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CAPÍTULO V

RESPONSABILIDAD Y LIBERTAD

1. Responsabilidad y Libertad.

La libertad no solo significa que el individuo tiene la oportunidad y responsabilidad de la elección, sino
también que debe soportar las consecuencias de sus acciones y recibir alabanzas o censuras por ellas. La
libertad y la responsabilidad son inseparables.

La fe en la responsabilidad individual, que cuando la gente creía firmemente en la libertad individual


siempre fue poderosa, ha decaído juntamente con la estima por la libertad. La responsabilidad ha
llegado a ser un concepto impopular, una palabra que evitan los oradores o escritores de experiencia,
debido al evidente fastidio o animosidad con que se le recibe por una generación que no gusta en
absoluto que la moralicen. A menudo evoca la abierta hostilidad de hombres a quienes se les ha
enseñado que nada, excepto la circunstancias sobre las cuales no se tienen control, han determinado su
posición en la vida o incluso sus acciones. La negación de la responsabilidad, sin embargo, se debe
comúnmente al temor que inspira. Un temor que también llega a ser necesariamente el temor a la
libertad. Es indudable que mucha gente está temerosa de la libertad, porque la oportunidad para hacer
la propia vida significa una incesante tarea, una disciplina que el hombre debe imponerse a sí mismo para
lograr sus fines. (94)

Esta vieja verdad ha sucintamente expresada por G .B .Shaw: “La libertad significa responsabilidad. Por eso, la mayoría de los
humanos le temen”.

Lo contrario de creer en la responsabilidad del individuo y el consiguiente respeto que por la ley prevalece en las sociedades libres es
la simpatía que se registra como norma general hacia cuantos inflingen la ley en toda sociedad que desconoce la libertad. Nota
característica de la literatura rusa del siglo XIX.

2. Menosprecio de tales conceptos.

Los puntos de vista más antiguos estaban íntimamente relacionados con la creencia en la “libertad de la
voluntad”, concepción que nunca tuvo un preciso significado, pero que últimamente parecía haber sido
privada de base por la ciencia moderna. La creciente creencia en la sola determinación de todos los
fenómenos naturales por sucesos antecedentes o sujetos a leyes recognoscibles y de que el hombre
mismo debería contemplarse como parte de la naturaleza, condujo a la conclusión de que las acciones
humanas y el trabajo de la mente también han de considerarse como algo necesariamente determinado
por las circunstancias externas. La concepción del determinismo universal que dominó la ciencia en el
siglo XIX fue de esta forma aplicada a la conducta de los hombres, con lo que pareció eliminarse la
espontaneidad de las acciones humanas. (96)

D. Hume: “Por libertad, entonces, podemos significar únicamente el poder de actuar o no actuar de acuerdo con las determinaciones
de la voluntad”.

El determinismo arguye que, puesto que las acciones de los hombres están determinadas
completamente por causas naturales, no puede haber justificación para hacerles responsables y
alabarles o censurarles por las mismas. Los voluntaristas, por otra parte, mantienen que puesto que
existe en el hombre algún agente que queda fuera de la cadena de causa y efecto, dicho agente es quien
debe soportar la responsabilidad y ser legítimo objeto de alabanza o censura. (97)
Los Fundamentos de la Libertad.....22

3. La función de asignar responsabilidades.

Estrictamente hablando, constituye un despropósito decir, como se oye a menudo, que “no es culpa del
hombre el ser como es”, pues al asignarle responsabilidad lo que se pretende es hacerle diferente de lo
que es o pueda ser. (98)

La posición determinista más extrema tiende a negar que el término “voluntad” tenga significado (la palabra en efecto, ha sido
desterrada de algunas psicologías superficiales) o que exista algo equivalente a la acción voluntaria. Sin embargo, incluso aquellos
que mantienen esa posición no pueden evitar la distinción entre acciones influibles por consideraciones racionales y acciones que no
pueden serlo. Esto es lo que importa. Quienes así argumentan tendrán que admitir la reductio ad absurdum de una posición según
la cual en los actos de las personas pueda haber una gran diferencia si creen o no en su capacidad de formar planes y llevarlos a cabo.
Precisamente eso es lo que popularmente se entiende por voluntad libre.

