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El trabajo: una visión actual desde el trabajador

Desde una vista global es pertinente afirmar que los seres humanos han

trabajado desde siempre, tomando en cuenta que es el medio para poder satisfacer sus

necesidades más básicas, como conseguir alimento, comida y refugio, haciendo

necesaria la creación y utilización de instrumentos para llegar al fin determinado, por

ende, desde mucho antes de conocer este término, el hombre ya había hecho uso del

trabajo.

Basada en esta idea, el trabajo es visto como las actividades humanas que puede

que tengan una remuneración o no, que hace uso de técnicas, habilidades u otros

recursos para producir o adquirir ya sea un bien, un producto o un servicio; dando como

resultado un tipo de recompensa material, psicológica o social. Si nos centramos en una

perspectiva teórica se puede hallar un gran número de autores que han dedicado sus

estudios a definir el trabajo, pero la intención de este ensayo es desligarse de aquella

noción para explorar actualmente que significa el trabajo para el trabajador.

La Psicología del trabajo exploró en sus inicios una visión individual hacia el

trabajo, por comienzos del Siglo XX, donde éstas variables independientes formaban las

aristas del trabajo; no fue hasta que la Psicología Social se pronunció en los años treinta

y cuarenta que se introdujeron nuevos enfoques para considerar tanto el contexto laboral

como el externo. Contemplando así que ninguna de las conductas y procesos mentales

del trabajador es independiente de la interacción entre esta persona y un sin número de

factores social que modela las decisiones y formas de actuación del trabajador, por lo

tanto para reconocer la forma de percibir el trabajo, se debe estar en sintonía con la

realidad en la que se desenvuelve.


En la actualidad se vive en un mundo competitivo, donde a más ganancia se

puede acceder a una mejor calidad de vida, se mide el bienestar en signos de dólar, por

lo tanto el trabajo es el único medio para poder optar por el anhelado sueño de la

estabilidad. Esta realidad se ha ido construyendo y reforzando hasta el punto de hacer

caso omiso a las investigaciones y protocolos de seguridad laboral por la fuerte

necesidad de sobrevivir en un sistema que tiene un alto costo en contraposición de las

plazas disponibles para poder solventarlo.

A pesar que la búsqueda de nuevas condiciones de empleo sigue siendo de

importancia para la ciencia, en la situación económica-social presente lo más habitual es

la precariedad laboral. Anteriormente la dicotomía se centraba entre tener un trabajo o

carecer de él, hoy en día esa línea se configura a quien tiene un buen trabajo —estable y

correctamente remunerado— frente a todos los demás. Basada en esta perspectiva es

que el trabajador actual considera al trabajo como una inversión para el futuro, un

sacrificio obligatorio que se proyecta a una vejez segura, sin importar lo que deba ser

abandonado en ese proceso.

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