. ej., la asocia-
da al mieloma); tipo II (mixta), con más de una inmunoglobulina, una de ellas
monoclonal (p. ej., la asociada a hepatitis C), y tipo III, con una o más inmuno-
globulinas policlonales (p. ej., la asociada a enfermedades autoinmunes y
vasculitis). La crioglobulinemia tipo II (mixta) es la más frecuente asociada a
la «glomerulonefritis crioglobulinémica». El tipo de crioglobulinemia asocia-
da a infección por virus C es el tipo II con IgM kappa. La prevalencia de la
crioglobulinemia mixta oscila entre un 19 y un 56% de los pacientes con in-
fección por virus C. Se observa sobre todo en la quinta y sexta décadas y se
caracteriza por la presencia de afectación sistémica en forma de púrpura pal-
pable, complemento bajo, factor reumatoideo y crioglobulinas positivas. La
afectación renal se presenta 4 años de media después del inicio de los sín-
tomas sistémicos, y se caracteriza por la presencia de hematuria y proteinuria
de rango nefrótico, hipertensión arterial y grados variables de insuficiencia
renal, aunque la insuficiencia renal terminal es infrecuente y tras años de evo-
lución. Un 25% de los pacientes presentan un síndrome nefrítico agudo, con
exarcebación de los síntomas sistémicos. Un 30% de los pacientes presentan
además una vasculitis aguda que afecta los vasos medianos y pequeños. La
biopsia renal demuestra en general una glomerulonefritis membranoprolife-
rativa con importantes depósitos subendoteliales, infiltración importante de
leucocitos y trombos intraluminales. El microscopio electrónico demuestra que
los característicos depósitos densos y los trombos intraluminales son unas es-
tructuras fibrilares o cilíndricas, idénticos a las crioglobulinas circulantes. La
crioglobulinemia mixta esencial, considerada como idiopática, presenta hasta
en un 95% evidencia de infección por virus de la hepatitis C.
9 4
NEFROPATÍAS EN LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS (II)
9 5
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Tratamiento
No existe un tratamiento específico, pero se ha obtenido cierta mejoría, no
consistente, con determinados fármacos, como con el tratamiento con este-
roides, o con tratamiento retroviral con AZT en pacientes con función renal
normal. La ciclosporina también fue eficaz en un número escaso de niños. Re-
cientemente se utilizaron los inhibidores de la enzima de conversión de la an-
giotensina como tratamiento no específico. Una vez alcanzada la insuficien-
cia renal terminal los pacientes pueden ser incluidos en programa de diálisis
sin que exista una técnica preferente. La evolución dependerá del pronósti-
co del sida. El trasplante renal en principio está contraindicado por el mal pro-
nóstico observado que está relacionado con la infección por gérmenes opor-
tunistas y la mala tolerancia a la ciclosporina. Otras nefropatías asociadas
al VIH son el síndrome urémico hemolítico, las glomerulonefritis agudas postin-
fecciosas, glomerulonefritis membranosa en pacientes que presentan además
un infección por el virus B de la hepatitis, glomerulonefritis membranoproli-
ferativa en pacientes con infección asociada por virus C de la hepatitis,
glomerulonefritis por IgA y síndromes nefróticos asociados al citomegalovirus,
adenovirus, influenza y echovirus, entre otros. También es frecuente la insu-
ficiencia renal aguda por necrosis tubular aguda secundaria a la nefrotoxi-
cidad por los múltiples fármacos utilizados en el tratamiento de estos pacientes
como el foscarnet, la pentamidina o los aminoglucósidos y, por último, las
nefritis intersticiales, a menudo con necrocalcinosis, que pueden reflejar una
infección por citomegalovirus o una reacción por fármacos como el cotri-
moxazol.
9 6
NEFROPATÍAS EN LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS (II)
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
Adler SG, Cohen AH, Glassock RJ. Secondary glomerular diseases. Multiple mieloma.
Amiloidosis. En: Brenner B and Rector FC. The kidney. Vol II, 5.ª ed. Filadelfia: W.B.
Saunders Co., 1996.
Bennett PH, Haffner S, Kasiske Bl et al. Screening and management of microalbuminuria
in patients with diabetes mellitus. Recommendations to the scientific advisory board
of the National Kidney Foundation. Am J Kidney Dis 1995; 25:107-112.
Caralps A. Litiasi urinària. En: Caralps A, Alsina J, editores. Llibre de text de nefrolo-
gia. Barcelona: Ed. Jims, 1994; 383-397.
Cobo M, García S, Rodríguez HA et al. Afectación renal en las enfermedades sisté-
micas. En: Sellarés L, ed. Manual de nefrología clínica, diálisis y trasplante. Ma-
drid: Harcourt Brace, 1997; 143-169.
Consensus development conference on the diagnosis and management of nephro-
pathy in patients with diabetes mellitus. Diabetes Care 1996;19 (Supl 1): 103-
113.
D’Amico G. Renal involvement in hepatitis C infection: cryoglobulinemic glomerulone-
phritis. Kidney Int 1998; 54:650-671.
Documento de consenso sobre pautas de detección y tratamiento de la nefropatía dia-
bética en España. SEDiabetes, SEEndocrinología, SEMFyC, SEN. Nefrología
1997; 17:467-474.
Falk RH, Comenzo RL, Skinner M. The systemic amyloidoses. N Engl J Med 1997; 337:
898-909.
Fliser D, Franek E, Joest M et al. Renal function in the elderly: impact of hypertension
and cardiac function. Kidney Int 1997; 51:1196-1204.
9 7
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Fornairon S, Pol S, Legendre C et al. The long-term virologic and pathologic impact of
renal transplantation on chronic hepatitis B virus infection. Transplantation 1996;
62:297-299.
Gillmore JD, Hawskins PhN, Pepys MB. Amyloidosis: a review of recent diagnostic and
therapeutic development. Br J Haematol 1997; 99:245-256.
Hendrickse RG, Adeniyi A. Quartan malarial nephrotic syndrome in children. Kidney
Int 1979; 16:64-67.
Hruby Z, Kuniar J, Rabczyski J et al. The variety of clinical and histopathologic presen-
tations of glomerulonephritis associated with latent syphilis. Int Urol Nephrol 1992;
24:541.
Humpreys MH. Human immunodeficiency virus-associated glomerulosclerosis. Kidney
Int 1995; 48:31-320.
Johnson RJ, Couser WG. Hepatitis B infection and renal disease: clinical, immunopa-
thogenetic and therapeutic considerations. Kidney Int 1990; 37:663-676.
Kyle RA, Gertz MA, Greipp PR et al. A trial of three regimens for primary amyloidosis:
colchicine alone, melphalan and prednisone and melphalan, prednisone and col-
chicine. N Engl J Med 1997; 336:1202-1207.
Lin ChY. Treatment of hepatitis B virus-associated membranous nephropathy with recom-
binant alpha-interferon. Kidney Int 1995; 47:225-230.
Martínez Castelao A. Nefropatía Diabética. En: Lorenzo V, ed. Manual de nefrología
clínica, diálisis y trasplante. Madrid: Ed. Harcourt Brace, 1997; 1043-1059.
Neugarten J, Baldwin DS. Glomerulonephritis in bacterial endocarditis. Am J Med
1984; 77:297.
Rius F, Pizarro E, Castells I et al. Renal function changes in hypertensive patients with
non-insulin-dependent diabetes mellitus. Kidney International 1996;49 (Supl 55):
88-90.
Rius F, Pizarro E, Salinas I et al. Age as determinant of glomerular filtration rate in non-
insulin diabetes mellitus. Nephrol Dial and Transplant 1995; 10:1644-1647.
Romero R, Higueruelo S, Vaquero M et al. Effects of polynnsaturated fatty acids on rat
glomerulosclerosis induced by hypercholesterolemic diet. Res Exp Med 1998; 198:
1-10.
Romero R, Salinas I, Lucas A et al. Renal function changes in microalbuminuric normo-
tensive type II diabetic patients treated with angiotensin-converting enzyme inhibi-
tors. Diabetes Care 1993; 16:597-600.
Rose BD. Pathophysiology of renal disease, 2.ª ed. Nueva York: Mcgraw-Hill, 1987;
418-425.
Sanders PW. Pathogenesis and treatment of myeloma kidney. J Lab Clin Med 1994;
124:484.
Sarac E, Bastacky S, Jhonson JP. Response to high dose interferon alpha after failure
of standard therapy in MPGN associated with hepatitis C virus infection. Am J Kid-
ney Dis 1997; 30:113-115.
Tarantino A, De Vecchi A, Montagnino G et al. Renal disease in essential mixed cryoglo-
bulinemia. Long term follow-up of 44 patients. Q J Med 1981; 50:1-30.
9 8
H IPERTENSIÓN ARTERIAL 16
Coordinador
L. M. Ruilope Urioste
Servicio de Nefrología
Unidad de Hipertensión Arterial
Hospital 12 de Octubre. Madrid
Expertos
J. M.ª Alcázar de la Ossa
Servicio de Nefrología
Hospital Universitario 12 de Octubre. Madrid
P. Aranda Lara
Servicio de Nefrología
Unidad de Hipertensión Arterial y Valoración de Riesgo Vascular
Hospital Regional Carlos Haya. Málaga
C. Campo Sien
Unidad de Hipertensión Arterial
Hospital Universitario 12 de Octubre. Madrid
R. García Robles
Servicio de Endocrinología
Hospital Ramón y Cajal. Madrid
O. González Albarrán
Servicio de Endocrinología
Hospital Universitario 12 de Octubre. Madrid
99
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
FIGURA 16.1
Sospecha de HTA
o detección
Toma correcta de PA
Algoritmo diagnóstico en hipertensión arterial (HTA). PA: presión arterial; MAPA: monitorización
ambulatoria de la presión arterial.
100
HIPERTENSIÓN ARTERIAL
Antecedentes familiares
Historia personal y anamnesis dirigida
Exploración física completa
Exploraciones complementarias
Hemograma
Bioquímica (K, Na, creatinina, glucemia, colesterol, HDL, LDL, triglicéridos, Ca)
Orina elemental
ECG
Radiografía de tórax
Pruebas opcionales
Ecocardiograma
MAPA
Microalbuminuria
Aclaramiento de creatinina
Ecografía renal
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
HIPERTENSIÓN VASCULORRENAL
101
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
ETIOLOGÍA
CLÍNICA
DIAGNÓSTICO
102
HIPERTENSIÓN ARTERIAL
Criterios clínicos
Hipertensión de comienzo brusco
Edad de comienzo inferior a 35 años (mujer) o superior a 60 años (varón)
Repercusión visceral marcada
Mala respuesta a los hipotensores habituales
Clínica de enfermedad arteriosclerótica en distintos niveles (claudicación, cardiopatía
isquémica, ACVA, etc.)
Hipertensión e insuficiencia renal (nefropatía isquémica)
Deterioro de la función renal con inhibidores de la enzima conversora
Datos complementarios
Soplos abdominales
Otros soplos (femorales, carotídeos, etc.)
Retinopatía III-IV (25%)
Hipopotasemia
Asimetría en el tamaño de las siluetas renales
Test de captopril 95 95
Comparación de renina en
venas renales 65
Gammagrafía con captopril 83-100 92-97
Ecografía-Doppler 80-90
Resonancia magnética 83-100
Angiografía con TC espiral 90 80
Arteriografía 100 100
Los pacientes más complejos son aquellos con insuficiencia renal en el se-
no de arteriosclerosis con trastornos en otros territorios, donde la indicación
de la arteriografía, único procedimiento seguro para confirmar las lesiones
103
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
de las arterias renales, debe valorarse con sumo cuidado dado el riesgo de
insuficiencia renal y ateroembolismo de colesterol. En estas circunstancias son
prometedores los resultados de la ecografía Doppler color con Levosvit y la
angiografía con tomografía computarizada (TC) espiral.
TRATAMIENTO
REVASCULARIZACIÓN RENAL
104
HIPERTENSIÓN ARTERIAL
Cirugía
Existen infinidad de técnicas: derivación de la aorta renal con vena safena
o arteria hipogástrica, anastomosis hepatorrenal, esplenorrenal, iliorrenal o
endarterectomía. Los resultados son excelentes con una tasa de curación del
90-96% y mejoría de la presión arterial.
TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO
Los fármacos de elección son los IECA y los ARA II, aunque están contraindi-
cados en casos de trastornos en ambas arterias renales o estenosis unilate-
ral con único riñón funcionante por el riesgo de desencadenar insuficiencia
renal teóricamente reversible al suspender la administración del fármaco.
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
105
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Kaplan NM. Renal vascular hypertension. En: Clinical Hypertension, 7.ª ed. Williams
& Wilkins, 1998; 301-321.
Mann JF. The diagnosis of renovascular hypertension: state of the art 1995. Nephrol
Dial Transplant 1995; 10:1285-1286.
Srandness DE. Natural history of renal artery stenosis. Am J Kidney Dis 1994; 24:
630-635.
FEOCROMOCITOMA
Los feocromocitomas múltiples son más comunes en niños, alrededor del 10%
son familiares y en un 70%, bilaterales.
SINTOMATOLOGÍA
106
HIPERTENSIÓN ARTERIAL
DIAGNÓSTICO
CATECOLAMINAS PLASMÁTICAS
TRATAMIENTO
107
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
TRATAMIENTO QUIRÚRGICO
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
Bravo EL. Pheochromocytoma: new concepts and future trends. Kid Int 1991; 40:544-556.
Hernández E. Feocromocitoma. En: Alcázar JM, ed. Toma de decisiones en hiper-
tensión. Idepsa, 1993; 64-77.
Kaplan NM. Pheochromocytoma (with a preface about incidental adrenal masses). En:
Kaplan N. Clinical Hypertension, 7.ª ed. Williams & Wilkins, 1998; 345-363.
Manger W, Gifford RW. Pheochromocytoma. Nueva York: Springer-Verlag, 1977.
108
HIPERTENSIÓN ARTERIAL
HIPERALDOSTERONISMO PRIMARIO
Este trastorno fue descrito por Conn1, en 1955. En principio, se asumió que
un tumor adrenal era la causa de la hipersecreción autónoma de aldosterona,
generalmente adenoma; en la actualidad se han descrito formas de hiperal-
dosteronismo primario sin evidencia de adenoma suprarrenal.
SIGNOS Y SÍNTOMAS
109
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
DIAGNÓSTICO
FIGURA 16.2.
Hipertensión Aldosterona ↑
↓ Excreción de K+
Supresión del sistema
renina-angiotensina Hipopotasemia
110
HIPERTENSIÓN ARTERIAL
FIGURA 16.3.
Hipertensión
+
Hipopotasemia
K+ Urinario
Hipertensión maligna
Aldosterona Hipertensión vasculorrenal
Tumor secretor de renina
Bajo Alto
Test de Liddle
Test de Licorice
DOCA
Otros mineralocorticoides Hiperaldosteronismo
En 1966, Sutherland et al3 describió una familia con datos clínicos y bioquí-
micos de hiperaldosteronismo primario que respondía a la administración de
glucocorticoides (dexametasona 0,5 mg/6 h). Ésta es una forma rara de hi-
peraldosteronismo primario que se hereda con rasgo autosómico dominan-
te y que recibe el nombre de hiperaldosteronismo tratable con glucocorticoi-
des. Es una entidad secundaria a duplicación de un gen quimérico, por lo que
el promotor de la 11-β-hidroxilasa se fusiona con la secuencia codificadora
de la aldosterona sintetizada. Así, la aldosterona sintetizada se expresa en
la zona fascicular de la corteza adrenal y sólo está regulada por ACTH.
111
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
TRATAMIENTO
BIBLIOGRAFÍA
1. Conn JW. Primary aldosteronism: a new clinical syndrome. J Lab Clin Med 1955;
45:3-6.
2. Ferriss JB, Brown J, Fraser R, Lever AF, Robertson J. Primary hyperaldosteronism. Clin
Endocrinolol Metab 1981; 10:419-452.
3. Sutherland DAJ, Ruse Jl, Laidlaw JC. Hypertension, increased aldosterone secretion
and low plasma renin activity relieve by dexamethasone. Clin Med Assoc J 1966;
95:1109-1119.
112
HIPERTENSIÓN ARTERIAL
113
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
114
HIPERTENSIÓN ARTERIAL
Diuréticos: uso preferencial de tiacídicos en dosis bajas o indapamida. Diuréticos del asa,
tipo furosemida o torasemida en caso de disfunción renal
Betabloqueantes. Uso preferencial de cardioselectivos
Alfa-betabloqueantes
Alfabloqueantes
Bloqueantes de los canales del calcio: dihidropiridinas (DHP) de acción prolongada con y sin
efecto preferencial sobre canales T; y no DHP, tipo verapamilo o diltiazem
Inhibidores de la enzima conversora de la angiotensina
Bloqueantes de los receptores AT1 de la angiotensina II
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
115
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
116
E NFERMEDADES VASCULORRENALES 17
Coordinador
J. M.ª Alcázar de la Ossa
Servicio de Nefrología
Hospital 12 de Octubre. Madrid
Expertos
E. Hernández Martínez
Servicio de Nefrología
Hospital 12 de Octubre. Madrid
R. Marín Iranzo
Servicio de Nefrología
Hospital Central de Asturias. Oviedo
INCIDENCIA
CLÍNICA
DIAGNÓSTICO
117
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
FIGURA 17.1.
Cristal de colesterol
Biopsia renal: vaso arterial con su luz ocupada por un cristal de colesterol rodeado por células
inflamatorias.
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
Rhodes JM. Cholesterol crystal embolism: an important «new » diagnosis for the general
physician. Lancet 1996; 23:368-375.
Thadany RI, Camargo CA, Xavier RJ. Atheroembolic renal failure after invasive procedure.
Natural history based on 52 biopsy proven cases. Medicine 1995; 74:350-358.
118
ENFERMEDADES VASCULORRENALES
NEFROSCLEROSIS
LESIONES HISTOLÓGICAS
119
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Cuando la pérdida de masa renal comienza a ser crítica (> 50%) surgen cam-
bios adaptativos para compensar el descenso del filtrado glomerular. Las
arteriolas preglomerulares se dilatan, aumenta la presión en el ovillo capilar
y se produce una hipertrofia funcional de las nefronas todavía intactas. Esta
hiperfiltración favorece la expansión mesangial, la esclerosis glomerular y un
mayor deterioro funcional.
120
ENFERMEDADES VASCULORRENALES
121
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
NEFROSCLEROSIS MALIGNA
122
ENFERMEDADES VASCULORRENALES
Objetivo. Reducir los niveles de PA hasta 130/85 mmHg. Quizá hasta cifras más bajas
(120/75 mmHg) si existe proteinuria > 1 g/24 h
Dieta. Restricción de proteínas (1 g/kg de peso/día) y de sal (4-5 g/día). Restricción
de potasio y fósforo con aclaramiento de creatinina < 20-30 ml/min
Control de la dislipidemia asociada. Dieta, estatinas, fibratos, etc.
Fármacos
La eficacia de los grupos farmacológicos se relaciona probablemente con su capacidad
para controlar la hipertensión intraglomerular y la proteinuria asociada: IECA (¿ARAS-II?)
> antagonistas del calcio no dihidropiridínicos > diuréticos del asa > alfabloqueantes
> betabloqueantes
1.ª etapa
IECA (¿ARAS-II?). Se inicia la administración con dosis bajas. Debe efectuarse un control
en las primeras semanas de las cifras séricas de potasio y creatinina, en especial en
pacientes de edad avanzada con aterosclerosis difusa. Con aumentos de creatinina
≥ 1 mg/dl considerar el diagnóstico de estenosis bilateral de arteria renal. Es necesario
tener mucha precaución si la creatinina inicial es > 3 mg/dl. Con ARAS-II la experiencia
es todavía escasa
2.ª etapa
Asociar un antagonista del calcio. Algunos estudios han revelado mayores propiedades
antiproteinúricas con los no-dihidropiridínicos (verapamilo y diltiazem). Se metabolizan
en el hígado por lo que no precisan ajuste de dosis en insuficiencia renal
3.ª etapa
Asociar un diurético. Deberá ser del asa (furosemida, bumetanida o torasemida) con cifras
de creatinina sérica > 1,5-2 mg/dl. La dosis necesaria guarda una relación inversa con
el grado de filtrado glomerular. En ocasiones, puede ser oportuno usarlos en la 2.ª etapa
– En los pacientes con cardiopatía isquémica concomitante se utilizan betabloqueantes
cardioselectivos como atenolol y bisoprolol. Se eliminan por vía renal y precisan ajuste
de dosis
– La experiencia con alfabloqueantes y alfa-betabloqueantes (labetalol, carvedilol)
es todavía limitada pero su tolerancia suele ser buena
IECA: inhibidores de le enzima conversora de la angiotensina; ARA-II: antagonistas de los receptores
de la angiotensina II.
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
Freedman BI, Iskandar SS, Appel RG. The link between hypertension and nephroscle-
rosis. Am J Kidney Dis 1995; 25:207-221.
123
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Luke RG, Curtis JJ. Nephrosclerosis. En: Schrier RW, Guttschalk CW, eds. Diseases of
the kidney. Boston: Litlle Brown and Company, 1993; 1433-1450.
Marín R, Gorostidi M. Nefrosclerosis. En: Hernando Avendaño L, ed. Nefrología clí-
nica. Madrid: Editorial Médica Panamericana, 1997; 202-211.
NEFROPATÍA ISQUÉMICA
PREVALENCIA
124
ENFERMEDADES VASCULORRENALES
CLÍNICA
125
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
DIAGNÓSTICO
126
ENFERMEDADES VASCULORRENALES
dio poscaptopril tiene una sensibilidad del 78-90% y una especificidad del
88-95% que disminuye significativamente (50-70%) en lesiones bilaterales y
en la insuficiencia renal. 2. Ecografía-Doppler color: es una exploración con
un observador dependiente; tiene una sensibilidad de un 92-95%. Para me-
jorar los resultados algunos autores administran un contraste (Levosvit) para
aumentar la señal; 3. Angiorresonancia magnética: es una técnica no invasiva
y sin riesgo de toxicidad renal. Su sensibilidad es de un 83-100% y su espe-
cificidad de un 90-97% para detectar estenosis superiores a 50%. 4. TC con
espiral (angiografía TC con espiral): es necesario administrar 100-150 ml de
contraste con los riesgos anteriormente comentados. La sensibilidad oscila
entre 67-92% y su especificidad es del 84%.
TRATAMIENTO
127
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
Alcázar JM, Caramelo C, Alegre ER, Abad J. Ischaemic renal injury. Current Opinion
in Nephrology and Hypertension 1997; 6:157-165.
Breyer JA, Jacobson HR. Ischemic nephropathy. Current Opinion in Nephrology and
Hypertension 1993; 2:216-224.
Mailloux L, Napolitano B, Belluci G, Vernace M, Wilkes BM, Mossey RT. Renal vascular
disease causing end-stage renal disease, incidence, clinical correlates and outco-
mes. A 20 year clinical experience. Am J Kidney Dis 1994; 24:622-629.
Marín R, Díaz C, Cosio J, Rodríguez E, Barreiro A, Estevan JE, Álvarez Grande J. Esteno-
sis de arteria renal no sospechada en pacientes con arteriopatía periférica: prevalen-
cia, significado clínico y factores de riesgo asociados. Nefrología 1997; 17:62-70.
Textor ST. Revascularization in atherosclerotic renal artery disease (Nephrology Forum)
Kidney Int 1998; 53:799-811.
128
ENFERMEDADES VASCULORRENALES
ESCLERODERMIA
Es una enfermedad del tejido conjuntivo más frecuente en mujeres y con una
incidencia de unos 10 casos por millón de habitantes y año. La afectación
renal es una complicación importante que aparece en un 5-15% de los casos
de esclerodermia cutánea difusa y en menos del 2% en la forma cutánea lo-
calizada. En ocasiones, se produce una lesión visceral sin enfermedad cutá-
nea y la lesión renal es la manifestación inicial de la esclerodermia.
LESIONES HISTOLÓGICAS
129
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
lar con isquemia y atrofia del tejido distal. También aparecen trombos glome-
rulares y, por último, glomerulosclerosis.
TRATAMIENTO
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
Legerton CW, Smith EA, Silver RM. Systemic sclerosis (scleroderma). Rheum Dis Clin
North Am 1995; 21:203-216.
Steen VD. Scleroderma renal crisis. Rheum Dis Clin North Am 1996; 22:861-878.
130
ENFERMEDADES VASCULORRENALES
HISTOLOGÍA
TRATAMIENTO
131
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
Remuzzi G, Ruggenenti P. The hemolytic uremic syndrome. Kidney Int 1995; 47:2-19.
Ruggenenti P, Galbusera M, Plata Cornejo R, Bellavita P, Remuzzi G. Thrombotic throm-
bocytopenic purpura: evidence that infusion rather than removal of plasma indu-
ces remission of the disease. Am J Kidney Dis 1993; 21:314-318.
Ruggenenti P, Lutz J, Remuzzi G. Pathogenesis and treatment of thrombotic microangio-
pathy. Kidney Int 1997; 51 (Suppl 58):S97-S101.
132
I NFECCIONES URINARIAS 18
Coordinador
M. Rivero Sánchez
Servicio de Nefrología
Hospital Universitario Puerta del Mar. Cádiz
Expertos
M. Ceballos Guerrero
Servicio de Nefrología
Hospital Universitario Puerta del Mar. Cádiz
A. García
Servicio de Nefrología
Hospital Universitario Puerta del Mar. Cádiz
T. García
Servicio de Nefrología
Hospital Universitario Puerta del Mar. Cádiz
A. Mazuecos Blanca
Servicio de Nefrología
Hospital Universitario Puerta del Mar. Cádiz
DEFINICIONES
BACTERIURIA
BACTERIURIA SIGNIFICATIVA
133
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Cistitis
Infección vesical.
Prostatitis
Infección de la próstata.
Uretritis
Infección de la uretra. Implica generalmente transmisión sexual.
ETIOLOGÍA
134
INFECCIONES URINARIAS
(Continúa)
135
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Enterococo1
Absceso intra S. aureus 13
M. tuberculosis
y perirrenal E. coli12,13 Hongos2,11,15,16,17
Proteus 12,13
Echinococcus granulosus
Enterococo
Otros bacilos
gramnegativos
Anaerobios18
Actinomyces
Pielonefritis Proteus5 Enterobacterias
xantogranu- E. coli Staphylococcus aureus
lomatosa
Malacoplasia E. coli Klebsiella
Enterobacter
Otras enterobacterias
1
Favorecido por sondajes e instrumentaciones. 2 Más frecuente en diabéticos. 3 Favorecido
por empleo de antibióticos de amplio espectro. 4 Favorecido por obstrucción al flujo de orina.
5
Gérmenes productores de ureasa que desdoblan la urea en amoníaco favoreciendo la producción
de cálculos de fosfato amónico magnésico. 6 Gérmenes que requieren medios especiales de
aislamiento. 7 Más frecuente en gestantes. 8 Más frecuente en ancianos. 9 Más frecuente en recién
nacidos. 10 Causa cistitis hemorrágica epidémica en niños. 11 En trasplantados renales y de médula
osea. 12 Vía ascendente en el origen de la pielonefritis aguda. 13 Vía hematógena en el origen
de la pielonefritis aguda y abscesos intra y perirrenales.14 Litiasis coraliforme en la pielonefritis
aguda. 15 Favorecido por tratamiento previo con corticoides. 16 Por contigüidad.
17
En inmunodeprimidos. 18 Secundario a patología intestinal.
136
INFECCIONES URINARIAS
DIAGNÓSTICO
ESTUDIOS MICROBIOLÓGICOS
Técnica de Gram
Permite conocer de inmediato si el germen toma o no la coloración, lo que
facilita el tratamiento precoz y correcto de la IU.
Tinciones especiales
Ziehl para bacilos ácido-alcohol-resistentes (positiva en un 50% de tubercu-
losis urinaria), etc.
137
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Otros
UC para hongos (medio de Sabouraud), bacilo tuberculoso (Löwenstein, que
requiere tres o más muestras de orina de al menos 40 ml obtenidas por las
mañanas en días sucesivos), gérmenes aerobios y otros selectivos para deter-
minados microorganismos.
ESTUDIOS DE IMAGEN
Identificación clínica
Sintomatología cistítica en mujeres, con UC aparentemente negativo. Puede
tener origen infeccioso (tabla 18.1) y, en este caso, ser transmitido sexualmen-
te, como en Chlamydia, Ureaplasma o herpes simple. En otras ocasiones, no
se trata de un proceso infeccioso, como en la cistitis intersticial.
Agentes etiológicos
Véase la tabla 18.1 en casos de naturaleza infecciosa.
138
INFECCIONES URINARIAS
Diagnóstico
– Pruebas de detección de piuria positivas en casos de infección.
– La mayoría de UC requerirán medios especiales o períodos de incubación
prolongados, cultivos de frotis uretral en medio de Thayer-Martin y medios
celulares. Pruebas para ARN de Chlamydia trachomatis.
– Estudios de imagen como exploración del meato uretral, CT, biopsia vesical
o CUMM, para descubrir casos de no infección.
BACTERIURIA ASINTOMÁTICA
Identificación clínica
Bacteriuria significativa sin síntomas.
Diagnóstico
– Pruebas para la detección de piuria positivas.
– El UC (orina obtenida tomando la parte central de la micción) debe propor-
cionar al menos 105 UFC/ml en dos muestras consecutivas. (Véase apar-
tado «Urocultivo [UC] en medio aerobio».)
– Estudios de imagen: sólo son necesarios en menores de 5 años, gestantes
y en casos de recidivas frecuentes.
Tratamiento
Sólo es necesario en menores de 5 años, ya que el riñón en crecimiento es
fácilmente colonizable (véase el apartado sobre pielonefritis y sus complica-
ciones), antes de instrumentaciones y litotricia, inmunodeprimidos, bacteriuria
por gérmenes productores de ureasa, diabéticos, nefrópatas y anomalías
anatómicas de la vía urinaria.
139
140
TABLA 18.2. CORRELACIÓN ANATÓMICA Y RADIOLÓGICA. ESTUDIOS DE IMAGEN
PNA sensu Edema Normal, 75% de los Normal, 75% de los Normal, 75% de los Normal, 75% de los
stricto Hiperemia casos casos casos casos
Infiltración aguda
NIBA difusa Supuración Aumento tamaño Aumento tamaño Con contraste Múltiples áreas con
intersticial con renal, renal, pérdida confirma UIV; mala captación
gran infiltrado nefrograma de diferenciación áreas hipodensas, de DMSA, sobre
leucocitario, débil, retraso corticomedular, parcheadas, con las que aparecen
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
(Continúa)
TABLA 18.2. CORRELACIÓN ANATÓMICA Y RADIOLÓGICA. ESTUDIOS DE IMAGEN (CONT.)
Absceso Similar a una NIBA Similar a una NIBA Similar a una NIBA Los abscesos son
focal focal focal, aunque la masas
lesión tiene mayor hipodensas, con
sonoluminiscencia pared definida
y mejor transmisión que se realza tras
sónica. el contraste. Si
La pared es aparece gas el
irregular y existen diagnóstico es
ecos internos seguro
NIBA: nefritis intersticial bacteriana aguda; UIV: urografía intravenosa; DMSA: ácido dimeocaptosuccínico.
INFECCIONES URINARIAS
141
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Identificación clínica
Bacteriuria sin síntomas que aparece en el curso del embarazo.
Diagnóstico
– Pruebas para la detección de piuria positivas.
– UC positivo según lo comentado anteriormente. Se aconseja practicar un
UC durante el primer trimestre de cualquier embarazo pues, si es negati-
vo, es raro desarrollar BAE posteriormente.
– Estudios de imagen. Por sí misma, la BAE no es indicación para valorar la
vía urinaria. La ECO informa parcialmente de su estado en caso necesario.
Los estudios con radiografía no deben practicarse hasta 8 semanas después
del parto.
Implicaciones
Conlleva riesgo de pielonefritis aguda, aunque no causa daño renal progre-
sivo. Se asocia a parto prematuro, bajo peso al nacer, e infección del líqui-
do amniótico.
Tratamiento
Betalactámicos tipo amoxicilina, ampicilina, cefalosporinas, clindamicina, y
eritromicina en casos de alergia de penicilinas. Resuelta la infección, practi-
car UC mensuales hasta el parto. En casos de recidiva, establecer pautas
crónicas de profilaxis (véase más adelante).
CISTITIS AGUDA
Identificación clínica
Aparición brusca de polaquiuria, disuria, malestar suprapúbico, orina turbia
de mal olor y, ocasionalmente, hematuria.
142
INFECCIONES URINARIAS
Diagnóstico
– Pruebas positivas para la detección de piuria. Ocasionalmente, microhema-
turia y bacteriuria en el sedimento. Tinción de Gram positiva o negativa.
– El UC ofrece el diagnóstico exacto y el antibiograma el tratamiento definitivo.
– Los estudios de imagen están indicados en menores de 5 años, mujeres con
infección recurrente, sospecha de patología de vía urinaria y siempre en
varones. Elegir una o varias de las siguientes: C, CUMM, ECO renal y ve-
sical y UIV con placa posmiccional.
