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¿La autonomía, fundamento de la dignidad humana?

¿LA AUTONOMÍA, FUNDAMENTO DE LA


DIGNIDAD HUMANA?

IS AUTONOMY GROUND OF HUMAN


DIGNITY?

Lourdes Gordillo Álvarez-Valdés


Departamento de Filosofía
Facultad de Filosofía
Campus de Espinardo. 30100 Murcia
gordillo@um.es

Resumen

En este artículo se plantean las condiciones que debe tener la autonomía para ser
fundamento de la dignidad del hombre. La modernidad, a partir de Kant, ha disociado
la naturaleza de la moral y ha intentado apoyar la autonomía en su aspecto puramente
formal. El olvido de la naturaleza tiene consecuencias voluntaristas que inciden en el
modo de entender la autonomía. Pero la autonomía no consiste en no tener vínculos,
sino en saber asumir los propios vínculos libremente, ser consciente de los propios
límites. La autonomía y la libertad son lo propio del ser racional, capaz de discernir
lo bueno y lo malo, lo que debe dirigir la acción. La razón nos orienta y distancia de
la realidad para reconocer lo conveniente en el ser humano.
Palabras clave: dignidad, autonomía, naturaleza humana, libertad.

Abstract

This papper considers the conditions of autonomy if this is to be the foundation


of human dignity. Sine Kant Modernity has dissociated nature from morality and has
tried to support autonomy in its purely formal aspect. To forget nature has voluntarist

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consequences that affect the way in which autonomy is understand. But autonomy
does not consist of not having links, but of knowing how to assume one’s own links
freely and to be conscious of one’s own limits. Autonomy and liberty are the very
thing of the rational being, capable of discerning good and bad, and this must direct
our actions. Reason directs as and distances us from reality to recognize the advisable
thing in the human being.
Key words: dignity, autonomy, human nature, liberty.

1. Introducción cho positivo empieza pronto a encontrar


trabas para un principio de autonomía
Uno de los grandes logros del hombre que entra en contradicción con otros de-
moderno en la cultura occidental es la rechos como son: el derecho a la vida, a
adquisición de los Derechos Humanos la intimidad, a la salud, etc.
como valores indiscutibles, configurado- El problema es que el principio de
res de cualquier forma de organización autonomía necesita estar fundamentado
humana. Entre ellos hay que destacar el para no tropezar con los problemas de un
derecho de autonomía como fundamento formalismo conceptual, tal como ocurre
de dignidad y de libertad humana1. en el derecho positivo que es producto
La autonomía, desde un punto de vis- únicamente de la voluntad del legislador.
ta jurídico, se comprende también desde Pero este no es el caso de un principio
el iuspositivismo,2 que se apoya, priori- práctico que garantiza una solución uni-
tariamente, en la voluntad del sujeto, en versal, porque para ello tendría que tener
la suprema y «sagrada» voluntad de un una fundamentación que fuera más allá
sujeto de derecho3. No obstante, el dere- de lo puramente formal. Por ejemplo, se
esgrime con fuerza el derecho de la madre
1 La autonomía es más que un derecho, sobre el propio cuerpo para decidir sobre
ya que forma parte de la condición biológica que
suscita la diferencia entre el animal y el hombre
la vida de un ser, al que está vinculado
respecto del medio. Mientras que en el animal su estrechamente, como si éste no tuviera
dependencia del medio forma parte de su configu-
ración orgánica y de su estimulación selectiva, sin pensar que se ha hecho demasiado hincapié en los
embargo en el hombre la independencia del medio derechos del individuo pero nos hemos olvidado
es una de sus características más notables y, en cierto de los deberes que todo derecho lleva consigo. Es
aspecto, le convierten en menos dotado para vivir como si el individuo no tuviera deberes ni consigo
en el mundo natural. mismo, ni con la sociedad, ni con el medio, etc.,
2 Entiendo por Iuspositivismo una corriente Parece que este es un tema relevante que hay que
de pensamiento que separa moral y Derecho porque retomar con urgencia en las sociedades actuales
supone un rechazo a toda relación conceptual vin- muy sensibles a las carencias y a las «injusticias
culante entre ambos. Alcanzó su máximo desarrollo sociales» pero muy obtusas ante los deberes de los
teórico a partir del filósofo inglés Thomas Hobbes. hombres como sujeto social, ciudadano, … sin tener
3 Curiosamente a causa de los problemas que en cuenta las responsabilidades que cada uno asume
está generando la aplicación de los derechos huma- en los contratos sociales que tan libremente expiran
nos, muchos expertos juristas y políticos empiezan a sin afrontar las responsabilidades sociales.

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también una autonomía. Parece que tiene lazos, sin bagaje cultural que compartir,
que ser el derecho positivo o una ética sin vínculos afectivos, sin referencias
circunstancial, la que le reconozca, al no culturales, etc., la autonomía se com-
nacido, la condición de sujeto para poder prende como emancipación o liberación
vivir a pesar de su progenitora. de vínculos y ataduras. El hombre siente,
Este es uno de los grandes errores entonces, la ilusión utópica del olvido de
de la modernidad que al querer des- su condición finita frente a una voluntad
vincular la moral y el derecho de toda poderosa, siempre temerosa ante la ame-
fundamentación natural no encuentra naza inesperada de sus propios límites.
principios morales capaces de aportar un Pues bien, en este artículo quisiera
soporte real a la condición humana que presentar el problema de la autonomía
el Derecho debe reconocer. Los derechos como fundamento de la dignidad del
humanos no son por concesión de las hombre, comenzando por definir qué
normas positivas, sino con anterioridad debe entenderse por autonomía y su
e independencia de ellas, es decir, que relación con la libertad. Además, la
por el mero hecho de ser hombre, de autonomía se confronta también con
participar de la misma condición, soy la heteronomía de la voluntad, de una
sujeto de un mismo derecho. Lo mismo voluntad ajena y, por tanto, coactiva,
debe ocurrir con los principios que con- que nos impone normas y razones. De
figuran la estructura humana tales como este modo, nos introducimos en una
la libertad y la autonomía. interesante apuesta por entender que la
Cuando la autonomía se convierte en voluntad, libre de todo supuesto, es una
el poder de la voluntad, un poder que voluntad poderosa capaz de afirmar o
otorga al sujeto todo la soberanía sobre sí negar por sí misma, sin una intervención
mismo, como si no tuviera inclinaciones o extraña a sí. A la modernidad, al enten-
tendencias naturales que le orientaran en der la voluntad vacía de racionalidad, y
el camino que conducen a la tarea de ser libre de inclinación natural, no le queda
hombre y de convivir con otros hombres, más opción que resaltar, hasta límites
entonces se convierte en un ser sin orien- insospechados, el poder de la voluntad.
tación o vinculación bajo el poder de una Esto es importante para comprender la
voluntad sin inclinación natural. Aunque crisis moderna que implica el olvido de
es verdad que la autonomía es la misma la naturaleza para fundamentar la moral
libertad y que como ésta no está exenta y el intento de apoyarla en una autono-
de condicionamientos y vínculos que mía de carácter puramente formal, sin
ayudan al hombre a configurarse como fundamento natural.
un sujeto libre que vive en comunidad. Por último, para fundar la dignidad
Pero la autonomía, cuando se entiende del hombre en el concepto de autonomía
desde la perspectiva del sujeto visto como hay que hacerlo con ciertos límites, siem-
un «átomo», en una sociedad entendida pre y cuando, el concepto de autonomía
como la suma de las individualidades, sin cumpla las condiciones requeridas para

