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Unidad de genética
ABSTRACT
Disorders of sex development (DSD) are a group of pathologies that affect correct
sexual development, in most of the cases caused by genetic alterations. Although they
are being studied thoroughly, in some cases it is not possible to offer a diagnosis due
to the multifactorial nature of these disorders and the high heterogeneity.
Nevertheless, with the advent of new massive sequencing technologies, such as
targeted panels or complete exome sequencing (WES), it is representing a great
advance in the diagnosis of this type of diseases. It is also being helpful in the
identification of new pathogenic or possibly pathogenic variants, obtaining in most of
the studies good diagnostic yields.
Keywords: Sexual development, Disorders of sexual development, Next generation
sequencing, Targeted panel, whole exome sequencing, Massive sequencing, Genetic
testing, Genetic diagnosis, Diagnostic yield.
1. INTRODUCCIÓN
1.1 Genética molecular del desarrollo sexual
El desarrollo sexual engloba un conjunto de procesos fisiológicos que consisten
en el desarrollo del tracto urogenital y el aparato reproductor. El sexo genético se
determina en el momento de la concepción, mientras que la diferenciación de los
sexos gonadal y genital se produce durante periodos críticos del desarrollo fetal. En
concreto, el desarrollo de las gónadas a ovarios o testes no se da hasta 6 semanas tras
la fecundación, permaneciendo hasta entonces bipotenciales. Por lo tanto en el
desarrollo de la gónada hay dos fases clave: la primera, la fase inicial que comprende la
formación de la gónada bipotencial y una segunda fase que conlleva la diferenciación a
ovario o testículo. (1,2)
El desarrollo sexual normal depende de mecanismos sinérgicos que actúan como
factores activantes o represores que interactúan en un patrón espacio-temporal muy
concreto (3), algunos de los cuales se ven resumidos en la Figura 1. Se han descubierto
muchos genes necesarios para la formación de la cresta gonadal bipotencial en
humanos, como NR5A1, WT1, EMX2 o LHX9 (4). Una vez se ha desarrollado uno de
estos órganos, las hormonas liberadas por los mismos llevan a cabo el desarrollo de los
caracteres sexuales secundarios. La expresión del gen SRY (presente en el cromosoma
Y) activa una cascada de eventos genéticos que llevan a la regulación del gen SOX9 en
células de Sertoli (ubicadas en los túbulos seminíferos del testículo, cuya función es
secretora, de sostén y reguladora del desarrollo de las células de Leydig) (5),
produciendo la organogénesis testicular. La expresión de SOX9 también se encarga de
la represión de la expresión de genes involucrados en el desarrollo del ovario, como
WNT4, RSPO1, NR0B1 o FOXL2 (6). Las células de Sertoli secretan hormona anti-
Mülleriana (AMH), que provoca la regresión de las estructuras de Müller en varones.
Por otro lado, las células de Leydig, localizadas entre los túbulos seminíferos del
testículo, secretan testosterona y INSL-3 (insulin-like peptide 3), que promueven la
diferenciación de las estructuras del conducto de Wolff, como el epidídimo, las
vesículas seminales o el conducto deferente. La conversión enzimática de testosterona
a dihdrotestosterona (DHT) produce la virilización de los genitales externos (7).
El desarrollo del ovario es un proceso que incluye vías antagonistas que suprimen el
desarrollo testicular. En ausencia del gen SRY los factores de transcripción ováricos
específicos como FOXL2, MMTV, WNT4, RSPO1 inician la diferenciación del ovario (8).
Estos genes evitan la formación de gónadas masculinas favoreciendo la formación de
las femeninas. En las gónadas XX, los bajos niveles de AMH conllevan al desarrollo del
conducto Mülleriano y estructuras como la parte superior de la vagina, el útero o el
oviducto. La ausencia de andrógenos permite el desarrollo de los genitales externos
femeninos (9).
1
Figura 1. Cronología de genes implicados en el desarrollo de las gónadas. Los genes que aparecen son conocidos por
jugar un papel importante en la diferenciación sexual de las gónadas en humanos. Los genes relacionados con el
desarrollo testicular se muestran en azul, y los implicados en el desarrollo del ovario en rosa. Estos genes
representan vías de regulación que conllevan el desarrollo de las células de Sertoli o de la granulosa a su desarrollo.
Las flechas naranjas son vías antagónicas (9).
