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Intoxicaciones:

EL ENVENENAMIENTO CON SALICILATOS PUEDE CAUSAR


VÓMITOS, ACÚFENOS, CONFUSIÓN, HIPERTERMIA, ALCALOSIS
RESPIRATORIA, ACIDOSIS METABÓLICA Y FALLA MÚLTIPLE DE
ÓRGANOS. EL DIAGNÓSTICO ES CLÍNICO, SUPLEMENTADO POR LA
MEDICIÓN DE LA BRECHA ANIÓNICA, GASES EN SANGRE
ARTERIAL Y NIVELES DE SALICILATOS. EL TRATAMIENTO ES CON
CARBÓN ACTIVADO Y DIURESIS ALCALINA O HEMODIÁLISIS.
(Véase también Generalidades del envenenamiento .)
La ingestión aguda de > 150 mg/kg de salicilato puede causar toxicidad grave.
Los comprimidos de salicilato puede formar bezoares, los que prolongan la
absorción y aumentan la toxicidad.
La toxicidad crónica puede aparecer después de varios días o más con altas
dosis terapéuticas; es común, a menudo pasa sin diagnóstico, y suele ser más
grave que la toxicidad aguda. La toxicidad crónica tiende a producirse en los
ancianos.
La forma de salicilato más concentrada o tóxica es el aceite esencial de gaulteria
(metilsalicilato, un componente de algunos linimentos y soluciones usadas en
vaporizadores); la ingestión de < 5 mL es equivalente a alrededor de 7000
miligramos (22 comprimidos de 325 mg) de aspirina, que puede matar a un niño
pequeño. Cualquier exposición debe considerarse grave. El subsalicilato de
bismuto (8,7 mg salicilato/mL) es otra fuente potencialmente insospechada de
grandes cantidades de salicilato.

Fisiopatología del envenenamiento con salicilatos


Los salicilatos deterioran la respiración celular al desacoplar la fosforilación oxidativa.
Estimulan los centros respiratorios en el bulbo raquídeo, y así provocan al
principio alcalosis respiratoria , que a menudo pasa si ser reconocida en los niños
pequeños. Los salicilatos causan simultánea e independientemente acidosis metabólica
primaria. Por último, a medida que los salicilatos desaparecen de la sangre, entran en las
células y envenenan las mitocondrias, la acidosis metabólica  se vuelve la anomalía ácido-
base principal.
El envenenamiento por salicilatos causa cetosis, fiebre y, aunque no haya hipoglucemia,
bajos niveles de glucosa cerebral. Hay pérdida renal de sodio, potasio y agua y un
aumento respiratorio imperceptible de la pérdida de agua por hiperventilación que lleva a
deshidratación.

Los salicilatos son ácidos débiles que cruzan las membranas celulares con relativa
facilidad; así, son más tóxicos cuando el pH sanguíneo es bajo. La deshidración, la
hipertermia y la ingestión crónica aumentan la toxicidad por salicilatos porque permiten
una mayor distribución de estos en los tejidos. La excreción de los salicilatos aumenta
cuando lo hace el pH urinario.

Síntomas y signos del envenenamiento con


salicilatos
Con la sobredosis aguda, los primeros síntomas incluyen
náuseas, vómitos, acúfenos e hiperventilación. Luego aparecen
hiperactividad, fiebre, confusión y convulsiones. Finalmente
pueden producirse rabdomiólisis, insuficiencia renal aguda e
insuficiencia respiratoria. La hiperactividad puede rápidamente
convertirse en letargia; la hiperventilación (con alcalosis
respiratoria) progresa a la hipoventilación (con una mezcla de
acidosis respiratoria y metabólica) e insuficiencia respiratoria.
Con la sobredosis crónica, los signos y síntomas tienden a ser
inespecíficos, varían mucho, y pueden sugerir sepsis. Incluyen
confusión sutil, cambios en el estado mental, fiebre, hipoxia,
edema pulmonar no cardiogénico, deshidratación, acidosis
láctica e hipotensión.

