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UNIVERSIDAD DE
GUADALAJARA

Centro Universitario de
Ciencias de la Salud

Departamento de morfología
Embriología
GARCIA MORENO ERNESTO

Disgenesia gonadal completa

Dávalos Guzmán Leonardo (217799185)

Guadalajara, Jalisco. 17 de noviembre de 2017


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INTRODUCCIÓN

La disgenesia gonadal completa 46,XY (46,XY CGD) también conocida como


síndrome de Swyer, es un trastorno del desarrollo sexual (DSD) asociado con anomalías en
el desarrollo gonadal que resulta en la presencia de genitales externos e internos femeninos,
a pesar de un poseer cariotipo 46,XY característico del sexo masculino. Los factores
ambientales (consumo materno de progesterona durante el embarazo), y una alteración en el
crecimiento prenatal también se han asociado con este síndrome. Su prevalencia es
desconocida, aunque se sabe su etiología se remonta al desarrollo embriológico. Para
comprender el desarrollo genitourinario y la diferenciación sexual es necesario aclarar que
durante la fecundación las células haploides de los padres se juntan y se genera una célula
diploide, la cual contiene un cromosoma sexual y esta determinara el sexo del producto, el
cual, si es XY seria hombre y en caso de ser XX sera mujer. La génesis de los genitales
sucede en la etapa indiferenciada, durante la quinta semana del desarrollo embrionario, por
lo que en este escrito se abordara tanto el aspecto embrionario como las repercusiones que
puede tener en la vida adulta.

DESARROLLO

El síndrome de Swyer ocurre aproximadamente 1 en 80,000 casos. Los genitales


internos empiezan a desarrollarse al inicio de la quinta semana de gestación gracias al
engrosamiento del mesonefros, la diferenciación sexual sucede cuando el cromosoma Y,
característico de los hombres, genera el Gen SRY, el cual determinara la secreción de
testosterona y la hormona antimülleriana, lo que hará que el paramesonefros degenere y el
mesonefros se mantenga y este pueda formar los genitales propios del hombre. En el caso
de la mujer la ausencia del cromosoma Y generaría un efecto contrario gracias a la falta del
Gen SRY, por lo que el mesonefros degeneraría y el paramesonefros se mantendría, lo que
generaría el desarrollo del conducto deferente y del epidídimo en el hombre, y en las mujeres
generaría el útero y las trompas de Falopio, ya que este proceso sucede por la ausencia de
este gen, el desarrollo de los ovarios durara más que en el varón, pudiéndose diferenciar de
manera histológica hasta la décima semana de la gestación, caso contrario en los hombres
que se puede diferenciar a la séptima semana de la gestación. Las crestas gonadales, que
son los primordios de las gónadas, pasan por una etapa indiferenciada durante la quinta
semana de la gestación, y estas se van a diferenciar entre ambos sexos gracias al TDF (Factor
determinante de los testículos, por sus siglas en ingles) lo que determina si los cordones
gonadales (Estructuras formadas en las crestas gonadales gracias a la migración e
invaginación de las células germinales primordiales) formen cordones seminíferos (En
presencia de TDF) o empiece a formarse un ovario gracias a la regresión de la medula de la
cresta gonadal (En ausencia de TDF). En este síndrome al presentar un genotipo XY, se es
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presente el factor determinante de los testículos, pero en proporciones menores, por lo que él
paramesonefros si puede llegar a desarrollarse parcialmente. El caso clínico más usual de
este padecimiento muestra a pacientes que poseen un desarrollo normal del útero y las
trompas de Falopio, aunque también puede haber un desarrollo disminuido de estas
estructuras y la presencia de las gónadas internas no son funcionales. Los genitales externos
empiezan a desarrollarse durante la novena semana, pero no están completamente
diferenciados hasta la semana 12. Gracias al proliferación del mesénquima y del ectodermo
cloacal se forman 3 estructuras: Las tumefacciones labioescrotales, los pliegues urogenitales
y el tubérculo genital. Estructuras las cuales se diferenciarán gracias a la producción de la
testosterona que generara el falo primitivo (Primordio del pene) y la diferenciación de las
tumefacciones labioescrotales en el escroto. En este caso puesto que las gónadas no se
desarrollaron, no son capaces de generar esta hormona, por lo que los genitales externos se
diferenciarían en femeninos. Los pacientes presentan un 30% de probabilidad de desarrollar
gonadoblastoma (neoplasia benigna mixta de cordones sexuales y células germinales poco
frecuente que surge principalmente en las gónadas disgenéticas) mientras hay un 50 a 60%
de probabilidad de presentar una transformación maligna de este gonadoblastoma y en
algunos casos disgerminoma (tumor maligno de células germinales más frecuente), de igual
manera se presenta un riesgo elevado de desarrollar tumores abdominales, en algunos
pacientes este puede ser el primer síntoma.