Implicaciones
Un 20% de los casos con clínica aparente de cistitis aislada son en realidad
pielonefritis. Clínicamente no es posible reconocer estos casos a menos que
se practicase sistemáticamente TC o gammagrafía, cosa casi nunca posible.
La medición de IL-6 en orina puede separar qué casos de cistitis tienen parti-
cipación renal sobreañadida.
Tratamiento empírico
– En casos de cistitis simple emplear fluoroquinas, betalactámicos o cefalos-
porinas de primera o segunda generación durante 3 días, no siendo nece-
sario el UC posterior al tratamiento. Si existe riesgo de colonización renal
o en mujeres que utilicen diafragmas o espermicidas, el mismo tratamien-
to se mantendrá 10 días practicando UC control 2-4 semanas después.
– Cistitis que no responde al tratamiento antibiótico empírico: practicar prue-
bas para la detección de piuria y urocultivo e incluso ARN de Chlamydia
trachomatis, teniendo en cuenta las causas de bacteriuria persistente duran-
te el tratamiento antibiótico (véase más adelante). Elegir antimicrobianos
según resultados.
CISTITIS CRÓNICA
Identificación clínica
Síndrome cistítico crónico.
143
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Agente etiológico
Véase «Cistitis aguda». No olvidar hacer el diagnóstico diferencial con
malacoplasia, cistitis no infecciosa (litiásica, intersticial, eosinófila, por radio-
terapia o ciclofosfamida), cistocele, cambios atróficos secundarios a hipos-
tronismo, etc. Además, es necesario descartar anomalías que puedan perpe-
tuar una infección (litiasis, sondajes, fístula vesicorrectal o vesicovaginal), pues
E. coli, Candida, Corynebacterium y la flora anaerobia de colon o vagina se
asocian frecuentemente a estas patologías. Casos más específicos son los
causados por M. tuberculosis, Schistosoma haematobium (estancia previa en
zonas endémicas de África u Oriente Medio) y Papilomavirus hominis.
Diagnóstico
Véase cistitis aguda y manejo general de formas especiales: tuberculosis, etc.
Tratamiento empírico
Debe elegirse según resultado del UC y antibiograma. Corregir posibles ano-
malías de la vía urinaria y retirar sondajes.
Identificación clínica
Aparece fiebre, escalofríos, dolor lumbar o cólico nefrítico acompañante y sín-
drome cistítico. En casos de absceso parenquimatoso, perirrenal y piohidro-
nefrosis el cuadro clínico es grave, con bacteriemia, afectación grave del
estado general e incluso shock séptico. Es muy característica la sensibilidad
dolorosa del ángulo costovertebral a la puñopercusión, con riñón palpable
en casos de absceso. La curación, en los casos importantes, es lenta y siem-
pre queda cicatriz cortical. La mortalidad no es despreciable.
144
INFECCIONES URINARIAS
Diagnóstico
– En la sangre hay datos que indican una infección aguda, junto a hemocul-
tivo positivo en los casos de bacteriemia.
– En la orina, pruebas para la detección de piuria positivas, técnica de Gram
(si es positiva, el tratamiento empírico debe incluir un antibiótico para entero-
coco), UC inicial y a las 72 h de tratamiento, siempre con antibiograma.
El UC inicial positivo proporciona, en un 80% de los casos, más de 105 UFC
por ml. Recuentos inferiores indican antibioterapia previa, micción reciente,
obstrucción ureteral, pH urinario bajo o infecciones por microorganismos
de crecimiento lento.
El UC a las 72 h asegura la esterilización de la orina, lo correcto del tra-
tamiento o la necesidad de cambio. Las causas de bacteriemia persisten-
te durante el tratamiento antibiótico incluyen: resistencia al antibiótico ele-
gido; desarrollo de resistencia durante el tratamiento; concentración
urinaria del fármaco menor que la CMI frente al organismo en cuestión por
dosis insuficiente, insuficiencia renal avanzada o condiciones de la orina
(pH, osmolaridad, etc.), que reducen la eficacia del fármaco; reinfección
por un nuevo organismo; infección polimicrobiana o existencia de fístula
vesicorrectal o vesicovaginal.
Estudios de imagen: puede optarse por una o varias de las siguientes explo-
raciones: PSA, ECO, TC, UIV, C retrógrada y G (tabla 18.2).
145
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Identificación clínica
Descansa en la historia clínica previa de infecciones urinarias y en el desa-
rrollo posterior de proteinuria leve, alteraciones crónicas del sedimento e hi-
pertensión arterial (HTA); pueden aparecer defectos de concentración, ne-
fropatía pierde-sal y acidosis tubular. Posteriormente, el filtrado glomerular
decrece y, en algunos casos, a consecuencia de la hiperfiltración, la protei-
nuria se hace importante antes del deterioro definitivo de la función renal (glo-
merulosclerosis segmentaria y focal sobreañadida).
Diagnóstico
Descansa en los estudios de imagen (UIV, ECO, TAC, G con DMSA), en que
se descubren cicatrices corticales con retracción de la papila subyacente
que está dilatada, preferentemente en los polos renales. En casos avanzados
existe además disminución del tamaño renal, adelgazamiento cortical irregu-
lar generalizado y dilatación franca de sistemas pielocaliciales.
146
INFECCIONES URINARIAS
Tratamiento
Lo principal es la profilaxis del daño renal tratando precozmente las infeccio-
nes urinarias, sobre todo en niños menores de 5 años. En fase de cronicidad,
control de la HTA y profilaxis de la hiperfiltración con IECA. En cuanto al re-
flujo, los objetivos son suprimir la infección para prevenir el daño renal. Se
piensa en la actualidad que el tratamiento médico precoz con antimicrobianos
es al menos tan efectivo como el quirúrgico que, en todo caso, si tiene éxito,
queda reservado para los grados IV y V y cuando se efectúa precozmente.
Si la orina infectada ha alcanzado el riñón y provocado cicatrices antes de
los 5-7 años de edad, el pronóstico no se modificará aunque se corrija el
reflujo, pues las lesiones renales adquieren su propia dinámica evolutiva.
Concepto
Recidiva: nueva infección por el mismo germen; es más frecuente en el varón,
siendo habitual la existencia de un foco prostático o renal no erradicado.
Agentes etiológicos
Frecuente: E. coli. Menos frecuente: otras enterobacterias.
Diagnóstico
Estudios microbiológicos. El UC positivo permite conocer si la recurrencia es
debida al mismo o distinto germen, aunque este punto sólo puede conocer-
se con exactitud estudiando el genoma bacteriano.
147
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Reinfección
– En pacientes con menos de tres episodios al año suelen hacerse autotrata-
mientos con pautas similares a la de la cistitis simple durante 3 días.
– Infecciones recurrentes en relación con el coito: 1/2 comprimido de cotri-
moxazol (40 mg de TMP + 200 mg de SMZ) o 100 mg de trimetoprim, o
200 mg de cefalexina o 5 mg de nitrofurantoína (no usar en mayores de
50 años), después del coito, una sola vez al día independientemente del
número de relaciones. Si se desea además de esterilizar la orina reducir la
contaminación vaginal y/o rectal, elegir los dos primeros, pues las cefalos-
porinas y nitrofurantoínas se absorben en el intestino delgado.
– Pacientes con tres o más episodios de reinfección sin relación con el coito.
Profilaxis, previo UC negativo con los mismos fármacos del apartado an-
terior, manteniendo el tratamiento durante 6-12 meses. Si tras la retirada
se produce nueva reinfección prolongar la profilaxis durante 2-5 años.
– Niños menores de 5 años: cotrimoxazol (2 mg/kg/día de trimetoprim +
10 mg/kg/día de sulfametoxazol) o 2 mg/kg/día de trimetoprim o 2 mg por
kg/día de nitrofurantoína, en dosis única diaria, hasta los 5 años de edad.
– Receptores de trasplante renal. Una tableta diaria de cotrimoxazol que
además previene la infección por P. carinii, L. monocytogenes y Nocardia.
– Para lesionados medulares que no precisen sonda vesical administrar cotri-
moxazol, media tableta al día. En toda pauta de profilaxis continuada,
deben realizarse cultivos de orina periódicos para valorar la eficacia.
148
INFECCIONES URINARIAS
Otras medidas
Recidiva: corrección quirúrgica del posible foco.
Reinfección: micciones frecuentes (cada 3-4 h), micción en dos tiempos (dis-
minuye la retención posmicional si existe reflujo vesicoureteral), orinar media
hora después del coito, estrógenos sistémicos o tópicos en posmenopáusicas
y corrección de estreñimiento y fimosis en niños. Los anticonceptivos hormo-
nales y tampones no constituyen factores de riesgo para la infección urinaria.
CASOS ESPECIALES
TUBERCULOSIS RENAL
Identificación clínica
Se inicia años después del episodio pulmonar agudo inicial (diseminación he-
matógena), con un síndrome cistítico que no responde a antibióticos y epidi-
dimitis, orquitis y/o prostatitis en el varón. Más tarde aparecen síntomas de
disfunción de la vía urinaria con dolor lumbar, cólico nefrítico, etc., manifes-
taciones de enfermedad general (astenia, anorexia, adelgazamiento, etc.) y,
finalmente, de insuficiencia renal crónica.
Agente etiológico
Mycobacterium tuberculosis.
Diagnóstico
Laboratorio: pruebas positivas para la detección de piuria, con cultivo en me-
dios usuales negativos. Técnica de Ziehl positiva. Cultivo en medio de Löwens-
tein positivo.
149
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Tratamiento
Triple terapia a base de isoniacida (5 mg/kg/día en adultos y 10-15 mg/kg
por día en niños), rifampicina (10 mg/kg/día) y piracinamida (25 mg/kg/día),
durante 2 meses. Posteriormente, abandonar piracinamida continuando bite-
rapia con isoniacida y rifampicina (misma dosis) durante 4 u 8 meses si se
sospechan extensas áreas de caseificación. Si no puede emplearse alguna
de las tres, sustituirlas por etambutol (15-25 mg/kg/día). Como en todo tra-
tamiento tubertulostático es necesario vigilar los posibles efectos secundarios
de la medicación en cuanto a toxicidad hepática, función renal, hiperurice-
mia, agudeza visual, etc.
PIELONEFRITIS XANTOGRANULOMATOSA
Diagnóstico
Laboratorio: la analítica general básica demuestra anemia y leucocitosis. La
hiperuricemia y el aumento de enzimas hepáticas son frecuentes. Pruebas
para la detección de piuria positivas. La citología de orina demuestra célu-
las espumosas que son macrófagos cargados de grasa. El UC y cultivo de
muestras quirúrgicas son positivos para alguno de los agentes etiológicos.
150
INFECCIONES URINARIAS
Tratamiento
Antibióticos según antibiograma con idea de negativizar el cultivo y preve-
nir complicaciones antes de la intervención quirúrgica, que es el tratamien-
to definitivo (nefrectomía más extirpación amplia de los tejidos afectados).
MALACOPLASIA
Diagnóstico
Microbiológico: pruebas para la detección de piuria positivas. UC y anti-
biograma.
Tratamiento
Antimicrobiano empírico: durante 4-6 meses, antibióticos que difundan al
citoplasma celular y, al mismo tiempo, activos frente a gramnegativos (fluoro-
quinolonas, cotrimoxazol, doxacilina, rifampicina y azitromicina).
151
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
Mensa J, Gatell JM, Escofet MC, Martínez JA, Andreu A. Infecciones urinarias en
nefrología y urología. En: Terapéutica antimicrobiana, 2.ª ed. Barcelona: Ed.
Antares, 1996.
Rubin RH, Cotran RS, Tolkoff-Rubin NE. Urinary tract infection, pyelonephritis and reflux
nephropathy. En: Brenner, BM, ed. The kidney. Filadelfia: W.B. Saunders Co.,
1996; 1597-1654.
(Continúa)
152
INFECCIONES URINARIAS
*Aminoglucósidos: requieren determinación del nivel valle, que debe ser < 10 µg/l para
amikacina y < 1 µg/l para metilmicina y gentamicina.
** Va asociado a amoxicilina en proporción 1:4 o ticarcilina en proporción 1:15.
*** Trimetoprim + sulfametoxazol en proporción 1:5.
**** Sulfamicilina + ampicilina. IR: insuficiencia renal. FG: filtrado glomerular.
153
N EFRITIS INTERSTICIAL 19
Coordinador
J. Fort Ros
Servicio de Nefrología
Hospital Universitario Vall d’Hebron. Barcelona
Experto
M. Morlans Molina
Servicio de Nefrología
Hospital Universitario Vall d’Hebron. Barcelona
Los cambios histológicos más relevantes son edema e infiltrado intersticial por
linfocitos y monocitos; se observan eosinófilos, células plasmáticas y neutró-
filos. La formación de granulomas, característica de la sarcoidosis, aparece
en cualquier forma de NIA4.
FORMA DE PRESENTACIÓN
155
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
ETIOLOGÍA
Aunque la lista de fármacos que se asocia a NIA es muy extensa, sólo mere-
cen considerarse los más importantes:
• Meticilina (de poco uso en la actualidad, aunque anteriormente prevalen-
cia 17%).
• Antinflamatorios no esteroides (AINE).
• Penicilinas y cefalosporinas.
• Rifampicina.
• Sulfonamidas (furosemida, bumetanida, diuréticos tiacídicos, sulfametoxa-
zol-trimetoprim).
• Cimetidina.
• Alopurinol.
• Ciprofloxacino y otras quinolonas.
• Sulfasalazina.
DIAGNÓSTICO
156
NEFRITIS INTERSTICIAL
Aunque el cuadro clínico sea muy indicativo de NIA, el diagnóstico sólo pue-
de confirmarse por biopsia renal. Sin embargo, en ausencia de insuficiencia
renal importante se adoptará una conducta expectante, tras la retirada del fár-
maco. No se precisarán más exploraciones ni tratamiento si la función renal
mejora en pocos días.
En los pacientes con NIA, la función renal empieza a mejorar dentro de los siete
días; se observa un rápido retorno a los niveles de creatinina basal6. El papel
de la gammagrafía con galio en el diagnóstico de NIA no está bien definido
dada la elevada frecuencia de falsos negativos 7.
RECOMENDACIONES
157
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
PRONÓSTICO
La mayoría de pacientes con NIA mejoran tras la retirada del fármaco respon-
sable o tras tratamiento con prednisona.
158
NEFRITIS INTERSTICIAL
CLÍNICA
PRUEBAS DE LABORATORIO
ETIOLOGÍA
159
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA
160
NEFRITIS INTERSTICIAL
EPIDEMIOLOGÍA
ETIOLOGÍA
ANATOMÍA PATOLÓGICA
1. Esclerosis capilar por aumento del grosor de la membrana basal que oclu-
ye la luz.
2. NP que se inicia en la parte central y profunda de la médula con la necrosis
de los capilares peritubulares y de la rama ascendente del asa de Henle
para extenderse al resto de estructuras. Es una necrosis arreactiva sin
granulocitos.
161
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
CLÍNICA
FIGURA 19.1.
A SP A
B B
Disminución: A+B < 103 mm (varones)
Disminución: A+B < 96 mm (mujeres)
Indentaciones
Calcificaciones
papilares
Descripción de las imágenes renales obtenidas por TC y utilizadas como criterios diagnósticos de la
nefropatía por analgésicos.
162
NEFRITIS INTERSTICIAL
DIAGNÓSTICO
FIGURA 19.2.
TC
renal
Contornos irregulares
Riñones pequeños o
Calcificaciones papilares
Nefropatía
analgésicos
Esquema del manejo de la nefropatía por analgésicos. IRC: insuficiencia renal crónica;
TC: tomografía computarizada.
163
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA
164
N EFROPATÍAS CONGÉNITAS Y HEREDITARIAS 20
Coordinador
S. Málaga Guerrero
Servicio de Nefrología Pediátrica
Hospital Central de Asturias. Universidad de Oviedo
Expertos
N. Gallego Cobo
Servicio de Nefrología
Hospital Ramón y Cajal. Madrid
A. Gonzalo Fonrodona
Servicio de Nefrología
Hospital Ramón y Cajal. Madrid
R. Torra Balcells
Servicio de Nefrología
Hospital Clínic. Barcelona
Displasia renal
• Displasia renal multiquística
Enfermedad renal poliquística
• Autosómica recesiva (tipo infantil)
• Autosómica dominante (tipo adulto)
Quistes renales asociados a síndromes hereditarios
Quistes corticales renales
Enfermedad renal quística juvenil (nefronoptisis juvenil)
Quistes renales parenquimatosos diversos
Quistes renales extraparenquimatosos
165
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
166
NEFROPATÍAS CONGÉNITAS Y HEREDITARIAS
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
Berstein J. A classification of renal cysts. En: Gardner Kd, ed. Diseases of the kidney,
Nueva York: J Willey Biomedical Publication, 1976; 7-30.
Kaplan BS, Fay J, Shah V et al. Autosomal recessive polycystic kidney disease. Pediatr
Nephrol 1989; 3:43-49.
Zerres K, Mücher G, Bachner L et al. Mapping of the gene for autosomal recessive polycystic
kidney disease (ARPKD) to chromosome 6p21-cen. Nature Genet 1994; 7:429-432.
Zerres K, Rudnik-Schöneborn S, Deget F et al. Autosomal recessive polycystic kidney
disease in 115 children: clinical presentation, course and influence of gender. Acta
Paediatr 1996; 85:437-445.
167
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
la forma PKD1 es más grave (edad media en diálisis a los 56 años) que la
PKD2 (edad media en diálisis a los 71 años).
Hipertensión arterial
Infección urinaria
Hematuria macroscópica
Cólico renal
Litiasis renal
Pielonefritis
Infección del quiste
Quísticas
Quistes hepáticos
Quistes pancreáticos
Quistes aracnoideos
Quistes ováricos
No quísticas
Divertículos en el colon
Prolapso de la mitral
Aneurisma de la aorta abdominal
Aneurismas intracraneales
168
NEFROPATÍAS CONGÉNITAS Y HEREDITARIAS
Complicaciones
Hemorragia
Rotura
Infección
Asociaciones raras
Dilatación de los conductos biliares
Fibrosis hepática congénita
Colangiocarcinoma
169
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
Dalgaard OZ. Polycystic disease of the kidney. En: Strauss MB & Welt LG, eds. Diseases
of the kidney. Boston: Little Brown and Co., 1971; 1223-1258.
Gonzalo A, Gallego A, Orte L, Rivera M, Ortuño J. Asymptomatic complications of auto-
somal dominant polycystic kidney disease. J Nephrol 1995; 8:202-205.
Gonzalo A, Gallego A, Rivera M, Orte L, Ortuño J. Influence of hypertension on early
renal insuficiency in autosomal dominant polycystic kidney disease. Nephron
1996; 72:225-230.
Zeier M, Geberth S, Ritz E, Jaeger T, Waldherr R. Adult dominant polycystic kidney di-
sease. Clinical problems. Nephron 1988; 49:177-183.
NEFRONOPTISIS JUVENIL
170
NEFROPATÍAS CONGÉNITAS Y HEREDITARIAS
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
Antignac C et al. A gene for familial juvenile nephronopthisis maps to chromosome 2p.
Nature Genetics 1993; 3:342-345.
Antignac C. Genetic heterogenity in medullary cystic disease. Kidney Int 1995; 47:
730-731.
Kleinkenecht C, Habib R. Nephronopthisis. En: Textbook of Clinical Nephrology.
Oxford, Oxford University Press 1992; 2188-2197.
Konrad M, Saunier S, Heidet L et al. Large homozygous delections of the 2q13 region
are a major cause of juvenile nephronopthisis. Human Mol Genet 1996; 5:367-371.
DISPLASIAS
171
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
nes son sólidos o quísticos, grandes o pequeños, con forma renal conservada
o no. Desde un punto de vista histológico se caracteriza por las anomalías
descritas. Los túbulos colectores tienen un epitelio columnar indiferenciado.
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
Berstein J. Renal Hypoplasia and dysplasia. En: Edelmann CM Jr, ed. Pediatric Kidney
Disease. Boston: Little Brown and Company, 1992; 1121-1137.
Resnick J, Vernier RL. Renal cystic diseases and renal dysplasia. En: Holliday MA, Barrat
TM, Vernier RL, eds. Pediatric Nephrology. Baltimore: Williams & Wilkins, 1987;
371-383.
OLIGOMEGANEFRONIA
172
NEFROPATÍAS CONGÉNITAS Y HEREDITARIAS
Clínica. Aparece en los primeros dos años de la vida y, a veces, en los prime-
ros meses o días. Un 25% de los casos empiezan más tarde. Se caracteriza
por poliuria, polidipsia, tendencia a la deshidratación, poca ganancia pon-
deral y fiebre. La insuficiencia renal es precoz, con déficit de la capacidad
de concentración, proteinuria y acidosis metabólica. Después de esta primera
manifestación la insuficiencia renal se estabiliza y la llegada a la insuficien-
cia renal terminal se retrasa hasta el inicio de la segunda década. La enfer-
medad no es hereditaria; se observa con más frecuencia en varones.
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
SÍNDROME DE ALPORT
173
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
han cambiado radicalmente la visión del SA durante los últimos años. Se creía
que la herencia del síndrome de Alport era de tipo autosómico dominante;
en los años noventa se estableció que la herencia de esta enfermedad era do-
minante ligada al sexo y, por lo tanto, que el gen causante debía estar loca-
lizado en el cromosoma X. También se identificaron familias en las que esta
enfermedad se heredaba de forma autosómica recesiva o autosómica domi-
nante (fig. 20.1).
CRITERIOS DIAGNÓSTICOS
FIGURA 20.1.
174
NEFROPATÍAS CONGÉNITAS Y HEREDITARIAS
BIOPSIA RENAL
175
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
DIAGNÓSTICO MOLECULAR
FIGURA 20.2.
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
Kashtan CE, Michael AF. Alport syndrome. Kidney Int 1996; 50:1445-1463.
176
T UBULOPATÍAS 21
Coordinador/Experto
J. Rodríguez Soriano
Departamento de Pediatría
Hospital de Cruces. Bilbao
SÍNDROME DE FANCONI
PROTOCOLO DIAGNÓSTICO
177
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
178
TABLA 21.2. GENÉTICA MOLECULAR Y TUBULOPATÍAS HEREDITARIAS
tubular renal.
179
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Glucosuria
En circunstancias normales la orina casi no contiene glucosa. En el síndrome
de Fanconi existe tanto una disminución del umbral de excreción de glucosa
(normalmente situado cuando la glucemia alcanza 180 mg/dl), como del Tm
de reabsorción de glucosa (normalmente situado entre 300-375 mg/min por
1,73 m2).
Proteinuria tubular
Está formada fundamentalmente por proteínas de bajo peso molecular que no
han sido adecuadamente reabsorbidas en el túbulo proximal. Raramente su-
pera 2 g/día y las tiritas reactivas no detectan este tipo de proteinuria. La
180
TUBULOPATÍAS
Aminoaciduria
Afecta un grupo numeroso y heterogéneo de aminoácidos (aminoaciduria
renal no específica o generalizada). El valor plasmático de los aminoácidos
es característicamente normal.
Fosfaturia
La hiperfosfaturia se valora generalmente por el cálculo de la reabsorción
tubular de fosfato o TRP = (1 – [P orina x Cr sangre/Psangre x Crorina]) x 100. Los
valores normales se sitúan por encima del 85%. Este índice tiene el incon-
veniente de no tomar en consideración que su valor es altamente dependien-
te de la fosfatemia. En este sentido el índice TmP/FG es claramente supe-
rior: P sangre – (P orina x Cr sangre/ Cr orina). Los valores normales se sitúan por
encima de 3 mg/dl.
Uricosuria
Una hiperuricosuria forma parte frecuentemente del cuadro de disfunción tu-
bular proximal, y las concentraciones de excreción fraccional de ácido úrico
superan el valor normal de 7 ± 2%.
181
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
182
TUBULOPATÍAS
FIGURA 21.1.
15
ATR proximal
10
EF HCO3
Sujetos sanos
(%)
5
ATR distal
8
ATR distal
ATR proximal
pH orina 6
Sujetos sanos
4
14 18 22 26 30
HCO3 - Plasmático (mmol/l)
183
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
184
TUBULOPATÍAS
185
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Protocolo diagnóstico
En general, se sospecha un síndrome de ATR cuando la acidosis metabólica
se acompaña de hipercloremia y de un anión restante plasmático (Na+ – [Cl–
+ HCO3–] ) igual a 12 ± 2 mmol/l. Un anión gap plasmático situado entre
186
TUBULOPATÍAS
FIGURA 21.2.
pH orina
< 5,5
Sobrecarga bicarbonato
EFHCO3 > 15%
O – S pCO2 > 20 mmHg
ATR proximal
Acidosis metabólica hiperclorémica con anión restante urinario negativo (Cl > Na + K).
ATR: acidosis tubular renal; O: orina; S: sangre.
187
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
mal o está disminuida debe sospecharse una ATR distal, que será confirma-
da por la incapacidad de conseguir un pH urinario inferior a 5,5 durante una
sobrecarga ácida. El diagnóstico de ATR distal es definitivo si tras normalizar
la bicarbonatemia mediante una sobrecarga alcalina, el delta-pCO2 perma-
nece inferior a 20 mmHg y la excreción fraccional de bicarbonato no sobre-
pasa el 5%. La presencia de valores de excreción fraccional más elevados
indican un ATR mixta, proximal y distal. El estudio debe comportar siempre
la determinación de la excreción urinaria de calcio y la búsqueda de nefro-
calcinosis mediante la ecografía renal.
188
TUBULOPATÍAS
FIGURA 21.3.
Acidosis metabólica hiperclorémica con anión restante urinario positivo (Cl < Na + K).
ATR: acidosis tubular renal; O: orina; S: sangre.
PROTOCOLO DIAGNÓSTICO
189
190
TABLA 21.5. DATOS CLÍNICOS Y BIOQUÍMICOS EN LOS SÍNDROMES DE BARTTER Y GITELMAN
191
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
PROTOCOLO DIAGNÓSTICO
192
TUBULOPATÍAS
FIGURA 21.4.
POLIURIA
Osmu
Osmu > 300 mOsm/kg Osmu < 150 mOsm/kg Osmu = 150-300 mOsm/kg
Diuresis osmótica Diuresis acuosa Diuresis mixta
Glucosa Agua
Urea Osmp Solutos
Sodio
< 280 mOsm/kg > 280 mOsm/kg
Deprivación acuosa
DDAVP exógeno
193
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
194
L ITIASIS RENAL 22
Coordinador/Experto
P. Barceló Reverter
Servicio de Nefrología
Fundació Puigvert. Barcelona
Expertos
J. Ara del Rey
Servicio de Nefrología
Hospital Clínic i Provincial. Barcelona
E. Bergada Barado
Servicio de Nefrología
Hospital Clínic i Provincial. Barcelona
E. García Cuerpo
Servicio de Urología
Unidad de Litotricia. Hospital Ramón y Cajal. Madrid
A. Torres Ramírez
Servicio de Nefrología
Hospital Universitario de Canarias. Tenerife
ETIOPATOGENIA
195
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Las técnicas más empleadas para el estudio del cálculo son cristalografía óp-
tica, análisis químico, cristalografía por rayos X y espectroscopia infrarroja.
Estas dos últimas ofrecen unos resultados muy fidedignos; pero se aconseja ini-
ciar los estudios con la observación macroscópica o microscópica del cálculo
con una lupa o microscopio, ya que permite identificar los componentes y
forma cristalográfica del cálculo y no obvia el empleo de otros métodos.
196
LITIASIS RENAL
197
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
LITIASIS CÁLCICA
La litiasis cálcica representa más del 80% de todos los casos de litiasis. Bá-
sicamente se clasifica en secundaria a un trastorno sistémico o fármacos e
idiopática (tabla 22.2).
Hipercalciuria idiopática
La hipercalciuria idiopática se define como la excreción de más de 4 mg/kg
por día para ambos sexos, en ausencia de hipercalcemia y de otras causas
conocidas de hipercalciuria. Se ha demostrado que una alta proporción de
enfermos con hipercalciuria idiopática presentan osteopenia u osteoporosis.
Por ello, la restricción dietética de calcio puede inducir un balance negativo
de calcio y empeorar la osteopenia.
198
LITIASIS RENAL
Hipocitraturia < 250 mg/día (ambos sexos) < 300 mg/día (ambos sexos)
o < 0,17 mg/dl GFR
Hipocitraturia
El citrato urinario disminuye la litogénesis por un mecanismo doble. El esta-
do del equilibrio ácido-base es el principal condicionante de la citraturia; la
hipocitraturia puede ser secundaria a acidosis sistémica como en la acidosis
tubular renal o a fármacos como la acetazolamida o las tiacidas (por acidosis
intracelular tubular). La ingesta excesiva de proteínas también predispone a
la hipocitraturia por la carga ácida que conlleva. Sin embargo, lo más fre-
cuente es que la hipocitraturia sea idiopática.
Estados hiperoxalúricos
La hiperoxaluria es de origen metabólico (hiperoxaluria primaria), intestinal
o dietético. La hiperoxaluria primaria es un trastorno hereditario poco frecuen-
te que debe sospecharse en sujetos con litiasis desde la primera o segunda
décadas de la vida. La hiperoxaluria entérica aparece en enfermos con en-
199
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
TRATAMIENTO MÉDICO
El primer objetivo del tratamiento de los pacientes con litiasis renal es la pre-
vención de nuevos cálculos. El tratamiento conservador con medidas dietéti-
cas debe iniciarse en todos los casos. La hidratación debe asegurar un volu-
men urinario próximo a los 2 l y se recomienda una ingesta de sodio inferior
a 100 mEq/día. Una ingesta alta en sodio aumenta la excreción urinaria de
calcio, disminuye la concentración de inhibidores de la cristalización como
el citrato y empeora la respuesta hipocalciúrica a las tiacidas. La restricción
de oxalato es útil en todos los pacientes con litiasis de oxalato cálcico y es
esencial en aquellos que estén tomando fosfato sódico de celulosa o con
hiperabsorción intestinal de oxalato (hiperoxaluria entérica). La restricción de
calcio se recomienda en la hipercalciuria absortiva, excepto si existe osteo-
porosis, y en el hiperparatiroidismo primario con hiperabsorción de calcio.
Se recomienda también una reducción moderada de proteínas animales en
los pacientes con hiperuricosuria, hipocitraturia o hipercalciuria.
El tamaño estimado será el volumen hallado en las tres dimensiones del es-
pacio pielocalicial. En la práctica, se calcula de forma aproximada como su-
perficie según la equivalencia que aparece en la tabla 22.6.
200
TABLA 22.4. CRITERIOS DIAGNÓSTICOS
Suero
Ca2+ N N N ↑ N N N N N N N N N
P N N N ↓ ↓ N N N N N N N N
PTH N N ↑ ↑ N ↓ ↑ N N N N N N
Orina
Ca/creat* (2 horas) N N ↑ ↑ ↑ ↑ ↓ N N ↑ N N N
Ca 24 h (restricción) ↑ N ↑ ↑ ↑ ↑ ↓ N N ↑ N N N
Oxalato N N N N N N ↑ N N N N N N
Ácido úrico N N N N N N ↓ ↑ N N N/↑ N N
Citrato N N N N N N ↓ N ↓ ↓ N N N
pH N N N N N N ↓ N N ↑ N N
Cistina N N N N N N N N N N N ↑ N
Magnesio N N N N N N ↓ N N N N N ↓
Tipo litiasis ca** ca ca ca ca ca ca ca ca ca úrica cis*** ca
* Ca/creat N < 0,11. ** ca: litiasis cálcica. *** cis: litiasis cistínica.
Ca/creat ↑ > 0,11
HCI: hipercalciuria absortiva tipo I; HCII: hipercalciuria absortiva tipo II; HR: hipercalciuria renal;
HPI: hiperparatiroidismo primario; PP: pérdida renal de fosfato; 1,25: exceso primario de 1,25 (OH)2 vitamina D; HE: hiperoxaluria entérica;
NCHU: nefrolitiasis cálcica hiperuricosúrica; HI: hipocitraturia idiopática; ATR: acidosis tubular renal; LU: litiasis úrica; LC: litiasis cistínica;
HM: litiasis cálcica hipomagnesúrica.
LITIASIS RENAL
201
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
(Continúa)
202
LITIASIS RENAL
cm mm2
0-10 0-100
10 a 20 100-260
20 a 30 260-450
30 a 40 450-800
> 40 cm > 800
203
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Tipo I. Masa litiásica < 3 cm o < 450 mm2, vía excretora y función renal con-
servada.
Tipo II. Masa litiásica > 3 cm, entre 450 y 800 mm2, sin repercusión sobre vía
excretora. Grosor < 1 cm en P-A.
Tipo III. Cálculo entre 450 y 800 mm2, consistencia dura y masa de predo-
minio piélico que ocupa uno o dos grupos caliciales.
204
LITIASIS RENAL
FIGURA 22.1.
