PSICOANALISIS

Tania Aguilar

Complejo de Edipo
Es una mezcla de emociones y sentimientos infantiles, que se caracterizan por un deseo
amoroso y hostil ante la presencia de los padres o progenitores.

Fue creado por el Dr. Sigmund Freud y es el tema central de la psicología psicoanalítica.

Freud define este complejo como “el deseo inconsciente de mantener una relación sexual con
el progenitor del sexo opuesto y anulas al del mismo sexo”.

El Eros del niño se dirige directamente hacia la madre, fuente de bienestar, protección, calor,
sustento y caricias, por esto demanda una constante presencia y cercanía de ese ser amado.

La libido infantil no puede acceder al objeto materno en la forma que desea, contemplando al
padre como un rival que mantiene una íntima relación con la madre y desarrollando contra él
un pulsión agresiva muy fuerte.

Este complejo expresa el deseo sexual y amoroso del niño.

Existen dos tipos de Complejo de Edipo.

1. Complejo de Edipo positivo

Odio o rivalidad hacia el progenitor del mismo sexo y atracción sexual hacia el progenitor del
sexo opuesto.

2. Complejo de Edipo Negativo

Amor hacia el progenitor del mismo sexo, así como rivalidad y rechazo hacia el progenitor del
sexo opuesto.

Este complejo se desarrolla o aparece en la fase o etapa Fálica dentro del desarrollo
psicosexual de los niños, que es el desarrollo de la libido, esta etapa va desde los 3 años hasta
los 6 años, que termina con el comienzo de la etapa de Latencia.

 Cómo superará este Complejo de Edipo?

Con una modificación del Yo y satisfaciendo sus deseos representando en el mismo un objeto
por el cual su EROS este presente y se destaque, esto se le ofrece al ELLO para que sobre él se
descargue la energía de pulsión acumulada, se le ofrece el YO modificado al modo del objeto,
esto es el SUPER YO.

Dentro del psicoanálisis, este complejo se ha vuelto un obstáculo para determinar en

específico el desarrollo de la personalidad de los niños o niñas o como se va formando la
misma dentro del desarrollo psicosexual.
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Tania Aguilar

COMENTARIO.

Ésta etapa es importante para fortalecer los vínculos con los progenitores del sexo opuesto si
es que ocurre en el positivo o del mismo sexo cuando es en el sexo opuesto.

Hay que tomar en cuenta que este complejo se ha hecho mucho más cultural ya que siempre
se ha dado que el niño tenga mucho más apego con la madre y la niña con el padre.

Pero en la mayoría de los casos se supera con éxito, se dan también los celos hacia el padre o a
madre dependiendo del caso y se lo ha visto como normal hasta la actualidad. El problema
viene cuando ésta etapa no se ha superado con satisfacción y ya existe un conflicto que pasa a
la adolescencia o adultez y es cuando ya debe ser tratado.