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UNIVERSIDAD NACIONAL DANIEL ALCIDES CARRIÓN

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

ESCUELA DE FORMACIÓN PROFESIONAL DE DERECHO

TESIS

Los Derechos Humanos y las limitaciones para su


protección en el derecho internacional

Para optar el Título Profesional de:


Abogado

Autora : Bach. Karen Lesly RIVERA ACEVEDO

Asesor: Dr. Miguel Angel CCALLOHUANCA QUITO

Cerro de Pasco – Perú - 2019


Alcances Doctrinarios del Concepto de los Derechos Humanos:

El concepto de derechos humanos, ha sido largamente discutido a

través de la historia, por grandes doctrinarios y filósofos e, incluso

desde distintos enfoques como el iusnaturalismo y el positivismo, no

existiendo aún en la actualidad una definición concreta e inmutable.

Ello a razón de su propia naturaleza, ya que la amplitud de su

contenido, las dimensiones que abarca y, la universalidad y demás

características, a menudo se enfrentan con distintas ideologías,

culturas, políticas y hasta emociones propias del ser humano. Y es

que su uso frecuente y diario, hacen de difícil consenso su definición

exacta y perfecta.

A esto se suma, que la expresión “derechos humanos”, ha sido

concebido de acuerdo al momento histórico por el que pasaban sus

titulares, las personas. En ese sentido, Pérez Luño (2003), citando

una frase de Wolfgang Goethe hace referencia a los sentimientos,

anhelos y logros que la expresión «derechos humanos» suscitó en las

conciencias de los contemporáneos del clima cultural inmediato a la

promulgación de las declaraciones de derechos humanos

promulgados en la época de la Revolución Francesa y, resaltando su

valor pragmático, explica cómo en un determinado momento

histórico, el valor de los derechos humanos ha ido tornándose en un

nuevo criterio de legitimación política, como freno a la autoridad

arbitraria y
dogmática (el poder). Así también, para evidenciar su función

política, hace referencia a lo vertido en la Declaración de

Independencia Americana, los hombres son iguales por naturaleza,

han sido dotados por su Creador, de derechos inalienables y,

precisamente para asegurar el goce de esos derechos, los hombres

establecen gobiernos. A partir de estas precisiones, define a los

derechos humanos, en términos explicativos, como: un conjunto de

facultades e instituciones que, en cada momento histórico, concretan

las exigencias de la dignidad, la libertad y la igualdad humanas, las

cuales deben ser reconocidas positivamente por los ordenamientos

jurídicos a nivel nacional e internacional (Derechos Humanos,

Estado de Derecho y Constitución, 2003, pág. 48-49).

De esta definición, desprende el propio autor, tres consideraciones:

La referencia inmediata a los valores de los que tales facultades

constituyen una concreción y, la insistencia en el carácter

histórico que contribuye a una determinación del significado de

esos derechos. Recalca el sentido histórico ya que la propia

experiencia humana, nos ha demostrado que a lo largo de la

historia, muchas concepciones de derechos se han desvanecido e

incluso otras que no eran consideradas como tales (derechos

económicos y sociales), lo son hoy en día.

