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SEMINARIO 2: MUJERES DE SATANÁS: TIPOS FEMENINOS EN MÁRGENES CULTURALES

Cuando hablamos de cultural también hablamos de realidades habituales. Vamos a ver cuales serían los
limites de la cultura, vista desde una perspectiva de conceptualización; por ejemplo diremos que la cultura lo
abarca todo, somos seres culturales y por tanto la cultura forma parte de todo lo que nos rodea. Pensamos
culturalmente, olemos, percibimos etc.

La cultura la aprendemos en los procesos de socialización, que son neutros al tiempo; en todas épocas y
lugares aprendemos cultura, con distintos agentes y distintos contextos pero lo hacemos. Una vez que la
aprendemos la compartimos, no hay una cultura singular. Por tanto somos seres colectivos. Esta cultura es
normativa, nos va dando normas que de alguna manera nos hace ser persona en un determinado lugar. Además
la cultura es simbológica, usamos símbolos para significar la cultura, tenemos que ver representaciones,
especificar Significados etc.

Cuando hablamos de cultura hablamos de sociedades también, y esos agentes culturales están diseñados por el
poder, por tanto tenemos ciertos poderes en nuestra cultura. Los modelos culturales tienen la función de
formarnos como miembros de un grupo y también representan, nos ayudan a interpretarnos y al resto del
mundo también en un proceso de alteridad. Estos modelos también nos organizan; como debemos interpretar
la realidad. Algo importante es que estos modelos tienen por objetivo legitimarse así mismos; tienen la
pretensiones de ser modelos completos, de obligado cumplimiento y cerrados.

Esta es la intención de quienes lo construyen, pero en realidad hay pocas cosas inflexibles; esos modelos
tienen pequeñas fisuras que son las que permiten que los seres humanos en un determinado momento, a veces
de forma individual o colectiva se introduzca por esos huecos para crear otros modelos.

¿ porque estos modelos parecen que nacen como dicotómicos? Mary Douglas, antropóloga, decía que estos
modelos tienen una gran ventaja, y es que nos produce equilibrio a las personas, que nos da una gran
sensación de orden. En estos modelos trabajamos desde la historia, unos van a estar representando ese canon
de modelo perfecto y otras desde su propia experiencia viven su propria realidad; de contra norma, se conoce
el modelo pero no se cumple totalmente.

En este momento de los siglos 16 y 17, el modelo hombre y mujer significan cosas contrarias. En este tiempo
tan complejo; estamos en una España que esta desencantada, que ha perdido el lustre que tenía. Es por eso que
los siglos 16 y 17 constituyen para los antropólogos una paradoja cultural: encontramos al mismo tiempo
triunfo de la razón pero también encontramos creencias fascinantes y sorprendentes. Se ha salido de
diversidad crisis sociales y económicas etc., es un momento en que el miedo a lo que está por venir y la
fragilidad de todo lo humano, lo que significa la vida y la muerte esta muy patente; se salta todo el rato de
plano y estamos ante una mezcla curiosa.
Estamos en una época de desaliento; el sujeto entonces se vuelve hacia si mismo y ahí empezamos a ver todas
esas relaciones espirituales.

En los modelos femeninos el poder ha tenido por objetivo diseñar un poder genérico totalmente
contrapuestos, relacionados, en los que introduce determinados roles y conductas. Estos modelos se pueden
naturalizar. En este momento de España premoderna tenemos un problema añadido; no solo esos
comportamientos se naturalizan, sino que se divinizan ; dios esta presenta y forma parte de nuestras vidas y
hay una profunda religiosidad que esta marcando el ser y existir de las mujeres y de los hombres barrocos.

Se cree por tanto que dios había creado al hombre y la mujer; al hombre le crea en imagen y semejanza, y las
mujeres solo parecemos un producto, creadas a posteriori de una costilla. Esta imagen y semejanza de dios
eran mas que palabras, eran realidades en este momento. Una realidad para las mujeres que conllevan roles y
conductas. Entonces lo que se crea son espacios específicos para los hombres y mujeres; en el momento
barroco el espacio de la mujer es interno, es doméstico, es el espacio de la casa. Eso conlleva una
inamovilidad para las mujeres; no podían salir solas a la calle, sobre todo aquellas que tenían la honra. Por
tanto lo mejor que podían hacer era quedare en casa; este valor de la movilidad e inmovilidad podemos
rastrearlo actualmente en la migraciones, los hombres son los que migran en su mayoría.

Fray Luis de León en “ la perfecta casada” explica categorías analíticas distintas; se crea a una persona
móvil que es el hombre y que puede conquistar el mundo y dios crio a la mujer para estar en un rincón. La
buena mujer entonces se moraliza, creando “ la buena mujer” y “ la mala mujer”, de nuevo vemos la
dicotomía. Lo que dice es que en este momento se tiene que llevar a casa la domesticidad de la mujer; todas
aquellas que no son domésticas, es decir, que se mueven, que salen a la calle etc., están en los márgenes
culturales, porque el modelo es claro.

Lo que este encerramiento femenino tiene son matices y es importante el plantear que hay variables sociales ,
son variables interseccionales; no se da uno o la otra, se da una y la otra. El problema es que la realidad es
copulativa y aquí es donde están los problemas. Otra cuestión es la práctica religiosa; no era lo mismo ser una
mujer cristiana que conversa etc., por tanto se dan conductas diferentes. Pero si que sabemos que la mujer
debe ser doméstica.

El culmen de esta inmovilidad son las religiosas de clausura ; hay una continuidad entre la casa y el
convento. Además las religiosidad se casaban simbólicamente con cristo y eso implicaba que el resto las
respetasen. En este ámbito se sigue conservando la obediencia a los maridos y varones.