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poder ser fundamento de la dignidad decimos que somos autónomos cuando


humana. nos regulamos por nuestras propias re-
glas y no por las de otros. Esto significa
2. El concepto de Autonomía que yo me doy a mí mismo mis propias
reglas para actuar, aunque para hacer
El concepto de elección autónoma esto, y crear mis propias normas, tendré
es central en el pensamiento moderno primero que conocer bien las reglas que
para entender la libertad y la conducta me voy a imponer.
del hombre. La autonomía no solo se Lógicamente todos sabemos, por
convierte en condición de libertad, sino experiencia, que las reglas que tomamos
también, para muchos autores modernos, para dirigir nuestra conducta están ya
es el acceso necesario a la felicidad, por- dadas por las instituciones y por el ba-
que la acción autónoma es criterio para gaje cultural y que, incluso en el ámbito
el placer. La autonomía de la libertad de privado, las reglas que aplico a mi con-
elección es un ingrediente necesario de ducta son aprendidas por la educación
cualquier placer elevado y también de y la cultura, para favorecer mi vida en
cualquier tipo de vida y actividad que sociedad. Asumir las reglas comunes y
exprese individualidad. saber hacerlas propias es una forma de
Ahora bien, ¿qué se entiende por orientar nuestra vida, acorde con los
autonomía? En principio la autonomía conocimientos que hemos recibido por
significa ciertas condiciones internas y generaciones anteriores, porque sería de
externas que no se distorsionan por la locos intentar olvidar todo lo aprendido,
fuerza o coacción, es decir, un hombre lo que ha configurado en nosotros nuevos
autónomo debe tomar distancia de las conocimientos, ya que es una ficción estar
convenciones sociales del entorno y de libre de todo supuesto.
la influencia de las personas que le ro- Algunos autores, estudiosos del utili-
dean. Su acción debe expresar principios tarismo como John Gray4, entienden por
que él mismo ratifica por un proceso de autonomía la ausencia total de coacción
reflexión crítica. y, al mismo tiempo, la capacidad para
Entendemos que autonomía es saber distanciarse de las convenciones sociales
pensar y actuar por uno mismo con la y del medio. Sin embargo, esta total au-
capacidad crítica y la corrección suficiente sencia de coacción de la que habla Gray es
para no dejarse arrastrar por el ambien- casi una utopía, a no ser que se pretenda
te externo o por las propias pasiones o evitar estar libre de todo supuesto.
prejuicios. Así, por ejemplo, la capacidad de
En este caso la autonomía es la misma distanciamiento que sólo puede otorgar
libertad, ya que un acto libre es autónomo la razón, la cual nos permite, hasta cierto
cuando el individuo actúa desde sí mismo
y con conocimiento de causa. Pero el con- 4 Cfr. Gray, J., Mill on liberty: a defence, Lon-
cepto de autonomía se complica cuando don, Routledge 1983, (vid. Cap. I).

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punto, una elección libre de condicio- y revela mejor la «intimidad» del sujeto,
namientos, ya que no está exenta de en su mundo «privado», como dueño y
los condicionamientos socioculturales poderoso de sí, sobre todo de aquello que
y temperamentales que cualquier indi- haga referencia a sí mismo.
viduo debe afrontar para decidir desde Este error lo encontramos en autores
la propia realidad, es para estos autores modernos y utilitaristas, como Stuart
un supuesto que rompe la ausencia total Mill, que piensan que la autonomía
de coacción. Aunque también sabemos reside en la carencia de vínculos y que
por experiencia que cuanto más se co- consiste en considerar que cuantos me-
nozca el sujeto a sí mismo y conozca los nos vínculos, más libres y autónomos
condicionamientos sociales, personales, somos para decidir. Sin embargo, la
circunstanciales que le rodean, mejor y experiencia lo contradice, porque, como
más acertada será su elección. veremos, la autonomía está, sobre todo,
Por eso, la autonomía tiene que ser en la capacidad de asumir los vínculos y
entendida por los utilitaristas5, como la los condicionamientos para saber actuar
independencia de cualquier vinculo en la desde ellos.
esfera individual y requiere, en el orden Hoy día algunos creen en una auto-
social, ser salvaguardada, como requisito nomía que no deja de ser una ficción,
necesario para mantener la seguridad en sentirse libre de ataduras para disponer
el ámbito social. Pero el sujeto autónomo, más de sí mismos, pero está liberación es
independiente de los otros, tropieza en ficticia ya que la autonomía no consiste
el orden social con la autonomía de los en no asociarse con nada (no contami-
demás. La autonomía se convierte en una narse), aunque uno tenga que asociarse
esfera privada y subjetiva independiente consigo mismo, sino que la autonomía
de todo vínculo con la realidad externa consiste más bien en vivenciar como
que no sea el mismo sujeto. propios los vínculos para decidir desde
Este intento de entender la autonomía allí, con conocimiento de causa y con
como independencia de todo vínculo que responsabilidad. La experiencia pone en
coaccione, es un obstáculo para fundar la evidencia que cuanto más desarraigado
autonomía en la autoconciencia del sujeto vive un hombre de su tierra, familia,
que se adueña de sus actos, porque la etc. más difícil es configurar su propia
razón se convierte en un peligro que de- identidad sin referentes culturales y, por
pende de algo externo al sujeto, mientras tanto, cuanto menos se conozca uno a sí
que la voluntad, el deseo, es más cercano mismo y a los demás, esa indiferencia
no le conduce a una actuación más libre,
5 Para estos autores utilitaristas la razón porque le falta el conocimiento propio y
tiene un papel secundario, explicativo de nuestras el conocimiento de la situación desde la
acciones, ya que consideran que la razón introduce
ciertos elementos externos perjudiciales para la au- que debe tomar la decisión.
tonomía del individuo. De ahí el afán de desvincular Pues bien, una libertad que está orien-
al individuo de todo tipo de ataduras externas. tada por los impulsos y deseos no puede