Si yo causo daño a alguien por negligencia u olvido en circunstancias “que no puedo evitar”, no
solamente incurro en responsabilidad, sino que ello debe imprimir en mi ánimo más fuertemente que
antes la necesidad de tener en cuenta las posibilidades de tales actuaciones. (99)

Una sociedad libre exige, probablemente más que ninguna otra, que los hombres se guíen en sus
acciones por un sentido de responsabilidad, que extiende más allá de los deberes marcados por la ley, y
que la opinión general apruebe que los individuos sean hechos responsables tanto de los éxitos como de
los fracasos de sus empeños. Cuando a los hombres se les permite actuar de acuerdo con lo que estiman
conveniente, también deben ser responsables del resultado de sus esfuerzos.

4. El hombre en cuanto ser responsable.

La complementariedad de libertad y responsabilidad significa que las razones a favor de la libertad se


aplican sólo a aquellos a quienes se les puede imputar responsabilidad y no pueden atribuirse a los niños,
a los idiotas o a los locos; presupone que una persona es capaz de aprender de la experiencia y de guiar
sus acciones por el conocimiento así adquirido; es inválida para aquellas que todavía no han aprendido
suficiente o son incapaces de aprender. Una persona cuyas acciones estén totalmente determinadas por
los mismos inmutables impulsos no controlados por el conocimiento de las consecuencias, una genuina
personalidad incompleta, un esquizofrénico, no sería responsable en el sentido que comentamos,
porque sus acciones no podrían aplicarse a las personas que sufren accesos incontrolables, cleptómanos
o dipsómanos, cuya experiencia según se ha demostrado no responde a motivaciones normales. (100)

Ser miembro y responsable de la comunidad supone un status particular que acarrea cargas y privilegios.
Si la libertad ha de lograr sus fines, la concesión de dicho status no puede subordinarse a la discreción de
cualquier persona. Automáticamente el status aludido debe pertenecer a todos los que satisfagan
ciertas condiciones objetivamente verificadas (tales como la edad), y en tanto que la presunción de que
poseen la requerida capacidad mínima no sea claramente impugnada.

El hecho de que no se pueda otorgar completa libertad a todos los seres humanos no significa que todo
esté sujeto a restricciones y regulaciones ajustadas a las condiciones individuales. El tratamiento
individualizado de los tribunales de menores o de los organismos para guarda de enfermos mentales
pone en evidencia la falta de libertad del tutelaje. Aunque en las relaciones íntimas o en la vida privada
debemos ajustar nuestra conducta a la personalidad de nuestros semejantes, en la vida pública, la
libertad requiere que seamos considerados como tipos, no como individuos y tratados bajo la presunción
de que las razones normales que nos disuaden de hacer esto o aquello tendrán efectividad –sea verdad o
no- en el caso particular que se trate. (101)
Los Fundamentos de la Libertad......23

5. La persecución de las propias finalidades.

Se confunde mucho el ideal de la libertad de la persona a la persecución de sus propios fines con la
creencia de que tal libertad se traduciría en la voluntad o el empeño de lograr únicamente fines egoístas.
Sin embargo, la libertad para perseguir los propios objetivos es tan importante para las personas más
altruistas, en cuya escala de valores las necesidades de los otros ocupan un lugar muy alto, como para
cualquier egoísta.

El altruismo general es, sin embargo, una concepción carente de sentido. Nadie puede cuidar
eficazmente de los extraños. Las responsabilidades que podemos asumir deben ser siempre particulares
y pueden referirse sólo a aquellos de quienes conocemos hechos concretos y a quienes o la elección o
ciertas condiciones especiales han unido a nosotros. Uno de los derechos y deberes fundamentales del
hombre libre es decir qué necesidades y qué necesitados se le antojan más importantes.