Litiasis renal
Evaluación clínica
– Historia clínica
– Radiografía simple aparato urinario
– Urograma y/o ecografía
– Análisis sedimento orina-cultivo
– Otras exploraciones
LTS Tipo I LTS Tipo II LTS Tipo III LTS Tipo IV Litiasis Formas
< 2,6-4,5 cm2 4,5-8 cm2 4,5-8 cm2 Duros T. IVa T. IVb Anomalías Clínicas
Vía normal < 4,5 cm2 Duros Dilatación vías anatómicas especiales
Función normal Monorrenos Alteraciones
congénitas
205
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
206
R IÑÓN Y EMBARAZO 23
Coordinador
R. Marín Iranzo
Servicio de Nefrología
Hospital Centro de Asturias. Oviedo
Expertos
P. Barceló Reverter
Servicio de Nefrología
Fundación Puigvert. Barcelona
M. Gorostidi Pérez
Servicio de Nefrología
Hospital de Jarrio. Jarrio (Coaña). Asturias
207
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Bases fisiológicas
Estimulación del sistema renina-angiotensina
Aumento de síntesis y actividad de renina, de angiotensina II y de aldosterona
Sin embargo, en el embarazo existe una resistencia a la acción presora de la angiotensina II
Aumento de la producción de prostaglandinas vasodilatadoras y tromboxano
El cociente prostaciclina/tromboxano se inclina hacia el numerador
Aumento de la generación de óxido nítrico con niveles normales de endotelina
Cortocircuito arteriovenoso (placenta)
Korotkoff. Sólo en los raros casos en que la fase V esté ausente o sea menor
de 40 mmHg, se optará por la fase IV para definir la PA diastólica.
PREECLAMPSIA-ECLAMPSIA
208
FIGURA 23.1.
Hipoperfusión uteroplacentaria
Disminución del flujo Aumento de actividad del Aumento sensibilidad Agregación plaquetaria Reducción síntesis de renina Reducción 1,25(OH)2 D3
uteroplacentario sistema nervioso simpático a la angiotensina - II Activación coagulación Descenso aldosterona ¿Descenso Ca iónico?
Aumento
reabsorción de Na
Edemas
RIÑÓN Y EMBARAZO
209
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Curso clínico
La preeclampsia es un proceso hipertensivo específico del embarazo. Se
presenta de forma característica en primíparas después de la semana 20
y con mayor frecuencia en el tercer trimestre. Se define por la presencia de
HTA y proteinuria ≥ 0,3 g/24 h. Casi siempre se observa retraso en el cre-
cimiento fetal. En los casos graves se aprecia, además, trombopenia, lesión
hepática e insuficiencia renal. El denominado síndrome HELLP (hemólisis,
elevación de enzimas hepáticas y descenso de plaquetas) es un cuadro in-
frecuente, pero que comporta siempre graves consecuencias para la madre
y para el feto.
210
FIGURA 23.2.
Reposo hospitalario
• Si PAS ≥ 150 mmHg
Hipertensión • Si PAD ≥ 100 mmHg
• Si proteinuria
• Si hiperuricemia
Asimetría renal
Soplo abdominal PAS ≥ 170 mmHg Emergencia
Hipopotasemia HTA PAD ≥ 110 mmHg hipertensiva
Proteinuria-hematuria secundaria
Insuficiencia renal PAS ≥ 150 mmHg Tratamiento
↑ Metanefrinas PAD ≥ 100 mmHg farmacológico
211
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Tratamiento
El objetivo principal es proteger a la madre y al feto de las consecuencias de
la HTA y también prolongar la gestación para prevenir los problemas de
prematuridad. El simple reposo hospitalario mejora el pronóstico fetal y ma-
terno y controla un 30-40% de las hipertensiones. El fármaco más seguro para
el feto sigue siendo un agente clásico: la metildopa (tabla 23.2).
A este grupo pertenecen las gestantes con HTA ya conocida antes del emba-
razo y también los casos de hipertensión descubiertos antes de la semana 20.
En la mayoría de los casos se trata de una HTA esencial; en un porcentaje
muy limitado se observa HTA secundaria (nefrógena, vasculorrenal, en-
docrina, etc.).
212
RIÑÓN Y EMBARAZO
A. Reposo
Domiciliario
Con cifras de PA diastólica entre 90-99 mmHg y/o de PA sistólica entre 140-149 mmHg
Hospitalario
Con PA diastólica persistentemente ≥ 100 mmHg y/o PA sistólica ≥ 150 mmHg
Con proteinuria y/o hiperuricemia y/o trombopenia y/o aumento de transaminasas
213
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Nefropatías secundarias
Se había postulado que en mujeres con lupus eritematoso sistémico la inciden-
cia de abortos era elevada y que el embarazo desencadenaba brotes lúpicos.
Datos recientes demuestran que la viabilidad fetal es elevada en estas muje-
res (80-90%) si la enfermedad está en fase de remisión y la función renal es
214
RIÑÓN Y EMBARAZO
FIGURA 23.3.
Gestación No gestación
Validación del
Valoración de la función renal
crecimiento fetal
y parámetros de preeclampsia
(ácido úrico, factor VIII, etc.)
Distrés respiratorio
Hipertensión Normotensión
Test con
glucocorticoides
Tratamiento con
(25-34 semanas) Vigilancia
hipotensores
215
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Nefropatías primarias
Con función renal normal y ausencia No hay contraindicación para el embarazo
de hipertensión
Hipertensión de difícil control Gestación contraindicada
Síndrome nefrótico Retraso del crecimiento y bajo peso
Nefropatías sistémicas
Lupus eritematoso diseminado La gestación se acepta si la enfermedad se halla
en fase de remisión durante un año y se
controla la presión arterial
Esclerodermia, poliarteritis nudosa Contraindicado el embarazo
Nefropatía diabética Óptimo control de la glucemia. Ausencia de
hipertensión e insuficiencia renal
216
RIÑÓN Y EMBARAZO
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
217
T RATAMIENTO DE LA INSUFICIENCIA 24
RENAL CRÓNICA
Coordinador
J. Álvarez Grande
Servicio de Nefrología
Hospital Central de Asturias (Hospital Covadonga). Oviedo
Expertos
F. Álvarez-Ude Cotera
Servicio de Nefrología
Complejo Hospitalario de Segovia. Segovia
R. Marcén Letosa
Servicio de Nefrología
Hospital Ramón y Cajal. Madrid
A.L. Martín de Francisco
Servicio de Nefrología
Hospital Marqués de Valdecilla. Santander
TRATAMIENTO CONSERVADOR
1
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
OBJETIVOS
PROGRESIÓN: MONITORIZACIÓN
Las medidas reales del FG mediante inulina o métodos isotópicos no son prác-
ticas en la clínica. La medida más común es el aclaramiento de creatinina,
aunque resulta molesta para el paciente y está sometida a errores (infraes-
timación por recogida incompleta de la orina y sobrestimación por secreción
tubular en fases avanzadas de IR). En general, después de establecer el FG
inicial basta con vigilar la evolución de la creatinina en plasma, y tener en
cuenta los posibles errores por: a) la pérdida de masa muscular debida a la
edad o a la dieta; b) el empleo de ciertos fármacos que compiten con su ex-
creción tubular (cimetidina), o c) las situaciones que producen elevaciones
transitorias de sus concentraciones plasmáticas (ingesta importante de carne
o ejercicio intenso).
Aunque el método está sujeto a errores (ya que no todos los pacientes ni de
forma continua siguen esta evolución), la determinación seriada de los nive-
2
TRATAMIENTO DE LA INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA
MEDIDAS
AGENTES ANTIHIPERTENSIVOS
3
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
OTROS FÁRMACOS
4
TRATAMIENTO DE LA INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA
NUTRICIÓN
Los enfermos con IRC tienen alterados, al menos en los estadios avanzados,
algunos parámetros relacionados con su situación nutricional. Se ha obser-
vado una relación entre el filtrado glomerular y algunas medidas antropomé-
tricas (porcentaje del peso ideal, área muscular del brazo) y determinaciones
bioquímicas (transferrina, colesterol total, excreción de creatinina/24 horas
y relación creatinina en orina/altura). Estas alteraciones parecen ocurrir de
forma progresiva y empeoran significativamente cuando el aclaramiento
de creatinina es inferior a 10 ml/min. Hay pocos estudios recientes que in-
diquen la prevalencia real de malnutrición en esta población.
CAUSAS DE MALNUTRICIÓN
TRATAMIENTO
5
TRATAMIENTO DE LA INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA
NUTRICIÓN
Los enfermos con IRC tienen alterados, al menos en los estadios avanzados,
algunos parámetros relacionados con su situación nutricional. Se ha obser-
vado una relación entre el filtrado glomerular y algunas medidas antropomé-
tricas (porcentaje del peso ideal, área muscular del brazo) y determinaciones
bioquímicas (transferrina, colesterol total, excreción de creatinina/24 horas
y relación creatinina en orina/altura). Estas alteraciones parecen ocurrir de
forma progresiva y empeoran significativamente cuando el aclaramiento
de creatinina es inferior a 10 ml/min. Hay pocos estudios recientes que in-
diquen la prevalencia real de malnutrición en esta población.
CAUSAS DE MALNUTRICIÓN
TRATAMIENTO
5
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Ingesta inadecuada
– Dieta pobre en proteínas
– Anorexia
– Estados depresivos
– Medicación: quelantes del fósforo, suplementos de hierro, etc.
Acidosis metabólica
Alteraciones hormonales
– Resistencia a la insulina
– Hiperglucagonemia
– Hiperparatiroidismo secundario
– Alteraciones en el eje hormona de crecimiento-factor de crecimiento similar
a la insulina (IGF-1)
Aumento de las concentraciones sanguíneas de citocinas (p. ej., factor de necrosis tumoral alfa)
Complicaciones asociadas y enfermedades intercurrentes
RECOMENDACIONES
6
TRATAMIENTO DE LA INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA
TRATAMIENTO SUSTITUTIVO
7
TRATAMIENTO DE LA INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA
TRATAMIENTO SUSTITUTIVO
7
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
FIGURA 24.1.
Paso de agua y solutos a través de una membrana porosa semipermeable hasta conseguir
el equilibrio osmótico entre ambas soluciones. (Modificada de Maxwell H y Kleeman CR. Clínica
de los trastornos hidroelectrolíticos. Barcelona: Toray, 1965.)
8
TRATAMIENTO DE LA INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA
Las posibilidades que ofrece la diálisis son disminuir los valores sanguíneos
de un número limitado de solutos y corregir los trastornos hidroelectrolíticos
y del equilibrio acidobásico. La falta de secreción interna renal y la depura-
ción insuficiente de sustancias tóxicas (entre un 15-20% de lo normal) provo-
can un estado de déficit y uremia permanentes (uremia «decapitada») que
requiere un tratamiento convencional asociado al dialítico.
HEMODIÁLISIS: MODALIDADES
ESTÁNDAR
ALTA EFICACIA
ALTO FLUJO
9
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
HEMOFILTRACIÓN
HEMODIAFILTRACIÓN
• Es una técnica mixta que combina difusión (diálisis estándar) con alto trans-
porte convectivo (40-80 ml/min) por lo que requiere reperfusión de 7-14 l
por sesión. Se eliminan, por tanto, pequeñas y medianas moléculas.
• Utiliza membranas de alta permeabilidad.
• Existen diferentes modalidades.
Biofiltración
10
TRATAMIENTO DE LA INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA
– Esta técnica separa el proceso convectivo del difusivo colocando dos fil-
tros en serie: el primero, de alta permeabilidad (polisulfona 0,5 m2) para
el transporte convectivo y, el segundo, en contacto con el líquido de
diálisis, de baja permeabilidad, para el transporte difusivo (1,6-1,8 m2).
La finalidad de separar ambos procesos es conseguir un mayor rendimien-
to, ya que cuando ambos se realizan al mismo tiempo se inhiben de for-
ma recíproca.
– El volumen ultrafiltrado en el filtro convectivo oscila entre 6-9 l y se reempla-
za por una perfusión de lactato o bicarbonato que se reintroduce antes del
segundo filtro.
– El procedimiento consigue una buena eliminación de pequeñas y medianas
moléculas con una excelente tolerancia hemodinámica.
– Al permitir disponer del ultrafiltrado, el sistema permite introducir sensores
de urea que analizan durante la sesión la eficacia depuradora de la técni-
ca, y permiten, así mismo, registrar en pantalla la curva depuradora actual
y prevista, así como el estudio de otros parámetros de diálisis adecuada (re-
circulación, nutrición, etc.).
– Una variante de esta técnica, que simplifica la perfusión y reduce el líquido
reinfundido, es la PFD carbón. En esta modalidad el plasma ultrafiltrado en
la primera cámara circula por un cartucho de carbón activado donde es depu-
rado; después se reinfunde de nuevo a la entrada del segundo filtro o filtro
dializante.
11
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
En línea
12
TRATAMIENTO DE LA INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA
TRASPLANTE RENAL
BIBLIOGRAFÍA
13
H EMODIÁLISIS (I) 25
Coordinador
P. Aljama García
Servicio de Nefrología
Hospital Universitario Reina Sofía. Córdoba
Expertos
R. Escallada Cotero
Servicio de Nefrología
Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. Santander
A. Fernández Escribano
Servicio de Nefrología Pediátrica
Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid
A. Luque de Pablos
Servicio de Nefrología Pediátrica
Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid
R. Marcén Letosa
Servicio de Nefrología
Hospital Ramón y Cajal. Madrid
A.L. Martín de Francisco
Servicio de Nefrología
Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. Santander
A. Martín-Malo
Servicio de Nefrología
Hospital Universitario Reina Sofía. Córdoba
M.D. Morales
Servicio de Nefrología Pediátrica
Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid
B. Ramos Frendo
Servicio de Nefrología
Hospital Regional Carlos Haya. Málaga
C. Sanz Moreno
Servicio de Nefrología
Clínica Puerta de Hierro. Madrid
TÉCNICA
Los principios físicos en los que se basa la hemodiálisis (HD) son la difusión
y la convección, los cuales permiten el paso de solutos y agua a través de una
membrana semipermeable. Este intercambio entre la sangre y el líquido de
diálisis (LD) logra la eliminación de las toxinas urémicas y el exceso de líqui-
do del organismo, produciéndose de forma simultánea un equilibrio positivo
hacia el paciente de calcio y bicarbonato.
15
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
DIFUSIÓN
CONVECCIÓN
1. Ultrafiltración hidrostática.
– Presión transmembrana. Durante la HD existe un paso de agua desde
la sangre al LD debido al gradiente de presión generado entre ambos
compartimientos.
– Coeficiente de ultrafiltración (CUF). La permeabilidad al agua varía consi-
derablemente dependiendo del espesor y el tamaño de los poros de cada
membrana. Esta permeabilidad viene indicada por el CUF, que es defini-
do como la cantidad de ml/h/mmHg que pasa la membrana, lo que per-
mite dividirlas en membranas de alto flujo (> 20) y de bajo flujo (< 10).
2. Ultrafiltración osmótica. Se produce por el movimiento de agua de un com-
partimiento a otro para compensar la diferencia de concentración de solutos.
16
HEMODIÁLISIS (I)
CIRCUITO DE HEMODIÁLISIS
1. Líneas sanguíneas.
– La línea arterial lleva la sangre desde el acceso vascular al dializador
mediante una bomba de sangre de rodillos, a un flujo (Qb) que puede
oscilar entre 200-450 ml/min.
– La línea venosa devuelve la sangre depurada por el dializador al paciente.
2. Monitores de presión. Sistemas de alarma que regulan el funcionamiento
del circuito, detectando déficit de flujo sanguíneo (Qb) y presión venosa
de retorno.
3. Detector de aire y cámara atrapaburbujas. Su objetivo es eliminar el aire del
circuito y prevenir su paso al paciente mediante una pinza automática.
DIALIZADOR
LÍQUIDO DE DIÁLISIS
Compuesto por agua, Na, K, Cl, Ca, Mg, un alcalinizante preferiblemente bi-
carbonato y glucosa, a temperatura de 36-37 °C. El agua debe ser previamente
desionizada y tratada con ósmosis inversa. A un flujo de 500-800 ml/min.
ANTICOAGULACIÓN
MODALIDADES
HEMODIÁLISIS CONVENCIONAL
17
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Dializadores de alta permeabilidad (CUF > 20) y aclaramiento (KoA > 600)
y bicarbonato. Se recomienda un Qb > 350 ml/min.
HEMOFILTRACIÓN
HEMODIAFILTRACIÓN
Combina difusión con alto transporte convectivo 40-80 ml/min con líquido
de reposición entre 4-12 l/sesión. Membranas de alta permeabilidad y bicar-
bonato. Alta eficacia depuradora, buena tolerancia hemodinámica y alto
coste.
Biofiltración
18
HEMODIÁLISIS (I)
En línea
Entre 80-120 ml de los 600 ml/min del líquido de diálisis se filtran por una
membrana de polisulfona y se utiliza como líquido de reposición. Requiere
un sistema de depuración que genere líquido estéril. Membrana de alta per-
meabilidad y Qb elevados.
BIBLIOGRAFÍA
Polaschegg HD, Levin NW. Hemodialysis machines and monitors. En: Jacobs C,
Kjellstrand K, Koch KM, Winchester JF, eds. Replacement of renal function by
dialysis, 4.ª ed. Kluwer: Academic Publishers, 1996; 333-379.
Rodríguez-Benot A, Martín-Malo A. Aspectos técnicos de la hemodiálisis, hemodiafiltra-
ción y hemofiltración. En: Hernando L, Aljama P, Arias M, Caramelo C, Egido J,
Lamas S, eds. Nefrología clínica. Editorial Médica Panamericana, 1997; 626-631.
Van Stone JC, Daugirdas JT. Hemodialysis: physiological principles. En: Daurgidas JT,
Ing TS, eds. Handbook of dialysis, 2.ª ed. Little Brown, 1994; 13-30.
El líquido de diálisis es una solución formada por una mezcla de agua y con-
centrado de diálisis en una proporción de 34/1, puesta en contacto con la
sangre del paciente, a través de una membrana semipermeable, en cada
sesión de hemodiálisis; de ahí la importancia de la composición del agua
utilizada. Por definición, el agua debería ser un líquido incoloro, inodoro e
insípido, formado exclusivamente por hidrógeno y oxígeno; sin embargo, en
la realidad contiene contaminantes que hacen que sea necesario su tratamien-
to antes de utilizarlo para preparar el líquido de diálisis.
CONTAMINANTES
CONTAMINANTES INORGÁNICOS
19
HEMODIÁLISIS (I)
TRATAMIENTO
BIBLIOGRAFÍA
Chertow GM, Lazarus JM. Nutrition and the dialysis prescription. Am J Nephrol 1996;
16:79-89.
Druml W. Malnutrition is bad, but how can one detect malnutrition? Nephrol Dial Trans-
plant 1997; 12:2225-2227.
Ikizler TA, Wingard RL, Hakim RM. Interventions to treat malnutrition in dialysis patients:
the role of the dose of dialysis, intradialytic parenteral nutrition, and growth hor-
mone. Am J Kidney Dis 1995; 26:256-265.
Kopple JD. McCollum award lecture, 1996: protein-energy malnutrition in maintenance
dialysis patients. Am J Clin Nutr 1997; 65:1544-1557.
HEMODIÁLISIS EN NIÑOS
45
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Los principios físicos y los requerimientos técnicos son los mismos que en el
adulto aunque existen diferencias que son las que vamos a señalar a con-
tinuación.
CARACTERÍSTICAS
El niño tolera peor que el adulto la sesión de hemodiálisis; varias causas ex-
plican este fenómeno: a) mayor ganancia proporcional de peso interdiálisis
en los niños con relación al adulto; b) mayores necesidades de ultrafiltración
y a su vez márgenes más limitados al ser menor el peso del paciente, lo que
condiciona un riguroso control de la ultrafiltración, y c) importantes limitacio-
FIGURA 25.2.
DPCA
2.a opción: Diálisis domiciliaria
DPCC
(si fracaso o abandono)
46
HEMODIÁLISIS (I)
ACCESO VASCULAR
ASPECTOS TÉCNICOS
MONITORES
DIALIZADORES
47
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
LÍNEAS DE SANGRE
PRESCRIPCIÓN DE DIÁLISIS
Indicación
48
HEMODIÁLISIS (I)
Volumen extracorpóreo
Heparinización
Aclaramiento de urea
Flujo sanguíneo
Es un factor muy importante a considerar; en niños de bajo peso debe ser in-
dividualizado, pudiéndolo calcular con la siguiente fórmula:
FS = 2,5 x peso corporal + 100
Asahi AM 0,3 45 64 68
Fresenius F3 45 63 78 89 98
Gambro Pro 100 51 50 54 59 66
Gambro Miniminor 38 51 57
Gambro IC-IL 36 50 56
Gambro IC-IN 46 58 76 91
Gambro IC-IH 48 78 93
Gambro CA-50 55 90 105
Cobe HG-10 50 80 102
Biospal 1200S 70 84 99
Filtral 6 72 91 117
49
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Esta fórmula no es válida cuando el peso del niño es igual o inferior a 10 kg,
en esos casos el flujo nunca debe exceder los 75 ml/min.
Ultrafiltración
Una ganancia interdiálisis por encima del 5% de peso obliga a utilizar mem-
branas de alta permeabilidad que permitan realizar una diálisis secuencial
(ultrafiltración + diálisis), con el fin de obtener a lo largo de la sesión la pérdi-
da de peso deseada con la mayor tolerancia posible.
Cálculo de la dosis
El cálculo y el concepto de KTV y PCR son válidos en el caso de los niños. Las
necesidades nutricionales y anabólicas del niño son superiores a las del adul-
to. Esta circunstancia hace que sea mayor el desequilibrio entre la concentra-
ción de urea en los espacios intra y extracelular. El fenómeno conocido como
rebote de urea sucede con mucha mayor frecuencia en los niños que en los
adultos. En definitiva, el modelo cinético de la urea para el cálculo de la dosis
de diálisis puede sobrestimar la eficacia de la misma en el caso de los niños.
Este modelo viene utilizándose desde 1990 con membrana de AN-69, con
una relación superficie del dializador-superficie corporal de 0,8 en HD con
bicarbonato o en biofiltración (AFB), obteniéndose KTV de 1,2 ± 0,29 y PCR
de 1,3 ± 0,3 g/kg/día y una duración de la sesión entre 3-4 h.
COMPLICACIONES
50
HEMODIÁLISIS (I)
BIBLIOGRAFÍA
Fine R, Tejani A. Diálisis en pediatría. En: Daugirdas J, Ing T, eds. Manual de diálisis,
ed. esp. Madrid: Masson-Little, Brown, 1996; 533-547.
Luque A, Morales MD, Fernández Escribano A, Melgosa M. Diálisis en niños. Aspec-
tos clínicos y terapéuticos. En: Llach F, Valderrábano F, eds. Insuficiencia renal
crónica. Madrid: Norma, 1997; 1106-1153.
Robitaille P. Pediatric hemodialysis, 3.a ed. En: Nissenson AR, Fine RN, Gentile DE, eds.
Clinical dialysis Appleton Lange, 1995; 281-294.
51
HEMODIÁLISIS (I)
En línea
Entre 80-120 ml de los 600 ml/min del líquido de diálisis se filtran por una
membrana de polisulfona y se utiliza como líquido de reposición. Requiere
un sistema de depuración que genere líquido estéril. Membrana de alta per-
meabilidad y Qb elevados.
BIBLIOGRAFÍA
Polaschegg HD, Levin NW. Hemodialysis machines and monitors. En: Jacobs C,
Kjellstrand K, Koch KM, Winchester JF, eds. Replacement of renal function by
dialysis, 4.ª ed. Kluwer: Academic Publishers, 1996; 333-379.
Rodríguez-Benot A, Martín-Malo A. Aspectos técnicos de la hemodiálisis, hemodiafiltra-
ción y hemofiltración. En: Hernando L, Aljama P, Arias M, Caramelo C, Egido J,
Lamas S, eds. Nefrología clínica. Editorial Médica Panamericana, 1997; 626-631.
Van Stone JC, Daugirdas JT. Hemodialysis: physiological principles. En: Daurgidas JT,
Ing TS, eds. Handbook of dialysis, 2.ª ed. Little Brown, 1994; 13-30.
El líquido de diálisis es una solución formada por una mezcla de agua y con-
centrado de diálisis en una proporción de 34/1, puesta en contacto con la
sangre del paciente, a través de una membrana semipermeable, en cada
sesión de hemodiálisis; de ahí la importancia de la composición del agua
utilizada. Por definición, el agua debería ser un líquido incoloro, inodoro e
insípido, formado exclusivamente por hidrógeno y oxígeno; sin embargo, en
la realidad contiene contaminantes que hacen que sea necesario su tratamien-
to antes de utilizarlo para preparar el líquido de diálisis.
CONTAMINANTES
CONTAMINANTES INORGÁNICOS
19
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Inorgánicos
Aluminio 0,06 0,01 Osteomalacia
Calcio 88 2 Síndrome del agua
dura
Cinc 0,2 0,1 Anemia
Cloraminas 0,25 0,1 Hemólisis
Cobre 0,49 0,1 Hemólisis
Flúor 1 0,2 Osteomalacia
Nitratos 21 2 Hemólisis
Sodio 300 70
Sulfatos 200 100 Acidosis
Orgánicos
Colonias bacterianas 1 ng/ml 200 col/ml Reacciones a
Pirógenos pirógenos/sepsis
CONTAMINANTES ORGÁNICOS
20
HEMODIÁLISIS (I)
PLANTA DE TRATAMIENTO
Diseñada para eliminar todos los contaminantes del agua previamente cita-
dos. Necesariamente debe incluir una serie de elementos, bien instalados de
forma secuencial (fig. 25.1) o con un diseño compacto.
FIGURA 25.1.
Agua urbana
Filtro sedimentación
Agua filtrada
Filtro cartucho
Descalcificador
Agua descalcificada
Ósmosis
inversa
Carbón activo
Agua declorada
Filtros submicrónicos
Agua tratada
21
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
FILTRO DE SEDIMENTACIÓN
DESCALCIFICADOR
Es una columna de intercambio iónico que atrapa los iones calcio y magnesio
y devuelve iones sodio. Debe regenerarse frecuentemente mediante lavado
con solución saturada de ClNa.
ÓSMOSIS INVERSA
DEPÓSITOS DE ALMACENAJE
DECLORACIÓN
Se realiza en filtros de carbón activo que eliminan las cloraminas que se aña-
den al agua para potabilizarlo. El carbón debe cambiarse con la periodici-
dad aconsejada por el fabricante.
22
HEMODIÁLISIS (I)
FILTROS DE SEGURIDAD
CONTROL DE LA CALIDAD
BIBLIOGRAFÍA
Bambauer R, Walther J, Jung WK. Ultrafiltration of dialysis fluid to obtain a steril solution
during hemodialysis. Blood Purif 1990; 8:309-317.
Canaud BJM, Mion CM. Water treatment for contemporary hemodialysis. En: Jacobs
C, Kjellstrand CM, Koch KM, Winchester JF, eds. Replacement of renal function by
dialysis. Holanda, Kluwer: Academic Publishers, 1996; 231-255.
Escallada R. Tratamiento del agua. En: Lorenzo V, Torres A, Hernández D, Ayus JC, eds.
Manual de nefrología clínica, diálisis y trasplante renal. Madrid: Harcourt Brace,
1998; 401-410.
LÍQUIDOS DE DIÁLISIS
23
HEMODIÁLISIS (I)
FILTROS DE SEGURIDAD
CONTROL DE LA CALIDAD
BIBLIOGRAFÍA
Bambauer R, Walther J, Jung WK. Ultrafiltration of dialysis fluid to obtain a steril solution
during hemodialysis. Blood Purif 1990; 8:309-317.
Canaud BJM, Mion CM. Water treatment for contemporary hemodialysis. En: Jacobs
C, Kjellstrand CM, Koch KM, Winchester JF, eds. Replacement of renal function by
dialysis. Holanda, Kluwer: Academic Publishers, 1996; 231-255.
Escallada R. Tratamiento del agua. En: Lorenzo V, Torres A, Hernández D, Ayus JC, eds.
Manual de nefrología clínica, diálisis y trasplante renal. Madrid: Harcourt Brace,
1998; 401-410.
LÍQUIDOS DE DIÁLISIS
23
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
COMPOSICIÓN
CONCENTRADO BÁSICO
Lleva el álcali necesario para corregir la acidosis de los pacientes. Puede con-
tener acetato o bicarbonato.
• Acetato: aunque fue el más utilizado, hoy día está cayendo en desuso dada
la mala tolerancia y efectos secundarios asociados; su concentración oscila
entre 35-40 mmol/l.
• Bicarbonato: es el más utilizado. Su concentración varía entre 30-35 mmol
por l; lleva añadida una pequeña cantidad de acetato, entre 5 y 10 mmol
por l para mantener la estabilidad química de la solución. Hoy día el bicar-
bonato también puede suministrarse en forma de cartuchos de polvo, que
previenen mejor la contaminación bacteriana y son de manejo más senci-
llo, aunque su precio es más elevado. Cuando se emplean técnicas de
diálisis basadas en la difusión, la concentración de bicarbonato puede ser
levemente superior a la deseada en el plasma del paciente. Cuando se ob-
tienen volúmenes elevados de ultrafiltración es necesario emplear concen-
traciones más altas para compensar las pérdidas convectivas.
• Sin alcalinizante: en la técnica de hemodiafiltración AFB (acetate free bio-
filtration) el líquido de diálisis no lleva alcalinizante, siendo repuesto al or-
ganismo a través del líquido de sustitución.
CONCENTRADO ÁCIDO
• Sodio: oscila entre 135-145 mmol/l, variando su cifra en función de las ten-
dencias de los distintos grupos de acuerdo con la mejor tolerancia cardio-
vascular con sodios elevados, y un mejor control de la tensión arterial y la
ganancia de peso con sodios más bajos. Durante la diálisis hay que extraer
el agua y la sal acumuladas entre dos sesiones de diálisis. El componente
de pérdida difusiva del sodio es más importante durante la diálisis con ba-
24
HEMODIÁLISIS (I)
CONTROL DE CALIDAD
25
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA
MEMBRANAS
CLASIFICACIÓN
CELULÓSICAS
HIDROFILIA
26
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA
MEMBRANAS
CLASIFICACIÓN
CELULÓSICAS
HIDROFILIA
26
HEMODIÁLISIS (I)
CARGA ELÉCTRICA
PROPIEDADES DE TRANSPORTE
Permeabilidad difusiva
Permeabilidad convectiva
27
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
poro. Para que exista un transporte convectivo eficiente, una membrana de-
berá presentar ambos coeficientes elevados. En general, las membranas ce-
lulósicas presentan ambos coeficientes bajos, salvo el triacetato de celulosa
con un CUF alto, y las sintéticas altas.
Propiedades adsortivas
BIOCOMPATIBILIDAD
28
HEMODIÁLISIS (I)
COSTE ECONÓMICO
INDICACIÓN CLÍNICA
29
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA
Aljama P, Amate JM, Conde JL. Criterios de clasificación de las membranas. Nefrología
1996; 16 (Supl 4):50-63.
Colton CK, Lysaght MJ. Membranes for hemodialysis. En: Maher JF, ed. Replacement
of renal function by dialysis, 4.a ed. Dordrecht, Kluwer: Academic Publishers, 1996;
103-113.
Martín de Francisco AL. Valoración clínica de las diferentes categorías de membranas.
Nefrología 1996; 16 (Supl 4):73-80.
Radovich JM. Composition of polymer membranes for therapies of end-stage renal di-
sease. En: Bonomini V, Berland Y, eds. Dialysis membranes: structure and predic-
tions. Contrib Nephrol 1995; 113:11-24.
Woffindin C, Hoenich NA, Matthews JNS. Cellulose-based haemodialysis membranes:
biocompatibility and functional performance compared. Nephrol Dial Transplant
1992; 7:340-345.
MONITORES DE HEMODIÁLISIS
30
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA
Aljama P, Amate JM, Conde JL. Criterios de clasificación de las membranas. Nefrología
1996; 16 (Supl 4):50-63.
Colton CK, Lysaght MJ. Membranes for hemodialysis. En: Maher JF, ed. Replacement
of renal function by dialysis, 4.a ed. Dordrecht, Kluwer: Academic Publishers, 1996;
103-113.
Martín de Francisco AL. Valoración clínica de las diferentes categorías de membranas.
Nefrología 1996; 16 (Supl 4):73-80.
Radovich JM. Composition of polymer membranes for therapies of end-stage renal di-
sease. En: Bonomini V, Berland Y, eds. Dialysis membranes: structure and predic-
tions. Contrib Nephrol 1995; 113:11-24.
Woffindin C, Hoenich NA, Matthews JNS. Cellulose-based haemodialysis membranes:
biocompatibility and functional performance compared. Nephrol Dial Transplant
1992; 7:340-345.