2
desarrollo genital por alteración en la síntesis o en la acción hormonal (como
andrógenos o la AMH) u otras alteraciones, como síndromes malformativos,
hipospadias o criptorquidismo.
El grupo 3 comprende aquellas anomalías en pacientes con cariotipo femenino 46, XX.
Se incluyen también anomalías en el desarrollo gonadal (por ejemplo, disgenesia
gonadal 46, XX), anomalías en el desarrollo genital por exceso de andrógenos (ya sea
por producción fetal, producción fetoplacentaria o producción materna) u otros
factores, como el síndrome de Rokitansky que provoca la agenesia de estructuras
müllerianas.
3
cortisol y hormona antimülleriana, entre otras). Tradicionalmente, averiguar las causas
genéticas de los trastornos del desarrollo sexual era un trabajo laborioso y lento. Se
empezó usando el cariotipo para detectar cambios en el número de cromosomas o su
morfología con un microscopio y a día de hoy, el análisis del cariotipo a partir de
sangre periférica continua siendo una técnica útil para estudiar los cromosomas X e Y.
Además, el uso de marcadores de cromosomas mediante la técnica FISH (fluorescent in
situ hybridization) permite ver ciertos reordenamientos cromosómicos de los
cromosomas (16).
No obstante, las técnicas anteriores solo proporcionan información acerca de ciertos
cambios en la secuencia de los marcadores o cambios en el número o la morfología de
los cromosomas sexuales.
Otra técnica empleada para diagnóstico de los TDS es la secuenciación tipo Sanger
(17), que se basa en el uso de dideoxinucleótidos (ddNTP) marcados radioactiva o
fluorescentemente para su posterior detección en secuenciadores automáticos (18).
Los test genéticos actuales que usan la secuenciación de Sanger de los genes
candidatos son menos eficientes y más laboriosos con respecto a otras técnicas. Con
esta técnica solo se diagnostican alrededor del 20% de los casos de TDS, dejando la
mayoría de casos sin poder diagnosticar a nivel genético (19).
La secuenciación con el método de Sanger presenta limitaciones en casos de
enfermedades con heterogeneidad genética o etiología genética desconocida, pues
conlleva el estudio de un número elevado de genes. Pero a pesar de sus limitaciones,
sigue siendo una técnica a tener en cuenta cuando las características clínicas y las
pruebas bioquímicas sugieren la alteración de una vía específica o están implicados
pocos genes. Además, también es usado como método para validar los resultados de
otras técnicas.
Existen más técnicas para el diagnóstico de TDS, como el análisis cromosómico por
microarray (array CGH o los arrays SNP) que permite detectar tanto duplicaciones
como deleciones a pequeña y gran escala en todo el genoma. El array CGH incluso
puede ser útil para la identificación de genes candidatos asociados a TDS. No obstante,
tiene el inconveniente de que no detecta translocaciones cromosómicas equilibradas y
mosaicismos leves, así como cambios muy pequeños.
5
2. OBJETIVOS
El nivel de discordancia entre sexo cromosómico, gonadal y anatómico en
pacientes con TDS es determinante en el manejo y tipo de tratamiento para la
enfermedad. Conseguir llegar a diagnosticar un trastorno del desarrollo sexual es
crucial para poder llevar a cabo una asignación de género acertada, realizar un
asesoramiento genético adecuado o evaluar posibles tratamientos. Este diagnóstico,
con los métodos tradicionales muchas veces no es posible conseguirlo y estos
trastornos quedan sin poder diagnosticar en un gran número de pacientes. No
obstante, la NGS puede ser de gran ayuda para conseguir alcanzar un diagnóstico
fiable para estos casos.
3. MATERIALES Y MÉTODOS
Para la realización de este trabajo, se ha llevado a cabo una revisión sistemática de
diversas publicaciones y estudios científicos sobre el tema a tratar, alojados en la base
de datos del NCBI. La estrategia de búsqueda realizada se hizo en base a las palabras
clave: Next generation sequencing, Disorders of sexual development, Genetics of
sexual development, Whole genome sequencing, Whole exome sequencing, Array
CGH, Targeted panels, Management of DSD, Sex assignment.
Se seleccionaron artículos en inglés y en español de Medline y Pubmed. Para
completar la información obtenida en estas bases de datos, se recurrió a las páginas
web de la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica (SEEP)(25), European
Reference Networks for Rare Diseases (ERN) y la Rare Endocrine Diseases Reference
Network (EndoERN) (26), American College of Medical Genetics and genomics (ACMG).