Una parte del concepto que nos merece la personalidad individual consiste en el reconocimiento de que
cada ser humano tiene su propia escala de valores que deseamos respetar aún cuando no la aprobemos.
La forma de valorar a una persona necesitada depende de nuestra propia escala de valores. Ahora bien,
creen en la libertad significa que no nos consideramos el juez último de los valores de otra persona; que
no nos sentimos con títulos para impedirle la prosecución de fines que desaprobamos, a condición de
que dicha persona no infrinja la esfera igualmente protegida del resto de las gentes. (102)

La libertad es una oportunidad para hacer el bien, pero también lo es para hacer el mal.

6. La carga de obra por el bienestar.

La carga de elección que la libertad impone, la responsabilidad por el destino propio que una sociedad
libre atribuye al individuo, ha llegado en el mundo moderno, una fuente importante de disgusto. En un
grado mayor que nunca, el éxito de un hombre no depende de la especial habilidad que posea en
abstracto, sino de la correcta utilización de dicha habilidad. (103)

El que en una sociedad libre nadie tenga el deber de supervisar la apropiada utilización del talento del
hombre, el que nadie pueda exigir la oportunidad de usar sus especiales dotes y, a menos que
personalmente encuentre tal oportunidad, dichas dotes probablemente se pierdan, constituye quizás el
más grave reproche dirigido contra el sistema de libertad y la fuente del más amargo resentimiento.

7. Adiestramiento para la libertad.

Es importante tener en cuenta que no se educa a la gente para la sociedad libre preparando técnicos que
se aguardan a ser “utilizados”, técnicos incapaces de encontrar por sí mismos su propio camino porque
se hallan convencidos de que incumbe a otros la responsabilidad del uso apropiado de su habilidad o
capacidad. Desde el punto de vista de la sociedad libre, aunque un hombre haya adquirido mucha
destreza en una actividad particular, el valor de los servicios será bajo a menos que posea también el don
de hacer que su personal habilidad sea conocida por quienes puedan derivar los más grandes beneficios
de ella. En una sociedad libre, no somos remunerados por nuestra habilidad sino por el uso correcto que
hagamos de la misma.

Afirmaciones como la que transcribimos a continuación atribuibles no solamente a quienes profesan


ideas socialistas, demuestran lo mal que se entiende el hecho básico sobre el que venimos razonando.
Los Fundamentos de la Libertad......24

Dice así: “Asiste a cada niño como ciudadano, no solamente el derecho natural de la vida, la libertad y la
felicidad, sino también el de ocupar en la escala social el puesto a que se es acreedor por su capacidad y
merecimientos”. Dentro de la sociedad libre, el talento del hombre no le concede una posición especial.
Pretender que tiene justo título para ello significaría que algún órgano de acuerdo con su juicio propio
posee el derecho y el poder de colocar a los hombres en posiciones particulares.

A menudo se arguye que la creencia en la persona como única responsable de su propio destino está
defendida solamente por los que gozan del éxito. En sí mismo, ello no es tan inaceptable con la
sugerencia que insinúa, equivalente a decir que la gente mantiene dicha creencia porque ha tenido éxito
en la vida. Por una vez me inclino a pensar que la relación a establecer es contraria: que a menudo la
gente tiene éxito porque mantiene dicha creencia.

Cuanto más propenso sea el hombre a censurar a los otros o a las circunstancias por su fracaso, mayor tendencia acusa a la ineficacia
y al descontento.

8. El alcance de la responsabilidad.

La responsabilidad, para gozar de efectividad, debe ser limitada, definida y adapta emocional e
intelectualmente a la capacidad humana. El sentido de la responsabilidad se destruye tanto por enseñar
que uno responde de todo como predicar que no responde de nada. (106)

La responsabilidad, para gozar de efectividad debe ser responsabilidad individual. En la sociedad libre no
existe responsabilidad colectiva de los componentes de un grupo como tal, a menos que mediante una
acción concertada que hayan hecho todos ellos individual y separadamente responsables. Una
responsabilidad conjunta o divina puede crear en el individuo la necesidad de ponerse de acuerdo con
otros y, por lo tanto, limitar los poderes de cada uno. Asimismo, la responsabilidad de muchos sin que al
mismo tiempo se imponga un deber de acción conjunto concorde, tiene de ordinario como resultado que
nadie acepte realmente la responsabilidad. Si al fin de cuenta la propiedad de todos es la propiedad de
ninguno, la responsabilidad de todos es la responsabilidad de nadie.