Al apelar a los valores de la dignidad, la libertad y la igualdad, se

está centrando en los tres ejes fundamentales en torno a los cuales

se ha buscado siempre la reivindicación de los derechos

humanos, revistiendo en determinado momento histórico, un


contenido
diverso y, el conjunto de facultades e instituciones, destinadas a

explicitarlos. Siendo la dignidad humana, el punto de referencia

de todas las facultades que se dirigen al reconocimiento y

afirmación de la dimensión moral de la persona15, su importancia

es innegable en el origen y desarrollo de los DD.HH. La libertad,

el principio aglutinante de la lucha por los DD.HH., considerado

el derecho natural por excelencia e inmerso en la propia noción

de derechos humanos. Y la igualdad, el derecho humano más

importante de nuestro tiempo, al ser el postulado fundamentador

de toda la moderna construcción teórica y jurídico-positiva de los

derechos sociales.16

El reconocimiento positivo de los derechos humanos debe

entenderse en un sentido más amplio que el formalista, no solo

los instrumentos normativos, sino las técnicas de protección y

garantía, vale decir, los mecanismos y sistemas de protección

(2003).17

Esta definición por tanto, conjuga y compenetra, el enfoque

iusnaturalista, respecto a su fundamentación, con el enfoque

positivista, que encierra el reconocimiento positivo en instrumentos

normativos y la regularización para su ejercicio a través de

mecanismos de protección.

Otro aporte doctrinario bastante relevante, es el de Nikken (1994)

15
Pérez Luño (2003), citando a Rudolf von Ihering (1904, p. 332).
16
Pérez Luño (2003), citando a L’égalité, vol. I, a cargo de H. Buch, P. Foriers, Ch. Perelman, Bruylant,
Bruxelles, 1971; y vol. IV a cargo de R. Dekkers, P. Foriers, Ch. Perelman, Bruylant, Bruxelles, 1975.
17
Cfr. Pérez Luño (2003)
quien a través de todo un estudio sobre el concepto de los derechos

humanos, postula la dignidad de la persona como pilar fundamental

frente al Estado, así el poder público debe respetar y garantizar los

atributos inherentes a la persona, siendo esto consustancial a la

dignidad humana. Afirma: La sociedad contemporánea reconoce

que todo ser humano, por el hecho de serlo, tiene derechos frente al

Estado, derechos que éste, o bien tiene el deber de respetar y

garantizar o bien está llamado a organizar su acción a fin de

satisfacer su plena realización. Estos derechos, atributos de toda

persona e inherentes a su dignidad, que el Estado está en el deber de

respetar, garantizar o satisfacer, son los que hoy conocemos como

derechos humanos (pág. 15).

De esta definición, se desprende por un lado, que los derechos son

inherentes a la persona, y por el otro, la afirmación de estos derechos

frente al poder público. La primera, basada en la inherencia, nos

lleva a señalar el reconocimiento de todo ser humano como titular de

derechos humanos, por el sólo hecho de serlo y que al ser

universales, corresponden a toda persona, por su propia naturaleza.

Siendo por tanto, los derechos humanos, atributos inherentes a la

persona que, - como refiere Nikken-, no son una concesión de la

sociedad ni dependen del reconocimiento de un gobierno, sino por el

contrario, éstos son inviolables y por fuerza de la dignidad humana,

deben ser objeto de protección y garantía por parte del Estado. Lo

segundo nos lleva a señalar, que los derechos humanos implican

obligaciones a cargo del Estado, siendo éste el responsable de


respetarlos,
garantizarlos o satisfacerlos y desde luego, no violentarlos. Esta obligación

de no violar derechos humanos, implica límites al ejercicio del poder público,

basado en el imperativo de la dignidad humana. 18


Esta no sólo lo

circunscribe a su no arbitrariedad, sino que la obliga a su respeto, garantía y

satisfacción y hasta la regularización de su restricción en determinadas

situaciones excepcionales, como casos de emergencia o el peligro de la

seguridad del Estado, lo que en ningún momento afectará su contenido

esencial.
FACULTAD LATINOAMERICANA DE
CIENCIAS SOCIALES SEDE ACADÉMICA DE
MÉXICO

MAESTRÍA EN POLÍTICAS PÚBLICAS COMPARADAS

VIII promoción
2017-2019

Las Políticas Públicas con enfoque de Derechos


Humanos a partir de la reforma Constitucional de 2011

TESIS
Tesis que para obtener el grado de Maestro en
Políticas Públicas Comparadas

Presenta:

ALDO MANCILLA NAVA

Director de Tesis: Dr. Ulises Flores Llanos


Línea de investigación: Decisiones de Gobierno y Evaluación de Programas Ciudad

de México, Marzo 2022


2.1.1 Declaración sobre el derecho y el deber de los individuos, los
grupos y las instituciones de promover y proteger los derechos
humanos y las libertades fundamentales universalmente reconocidos

18
Véase Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas. Observaciones generales
aprobadas por el Comité de Derechos Humanos, Observación general No. 31, Naturaleza de la obligación
jurídica general impuesta a los Estados Partes en el Pacto, 80º período de sesiones, del 26 de mayo de
2004, Doc., CCPR/C/21/Rev.1/Add.13, párr. 7, p. 3.
19
El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos hace referencia específica en el artículo 2 a la
obligación de respeto y garantía, mientras que en el Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y
Culturales la referencia a la obligación de respeto no está señalada en un artículo en particular sino en ciertos
artículos de dicho tratado.
Esta Declaración reconoce los principios establecidos en la Carta de las Naciones Unidas
para la promoción y la protección de todos los derechos humanos y las libertades
fundamentales de todos los seres humanos, por lo que refiere que todos los miembros de la
comunidad internacional deben cumplir conjunta y separadamente las obligaciones que
disponga.

Asimismo es la única que hace referencia a la promoción y protección de los derechos


humanos a través de Instituciones de derechos humanos, el artículo 2° dispone lo siguiente:

1) Los estados tienen la responsabilidad primordial y el deber de proteger, promover y


hacer efectivos todos los derechos humanos y las libertades fundamentales, entre otras
cosas adoptando las medidas necesarias para crear las condiciones sociales, económicas,
políticas y de otra índole, así como las garantías jurídicas requeridas para que toda persona
sometida a su jurisdicción individual o colectivamente, pueda disfrutar en la práctica de
todos esos derechos y libertades.

2) Los Estados adoptarán las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que
sean necesarias para asegurar que los derechos y libertades a que se hace referencia en la
presente declaración sean efectivamente garantizados.20

Visto desde esta perspectiva, los Estados parte tienen la obligación de proteger los derechos
humanos, lo que significa que deben adoptar medidas destinadas a evitar que otros agentes
o sujetos violen los derechos fundamentales, lo cual incluye tanto mecanismos de
protección jurisdiccional, como los de protección no jurisdiccional. Respecto a la
responsabilidad que tiene el Estado señala en el artículo 14:

20
Véase Organización de las Naciones Unidas, Declaración sobre el derecho y el deber de los
individuos, los grupos y las instituciones de promover y proteger los derechos humanos y las
libertades fundamentales universalmente reconocidos, Resolución 53/144, 08 de marzo de 1999, [en
línea] http://www.ordenjuridico.gob.mx/TratInt/Derechos%20Humanos/INST%2013.pdf, Fecha de consulta:
Septiembre 2021.
1. Incumbe al Estado la responsabilidad de adoptar medidas legislativas, judiciales,
administrativas o de otra índole apropiadas para promover en todas las personas sometidas
a su jurisdicción la comprensión de sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y
culturales (Declaración sobre el derecho y el deber de los individuos, los grupos y las
instituciones de promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales
universalmente reconocidos, 1991).

Por lo tanto, la responsabilidad del Estado de protección de los derechos por medio de
medidas abarca principalmente los derechos establecidos en Carta de la Organización de las
Naciones Unidas, el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales
y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

Ahora bien, en cuanto a las medidas que deben adoptar los Estados enumera en el mismo
artículo apartado 2 las que a continuación se indican:
[…]

a) La publicación y amplia disponibilidad de las leyes y reglamentos nacionales y

de los instrumentos internacionales básicos de derechos humanos;

b) El pleno acceso en condiciones de igualdad a los documentos internacionales en

la esfera de los derechos humanos, incluso los informes periódicos del Estado a los

órganos establecidos por los tratados internacionales sobre derechos humanos en los

que sea Parte, así como las actas resumidas de los debates y los informes oficiales

de esos órganos. (Declaración sobre el derecho y el deber de los individuos, los

grupos y las instituciones de promover y proteger los derechos humanos y las

libertades fundamentales universalmente reconocidos, 1999).