Durante la adolescencia o la edad adulta temprana, los pacientes presentan genitales


externos femeninos normales, pero con falta de desarrollo puberal (Como podría ser la falta
del crecimiento de las mamas y la ausencia de periodo menstrual, esta última por la ausencia
de producción de las hormonas propias del ovario), sin embargo, la adrenarquia presenta
niveles normales. La estatura es normal o casi normal, y las manifestaciones del síndrome de
Turner están ausentes. Aunque la etiología no se conoce completamente, la 46,XY CGD
resulta de un fallo en el desarrollo testicular debido a una alteración subyacente de las vías
genéticas y se han implicado varios genes relacionados. El diagnóstico se realiza sobre la
base de los hallazgos clínicos, junto con el análisis citogenético, las investigaciones
endocrinas, los estudios de genética molecular y, en ocasiones, con una exploración
quirúrgica con biopsia y extirpación de las gónadas disgenéticas. El diagnóstico diferencial
debe incluir la disgenesia ovárica hipergonadotrópica (46, XX GD) y todas las formas de 46,
XY CGD sindrómica (por ejemplo, el síndrome de Frasier, la displasia campomélica y 46, la
XY DSD con insuficiencia suprarrenal). Aunque algunos casos de 46, XY CGD ocurren
esporádicamente, puede ofrecerse un consejo genético a las familias afectadas y debe
adaptarse en función del modo de herencia asociada con la anomalía genética identificada.
El diagnóstico prenatal es factible para las familias en las que la anomalía genética ha sido
confirmada, pero sólo se recomienda en los casos sindrómicos. El manejo debe incluir la
extirpación de tejido gonadal disgenético, ya que hay un alto riesgo de malignidad. Los
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posibles problemas de salud asociados (por ejemplo, la insuficiencia renal en el síndrome de


Frasier, las malformaciones asociadas) deben ser abordados de acuerdo con el diagnóstico
genético. Se recomienda durante la pubertad la terapia hormonal sustitutiva. También debe
ofrecerse apoyo psicológico a los pacientes y a sus familias. La infertilidad es un problema de
manejo importante; sin embargo, el embarazo puede ser factible a través de la ovodonación.
Con un manejo adecuado, el riesgo de malignidad es bajo y los resultados psicológicos y
clínicos de los pacientes son buenos.

La mayoría de los casos no son heredados, ocurren en personas sin historial familiar
de esta enfermedad, se asocia a una mutación de novo ocurrida durante la formación de las
células reproductivas o en el desarrollo temprano del embrión.

CONCLUSIÓN

La disgenesia gonadal completa es un síndrome difícil de manejar por la complejidad


al tratar al paciente, ya que este padecimiento tiene su origen desde un punto de vista
embrionario, carece de síntomas (A menos que este genere un tumor maligno) y presenta
fenotipos externos normales en mujeres, por lo que para una persona es difícil asimilar que
durante toda su vida se ha identificado a un sexo, y que sus características externas son
femeninas, pero sus cromosomas son masculinas, junto con un mal desarrollo de las gónadas
y la imposibilidad de embarazarse, a menos que sea mediante la ovodonación. Esto genera
un fuerte impacto psicológico, por lo que es muy importante para el medico que trata este
síndrome, comprender la situación psicosocial tanto del paciente en sí, como en la familia de
este.

Las gónadas son estructuras muy complejas y delicadas, su funcionamiento se


remonta a nivel celular, y ya que este padecimiento se genera desde el estado embrionario,
no se puede realizar una gran intervención quirúrgica para corregirlo, se podrían ingerir
hormonas femeninas (estrógenos y progesteronas) durante el inicio de la pubertad para de
esta manera tener un desarrollo puberal más completo, aunque esto es difícil ya que en la
mayoría de los casos es asintomático y solo puede ser detectado por la falta del desarrollo
puberal, pero aun ingiriendo algún tratamiento en base a hormonas, no se poseería muchas
características reproductivas normales, ya que los ovarios no se desarrollaron, aunque el
útero si se desarrollo y gracias a la implantación de un ovulo se puede tener un embarazo
normal.

En este escrito se plasmó las bases embriológicas sobre este padecimiento,


explicando en que punto del desarrollo se genera cada estructura y el porqué, aunque se
presenta un cromosoma masculino, las estructuras primordiales del aparato genital no se
desarrollan completamente. Este síndrome tiene gran parte de su etiología en la genética, en
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como los genes implicados en la diferenciación gonadal afectan gracias a la secreción de


hormonas (Como en el gen manejo en este escrito, Gen SRY, que ayuda al TFD para la
secreción de testosterona y hormona antimülleriana), aun así, se enfocó mucho más en como
estas estructuras se desarrollan, de donde y como llegan a formar a los genitales
completamente desarrollados.

El diagnóstico precoz del síndrome de Swyer es crucial en vista del alto riesgo de
disgerminoma que puede desarrollarse a una edad temprana, esto se complica con la
dificultad de identificarlo a menos que se realicen estudios. Estudios demuestran que, aunque
una mayor conciencia en los últimos 15 años probablemente haya mejorado la gestión de
estas mujeres, es importante que continúen siendo seguidas en los centros terciarios por
equipos multidisciplinarios que puedan brindar la atención multifacética que se requiere en
términos de inducción de la pubertad, que es una no de los principales problemas que
presentan estas mujeres, junto con la fertilidad. También es importante para los centros de
salud formar bases de datos más grandes para adquirir una mejor comprensión de la
condición y mejorar su gestión.

REFERENCIAS
1
Moore Keith L. (2016). Embriología Clínica 10ed. España: S.A ElSevier España.
2
Melikşah Keskin, Şenay Savaş-Erdeve, Erdal Kurnaz, Semra Çetinkaya, Ayşe Karaman,
Sema Apaydın, Zehra Aycan. (2016). Gonadoblastoma in a patient with 46, XY complete
gonadal dysgenesis. The Turkish Journal of Pediatrics.
3
T.W Sadler. (2012). Langman Embriología médica 12ed. Wolters Kluwer.
4
Michala L, Goswami D, Creighton SM, Conway GS. Swyer syndrome: presentation and
outcomes. BJOG. 2008 May;115(6):737-41. doi: 10.1111/j.1471-0528.2008.01703.x

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