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tener un dominio sobre sus actos y por jeto y le diera normas externas, no pensa-
tanto, carece de una autonomía capaz de das por sí mismo. No obstante, la realidad
distanciarse de las cosas y de uno mismo nos muestra que vivimos en sociedad y
para actuar lo más libremente posible. nos configuramos, al menos hasta que
Aunque, en la vida corriente hablamos de podemos comprenderlo, aprendiendo
sujetos autónomos como aquéllos que no a través de la cultura, esto no implica
se dejan llevar o influenciar por las modas que no seamos capaces de distanciar,
o la presión social. conocer y asumir esas ideas para perci-
Gray6 cree que el camino para dar in- bir la realidad desde nosotros mismos y
teligibilidad a la acción humana y poder actuar en consecuencia. Por consiguiente,
explicarla es subsumirla bajo una ley o querer estar libre de todo supuesto, de
principio. De alguna manera es apelar todo condicionamiento exterior, desde el
a la razón una vez que la elección se ha punto de vista de la experiencia humana
realizado. Además, admite que la acción es imposible.
autónoma es criterio de placer, según sea Desde esta perspectiva se entiende
mayor o menor la autonomía así será que la autonomía reside más bien en el
también el placer, más o menos elevado, dominio de los propios actos, no en la
por tanto, la elección más autónoma y ausencia de límites. El primer requisito
espontánea es instrumento de felicidad, para la autonomía de la libertad es que
produce en el sujeto la satisfacción de el sujeto sea autoconsciente y posea su
una acción realizada desde lo más propio condición personal8. La razón del obrar
u originario de uno mismo, libre de in- no está en una heterodeterminación, sino
terferencias. Así, por ejemplo, Mill busca en una autodeterminación, porque la raíz
lograr una indeterminación total de la de la razón de obrar se encuentra en el
voluntad, sin ningún tipo de coacción, mismo sujeto, no en algo exterior.
evitando la heteronomía, es decir, todo lo Entender la autonomía como in-
que proviene de fuera del sujeto y pueda dependencia de vínculos lleva a una
determinar su acción7. individualidad cerrada en sí misma, tal
En efecto, estos autores piensan que como ocurre en Mill, que considera que
para actuar libremente necesitamos la au- el interés de autonomía consiste fun-
tonomía, tanto de pensamiento como de damentalmente en dejar que los demás
acción, para poder elegir y actuar desde persigan sus metas, aunque dañen sus
nosotros mismos. Pero el problema de propios intereses con sus errores. Hasta
estos autores es que consideran la razón
como «algo externo» a la naturaleza del
sujeto, como si viniera de «fuera» del su- 8 Cuando Zubiri define el concepto de per-
sona como sustantividad de propiedad: «yo soy
mío», la nota de propiedad alude a la inteligencia,
6 Cfr. Gray, J., op. cit., p. 62. que tiene la capacidad de enfrentarse con la realidad
7 Cfr. Stuart Mill, J. De la libertad, Tecnos 1965, de uno y de las cosas. Cfr. Zubiri, X., Sobre el hombre,
p. 188. Alianza editorial, Madrid 1986.

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el punto que el respeto a la libertad in- para ir configurando sus pensamientos y


dividual está por encima del derecho a acciones, compartiendo con los otros. Por
invadir su propia autonomía. Lo único el contrario, el que busca la ausencia de
que podemos hacer para ayudar a otros vínculos si no confronta su pensamiento
ante situaciones de peligro es aconsejar- y acción con los demás puede acabar
les con «consideraciones que ayuden a viviendo ajeno a la realidad, encerrado
su juicio, exhortaciones que fortalezcan en un mundo de ficción.
su voluntad, (que) pueden serle ofrecidas Por otra parte, se plantea la duda de si
y aun impuestas por los demás; pero él el hombre que vive en su ámbito privado
mismo ha de ser el juez supremo. Todos y no tiene que responder a nadie de sus
los errores que pueda cometer, aun contra actos, ni siquiera a sí mismo, a su condi-
ese consejo y advertencias, están compen- ción personal, se sentirá responsable ante
sados con creces por el mal de permitir los demás y ante la sociedad. Pues no se
que los demás le impongan lo que ellos trata tan sólo de responder de nuestras
consideran beneficioso para él»9. El hom- acciones ante los demás, sino también
bre es el único juez de sí mismo y sus ante uno mismo, porque si lo que se
propios errores son menos importantes pretende alcanzar es el desarrollo de las
que el no respetar su autonomía, no se capacidades, para dirigir nuestra vida de
permite la intervención, porque para forma humana y personal, tenemos que
Mill el mayor beneficio del individuo actuar adecuadamente para conseguir el
es su propia autonomía que es, además, objetivo.
ingrediente necesario de la felicidad. Volvemos a insistir en que la autono-
El problema que se plantea es que se mía es sobre todo la toma de conciencia
pone en duda la forma que el hombre de los hechos, su distanciamiento y cono-
tiene de configurarse como ser libre y cimiento para actuar con cierto dominio
autónomo, porque es precisamente al de los actos. Desde esta perspectiva, la
adueñarse de sí mismo, asumiendo sus autonomía es un principio de la libertad
actos, no sólo errando, como el hom- sin el cual no se puede actuar. Todo in-
bre se conoce (conócete a ti mismo) a dividuo, en cualquier circunstancia, debe
través del conocimiento y de la acción, saber lo que hace y por qué lo hace, debe
sabiendo lo que hace y por qué lo hace y poder responder de sus actos. La libertad
procurando corregir sus elecciones para es necesaria para la autorrealización y la
que le sean beneficiosas en la meta de actuación moral del individuo, por eso
alcanzar libremente su autorrealización nadie puede prescindir de la libertad, de
humana. Pero esto sólo se consigue con actuar con dominio de los actos, aunque
los otros, con los que se aprende a ser uno es libre de someterse a doctrinas o
libre, cuando uno es capaz de vincularse acciones que le ayuden a conseguir su
a los otros, de dialogar con los demás, realización personal de un modo libre
y racional. Mill confunde libertad con
9 Stuart Mill, J., De la libertad, p. 190. independencia, porque no comprende la