Estas medidas están encaminadas a la promoción de derechos humanos, refiriéndose al
conocimiento que deben tener todos los ciudadanos de las leyes e instrumentos jurídicos
internacionales en materia de derechos humanos, por lo tanto debe haber acceso y
disponibilidad.
UNIVERSIDAD PRIVADA DE TACNA
ESCUELA DE POSTGRADO
MAESTRÍA EN DERECHO CONSTITUCIONAL

EL DERECHO HUMANO A UNA EDUCACIÓN DE


CALIDAD Y EL COMPROMISO DOCENTE EN LAS
INSTITUCIONES EDUCATIVAS DE NIVEL
SECUNDARIO DE TACNA, 2019

TESIS

Presentado por:
Br. Mirian Verónica Candia Mamani

Asesor:
Mgr. Edward Percy Vargas Valderrama

Para Obtener el Grado Académico de: MAESTRO


EN DERECHO CONSTITUCIONAL

TACNA - PERÚ

2020
2.1 BASES TEÓRICAS

2.1.1 Definición de los derechos humanos

La Oficina de Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos

Humanos (OACDH) logra definir a los derechos humanos como un conjunto

de derechos que resultan ser inherentes a los seres humanos, para lo cual no se

hace ningún tipo de diferencia ya sea por la nacionalidad, el lugar donde se reside,

el sexo, la raza, la religión, o cualquier otra condición; además los derechos se

logran caracterizar por interrelacionarse, ser interdependientes y ser indivisibles.

La Organización de las Naciones Unidas - ONU define una gama amplia de

derechos que ha logrado tener un reconocimiento internacional, ya sea de

características económicas, sociales, políticas, culturales y civiles, además de ello

ha logrado establecer mecanismos para promoverlos, protegerlos y principalmente

ayudar a los diversos gobiernos a que puedan implementarlos; el sustento jurídico

de todo ello se plasma en la Carta de las Naciones Unidas (1945) y en la

Declaración Universal de Derechos Humanos (1948).

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos de México (2018) los

define como un conjunto de prerrogativas que se logran sustentar en la dignidad

humana, cuya implementación es indispensable para lograr el desarrollo integral de

las personas; el respetar los derechos humanos de los demás es un deber que todos

tenemos; siendo las autoridades las primeras obligadas a promover, respetar,

proteger y garantizar los derechos humanos de cada persona.


2.1.2 Funciones de los derechos humanos

El Estado debe priorizar que sus planes de desarrollo promuevan la lucha

contra la desigualdad, la discriminación y la pobreza; siendo uno de sus

principales tareas la de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos

humanos en su territorio; en base a ello la Comisión Nacional de los Derechos

Humanos de México (2018) detallan las funciones del Estado para tal fin:

- Contribuir en el desarrollo integral de cada persona.

- Generar las condiciones para que las personas sean autónomas para

establecer las bases de un plan de vida digno protegido de los abusos del

Estado o de particulares.

- Generar restricciones para las actuaciones de los servidores públicos, que

permita prevenir abusos de poder, actos negligentes o desconocimiento

funcional.

- Crear condiciones para que las personas puedan manejar los asuntos

públicos y adoptar una posición democrática.


Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Universidad del Perú. Decana de América

Dirección General de Estudios de Posgrado Facultad de


Derecho y Ciencia Política Unidad de Posgrado

La restricción constitucional en el proceso de hábeas corpus

TESIS
Para optar el Grado Académico de Magíster en Derecho con mención en
Derecho Constitucional y Derechos Humanos

AUTOR
Aurelio Luis BAZÁN LORA

ASESOR
Dr. Jose Felix PALOMINO MANCHEGO

Lima, Perú 2018


2.1.1.1. REFERENCIA HISTÓRICA DEL HABEAS CORPUS

EN EL DERECHO CONSTITUCIONAL PERUANO

El célebre y distinguido constitucionalista internacional Dr. Domingo García

Belaunde en el año 2005 la referirse al Habeas Corpus sostiene que "... en el

Perú, como Estado, el sentido del Hábeas Corpus ha estado presente desde que

nace la República, el referido maestro asevera que en el Reglamento Provisional

de San Martín del 8 de octubre de 1821, en la Octava Sección se declara lo

siguiente: "Todo ciudadano tiene igual derecho a

conservar y defender su honor, su libertad, su seguridad, su propiedad y

su existencia y no podrá ser privado de ninguno de estos derechos, sino por el

pronunciamiento de la autoridad competente, dado conforme a las leyes, el que

fuera defraudado de ellos injustamente podrá reclamar ante el gobierno esta

infracción".

También da cuenta el distinguido maestro mencionado, que en el Reglamento

Provisorio promulgado el 15 de octubre de 1822 por José de La Mar prescribía

en su Artículo 5°: “Sólo podrá mandar arrestar o poner preso a alguna persona e

individuo, cuando lo exija la salud pública pero certificada la prisión remitirá al

reo con su causa a disposición del juzgado


o tribunal correspondiente dentro del término de 24 horas”. Posteriormente, el 21

de octubre de 1897, se cautela la libertad personal contra las detenciones

arbitrarias mediante Ley.

El distinguido constitucionalista Velázquez, R. (2013, p. 3) sostiene que, cuando

entra en vigencia la Constitución de Leguía de 1920, por primera vez y de

manera concluyente aparece el vocablo latino de Habeas Corpus, en el Artículo

24 de la Constitución de ese año que textualmente expresa:

"Nadie podrá ser arrestado sin mandamiento escrito del juez

competente o de las autoridades encargadas de conservar el orden público, excepto

Infraganti delito, debiendo ser puesto el arrestado dentro de 24 horas a disposición del juez que

corresponda. Los ejecutores de dicho mandamiento están obligados a dar copia de él siempre

que se les pidiera. La persona aprehendida o cualquier otra podrán interponer conforme a ley

el recurso de Habeas Corpus por prisión indebida. Cuarenta años más tarde en 1961 se expide

la ley N° 2223 que establece las garantías individuales. Finalmente, el 8 de diciembre de 1982,

se publica la Ley 23506 de Habeas Corpus y Amparo, culminando así un largo proceso

histórico de lucha por la libertad. En la actual Constitución Política de 1993, se regula al

Habeas Corpus en el Artículo 200° inciso 1) que a la letra dice lo siguiente: La Acción de

Habeas Corpus, que procede ante el hecho u omisión, por parte de cualquier autoridad,

funcionario o persona, que vulnera o amenaza la libertad individual o los derechos

constitucionales conexos. Asimismo, el Habeas Corpus es regulado por el nuevo Código

Procesal Constitucional, promulgado por ley 28237 y publicado el 31 de mayo del 2004”16.
Derechos Humanos

Manual para Parlamentarios N° 26


© Unión Interparlamentaria 2016
El presente Manual es fruto de la labor conjunta de la Unión Interparlamentaria y las Naciones
Unidas (Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos).
Para uso personal y no comercial, la totalidad o parte de esta publicación puede ser
reproducida con la condición que sean también copiadas las indicaciones de derecho de autor
y las fuentes y no se realicen modificaciones. Por favor informar a la Unión Interparlamentaria
sobre el uso del contenido de la publicación.