No debe negarse que el progreso moderno, especialmente el desarrollo de las grandes ciudades, han
disminuido mucho el sentido de la responsabilidad de asuntos locales que antes condujo a muchas
acciones comunes, beneficiosas y espontáneas. En gran parte, la creciente demanda de protección y
seguridad provenientes del Estado, tiene su origen, en la desaparición de esa más pequeña comunidad
de interés y del sentimiento de aislamiento del individuo que ya no puede contar con el interés personal
y la asistencia de los otros miembros del grupo.

Por mucho que sintamos la desaparición de esas cerradas comunidades de interés y sustitución por una
amplia red de lazos temporales, impersonales y limitados, no podemos esperar que el sentido de la
responsabilidad por lo conocido y familiar sea reemplazado por un sentimiento similar acerca de lo
remoto y teóricamente conocido. (107)

Para que nuestra actuación resulte útil y efectiva, los objetivos han de limitarse y adaptarse a la
capacidad de nuestra mente y compasión. El recordarnos constantemente nuestras responsabilidades
“sociales” con todos los necesitados o desgraciados de nuestra comunidad, nación o mundo, traerá
necesariamente la distinción entre las responsabilidades que exigen nuestra acción y las que no la
exigen. Para ser efectiva, la responsabilidad debe reducirse a facilitar que el individuo se apoye de su
propio y concreto conocimiento, llegado el instante de decidir sobre la importancia de las diferentes
tareas, de aplicar sus principios morales y circunstancias que conoce y de ayudar voluntariamente a
mitigar los males. (108)
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IDEAS CLAVE
CAPÍTULO V: RESPONSABILIDAD Y LIBERTAD.

La libertad y la responsabilidad son inseparables.

La fe en la responsabilidad individual, ha decaído juntamente con la estima por la libertad.

La negación de la responsabilidad, se debe comúnmente al temor que inspira. Un temor que también
llega a ser necesariamente el temor a la libertad.

G .B .Shaw: “La libertad significa responsabilidad. Por eso, la mayoría de los humanos le temen”.

Lo contrario de creer en la responsabilidad del individuo es la simpatía que se registra como norma
general hacia cuantos inflingen la ley en toda sociedad que desconoce la libertad. Nota característica de
la literatura rusa del siglo XIX.

El determinismo arguye que las acciones de los hombres están determinadas completamente por causas
naturales. Por eso no puede haber justificación para hacerles responsables y alabarles o censurarles por
las mismas.

Los voluntaristas, mantienen que es el hombre quien debe soportar la responsabilidad y ser legítimo
objeto de alabanza o censura.

“Libertad de la voluntad”: “El poder de actuar o no actuar de acuerdo con las determinaciones de la
voluntad”. (David Hume)

Constituye un despropósito decir, como se oye a menudo, que “no es culpa del hombre el ser como es”

Una sociedad libre exige más que ninguna otra, que los hombres se guíen por un sentido de
responsabilidad, que extiende más allá de los deberes marcados por la ley.

Una sociedad libre exige que los individuos sean hechos responsables tanto de los éxitos como de los
fracasos de sus empeños.

La complementariedad de libertad y responsabilidad significa que las razones a favor de la libertad se


aplican sólo a aquellos a quienes se les puede imputar responsabilidad y no pueden atribuirse a los niños,
a los idiotas o a los locos.

La libertad para perseguir los propios objetivos es tan importante para las personas más altruistas, en
cuya escala de valores las necesidades de los otros ocupan un lugar muy alto, como para cualquier
egoísta.

Una parte del concepto que nos merece la personalidad individual consiste en el reconocimiento de que
cada ser humano tiene su propia escala de valores que deseamos respetar aún cuando no la aprobemos.
Capítulo V.....1

La libertad es una oportunidad para hacer el bien, pero también lo es para hacer el mal.