El criterio de exclusión para la mayoría de publicaciones buscadas fue que tenían que
ser relativamente recientes, con un filtro de 5 años de antigüedad como máximo.
6
Se usó Orphanet y GeneReviews para ampliar la información clínica acerca de las
distintas enfermedades y síndromes causados por alguna mutación en los genes
implicados en el desarrollo sexual, sus características clínicas, el diagnóstico y manejo
de la enfermedad, además del consejo genético recomendado para una determinada
mutación o enfermedad.
7
4. RESULTADOS
4.1 Rendimiento diagnóstico de la NGS en los TDS
A partir de la búsqueda bibliográfica realizada en este trabajo, se han
encontrado 57 artículos, en 9 de los cuales se han empleado técnicas NGS como
herramienta diagnóstica en pacientes con TDS.
Los distintos paneles dirigidos utilizados en los artículos seleccionados estudian
numerosos genes, incluyendo aquellos que se han demostrado asociados a TDS por su
papel crítico en el desarrollo genital y gonadal, o participante en vías esteroidogenicas,
tanto genes de pacientes 46, XY como 46, XX. Cabe destacar que ciertos genes (como
el CYP21A2, involucrado en el 95% de los casos de hiperplasia suprarrenal congénita,
CAH, que puede dar lugar a ambigüedad genital) no han sido incluidos en el panel, ya
que los pacientes pueden ser diagnosticados mediante test alternativos al estudio
genético.
Entre los estudios que han sido revisados, algunos se encuentran esquematizados en la
tabla 1, la cual incluye 7 artículos seleccionados en base a su relevancia respecto al
tema a tratar y su reciente fecha de publicación. En ella, se especifica el número de
genes incluidos en el panel (que varía desde 30 hasta 219 genes), el número de
pacientes que formaron parte del estudio (que oscila entre 21 y 326), así como su sexo
cariotípico y los distintos rendimientos diagnósticos (el rendimiento diagnóstico
general oscila entre 29,5% y 44%). Llama la atención el reducido número de pacientes
46, XX. Esto es, entre otros aspectos, debido a que otras causas de TDS en pacientes
46, XX tales como la translocación del gen SRY al cromosoma X, duplicaciones en el gen
SOX9 o CAH debido al déficit del gen CYP21A2 no se pueden detectar mediante esta
técnica (27). De todos los estudios resumidos en la tabla 1, destaca el de Fan 2017 por
obtener el rendimiento diagnóstico general más elevado (44%) así como el
rendimiento diagnóstico en pacientes 46, XX más alto (40%). En cuanto al rendimiento
diagnóstico de pacientes 46, XY, Dong 2016 posee el resultado más elevado (46%). En
todos los trabajos el rendimiento en pacientes XY es superior que en XX, llegando estos
últimos incluso a obtener rendimientos del 0%.
Tabla 1. Resumen de estudios que han usado NGS para diagnóstico de TDS y que han sido seleccionados para la
presente revisión bibliográfica.
Nº de
Nº de Rend. Rend. Rend.
pacientes y
Artículo genes en el diagnóstico diagnóstico diagnóstico
sexo
panel general 46, XY 46, XX
cariotipico
Baxter 2015 64 40 XY - 35% (14/40) -
(28)
Dong 2016 (29) 219 13 XY, 8 XX 38% (8/21) 46% (6/13) 25% (2/8)
Eggers 2016 64 278 XY, 48 XX 38,5% 42,5% 16,5%
(30) (126/326) (118/278) (8/48)
Kim 2017 (31) 67 37 XY, 7 XX 29,5% (13/44) 35% (13/37) 0% (0/7)
Fan 2017 (32) 80 27 XY, 5 XX 44% (14/32) 44% (12/27) 40% (2/5)
Hughes 2019 30 73 XY, 7 XX 31% (25/80) 34% (25/73) 0% (0/7)
(27)
Buonocuore 180 52 XY - 30% (16/52) -
2019 (33)
8
Además de los expuestos en la tabla 1, hay muchos más estudios que analizan la
efectividad de las distintas técnicas de NGS, si bien en grupos menores de personas y/o
sin tener en cuenta el grupo 46, XX. (34,35)
Figura 2. Localización citogenética de los distintos genes implicados en el desarrollo sexual. En la izquierda y en azul,
se encuentran los genes implicados en el desarrollo de individuos XY. A la derecha y en rojo, genes de individuos XX.