Diseño de la portada y maquetación: Simplecom graphics


Versión original: inglés

Impreso por Courand et Associés ISBN 978-92-


9142-676-8 (UIP) HR/PUB/16/4 (ONU)

Fotografía de portada
El principio de universalidad de los derechos humanos es la piedra angular del derecho
internacional de los derechos humanos, el cual establece obligaciones a los gobiernos de
actuar en cierta forma, o de abstenerse de determinadas actuaciones, con el fin de promover
y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales de todas las personas o
grupos. © Anadolu Agency/Serap Aydin
Los derechos humanos son derechos que tiene toda persona en virtud de su
dignidad humana
Los derechos humanos son derechos inherentes a todas las personas. Definen las relaciones
entre los individuos y las estructuras de poder, especialmente el Estado. Delimitan el poder del
Estado y, al mismo tiempo, exigen que el Estado adopte medidas positivas que garanticen
condiciones en las que todas las personas puedan disfrutar de sus derechos humanos. La
historia de los últimos 250 años ha sido moldeada por los esfuerzos realizados para crear esas
condiciones. Comenzando con las revoluciones francesa y americana a finales del siglo XVIII,
la idea de los derechos humanos ha inspirado más de un movimiento revolucionario
encaminado a dar poder efectivo a los ciudadanos y control sobre los que ostentan el poder, en
particular los Gobiernos.
Los derechos humanos son la suma de derechos individuales y colectivos establecidos en
constituciones nacionales y en el derecho internacional
Los Gobiernos y otros titulares de deberes tienen la obligación de respetar, proteger y cumplir
los derechos humanos, que constituyen la base legal para la reivindicación de derechos y la
demanda de reparación en caso de incumplimiento (véase el capítulo 2). En realidad, la
posibilidad de demandar y exigir reparación es lo que distingue a los derechos humanos de
los preceptos propios de los sistemas de valores éticos o religiosos. Desde un punto de vista
jurídico, los derechos humanos pueden definirse como la suma de derechos individuales y
colectivos reconocidos por los Estados soberanos y consagrados en su legislación nacional y
en las normas internacionales de derechos humanos. Desde la Segunda Guerra Mundial, las
Naciones Unidas
han desempeñado un papel de primer orden en la definición y la promoción de los derechos
humanos, que hasta entonces habían tenido lugar principalmente dentro del Estado-nación. El
resultado es que los derechos humanos han quedado codificados en diversos tratados e
instrumentos internacionales y regionales que han sido ratificados por la mayoría de los
países. Hoy en día, representan el único sistema de valores universalmente reconocido.
Los derechos humanos son múltiples
Los derechos humanos atañen a todos los aspectos de la vida. Su ejercicio permite a hombres y
mujeres conformar y determinar su propia vida en condiciones de libertad, igualdad y respeto a
la dignidad humana. Los derechos humanos comprenden no sólo derechos civiles, políticos,
económicos, sociales y culturales, sino también los derechos colectivos de los pueblos (véase
el recuadro 1).

Recuadro 1

Ejemplos de derechos humanos En la esfera de los derechos

civiles y políticos
• El derecho a la vida
• El derecho a no sufrir torturas ni tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes
• El derecho a no ser sometido a esclavitud, servidumbre o trabajos forzosos
• El derecho a la libertad y la seguridad de la persona
• El derecho de las personas detenidas a ser tratadas humanamente
• La libertad de circulación
• El derecho a un juicio imparcial
• La prohibición de las leyes penales retroactivas
• El derecho al reconocimiento de la personalidad jurídica
• El derecho a la vida privada
• La libertad de pensamiento, conciencia y religión
• La libertad de opinión y expresión
• La prohibición de la propaganda en favor de la guerra y de la apología del odio nacional, racial o religioso
• La libertad de reunión
• La libertad de asociación
• El derecho a contraer matrimonio y formar una familia
• El derecho a participar en la dirección de los asuntos públicos, a votar y ser elegido y a tener acceso a las
funciones públicas

En la esfera de los derechos económicos, sociales y culturales


• El derecho a trabajar
• El derecho a condiciones de trabajo equitativas y satisfactorias
• El derecho a fundar sindicatos y a afiliarse a ellos
• El derecho a la seguridad social
• La protección de la familia
• El derecho a un nivel de vida adecuado, incluidos alimentos, vestido y vivienda adecuados
• El derecho a la salud
• El derecho a la educación

En la esfera de los derechos colectivos


• El derecho de los pueblos a:
– la libre determinación;
– el desarrollo;
– el libre uso de su riqueza y sus recursos naturales;
– la paz;
– un medio ambiente saludable.
• Otros derechos colectivos:
– derechos de las minorías nacionales, étnicas, religiosas y lingüísticas;
– derechos de los pueblos indígenas.