MONITORES DE HEMODIÁLISIS
30
HEMODIÁLISIS (I)
CIRCUITO HIDRÁULICO
31
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
CIRCUITO DE ULTRAFILTRACIÓN
LIMPIEZA Y DESINFECCIÓN
Los monitores de diálisis deben limpiar y desinfectar todos sus circuitos des-
pués de cada sesión de diálisis. Existen dos métodos: químico y por calor (este
último prácticamente en desuso). Entre los desinfectantes químicos los más fre-
cuentemente utilizados son el hipoclorito sódico y el ácido peracético. Es muy
importante tener en cuenta que el uso de líquido de diálisis con bicarbonato
hace que precipite carbonato cálcico a lo largo del circuito hidráulico por lo
que es preciso una desincrustación previa que es imprescindible no sólo para
32
HEMODIÁLISIS (I)
BIBLIOGRAFÍA
ACCESOS VASCULARES
MEDIDAS DE CONSERVACIÓN
33
HEMODIÁLISIS (I)
BIBLIOGRAFÍA
ACCESOS VASCULARES
MEDIDAS DE CONSERVACIÓN
33
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
34
HEMODIÁLISIS (I)
CUIDADOS PREOPERATORIOS
CUIDADOS POSTOPERATORIOS
35
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA
INDICACIONES DE LA HEMODIÁLISIS
PUNTOS CLAVE
36
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA
INDICACIONES DE LA HEMODIÁLISIS
PUNTOS CLAVE
36
HEMODIÁLISIS (I)
37
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
• Postura americana que aboga por una entrada precoz en diálisis que me-
joraría la supervivencia.
• Postura europea que aboga por una entrada programada no tan precoz.
BIBLIOGRAFÍA
Eadington DW. Delayed referral for dialysis. Nephrol Dial Transplant 1996; 11:2124-
2126.
Ifudu O, Dawood M, Homel P, Friedman EA. Excess morbidity in patients starting
uremia therapy without prior care by a nephrologist. Am J Kidney Dis 1996;
28:841-845.
Lameire NH. Patient referral and dialysis initiation practices: a European perspective.
When do we begin dialysis therapy? ASN Satellite Symposium, 1997.
Obrador GT, Pereira BJG. Early referral to the nephrologist and timely initiation of re-
nal replacement therapy: a paradigm shift in the management of patients with chro-
nic renal failure. Am J Kidney Dis 1998; 31:398-417.
Schulman G, Hakim RM. Improving outcomes in chronic hemodialysis: should dialysis
be initiated earlier? Seminars in Dialysis 1996; 9:225-229.
38
HEMODIÁLISIS (I)
HEMODIÁLISIS ADECUADA
DOSIS
DETERMINACIÓN DE LA DOSIS
39
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Este índice tiene la ventaja de ser rápido y poco complejo, pero tiene el in-
conveniente de que no tiene en consideración el rebote de la urea ni la fun-
ción renal residual.
KT/V
Kt/V = Ln C1/C2
40
HEMODIÁLISIS (I)
Muestra sanguínea
41
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
TAC-UREA
nPCR
TIEMPO DE DURACIÓN
42
HEMODIÁLISIS (I)
OTROS ÍNDICES
Urea: 120-210 mg/dl Creatinina: > 11 mg/dl Albúmina: > 4,0 g/dl
Colesterol: 190-200 mg/dl Potasio: 3,5-6,0 mEq/l Bicarbonato: > 22 mEq/l
Fósforo: 3,0-5,5 mg/dl Calcio: 9,5-10,5 mg/dl PTH: 150-210 pg/ml
Aluminio: < 40 µg Hematócrito: 32-36% Ferritina: 200-300 µg/l
BIBLIOGRAFÍA
NUTRICIÓN
INTRODUCCIÓN
43
HEMODIÁLISIS (I)
OTROS ÍNDICES
Urea: 120-210 mg/dl Creatinina: > 11 mg/dl Albúmina: > 4,0 g/dl
Colesterol: 190-200 mg/dl Potasio: 3,5-6,0 mEq/l Bicarbonato: > 22 mEq/l
Fósforo: 3,0-5,5 mg/dl Calcio: 9,5-10,5 mg/dl PTH: 150-210 pg/ml
Aluminio: < 40 µg Hematócrito: 32-36% Ferritina: 200-300 µg/l
BIBLIOGRAFÍA
NUTRICIÓN
INTRODUCCIÓN
43
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
DEFINICIÓN DE MALNUTRICIÓN
PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO
MEDIDAS PREVENTIVAS
44
HEMODIÁLISIS (I)
TRATAMIENTO
BIBLIOGRAFÍA
Chertow GM, Lazarus JM. Nutrition and the dialysis prescription. Am J Nephrol 1996;
16:79-89.
Druml W. Malnutrition is bad, but how can one detect malnutrition? Nephrol Dial Trans-
plant 1997; 12:2225-2227.
Ikizler TA, Wingard RL, Hakim RM. Interventions to treat malnutrition in dialysis patients:
the role of the dose of dialysis, intradialytic parenteral nutrition, and growth hor-
mone. Am J Kidney Dis 1995; 26:256-265.
Kopple JD. McCollum award lecture, 1996: protein-energy malnutrition in maintenance
dialysis patients. Am J Clin Nutr 1997; 65:1544-1557.
HEMODIÁLISIS EN NIÑOS
45
H EMODIÁLISIS (II) 26
Coordinador
F. Valderrábano Quintana
Servicio de Nefrología
Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid
Expertos
G. Barril Cuadrado
Servicio de Nefrología
Hospital Universitario de La Princesa. Madrid
J.B. Cannata Andía
Servicio de Investigación del Metabolismo Óseo y Mineral
Complejo Hospitalario de Oviedo. Oviedo
R. Jofré Ibáñez
Servicio de Nefrología
Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid
E. Junco Petrement
Servicio de Nefrología
Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid
J.M. López Gómez
Servicio de Nefrología
Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid
R. Pérez García
Servicio de Nefrología
Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid
J.A. Traver Aguilar
Servicio de Nefrología
Hospital Universitario de La Princesa. Madrid
Este capítulo de las Normas de Actuación Clínica (NAC) tiene unas caracte-
rísticas algo diferentes al resto de la obra. Su amplitud es mayor y se presen-
tan diferentes complicaciones que puede presentar el enfermo en diálisis.
Algunas patologías como la anemia y la osteodistrofia renal tienen un diag-
nóstico, un seguimiento y un tratamiento complejos, en muchos de cuyos as-
pectos no existe una evidencia unánime en la bibliografía ni entre los exper-
tos en el tema.
53
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
HIPOTENSIÓN
Tal como queda reflejado en la tabla 26.1, las causas que pueden condicio-
nar la hipotensión intradiálisis son muy numerosas.
Una vez que se evidencia la hipotensión, y sobre todo una vez que se consta-
ta que es sintomática, deberemos tratarla y para ello disponemos de distintas
medidas, expuestas en la tabla 26.2. El siguiente objetivo será intentar preve-
nir nuevos episodios (tabla 26.3). En los casos en que no se logre su prevención,
sería conveniente valorar la derivación del paciente a otras modalidades de
diálisis, bien utilizando técnicas de hemodiafiltración, bien pasando a diálisis
54
COMPLICACIONES AGUDAS EN HEMODIÁLISIS
Causas frecuentes
Disminución excesiva del volumen plasmático
a) Ultrafiltración excesiva
Programada
– Gran pérdida de volumen por unidad de tiempo
– Excesiva ganancia de peso interdiálisis
– Diálisis corta
– Equivocación
No programada
– Máquina de diálisis inadecuada para el dializador: sin control de ultrafiltración para el
uso de dializadores con coeficiente de ultrafiltración mayor de 8 ml/h/mmHg
– Avería del sistema de control de UF
– Tiempos sin control de UF durante la hemodiálisis, empleando dializadores de alta
permeabilidad
– Volumen de cebado alto, no repuesto, en personas con pequeño volumen plasmático
b) Tasa de relleno vascular baja
Depleción hidrosalina prehemodiálisis
Peso seco, mal estimado y bajo
– Incremento del peso magro
– Terceros espacios
– ¿Presión coloidosmótica del plasma disminuida?
– Gestación
– Equivocación
Cambios osmolares intensos con paso de agua dentro de las células; p. ej. hiponatremia,
diálisis con Na bajo < 136 mmol/l
(Continúa)
55
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
d) Enfermedades mixtas
– Arritmias intradiálisis con alteración importante del ritmo, asociadas a enfermedad
cardíaca
– Pericarditis constrictiva
– Taponamiento cardíaco
(Continúa)
56
COMPLICACIONES AGUDAS EN HEMODIÁLISIS
Causas raras
Enfermedades agudas asociadas, diagnosticadas o no
– Pericarditis aguda
– Isquemia aguda de miocardio. Infarto
– Sepsis
– Embolismo pulmonar
– Hemólisis
– Reacciones alérgicas graves asociadas a la diálisis
– Embolia gaseosa
– Hemorragia aguda
NÁUSEAS Y VÓMITOS
Se suelen asociar a las hipotensiones con las que comparten algunas de sus
causas (tabla 26.1). Aparecen sobre todo en aquellas situaciones que con-
llevan disminución del volumen plasmático extracelular.
CALAMBRES
57
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
CEFALEAS
58
COMPLICACIONES AGUDAS EN HEMODIÁLISIS
Medidas generales
– Revaluar, al menos semanalmente, el peso seco del paciente
– Utilizar máquinas de ultrafiltración controlada, sobre todo con dializadores de más de
8 ml/h/mmHg de coeficiente de ultrafiltración o con presiones venosas de retorno elevadas
– Utilizar líquido de diálisis con bicarbonato, con el menor acetato posible como
alcalinizante. Esto se deberá hacer sobre todo en mujeres con masa muscular pequeña
o cuando se utilice hemodiálisis de alta eficacia
– Alargar el tiempo de hemodiálisis y limitar la tasa de ultrafiltración horaria
– Utilizar líquido de diálisis con Na > 138 mEq/l
– Mejorar el hematócrito y mantenerlo por encima del 30%
– Aconsejar al paciente disminuir la ingesta de Na y agua para lograr una ganancia
de peso interdiálisis menor de 2 kg/48 h
– Mantener la temperatura del líquido de diálisis < 36° (35°)
– Evitar estar en diálisis bajo los efectos de hipotensores, fundamentalmente bloqueadores
beta y vasodilatadores
– Evitar la ingesta significativa de alimentos justo antes y durante la hemodiálisis
– Recurrir a sesiones de ultrafiltración aislada para recuperar el peso seco
– Calcular el balance de Na, teniendo en cuenta la diuresis residual
Medidas especiales
– Usar técnicas con mejor tolerancia, AFB (acetate free biofiltration), PFD (paired filtration
dialysis), HDF On-Line
– Mejorar la biocompatibilidad de la hemodiálisis
– Programar de forma variable la concentración de sodio en el líquido de diálisis,
comenzando con concentraciones más altas para luego ir disminuyéndolas (perfiles de Na)
– Realizar ultrafiltración secuencial. Comenzando con una tasa de UF mayor para ir
disminuyéndola a lo largo de la sesión. Es útil asociarla al perfil variable de Na (perfil de UF)
– Monitorización de los cambios del volumen plasmático durante la hemodiálisis. La
secuenciación del hematócrito o hemoglobina, mediante métodos no invasivos realizados
en la línea arterial, son útiles para precisar el peso seco
– Otros métodos no invasivos de valoración del peso seco: medición ecográfica del
diámetro/sección de la vena cava inferior, bioimpedancia, niveles de factor natriurético atrial
– Utilizar expansores plasmáticos para amortiguar la caída del volumen plasmático
59
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Dependientes de la técnica
– Asociados a la hipotensión
– Excesiva ultrafiltración-depleción salina
– Líquido de diálisis con osmolaridad baja/concentración baja de Na en el líquido de diálisis
Cuando coinciden con una hipotensión, pueden ceder mediante la infusión de suero salino
al 0,9%
Disminuir la ultrafiltración
En aquellos casos en que no desaparecen, infundir suero salino al 10 o 20%, comercializado
en ampollas de 10 ml
Con la excepción de los pacientes diabéticos, se puede utilizar glucosa al 50% en ampollas
de 10 ml
En algunas ocasiones, y aunque sólo suele tener una utilidad parcial, podría ayudar
el masaje sobre los músculos afectados, o producir la contracción isométrica de los mismos
contra el suelo u otro plano rígido
Aumentar la conductividad de la máquina de hemodiálisis, fundamentalmente cuando esté baja
siones, pueden ser un signo precoz de un cuadro que puede llegar a ser gra-
ve. Suelen ser más frecuentes al final de la diálisis y persistir después de la
misma. En la tabla 26.7 se enumeran algunas de sus causas.
60
COMPLICACIONES AGUDAS EN HEMODIÁLISIS
Es fundamental prevenir las hipotensiones. Para ello, debemos evaluar acertadamente el peso
seco, revisarlo todas las semanas y evitar deplecionar excesivamente de Na, al paciente
Estimar el balance de Na y no sólo el de agua
Utilizar [Na]id elevadas, superiores a 140 mEq/l o programar un descenso escalonado
de su concentración a lo largo de la hemodiálisis
Utilizar sustancias miorrelajantes: 5-10 mg de diazepam u oxazepam; tiocolchicósido 2 mg
o sulfato de quinina 325 mg. Administrados todos ellos por vía oral, 1 o 2 h antes
del comienzo de la diálisis
Tratar a los pacientes que puedan tener un déficit de carnitina con suplementos
Se emplearán dosis de 3 a 5 mg/kg i.v. poshemodiálisis. Se debe sospechar el déficit
en pacientes mal nutridos, con un PCR bajo, menor de 1 g/kg/día y bien dializados,
con un Kt/V mayor de 1,2
En algunos casos, la administración de vitamina E (400 IU) por vía oral, también ha resultado
útil
En ocasiones, e igual que ocurre con las hipotensiones, realizar una diálisis más lenta,
de mayor duración, puede prevenir la aparición de calambres
– Síndrome de desequilibrio
– Acetato
– Alcalosis metabólica
– Hipercalcemia
– Hipertensión arterial
– Edema cerebral inducido por concentración baja de Na en el líquido de diálisis
– Abstinencia de la cafeína, alcohol, etc.
– Hemoconcentración
– Asociada a alguna complicación orgánica: hemorragia intracraneal
61
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Ante cualquier reacción alérgica se valorarán, por orden, los siguientes pun-
tos: gravedad de la clínica; momento de su aparición; forma de evolución y
factores desencadenantes. Estos cuatro aspectos marcarán la pauta a seguir,
según la tabla 26.9.
FIEBRE
Síntomas
Prurito, reacción vasomotora (flush), eritema (erupción), edema facial, rinorrea, conjuntivitis
Náuseas, vómitos, dolor abdominal
Dolor torácico y de espalda
Disnea, tos no productiva, broncospasmo, taquipnea, estridor laríngeo, cianosis
Taquicardia, hipotensión, dolor precordial
Shock, parada cardíaca
Desencadenante
Desinfectante mal aclarado
Esterilizante (dializador, ¿líneas?): óxido de etileno
Reacciones de hipersensibilidad a componentes del circuito extracorpóreo (tipo de membrana
del dializador)
Asociación de membranas con carga negativa e IECA
Activación del complemento por las membranas celulósicas
Endotoxinas y otros contaminantes del líquido de hemodiálisis
Medicaciones administradas durante la hemodiálisis: heparina, hierro, antibióticos, DFO, etc.
Reacciones asociadas al reuso: esterilizante, contaminación
62
COMPLICACIONES AGUDAS EN HEMODIÁLISIS
En los casos más leves, generalmente más tardíos y poco progresivos, se puede mantener
la diálisis aplicando esteroides y/o antihistamínicos
En los casos intermedios, ante la duda, es mejor aplicar las medidas de los casos graves
En los casos graves interrumpir la diálisis, sin retornar la sangre al paciente, administrar
esteroides y/o antihistamínicos por vía i.v. e iniciar las medidas de soporte
cardiorrespiratorias adecuadas. Infusión de salino 0,9% para mantener PA. La adrenalina
se reservará para los casos de shock manifiesto
Tomar muestras de la sangre y del líquido de diálisis para posteriores análisis en busca
del desencadenante. Anotar todas las incidencias de la hemodiálisis
Existen otros casos en los que puede aparecer febrícula en relación con ele-
vadas temperaturas ambientales, del líquido de diálisis o del líquido de infu-
63
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
ARRITMIAS
Por otro lado, se sabe que hay factores dependientes de la diálisis que pue-
den desencadenar estas arritmias. Entre éstos, destacan los cambios electro-
líticos bruscos o extremos, fundamentalmente en el K+, Ca++ y Mg++, cambios
en el equilibrio ácido-base, la hipoxia y el síndrome de desequilibrio grave.
Otro factor a tener en cuenta es el tratamiento con distintos fármacos como
la digital, que junto a los cambios producidos por la hemodiálisis, es poten-
cialmente capaz de desencadenar arritmias.
HIPOXEMIA
Es muy importante prevenir la hipoxemia dado que constituye una causa fre-
cuente de mala tolerancia a la hemodiálisis, bien por sí misma, bien por su
contribución a la aparición de náuseas, vómitos, calambres e hipotensiones.
HEMÓLISIS
64
COMPLICACIONES AGUDAS EN HEMODIÁLISIS
65
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
extracorpóreo cómo la sangre del paciente adquiere una coloración roja cla-
ra, vinosa y, si se centrifuga dicha sangre, se obtendrá un plasma rosado, de
aspecto muy diferente al habitual. Por otro lado, el hematócrito estará muy
disminuido con respecto a los controles previos.
Causas físicas
Calentamiento excesivo del líquido de diálisis: lesión térmica. Se manifiesta por sensación
de intenso calor
Líquido de diálisis hipotónico: lesión osmolar. Se manifiesta por calambres
Trauma mecánico por mal ajuste de la bomba de sangre o bucle en la línea. Catéteres
en aurícula derecha
Causas químicas
Desinfectantes mal aclarados: formaldehído, glutaraldehído; hipoclorito de sosa, peróxido
de hidrógeno; ácido acético, etc.
Contaminantes del agua empleada para la diálisis: cloraminas, cobre, Zn, nitratos,
nitritos, etc.
pH extremo, malfuncionamiento de la máquina con líquido de diálisis sin alcalinizante
BIBLIOGRAFÍA
Amerling R, Cu GA, Dubrow A, Levin NW, Osheroff RJ. Complications during hemo-
dialysis. En: Nissenson AR, Fine RN., Gentile DE, eds. Clinical dialysis. Nueva
Yersey: Prentice-Hall International Inc.1995; 235-267.
66
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
Arieff AI. Dialysis disequilibrium syndrome: current concepts on pathogenesis and pre-
vention. Kidney Int 1994; 45:629-635.
Bailey RA, Kaplan AA. Intradialytic cardiac arrhytmias. Semin Dial 1994; 7:57-58.
Canzanello VJ, Burkart JM. Hemodialysis associated muscle cramps. Semin Dial 1992;
5:299-304.
Daugirdas JT. Preventing and managing hypotension. Semin Dial 1994; 7:276.
Daugirdas JT, Ing TS. First use reactions during hemodialysis: a definition of subtypes.
Kidney Int.1988; 33:S37-S43.
Gault MH, Duffett S, Purchase L et al. Hemodialysis intravascular hemolysis and kinked
blood lines. Nephron 1992; 62:267-271.
Hakim RM, Lazarus JM. Complications during hemodialysis. En: Nissenson AR, Fine
RN, Gentile DE. eds. Norwalk Appleton Century Crofts, Norwalk. 1994; 179-220.
Pegues DA, Oettinger CW, Bland LA, Oliver JC, Arduino MJ., Agüero SM et al. A pros-
pective study of pyrogenic reactions in hemodialysis patients using bicarbonate dia-
lysis fluids filtered to remove bacteria and endotoxin. J Am Soc Nephrol 1992;
3:1002-1007.
Pérez García R. Complicaciones agudas de la hemodiálisis. En: Lorenzo Sellares et al,
eds. Nefrología Clínica, diálisis y trasplante renal. Madrid: Ed. Harcourt Brace,
1997; 475-491.
Petitclerc T, Jacobs C. Dialysis sodium concentration: what is optimal and can it be in-
dividualized. Nephrol Dial Transplant 1995; 10:596-598.
Pitcher WD, Diamond SM, Henrich WL. Pulmonary gas exchange during dialysis in
patients with obstructive lung disease. Chest 1989; 96:1136-1141.
Zucchelli P, Santoro A. Dialysis induced hypotension. A fresh look at pathophysiology.
Blood Purif 1993; 11:85-98.
ANEMIA
DIAGNÓSTICO
67
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
Arieff AI. Dialysis disequilibrium syndrome: current concepts on pathogenesis and pre-
vention. Kidney Int 1994; 45:629-635.
Bailey RA, Kaplan AA. Intradialytic cardiac arrhytmias. Semin Dial 1994; 7:57-58.
Canzanello VJ, Burkart JM. Hemodialysis associated muscle cramps. Semin Dial 1992;
5:299-304.
Daugirdas JT. Preventing and managing hypotension. Semin Dial 1994; 7:276.
Daugirdas JT, Ing TS. First use reactions during hemodialysis: a definition of subtypes.
Kidney Int.1988; 33:S37-S43.
Gault MH, Duffett S, Purchase L et al. Hemodialysis intravascular hemolysis and kinked
blood lines. Nephron 1992; 62:267-271.
Hakim RM, Lazarus JM. Complications during hemodialysis. En: Nissenson AR, Fine
RN, Gentile DE. eds. Norwalk Appleton Century Crofts, Norwalk. 1994; 179-220.
Pegues DA, Oettinger CW, Bland LA, Oliver JC, Arduino MJ., Agüero SM et al. A pros-
pective study of pyrogenic reactions in hemodialysis patients using bicarbonate dia-
lysis fluids filtered to remove bacteria and endotoxin. J Am Soc Nephrol 1992;
3:1002-1007.
Pérez García R. Complicaciones agudas de la hemodiálisis. En: Lorenzo Sellares et al,
eds. Nefrología Clínica, diálisis y trasplante renal. Madrid: Ed. Harcourt Brace,
1997; 475-491.
Petitclerc T, Jacobs C. Dialysis sodium concentration: what is optimal and can it be in-
dividualized. Nephrol Dial Transplant 1995; 10:596-598.
Pitcher WD, Diamond SM, Henrich WL. Pulmonary gas exchange during dialysis in
patients with obstructive lung disease. Chest 1989; 96:1136-1141.
Zucchelli P, Santoro A. Dialysis induced hypotension. A fresh look at pathophysiology.
Blood Purif 1993; 11:85-98.
ANEMIA
DIAGNÓSTICO
67
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
1. Concentración de hemoglobina.
2. Índices hemáticos VCM y HCM (volumen corpuscular medio y hemoglobina
corpuscular media).
3. Recuento absoluto de reticulocitos en un aparato estandarizado.
4. Depósitos de hierro medidos por ferritina sérica.
5. Hierro disponible para la eritropoyesis, medido por el porcentaje de cé-
lulas hipocrómicas o, cuando esto no esté disponible, por la saturación de
transferrina, medida en más de una ocasión.
6. Proteína C reactiva.
68
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
No todos los pacientes con insuficiencia renal crónica pueden requerir trata-
miento con eritropoyetina. Algunos pacientes con insuficiencia renal crónica
avanzada y también algunos pacientes en diálisis (alrededor de un 15% de
pacientes en hemodiálisis y alrededor del 40% de pacientes en diálisis perito-
neal) pueden mantener una concentración de hemoglobina mayor de 10 g/dl
(hematócrito mayor del 30%) si están bien dializados, bien nutridos y con un
buen reemplazamiento de sus depósitos de hierro. Éste es el caso de pacien-
tes con enfermedad poliquística. Muy pocos pacientes con insuficiencia re-
nal crónica pueden mantener una concentración de hemoglobina superior a
12 g/dl sin tratamiento con eritropoyetina.
HEMOGLOBINA DIANA
No existe una evidencia clara de cuál debe ser la concentración óptima por
encima de este límite mínimo, por lo que no se sugiere un límite superior hasta
que se tenga más experiencia.
69
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Los pacientes con insuficiencia renal crónica deben estar en balance de hie-
rro y tener suficiente hierro para alcanzar y mantener una concentración de
hemoglobina de al menos 11g/dl (hematócrito mayor del 33%).
Las estrategias terapéuticas para alcanzar este objetivo serán las siguientes:
70
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
Si ambos parámetros son negativos o están dentro del rango normal, la do-
sis de eritropoyetina se debe aumentar un 50%.
En pacientes con una hemoglobina estable que no estén tratados con eritropo-
yetina y que el porcentaje de hematíes hipocrómicos sea inferior al 10% (IST
mayor del 20%) y la ferritina sea mayor de 100 µg/l, los depósitos de hierro
71
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
72
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
El hierro oral es superfluo para los pacientes con insuficiencia renal crónica
que reciben dosis de hierro intravenoso, puesto que la absorción de hierro
disminuye hasta casi desaparecer una vez que aumenta la ferritina por enci-
ma de los niveles normales.
ERITROPOYETINA
73
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
TITULACIÓN DE LA DOSIS
74
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
75
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Si existe un rechazo agudo que ocasiona una pérdida irreversible del injer-
to, la eritropoyetina debe ser restaurada, de la misma forma que en otros
pacientes con insuficiencia renal crónica.
Los pacientes con un trasplante que van perdiendo la función lentamente (re-
chazo crónico) deben ser tratados de la misma forma que otros pacientes con
insuficiencia renal crónica, y el tratamiento con eritropoyetina debería ser
iniciado antes del fracaso total del injerto y el comienzo de la diálisis. La dosis
requerida habitualmente es mayor en los casos de rechazo crónico que en
otros pacientes en prediálisis.
76
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
77
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
La presión sanguínea debe ser monitorizada en todos los pacientes con insu-
ficiencia renal crónica, especialmente durante el inicio del tratamiento con
eritropoyetina. Diversas estrategias de diálisis como el aumento de la ultra-
filtración, el inicio del tratamiento antihipertensivo o el aumento de la medi-
cación antihipertensiva y la reducción de la dosis de eritropoyetina (si ha
habido un rápido aumento de hemoglobina) son las medidas habituales para
controlar el aumento de la presión sanguínea. La ultrafiltración debe ser uti-
lizada con cautela en pacientes cuya concentración de hemoglobina está ya
dentro del rango normal antes de comenzar la hemodiálisis.
Los pacientes con injertos de PTFE parecen no tener un riesgo mayor de trom-
bosis si la concentración de hemoglobina está entre 10-12 g/dl, pero a con-
centraciones mayores puede haber una mayor incidencia de trombosis. Los
pacientes con fístula arteriovenosa nativa tienen un patrón similar de riesgo,
pero en menor frecuencia para la misma concentración de hemoglobina.
En los pacientes con fístulas con injertos de PTFE se debe considerar el uso de
un tratamiento antiagregante plaquetario con agentes diferentes a la aspirina.
78
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
BIBLIOGRAFÍA
European Best Practice Guidelines for the Treatment of Anaemia of Chronic Renal
Failure. Nephrol Dial Transplant 1999 (Suppl. in press).
OSTEODISTROFIA RENAL
Coordinador
J.B. Cannata Andía
Servicio de Investigación del Metabolismo Óseo y Mineral
Complejo Hospitalario de Oviedo. Oviedo
Expertos
E. Fernández
Servicio de Investigación del Metabolismo Óseo y Mineral
Complejo Hospitalario de Oviedo. Oviedo
M.T. González
Servicio de Investigación
Hospital Universitario de Canarias. Tenerife
I. Martínez
Servicio de Nefrología
Hospital de Galdakao. Vizcaya
J. Olivares
Servicio de Nefrología
Hospital General Universitario de Alicante. Alicante
A. Palma
Servicio de Nefrología
Hospital General Universitario de Sevilla. Sevilla
M. Rodríguez
Unidad de Investigación
Hospital Reina Sofía. Córdoba
V. Torregrosa
Servicio de Nefrología
Hospital Clínic i Provincial. Barcelona
A. Torres
Servicio de Nefrología y Unidad de Investigación
Hospital Universitario de Canarias. Tenerife
F. Valderrábano
Servicio de Nefrología
Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid
F. Valdés
Servicio de Nefrología
Hospital Juan Canalejo. A Coruña
79
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
BIBLIOGRAFÍA
European Best Practice Guidelines for the Treatment of Anaemia of Chronic Renal
Failure. Nephrol Dial Transplant 1999 (Suppl. in press).
OSTEODISTROFIA RENAL
Coordinador
J.B. Cannata Andía
Servicio de Investigación del Metabolismo Óseo y Mineral
Complejo Hospitalario de Oviedo. Oviedo
Expertos
E. Fernández
Servicio de Investigación del Metabolismo Óseo y Mineral
Complejo Hospitalario de Oviedo. Oviedo
M.T. González
Servicio de Investigación
Hospital Universitario de Canarias. Tenerife
I. Martínez
Servicio de Nefrología
Hospital de Galdakao. Vizcaya
J. Olivares
Servicio de Nefrología
Hospital General Universitario de Alicante. Alicante
A. Palma
Servicio de Nefrología
Hospital General Universitario de Sevilla. Sevilla
M. Rodríguez
Unidad de Investigación
Hospital Reina Sofía. Córdoba
V. Torregrosa
Servicio de Nefrología
Hospital Clínic i Provincial. Barcelona
A. Torres
Servicio de Nefrología y Unidad de Investigación
Hospital Universitario de Canarias. Tenerife
F. Valderrábano
Servicio de Nefrología
Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid
F. Valdés
Servicio de Nefrología
Hospital Juan Canalejo. A Coruña
79
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS
Según los datos disponibles hoy en día, resulta evidente que el nefrólogo debe
intentar diagnosticar la presencia de cualquier tipo de osteodistrofia renal pre-
cozmente y, de este modo, prevenir su progresión. Por lo tanto, la sospecha
clínica debe ser activa, escalonada y es deseable que haya homogeneidad
en la mayoría de los centros.
ETAPA DE PREDIÁLISIS
80
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
Tercer período: insuficiencia renal grave. La PTH está casi siempre elevada
(con valores muy diferentes de paciente a paciente), el calcio suele haber
bajado más (muy frecuentemente en el rango de hipocalcemia), el calcitriol
está bajo y el fósforo puede estar normal (rango alto) o elevado. La acidosis
metabólica suele ser ya muy manifiesta. En este período es necesario ver al
paciente y solicitarle una analítica con una mayor frecuencia. La determina-
81
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
ción de PTH debería hacerse siguiendo el esquema del primer período, pero
asegurándonos que se solicita, al menos, cada 6-12 meses y una vez antes
del comienzo de la diálisis (siempre en función de la evolución del paciente).
Si bien es necesario evitar el uso de captores de fósforo con aluminio (p. ej.,
hidróxido de aluminio), en los casos excepcionales en los que llegue a utili-
zarse, debido a su absorción intestinal, es necesario medir periódicamente
los valores de aluminio sérico (cada 2-6 meses en función de la dosis). Si se
tiene posibilidad de medir el calcitriol, tendría utilidad solicitarlo antes del
comienzo de la diálisis.
82
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
83
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
ETAPA DIALÍTICA
84
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
85
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
delado óseo sin que esto tenga una traducción paralela en los valores de
parathormona. En estos casos, de difícil interpretación, resulta útil la ayuda
de un segundo marcador bioquímico procedente de la actividad ósea, como
por ejemplo, la fosfatasa alcalina ósea, ya que valores > 20 ng/ml determina-
dos por IRMA apoyarían la existencia de alto remodelado.
Control del fósforo sérico. Las normas generales para el control de la hiper-
fosforemia del paciente en diálisis son las mismas que hemos referido en la
prediálisis, pero en este tipo de pacientes el tratamiento del fósforo es más
difícil. Dos estudios recientes, con elevado número de pacientes, uno proce-
dente de Estados Unidos y el otro de nuestro país revelan que al menos el 25%
de los pacientes en diálisis mantienen cifras de fósforo sérico elevadas (supe-
riores a 6,5 mg/dl). En estos pacientes es necesario revisar e individualizar
los pasos necesarios para el control de la hiperfosforemia que son: a) una
86
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
Existe mayor acuerdo en relación al esquema a seguir en los dos primeros su-
puestos (PTH 250-450 pg/ml y PTH 450-750 pg/ml, respectivamente). Sin
embargo, las opiniones están más divididas en relación a la actitud inicial en
pacientes del tercer supuesto (PTH muy elevadas > 750 pg/ml). Algunos
autores consideran que si la cifra de calcio sérico lo permite (no existe un
calcio sérico elevado), se debería intentar un ciclo corto y controlado de tra-
tamiento con metabolitos de la vitamina D. Por el contrario, otros autores
consideran que en estos casos (PTH > 750 pg/ml) el número de fallos tera-
péuticos y recidivas es elevado y la cirugía (paratiroidectomía) debe ser la
primera alternativa. Por lo tanto, la actitud a tomar en pacientes del tercer gru-
87
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
88
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
Prevención
• Se debe evitar el uso de captores del fósforo que contengan aluminio.
Cuando su utilización se hace imprescindible (por fallo de otros tratamien-
tos) es necesario no utilizarlo durante períodos prolongados, en lo posible
89
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Diagnóstico
La cuantificación periódica de aluminio sérico resulta útil para descartar o sos-
pechar implicación del aluminio en la osteodistrofia renal. Los valores de alu-
minio < 20 µg/l son compatibles con la ausencia de sobrecarga alumínica.