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importancia de las relaciones humanas y van forjando una predisposición a elegir


de la vida comunitaria en la adquisición de un modo determinado, acorde con esa
de la libertad. primera elección, si uno no es capaz de
rectificar a tiempo. Así, me predispongo
3. Autonomía y Libertad a ser un perezoso o un deportista según
hayan sido mis elecciones previas. Por la
La acción libre es requisito necesario elección trato de alcanzar lo que creo más
para lograr la individualidad plena de un conveniente para mí, según el momento
sujeto, porque ser capaz de determinar la y las condiciones personales, pero si mis
propia capacidad racional y elegir entre sucesivas elecciones son cada vez peores
diferentes alternativas que promuevan la y no las corrijo, me iré habituando a de-
acción es ya autodeterminación. Algunos cidir en un sentido menos beneficioso,
autores consideran que del hecho de la me iré forjando una disposición hacia un
elección se deriva la convicción de que tipo de acciones que van configurando mi
muchos bienes son tales sólo porque son carácter. Las malas elecciones conducen a
elegidos. Por eso, el carácter de indivi- otras elecciones de la misma índole por-
dualidad se produce fundamentalmente que algunas elecciones me abren a otras
a través de la elección, porque es en la alternativas, otros horizontes a realizar,
elección donde el individuo desarrolla pero hay también elecciones que me
sus capacidades y decide, sin ninguna cierran más el horizonte. Es importante
coacción, movido por sus intereses y tener en cuenta que la elección repercute
deseos. directamente sobre mi carácter y me
En primer lugar, la mera capacidad dispone a futuras elecciones en el mismo
de elegir no es ya libertad, porque uno sentido. Si por una elección errónea me
puede elegir continuamente pero de una encuentro en un sitio equivocado y, en
forma poco reflexiva y sin los requisitos vez de reflexionar o retroceder, me dejo
necesarios para que una acción sea libre. llevar por la situación, teniendo que hacer
En segundo lugar, sabemos que toda nuevas elecciones, desde esa disposición,
acción libre es original, en el sentido que las nuevas elecciones serán tan erróneas
se origina en el sujeto, sin antecedentes, es como la primera.
creativa y propia del sujeto que la realiza, Ahora bien, la elección está motivada
por eso, la elección promueve indivi- por mis intereses. Entendiendo por inte-
dualidad. Sin embargo, la mera elección reses aquello que «motiva» mi actividad
siempre tiene consecuencias beneficiosas con cierta permanencia o estabilidad.
o negativas para el sujeto que la ejerce, es Otro aspecto importante es destacar en
decir, nunca es indiferente. este punto lo que hemos llamado motiva-
Pensemos, por ejemplo, que un sujeto ción, pues no es lo mismo estar motivado
no acierta en sus elecciones, se equivoca por los intereses que estar determinado
o no pone interés en ellas, esto implica por ellos, en cuyo caso son los intereses
que las sucesivas elecciones que realice los que causan la acción.

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Cuando se habla de elección «propia» Esto quiere decir que hay actos más libres
nos referimos, más bien, al impulso ori- que otros y esta mayor libertad depende
ginal espontáneo de nuestra volición o del contenido de la elección (libertad de
deseo que, por ser tal, es lo más propio especificación). No es lo mismo elegir sin
u original del sujeto, porque brota espon- más, que elegir algo que me parece bueno
táneamente sin ninguna interferencia. Lo para mí. Posiblemente Mill también creía
más originario, lo más espontáneo y pro- que toda acción libre se consigue que sea
pio de un sujeto, sin ninguna interferencia más libre si favorece el desarrollo de mis
externa podríamos decir en un primer potencialidades y maximiza la libertad
momento que es lo espontáneo. general. Pero esto significa que algunas
Hay que advertir que muchos auto- acciones tienen un contenido muy limi-
res confunden espontáneo, propio con tado, mientras que hay otras acciones que
original y privativo del sujeto. Pero esto sobrepasan nuestros intereses y favorecen
no es correcto, porque lo más «original» a los demás y esto, repercute, directa-
en el hombre no es lo que se origina en mente, en nuestro carácter y disposición
sus tendencias inconscientes, sino aquello para hacernos más libres. No es lo mismo
que el hombre experimenta como propio, elegir un bien que sólo me beneficia a mí
internaliza en la experiencia para hacerlo que elegir algo que favorece a muchos
suyo, lo cual requiere una reflexividad hombres, la historia demuestra que este
consciente, una apropiación de los hechos. tipo de elecciones no sólo favorecen el
Un ejemplo sencillo es comprobar cómo bien de la humanidad, sino que también
la visión que cada uno tenemos de hechos son un gran beneficio personal, aunque
comunes varía en función de nuestro la elección no se mueva por el placer. Es
modo de asumir la experiencia y cultura. decir, que hay elecciones más valiosas que
Tal vez no hay muchas cosas originales otras porque nos hacen más humanos y
pero lo verdaderamente original y pro- favorecen, no sólo el bien de los otros,
pio, es saber hacer propio lo colectivo, lo sino también el bien propio.
ajeno, esto es un fenómeno habitual que No obstante, aquí se esconde un
algunos individuos más reflexivos y con aspecto importante de la libertad. Por
un bagaje experiencial más amplio saben una parte, las condiciones de la libertad
ejercer sobradamente. En otras palabras, necesitan una cierta indiferencia con
lo más importante de la elección no es el respecto a las inclinaciones, es decir, no
mero ejercicio de elegir, sino de elegir bien puede el sujeto regirse por las inclinacio-
y esto supone reflexión sobre el contenido nes naturales más fuertes, porque en ese
de la elección. caso no sería libre, estaría llevado por la
Otra cuestión que me gustaría destacar fuerza de la inclinación. Pero por otra
en el tema de la elección es precisamente parte, esta inclinación natural o voluntad
el contenido de la misma. El acto libre re- natural requiere una atracción para tener
quiere tanto la libertad de ejercicio o elec- una cierta orientación. Dicho de otra
ción como el contenido de esa elección. manera, si nuestra voluntad racional es