9
El gen AMH se encuentra en el cromosoma 19 y codifica para la hormona anti-
mülleriana, mientras que el AMHR2 se localiza en el brazo largo del cromosoma 12 y
codifica el receptor de la hormona anti-mülleriana. Ambos están implicados en la
diferenciación sexual masculina, provocando la regresión de los conductos de Müller,
que terminan formando el útero y las trompas de Falopio. Mutaciones en alguno de
estos genes conllevan el fenotipo conocido como Síndrome de conducto mülleriano,
caracterizado por la persistencia de los derivados müllerianos en pacientes
normalmente virilizados (36).
El gen AR, situado en el cromosoma X, codifica el receptor de andrógenos. Variantes
en este gen pueden provocar insensibilidad a los andrógenos, caracterizada por la
presencia de genitales externos femeninos, ambiguos o con defectos de virilización en
un individuo 46 XY, con capacidad de respuesta ausente o parcial a los andrógenos
(37).
DHCR7 es un gen en el cromosoma 11 implicado en la biosíntesis del colesterol.
Mutaciones en este gen afectan a la síntesis o acción de ciertas hormonas que
necesiten de la acción del enzima que codifica, la 7-dehidrocolesterol reductasa. (38)
En el cromosoma 9 se encuentra el gen DMRT1, que codifica un regulador
transcripcional clave en la determinación y diferenciación sexual masculina. Cambios
en su secuencia pueden producir disgenesia gonadal completa o parcial (39).
El gen HSD17B3 codifica para la enzima 17-beta-hidroxiesteroide deshidrogenasa (17-
beta-HSD), que transforma la androstendiona a testosterona en los testículos fetales.
Sin la acción de esta enzima, el fenotipo es de pseudohermafroditismo, hipovirilización
y ginecomastia. (40)
KAL1 es un gen localizado en el brazo pequeño del cromosoma X y codifica para
anosmina-1, una proteína clave en la migración de GNRH al hipotálamo. Mutaciones
en KAL1 conllevan un fenotipo de hipogonadismo hipogonadotropico con anosmia. En
la misma localización citogenética se encuentra MAMLD1, que se expresa en células de
Sertoli y Leydig fetales (41) durante un periodo clave del desarrollo sexual. Si no se
expresa correctamente, puede producir un fenotipo con micropene, escroto bífido e
hipospadias.
El gen NR5A1 también se encuentra en el cromosoma 9, NR5A1 es un factor de
transcripción que se une al ADN en una región determinada y regula varios genes
implicados en reproducción, esteroidogenesis y diferenciación sexual (42). Si NR5A1
está mutado, puede producir bajo nivel de androgenización, disgenesia gonadal
completa, fallo ovárico precoz, fallo en la espermatogénesis, insuficiencia
adrenocortical…
NR0B1, también llamado DAX1, es un gen del cromosoma X implicado en la formación
de la glándula adrenal, siendo un receptor nuclear que inhibe la actividad
transcripcional de otros receptores nucleares. Variaciones en este gen pueden
provocar hipoplasia adrenal congénita e inversión sexual. (43)
El enzima esteroido-5-alfa-reductasa, codificada por el gen SRD5A2 localizado en el
brazo pequeño del cromosoma 2, cataliza la conversión de la testosterona al
andrógeno más potente, dihidrotestosterona (DHT). Sin esta enzima, se obtiene un
fenotipo caracterizado por ambigüedad genital e hipospadias pseudovaginales y
perineoescrotales.
Uno de los genes más importantes para el desarrollo sexual normal es el SRY,
localizado en el cromosoma Y. Si un individuo 46, XX posee este gen, pueden ser
10
fenotípicamente hombres normales, hombres con ambigüedad genital o
hermafroditas. Mutaciones en este gen pueden provocar disgenesia gonadal entre
otros muchos fenotipos distintos de trastornos del desarrollo sexual. La expresión del
gen SRY inicia una cascada controlada por el factor de transcripción SOX9,
promoviendo la formación de testículos a partir de las gónadas en estado bipotencial.
El gen SOX9, localizado en el cromosoma 17, puede provocar displasia campomélica o
enanismo campomélico, una enfermedad rara asociada con anormalidades
esqueléticas, dificultad respiratoria y sexo invertido en pacientes masculinos (44).