Diagnóstico del envenenamiento con salicilatos


 Niveles séricos de salicilato

 Gases en sangre arterial (GSA)

El envenenamiento con salicilato puede sospecharse en


pacientes con:

 Antecedentes de una sola sobredosis aguda

 Ingestiones repetidas de dosis terapéuticas (especialmente


en pacientes con fiebre y deshidratación)

 Acidosis metabólica inexplicable

 Confusión y fiebre inexplicables (en pacientes ancianos)


 Otros hallazgos compatibles con sepsis (p. ej., fiebre,
hipoxia, edema pulmonar no cardiogénico, deshidratación,
hipotensión).
Si se sospecha el envenenamiento, deben medirse los niveles
séricos de salicilato (al menos unas pocas horas después de la
ingestión), pH urinario, gases en sangre, electrolitos séricos,
creatinina sérica, glucosa plasmática y nitrógeno ureico en
sangre. Si se sospecha una rabdomiólisis, deben medirse las
concentraciones séricas de creatina cinasa (CK) y la mioglobina
urinaria.
La toxicidad grave por salicilatos se sospecha por niveles séricos
mucho más altos que los terapéuticos (rango terapéutico, 10 a 20
mg/dL [0,725 a 1,45 mmol/L]), especialmente 6 h después de la
ingestión (cuando la absorción casi es completa), y por una
acidemia más resultados de gases en sangre compatibles con
envenenamiento por salicilatos. Los niveles séricos son útiles
para confirmar el diagnóstico y pueden ayudar a guiar el
tratamiento, pero pueden confundir y deben tener un correlato
clínico.

En general, los gases en sangre arterial demuestran una alcalosis


respiratoria primaria durante las primeras horas después de la
ingestión; luego, muestran una acidosis metabólica o una mezcla
de acidosis metabólica/alcalosis respiratoria. Por último, a
medida que los niveles de salicilato disminuyen, el hallazgo
primario es una acidosis metabólica descompensada o
escasamente compensada. Si se produce una insuficiencia
respiratoria, los gases en sangre arterial sugieren una
combinación de acidosis metabólica y respiratoria, y las
radiografías muestran infiltrados pulmonares difusos. Los niveles
de glucosa en sangre pueden ser normales, bajos o altos. Los
niveles seriados de salicilatos ayudan a determinar si la
absorción continúa; siempre deben determinarse
simultáneamente los gases en sangre y los electrolitos séricos. El
aumento de la CK sérica y los niveles de mioglobina urinaria
sugieren una rabdomiólisis.
Tratamiento del envenenamiento con salicilatos
 Carbón activado
 Diuresis alcalina con cloruro de potasio extra

A menos que esté contraindicado (p. ej., por estado mental


alterado), carbón activado se administra lo más rápidamente
posible y, si hay sonidos intestinales, puede repetirse cada 4 h
hasta que aparezca carbón en las heces.

Una vez corregidos las anomalías de volumen y los electrolitos,


puede usarse la diuresis alcalina para elevar el pH urinario,
idealmente a ≥ 8. La diuresis alcalina está indicada para
pacientes con síntomas de envenenamiento y no debe
postergarse hasta determinar los niveles de salicilato. Esta
intervención es segura y aumenta exponencialmente la excreción
de salicilato. Como la hipopotasemia puede afectar a la diuresis,
se administra una solución compuesta por 1 L de dextrosa al 5%
en agua, 3 ampollas de 50 mEq (50 mmol) de bicarbonato sódico y
40 mEq (40mmol) de cloruro de potasio a 1,5 a 2 veces la tasa de
mantenimiento de líquidos IV. El potasio sérico debe
monitorizarse. Debido a la sobrecarga de líquidos puede
causar edema pulmonar, los pacientes son monitoreados por
hallazgos respiratorios.
Los fármacos que aumentan el HCO3 urinario (p. ej.,
acetazolamida) deben evitarse porque empeoran la acidosis
metabólica y disminuyen el pH sanguíneo. Los fármacos que
reducen el estímulo respiratorio deben evitarse si es posible,
porque pueden empeorar la hiperventilación y la alcalosis
respiratoria y disminuir así el pH sanguíneo.
La fiebre puede tratarse con medidas físicas como enfriamiento
externo. Las convulsiones se tratan con benzodiazepinas. En
pacientes con rabdomiólisis, hidratación adecuada y la diuresis
alcalina puede también ayudar a evitar la insuficiencia renal.
La hemodiálisis puede requerirse para aumentar la eliminación de
salicilatos en pacientes con deterioro neurológico grave,
insuficiencia renal o respiratoria, acidemia más allá de otras
medidas o con niveles séricos muy altos de salicilatos (> 100
mg/dL [> 7,25 mmol/L] con sobredosis aguda o > 60 mg/dL [> 4,35
mmol/L] con sobredosis crónica).
El tratamiento de las alteraciones ácido-base en pacientes
envenenados con salicilato que requieren intubación
endotraqueal y la ventilación mecánica para la protección de las
vías respiratorias o la oxigenación puede ser extremadamente
difícil. En general, los pacientes intubados probablemente deben
dializan y monitoreados de cerca por un especialista en cuidados
intensivos.
"LA INTOXICACIÓN A CAUSA DE PRODUCTOS QUÍMICOS"

DESCRIPCIÓN
La intoxicación por productos químicos se produce por la entrada de
sustancias tóxicas al organismo, ya sea por ingestión, inyección,
inhalación o por estar en contacto con ellas.