En un grado mayor que nunca, el éxito de un hombre no depende de la especial habilidad que posea en
abstracto, sino de la correcta utilización de dicha habilidad.

Dentro de la sociedad libre, el talento del hombre no le concede una posición especial.
Se arguye que la creencia en la persona como única responsable de su propio destino está defendida
solamente por los que gozan del éxito. Me inclino a pensar que la relación a establecer es cierta: la gente
tiene éxito porque mantiene dicha creencia.

Cuanto más propenso sea el hombre a censurar a los otros o a las circunstancias por su fracaso, mayor
tendencia acusa a la ineficacia y al descontento.

El sentido de la responsabilidad se destruye tanto por enseñar que uno responde de todo como predicar
que no responde de nada.

La responsabilidad, para gozar de efectividad debe ser responsabilidad individual.

Si al fin de cuenta la propiedad de todos es la propiedad de ninguno, la responsabilidad de todos es la


responsabilidad de nadie.

Ambito de influencia

Ambito de
influencia
legal en el
individuo.

Moral en el individuo.

Dimensión de los límites legales y morales en los individuos que pertenecen a


una sociedad bien gobernada.
EL DETERMINISMO
EL VOLUNTARISMO
Capítulo V: Responsabilidad y Libertad

1. ¿Por qué son inseparables la libertad y la responsabilidad?

2. “La libertad significa responsabilidad. Por eso la mayoría de los humanos le temen”. (G. B.
Shaw). Explique.

3. Lo contrario de creer en la responsabilidad individual y el consiguiente respeto que por la ley


prevalece en las sociedades libres es la simpatía que se registra como norma general hacia
cuantos inflingen la ley en toda sociedad que desconoce la libertad. Explique.

4. Explique en qué consiste el determinismo universal.

5. Explique cuál es la posición voluntarista.

6. ¿Por qué es un despropósito decir que “no es culpa del hombre el ser como es”.

7. Una sociedad libre exige, más que ninguna otra, que los hombres se guíen en sus acciones por
un sentido de responsabilidad, que se extiende más allá de los deberes marcados por la ley.
Explique.

8. ¿Por qué la responsabilidad no puede atribuirse a los niños, a los idiotas o a los locos?
9. Explique por qué ser miembro y responsable de la comunidad supone un status particular que
acarrea cargas y privilegios.

10. “Se confunde el ideal de libertad de la persona a la persecución de sus propios fines con la
creencia de que tal libertad se traducirá en el empeño de lograr únicamente fines egoístas”.
Explique.

11. Y: “Una parte del concepto que nos merece la personalidad individual es el reconocimiento de
que cada ser humano tiene su escala de valores que deseamos respetar aún cuando no la
aprobemos”.

12. ¿Por qué la libertad es una oportunidad para hacer el bien, pero también para hacer el mal?

13. Explique: “Es importante tener en cuenta que no se educa a la gente para la sociedad libre
preparando técnicos que se aguardan a ser “utilizados”, técnicos incapaces de encontrar por sí
mismos su propio camino porque se hallan convencidos de que incumbe a otros la
responsabilidad del uso apropiado de su habilidad o destreza”.

14. ¿Por qué en una sociedad libre, no somos remunerados por nuestra habilidad sino por el uso
correcto que hagamos de la misma?

15. ¿Por qué en una sociedad libre, el talento del hombre no le concede una posición especial?

16. Explique: “Cuanto más propenso sea el hombre a censurar a los otros o a las circunstancias por
su fracaso, mayor tendencia acusa a la ineficacia y al descontento”.

17. ¿Por qué se destruye el sentido de la responsabilidad al enseñar que uno responde de todo
como predicar que no responde de nada?

18. Explique: “La responsabilidad, para gozar de efectividad debe ser responsabilidad individual”.

19. “No debe negarse que el progreso moderno, especialmente el desarrollo de las grandes
ciudades, han disminuido mucho el sentido de la responsabilidad de asuntos locales que antes
condujo a muchas acciones comunes, beneficiosas y espontáneas”. Explique.

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