Los valores repetidos entre 20-60 µg/l son de difícil interpretación (un test de
DFO puede ayudar). Los valores repetidos > 60 µg/l indican una sobrecar-
ga alumínica (esto no siempre implica enfermedad ósea por aluminio). En
pacientes con depleción de hierro, el riesgo de incorporación tisular de alu-
minio es mayor, por lo tanto, valores muy inferiores a los ya mencionados pue-
den tener un significado patológico.
Tratamiento
Para disminuir la sobrecarga alumínica de un paciente es necesario:
90
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
91
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA
Block GA, Hulbert-Shearon TE, Levin NW, Port FK. Association of serum phosphorus
and calcium x phosphate product with mortality risk in chronic hemodialysis pa-
tients: a national study. Am J Kidney Dis 1998; 31:607-617.
Cannata JB. Indicaciones y limitaciones del calcitriol intravenoso. Nefrología 1995;14:
307-311.
92
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
CARDIOVASCULARES
93
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
CARDIOVASCULARES
93
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
94
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
Diabetes mellitus
Hiperdislipemia
Hiperfibrinogenemia y otros factores procoagulantes
Consumo de tabaco
Hipertensión arterial
Oxidación de lipoproteínas de baja densidad
Productos finales de la glicoxilación avanzada (AGE)
Sedentarismo
Edad
Antecedentes familiares
Obesidad
Hiperhomocisteinemia
95
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Hipertensión arterial
Anemia
Sobrecarga de líquidos
Fístula arteriovenosa
Hiperparatiroidismo
Hiperfosfatemia
Desnutrición
Toxinas urémicas y diálisis inadecuada
Sobrecarga de volumen
Activación del sistema renina-angiotensina-aldosterona
Aumento de factores vasoconstrictores derivados del endotelio
Disminución de factores vasodilatadores derivados del endotelio
Activación del sistema adrenérgico
Hipercalcemia e hiperparatiroidismo
Factor natriurético atrial
Tratamiento con eritropoyetina
Estenosis de la arteria renal asociada
96
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
97
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
PERICARDITIS URÉMICA
IRC: insuficiencia renal crónica; HVI: hipertrofia de ventrículo izquierdo; VI: ventrículo izquierdo.
98
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
TRATAMIENTO
FACTORES DE RIESGO
HIPERTENSIÓN ARTERIAL
ANEMIA
99
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
EPOC: enfermedad pulmonar obstructiva crónica; PAN: poliacrilonitrilo; VI: ventrículo izquierdo;
IECA: inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina; HVI: hipertrofia de ventrículo izquierdo;
HTA: hipertensión arterial; ARA II: antagonistas de los receptores de angiotensina II.
HVI es incompleta, lo que indica que la anemia es únicamente uno de los fac-
tores implicados en su patogenia.
100
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
REVASCULARIZACIÓN CORONARIA
101
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
PERICARDITIS
BIBLIOGRAFÍA
102
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
Ma JZ, Ebben J, Xia H, Collins AJ. Hematocrit level and associated mortality in hemo-
dialysis patients. J Am Soc Nephrol 1999; 10:610-619.
Port FK, Hulbert-Shearon TE, Wolfe RA, Bloembergen WE, Golper TA, Agodoa LYC et
al. Predialysis blood pressure and mortality risk in a national sample on maintenan-
ce hemodialysis patients. Am J Kidney Dis 1999; 33:507-517.
Portolés J, Torralbo A, Martín P, Rodrigo J, Herrero JA, Barrientos A. Cardiovascular
effects of recombinant human erythropoietin in predialysis patients. Am J Kidney
Dis 1997; 29:541-548.
INFECCIONES EN HEMODIÁLISIS
103
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
Ma JZ, Ebben J, Xia H, Collins AJ. Hematocrit level and associated mortality in hemo-
dialysis patients. J Am Soc Nephrol 1999; 10:610-619.
Port FK, Hulbert-Shearon TE, Wolfe RA, Bloembergen WE, Golper TA, Agodoa LYC et
al. Predialysis blood pressure and mortality risk in a national sample on maintenan-
ce hemodialysis patients. Am J Kidney Dis 1999; 33:507-517.
Portolés J, Torralbo A, Martín P, Rodrigo J, Herrero JA, Barrientos A. Cardiovascular
effects of recombinant human erythropoietin in predialysis patients. Am J Kidney
Dis 1997; 29:541-548.
INFECCIONES EN HEMODIÁLISIS
103
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
FACTORES PREDISPONENTES
104
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
105
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
BACTERIEMIA
106
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
Etiología
El origen más frecuente procede del acceso vascular y los gérmenes habituales
son grampositivos, fundamentalmente Staphylococcus aureus y, ocasionalmen-
te, gérmenes gramnegativos. En caso de origen urinario son habituales los
gérmenes gramnegativos; si el origen es intestinal o biliar predominan los
gramnegativos y/o anaerobios, y en origen pulmonar el Streptococcus pneu-
moniae o gérmenes gramnegativos en caso de infección intrahospitalaria.
Profilaxis
Dado que muchos de estos episodios de bacteriemia (fundamentalmente los
de origen en el acceso vascular) son fácilmente evitables, la profilaxis con
cuidados higiénicos, la utilización de mascarilla y guantes y la desinfección
rutinaria de la piel durante la manipulación de los catéteres o durante las
punciones del acceso vascular, son cuidados absolutamente necesarios.
Complicaciones de la bacteriemia
Endocarditis bacteriana. Constituye uno de los cuadros más graves y de mor-
talidad más elevada. Las válvulas más afectadas son la aórtica y la mitral. El
diagnóstico se realiza mediante la exploración clínica, presencia de esple-
nomegalia, nódulos subcutáneos y preferentemente con la confirmación de
vegetaciones valvulares mediante ecocardiograma transesofágico. Los gér-
menes preferentemente grampositivos y el tratamiento antibiótico habitual se
realiza con vancomicina durante 6-8 semanas, asociada o no a aminoglu-
cósidos. Puede utilizarse rifampicina en tratamientos prolongados. En ocasio-
nes, es precisa la ligadura de la fístula auriculoventricular (FAV), la extirpa-
ción de la prótesis o la retirada del catéter de diálisis, e incluso la sustitución
valvular cardíaca.
Osteomielitis y artritis séptica. Clínica de aparición más tardía con dolor os-
teoarticular, fenómenos inflamatorios articulares y fiebre variable. El diagnósti-
107
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
LOCALIZACIÓN DE LA INFECCIÓN
PROFILAXIS
108
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
TRATAMIENTO
INFECCIÓN URINARIA
INFECCIÓN RESPIRATORIA
109
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
INFECCIÓN INTRAABDOMINAL
TUBERCULOSIS
• Clínica. Poco expresiva: fiebre prolongada sin foco aparente con deterio-
ro del estado general y desnutrición.
• Diagnóstico clínico. Difícil por los escasos síntomas clínicos. Test de tuber-
culina frecuentemente negativo por anergia cutánea, habitual en la IRC. En
presencia de clínica indicativa con test de tuberculina positivo es aconse-
jable el tratamiento médico.
• Frecuente localización extrapulmonar (ósea, hepática, pericárdica, ganglio-
nar, tejidos blandos) hasta en el 50-80% de los casos.
• Diagnóstico diferencial. Complejo por dificultad de interpretación de la ra-
diografía de tórax (confusión con calcificaciones pleuropulmonares de otro
110
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
BIBLIOGRAFÍA
111
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Los pacientes con IRC en hemodiálisis (HD) tienen una inmunidad deprimida,
lo que les hace más susceptibles a las infecciones.
Los pacientes con IRC en hemodiálisis han constituido un grupo de riesgo para
la infección por VIH debido a la necesidad de transfusiones y la posibilidad
de contagio a través de órganos trasplantados además de las vías ya cono-
cidas, entre las que la drogadicción por vía parenteral desempeña un papel
fundamental. Con los controles realizados en los donantes de órganos y en
las transfusiones (junto a la disminución de las mismas con el uso de eritropo-
yetina), la incidencia de casos nuevos ha ido disminuyendo.
1. Paciente con serología VIH positiva que presente IRC y que se tenga que
plantear una terapia sustitutiva con hemodiálisis. Deberán revisarse los cri-
terios inmunológicos para ver si únicamente tiene serología positiva (anticuer-
pos repetidos y posterior confirmación) o cumple criterios de SIDA, y el grado
del mismo para plantearle la terapia sustitutiva y su posible evolución.
2. Paciente en hemodiálisis que, en una revisión de rutina, se encuentra se-
rología VIH positiva. En este paciente habrá que investigar la vía de trans-
misión, una vez ratificada la positividad, y hacer un estudio inmunológico
para ver el estadio en el que se encuentra.
112
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
Ante cualquier accidente con sangre de un paciente VIH positivo deberá la-
varse la zona inmediatamente, y ponerse en contacto con el servicio de me-
dicina preventiva del centro.
VIRUS DE LA HEPATITIS A
VIRUS DE LA HEPATITIS B
Todas las personas con Ag HBs positivo son portadoras del virus; las anti-HBs
positivas están inmunizadas. En pacientes con anti-HBc positivo la clase de
Ac IgG (posterior) o IgM (anterior) indican la etapa cronológica.
Los pacientes con IRC son una población de riesgo para la infección por VHB;
la tasa de respuesta a la vacuna es aproximadamente del 60% de los pacien-
113
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
tes vacunados, por lo que en el cribado si los Ac HBc son negativos deberán
vacunarse con el esquema siguiente: 3 dosis de vacuna a dosis doble de la
de la población sana (40 µg), por vía intramuscular en el deltoides a los 0,
1 y 6 meses, y una cuarta dosis si no han desarrollado anticuerpos. Debere-
mos controlar la tasa de anticuerpos cada 2 años para ver su evolución. Si
es posible, los pacientes deberán entrar vacunados a la terapia sustitutiva con
hemodiálisis.
Se considera una tasa de respuesta positiva cuando los Ac >10 UI/l, siendo
considerada la respuesta óptima con una tasa >100 UI/l. La tasa de respuesta
puede disminuir con el tiempo pero conservarse la memoria inmunológica.
Aun así, estudios realizados con un número de casos elevados han demos-
trado que el riesgo de infección por VHB en pacientes vacunados es 70 ve-
ces menor que en los no vacunados. Se están estudiando terapias coadyuvan-
tes a la vacuna para mejorar la tasa de respuesta.
114
FIGURA 26.1.
Elevadas
Serología a virus
(VHC, Ag HBs)
115
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
VIRUS DE LA HEPATITIS C
116
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
Cabe destacar que, dado que la forma aguda de la infección por VHC es
asintomática, y que los pacientes con IRC en hemodiálisis tienen unos nive-
les de transaminasas más bajos que la población general, elevaciones de las
enzimas hepáticas en estos pacientes del orden de 1,5 a 2 veces la previa,
independientemente de la cuantía, obligan a descartar la infección por un
virus hepatotropo, para lo que utilizaremos los marcadores.
Patrones serológicos:
Ac VHC negativos y PCR negativo: paciente negativo para infección por VHC.
117
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
ESQUEMA DE DIAGNÓSTICO
Control de Ac VHC por ELISA III cada 3 o 4 meses, confirmando los casos
positivos.
118
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
119
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA
Barril G, Traver JA. Prevalence of hepatitis C virus in dialysis patients in Spain. Nephrol
Dial Transplant 1995; 10:78-80.
Barril G, Castro M, Rincón B, Sánchez Tomero JA, Bernis C, Naya T et al. Epidemiolo-
gía del virus C. Nefrología XIII 1995; 3:435-439.
Bosmans JL, Nouwen EJ, Behets G, Gorteman K, Huraib SO, Shaheen FA et al. Preva-
lence and clinical expression of HCV-genotypes in hemodialysis patients in two geo-
graphically remote countries: Belgium and Saudi-Arabia. Clin Nephrol 1997; 47
(4):256-262.
Caramelo C, Bartolomé J, Albalate M et al. Undiagnosed hepatitis C virus infection in
hemodialysis patients. Value of HCV RNA and liver enzyme levels. Kidney Int 1996;
50:2027-2031.
Esteban JL, Viladomiu L, González A. Hepatitis C virus antibodies among risk groups
in Spain. Lancet 1989; 5:294-297.
Fabrizi F, Locatelli F. Hepatitis C virus in the hemodialysis units: novel insights by new
techniques? Neprol Dial Transplant 1999; 5:1072-1074.
Fernández JL, Del Pino N, Left L, Valtuille R, Berridi J, Rendo P et al. Hepatitis C virus
RNA in anti-HCV negative patients. Dialysis & Transplant 1996; 25(1):14-18.
Jadoul M, Cornu Ch, Van Ypersele Ch. Universal precaution prevent hepatitis C virus
transmission: a 54 month follow-up of the Belgian multicenter study. Kidney Int
1998; 53:1022-1025.
Lago M, Pérez García R, García de Vinuesa MS, Anaya F, Albarracín C, Verde E
et al. Infección por VIH en pacientes en diálisis. Nefrología XXII 1993; 5:486-
492.
Mínguez C, Ceballos M, García T, Mazuecos A, Aznar E, Tejuca F et al. Evolución de
los pacientes infectados por el VIH en hemodiálisis. Nefrología XV 1999; 1:50-54.
Pereira BJC, Levey AS. Hepatitis C virus infection in dialysis and renal transplantation.
Kidney Int 1997; 51:981-999.
120
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
Villarrubia VG, Sánchez L, Álvarez de Mon M. Las nuevas vacunas y la respuesta in-
munológica. La memoria inmunológica. Respuesta humoral frente a respuesta ce-
lular. Med Clin 1996; 4:146-154.
Villarrubia VG, Calvo CG, Sada G. Las nuevas vacunas y la respuesta inmunológica.
El entorno de la presentación antigénica. Adyuvantes como inductores de linfocitos
T inductores de respuesta de mediación celular. Med Clin 1996; 5:185-196.
Yasuda K, Okuda K, Endo N, Ishiwatari Y, Ikeda R, Hayashi H et al. Hypoaminotrans-
ferasemia in patients undergoing longterm hemodialysis: clinical and biochemical
appraisal. Gastroenterology 1995; 109:1295-1300.
NEUROLÓGICAS
Específicas
Encefalopatía urémica
Síndrome de desequilibrio
Demencia por intoxicación por aluminio
Inespecíficas
Alteraciones del estado de conciencia: metabólicas, fármacos, vasculares, hemodinámicas
Accidentes cerebrovasculares: AIT, ACV isquémico/hemorrágico, hematoma subdural
Demencia multiinfarto, encefalopatía de Binswanger
Encefalopatía hipertensiva
Infecciones del SNC
Encefalopatía de Wernicke
AIT: accidente isquémico transitorio; ACV: accidente cerebrovascular; SNC: sistema nervioso central.
121
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
Villarrubia VG, Sánchez L, Álvarez de Mon M. Las nuevas vacunas y la respuesta in-
munológica. La memoria inmunológica. Respuesta humoral frente a respuesta ce-
lular. Med Clin 1996; 4:146-154.
Villarrubia VG, Calvo CG, Sada G. Las nuevas vacunas y la respuesta inmunológica.
El entorno de la presentación antigénica. Adyuvantes como inductores de linfocitos
T inductores de respuesta de mediación celular. Med Clin 1996; 5:185-196.
Yasuda K, Okuda K, Endo N, Ishiwatari Y, Ikeda R, Hayashi H et al. Hypoaminotrans-
ferasemia in patients undergoing longterm hemodialysis: clinical and biochemical
appraisal. Gastroenterology 1995; 109:1295-1300.
NEUROLÓGICAS
Específicas
Encefalopatía urémica
Síndrome de desequilibrio
Demencia por intoxicación por aluminio
Inespecíficas
Alteraciones del estado de conciencia: metabólicas, fármacos, vasculares, hemodinámicas
Accidentes cerebrovasculares: AIT, ACV isquémico/hemorrágico, hematoma subdural
Demencia multiinfarto, encefalopatía de Binswanger
Encefalopatía hipertensiva
Infecciones del SNC
Encefalopatía de Wernicke
AIT: accidente isquémico transitorio; ACV: accidente cerebrovascular; SNC: sistema nervioso central.
121
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
zar ante un paciente en diálisis con un deterioro agudo del estado de concien-
cia, y en la tabla 26.23 los posibles diagnósticos ante un paciente con de-
terioro crónico del estado de conciencia.
Síndrome de desequilibrio
Encefalopatía metabólica: urémica, hepatopatía, insuficiencia respiratoria grave
Intoxicación aguda por aluminio
Alteración metabólica: hipoglucemia, hipercalcemia, hiponatremia, estados hiperosmolares,
alcalosis metabólicas
Alteración hemodinámica: hipotensión, crisis hipertensiva, arritmia, anafilaxia, IAM, excesiva
ultrafiltración
Accidente cerebrovascular: AIT, infarto/hemorragia cerebral, hematoma subdural
Medicamentosa: analgésicos, neurolépticos, anticomiciales, penicilina, cefazolina, etc.
Infecciones del SNC: meningitis, encefalitis
IAM: infarto agudo de miocardio; AIT: accidente isquémico transitorio; SNC: sistema nervioso central.
Historia clínica: datos del paciente, etiología, patología asociada, medicación, etc.
Datos exploración: PA, frecuencia del pulso, temperatura, arritmia, frecuencia respiratoria,
sudación, estado de conciencia, focalidad neurológica
Datos analíticos: hematocrito, Hb, gasometría, Na, K, Ca, GOT, GPT, LDH, CPK, CPK-MB,
coagulación
Si aparece el cuadro durante la sesión de diálisis: comprobar baño
Otras exploraciones
Si hay arritmia: ECG
Si hay focalidad neurológica: TAC, EEG, punción lumbar, Doppler de troncos supraaórticos, etc.
Niveles de fármacos: digoxina, fenitoína, etc.
ENCEFALOPATÍA URÉMICA
122
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
CONVULSIONES
Ante una crisis hay que detener la sesión de diálisis, asegurar la permeabili-
dad de la vía aérea y la estabilidad hemodinámica. En los pacientes diabé-
123
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Encefalopatía urémica
Síndrome de desequilibrio de diálisis
Demencia dialítica/intoxicación por aluminio
Inestabilidad hemodinámica (hiper-hipotensión)
Fármacos (r-HuEPO, etanol, penicilinas, cefalosporinas, meperidina, teofilina,
metoclopramida, litio, L-Dopa, amantadina, aciclovir)
Enfermedad cerebrovascular (encefalopatía hipertensiva, infarto, hemorragia intracraneal,
hematoma subdural)
Alteraciones hidroelectrolíticas (sodio ↑/↓, glucosa ↑/↓, calcio ↑/↓)
Cambios osmolares (hiper-hipoosmolaridad)
Supresión de alcohol
Embolismo gaseoso
Hipoxia (sobrecarga de volumen, enfermedad cardíaca o pulmonar subyacente)
124
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
ENFERMEDAD CEREBROVASCULAR
125
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
126
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
BIBLIOGRAFÍA
Fraser CL, Arieff AI. Manifestaciones neurológicas de la insuficiencia renal crónica. En:
Llach F, Valderrábano F, eds. Insuficiencia renal crónica. Diálisis y trasplante.
Madrid: Ed. Norma, 1997; 147-172.
Kawamura M, Fijimoto S, Hisanaga S, Yamamoto Y, Eto T. Incidence, outcome and risk
factors of cerebrovascular events in patients undergoing maintenance hemodialysis.
Am J Kidney Dis 1998; 31:991-996.
Nicholls AJ. Nervous system. En: Daurgidas JT, Ing TS, eds. Handbook of dialysis. Little
Brown: ed. Boston, 1994; 673-686.
Said G. Neurological aspects of dialysis patients. En: Jacobs C, Kjellstrand C, Koch KM,
Winchester JF, eds. Replacement of renal function by dialysis (4.a ed.). Kluwer Aca-
demic Publishers Dordrecht, Netherlands 1996; 1243-1259.
ALTERACIONES LIPÍDICAS
127
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
BIBLIOGRAFÍA
Fraser CL, Arieff AI. Manifestaciones neurológicas de la insuficiencia renal crónica. En:
Llach F, Valderrábano F, eds. Insuficiencia renal crónica. Diálisis y trasplante.
Madrid: Ed. Norma, 1997; 147-172.
Kawamura M, Fijimoto S, Hisanaga S, Yamamoto Y, Eto T. Incidence, outcome and risk
factors of cerebrovascular events in patients undergoing maintenance hemodialysis.
Am J Kidney Dis 1998; 31:991-996.
Nicholls AJ. Nervous system. En: Daurgidas JT, Ing TS, eds. Handbook of dialysis. Little
Brown: ed. Boston, 1994; 673-686.
Said G. Neurological aspects of dialysis patients. En: Jacobs C, Kjellstrand C, Koch KM,
Winchester JF, eds. Replacement of renal function by dialysis (4.a ed.). Kluwer Aca-
demic Publishers Dordrecht, Netherlands 1996; 1243-1259.
ALTERACIONES LIPÍDICAS
127
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
DIAGNÓSTICO
TRATAMIENTO
128
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
Por lo tanto, aunque es razonable por el momento asumir para los pacientes
en HD las mismas recomendaciones que para la población general, por sus
características especiales el abordaje del problema debe ser global (estilo
de vida/hábitos, pauta de diálisis, nutrición/dieta, anemia, función paratiroi-
dea, etc.) e individualizado en cada caso (edad, sexo, etiología, comorbili-
dad, función hepática, otras medicaciones, etc.). Dada la gran tasa de mor-
talidad cardiovascular de estos pacientes deben considerarse en la mayoría
de los casos, como de alto riesgo.
Dieta
Sin CI < 2 factores de riesgo ≥ 160 < 160
Sin CI ≥ 2 factores de riesgo ≥ 130 < 130
Con CI > 100 ≤ 100
Fármacos
Sin CI < 2 factores de riesgo ≥ 190 < 160
Sin CI ≥ 2 factores de riesgo ≥ 160 < 130
Con CI ≥ 130 ≤ 100
129
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
TRATAMIENTO DIETÉTICO
HEMODIÁLISIS
FIBRATOS
130
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
Porcentaje de dosis
Fármaco Dosis normal en hemodiálisis
BIBLIOGRAFÍA
131
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
ALTERACIONES DIGESTIVAS
Las alteraciones en todos los niveles del aparato digestivo son muy comunes
en los pacientes en diálisis, y con frecuencia muy sintomáticas, condicionando
una importante morbilidad. Las pancreatitis y la colelitiasis/colecistitis son
también frecuentes. En la tabla 26.30 se citan las causas más habituales de
hemorragia digestiva; en la tabla 26.31 los procedimientos diagnósticos y
en la tabla 26.32 los fármacos de mayor utilidad y sus dosis en el tratamiento
de la insuficiencia renal.
COMPLICACIONES GASTRODUODENALES
Clínico
Alta: Hematemesis, melena, dolor abdominal, angina. Hipotensión, ↓ tolerancia a diálisis
Antecedentes de gastroerosivos, cirugía mayor, cuadro infeccioso grave, estrés
Baja: Rectorragia, melena, dolor abdominal, hipotensión, ↓ tolerancia a diálisis
Antecedentes de divertículos, hemorroides, antiagregantes, anticoagulantes
Exploraciones
Coulter, coagulación, estudio del hierro, hemorragias ocultas
Endoscopia alta, rectocolonoscopia, tránsito, enema opaco
132
COMPLICACIONES CRÓNICAS DE LA IRC Y HD
Cisaprida 50-75%
Metoclopramida (riesgo reacción extrapiramidal) 50%
Cimetidina 25-50%
Famotidina 10%
Ranitidina 25%
Omeprazol 100%
Sucralfato (contiene Al; absorción < 5%) 100%
da. Sin embargo el paciente en diálisis tiene una frecuencia mayor de su-
frir enfermedades del tracto digestivo alto, que pueden seguir produciendo
estos síntomas. Son muy comunes las alteraciones inflamatorias de la mu-
cosa en el tracto digestivo alto: estomatitis, esofagitis y gastritis. La secre-
ción salivar puede estar disminuida en un 25% de los pacientes. La eso-
fagitis es frecuente y puede acompañarse de ulceraciones y hemorragias.
La hernia de hiato es también más frecuente que en la población general. La
polineuropatía urémica, sobre todo en diabéticos, puede condicionar alte-
raciones de la motilidad esofágica y gástrica, que aumentan la tendencia
al vómito. La gastritis y la duodenitis son también entidades frecuentes, pue-
den cursar con erosiones mucosas y hemorragia digestiva alta. La úlcera
péptica y la infección por Helicobacter pylori tienen una frecuencia similar
a la de la población normal, mientras que la gastritis atrófica aparece hasta
siete veces más.
133
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
al resto de las medidas. Los fármacos más habitualmente utilizados y sus dosis
en el tratamiento de la insuficiencia renal se reflejan en la tabla 26.32.
COMPLICACIONES INTESTINALES
Los pacientes en diálisis parecen tener más riesgo de presentar isquemia me-
sentérica, cuadros obstructivos y seudoobstructivos e infección por Clostridium
difficile que la población normal. La enfermedad diverticular/diverticulitis es
más frecuente en los pacientes con enfermedad poliquística. La perforación
puede aparecer además de por las causas habituales, por otras como estre-
ñimiento crónico por medicaciones como hidróxido de aluminio o sedantes,
e infección por citomegalovirus.
BIBLIOGRAFÍA
Abu Farsakh NA, Roweily E, Rababaa M, Butchoun RJ. Evaluation of the upper gastro-
intestinal tract in uraemic patients undergoing hemodialysis. Nephrol Dial Trans-
plant 1996; 11:847.
Carrera F, Silva JG. Alteraciones digestivas en la insuficiencia renal crónica. En: Llach F,
Valderrábano F, eds. Insuficiencia renal crónica (2.a ed.). Madrid: Norma, 1997;
519-548.
Gladziwa U, Haase G, Handt S, Riehl J, Wietholtz H et al. Prevalence of Helicobacter
pylori in patients with chronic renal failure. Nephrol Dial Transplant 1993; 8:301.
Mandelbrot DA, Lazarus M. Gastrointestinal complications in dialysis patients. En: Ja-
cobs C, Kjellstrand CM, Koch KM, Winchester JF, eds. Replacement of renal func-
tion by dialysis. Holanda: Kluwer Academic Publishers, 1996; 1049-1059.
134
D IÁLISIS PERITONEAL (I) 27
Coordinador
J. Olivares Martín
Servicio de Nefrología
Hospital General Universitario. Alicante
Expertos
A. Alonso Melgar
Unidad de Nefrología Pediátrica
Hospital Infantil La Paz. Madrid
M.A. Bajo Rubio
Servicio de Nefrología
Hospital Universitario La Paz. Madrid
R. García Ramón
Unidad de Diálisis Peritoneal
Servicio de Nefrología
Hospital Clínico Universitario. Valencia
C. Gómez Roldán
Servicio de Nefrología
Complejo Hospitalario y Universitario de Albacete
A. Miguel Carrasco
Unidad de Diálisis Peritoneal
Servicio de Nefrología
Hospital Clínico Universitario. Valencia
J. Montenegro Martínez
Servicio de Nefrología
Hospital de Galdakao. Galdácano. Vizcaya
J. Pérez Contreras
Unidad de Diálisis Peritoneal
Servicio de Nefrología
Hospital General Universitario. Alicante
M. Pérez Fontán
Servicio de Nefrología
Hospital Juan Canalejo. La Coruña
A. Rodríguez-Carmona
Servicio de Nefrología
Hospital Juan Canalejo. La Coruña
TÉCNICAS
135
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
REGÍMENES INTERMITENTES
DPDA
DPI
DPNI
136
DIÁLISIS PERITONEAL (I)
REGÍMENES CONTINUOS
Son aquellos en que el paciente recibe tratamiento dialítico durante todo el día.
DPCA
DPCC
TIDAL
Existe además un tipo de diálisis llamado tidal (oleada) en el que tras la per-
fusión de un volumen constante, llamado de reserva, que permanece a lo lar-
go del tiempo de tratamiento, se intercambian en régimen rápido unos volúme-
nes (volúmenes tidal) que representan un 25-50% del volumen de reserva (tidal
25-50), con una duración de tratamiento de 8-10 h. Básicamente se emplea
en caso de necesidad de aumentar los aclaramientos de solutos y en pacientes
portadores de catéteres con drenajes limitados. Es un método costoso por pre-
cisar altos volúmenes de líquido de diálisis.
TÉCNICAS AUTOMATIZADAS
137
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
En la tabla 27.2 se resumen los valores de KT/V y CCr deseados, que se han
incrementado, siendo el KT/V adecuado aquel no inferior a 2 en los tratamien-
tos continuos y 2,2 en los intermitentes. En cuanto a los litros de aclaramien-
to de creatinina, se aconseja no sean inferiores a 70 l/semanales en ambos.
Las diferentes medidas para lograr una diálisis óptima vienen indicadas por
el tipo de permeabilidad de la membrana peritoneal; peso y talla del pacien-
te, expresión de su volumen de distribución y de su superficie corporal; exis-
tencia de enfermedad asociada; hábitos de vida; psicología del paciente, etc.
Si bien todas estas variables son importantes, tal vez la más relevante sea el
tipo de permeabilidad de la membrana peritoneal. Para su identificación se
realiza el denominado test de equilibrio peritoneal (TEP). Con este test, se ca-
tegorizan los peritoneos en altos, promedio alto, promedio bajo y bajos trans-
138
DIÁLISIS PERITONEAL (I)
Contribución FRR% 29 26 23 18
KT/V* LCr/semana*
139
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
cionan una gran superficie corporal (SC > 2,5 m2) con resultados de la téc-
nica poco satisfactorios, sobre todo si el paciente permanece anúrico.
FIGURA 27.1.
DPCA
DPNI DPNI DPCA DPCA
DPDA DPCC DPCA DPCC DPCC
TIDAL TIDAL DPCC TIDAL TIDAL ¿¿DP??
En las tablas 27.5 y 27.6 se mencionan los pesos límite para DPCA, usando
el esquema cuatro recambios/día, con diferentes volúmenes de perfusión y
sin FRR.
140
DIÁLISIS PERITONEAL (I)
La duración total del tratamiento está condicionada por el número de los ci-
clos y la duración de cada uno de ellos (tabla 27.9). No se deben exceder
141
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Con el manejo de las cicladoras hay que tener en cuenta que se alcanzan
mejores resultados, ajustando en lo posible el tiempo de permanencia de ca-
da ciclo al tiempo del TEP en que el D/PCr sea óptimo (la obtención de mues-
tras de dializado y sangre en el TEP de los pacientes con cicladora es más
frecuente: 0, 30, 60, 90,120,180 y 240 min y se propone realizarlo en su-
pino ya que es la posición habitual durante el tratamiento). Para aumentar la
dosis de diálisis es preferible incrementar el volumen de perfusión/recambio,
que el número de ciclos nocturnos ya que se puede alargar en exceso el tiem-
po total de tratamiento. La otra opción es añadir al día húmedo uno o más
recambios suplementarios.
142
DIÁLISIS PERITONEAL (I)
generalmente mayor que el de los diurnos, sin interferir con el reposo del
paciente y que, además, aumentando el volumen total de tratamiento con tiem-
pos bien programados consiguen una mejora significativa de los aclaramien-
tos de solutos y/o la ultrafiltración.
BIBLIOGRAFÍA
Blake P. Targets in CAPD and DPA prescription. Perit Dial Int 1996, 16 (Supl 1):S143-
S146.
Blake P, Burkhart J, Churchill D et al Recommended clinical practices for maximizing
peritoneal dialysis clearances. Perit Dial Int 1996; 16:448-457.
Burkhart J, Schreiber M, Korbet S et al. Solute clearance approach to adequacy of
peritoneal dialysis Perit Dial Int 1996; 16:458-471.
Canada USA (CANUSA) Peritoneal Dialysis Study Group Adequacy of dialysis and
nutrition in continuous peritoneal dialysis. Association with clinical outcomes. J Am
Soc Nephrol 1996; 7:198-207.
Gotch FA. Prescription criteria in peritoneal dialysis. Perit Dial Int 1994; 17 (Supl 3):
S83-S87.
Gotch F, Sargent J. A mechanistic analysis of the National Cooperative Dialysis Study.
Kidney Int 1985; 28:526-534.
Hull AR. The era of standarized prescription management for peritoneal dialysis must
end. Perit Dial Int 1996; 16:434-436.
Lameire N, Van Biesen W. The impact of residual renal function on adequacy of
peritoneal dialysis. Perit Dial Int 1997; 17 (Supl 2):S102.
Oreopoulos DG. Let us raise our targets: entering a new era in CAPD. Perit Dial Int
1996;16:432-433.
Twardowski ZJ. PET a simpler approach. En: Khanna R et al, eds. Advances in Peritoneal
Dialysis. Peritoneal Dialysis Bulletin, 1990; 7:186-191.