El gen WT1 codifica una proteína de unión a ADN que actúa como un activador o
represor transcripcional, involucrado en la formación del aparato genitourinario y
tejidos del mesotelio (45). Una mutación en este gen puede provocar varias
condiciones sindrómicas, como el síndrome de Denys-Drash, el síndrome de Frasier o
el de Meacham, todos ellos incluyen algún tipo de trastorno del desarrollo sexual,
entre otras condiciones no relacionadas con el desarrollo sexual.
11
En cuanto a la clasificación de las nuevas variantes identificadas en los trabajos, se
clasificaron siguiendo las recomendaciones de la American College of Medical Genetics
and genomics (ACMG) (48). Esta clasificación consiste en dividir las variantes en clases,
dependiendo de su patogenicidad. Las de clase 1 y 2 son variantes no patogénicas o
con poca probabilidad de ser patogénicas. Las variantes de clase 3 son las variantes de
significado incierto, conocidas como VOUS. Las variantes de clase 4 y 5 son aquellas
posiblemente patogénicas y las patogénicas y, por lo tanto, contribuyen a padecer una
enfermedad.
Las variantes de clase 3 son mutaciones que no se han reportado previamente y que,
por lo tanto, no existe información clínica disponible sobre las mismas. La relevancia
clínica de estas variantes se comprueba en bases de datos tales como ClinVar, HMGD y
OMIM, y se buscan publicaciones previas en otras bases de datos como PubMed.
En todos los estudios que se van publicando sobre el uso de NGS para el diagnóstico de
trastornos del desarrollo sexual, se encuentran nuevas variantes génicas, no
reportadas en estudios previos, que dificultan el diagnóstico y el tratamiento de la
enfermedad, siendo una gran proporción de éstas, variantes de significado incierto
(VOUS). La Figura 3 representa un ejemplo de la cantidad de variantes nuevas que se
encontraron en el estudio Eggers (Fig. 3a) y Wang 2018 (Fig. 3b).
a) b)
Figura 3. En ambas gráficas, se representan algunos genes incluidos en los paneles de los estudios de Eggers (a)
2016 y Wang 2018 (b) en el eje Y, mientras que en el eje X se representa el número de variantes de TDS. a) Se
identificaron 28 nuevas variantes génicas en los 64 genes incluidos en el panel. En gris oscuro se representan las
variantes de alelo nulo previamente reportadas, en gris claro las no reportadas, mientras que en verde oscuro se
representan las variantes génicas de cambio de sentido ya descubiertas y en verde claro las no reportadas con
anterioridad. b) Se representan en verde las variantes identificadas en publicaciones anteriores, en azul variantes
no reportadas previamente.
12
En las dos publicaciones de la Figura 3, los autores diferencian entre variantes
previamente descritas en otros estudios y variantes nuevas, cuyo significado no se
conoce. Adicionalmente, en la publicación de Eggers (Figura 3a), se diferencia a las
variantes génicas según el tipo de mutación, ya sean de alelo nulo o de cambio de
sentido.
En genética, un alelo nulo es un tipo de alelo no funcional debido a una mutación
genética, la cual conduce a la ausencia de un determinado fenotipo (49), (como por
ejemplo, una deleción del gen).
Una mutación de cambio de sentido es un tipo de mutación en la cual se produce un
cambio en un nucleótido, provocando la aparición de un codón que codifica para un
aminoácido diferente. Esta mutación puede no tener ningún efecto, o puede dar lugar
a una proteína no funcional. (50)
13
5. DISCUSIÓN
5.1 Sobre el rendimiento diagnóstico de la NGS
Los TDS, con una incidencia de aproximadamente 1,7% de nacimientos (51),
son un reto en cuanto a diagnóstico debido a la expresividad variable, pleiotropía,
solapamiento clínico de varios TDS y heterogeneidad etiológica. Con la llegada de las
nuevas tecnologías genómicas, el rendimiento diagnóstico de los test genéticos para
TDS ha aumentado respecto a las técnicas tradicionales. Este aumento ha llevado al
descubrimiento de nuevas variantes génicas para estos trastornos.
En el caso de los estudios más recientes incluidos en esta revisión, el uso de la NGS
para diagnóstico molecular de pacientes con TDS ha demostrado ser efectivo. Estos
estudios presentan un buen rendimiento diagnóstico y utilidad clínica en casos de TDS
46 XY, usando paneles de 30-219 genes, siendo capaces de encontrar la causa genética
y así poder diagnosticar a una gran proporción de pacientes.