SÍNTOMAS
Los productos químicos más peligrosos presentan manifestaciones
clínicas inmediatas, por lo que si aparecen uno o varios de los siguientes
síntomas, debes acudir al médico de inmediato.

 Salivación
 Dificultad para respirar
 Convulsiones
 Pérdida de la conciencia
 Coloración azulada en la piel
 Llanto constante (en niñas y niños)

PREVENCIÓN
La mejor manera de evitar una intoxicación por un producto químico es
la prevención, por lo que te recomendamos:

 Nunca dejar al alcance de los niños los productos químicos que utilices
en el hogar y siempre guárdalos bajo llave
 Mantener los productos químicos en sus envases originales
 No comprar productos químicos de los que venden a granel en la calle,
pues son más tóxicos
 Tener siempre a la mano el número telefónico del Centro de Información
y Asistencia Toxicológica, para cualquier emergencia en la que necesites
asesoría
PRODUCTOS ALTAMENTE TÓXICOS

Entre los químicos más peligrosos se encuentran:

 Aceites de motor, acetona, aguarrás, alcanfor, alcoholes (etanol,


metano), amoniaco, anilinas (colorantes), decolorantes para cabello,
endurecedores y esmaltes para uñas, etilenglicol, insecticidas,
isopropanol (alcohol), limpiadores para hornos y para baños, monóxido
de carbono, pulidores de metales y de muebles, sales de baño, talco
inhalado, sosa cáustica y tintes para cabello

Existen productos no tóxicos que habitualmente no producen ninguna


manifestación clínica de intoxicación, sin embargo, ningún producto
químico es completamente seguro, por lo que te sugerimos tener
cuidado con:

 Aceite de baño, aceite mineral (salvo aspiración), acondicionadores del


cuerpo, acuarelas, antiácidos, lápiz labial, bronceadores, colonias sin
alcohol, cosméticos para bebé, crayones, cremas y lociones para afeitar,
champús líquidos, desodorantes, edulcorantes, fertilizantes (sin
herbicida o insecticidas), goma para borrar, incienso, jabones de baño,
loción de calamina, maquillaje para ojos, óxido de zinc, plastilina, silica
gel, tinta sin anilinas (colorantes), vaselina, velas y yeso

PRIMEROS AUXILIOS
Si por equivocación tú, tus hijos o familiares se intoxicaron con algún
producto químico, debes:
 Guardar la calma, de esa manera podrás tomar mejores decisiones
 Evitar que vomiten y no intentar provocarles el vómito, ya que se puede
generar una lesión mayor en boca, esófago y estómago
 Por ningún motivo le des algún tipo de líquido como: leche, vinagre,
agua, yema de huevo o agua con sal, ya que está comprobado que
pueden producir una quemadura mayor
 Si la intoxicación fue ocasionada por un gas, abre ventanas y puertas
para ventilar el lugar
 En caso de que haberse derramado algún insecticida en la piel, es
necesario quitar la ropa y tomar un baño inmediatamente
 Si la persona intoxicada presenta pérdida de la conciencia o no respira y
conoces alguna maniobra de reanimación, aplícala
"QUEMADURAS"

Las quemaduras: accidentes domésticos


En todas las casas hay fuentes de calor, y todas pueden quemar. Principalmente están en la
cocina y en el baño.

La piel de los niños es más fina que la de los adultos, se queman más y las quemaduras son
más graves.

Dependiendo de la edad del niño los riesgos cambian. En los bebés la quemadura sucede
sin que el niño haga nada activamente para quemarse. En el niño de 3-4 años la quemadura
suele deberse a alguna travesura, pero en todos los casos son los padres los que deben de
impedir que esto no pase.

¿Cómo evitar las quemaduras con agua o líquidos


calientes?
A este tipo de quemaduras se les llama escaldaduras. Son el tipo de quemadura más
frecuente en niños de menos de 5 años, sobre todo por debajo de los dos años.