LÍQUIDOS O SOLUCIONES
INTRODUCCIÓN
143
DIÁLISIS PERITONEAL (I)
generalmente mayor que el de los diurnos, sin interferir con el reposo del
paciente y que, además, aumentando el volumen total de tratamiento con tiem-
pos bien programados consiguen una mejora significativa de los aclaramien-
tos de solutos y/o la ultrafiltración.
BIBLIOGRAFÍA
Blake P. Targets in CAPD and DPA prescription. Perit Dial Int 1996, 16 (Supl 1):S143-
S146.
Blake P, Burkhart J, Churchill D et al Recommended clinical practices for maximizing
peritoneal dialysis clearances. Perit Dial Int 1996; 16:448-457.
Burkhart J, Schreiber M, Korbet S et al. Solute clearance approach to adequacy of
peritoneal dialysis Perit Dial Int 1996; 16:458-471.
Canada USA (CANUSA) Peritoneal Dialysis Study Group Adequacy of dialysis and
nutrition in continuous peritoneal dialysis. Association with clinical outcomes. J Am
Soc Nephrol 1996; 7:198-207.
Gotch FA. Prescription criteria in peritoneal dialysis. Perit Dial Int 1994; 17 (Supl 3):
S83-S87.
Gotch F, Sargent J. A mechanistic analysis of the National Cooperative Dialysis Study.
Kidney Int 1985; 28:526-534.
Hull AR. The era of standarized prescription management for peritoneal dialysis must
end. Perit Dial Int 1996; 16:434-436.
Lameire N, Van Biesen W. The impact of residual renal function on adequacy of
peritoneal dialysis. Perit Dial Int 1997; 17 (Supl 2):S102.
Oreopoulos DG. Let us raise our targets: entering a new era in CAPD. Perit Dial Int
1996;16:432-433.
Twardowski ZJ. PET a simpler approach. En: Khanna R et al, eds. Advances in Peritoneal
Dialysis. Peritoneal Dialysis Bulletin, 1990; 7:186-191.
LÍQUIDOS O SOLUCIONES
INTRODUCCIÓN
143
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
VOLÚMENES DISPONIBLES
144
DIÁLISIS PERITONEAL (I)
GLUCOSA
SODIO
Dado que pocos estudios han referido problemas asociados a las concentra-
ciones habituales de este ion en las soluciones de diálisis peritoneal, sus va-
lores han sufrido pocos cambios. No obstante, las variaciones en su concen-
145
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
tración modifican la eliminación de sal y agua del paciente, de forma que con-
centraciones más bajas de las habituales conseguirán una mayor eliminación
de agua y sodio y, por el contrario, la elevación del sodio de la solución a
valores de 137 mmol/l mejora la hipotensión observada en algunos pacientes
de DPCA. La utilización de concentraciones aún mayores se asocia a sed,
hipernatremia e hipertensión arterial. Debido a la ya comentada naturaleza
de la ultrafiltración lograda con glucosa, la utilización de repetidos intercam-
bios hipertónicos de corta estancia provoca mayor eliminación de agua que
de sal con posible hipernatremia secundaria, por lo que varios autores han
propuesto que las mayores concentraciones de glucosa deberían ir asociadas
a menores valores de sodio en la solución, una idea que no ha sido llevada a
la práctica.
POTASIO
Como es lógico, las soluciones presentan baja concentración de este ion para
facilitar su eliminación por diálisis. No obstante, en el mejor de los casos y
utilizando soluciones sin potasio, la DPCA sólo logra eliminar unos 30 mmol
por día de este ion. A pesar de ello, la existencia de hiperpotasemia en DPCA
es menos frecuente que en hemodiálisis, probablemente por la suma de mayor
eliminación de potasio en heces, hiperaldosteronismo y control mantenido de
la acidosis metabólica. De hecho, el hallazgo de concentraciones de potasio
plasmático en el límite bajo de la normalidad es relativamente frecuente.
CALCIO
146
DIÁLISIS PERITONEAL (I)
MAGNESIO
LACTATO
147
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
ICODEXTRINA
148
DIÁLISIS PERITONEAL (I)
AMINOÁCIDOS
Otra solución que también evita la glucosa como agente osmótico es la fa-
bricada con una mezcla de aminoácidos esenciales y no esenciales al 1,1%
(composición en la tabla 27.13).
149
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
* Aminoácidos esenciales.
** Aminoácidos esenciales en el paciente con insuficiencia renal crónica.
tar al paciente sustancias que favorecen la síntesis proteica con aumentos del
balance nitrogenado exentos de fósforo, hechos de evidente importancia en
una población que, como la dializada, sufre procesos catabólicos y presenta
hiperfosforemia y desnutrición frecuentes. De hecho, aunque la literatura al
respecto no es unánime, su utilización podría asociarse a un efecto anabólico
en pacientes desnutridos (siempre que estén adecuadamente dializados), con
aumento de los valores de albúmina, prealbúmina, transferrina y aminoácidos
y disminución de la fosforemia. No obstante, la propia naturaleza de su com-
posición se ha asociado a un aumento de las concentraciones de urea (que
podría requerir mayor dosis dialítica) y a una mayor acidosis metabólica en el
paciente (de ahí que su concentración en lactato sea mayor a la habitual).
150
DIÁLISIS PERITONEAL (I)
Estos últimos hechos hacen que sólo se aconseje realizar un intercambio al día
con esta solución; habitualmente está indicado que coincida con el mayor
aporte energético oral de la jornada. Al igual que con la icodextrina, entre las
desventajas de la solución de aminoácidos debe citarse su mayor coste al com-
pararla con las soluciones glucosadas.
BICARBONATO
Una nueva solución que sustituye el lactato por bicarbonato, ya sea de ma-
nera total o parcial, se encuentra ya en fase de aplicación clínica si bien su
uso actual está restringido para la realización de estudios iniciales en algu-
nas unidades, y no ha sido comercializada todavía en España. Los resulta-
dos iniciales con esta solución son muy alentadores y muestran no sólo un pH
fisiológico en la solución (7,4), sino también un adecuado control de la aci-
dosis metabólica del paciente (con la consiguiente mejoría de posibles situa-
ciones catabólicas secundarias a acidosis) y una interferencia mucho menor
del medio peritoneal frente a la ocasionada por las soluciones con lactato.
Al parecer, la solución con mezcla de bicarbonato y lactato tendría una mejor
biocompatibilidad al poder evitar concentraciones muy elevadas de bicarbo-
nato. El clásico problema de la precipitación de sales de calcio y carameli-
zación de la glucosa asociados al uso de bicarbonato parece haber sido
resuelto al desarrollar sistemas con dos compartimentos separados, ácido y
alcalino. Al no haber sido comercializada se desconoce su coste, aunque po-
siblemente será mayor al registrado actualmente con las soluciones de lactato.
NUEVAS SOLUCIONES
151
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
LA SOLUCIÓN IDEAL
152
DIÁLISIS PERITONEAL (I)
Glucosa Glucosa
Transporte Técnica habitual ocasional Otras soluciones
En todos los tipos de transporte puede utilizarse un intercambio al día con aminoácidos
(en transportadores altos y medio-altos deberá tener corta estancia).
En transportadores altos y medio-altos en DPCA que no puedan ser transferidos a DPA puede ser
necesario usar soluciones al 3,86% en cantidades variables, según el caso.
BIBLIOGRAFÍA
Coles GA, O’Donoghue DJ, Pritchard N et al. A controlled trial of two bicarbonate-
containing dialysis fluids for CAPD: final report. Nephrol Dial Transplant 1998; 13
(12):3165-3171.
Feriani M, La Greca G, Kriger FL, Winchester JF. CAPD systems and solutions. En: Gokal
R, y Nolph KD, eds. The textbook of peritoneal dialysis. Amsterdam: Kruwer
Academic Publishers, 1994; 233-270.
Jones MR. Intraperitoneal aminoacids: a therapy whose time has come? Perit Dial Int
1995; 15 (5) (Supl):S67-S74.
La Greca G, Feriani M, Ronco C, eds. Proceedings of the sixth international course on pe-
ritoneal dialysis. Vicenza (Italy), May 20-23, 1997. Perit Dial Int 1997; 17: (Supl 2).
Mistry CD and the MIDAS study group. A randomized multicenter clinical trial compa-
ring isosmolar Icodextrin with hyperosmolar glucose solutions in CAPD. Kidney Int
1994; 46:496-503.
Pru C. Soluciones de diálisis peritoneal. En: Cruz C, Montenegro J, Olivares Martín J,
eds. Diálisis peritoneal. México: Trillas, DF, 1994; 103-110.
Symposium on the biocompatibility of peritoneal dialysis solutions. Baltimore (Mary-
land), February 1995. Perit Dial Int 1995; 15 (7) (Supl).
Vega N, Macia Heras M, García S, Borris E. Anatomía funcional, mecanismos de trans-
porte peritoneal, soluciones y acceso a la cavidad peritoneal. En: Lorenzo Sellarés
V, ed. Manual de nefrología clínica, diálisis y trasplante. Madrid, Harcourt Brace,
1998; 697-715.
153
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
ACCESO PERITONEAL
INTRODUCCIÓN
CATÉTERES
154
DIÁLISIS PERITONEAL (I)
TIPOS
IMPLANTACIÓN
TÉCNICA QUIRÚRGICA
155
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
TÉCNICA MÉDICA
Descripción
El paciente debe tener una preparación previa con los siguientes pasos:
156
DIÁLISIS PERITONEAL (I)
COMPLICACIONES
• Hemorragia.
• Perforación visceral.
• Obstrucción.
157
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
• Desplazamiento.
• Fugas.
• Infecciones.
HEMORRAGIA
PERFORACIÓN
OBSTRUCCIÓN
• Coágulos de fibrina.
• Estreñimiento.
• Atrapamientos por el epiplón.
• Migración del catéter.
• Acodamientos del catéter.
158
DIÁLISIS PERITONEAL (I)
ESTREÑIMIENTO
A veces el intestino se mueve poco por distintos motivos y los fecalomas des-
plazan o distorsionan los catéteres intraperitoneales, dificultando su buen fun-
cionamiento. La mayoría de las veces este problema se resuelve con laxantes
y enemas, incluso algunos desplazamientos de la punta del catéter.
ATRAPAMIENTOS Y DESPLAZAMIENTOS
FUGAS
Las fugas del líquido peritoneal están relacionadas con el método de implan-
tación, como puede ocurrir al no dar puntos de sutura alrededor del catéter
en la pared muscular, lo cual impide que el manguito quede fijo en la pared
muscular, y no guardar el período de descanso de10-15 días postimplanta-
ción del catéter. Se manifiesta tras golpes de tos o esfuerzos que aumenten
la presión hidráulica intrabdominal. Habrá una caída de la ultrafiltración y
aparecerá edema en la pared abdominal, que tomará un aspecto de piel de
naranja y sensación de esponja al tacto. El orificio de salida del catéter es-
tará húmedo o saldrá un líquido que contendrá mucha glucosa. En muchos
casos se resuelve suspendiendo la diálisis peritoneal durante 2 semanas y, en
otros, habrá que recolocar el catéter o dar nuevos puntos de sutura. También
hay que tener en cuenta los factores predisponentes:
159
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
• Corticoides.
• Zonas débiles de la pared.
INFECCIONES
• Barrera fibrótica.
• Epitelización del orificio.
• Dirección de salida del catéter.
• Número de manguitos.
• Traumatismos locales.
• Limpieza.
• Sistémicos.
• Tipo de microrganismos.
• Portadores nasales.
DIAGNÓSTICO
160
DIÁLISIS PERITONEAL (I)
PREVENCIÓN
A pesar del potente tratamiento antibiótico, en una cuarta parte de las infec-
ciones por Staphylococcus aureus y Pseudomonas no se produce curación. En
este caso, si no se acompaña de infección del túnel subcutáneo, se puede in-
tentar sacar el manguito externo, y hacer una buena limpieza del lecho infec-
cioso. Otras veces no queda más remedio que retirar el catéter, sobre todo
si la infección del orificio se acompaña de peritonitis por el mismo microrga-
161
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
nismo. La mejor profilaxis reside en los buenos cuidados diarios y las nuevas
medidas preventivas que evitarán la infección.
La técnica electiva se efectuará con anestesia local, los medios asépticos se-
rán semejantes a la implantación y se disecará la zona de entrada del man-
guito a la cavidad peritoneal, esforzándose en seccionar lo mínimo de la pa-
red muscular para evitar posteriores hernias o fugas.
BIBLIOGRAFÍA
Cruz C. El acceso al peritoneo. En: Cruz C, Montenegro J, Olivares J, eds. Diálisis pe-
ritoneal. México: Ediciones Trillas, 1994; 111-133.
Gokal R, Alexander S, Ash SR et al. Peritoneal catheters and exit-site practices toward
optimum peritoneal acces: 1998 update. Perit Dial Int 1998; 18:11-33.
Keane W, Alexander S, Baillie G et al. Peritoneal dialysis-related peritonitis treatment
recomendationes:1996 update. Perit Dial Int 1996; 16:557-573.
Montenegro J, Olivares J. Diálisis peritoneal en la insuficiencia renal crónica. En: Llach,
Valderrábano, eds. Insuficiencia renal crónica: diálisis y trasplante renal. Madrid:
Ed. Norma, 1997; 999-1047.
Sarbjit V, Oreopoulos D. Techniques in peritoneal dialysis. En: Brady HR, Wilcox CS,
eds. Therapy in nephrology and hypertension. Philadelphia: W.B. Saunders Co.,
1999; 569-578.
INTRODUCCIÓN
162
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
nismo. La mejor profilaxis reside en los buenos cuidados diarios y las nuevas
medidas preventivas que evitarán la infección.
La técnica electiva se efectuará con anestesia local, los medios asépticos se-
rán semejantes a la implantación y se disecará la zona de entrada del man-
guito a la cavidad peritoneal, esforzándose en seccionar lo mínimo de la pa-
red muscular para evitar posteriores hernias o fugas.
BIBLIOGRAFÍA
Cruz C. El acceso al peritoneo. En: Cruz C, Montenegro J, Olivares J, eds. Diálisis pe-
ritoneal. México: Ediciones Trillas, 1994; 111-133.
Gokal R, Alexander S, Ash SR et al. Peritoneal catheters and exit-site practices toward
optimum peritoneal acces: 1998 update. Perit Dial Int 1998; 18:11-33.
Keane W, Alexander S, Baillie G et al. Peritoneal dialysis-related peritonitis treatment
recomendationes:1996 update. Perit Dial Int 1996; 16:557-573.
Montenegro J, Olivares J. Diálisis peritoneal en la insuficiencia renal crónica. En: Llach,
Valderrábano, eds. Insuficiencia renal crónica: diálisis y trasplante renal. Madrid:
Ed. Norma, 1997; 999-1047.
Sarbjit V, Oreopoulos D. Techniques in peritoneal dialysis. En: Brady HR, Wilcox CS,
eds. Therapy in nephrology and hypertension. Philadelphia: W.B. Saunders Co.,
1999; 569-578.
INTRODUCCIÓN
162
DIÁLISIS PERITONEAL (I)
163
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
ficios de esta elección. En general, una correcta selección de DP por estos mo-
tivos tiene efectos muy positivos sobre la rehabilitación y la calidad de vida.
164
DIÁLISIS PERITONEAL (I)
165
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Preferencia del paciente • Pacientes que no desean ser tratados con diálisis peritoneal
• Pacientes que no desean realizar tratamiento en medio
domiciliario
Imposibilidad para • Enfermedad psiquiátrica grave
tratamiento domiciliario • Incapacidad para autodiálisis sumada a falta de ayuda
de familiares
• No idoneidad de tratamiento en medio domiciliario
(toxicómanos, indisciplina)
• Falta de entorno estable (medio familiar conflictivo, extrema
pobreza, vagabundos)
Enfermedad • Resección intestinal extensa
abdominoperitoneal • Compartimentalización peritoneal extensa
• Hernias no tratables o de difícil solución (diafragmáticas,
grandes eventraciones, etc.)
• Ostomías
• Infecciones crónicas de pared abdominal
• Otras enfermedades graves de pared (extrofia vesical,
prune-belly)
• Cuerpos extraños intraperitoneales (prótesis vascular reciente)
• Enfermedad intestinal isquémica o inflamatoria (diverticulitis)*
Previsibles efectos • Gastroparesia diabética grave*
indeseables de diálisis • Riñones poliquísticos gigantes*
peritoneal • Enfermedades de columna vertebral*
• Enfermedades pulmonares restrictivas*
• Obesidad mórbida*
• Hiperlipemia grave*
• ¿Malnutrición grave?
Alto riesgo de inadecuación • Pacientes muy corpulentos sin función renal residual
en diálisis peritoneal • Pacientes muy indisciplinados en la dieta*
166
DIÁLISIS PERITONEAL (I)
Indicaciones Fundamentos
167
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA
Alexander SR, Williamson Balfe J, Harvey E. Peritoneal dialysis in children. En: Gokal
R y Nolph KD, eds. The textbook of peritoneal dialysis. Dordrecht: Kluwer Academic
Publishers 1994; 591-638.
Becker BN, Stone WJ. Options for renal replacement therapy: special considerations.
Am J Kidney Dis 1997; 17:176-187.
Burkart JM, Nolph KD. Peritoneal dialysis. En: Brenner BM, ed. The kidney. Filadelfia:
WB Saunders 1996; 2507-2575.
Foley RN, Parfrey PS, Harnett JD. Left ventricular hypertrophy in dialysis patients. Sem
Dial 1992; 5:34-41.
Gokal R. Quality of life. En: Gokal R, Nolph KD, eds. The textbook of peritoneal dialysis.
Dordrecht: Kluwer Ac Publ 1994; 679-698.
Maiorca R, Cancarini GC, Camerini C et al. Is CAPD competitive with haemodialysis
for long-term treatment of uremic patients? Nephrol, Dial & Transplant 1989; 4:244-
253.
Maiorca R. Special considerations in dialyzing the elderly patient. En: Andreucci VE,
Fine LG, eds. International yearbook of nephrology. Boston: Kluwer Academic
Publishers 1993; 157-166.
168
DIÁLISIS PERITONEAL (I)
Nissenson AR, Prichard SS, Cheng IKP et al. Non-medical factors that impact on ESRD
modality selection. Kidney Int 1993; 40 (Supl):120-127.
NKF-DOQI Clinical practice guidelines for peritoneal dialysis adequacy. Am J Kidney
Dis 1997; 30 (Supl 2):67-108.
Prichard SS. Treatment modality selection in 150 consecutive patients starting ESRD
therapy. Perit Dial Int 1996; 16:69-72.
Zawada ET. Indicaciones de la diálisis. En: Daugirdas JT, Ing TS, eds. Manual de
diálisis. Barcelona: Masson-Little, Brown & Co, 1996; 3-9.
DIÁLISIS ADECUADA
– Prolongar la vida
– Prevenir la aparición de sintomatología urémica
– Evitar la morbilidad asociada o no con la técnica
– Mantener un balance nitrogenado positivo y una ingesta calórica adecuada
– Optimizar la calidad de vida
– Minimizar los inconvenientes intentando mantener el estilo propio de vida
169
DIÁLISIS PERITONEAL (I)
Nissenson AR, Prichard SS, Cheng IKP et al. Non-medical factors that impact on ESRD
modality selection. Kidney Int 1993; 40 (Supl):120-127.
NKF-DOQI Clinical practice guidelines for peritoneal dialysis adequacy. Am J Kidney
Dis 1997; 30 (Supl 2):67-108.
Prichard SS. Treatment modality selection in 150 consecutive patients starting ESRD
therapy. Perit Dial Int 1996; 16:69-72.
Zawada ET. Indicaciones de la diálisis. En: Daugirdas JT, Ing TS, eds. Manual de
diálisis. Barcelona: Masson-Little, Brown & Co, 1996; 3-9.
DIÁLISIS ADECUADA
– Prolongar la vida
– Prevenir la aparición de sintomatología urémica
– Evitar la morbilidad asociada o no con la técnica
– Mantener un balance nitrogenado positivo y una ingesta calórica adecuada
– Optimizar la calidad de vida
– Minimizar los inconvenientes intentando mantener el estilo propio de vida
169
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
170
DIÁLISIS PERITONEAL (I)
En DPA no existen estudios que evalúen los resultados clínicos y los índices de
adecuación y, por ello, habitualmente se utilizan los mismos estudios que en
DPCA. Sin embargo, las técnicas intermitentes requieren dosis mayores de
diálisis que las continuas, por lo que los valores de los índices de diálisis re-
comendados en DPA son aproximadamente el 20% superiores.
171
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
RECOMENDACIONES GENERALES
172
DIÁLISIS PERITONEAL (I)
Las variables que pueden ser manipuladas para prescribir DP son diversas e
incluyen, entre otras: volumen de perfusión, volumen de ultrafiltración, tipos
de soluciones (con o sin glucosa y con diferentes concentraciones), tiem-
pos de permanencia y utilización de dispositivos automáticos y cicladoras con
las diversas opciones que ofrecen. Para manejar adecuadamente estas varia-
bles y prescribir una diálisis óptima es imprescindible conocer las característi-
cas del transporte peritoneal de cada paciente, su FRR y sus datos antropo-
métricos.
• Mensualmente.
– Sintomatología clínica.
– Estado de volumen.
– Capacidad de ultrafiltración.
• Bimensualmente.
– Niveles plasmáticos de urea.
– Creatinina sérica.
– Albúmina sérica.
• Trimestralmente.
– Diuresis.
– Función renal residual.
– KT/V.
– Aclaramiento de creatinina semanal.
– Ingesta proteica diaria (IPD).
• Anualmente.
– Transporte peritoneal (cocientes D/P o coeficientes de transferencia de
masas [MTC] de urea y creatinina).
173
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA
Blake PG, Burkart JM, Churchill DN. Recommended clinical practices for maximizing
peritoneal dialysis clearances. Perit Dial Int 1996; 16:448-456.
Blake PG. Targets in CAPD and APD prescription. Perit Dial Int 1996; 16 (Supl 1):S143-
S146.
Burkart JM, Schreiber M, Korbet SM, Churchill DN et al. Solute clearance approach
to adequacy of peritoneal dialysis. Perit Dial Int 1996; 16:457-470.
Burkart JM. Avoiding inadequate dialysis in long-term peritoneal dialysis patients. Semin
Dial 1995; 8:336-342.
CANUSA Peritoneal Dialysis Study Group. Adequacy of dialysis and nutrition in con-
tinuous peritoneal dialysis: association with clinical outcomes. J Am Soc Nephrol
1996; 7:198-207.
Keshaviah P. Adequacy of peritoneal dialysis. En: Gokal R, Nolph KD, eds. The textbook
of peritoneal dialysis. Dordrecht: Kluwer Academic Publishers 1994; 419-442.
Krediet RT, Koomen GCM, Struijk DG et al. Practical method for assessing dialysis ef-
ficiency during peritoneal dialysis. Kidney Int 1994; 46 (Supl 48):S7-S13.
Selgas R, Bajo MA, Fernández-Reyes MJ, Bosque E et al. An analysis of adequacy of
dialysis in a selected population on CAPD for over 3 years: the influence of urea
and creatinine kinetics. Nephrol Dial Transplant 1993; 8:1244-1253.
174
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA
Blake PG, Burkart JM, Churchill DN. Recommended clinical practices for maximizing
peritoneal dialysis clearances. Perit Dial Int 1996; 16:448-456.
Blake PG. Targets in CAPD and APD prescription. Perit Dial Int 1996; 16 (Supl 1):S143-
S146.
Burkart JM, Schreiber M, Korbet SM, Churchill DN et al. Solute clearance approach
to adequacy of peritoneal dialysis. Perit Dial Int 1996; 16:457-470.
Burkart JM. Avoiding inadequate dialysis in long-term peritoneal dialysis patients. Semin
Dial 1995; 8:336-342.
CANUSA Peritoneal Dialysis Study Group. Adequacy of dialysis and nutrition in con-
tinuous peritoneal dialysis: association with clinical outcomes. J Am Soc Nephrol
1996; 7:198-207.
Keshaviah P. Adequacy of peritoneal dialysis. En: Gokal R, Nolph KD, eds. The textbook
of peritoneal dialysis. Dordrecht: Kluwer Academic Publishers 1994; 419-442.
Krediet RT, Koomen GCM, Struijk DG et al. Practical method for assessing dialysis ef-
ficiency during peritoneal dialysis. Kidney Int 1994; 46 (Supl 48):S7-S13.
Selgas R, Bajo MA, Fernández-Reyes MJ, Bosque E et al. An analysis of adequacy of
dialysis in a selected population on CAPD for over 3 years: the influence of urea
and creatinine kinetics. Nephrol Dial Transplant 1993; 8:1244-1253.
174
DIÁLISIS PERITONEAL (I)
Ninguno de ellos, de forma aislada, dará una idea exacta del grado de mal-
nutrición.
CLÍNICOS
ANTROPOMÉTRICOS
• Peso y talla.
• Medición de pliegues cutáneos (especialmente el tricipital).
• Circunferencia muscular media del brazo.
• Fuerza muscular.
• Bioimpedancia eléctrica.
• Absorciometría (DEXA).
BIOQUÍMICOS
• Creatinina y urea/BUN.
• PCRn/PNAn.
• Fósforo.
• Proteínas plasmáticas (albúmina, prealbúmina, transferrina, GH, IGF-1).
• Aminoácidos plasmáticos e intramusculares.
• Hemoglobina.
• Lípidos.
INMUNOLÓGICOS
• Recuento linfocitario.
• Factor C3 del complemento.
• Tests cutáneos de hipersensibilidad retardada.
175
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
CAUSAS DE MALNUTRICIÓN
COMORBILIDAD ASOCIADA
• Diabetes.
• Neoplasia.
• Malabsorción.
• Hepatopatía, etc.
DIETÉTICAS
176
DIÁLISIS PERITONEAL (I)
La ingesta diaria de proteínas debe ser al menos de 1,2 g/kg (un 50% de alto
valor biológico). El aporte energético debe ser como mínimo de 35 kcal/kg
(incluyendo la glucosa que se absorbe por peritoneo). De esta energía, un 35
a 50% debe corresponder a la ingesta de grasas con predominio de ácidos
grasos polinsaturados.
DIALÍTICAS
177
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
SUPLEMENTOS NUTRICIONALES
Los resultados son dispares en los distintos ensayos publicados y tienen bas-
tantes efectos secundarios. Parece que son más efectivos y mejor tolerados a
dosis bajas y asociados ambos agentes. Cuando se emplean junto con nutri-
ción parenteral, en hemodiálisis, parece mejorar su eficacia. De ello podría
intuirse que el empleo de soluciones con aminoácidos y factores de crecimien-
to asociados pueden ser eficaces, pero no existen estudios que lo confirmen.
178
DIÁLISIS PERITONEAL (I)
BIBLIOGRAFÍA
CANUSA Peritoneal Dialysis Study Group. Adequacy of dialysis and nutrition in con-
tinuous peritoneal dialysis: association with clinical outcomes. J Am Soc Nephrol
1996; 7:198-207.
Diamond SM, Henrich WL. Nutrition and peritoneal dialysis. En: Mitch WE, Klahr S,
eds. Nutrition and the kidney. Boston: Little Brown and Company, 1988; 198-223.
Heimbürger O, Lindholm B, Bergström J. Nutritional effects and nutritional management
of chronic peritoneal dialysis. En: Kopple JD, Massry SG, eds. Nutritional mana-
gement of renal disease. Baltimore: Williams & Wilkins, 1997; 619-668.
Jones MR, Martis L, Algrim CE et al. Amino acid solutions for CAPD: rationale and cli-
nical experience. Miner Electrolyte Metab 1992; 18:309-315.
179
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Krieg RJ, Santos F, Chan JCM. Growth hormone, insuline-like growth factor and the
kidney. Kidney Int 1995; 48:321-336.
Lindholm B, Bergström J. Nutritional requirements of peritoneal dialysis patients. En: Go-
kal R, Nolph KD, eds. The textbook of peritoneal dialysis. Dordrecht: Kluwer Aca-
demic Publishers 1994; 443-472.
National Kidney Fundation-DOQI. NKF-DOQI Clinical practice guidelines for peritoneal
dialysis adequacy. Am J Kidney Dis 1997; 30:S67-S136.
Young GA, Kopple JD, Lindholm B et al. Nutritional assessment of continuous ambula-
tory peritoneal dialysis patients: An international study. Am J Kidney Dis 1991; 17:
462-471.
180
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Krieg RJ, Santos F, Chan JCM. Growth hormone, insuline-like growth factor and the
kidney. Kidney Int 1995; 48:321-336.
Lindholm B, Bergström J. Nutritional requirements of peritoneal dialysis patients. En: Go-
kal R, Nolph KD, eds. The textbook of peritoneal dialysis. Dordrecht: Kluwer Aca-
demic Publishers 1994; 443-472.
National Kidney Fundation-DOQI. NKF-DOQI Clinical practice guidelines for peritoneal
dialysis adequacy. Am J Kidney Dis 1997; 30:S67-S136.
Young GA, Kopple JD, Lindholm B et al. Nutritional assessment of continuous ambula-
tory peritoneal dialysis patients: An international study. Am J Kidney Dis 1991; 17:
462-471.
180
DIÁLISIS PERITONEAL (I)
INDICACIONES Y CONTRAINDICACIONES
Dadas sus ventajas, todo paciente pediátrico que no tenga una contraindica-
ción específica debería ser tratado con diálisis peritoneal frente a hemodiá-
lisis. Las contraindicaciones absolutas de la diálisis peritoneal son escasas y
están relacionadas con malformaciones o alteraciones congénitas de la ca-
vidad abdominal (tabla 27.21). No son contraindicaciones para realizar diá-
lisis peritoneal, si bien merecen especial atención la presencia de gastrosto-
mía para nutrición o ureterostomías posteriores (extraperitoneales); en estos
casos es conveniente que el orificio de salida del catéter peritoneal se sitúe
lo más alto posible.
Onfalocele Medio social que dificulta una higiene adecuada: agua corriente
Gastrosquisis Rechazo al niño o no cumplimiento terapéutico
Derivación Colostomía, ureterostomía, gastrostomía
ventriculoperitoneal
Hernia diafragmática Abandono social
Extrofia vesical Ausencia de motivación
Cirugía abdominal reciente Padres incapacitados: ciegos u otros
Insuficiencia de membrana
ACCESO PERITONEAL
181
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
LÍQUIDOS
182
DIÁLISIS PERITONEAL (I)
MODALIDADES
183
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
NUTRICIÓN Y CRECIMIENTO
NECESIDADES ENERGETICOPROTEICAS
CRECIMIENTO
184
TABLA 27.23. PARÁMETROS DE ADECUACIÓN Y NUTRICIÓN EN DIFERENTES EDADES
Necesidades
Peso calóricas IPD NPCR K BUN KT/V BUN BUN
Edad (kg) (kcal/kg/día) (g/kg/día) (g/kg/día) (ml/kg/día) semanal mg/dl
185
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
ADECUACIÓN
OSTEODISTROFIA Y RAQUITISMO
186
DIÁLISIS PERITONEAL (I)
ANEMIA
COMPLICACIONES
PERITONITIS
Las hernias inguinales son muy frecuentes en niños con diálisis peritoneal (es-
pecialmente neonatos). Recomendamos la exploración, y cierre si es necesa-
187
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA
Alexander SR. Peritoneal dialysis. En: Holliday MA, Barrat TM, Avner ED, eds. Pediatric
Nephrology (3.a ed.) Baltimore: Williams and Wilkins, 1994; 1339-1352.
Alexander SR, Harmon WE, Jabs K. Dialysis in children. En: Henrich WL, ed. Principles
and practice of dialysis. Baltimore: Williams and Wilkins, 1994; 393-425.
Alexander SR, Honda M. Continuous peritoneal dialysis for children: a decade of
worldwide growth and development. Kidney Int 1993; 43:S65-S74.
Alonso Melgar A. Aspectos prácticos de la diálisis crónica en pacientes pediátricos.
En: Lorenzo Sellarés V, Torres Ramírez A, Hernández Marrero V, Ayús JC, eds. Ma-
nual de nefrología clínica, diálisis y trasplante renal. Madrid: Harcourt Brace,
1997; 777-800.
Celebrado NC, Stewart CL, Fine R. Dialysis in infancy. En: Andreucci VE, Fine LG, eds.
International yearbook of nephrology 1996. New York: Oxford University Press,
1996; 83-92.
Elrich JHH, Rizzoni G, Brunner FP et al. Renal replacement therapy for end stage renal
disease before 2 years of age. Nephrol Dial Transplant 1992; 7:1171-1177.
Schröder CH, Dreumel MJ, Reddingius R et al. Peritoneal transport kinetics of glucose,
urea and creatinine during infancy and childhood. Perit Dial Int 1991; 11:322-
325.
188
DIÁLISIS PERITONEAL (II)
195
196
FIGURA 28.2.
Mala respuesta:
Si la respuesta es mala: aumento del flujo linfático (?)
valorar DPNI e
icodextrina
Hemodiálisis
Disminución de la capacidad de ultrafiltración. FRR: función renal residual; DP: diálisis peritoneal; DPNI: diálisis peritoneal nocturna intermitente.