En referencia al número de genes incluido en los paneles, los estudios que se han
hecho recientemente han variado la cantidad de genes secuenciados, usando un rango
de 30 a 219 genes. Los genes fueron seleccionados en base a su implicación en el
desarrollo sexual. Aun así, el uso de un mayor número de genes en el panel no supone
un aumento abrupto del rendimiento diagnóstico, como bien se puede comprobar
entre el estudio de Dong 2016 y Eggers 2016 (tabla 1). El primero usa un panel de 219
genes, consiguiendo un ratio de 8/21, un 38% aproximadamente, mientras que Eggers
emplea un panel con 64 genes y sin embargo obtiene un rendimiento diagnóstico
general similar 126/326, 38%. No obstante, esto puede depender de muchos factores,
como la etnia de los pacientes o los genes escogidos.
A pesar de que la mayoría de estos estudios cuentan con un número relativamente
bajo de personas (algunos ni siquiera incluyen al grupo 46, XX), sugieren que las
técnicas de NGS tales como los paneles dirigidos o WES podrían ser consideradas como
una primera herramienta para diagnóstico de los TDS debido a su sencillez y eficiencia.
Este bajo número de pacientes puede ser explicado debido a que la mayoría de estos
estudios se hicieron junto con hospitales o conjuntos de hospitales de una zona
determinada, donde el número de pacientes con trastornos del desarrollo sexual es
relativamente limitado.
Ahora bien, en cuanto al rendimiento diagnóstico general, las técnicas NGS presentan
un buen rendimiento, permaneciendo sobre un 30-40% en los diferentes estudios que
se han citado. Este porcentaje, se mantiene, tanto en los estudios donde se usaron
grupos más numerosos como en los más reducidos. A pesar de que el rendimiento
diagnóstico general es constante entre las diferentes publicaciones, se requieren más
estudios al respecto, usando grupos mayores de pacientes e intentando incluir
personas de diferentes países ya que existen mutaciones que son más comunes en
algunas etnias debido a factores como la consanguinidad.
Por otro lado, las publicaciones muestran la dificultad de la técnica para confirmar un
diagnóstico molecular en pacientes de TDS 46, XX. Además de que en la mayoría de
14
estudios el número de muestras 46, XX es demasiado pequeño como para ser
representativo de la capacidad diagnóstica de la secuenciación, existen algunas causas
genéticas de TDS en 46, XX que no son detectables por los paneles dirigidos, tales
como la translocación del gen SRY al cromosoma X, duplicaciones del gen SOX9 o
hiperplasia suprarrenal congénita debido a déficit de CYP21A2, que puede
diagnosticarse por otros métodos no genéticos. Es necesario continuar los estudios de
rendimiento diagnóstico en este grupo de pacientes, aumentar la cantidad de genes a
estudiar específicos para este grupo en el panel dirigido conforme se vayan
identificando y clasificando y sobre todo, aumentar el número de personas 46, XX con
el fin de obtener datos suficientes para ser representativos acerca de la capacidad
diagnóstica de la técnica.
15
Finalmente, surge otra dificultad adicional para la interpretación de resultados a nivel
genómico de estas investigaciones, pues las regiones no codificantes del genoma
pueden jugar un papel clave en el desarrollo sexual. Estas regiones no codificantes del
genoma solo pueden ser estudiadas mediante WGS, pero esta técnica presenta varios
inconvenientes. En primer lugar, la cantidad de datos mediante esta técnica es
abrumadora y su manejo no resulta sencillo. Por otra parte, se encuentran muchas
variantes génicas de significado incierto, ya sea en genes relacionados con la
enfermedad o no, y esto puede generar un problema a la hora de informar al paciente
sobre los resultados del test.