Pueden deberse a que el niño se meta o lo metamos en el agua demasiado caliente del baño.
Para evitarlo es necesario comprobar la temperatura del agua antes del baño, y si es posible
poner la temperatura del agua que sale por el grifo a un máximo de 50 ºC.

Otras veces el niño se quema por tirarse o salpicarse con sopa, leche, agua caliente, etc.

También se puede quemar dentro de la boca al tragar alimentos líquidos demasiado


calientes. Es muy importante cuando se usa microondas agitar el alimento antes de probar
su temperatura, porque puede parecer frío si no se hace.

Resumiendo:

 Graduar el agua doméstica, si se puede, a un máximo de 50 ºC.


 Comprobar la temperatura del agua del baño antes de meter al niño, mejor con un
termómetro.
 Usar protectores para grifos para que el niño no los pueda manipular mientras se
baña.
 Hay que asegurarse que el niño no está cerca cuando se mueve comida de un sitio a
otro.
 Poner los líquidos calientes en el centro de la mesa.
 Si se calienta la comida con microondas, revolverla o agitarla muy bien antes de ver
su temperatura.

LAS QUEMADURAS EN CASA

Las quemaduras son una grave amenaza para la supervivencia y

salud de los menores y adultos mayores en México, los grupos

poblacionales más afectados por este tipo de lesiones, aun cuando

se estima que el 90 por ciento de ellas pueden prevenirse.

De acuerdo con estimaciones del Secretariado Técnico del Consejo


Nacional para la Prevención de Accidentes (STCONAPRA), durante
los periodos vacacionales se incrementan los accidentes entre un
15 y un 20 por ciento.

Por ello que durante esta temporada vacacional se deben


extremar las medidas preventivas tomando en cuenta, algunas
sencillas
Recomendaciones:
 Al bañar a los menores, checar que la temperatura del agua sea
la adecuada, lo que se logra tocándola con los dedos de la mano y
comprobar que esté tibia, recordando que la piel de los bebés es
mucho más delicada.
 Evitar que los menores entren a la cocina, donde hay estufas,
anafres, braceros, fogones, chimeneas, radiadores, todo lo cual
representa un riesgo real para sufrir quemaduras de distintos
alcances.
 Tener cuidado que los mangos de las sartenes y otros utensilios
de cocina no sobresalgan de la estufa, pues niños y adultos pueden
jalarlos accidentalmente y derramar el contenido hirviendo sobre
alguna parte de su cuerpo.
 Colocar los alimentos calientes en el centro de la mesa, evitando
las orillas, ya que los niños y adultos los pueden tocar o jalar y
derramarse encima el contenido hirviente.
 Un cuidado especial requiere el calentar el biberón o la comida de
los menores en el horno de microondas, pues el calentamiento es
irregular y se generan zonas más calientes que otras, provocando
quemaduras en la boca o en la lengua.
 La plancha debe utilizarse con toda precaución, alejarla de los
menores y los adultos mayores y evitar dejarla sola si está
encendida o continúa caliente, ya que las quemaduras o incendios
provocadas por este electrodoméstico son muy frecuentes.
 Revisar que haya ventilación que comunique con el exterior en las
habitaciones en las que hay calentadores, estufas, sistemas de aire
acondicionado, ya que, en caso contrario, hay peligro de
intoxicación o de explosión si se produce un escape de gas.
 Otras sugerencias incluyen etiquetar correctamente y guardar
bajo llave los materiales inflamables. No dejar nunca velas
encendidas sin vigilancia, ni tampoco mientras la familia duerme o
salga de casa.
 Mantener cerillos y encendedores fuera del alcance de los niños;
nunca dejarlos jugar con fuego ni con fuegos artificiales y antes de
salir de casa o de acostarse, comprobar que no se queda
encendido ningún aparato que pueda originar un incendio o salida
de gases, como estufas, fogones, velas y cerrar las llaves de paso
del gas.
 No conectar varios aparatos en un solo enchufe múltiple y
mantener en buen estado la instalación eléctrica, porque no
hacerlo supondría un grave peligro de incendio. No fumar en la
cama, no tirar las colillas en cualquier sitio y asegurarse de que
queden bien apagadas.

FRACTURAS

Una «fractura» hace referencia a un hueso quebrado. Esto


requiere atención médica. Si la fractura de un hueso se debe a un
traumatismo o a una lesión grave, llama al 911 o al número local
de emergencias.