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indiferente a todo y no tuviera ningún que me lleva a un conocimiento sobre


tipo de orientación, no podría decidirse mí mismo, para saber que es lo más con-
ante una indiferencia absoluta. Pero veniente en esos momentos y sobre mis
como todo lo natural, hay en la voluntad circunstancias o condicionamientos, para
una inclinación natural, que como tal que la elección sea más acertada.
está inclinada, no determinada, hacia un Lo que hay que tener en cuenta a la
modo natural de acción, que la orienta hora de hablar de la elección o voluntad
hacia lo más conveniente para nuestra es el carácter intencional de la voluntad,
condición natural. que requiere el conocimiento del fin.
La tradición clásica habla de la incli- Como dice Tomás de Aquino, «para la
nación al bien, a conseguir aquello que razón de voluntario se requiere que el
es bueno o conveniente para nosotros. principio del acto sea interior con algún
Nadie quiere el mal para sí mismo de conocimiento del fin»10. Desde esta pers-
modo directo; aunque sepa que algo no pectiva, García López dice: «Hay también
le beneficia, lo elige siquiera sea como un actos que se oponen a los voluntarios de
placer momentáneo. Esto quiere decir que una manera sólamente específica en cuan-
la voluntad se siente atraída naturalmente to son realizados sin conocimiento del fin,
por todo aquello que le beneficia. Así, por y pueden ser simplemente naturales (los
ejemplo, de la naturaleza de nuestro en- propios de los seres no vivientes) o actos
tendimiento procede su modo de actuar vitales no cognoscitivos (los propios de
abstractivo. los seres vivientes con vida puramente
Hay otro punto que conviene aclarar vegetativa)»11.
en referencia al acto voluntario que, no Pues como ya he dicho anteriormente,
hay que olvidar, procede de un principio una espontaneidad que no puede fundar
intrínseco con conocimiento del fin. Es el una preferencia real o una elección ver-
que voluntario es todo lo que responde dadera es una irracionalidad arbitraria,
a la tendencia de la voluntad y procede porque la pura espontaneidad es ciega y
de ella como resultado o efecto de las no tiene orientación.
acciones. Así, todo acto libre es acto En conclusión, el acto de voluntad
de un sujeto, ya que no es la voluntad decide zanjar la deliberación con arreglo
la que quiere, sino el hombre por la a unos motivos, pero la instancia de la
voluntad. Además, tiene que haber un decisión estriba en la voluntad, porque
motivo, pero este motivo no puede ser es la voluntad la que elige un motivo
la causa del acto (lo que nos llevaría al determinado con conocimiento, no son
determinismo) sino parte integrante de
él o más exactamente lo que le constituye
10 Tomás de Aquino, Summa Theologiae, I-II,
como libre.
q. 6, a. 1., ed., Marietti, Turín 1967.
La elección requiere unas condiciones 11 García López, J., «Entendimiento y voluntad
para que sea realmente libre y no causada, en el acto de elección» en Anuario Filosófico, vol. X,
es un requisito imprescindible la reflexión nº 2, Universidad de Navarra 1977, p. 94.

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los motivos los que nos hacen decidir. de la moral que pueda dar razón de sus
El motivo no se puede convertir en contenidos.
causa del acto, esto es importante para Ahora bien, este rechazo de la inclina-
poder hablar de acto libre. Imaginemos ción natural apunta decididamente hacía
que estamos muy motivados a leer el una autonomía moral del obrar humano
último libro de Harry Potter, en cuanto entendida como un radical voluntarismo.
sale decido comprarlo, pero si no tengo Voy a intentar explicar este proceso, ya
dinero y no puedo comprarlo, no robo que, desde mi punto de vista, para insta-
para conseguirlo, no me arrastran los larse en una actitud voluntarista es pre-
motivos hasta conseguir no dominar ciso anular la voluntad como naturaleza.
mis actos. La elección siempre es del Esto es lo que históricamente se ha dado
sujeto que decide entre motivos, tiene con el paso de una filosofía nominalista
un dominio de su acción porque es suya a la filosofía trascendental.
y sólo depende de él. Este paso revela que la ausencia del
impulso natural en la constitución de la
4. Autonomía y heteronomía voluntad libre conduce históricamente
a una autonomía moral del obrar, cuya
Por heteronomía se entiende la vo- indiferencia sólo se deshace por una ley
luntad no determinada por la razón del externa: la pura obligatoriedad de los
sujeto, sino por algo ajeno a ella, es el caso mandatos de Dios. Esta sería, en último
contrario de la autonomía en la que el término, la razón por la cual el hombre
sujeto se da a sí mismo sus propias leyes. moderno rechaza un obrar dirigido por
Pero el problema actual es grave cuando una heteronomía, extraña al hombre
nos encontramos ante una heteronomía mismo, como es el caso del mandato
que tiene como marco de referencia divino.
el pensamiento kantiano. La tradición Pues bien, este voluntarismo se con-
que arranca de Kant tiene que ver con suma cuando se admite que la verdad no
el rechazo de la fundamentación de la es anterior a la voluntad divina, sino que
moral en la naturaleza. Como decía en ésta produce la verdad. Toda verdad de-
la introducción, la propuesta de una mo- pende de la voluntad divina y, por tanto,
ral formal, hace que tanto la autonomía la rectitud plena compete exclusivamente
como la dignidad queden desvinculadas a la voluntad infinita. De ahí, que toda
del concepto de naturaleza y pierdan la otra voluntad sea deficiente si no se halla
fuerza que tienen como principios de confortada por un principio extrínseco.
moralidad para quedarse en conceptos De este modo, las cosas buenas o malas
meramente formales. no son por naturaleza, sino porque Dios
Este es uno de los problemas de la lo dispone.
modernidad, porque el rechazo de la Este modo extrínseco al hombre de
naturaleza o de la inclinación natural considerar la bondad de las cosas va
impiden una fundamentación universal emparejado a la negación de la volun-