DIÁLISIS PERITONEAL (II)
BIBLIOGRAFÍA
Bajo MA, Selgas R. Métodos para evaluar la función peritoneal y la dosis de diálisis.
En: Lorenzo V, Torres A, Hernández D, Ayús JC, eds. Manual de nefrología clíni-
ca, diálisis y trasplante renal (1.a ed.) Madrid: Harcourt Brace de España, 1998;
717-725.
De Álvaro F, Castro M et al. Peritoneal resting is beneficial in peritoneal hyperpermea-
bility and ultrafiltration failure. Adv Perit Dial 1993; 9:56-61.
Ho-dac-Pannekeet MM, Atasever B, Struijk DG, Krediet R. Analysis of ultrafiltration in
peritoneal dialysis patients by means of standard peritoneal permeability analysis.
Perit Dial Int 1997; 17:144-150.
Rippe B, Krediet R. Peritoneal physiology-transport of solutes. En: Gokal R, Nolph KD,
eds. The Textbook of Peritoneal Dialysis (1.a ed.) Dordrecht: Kluwer Academic Pu-
blishers, 1994; 69-113.
Selgas R, Bajo MA et al. Preserving the peritoneal dialysis membrane in long-term pe-
ritoneal dialysis patients. Semin Dial 1995; 8:326-332.
197
DIÁLISIS PERITONEAL (II)
BIBLIOGRAFÍA
Bajo MA, Selgas R. Métodos para evaluar la función peritoneal y la dosis de diálisis.
En: Lorenzo V, Torres A, Hernández D, Ayús JC, eds. Manual de nefrología clíni-
ca, diálisis y trasplante renal (1.a ed.) Madrid: Harcourt Brace de España, 1998;
717-725.
De Álvaro F, Castro M et al. Peritoneal resting is beneficial in peritoneal hyperpermea-
bility and ultrafiltration failure. Adv Perit Dial 1993; 9:56-61.
Ho-dac-Pannekeet MM, Atasever B, Struijk DG, Krediet R. Analysis of ultrafiltration in
peritoneal dialysis patients by means of standard peritoneal permeability analysis.
Perit Dial Int 1997; 17:144-150.
Rippe B, Krediet R. Peritoneal physiology-transport of solutes. En: Gokal R, Nolph KD,
eds. The Textbook of Peritoneal Dialysis (1.a ed.) Dordrecht: Kluwer Academic Pu-
blishers, 1994; 69-113.
Selgas R, Bajo MA et al. Preserving the peritoneal dialysis membrane in long-term pe-
ritoneal dialysis patients. Semin Dial 1995; 8:326-332.
197
198
FIGURA 28.3.
Enfermedad de bajo remodelado óseo Hueso normal Enfermedad de alto remodelado óseo
(PTH-i <150 pg/ml) (PTH-i: 150-300 pg/ml) (PTH-i: > 300 pg/ml)
Osteodistrofia renal en diálisis peritoneal. Bolos de calcitriol: considerar comenzar entre 2-4 µg, 2-3 veces por semana (dosis nocturna), según
las cifras de PTH-i y el tiempo de evolución.
No suspender bruscamente el tratamiento con los bolos de calcitriol. Las disminuciones de dosis deben ser paulatinas.
Dosis de mantenimiento después de los bolos de calcitriol: 0,5 µg/48 h.
Mantener como valores máximos de calcio: Ca total: 11,5 mg/dl; Ca2+:1,4 mmol/l. Valores de fósforo: 4-6 mg/dl.
Mantener el producto calcio-fósforo por debajo de 65.
Valorar la posibilidad de líquido de diálisis con calcio 1,25 mmol/l.
Biopsia ósea (BO): considerarla si se sospecha enfermedad por depósito de aluminio, cuando el diagnóstico clínico-bioquímico no es definitivo
y previa a la paratiroidectomía.
Registro de evolución bioquímica. Al comenzar los bolos: calcio y fósforo quincenal, PTH-i mensual. Valoraciones para considerar cambio de
actitud terapéutica con calcitriol: 2-3 meses.
DIÁLISIS PERITONEAL (II)
BIBLIOGRAFÍA
199
200
FIGURA 28.4.
Tratamiento empírico
(vancomicina + tobramicina + ampicilina)
fluconazol
48 h
S. aureus Mej: tobramicina
MET-SEN ofloxacino + tobramicina Res:ofloxacino +
cloxacilina cefotaxima
P. aeruginosa: Xanthomona:
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Día 4
vancomicina piperacilina + recaída o catéter imipenem retirada del
tazobactam dependencia: catéter +
retirada del catéter fluconazol 1 mes
Día 5
cotrimoxazol y descartar micobacterias
Día 6
Si resistencia: Si resistencia: Si resistencia: Si resistencia:
retirada del catéter retirada del catéter retirada del catéter retirada del catéter
Peritonitis en diálisis peritoneal. Valorar siempre el antibiograma y la inmunidad mediada por células.
(*): si se controla con tratamiento ip, se considera peritonitis por diverticulitis y se continúa el tratamiento i.v.
Resistencia: continua con líquido turbio a las 48 h de iniciado el tratamiento. Si aparece resistencia: se obtienen nuevos cultivos y se realiza
tinción de Gram.
Alergia a vancomicina: teicoplanina, clindamicina o rifampicina.
Hongos: información desde el inicio con la tinción de Gram.
Considerar profilaxis con nistatina oral cuando se utilicen más de dos antibióticos o con dos en tratamiento prolongado.
Peritonitis catéter-dependiente: si responde al tratamiento, retirar el catéter con líquido claro; si es resistente, retirar el catéter sin pasar al
siguiente eslabón.
Tras la retirada del catéter debe pasar al menos siete días para la colocación del nuevo catéter.
Duración del tratamiento: S. aureus, P. aeruginosa, Serratia sp: 21 días; hongos: 30 días; resto de los gérmenes: 14 días.
Heparina 1%: 1 cm3 por cada bolsa de 2 l hasta que el líquido se aclare.
Diálisis peritoneal automática (DPA): el paciente acude al hospital con un nuevo cambio de DPCA introducido en el abdomen que se mantendrá
al menos 2-3 h. Pauta empírica similar al régimen en DPCA; se mantendrá en DPCA o con cambios en DPCA de 2-3 h hasta que el líquido se
aclare. Dosis de mantenimiento: vancomicina 100 mg/bolsa de 5 l (si alergia, 250 mg/bolsa de 5 l de eritromicina o 100 mg de teicoplanina/
bolsa de 5 l); cefotaxima 500 mg/bolsa de 5 l; heparina, 1%: 2 cm3 por cada bolsa de 5 l hasta que el líquido se aclare.
Dosis: Vancomicina: 1.a dosis: 1,5-2 g ip, 2.a dosis, al tercer día: 1 g, dosis posteriores: 1 g cada 5-7 días; teicoplanina: 1.a dosis: 800 mg ip,
2.a dosis, al tercer día: 400 mg, dosis posteriores: 400 mg cada 5 días; cloxacilina, 500 mg/l ip de carga y después 125 mg/l; tobramicina,
gentamicina: 70-140 mg ip de carga y después 25-50 mg/día, en un intercambio/día; amikacina: 1.a dosis: 150 mg ip de carga y después
100 mg/día en un intercambio/día; ampicilina: 500 mg/l ip de carga y después 125 mg/l; cefotaxima: 500 mg/l ip de carga y después
250 mg/l; aztreonam: 500 mg/l ip de carga y después 250 mg/l; ceftazidima: 250 mg/l ip de carga y después 125 mg/l; imipenem:
500 mg/l ip de carga y después 125 mg/l; rifampicina: 300 mg/l ip de carga y después 150 mg/l; metronidazol: 300 mg/l, ip; cotrimoxazol
o trimetropim-sulfametoxazol: 320/1.600 mg/l ip de carga y después 80/400 mg/l; ofloxacino: 100 mg/l ip de carga y después 25 mg/l.
clindamicina: 300 mg/l ip de carga y después 150 mg/l; 5-fluorocitosina: 200 mg/l ip de carga, después 100 mg/l y a partir del 4.° día
25 mg/l; fluconazol: 50 mg/l ip de carga y después 25 mg/l. Paciente con función renal residual: considerar dosis superiores.
DIÁLISIS PERITONEAL (II)
MET-RES: meticilín-resistente; MET-SEN: meticilín-sensible; Mej: mejoría; Res: resistencia; ip: intraperitoneal.
201
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA
202
DIÁLISIS PERITONEAL (II)
203
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Medida Ventaja
204
FIGURA 28.5.
Sí No
Sí No
Retirar catéter a partir del 2.° mes si Demorar DP a final de la 2.a sem Demorar DP a final de la 2.a sem
el injerto es funcionante Vigilar fuga a lecho quirúrgico
205
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA
O’Donoghue D, Manos J, Pearson R, Scott P, Bakran A, Johnson R et al. CAPD and re-
nal transplantation: a ten-year experience in a single center. Perit Dial Int 1992;
12:242-249.
Pérez Fontán M, Rodríguez-Carmona A, García Falcón T, Moncalián J, Oliver J, Valdés
F. Renal transplantation in patients undergoing chronic peritoneal dialysis. Perit Dial
Int 1996; 16:48-51.
Winchester JF, Rotellar C, Goggins M, Robino D, Alijani MR, Rakowski TA et al. Trans-
plantation in Peritoneal Dialysis and Hemodialysis. Kidney Int 1993; 43 (Supl 40):
101-105.
206
D IÁLISIS PERITONEAL (II) 28
Coordinador
R. Selgas Gutiérrez
Servicio de Nefrología
Hospital Universitario de La Princesa. Madrid
Expertos
M.A. Bajo Rubio
Servicio de Nefrología
Hospital Universitario La Paz. Madrid
C. Jiménez Martín
Servicio de Nefrología
Hospital Universitario La Paz. Madrid
J. Olivares Martín
Servicio de Nefrología
Hospital General Universitario. Alicante
M. Pérez Fontán
Servicio de Nefrología
Hospital Juan Canalejo. A Coruña
A. Rodríguez Carmona
Servicio de Nefrología
Hospital Juan Canalejo. A Coruña
COMPLICACIONES CRÓNICAS
189
190
FIGURA 28.1.
Objetivo:
Hb: 11-13 g/dl, Htc: 33-36%
Ferritina: > 150, IST: > 25% Hemoglobina < 9,5 g/dl
Porcentaje de células hipocrómicas: <10% Ferropenia. Hemorragias
Inflamación: aguda o crónica (neoplasias)
Déficit de ácido fólico, vit. B12, vit. C
Investigar ferropenia Considerar Hiperparatiroidismo grave
Toxicidad alumínica
Diálisis insuficiente
Déficit de ingesta proteica y vitaminas
Tratamiento de déficit de hierro: EPO 5.000 U/sem s.c. Fármacos: IECA, inmunosupresores
hierro parenteral cada 2-3 sem dosis única, 8 sem Hipotiroidismo. Hemólisis
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Hemoglobina > 13 g/dl: Hemoglobina 9,5-13 g/dl Hemoglobina < 9,5 g/dl:
EPO 5.000 U/10-15 días, s.c. dosis de mantenimiento: EPO 10.000 U/sem s.c.
dosis única, 8 sem EPO 5.000 U/sem s.c., dosis única dosis única, 8 sem
Anemia en diálisis peritoneal. EPO: eritropoyetina; Hb: hemoglobina; Htc: hematócrito; s.c.: subcutánea; sem: semana; IECA: inhibidores de la
enzima de conversión de la angiotensina.
DIÁLISIS PERITONEAL (II)
BIBLIOGRAFÍA
Bajo MA, Selgas R, Castro MJ, Jiménez C, Fernández-Reyes MJ, Del Peso G, et al.
Erythropoietin treatment decreases cardiovascular morbidity and mortality in CAPD
patients. Peritoneal Dialysis International 1997; 17:129-135.
Bajo MA, Selgas R, Miranda B, Fernández-Zamorano A. Medium term response to
H-R-erythropoietin in CAPD patients: the influence of erythropoietin plasmatic levels
and the effects on peritoneal transport capacity. En: Khanna R, Nolph KD, Prowant
BF, Twardowski ZJ, Oreopoulus DG, eds. Advances in peritoneal dialysis. Peritoneal
Dialysis Bulletin Inc 1991; 7:296-300.
Eschbach JW. The future of r-HuEPO. Nephrol Dial Transplant 1995; 10 (Supl 2):
96:109.
Olivares J, Gil MT, Gil CM. Diálisis peritoneal y eritropoyetina. En: Valderrábano F, ed.
Eritropoyetina humana recombinante, (1.a ed.) Barcelona: Masson, 1988; 233-242.
Piccoli A, Puggia RM, Fusaro M, Favaro E, Pillon L. A decision analysis comparing three
dosage regimens of subcutaneous epoetin in CAPD. Pharmaco Economics, 1995;
7:444-456.
COMPLICACIONES CARDIOVASCULARES
191
DIÁLISIS PERITONEAL (II)
BIBLIOGRAFÍA
Bajo MA, Selgas R, Castro MJ, Jiménez C, Fernández-Reyes MJ, Del Peso G, et al.
Erythropoietin treatment decreases cardiovascular morbidity and mortality in CAPD
patients. Peritoneal Dialysis International 1997; 17:129-135.
Bajo MA, Selgas R, Miranda B, Fernández-Zamorano A. Medium term response to
H-R-erythropoietin in CAPD patients: the influence of erythropoietin plasmatic levels
and the effects on peritoneal transport capacity. En: Khanna R, Nolph KD, Prowant
BF, Twardowski ZJ, Oreopoulus DG, eds. Advances in peritoneal dialysis. Peritoneal
Dialysis Bulletin Inc 1991; 7:296-300.
Eschbach JW. The future of r-HuEPO. Nephrol Dial Transplant 1995; 10 (Supl 2):
96:109.
Olivares J, Gil MT, Gil CM. Diálisis peritoneal y eritropoyetina. En: Valderrábano F, ed.
Eritropoyetina humana recombinante, (1.a ed.) Barcelona: Masson, 1988; 233-242.
Piccoli A, Puggia RM, Fusaro M, Favaro E, Pillon L. A decision analysis comparing three
dosage regimens of subcutaneous epoetin in CAPD. Pharmaco Economics, 1995;
7:444-456.
COMPLICACIONES CARDIOVASCULARES
191
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Arritmias
La DP no es por sí misma responsable de provocar o agravar arritmias; estos
trastornos dependen de la edad del paciente, de la enfermedad cardíaca is-
quémica subyacente o se asocian a hipertrofia ventricular izquierda.
Hipertensión arterial
Aunque la hipertensión arterial (HTA) se controla muy bien en etapas inicia-
les de la DP, más del 65% de pacientes a largo plazo presentan un inadecua-
do control de la presión arterial (PA). En hemodiálisis este estado se relacio-
na con una alta incidencia de accidentes cerebrovasculares.
192
DIÁLISIS PERITONEAL (II)
Miocardiopatía urémica
Enfermedad cerebrovascular
193
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA
194
DIÁLISIS PERITONEAL (II)
195
S ELECCIÓN DEL RECEPTOR. FÁRMACOS 31
INMUNOSUPRESORES. PROTOCOLOS
DE INMUNOSUPRESIÓN Y RESULTADOS
Coordinador
J.M. Morales Cerdán
Servicio de Nefrología
Hospital 12 de Octubre. Madrid
Expertos
A. Andrés Belmonte
Coordinador de Trasplantes
Servicio de Nefrología
Hospital 12 de Octubre. Madrid
F. Oppenheimer Salinas
Unidad de Trasplante Renal
Hospital Clínic. Barcelona
D. Serón Micas
Servicio de Nefrología
Hospital de Bellvitge. Barcelona
Los resultados del trasplante renal en los últimos años han mejorado de ma-
nera evidente, aumentando la supervivencia del injerto y del receptor. El
perfeccionamiento de la técnica quirúrgica, los avances en inmunosupresión
y un mejor tratamiento de las infecciones y del paciente en general han sido
factores fundamentales para lograr estos resultados. Como consecuencia
lógica de estos logros se ha ampliado el número de pacientes en lista de
espera para el trasplante renal.
Hoy día, con la experiencia acumulada, los criterios de exclusión que antes
eran absolutos se han convertido en relativos; quedan, únicamente, como
contraindicaciones absolutas: la infección por VIH, las neoplasias, la arte-
riosclerosis generalizada, la psicosis no controlada y la afectación grave no
controlada de varios órganos vitales (tabla 31.1).
15
Normas de actuación clínica en nefrología
Contraindicaciones absolutas
CONTRAINDICACIONES RELATIVAS
Las situaciones clínicas que hay que considerar son las siguientes:
16
SELECCIÓN DEL RECEPTOR. PROTOCOLOS DE INMUNOSUPRESIÓN Y RESULTADOS
En pacientes seleccionados
• Prueba de esfuerzo, gammagrafía miocárdica con Talio-27 y coronariografía
• Esofagogastroscopia
• Enema opaco
• Cistouretrografía miccional seriada
• Biopsia hepática transyugular
PTH: hormona paratiroidea; VDRL: serología LUES; HIV: virus de la inmunodeficiencia humana;
CMV: citomegalovirus; HSV: herpes virus; VZV: varicela zoster virus; EBV: Epstein-Barr virus.
17
Normas de actuación clínica en nefrología
FIGURA 31.1
Prueba de esfuerzo
Talio
Coronariografía
Lesiones Lesiones no
revascularizables revascularizables
nal. Por tanto, si la hepatopatía crónica está en fase muy avanzada (estadio
precirrótico o cirrótico) el trasplante renal aislado no estaría indicado. Por el
contrario, estos enfermos pueden ser subsidiarios de un doble trasplante he-
pático y renal sincrónico cuando la función hepatocelular lo aconseje.
18
SELECCIÓN DEL RECEPTOR. PROTOCOLOS DE INMUNOSUPRESIÓN Y RESULTADOS
19
Normas de actuación clínica en nefrología
Porcentaje de recidiva
Mathew Schawarz
Enfermedades metabólicas
• Diabetes 100%
• Amiloidosis 33%
• Oxalosis 90% 100%
• Cistinosis 10%
Glomerulonefritis primarias
Vasculitis/enfermedades sistémicas
Selección definitiva del receptor. Los pacientes en diálisis están en una lista de
espera computarizada, donde se recogen los aspectos más importantes para
la selección cuando hay un donante. Están ordenados por grupo sanguíneo
ABO y quedan reflejados: la edad, el grado de sensibilización HLA, si ha
20
SELECCIÓN DEL RECEPTOR. PROTOCOLOS DE INMUNOSUPRESIÓN Y RESULTADOS
FÁRMACOS INMUNOSUPRESORES
ESTEROIDES
Los efectos secundarios de los esteroides son bien conocidos (tabla 31.5). Hoy
día, con los nuevos fármacos la retirada precoz de los esteroides puede ser
posible; así se evitan los efectos secundarios, especialmente en niños y re-
ceptores de edad avanzada.
21
SELECCIÓN DEL RECEPTOR. PROTOCOLOS DE INMUNOSUPRESIÓN Y RESULTADOS
FÁRMACOS INMUNOSUPRESORES
ESTEROIDES
Los efectos secundarios de los esteroides son bien conocidos (tabla 31.5). Hoy
día, con los nuevos fármacos la retirada precoz de los esteroides puede ser
posible; así se evitan los efectos secundarios, especialmente en niños y re-
ceptores de edad avanzada.
21
Normas de actuación clínica en nefrología
Metabólicos Oftalmológicos
• Diabetes • Cataratas
• Hiperlipemia • Glaucoma
• Obesidad
Dermatológicos
Gastrointestinales • Acné
• Enfermedad ulcerosa péptica
Infecciones. Trastornos psiquiátricos
• Pancreatitis aguda
• Psicosis
• Perforación del colon
• Labilidad emocional
Cardiovasculares
Retraso del crecimiento en niños
• Hipertensión arterial
Cambios morfotípicos: aspecto cushingoide
Musculosqueléticos
• Necrosis aséptica de la cabeza femoral Defecto en la cicatrización
• Miopatía
• Osteoporosis
AZATIOPRINA
MICOFENOLATO MOFETIL
El micofenolato mofetil (MMF) es un etil éster del ácido micofenólico (AM) que
inhibe selectivamente la síntesis de novo de las purinas, la proliferación de
linfocitos T y B, la expresión de moléculas de adhesión y la proliferación
de células musculares lisas de la pared vascular.
22
SELECCIÓN DEL RECEPTOR. PROTOCOLOS DE INMUNOSUPRESIÓN Y RESULTADOS
23
Normas de actuación clínica en nefrología
CICLOSPORINA (CyA)
Los niveles sanguíneos más elevados se obtienen a las 3-4 horas después de
la ingesta. En la sangre se une en un 60-70% a los hematíes y el resto a las
proteínas plasmáticas. Se distribuye rápidamente por los órganos vasculari-
zados y se acumula en el tejido adiposo.
24
SELECCIÓN DEL RECEPTOR. PROTOCOLOS DE INMUNOSUPRESIÓN Y RESULTADOS
Las dosis iniciales varían dependiendo del criterio de cada centro, del tipo
de trasplante, de las características de los receptores y del protocolo adop-
tado. En general se administran entre 8 y 12 mg/kg/día por vía oral, repar-
tidos en dos tomas. La primera dosis puede administrarse 2-4 horas antes del
25
Normas de actuación clínica en nefrología
trasplante por vía oral, o bien en el período preoperatorio por vía intravenosa
cuando la situación clínica del paciente no admite la vía enteral. La dosis
intravenosa suele ser una tercera parte de la que correspondería por la vía
oral. Si se ha de utilizar durante varios días, se recomienda emplear perfu-
sión continua.
Renales Cardiovasculares
• Nefrotoxicidad • Hipertensión arterial
• Hipercaliemia
Neoplasias
• Acidosis metabólica
• Linfomas
Hepáticos
Metabólicos
• Colestasis. Ictericia
• Hiperuricemia
Gastrointestinales • Hipercolesterolemia
• Pancreatitis • Hiperglucemia
• Colelitiasis
Hematológicos
Dermatológicos • Trombocitopenia
• Hirsutismo
Dentales
Neurológicos • Hiperplasia gingival
• Temblor, parestesias
• Convulsiones
26
SELECCIÓN DEL RECEPTOR. PROTOCOLOS DE INMUNOSUPRESIÓN Y RESULTADOS
27
Normas de actuación clínica en nefrología
28
SELECCIÓN DEL RECEPTOR. PROTOCOLOS DE INMUNOSUPRESIÓN Y RESULTADOS
Efectos secundarios. Los efectos adversos del tacrolimus son prácticamente los
de la CyA; los más importantes son:
29
Normas de actuación clínica en nefrología
RAPAMICINA (SIROLIMUS)
ANTICUERPOS ANTILINFOCITARIOS
Anticuerpos policlonales
30
SELECCIÓN DEL RECEPTOR. PROTOCOLOS DE INMUNOSUPRESIÓN Y RESULTADOS
Anticuerpos monoclonales
31
Normas de actuación clínica en nefrología
• Trombocitopenia, granulocitopenia
• Reacción anafiláctica
• Hemólisis
• Eritema
• Fiebre y escalofríos
• Enfermedad del suero
• Glomerulonefritis inducida por antígeno-anticuerpo
• Infecciones por gérmenes oportunistas
• Incidencia aumentada de neoplasias
32
SELECCIÓN DEL RECEPTOR. PROTOCOLOS DE INMUNOSUPRESIÓN Y RESULTADOS
33
Normas de actuación clínica en nefrología
PROTOCOLOS DE INMUNOSUPRESIÓN
Los dividiremos en dos partes: protocolos clásicos que incluyen la CyA como
inmunosupresor básico y protocolos con los nuevos inmunosupresores (FK506
y MMF).
Monoterapia con CyA. Pretende evitar los esteroides desde el principio, de tal
forma que sólo los reciben los que presentan un rechazo agudo. La inciden-
cia de rechazo agudo precoz es muy alta (70%), aunque no parece influen-
ciar negativamente en los resultados de supervivencia del injerto. Está indi-
cada fundamentalmente en los receptores de edad avanzada con buena
función renal inicial.
34
SELECCIÓN DEL RECEPTOR. PROTOCOLOS DE INMUNOSUPRESIÓN Y RESULTADOS
está mejorando. Este tratamiento está diseñado para evitar el efecto tóxico
renal de la CyA durante los primeros días, cuando el riñón es más sensible
a la lesión de isquemia/reperfusión. En la actualidad, está especialmente
indicada en los pacientes con NTA o cuando se utilizan riñones extraídos de
donantes con asistolia.
35
Normas de actuación clínica en nefrología
También la cuádruple terapia con tacrolimus y MMF parece ser muy útil en
pacientes de alto riesgo inmunológico y en trasplantes de páncreas y riñón.
36
SELECCIÓN DEL RECEPTOR. PROTOCOLOS DE INMUNOSUPRESIÓN Y RESULTADOS
Así como la causa más frecuente del fracaso precoz del injerto es el recha-
zo agudo, las causas del fracaso tardío del injerto más frecuentes son las
siguientes: nefropatía crónica del trasplante, muerte del paciente con injerto
funcionante, incumplimiento del tratamiento inmunosupresor y recidiva de la
enfermedad primaria. En nuestro ámbito, casi el 50% de los fracasos tardíos
37
Normas de actuación clínica en nefrología
Por último, es necesario señalar que los factores más importantes que influen-
cian la supervivencia de los injertos del donante cadáver son: la inmunosu-
presión, la compatibilidad HLA, el sexo de donantes y receptores, la edad de
donantes y receptores, la raza, la función renal inicial, la presencia de recha-
zo agudo en los primeros meses, el número de rechazos agudos y la grave-
dad de los mismos, el rechazo vascular, la presencia de anticuerpos prefor-
mados anti-HLA, los retrasplantes y el efecto centro.
BIBLIOGRAFÍA
38
SELECCIÓN DEL RECEPTOR. PROTOCOLOS DE INMUNOSUPRESIÓN Y RESULTADOS
39
C OMPLICACIONES AGUDAS 32
DEL TRASPLANTE RENAL
Coordinador
M. Arias Rodríguez
Servicio de Nefrología
Hospital Universitario Valdecilla. Santander
Expertos
J.M. Morales Cerdán
Servicio de Nefrología
Hospital 12 de Octubre. Madrid
L.M. Pallardó Mateu
Servicio de Nefrología
Hospital Universitario Dr. Peset. Valencia
J.C. Ruiz San Millán
Servicio de Nefrología
Hospital Universitario Valdecilla. Santander
COMPLICACIONES MÉDICAS
41
normas de actuación clínica en nefrología
FIGURA 32.1.
Trasplante
Diuresis inicial
Disminución
de la creatinina sérica
Oliguria o anuria
Exclusión de causas
prerrenales Función renal inmediata
Trombosis arterial
Trombosis venosa Hematoma
Urinoma
Linfocele
42
COMPLICACIONES AGUDAS DEL TRASPLANTE RENAL
Los pacientes con NTA cursan con oliguria, aunque con frecuencia mantienen
la diuresis conservada, a pesar de lo cual suelen requerir diálisis. Las explo-
raciones auxiliares, como el angiorrenograma isotópico o la eco-Doppler re-
nal demuestran una perfusión conservada del injerto y la ausencia de una vía
urinaria obstruida. Estas exploraciones deberán repetirse periódicamente,
mientras persista el fracaso renal, con la finalidad de diagnosticar otras le-
siones sobreañadidas. En los pacientes con NTA está indicada la realización
de una biopsia renal a partir de la semana del trasplante para descartar la
presencia de rechazo agudo sobreañadido o nefrotoxicidad, debiendo efec-
tuarse más precozmente, a partir del tercer día, en pacientes considerados
de alto riesgo inmunológico, tales como retrasplantes, pacientes hiperinmu-
nizados o con prueba cruzada positiva con sueros históricos, por el riesgo au-
mentado de presentar rechazo agudo acelerado.
Los trasplantes que se inician con fracaso del injerto en el postoperatorio in-
mediato, debido mayoritariamente a NTA, tienen en general una superviven-
cia disminuida del injerto, comparativamente con los que muestran una fun-
ción renal inicial conservada. La NTA prolonga la estancia hospitalaria
postrasplante, aumenta la morbilidad al acumular los pacientes una mayor
inmunosupresión, incrementa los costes del trasplante y se ha señalado en
algunas series un incremento de la mortalidad.
43
normas de actuación clínica en nefrología
44
COMPLICACIONES AGUDAS DEL TRASPLANTE RENAL
FIGURA 32.2.
Necrosis tubular
Eco Normal aguda postrasplante
TC Normal
EF Na+
Recuperación
de la función renal
Oliguria persistente (> 7 días)
EF Na+ < 1%
EF Na+ > 1% Niveles de CsA
↑oN
Niveles CsA
↑No↓ Nefrotoxicidad por CsA
Biopsia renal
Normal Disminuir dosis de CsA
o
Rechazo agudo signos de NTA
Mejoría Mejoría
Choque Nefrotoxicidad parcial o nula de la
de esteroides por CsA función renal
Biopsia renal
Triple terapia AZA o MMF,
disminuir dosis de CsA
45
normas de actuación clínica en nefrología
Rechazo acelerado
46
COMPLICACIONES AGUDAS DEL TRASPLANTE RENAL
Rotura renal
COMPLICACIONES QUIRÚRGICAS
47
normas de actuación clínica en nefrología
Trombosis arterial
Trombosis venosa
48
COMPLICACIONES AGUDAS DEL TRASPLANTE RENAL
Linfocele
Las fístulas urinarias cursan con escape de la orina al espacio perirrenal, con
el consiguiente deterioro de la función renal y clínica de dolorimiento e hin-
chazón en la zona del injerto y región suprapúbica. Pueden deberse a una
técnica deficiente de implante del uréter o más comúnmente a necrosis isqué-
49
normas de actuación clínica en nefrología
COMPLICACIONES INFECCIOSAS
50
normas de actuación clínica en nefrología
COMPLICACIONES INFECCIOSAS
50
COMPLICACIONES AGUDAS DEL TRASPLANTE RENAL
Virus CMV
Varicela-zoster
Epstein-Barr
Hepatitis B y C
Virus Hepatitis B y C
Coriorretinitis CMV
51
normas de actuación clínica en nefrología
Entre las complicaciones infecciosas conviene destacar las neumonías por ser
la causa más frecuente de infección invasiva parenquimatosa y con mayor
potencial de mortalidad, en las que un diagnóstico etiológico precoz y un
tratamiento específico pueden ser determinantes de la evolución del proceso.
Disnea y febrícula pueden ser los síntomas de presentación de una infección
pulmonar en los que la radiografía de tórax, debido a una respuesta inflama-
toria disminuida puede parecer inicialmente normal. En estas circunstancias
la TAC torácica permite definir la naturaleza y extensión del proceso y orientar
en la realización de exploraciones invasivas, como el lavado broncoalveolar
o la biopsia transbronquial, que permitan su filiación. En el contexto clínico
del paciente trasplantado con frecuencia puede plantearse el diagnóstico di-
ferencial entre afectación infecciosa pulmonar y edema pulmonar o, menos
comúnmente, embolismo pulmonar. Junto con los hallazgos clínicos y de ana-
52
COMPLICACIONES AGUDAS DEL TRASPLANTE RENAL
Patrón Causas
radiológico Curso agudo Curso crónico
53
normas de actuación clínica en nefrología
COMPLICACIONES CARDIOVASCULARES
54
COMPLICACIONES AGUDAS DEL TRASPLANTE RENAL
OTRAS COMPLICACIONES
55
normas de actuación clínica en nefrología
BIBLIOGRAFÍA
Fishman JA, Rubin RH. Medical progress: infection in organ transplantation. N Engl J
Med 1998; 338:1741-1751.
Morales JM. Manejo clínico en el período postrasplante. Rechazo del trasplante. En:
Hernando Avendaño L, ed. Nefrología Clínica (1.a ed.). Madrid: Editorial Médi-
ca Panamericana, 1997; 693-710.
Pallardó LM. Complicaciones del trasplante renal. En: Hernando Avendaño L, ed.
Nefrología Clínica (1.a ed.). Madrid: Editorial Médica Panamericana, 1997;
711-722.
Penn I. Cancer complicating organ transplantation. N Engl J Med 1990; 323:1767-
1769.
Solez K, Axelsen RA, Benediktson H, Burdikk JF, Cohen AH. International standardiza-
tion of criteria for the histologic diagnosis of renal allograft rejection: the Banff wor-
king classification of kidney transplant pathology. Kidney Int 1993; 44:411-422.