Además, solicita ayuda de emergencia si sucede lo siguiente:

 La persona no responde, no respira o no se mueve. Comienza a realizar RCP


si la persona no respira o si el corazón no late.
 La persona tiene un sangrado intenso.
 Incluso aplicar presión suave o realizar movimientos no bruscos causa dolor.
 La extremidad o la articulación está deformada.
 El hueso perforó la piel.
 La extremidad del brazo o de la pierna lesionado, como un dedo del pie o de la
mano, está entumecido o tiene un color azulado.
 Sospechas que se fracturó un hueso del cuello, de la cabeza o de la espalda.
No muevas a la persona, excepto si es necesario para evitar más lesiones. Toma
estas medidas de inmediato mientras esperas ayuda médica:
 Detén cualquier sangrado. Aplica presión en la herida con una venda estéril,
un paño limpio o un pedazo de ropa limpia.
 Inmoviliza la zona lesionada. No intentes volver a alinear el hueso ni empujes
hacia adentro el hueso que se haya salido. Si recibiste capacitación sobre
cómo entablillar un hueso y no hay ayuda profesional disponible de inmediato,
coloca una férula en la zona superior e inferior de la fractura. Utilizar un
material acolchado en las férulas puede ayudar a reducir las molestias.
 Aplica compresas de hielo para limitar la hinchazón y ayudar a aliviar el
dolor. No apliques hielo directamente sobre la piel. Envuélvelo en una toalla,
en un pedazo de tela o en otro material.
 Ayuda a la persona si está en choque. Si la persona se siente mareada o
tiene una respiración entrecortada y rápida, recuéstala con la cabeza en una
posición un poco más baja que el tronco y, si es posible, levántale las piernas.

Por:
Una fractura es la ruptura total o parcial de un hueso. Puede deberse a
varias causas como una caída, golpes fuertes o la contracción violenta
de un músculo. Existen dos tipos de fracturas, las cerradas que son en
las que el hueso se rompe pero la piel permanece intacta, y aquellas
cuando la herida está abierta y el hueso fracturado está expuesto.

La primera señal de una fractura es que la persona escucha o siente que


el hueso se rompe. También, la pierna o brazo fracturado puede
deformarse y tener una postura no natural. Se debe buscar ayuda
médica de inmediato. Mientras tanto, las siguientes medidas pueden
evitar un daño adicional:

• Mantén a la persona accidentada cómoda. Se recomienda recargar el


área lesionada sobre un cojín o sábanas.

• Si hay una hemorragia o salida fuerte de sangre, detenla presionando a


los lados de la herida con un vendaje esterilizado, tela limpia o una
prenda de vestir por lapsos de 10 minutos hasta que se detenga el
sangrado.

• Aplica hielo envuelto en una tela en la pierna o brazo para combatir la


inflamación.

Si la persona fracturada se desmaya o tiene respiraciones poco


profundas, se debe acostar con la cabeza un poco más abajo que el
resto del cuerpo. Si se está en un lugar donde no puede llegar ayuda con
rapidez, es recomendable:
• Limpiar el área cercana a la herida con antisépticos para evitar una
posible infección.

• Usar un “entablillado” para inmovilizar el área. Las tablillas pueden ser


de madera, cartón, plástico o periódico enrollado. Deben colocarse a
ambos lados del hueso y ser más grandes que éste. Para sujetarlas
puede usarse tela adhesiva o una cuerda, con firmeza pero sin
interrumpir la circulación de la sangre.

Las personas que tienen mayor riesgo de sufrir una fractura son aquellas
con osteoporósis, una enfermedad que debilita los huesos. También son
más frecuentes en niños y ancianos porque sus huesos son más frágiles.

Toda herida que parezca como una fractura debe tratarse como tal hasta
que un especialista confirme si lo es o no. Sólo una persona
especializada debe reacomodar un hueso roto. Si la fractura es expuesta,
debe ser tratada inmediatamente, ya que la persona corre riesgo de
infección y pérdida de sangre.

Recuerda que aunque algunas personas conocen las técnicas para


acomodar huesos rotos, es recomendable acudir al especialista para
evitar futuros problemas. Cuando un hueso está roto debe mantenerse
fijo para no causar más daño. Por ello no se debe mover a la persona
lastimada, a menos que se encuentre en peligro.

¿Qué debes de evitar hacer ante una fractura?

• Evita elevar la pierna o brazo fracturados en caso de hemorragia, pues


de hacerlo se pueden dañar más los tejidos.

•No forces o jalonees el hueso, tampoco trates de colocarlo en su lugar.

• Evita dar masaje en la zona donde hay un hueso roto o en la que se


tenga sospecha de fractura.

• No apliques pomadas o ungüentos.

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