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tad como inclinación natural. No existe lo importante es lo que el hombre expe-


ninguna inclinación de la voluntad a la rimenta en su existencia. No sólo como
misma inclinación natural de lo bueno. el se concibe a sí mismo, sino como él se
Por ejemplo, para Escoto el velle naturae12 quiere a sí mismo y como él se concibe
se inclina sólo hacia lo provechoso por en su proyecto de existencia14.
estar vinculado exclusivamente a los Es fácil encontrar similitudes entre los
apetitos e instintos. No entendió que la autores voluntaristas, así cabe afirmar
inclinación natural al bien es un apetito que el carácter absoluto de la libertad de
elícito. De ahí que para él la voluntad sea Ockham es también el carácter absoluto
libre cuando, con independencia de las de la libertad que Sartre otorga al hombre.
inclinaciones, tienda a lo que es bueno, Esta analogía entre los dos pensadores es
porque es bueno, no en sí, sino porque bastante exacta. Aunque el voluntarismo
Dios lo quiere. de Ockham cae en una libertad arbitra-
Si se mantiene este voluntarismo teoló- ria, expresa muy bien el mismo error de
gico no hay razón en el mundo moderno Sartre que para aumentar la libertad, para
para seguir manteniendo el poder de una que no tenga las limitaciones propias de
fuerza heterónoma al hombre como es la la racionalidad, tropieza también con la
voluntad divina. La voluntad de Dios se arbitrariedad, en este caso no en Dios,
ha convertido en una amenaza para la sino en el hombre. En ambas situaciones
libertad de la voluntad del hombre. No se trata de un voluntarismo que teme
tiene sentido, por tanto, mantener algo que la razón imponga limitaciones. Así
que va en contra de la misma autonomía también se entiende que llegue un mo-
del obrar, es decir, de la misma libertad mento en el que el hombre no quiera
humana. que nadie externo le imponga normas
Además el hombre descubre el poder que no desea.
de negar la existencia de Dios sin grandes Sartre descubre, como también lo
argumentos y especulaciones, tan sólo hizo Descartes, aunque con otro sentido,
necesita la afirmación del poder que le el poder de la voluntad para afirmar o
otorga su voluntad de querer, el pensa- negar la realidad. Una voluntad pode-
miento es secundario. Sartre afirma: «el rosa, arbitraria y soberana con poder de
hombre es meramente como el se conci- afirmar o negar. Pues bien, el ateísmo de
be»13. El hombre se interpreta en su vivir Sartre se abre con el concepto deísta del
e impone su querer en su existir, ya que Dios de la Ilustración, en un segundo mo-
mento aparece el concepto de autonomía
kantiano, donde con la idea de una ética
12 Cfr. Garcia Marqués, A., «El hombre como heterónoma ya no tiene sentido hablar de
animal liberum en J. Duns Escoto» en El hombre:
un Dios fuera de la realidad humana, por
Inmanencia y Trascendencia, Universidad de Navarra,
1991, 895. lo tanto, la autodeterminación de la liber-
13 Sartre, J.P., El existencialismo no es un human-
ismo, ed. Losada, Buenos Aires 1980, p. 22. 14 Cfr. Sartre, EH
EH, pp. 22-24.

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¿La autonomía, fundamento de la dignidad humana?

tad debe venir de la mano del hombre, En esta autonomía de la razón huma-
capaz de darse sus propias leyes, pues na se consuma también el voluntarismo,
ya no necesita a nadie fuera de él que le con la negación de la voluntad como
indique qué es lo que debe hacer. inclinación natural. Así, la voluntad to-
Hemos pasado de un Dios arbitra- talmente libre de cualquier inclinación
rio, voluntarista, a un Dios alejado del actúa libérrimamente. En este contexto ya
hombre, en el que ya no hay que buscar no tendría sentido hablar de una moral
razones para la vida. Un Dios que impone basada en «la libre aceptación de nuestro
desde fuera sus leyes no es válido para el ser», ya que esto sólo es válido en una
hombre moderno que debe ser autónomo moral creacionista, donde la naturaleza
y libremente dirigirse desde sí mismo. humana está ordenada por el Creador
Ahora bien, este voluntarismo que se hacia el bien y donde las leyes, basadas
aprecia en la filosofía moderna es, a par- en el conocimiento de estas tendencias,
tir de Descartes, una libertad entendida están en buena parte impresas en el co-
como capacidad del poder de la volun- razón del hombre.
tad. Un poder que permite interpretar Cualquier heteronomía moral es un
la realidad en función de los intereses y peligro para el hombre, es algo enajenante
que otorga al hombre una determinación y es preciso sustituir esta heteronomía
en el orden de las decisiones. El poder por una libertad que permita al hombre
del querer del hombre por encima de la constituirse a sí mismo, sin ninguna
realidad es una imagen que configura imposición externa que le determine a
las coordenadas de la libertad moderna, obrar.
cada vez más alejada de la racionalidad. Un claro exponente de este modo de
Responde a esta concepción moderna pensar es expuesto por Hegel cuando
de la libertad que Sartre representa, al dice: «Ningún hombre puede renunciar
término de de un largo proceso, y que al derecho de darse a sí mismo su ley, y
se caracteriza por entender la libertad sin de no dar cuenta de su observancia más
«cargas» externas a la libre decisión de que a sí, ya que por esta alienación cesaría
nuestra voluntad, lo cual lleva a que el de ser hombre» 16.
pensamiento sea secundario y la reflexión
o argumentación no sean precisas15.
modo de vida, se ha convertido en la tiranía del voto
15 Para entender este proceso voluntarista de o en el poder del más fuerte. No conviene el dis-
la libertad moderna, de la que Sartre es un buen rep- curso, ni el argumento, lo importante es conseguir
resentante, mi estudio cfr. Gordillo, L., La trayectoria la meta que uno se propone, no importa si es buena
voluntarista de la libertad: Escoto, Descartes y Mill, ed. o mala, es mi elección. Volvemos a la dictadura del
Nau Llibres 1996. Este modo moderno de entender poder de una voluntad autónoma que sólo mira por
la libertad se introduce en todos los modos de vida, sus intereses y por los de algunos más para poder
desde el educativo al político. Así, por ejemplo, conseguir más poder.
se educa a través de consignas o consideraciones 16 «Positividad de la religión cristiana», en
siempre prácticas dirigidas a la voluntad pero nunca Nohl, H., «Hegels theologische Jungendschcriften»,
a la razón. En el orden político la democracia, como Frankfurt 1967, p. 221.