16
5.4 Propuesta de panel dirigido
17
DHH AD/AR 12q13.12 46, XY Disgenesia gonadal parcial o completa
DMRT1 AD 9p24.3 46, XY TDS
ESR1/2 AR 6q25.1-q25.2 Resistencia a estrógenos
FGFR2 AD 10q26.13 46, XY disgenesia gonadal. Síndrome de Apert
FOXL2 AD 3q22.3 Fallo ovárico precoz
FSHR AR 2p16.3 46, XX Disgenesia ovárica
GNRHR AR 4q13.2 Hipogonadismo hipogonadotropo
HSD17B3 AR 9q22.32 Déficit de 17-β-hidroxi esteroido-deshidrogenasa
HSD3B2 AR 1p12 Déficit de 3-β-hidroxi esteroido deshidrogenasa,
CAH
KAL1 XL Xp22.31 Déficit GnRH, Síndrome de Kallmann
LHCGR AD/AR 2p16.3 46, XY TDS. Hipoplasia de células de Leydig (AR)/
Pubertad masculina precoz(AD)
LHX9* - 1q31.3 Gen implicado en la formación de las gónadas en
modelo animal (ratón).
MAMLD1 XL Xq28 Hipospadias
NR0B1 XL Xp21.2 46, XY Inversion sexual, CAH
NR3C1 AD 5q31.3 46, XX Hiperandrogenismo
NR5A1 AD 9q33.3 46, XY Inversión sexual
PAX2* AD/AR 10q24.31 Involved in initial formation of genital tracts
POR AR 7q11.23 Déficit de la oxidoreductasa del citocromo P450
PROK2 AD 3p13 Hipogonadismo hipogonadotropo
PROP1 AR 5q35.3 Déficit de la hormona pituitaria
RSPO1 AR 1p34.3 46, XX Inversión sexual e hiperqueratosis
palmoplantar
SOX3 XL Xq27.1 46, XX Inversión sexual
SOX9 AD 17q24.3 46, XX Inversión sexual y displasia campomélica
SRD5A2 AR 2p23.1 Hipospadias pseudovaginalis y/o perineoescrotales
SRY YL Yp11.2 46, XX TDS testiculares y 46, XY TDS ováricas
STAR AR 8p11.23 CAH por déficit de colesterol desmolasa
WDR11 AD 10q26.12 Hipogonadismo hipogonadotropo
WNT4 AD 1p36.12 46, XY TDS, 46, XY disgenesia gonadal completa
WT1 AD 11p13 Síndromes: Denys-Drash, Frasier, Meacham
WWOX AR 16q23.1-q23.2 46, XY Disgenesia gonadal
ZFPM2 AD 8q23.1 46, XY Inversión sexual
Se han incluido en este panel ciertos genes como AKAP2, PAX2 o LHX9, que a pesar de
que no se han encontrado mutados en humanos con TDS, su rol en el desarrollo sexual
se considera de relevancia.
AKAP2 interviene en el desarrollo ovárico (55). El déficit en PAX2 puede provocar
disgenesia de los tubulos mesonéfricos (56) debido a su relación con WT1, mientras
que LHX9 es un gen involucrado en el desarrollo sexual muy conservado entre
especies. Se considera determinante en la función de las gónadas humanas debido a su
alta tasa de conservación aminoacídica (57).
18
6. CONCLUSIONES Y PROYECCIÓN FUTURA
6.1 Conclusiones
1. Los paneles dirigidos de NGS para el diagnóstico molecular de pacientes con
TDS han demostrado ser efectivos, con un buen rendimiento diagnóstico
entorno 30-40%.
2. Las técnicas de NGS presentan un buen rendimiento diagnóstico en
pacientes con trastornos del desarrollo sexual 46, XY, con ratio medio del
38%.
3. Los datos obtenidos en los estudios realizados a pacientes 46, XX son poco
representativos debido al reducido número de pacientes pertenecientes a
este grupo que formaron parte de ellos.
4. Existe una escasez de datos sobre la efectividad de la NGS en pacientes 46,
XX. Es importante un estudio a gran escala aumentando el número de
pacientes pertenecientes a este grupo así como el de pacientes
pertenecientes a distintas etnias o lugares geográficos para evitar así la
interferencia en los resultados de factores como la consanguinidad.
5. Continuar con la investigación en este campo es de vital importancia con el
fin de incrementar el número de genes conocidos implicados en el
desarrollo sexual, así como la realización de estudios tanto in vitro como in
silico para clasificar las variantes génicas que se vayan encontrando
mediante NGS. De este modo, disminuir el desconocimiento acerca de este
grupo de genes y el mecanismo de desarrollo sexual.
6. Son necesarios los estudios a nivel de genoma completo con el fin de
caracterizar la implicación de las regiones no codificantes del genoma en el
desarrollo sexual.
19
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8. LISTADO DE ABREVIATURAS
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