56
C OMPLICACIONES CRÓNICAS 33
DEL TRASPLANTE RENAL
Coordinador
J.M. Grinyo Boira
Servicio de Nefrología
Hospital de Belvitge. Barcelona
Expertos
A. Alonso Hernández
Servicio de Nefrología
Hospital Juan Canalejo. A Coruña
J.J. Amenábar Iribar
Servicio de Nefrología
Hospital de Cruces. Bilbao
M. Arias Rodríguez
Servicio de Nefrología
Hospital Universitario Valdecilla. Santander
P. Gómez-Ullate Vergara
Servicio de Nefrología
Hospital de Cruces. Bilbao
I. Lampreabe Gaztelu
Servicio de Nefrología
Hospital de Cruces. Bilbao
A.L. Martín de Francisco
Servicio de Nefrología
Hospital Universitario Valdecilla. Santander
C. Montalbán
Servicio de Nefrología
Hospital Universitario Valdecilla. Santander
J.M. Morales Cerdán
Servicio de Nefrología
Hospital 12 de Octubre. Madrid
57
Normas de actuación clínica en nefrología
ETIOLOGÍA
DIAGNÓSTICO
Rara vez precisa ser exhaustivo, tal y como se esquematiza en la figura 33.1.
En conjunto, es suficiente con determinar los niveles sanguíneos de ciclospori-
na (CsA) o tacrolimus (FK), el estudio de la función renal, eco-Doppler del in-
jerto y, en casos seleccionados, la angiografía y la biopsia renal.
58
HIPERTENSIÓN ARTERIAL GRAVE
FIGURA 33.1.
TR
HTA
EAR? Angiografía
Uropatía
obstructiva
Eco-Doppler EAR?
Disfunción renal
Biopsia Rechazo crónico
GN de novo o recidiva
Tox. inmunosupresión
Severa
Incumplimiento Comprobación
refractaria
terapéutico
3. El estudio con Doppler tiene una sensibilidad cercana al 100% y una es-
pecificidad del 75%. Es operador dependiente, inocuo y fácil de repetir
de forma seriada.
4. La angiorresonancia magnética tiene una alta especificidad y una acep-
table sensibilidad. Puede ser un método alternativo a la angiografía con-
59
Normas de actuación clínica en nefrología
T R A T A M I E N T O (fig. 33.2)
60
HIPERTENSIÓN ARTERIAL GRAVE
FIGURA 33.2.
HTA
No control
Diuréticos Control
No control
Calcioantagonistas Control
(vs α o betabloqueantes)
SÍ ATP vs cirugía
EAR?
NO IECA/ARA II Control
(vs α o betabloqueantes)
No control
Otras causas de
Riñones nativos Incumplimiento Minoxidil
HTA refractaria
Nefrectomía
bilateral
61
Normas de actuación clínica en nefrología
BIBLIOGRAFÍA
62
OSTEOPATÍA POSTRASPLANTE RENAL
63
OSTEOPATÍA POSTRASPLANTE RENAL
63
Normas de actuación clínica en nefrología
HIPERCALCEMIA POSTRASPLANTE
Causas
– Hiperparatiroidismo residual.
– Reabsorción de los depósitos de calcio en tejidos blandos.
– Recuperación de la síntesis de calcitriol.
– Aumenta el efecto de la hormona paratiroidea sobre el hueso.
– Aumenta la absorción intestinal de calcio.
Actitud
– Calcemia > 12,5 mg% al año del trasplante o hipercalcemia grave o sin-
tomática en el postrasplante inmediato: PTX subtotal o total con implante.
– Hipercalcemia inferior a 12,5% mg: suplementos de fosfato.
INTOXICACIÓN ALUMÍNICA
64
OSTEOPATÍA POSTRASPLANTE RENAL
AMILOIDOSIS RENAL
HIPOFOSFATEMIA
CAUSAS
– Hiperparatiroidismo postrasplante.
– Tratamiento esteroideo.
ACTITUD
OSTEOPENIA
65
Normas de actuación clínica en nefrología
CAUSAS
– Tratamiento esteroideo.
– Reducción en la absorción intestinal de calcio.
– Aumento de la calciuria y la fosfaturia.
– Inhibición de la expresión de genes de factores de crecimiento.
– Ciclosporina (osteopenia de alto remodelado en animales de experimen-
tación).
DIAGNÓSTICO
PREVENCIÓN
66
OSTEOPATÍA POSTRASPLANTE RENAL
OSTEONECROSIS
CAUSAS
– Tratamiento esteroideo.
– Factores dudosos de riesgo independiente: osteopenia e hiperparatiroidismo.
DIAGNÓSTICO
TRATAMIENTO
BIBLIOGRAFÍA
67
Normas de actuación clínica en nefrología
Massari PU. Disorders of bone and mineral metabolism after renal transplantation.
Kidney Int 1997; 52:1412-1421.
Moe SM. The treatment of steroid-induced bone loss in transplantation. Current Opinion
in Nephrology an Hypertension 1997; 6:544-549.
HEPATOPATÍA POSTRASPLANTE
68
Normas de actuación clínica en nefrología
Massari PU. Disorders of bone and mineral metabolism after renal transplantation.
Kidney Int 1997; 52:1412-1421.
Moe SM. The treatment of steroid-induced bone loss in transplantation. Current Opinion
in Nephrology an Hypertension 1997; 6:544-549.
HEPATOPATÍA POSTRASPLANTE
68
HEPATOPATÍA POSTRASPLANTE
Hepatopatía aguda
Hepatitis aguda
– A, B, C
– Citomegalovirus
– Varicela zoster
– Epstein-Barr
– Herpes simple
Hepatopatía crónica
Hepatitis crónica
– Virus B
– Virus C
– Virus NA, NB, NC
– Virus G
Hemosiderosis hepática
Hepatopatía alcohólica
sentan menos rechazos que los pacientes AgHBs negativos. Por estas razo-
nes, la inmunosupresión en estos pacientes debe administrarse con pruden-
cia evitando protocolos agresivos, excepto en los pacientes que sean de alto
riesgo inmunológico.
69
Normas de actuación clínica en nefrología
Desde el punto de vista práctico la actitud a seguir con los pacientes AgHBs
positivos en diálisis candidatos a trasplante renal puede ser: si el paciente
presenta una lesión grave, hepatitis crónica activa o cirrosis, se debería va-
lorar practicar un doble trasplante hepatorrenal. Si no tiene una lesión hepá-
tica grave se puede trasplantar si no es un paciente de alto riesgo para el
desarrollo de la enfermedad hepática grave: ADN polimerasa o AgHbe ne-
gativo. En el caso de ausencia de enfermedad grave hepática pero con ADN
o AgHbe positivo se debe advertir claramente al paciente del riesgo que
conlleva el trasplante.
70
HEPATOPATÍA POSTRASPLANTE
71
Normas de actuación clínica en nefrología
Por lo tanto, parece haber dos patrones evolutivos: un patrón marcado por
la presencia de EHC crónica, clínicamente importante y otro con biología
hepática normal, afortunadamente con pocas implicaciones clínicas. Aunque
los factores de riesgo para el desarrollo de hepatitis C grave postrasplante
todavía no están bien definidos, en nuestra experiencia son los siguientes: la
hepatopatía pretrasplante, el tiempo de trasplante, la presencia de Ag core
VHB y el grado de inmunosupresión. En este momento está por definir el pa-
pel de los distintos serotipos y los niveles de ARN viral. En nuestro país el prin-
cipal serotipo es el 1b.
72
HEPATOPATÍA POSTRASPLANTE
Con el uso de la PCR para la determinación del ARN viral en todos los sue-
ros disponibles de los donantes, se observa que el 80% de los receptores
ELISA2 positivos pero VHC-ARN negativos pretrasplante son VHC-ARN posi-
tivos postrasplante con riñones de donantes anti-VHC positivos. Por esto,
actualmente se restringe el uso de riñones VHC positivos a los receptores PCR
positivos.
73
Normas de actuación clínica en nefrología
El curso clínico de este tipo de hepatitis parece ser que es casi similar al de
la hepatitis C. Sin embargo, en este momento no existe información clínica
ni histológica a largo plazo sobre esta entidad y no conocemos, por tanto,
si existen diferencias sustanciales entre ambos tipos de hepatitis.
HIPERTENSIÓN PORTAL
74
HEPATOPATÍA POSTRASPLANTE
BIBLIOGRAFÍA
75
Normas de actuación clínica en nefrología
Los síndromes linfoproliferativos (SLP) son los cánceres de novo más frecuen-
tes en los receptores de trasplante renal, después de los tumores de piel y la-
bios (no melanomas). Tienen su mayor incidencia en el primer año del período
postrasplante.
FRECUENCIA
1 2 3 4 5 6
G. Opelz, 1996.
76
SÍNDROMES LINFOPROLIFERATIVOS EN LOS RECEPTORES DE TRASPLANTE
Europa
Con profilaxis anticuerpos N = 2.655 Linfomas = 640
Sin profilaxis anticuerpos N= 540 Linfomas = 370
G. Opelz, 1996.
Anticuerpos mono o policlonales.
Europa
Profilaxis anticuerpos 402 254 270
Sin profilaxis anticuerpos 111 94 51
G. Opelz, 1996.
CsA: ciclosporina; AZA: azatioprina; STE: esteroides.
PATOGENIA
77
Normas de actuación clínica en nefrología
CLÍNICA Y DIAGNÓSTICO
TRATAMIENTO
78
SÍNDROMES LINFOPROLIFERATIVOS EN LOS RECEPTORES DE TRASPLANTE
FIGURA 33.3.
Identificación inmunológica
Proliferación monoclonal de células B
Estudio citogenético
Anomalías clonales citogenéticas
Reordenamiento inmunoglobulinas
Presente
Esquema de las formas de SLP en los receptores de trasplante de órganos sólidos relacionadas
con el VEB.
79
Normas de actuación clínica en nefrología
PREVENCIÓN
BIBLIOGRAFÍA
Brunner FP, Landais P, Selwood NH. On behalf of the EDTA-ERA Registry Committee.
Malignancies after renal transplantation: the EDTA-ERA registry experience Nephrol
Dial Transplant 1995; 10 (Supl): 74-80.
Flinner RL. Neoplams occurring in solid organ transplant recipients. En: Hammond EH,
ed. Solid Organ Transplantation Pathology. Filadelfia: Saunders, 1994; 262-273.
Frei U, Kliehm V, Kolditz M, Behrend M, Brunkhorst R. Malignancies in transplant
patients under cyclosporine treatment for more than 10 years. En: Touraine JL et al,
eds. Cancer in Transplantation: Prevention and Treatment. Kluwer Academic Pu-
blishers, 1996; 135-139.
Hanto DW, Shelton MW, Simmons RL. Cancer and Organ Allografts En: Burdick JF,
Racusen LC, Solez K, Williams GM, eds. Kidney Transplant Rejection. Nueva York:
Marcel Dekker Inc 1992; 697-725.
Lampreabe I, Amenábar JJ. Clinical characteristics in cyclosporine-treated and non-
cyclosporine treated adult renal cadaveric allograft recipients. Kidney Int 1997; 52
(4):1159.
Opelz G, Schwartz V, Grayson H, Henderson R, Schonobel R, Wujciak Th et al. Multi-
center analysis of postransplant malignancies. En: Touraine JL et al, eds. Cancer
in Transplantation: Prevention and Treatment. Kluwer Academic Publishers, 1996;
17-25.
Penn I. Epidemiology of cancer in transplant patients. En: Touraine et al, eds. Cancer
in Transplantation: Prevention and Treatment. Kluwer Academic Publishers, 1996;
3-17.
80
TRATAMIENTO CLÍNICO DE LA NEFROPATÍA CRÓNICA DEL TRASPLANTE
Sayegh MH, Carpenter ChB, Eisen HJ. Lymphoproliferative disorders following organ
transplantation 1997 UpToDate. December 2.
Starzl TE, Nalesnik MA, Porter KA et al. Reversibility of lymphomas and lymphoproli-
ferative lesions developing under cyclosporin-steroid therapy. Lancet 1994; 1:583.
Swinnen LJ, Mullen GM, Carr TJ et al. Agressive treatment for postcardiac transplant
lymphoproliferation. Blood 1995; 86:3333.
DEFINICIÓN
DIAGNÓSTICO
EXPLORACIÓN FÍSICA
81
TRATAMIENTO CLÍNICO DE LA NEFROPATÍA CRÓNICA DEL TRASPLANTE
Sayegh MH, Carpenter ChB, Eisen HJ. Lymphoproliferative disorders following organ
transplantation 1997 UpToDate. December 2.
Starzl TE, Nalesnik MA, Porter KA et al. Reversibility of lymphomas and lymphoproli-
ferative lesions developing under cyclosporin-steroid therapy. Lancet 1994; 1:583.
Swinnen LJ, Mullen GM, Carr TJ et al. Agressive treatment for postcardiac transplant
lymphoproliferation. Blood 1995; 86:3333.
DEFINICIÓN
DIAGNÓSTICO
EXPLORACIÓN FÍSICA
81
Normas de actuación clínica en nefrología
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
HISTOLOGÍA
82
TRATAMIENTO CLÍNICO DE LA NEFROPATÍA CRÓNICA DEL TRASPLANTE
PATOGÉNESIS
FACTORES INMUNES
83
Normas de actuación clínica en nefrología
20% superior en los receptores que reciben un aloinjerto con seis identidades
respecto a los receptores que reciben un injerto con ninguna identidad. Asi-
mismo, se ha demostrado que el grado de sensibilización frente al panel de
anticuerpos en el momento del trasplante no sólo se relaciona con la super-
vivencia a corto plazo sino que también se relaciona con la supervivencia a
largo plazo.
FACTORES NO INMUNES
84
TRATAMIENTO CLÍNICO DE LA NEFROPATÍA CRÓNICA DEL TRASPLANTE
TRATAMIENTO
Hoy en día no existe ningún medicamento cuya eficacia clínica haya sido
demostrada de una forma convincente ni en la prevención ni en el tratamiento
de la NCT.
FIGURA 33.4.
Isquemia/reperfusión Inflamación
Nefrotoxicidad CsA Histocompatibilidad
HTA Respuesta aloinmune
Hiperlipidemia Rechazo
Pérdida masa renal
Hiperfiltración
NCT
85
Normas de actuación clínica en nefrología
PREVENCIÓN
86
TRATAMIENTO CLÍNICO DE LA NEFROPATÍA CRÓNICA DEL TRASPLANTE
TRATAMIENTO DE LA NCT
87
Normas de actuación clínica en nefrología
BIBLIOGRAFÍA
Almond PS, Matas A, Gillingham KJ, Payne WD, Gores P, Gruessner R et al. Risk factors
for chronic rejection in renal allograft recipients. Transplantation 1993; 55:752-756.
Bennet WM, De Mattos A, Meyer MM, Andoh T, Barry JM. Chronic cyclosporine ne-
phropathy: the Achilles’ heel of immunosuppressive therapy. Kidney Int 1996; 50:
1089-1100.
Brenner BM, Milford EL. Nephron underdosing: a programmed cause of chronic renal
allograft failure. Am J Kidney Dis 1993; 21 (Supl 2): 66-72.
Carpenter CB. Long-term failure of renal transplants: adding insult to injury. Kidney Int
1995; 48 (Supl 50): 40-44.
Kasiske BL, Massy ZA, Guijarro C, Ma JZ. Chronic allograft rejection and clinical trial
design. Kidney Int 1995; 48 (Supl 52):116-119.
Lemström K, Koskinen P, Häyri P. Molecular mechanisms of chronic renal allograft re-
jection. Kidney Int 1995; 48 (Supl 52): 2-10.
Paul LC. Chronic renal transplant loss. Kidney Int 1995; 47:1491-1499.
Paul LC, Häyri P, Foegh M et al. Diagnostic criteria for chronic rejection/accelerated
graft atherosclerosis in heart and kidney transplants: proposal from the Fourth Alexis
Carrel Conference on chronic rejection and accelerated arteriosclerosis in trans-
planted organs. Transplant Proc 1993; 25:2020-2021.
Racusen LC, Solez K, Colvin RB et al. International standarization of criteria for the his-
tologic diagnosis of renal allograft rejection: the Banff working classification of kid-
ney transplant pathology. Kidney Int 1999; 55:713-722.
Serón D, Moreso F, Bover J et al. Early protocol renal allograft biopsies and graft out-
come. Kidney Int 1997; 51:310-316.
88
N ORMAS DE PRÁCTICA CLÍNICA: LOS VALORES
Y LOS HECHOS EN LAS DECISIONES CLÍNICAS
F. Valdés Cañedo
Servicio de Nefrología
Hospital Juan Canalejo. La Coruña
1
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
2
NORMAS DE PRÁCTICA CLÍNICA: LOS VALORES Y LOS HECHOS EN LAS DECISIONES CLÍNICAS
3
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
4
NORMAS DE PRÁCTICA CLÍNICA: LOS VALORES Y LOS HECHOS EN LAS DECISIONES CLÍNICAS
Por último, conviene recalcar una vez más, que no es posible incrementar la
calidad en el trabajo clínico si no es introduciendo el mundo de los valores.
La práctica de la medicina debe ser rigurosa y excelente, lo cual significa que
los médicos debemos conjugar en nuestro trabajo los valores con los hechos.
La Nefrología es una especialidad muy ligada a la tecnología y tributaria
como pocas del desarrollo científico experimentado por la Medicina en las
últimas décadas. Por ello, y para que el éxito prosiga en el futuro, es nece-
sario perseverar en una fundamentación rigurosa de sus contenidos y en la
promoción de valores de excelencia al servicio de los pacientes. Éste es el
espíritu, que anima a la Sociedad Española de Nefrología en la publicación
5
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA
6
O TRAS TÉCNICAS DE DEPURACIÓN 29
EXTRARRENAL
Coordinador
F. Anaya Fernández de Lomana
Servicio de Nefrología
Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid
Expertos
E. Gallego Mora-Esperanza
Servicio de Nefrología
Hospital Nuestra Sra. de la Candelaria. Tenerife
J. García Pérez
Servicio de Nefrología
Hospital Nuestra Sra. de la Candelaria. Tenerife
M. Macia Heras
Servicio de Nefrología
Hospital Nuestra Sra. de la Candelaria. Tenerife
J. Navarro González
Servicio de Nefrología
Hospital Nuestra Sra. de la Candelaria. Tenerife
A. Rivero González
Servicio de Nefrología
Hospital Nuestra Sra. de la Candelaria. Tenerife
INTRODUCCIÓN
207
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Es suficiente la presencia de uno solo de los trastornos descritos para efectuar el tratamiento
sustitutivo. Será urgente iniciar el tratamiento ante la presencia de dos o más.
CONCEPTOS GENERALES
HEMOFILTRACIÓN (HF)
HEMODIAFILTRACIÓN (HDF)
208
OTRAS TÉCNICAS DE DEPURACIÓN EXTRARRENAL
ASPECTOS TÉCNICOS
HEMOFILTRO (HF)
ACCESO VASCULAR
Arteriovenoso (AV)
Venovenoso (VV)
ANTICOAGULACIÓN
209
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
210
OTRAS TÉCNICAS DE DEPURACIÓN EXTRARRENAL
211
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
MODALIDADES TERAPÉUTICAS
En esta técnica la sangre pasa por un filtro de alta permeabilidad (HF) por ac-
ción de la TA (AV; Qb hasta 50 ml/m) o impulsada por una bomba (VV; Qb
hasta 200 ml/m). El ultrafiltrado obtenido (HFAV: 10 l/día; HFVV: 24 l/día)
es repuesto total o parcialmente, según el equilibrio deseado. El aclaramiento
de solutos obtenido es igual al ultrafiltrado.
Similar a la anterior donde se hace pasar una solución de diálisis (Qd 10-20 ml
por m) en sentido inverso al de la sangre. La eficacia es mayor (UF: 20-40 l/día)
y aumenta el aclaramiento de grandes moléculas.
COMPLICACIONES
Hemorragias e infecciones.
HEMOPERFUSIÓN
CONCEPTO
212
OTRAS TÉCNICAS DE DEPURACIÓN EXTRARRENAL
INDICACIONES
ASPECTOS TÉCNICOS
COMPLICACIONES
213
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
AFÉRESIS TERAPÉUTICA
CONCEPTO
OBJETIVOS
CONSIDERACIONES TÉCNICAS
214
OTRAS TÉCNICAS DE DEPURACIÓN EXTRARRENAL
Accesos vasculares
Anticoagulación
215
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Líquidos de reemplazamiento
COMPLICACIONES
ELECCIÓN DE LA TÉCNICA
Categoría I
216
OTRAS TÉCNICAS DE DEPURACIÓN EXTRARRENAL
Categoría II
Categoría III
Categoría IV
PROCEDIMIENTOS AFERÉTICOS
Plasmadsorción (PLASAD)
217
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Criofiltración
INDICACIONES
Tratamiento Número
Categoría inmuno- de inter- Beneficio
Enfermedad Técnica ASFA supresor cambios de la aféresis
ENFERMEDADES
RENALES
GNRP PF II Sí 6 a 24 Escaso. Solo
potencial beneficio
en formas graves
(Continúa)
218
OTRAS TÉCNICAS DE DEPURACIÓN EXTRARRENAL
Tratamiento Número
Categoría inmuno- de inter- Beneficio
Enfermedad Técnica ASFA supresor cambios de la aféresis
GN anti-MB PF I Sí 6 a 24 Beneficioso
Nefritis lúpica PF II Sí 6 a 12 Escaso o nulo
Crioglobulinemia PF I Sí 4 a 228 Beneficioso
Nefropatía IgA PF II Sí 6 a 18 Dudoso
Mieloma PF II Sí 3 a 12 Dudoso
PTT/SUH PF I/II Sí 3 a 36 Beneficioso
Hiper S-HLA IADS I Sí 9 a 51 Beneficioso
Rechazo vascular PF IV/II Sí 6a9 Sólo beneficioso
en la endovasculitis
aguda
Recidiva de GN IADS/PF III Sí 6 a 18 Dudoso en recidiva
GNSF
ENFERMEDADES
HEMATOLÓGICAS
Síndrome
de hiperviscosidad PF/DF I Sí 6 a 18 Beneficioso
PTI IADS/PF III Sí 6-6 Beneficioso
Púrpura
postransfusional PF I Sí 3a6 Beneficioso
Anemia hemolítica PF III Sí 6 a 12 Beneficioso
Enfermedad Rh PF III No 6 Beneficioso
Inhibidores
del factor VIII PF/IADS II No 6-12 Beneficioso
ENFERMEDADES
METABÓLICAS
Hipercolesterolemia DF I Sí Programa Beneficioso
Familiar heterocigótica
Hipercolesterolemia DF I Sí Programa Único/Tx hepático
Familiar homocigótica
Colangitis esclerosante DF III Sí Programa Beneficioso
hasta Tx hepático*
(Continúa)
219
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
Tratamiento Número
Categoría inmuno- de inter- Beneficio
Enfermedad Técnica ASFA supresor cambios de la aféresis
ENFERMEDADES
REUMATOLÓGICAS
Esclerodermia PF II Sí Programa Beneficioso
Artritis reumatoide PF/IADS III/II Sí 6-6** Escaso
* No existe experiencia suficiente para asentar ninguna conclusión.
** Ciclos de 6 en 6 sesiones dependiendo de la evolución de la enfermedad.
ENFERMEDADES
DERMATOLÓGICAS
Pénfigo vulgar DF/PF I/II Sí Programa Beneficioso
Penfigoide bulloso DF/PF I/II Sí Programa Beneficioso
Necrólisis
epidermoide tóxica
(síndrome de Lyell) DF I No 6 Beneficioso
Psoriasis DF IV Sí 6-6 Escaso. Sólo artritis
psoriásica
ENFERMEDADES
NEUROLÓGICAS
Síndrome de
Guillain-Barré PF/IADS I/III Sí 6 a 24 Beneficioso
(Continúa)
220
OTRAS TÉCNICAS DE DEPURACIÓN EXTRARRENAL
Tratamiento Número
Categoría inmuno- de inter- Beneficio
Enfermedad Técnica ASFA supresor cambios de la aféresis
AFÉRESIS TERAPÉUTICA
EN LAUCI
Sepsis meningocócica
fulminante PF II PlF 3-6 Beneficioso
Endotoxemia séptica
diferente a la
meningocócica PF/IADS* III PlF 3-6 Dudoso
Shock del quemado PF III PlF 2-3 Beneficioso
Envenenamiento
por Paracuat HP/PF III PPL 2-3 Beneficioso
Síndrome de
sobrecarga
de grasas PF/DF II PPL 1-2 Beneficioso
Síndrome del hombre
rígido PF I PPL 5 Beneficioso
Autoanticuerpo
para receptores
de insulina PF II PPL 6-12 Beneficioso
221
NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA
Hemofiltración
Forni LG, Hilton PJ. Continuous hemofiltration in the treatment of acute renal failure. N
Engl J Med 1997; 336:1303-1309.
Kaplan AA. Dialysis and other extracorporeal therapy for acute renal failure. En:
Glassock R, ed. Current therapy in nephrology and hypertension. Boston: Mosby,
1998; 250-259.
Mehta RL. Proceedings of the second international conference on continuous renal
replacement therapy. Am J Kidney Dis 1997; 30 (Supl 4):1-116.
Ronco C, Bellomo R, Feriani M, La Greca G. Critical Care Nephrology. Kidney Int
1998; 53 (Supl 66):1-192.
Hemoperfusión
Kitiyakara C, Winchester JF. Acute drug intoxication. En: Glassock R, ed. Current
Therapy in Nephrology and Hypertension. Boston: Mosby, 1998; 231-239.
Aféresis terapéutica
222
S ELECCIÓN Y MANTENIMIENTO 30
DEL DONANTE DE ÓRGANOS
EN MUERTE ENCEFÁLICA
Coordinador
M.A. de Frutos Sanz
Servicio de Nefrología
Hospital Carlos Haya. Málaga
Expertos
R. Matesanz Acedos
Organización Nacional de Trasplantes. Madrid
B. Miranda Serrano
Organización Nacional de Trasplantes. Madrid
F. Oppenheimer Salinas
Servicio de Nefrología
Hospital Clínic. Barcelona
F. Valdés Cañedo
Servicio de Nefrología
Hospital Juan Canalejo. A Coruña
1
normas de actuación clínica en nefrología
2
SELECCIÓN Y MANTENIMIENTO DEL DONANTE DE ÓRGANOS EN MUERTE ENCEFÁLICA
Uno de los aspectos más relevantes para los grupos de trasplante es la consi-
deración de la edad del donante cadáver. Los injertos de donantes pediátricos
con edad inferior a 3 años tienen mayor probabilidad de presentar problemas
técnicos y también si tienen lesiones por toxicidad, isquemia o rechazo, posi-
blemente por experimentar hiperfiltración e instauración de glomerulosclerosis
focal y segmentaria. No obstante, algunos grupos obtienen buenos resultados
con estos injertos, bien con el trasplante doble o en bloque y, por tanto, la acep-
tación de estos donantes dependerá, entre otras consideraciones, de la propia
experiencia del grupo trasplantador. Los donantes con 60 años o más deben
ser objeto de una minuciosa valoración adicional, para evitar el efecto de la
denominada «escasa dosis nefronal». No se considerarán aceptables los do-
nantes con aclaramiento de creatinina inferior a 60 ml/min estimado median-
te la fórmula de Cockcroft-Gault. Algunos grupos recomiendan biopsiar estos
riñones y rechazar aquellos con más del 20% de glomerulosclerosis. Otros
obtienen excelentes resultados con estos órganos en receptores seleccionados,
teniendo en cuenta la superficie corporal, edad y respuesta inmunológica pre-
visible al injerto o incluso trasplantando ambos riñones al mismo receptor.
Para los trasplantes de riñón-páncreas la edad del donante debe ser inferior
a 50 años.
3
normas de actuación clínica en nefrología
1. Imprescindibles 2. Recomendables
– Ac HIV – Ag HIV (p24)
– Ac VHC – Ac toxoplasma
– AgHBs – Ag CMV
– Gonadotrofina coriónica (Gravindex) – Marcadores tumorales (PSA, CEA,
– TPHA alfa-FTP, HCG)
– Ac CMV – Ac Epstein-Barr
– Ecografía abdominal – Autopsia postextracción
3. Controversia actual*
– Ag Core VHB
– HTLV I y II
– Ac VHG
* En España.
HIV: virus de la inmunodeficiencia humana; Ac VHC: anticuerpos del virus de la hepatitis C; AgHBs:
antígeno del virus de la hepatitis B; CMV: citomegalovirus; TPHA: test para lúes; PSA: antígeno
prostático específico; CEA: antígeno carcinoembrionario; alfa-FTP: alfafetoproteína; HCG: gona-
dotrofina coriónica; HTLV: virus de la leucemia de células T tipo I y II humanas; Ac VHG: anticuerpos
del virus de la hepatitis G.
4
SELECCIÓN Y MANTENIMIENTO DEL DONANTE DE ÓRGANOS EN MUERTE ENCEFÁLICA
ATENCIONES GENERALES
5
normas de actuación clínica en nefrología
MONITORIZACIÓN
TEMPERATURA
HEMODINÁMICA
6
SELECCIÓN Y MANTENIMIENTO DEL DONANTE DE ÓRGANOS EN MUERTE ENCEFÁLICA
das para contrarrestar el edema cerebral y, por lo tanto, tienen un cierto grado
de contracción del volumen. Tras la herniación encefálica se pierde el tono
simpático arterial y venoso, y aparece hipotensión que precisa de aportes ex-
traordinarios con soluciones cristaloides y coloides. Es importante que los pro-
fesionales responsables detecten esta secuencia rápidamente e inicien sin de-
mora actuaciones para el restablecimiento del volumen intravascular.
Hipotensión
7
normas de actuación clínica en nefrología
Hipertensión
ARRITMIAS
8
SELECCIÓN Y MANTENIMIENTO DEL DONANTE DE ÓRGANOS EN MUERTE ENCEFÁLICA
OXIGENACIÓN
POLIURIA
9
normas de actuación clínica en nefrología
ALTERACIONES HIDROELECTROLÍTICAS
Las más frecuentes son las que afectan al sodio y al potasio. La hipernatremia
es la anomalía presente en el mayor número de donantes. Se produce como
consecuencia de la situación de diabetes insípida que provoca grandes pér-
didas renales de agua y siempre que la reposición electrolítica haya sido
deficitaria o inadecuada.
ALTERACIONES EN LA COAGULACIÓN
TRATAMIENTO INTRAOPERATORIO
10
Temperatura Hemodinámica Diuresis
FIGURA 30.1.
< 35 °C > 38 °C TAS < 100 mmHg TAS > 160 mmHg < 1 ml/kg/h > 6 ml/kg/h
11
normas de actuación clínica en nefrología
FIGURA 30.2.
12
SELECCIÓN Y MANTENIMIENTO DEL DONANTE DE ÓRGANOS EN MUERTE ENCEFÁLICA
BIBLIOGRAFÍA
Bodenham A, Park GR. Care of the multiple organ donor. Intensive Care Med 1989;
15:340-348.
Bradley BA. Factors affecting kidney transplantation success. Curr Opinion in Nephro-
logy & Hypertension 1992; 1:220-229.
Brenner BM, Milford EL. Nephron underdosing: a programed cause of chronic renal
allograft failure. Am J Kidney Dis 1993; 21:66-72.
Darby JM, Stein K, Grenvik A, Stuart SA. Approach to management of the heart beating
«brain dead» organ donor. JAMA 1989; 261:2222-2228.
Delmonico FL, Snydman DR. Organ donor screening for infectious diseases. Transplan-
tation 1998; 65:603-610.
Frist WH, Fanning WJ. Donor management and matching. Cardiology Clinics 1990;
8:55-71.
Frutos MA, Alonso A, Ruiz P, Requena MV. Marcadores tumorales en donantes de ór-
ganos y tejidos. Rev Esp Traspl 1998; 7:13-17.
Holmquist M, Chabalewski F, Blount T, Edwards C, McBride V, Pietroski R. A critical
pathway: guiding care for organ donors. Crit Care Nurse 1998; 19:84-98.
Llau JV, Vicente R, Ramos F, Alepuz R, Montero R. Particularidades de la selección y
mantenimiento del donante pulmonar. Rev Esp Anes Reanim 1995; 42:51-57.
Lloveras J. The elderly donor. Transplant Proc 1991; 23:2592-2595.
López-Navidad A. El tratamiento del donante de órganos. En: El donante de órganos
y tejidos: evaluación y manejo. Ed. Springer-Verlag Ibérica. Barcelona 1997;
478-485.
Matesanz R, Miranda B, Felipe C, Naya MT. Continuous improvement in organ
donation. The Spanish experience, Transplantation 1996; 61:1119-1121.
Morales JM. Hepatitis C and renal transplantation: outcome of patients. Nephrol Dial
Transplant 1995; 10 (Supl 6): 125-128.
Pérez M, Rodríguez A, Bouza P, García T, Moncalián J, Oliver J, Valdés F. Outcome
of grafts with long-lasting delayed function after renal transplantation. Transplan-
tation 1996; 62:42-47.
Pfaff WW, Howard RJ, Patton PR, Adams VR, Rosen CB. Reed AI. Delayed graft function
after renal transplantation. Transplantation 1998; 65:219-223.
Powers BM, Van Heerden PV. The physiological changes associated with brain death.
Current concepts and implications for treatment of the brain dead organ donor.
Anaest. Intensive Care 1995; 23:26-36.
Scheinkestel CD, Tuxen DV, Cooper DJ, Butt W. Medical management of the (potential)
organ donor. Anaesthesia & Intensive Care 1995; 23:51-59.
13
normas de actuación clínica en nefrología
14