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Lourdes Gordillo Álvarez-Valdés

Ahora bien, una moral sustentada en se conjuga con la positiva capacidad


una libertad independiente de la inclina- para otorgarse la propia determinación
ción natural, de la voluntad al bien, es respecto de los bienes concretos y para
una libertad sin orientación. Pero, una una efectiva autodeterminación hacia el
voluntad sin impulso natural, tal como bien real o verdadero. Así lo entendieron
postula la filosofía voluntarista, es una los clásicos que compaginaron estas dos
voluntad a la deriva, cuya constituti- direcciones de la libertad de la voluntad:
va indiferencia sólo puede quebrarse voluntad como naturaleza y voluntad
acudiendo al expediente de la pura como razón.
obligatoriedad de la ley, con el fin útil Sin embargo, esta supremacía que
de alcanzar un beneficio social. Si este el voluntarismo confiere a la voluntad,
deber o ley que rompe la indiferencia entendida como acción original, como
inicialmente, procede de una instancia poder, es una voluntad desorientada sin
exterior a la conciencia, la moral, como ningún punto de apoyo que la oriente sin
es el caso de Escoto, será heterónoma. coaccionarla, es una voluntad vacía de
Pero, si se sostiene que no hay más de- racionalidad que supedita la reflexión y el
beres que los que mi propia racionalidad pensamiento intelectual a la superioridad
me impone, entonces, la moral deviene de la acción y de los sentimientos. Un
pura autonomía de la razón, que es lo claro exponente de esto es la apología de
que ocurre en Kant. la voluntad de Nietzsche, donde el volun-
Aquí entra en juego la libertad de tarismo alcanza sus más altas cotas.
coacción, como primera aproximación En suma, desde el voluntarismo teoló-
al concepto de libertad, en este sentido gico, basado en una falsa moral heteróno-
es libre lo espontáneo, lo que no está ma, a un obrar autónomo, desvinculado
sujeto a violencia y surge de un principio ya de la ley divina, hay toda una trayec-
intrínseco. Pero la no necesidad entraña toria que culmina en un voluntarismo
una suerte de indiferencia, que está pre- psicológico, donde el yo pienso origina
sente en ambos aspectos de la libertad el yo quiero constitutivo voluntario, cuyo
psicológica. objeto hace referencia no a los contenidos
Desde mi punto de vista, es el olvido normativos, sino a la conciencia.
de la inclinación natural de la voluntad Una vez hechas estas consideraciones
hacia el bien, lo que desencadena este sobre el voluntarismo, cabe preguntarse
voluntarismo y esta autonomía de la si la autonomía y la libertad pueden ser
moral, entendida con independencia de el fundamento de la dignidad.
la orientación de la voluntad al bien de
las cosas. Si la autonomía es un requisito 5. El fundamento de la dignidad: La
fundamental para la libertad, esto quiere libertad
decir que la voluntad, como impulso na-
tural al bien, no rompe esta autonomía Una vez terminada esta parte teórica
de la voluntad, ya que esta voluntad que intenta esclarecer el principio de au-

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¿La autonomía, fundamento de la dignidad humana?

tonomía y libertad como fundamento de actuar desde sí mismo y por sí mismo,


la dignidad, pasamos a considerar la dig- ya que la libertad es necesaria para la
nidad como valor absoluto, no realizado, autorrealización humana, porque la liber-
es decir, algo que tengo como principio y tad hace al hombre dueño de su propio
como fin y que requiere un proceso para destino. Por eso dice Tomás de Aquino
su consecución. Así se explica que yo he «he aquí el supremo grado de dignidad
de configurarme en mi propia realidad de los hombres: que por sí mismos, y no
personal, realizarme a mí mismo en mi por otros, se dirijan hacia el bien»17.
verdad más profunda: mi dignidad como La constatación de la dignidad huma-
persona. En otras palabras, que por el he- na remite a un proyecto de autorrealiza-
cho de ser persona debo realizarme como ción y, aunque la persona tiene un valor
tal, conocer en qué consiste la realidad absoluto, la persona puede frustrar su
personal para actuar conforme a ella. autorrealización al no vivir como un ser
Esta es la verdad de mi existencia y es la personal. Aquí está en juego el principio
realidad, a partir de la cual se dibuja mi de identidad: «yo tengo que ser lo que
proyecto vital. soy» y lo que soy no lo soy del todo.
La palabra dignidad viene del latín Tengo una dignidad, un valor absoluto,
dignitas: aquello que tiene una prioridad, he de hacer mi propia realidad personal,
importancia, preeminencia. Entre todas realizarme a mí mismo en mi verdad más
las substancias el hombre tiene dignidad, profunda: en mi dignidad personal.
preeminencia entre las demás cosas y es Hay que buscar el fundamento de
preeminente porque tiene intelecto y vo- esa dignidad en algo más allá que el
luntad: libertad. Es decir, entre el hombre hombre mismo. Estamos hablando de un
y el resto de los seres vivos hay un abismo comienzo que soy yo mismo, yo que me
insalvable que es la autoconciencia. adueño de mi vida a través de mis actos,
El hombre se pregunta cómo debe un yo libre que tiene a su disposición su
obrar de acuerdo con su dignidad, de ahí entera existencia. Un ser diferente de los
surge la moral que se apoya en la libertad, otros, único, insustituible pero, al mismo
para obrar conforme a su condición tras- tiempo, que puede dejar de ser por cual-
cendente. El deseo radical de la persona quier accidente. Por eso, hay que buscar
es realizarse, por eso experimentamos el fundamento de la dignidad en algo
nuestra vida como proyecto. Este camino trascendente al hombre mismo.
de realización es el punto donde descansa Para Kant, la propia índole del hom-
la libertad humana. El valor sustantivo bre es ya sin más dignidad: «la huma-
de la específica dignidad del ser humano nidad misma es una dignidad, porque
se llama libertad, sea cual sea su uso. La el hombre no puede ser tratado por
libertad es el requisito previo para que ningún hombre (ni por otro, ni siquiera
el hombre llegue a ser idéntico consigo
mismo y pueda desarrollar y realizar
sus propias potencialidades. Ser libre es 17 Tomás de Aquino, S. TH. I. q. 79, a. 12.