Esta invisibilidad de las mujeres, esta inmovilidad, es también una inmovilidad máxima de todos aquellos
atributos que puede tener la mujer para ser un sujeto social. Estas cuestiones están en la tradición judeo-
cristiana; desde Aristóteles hasta san pablo.

Ahora tenemos a las mujeres indecorosas; este es el caso de las beatas. Estas mujeres tienen su inicio
colectivo en la edad media, en parte de Europa especialmente por los países bajos y Alemania, se empieza a
ver un conjunto de mujeres que tienen una espiritualidad renovada y se las conoce con el nombre de Bellinas,
que es el antecedente de la Beata. No son monjas pero viven en la clausura del bellinato, son mujeres que
estarán entre modelos. Son mujeres que constituirán modelos escurridizos; las cosas que están entre una cosa
y otra a la cultura del periodo les ponen muy nerviosos.

Beata es un término en la España moderna con un campo semántico grande, que cambiará según el contexto
geográfico; las beatas del norte son mas parecidas a la sacristanas, mujeres que ayudan a los sacerdotes o los
que estan en la ermita y las vemos en país vasco y navarra con distintos nombres ( frailas, benitas y raras
veces ermitañas, que son mas parecidas a las emparedadas castellanas).

En los documentos eclesiásticos estos nombres son sinónimos unos de otros, y es para definir a las mujeres
que ayudan en la iglesia, con los pobres, enfermeros. Incluso se pueden rastrear beatas que tenían pequeños
grupos de niñas y niños para enseñarles a leer o a hacer las cosas de la casa.

Estas mujeres suelen vestir como las religiosas, con un hábito, pero no son monjas, ósea no hacen voto. Ellas
pueden salir de su grupo y tienen movilidad; mujeres que no hacen voto solemne y que no viven en una casa
familiar pero tienen movilidad. Además muchas de ellas tienen que trabajar para mantenerse, por eso tejen,
tienen huertos, muchas de ellas conocimientos de hierbas y hacen pócimas.

La beata tiene muchos roles, estatus y manifestaciones que hacen que sea difícil de encasillarla en un concepto
cerrado. Cuando la queremos clasificar aparece una característica nueva y se escurre.

Por tanto podemos diseñar tres modelos de beatas:

 La que mas se acerca al modelo es una mujer con una intensa espiritualidad, que se aleja de la vida
externa, que se encierra o sola o en compañía de otras mujeres para dedicarse a la meditación y a la
oración. Es decir, son mujeres que por diversas razones no quieres reglamentar su vocación. Esto a
las órdenes religiosas no les gusta porque no las pueden controlar. Se les llamarán también maestras
de espíritu; tiene características de personas con influencia y que ponen interrogantes en la
heterodoxia.
Algunas de ellas no tienen ningún problema en que un padre confesor las dirija.
 Este modelo se desdibuja cuando nos acercamos a otras beatas que tienen el ser beata para tapar otros
comportamientos; mujeres que la literatura del momento habla de ellas de continuo. Los confesores de
varias iglesias dicen que bajo esa imagen, son alcahuetas y brujas en realidad.
 Luego tenemos otro tipo de mujeres que se acercan mas o menos a los modelos; no hablamos de
modelos culturales limpios, en cualquier momento son como imágenes amórficas. Este tercer tipo de
mujeres son las que cumpliendo con el prototipo de beatas van añadiendo singularidades nuevas,
incluso se llega a lo que podríamos llamar “ beatas de satanás” ; algunas de estas beatas “ coquetean
con satanás”. Se arriman a el y lo usan para que el resto de personas las tengan en cuenta, las haga
caso etc. Satanás empieza a ser un instrumento de beatas. También hay sacerdotes que
instrumentalizan a las beatas.

Entonces vemos como las beatas de mano del demonio van a conocerse así mismas; el demonio va a servirles
como empoderamiento. En Europa hay un movimiento que es la querella de las mujeres, que lo podemos
rastrear desde el siglo 15 ; es una petición sonora de que las mujeres quieren educación. Es una reivindicación
que las mujeres hacen a lo largo de la historia.

En el momento en que las beatas tienen visibilidad, el consejo de la suprema de la inquisición establece un
comunicado y que intentan frenar a estas beatas. Las beatas al multiplicarse encontramos variaciones;
empiezan a venir de distintas clases sociales, edades, y hay en ellas un estallido; para ellas la palabra es casi
un signo de libertad y empoderamiento. Estas mujeres comienzan a visibilizarse.

Su fama, sus palabras y obras empiezan a correr por las calles y algunos clérigos y confesores escriben sobre
ellas, pero algunos otros como Gaspar Lucas, se dan cuenta de como las mujeres atraen al poder, y estas
mujeres comienzan a manifestarse como cuerpos en los que podríamos casi diseñar una topografía de la
espiritualidad; para alguna de ellas la palabra se les queda corta y tienen otro tipo de manifestaciones, como
por ejemplo los éxtasis, se caen en las iglesias, se retuercen etc. Algunas de ellas dan datos visibles de que
algo ocurre en sus cuerpos, por tanto también en su espiritualidad. Son ellas las que empezaron a practicar el
coito interruptus.

Por tanto no es raro que sea de la mano del demonio cuando veamos que algunas beatas se confunden con
posesas, por eso en algunos casos la inquisición esta despistada ( Isabel de la Cruz la acusan, María Romera la
acusan de fingir que tenía el demonio).

También hay que contar con que las beatas no hicieron esto solas, había guías espirituales que las ayudaban;
la santidad se demuestra en los actos que hace el demonio en público. Estas mujeres indican con el cuerpo que
son las mensajeras de Dios y esto es contradicción cultural; esto les lleva a un mal bueno, el diablo es mal
pero para ellas es bueno, porque gracias al demonio hacen el bien.

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