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Lourdes Gordillo Álvarez-Valdés

por sí mismo) como un simple medio, considerar que si no hay trascendencia


sino siempre, a la vez, como un fin, y en no hay moral y si no hay inmortalidad
ello precisamente estriba su dignidad (la tampoco hay moral, ya que un ser intra-
personalidad)»18. A la idea de libertad mundano no puede ser moral, porque la
pertenece el deber de respetar la digni- responsabilidad, fruto de la libertad, se
dad del otro, es decir, una responsabili- disuelve en un ser intramundano. Tratar
dad política, social y moral, porque la de argumentar, como pretenden algunos
libertad se destruye a sí misma sino se filósofos, que el hombre debe responder
complementa con la responsabilidad y ante la historia no tiene sentido, ya que la
el compromiso. historia es una abstracción o una entele-
Lo propio del ser racional, como bien quia que no puede comprometer a ningún
señaló Aristóteles, es obrar por la razón hombre cabal. Cuando Kant afirma que
y el obrar por la razón es discernir entre el sufrimiento del justo o el triunfo del
lo que es justo e injusto, bueno o malo y, malvado no pueden comprenderse sin la
por tanto, lo que debe dirigir mi acción. inmortalidad, está considerando la exis-
De aquí se deduce la importancia de la tencia de otra vida donde se haga justicia,
razón como principio de libertad. Pero la se premie o castigue. Sin Dios, sin liber-
razón se mueve conociendo la realidad tad, sin inmortalidad se destruye la moral
para establecer los medios adecuados y tampoco podemos hablar de deberes.
para conseguir los fines. Por lo tanto, la En este sentido hay que entender que
autonomía y la libertad son lo propio cualquier concepción moral del hombre
del ser racional que necesita orientarse y debe de trascender la condición humana,
distanciarse (objetivación) de la realidad, ya que la trascendencia es condición de
para reconocer lo conveniente, lo bueno libertad y de dignidad humana.
para el ser humano. Pues bien, el fundamento ontológico
Todo hombre posee una dignidad ni de la dignidad de la persona humana es
más ni menos que en tanto que es hom- en su calidad de ser trascendente y cons-
bre, es decir, por el hecho de ser persona titutivamente libre, pero para comprender
humana, antecedente a toda opción en el bien la dignidad debemos acudir al ori-
uso efectivo de su libertad, independiente gen mismo de la libertad. Radicalmente
de los contenidos de su conducta. El hom- hablando, yo no me he dado a mi mismo
bre posee la dignidad de persona, y sólo la libertad que tengo. En cuanto libre «me
por ello, es por lo que resulta susceptible encuentro conmigo mismo»: soy un don
de determinaciones éticas en su conducta. para mí. El puro hecho de mi libertad,
Ahora bien, es interesante en este punto desde el cual yo me doy mis determina-
ciones propias es, en mí mismo, algo tan
natural (tan congénito y recibido) como es
18 Kant, I., Metafísica de las costumbres, segunda
parte, principios metafísicos de la doctrina de la natural al animal el hecho de no ser libre.
virtud, ed. de Adela Cortina, Tecnos, Madrid 1989, Así pues, mi libertad tiene un origen que
p. 335. no soy yo mismo.

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¿La autonomía, fundamento de la dignidad humana?

En suma, la dignidad de la persona nuestro propio destino, sabiendo quiénes


humana es un trasunto de la dignidad somos y de dónde venimos para obrar
de su origen. La dignidad de la persona de acuerdo a este proyecto vital que es
humana es también radicalmente exigen- mi verdad más profunda mi dignidad
cia de libertad. Si buscamos el origen de personal.
nuestra libertad, sólo podemos encon- Ser autónomo no consiste en no tener
trarlo en una inteligencia y voluntad vínculos, la autonomía es saber asumir los
muy superior a la humana. El origen propios vínculos libremente, es ser cons-
trascendente del libre albedrío humano ciente de los propios límites para com-
ha querido, al querer ese albedrío, que prender cómo compaginar la condición
en efecto el hombre sea libre. Además, finita del hombre y su inconmensurable
la autodonación voluntaria, el amor, es dignidad humana.
el acto más perfecto de la libertad, pero Me gustaría terminar con las palabras
lo importante es que ese origen sea la de Unamuno que reflejan bien esta actitud
referencia de mi autorrealización, ya que del hombre que se enfrenta a la compleja
el disponer de mí mismo está orientado realidad de su situación misteriosa que,
a la relación personal con el otro. Pues si por una parte, traspasa los límites de la
mi realización libre consiste en trascender infinitud y, al mismo tiempo, se encuentra
los límites a través de la donación y la encerrado en tenebrosas situaciones con-
apertura al otro, qué podríamos decir del cretas y temporales que le atenazan. Por
Ser Personal (inteligencia y voluntad), eso, el mensaje de Unamuno es esperan-
origen de mi libertad, que ha querido que zador cuando dice: «Amar en espíritu es
amando libremente al otro y mi destino compadecer y quien más compadece más
me realice como merecedor de su autodo- ama. Los hombres encendidos en ardiente
nación divina. Sólo un Dios, Ser personal, caridad hacia sus prójimos es porque lle-
puede querer la libertad humana y sólo garon al fondo de su propia miseria, de
un hombre de origen divino puede amar su propia aparencialidad, de su nadería,
libremente. y volviendo luego sus ojos, así abiertos,
Por consiguiente, la libertad humana, hacia sus semejantes, los vieron también
en cuanto es constitutivamente apertura miserables, aparienciales, anonadables, y
y trascendencia, nos hace dueños de los compadecieron y los amaron».

Recibido: 06-02-2008
Aceptado: 21-04-2008

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