Principios básicos de derechos humanos


Los derechos humanos son universales
“Los derechos humanos no son ajenos a ninguna cultura y son naturales de todas
las naciones; son universales”.
Kofi A. Annan, ex Secretario General de las Naciones Unidas, discurso pronunciado en la
Universidad de Teherán el Día de los Derechos Humanos, 10 de diciembre de 1997.

Los derechos humanos son universales porque están basados en la dignidad de todo ser
humano, con independencia de la raza, el color, el sexo, el origen étnico o social, la religión,
el idioma, la nacionalidad, la edad, la orientación sexual, la discapacidad o
cualquier otra característica distintiva. Puesto que son aceptados por todos los Estados y
pueblos, se aplican de forma igual e indiscriminada a todas las personas y son los mismos para
todas las personas en todos los lugares.
Los derechos humanos son inalienables
Los derechos humanos son inalienables: ninguna persona puede ser despojada de sus
derechos humanos, salvo en circunstancias legales claramente definidas. Por ejemplo, el
derecho de una persona a la libertad puede verse restringido si un tribunal la declara culpable
de un delito al término de un juicio imparcial.
Los derechos humanos son indivisibles e interdependientes
Los derechos humanos son indivisibles e interdependientes. Dado que cada derecho
humano trae consigo otros derechos humanos y depende de ellos, la violación de un
derecho afecta al ejercicio de otros. Por ejemplo, el derecho a la vida presupone el respeto
del derecho a los alimentos y a un nivel de vida adecuado. Negar el derecho a la educación
básica puede influir en el acceso de una persona a la justicia y su participación en la vida
pública. La promoción y protección de los derechos económicos y sociales supone la
libertad de expresión, de reunión y de asociación.
En consecuencia, los derechos civiles, culturales, económicos, políticos y sociales son
complementarios e igualmente indispensables para la dignidad e integridad de toda persona.
Además, el respeto de todos los derechos es un requisito fundamental para la paz y el
desarrollo sostenibles.
La comunidad internacional afirmó el concepto integral de los derechos humanos en la
Conferencia Mundial de Derechos Humanos, celebrada en Viena en 1993.
“Todos los derechos humanos son universales, indivisibles e
interdependientes y están relacionados entre sí. La comunidad
internacional debe tratar los derechos humanos en forma global y de
manera justa y equitativa, en pie de igualdad y dándoles a todos el
mismo peso. Debe tenerse en cuenta la importancia de las
particularidades nacionales y regionales, así como de los diversos
patrimonios históricos, culturales y religiosos, pero los Estados tienen
el deber, sean cuales fueren sus sistemas políticos, económicos y
culturales, de
promover y proteger todos los derechos humanos y las libertades fundamentales”.
Conferencia Mundial de Derechos Humanos, Viena, 1993, Declaración y Programa de Acción de
Viena, párr. 5.
El derecho a la igualdad y la prohibición de la discriminación
Algunas de las violaciones más graves de los derechos humanos se han derivado de la
discriminación contra grupos concretos. El derecho a la igualdad y la prohibición de la
discriminación, explícitamente consagrados en los tratados internacionales y regionales de
derechos humanos, son por tanto fundamentales para la protección de todos
los derechos humanos. El derecho a la igualdad obliga a los Estados a velar por la observancia
de los derechos humanos sin discriminación por motivo alguno, incluidos el sexo, la raza, el
color, el idioma, la religión, la opinión política o de otra índole, el origen nacional, étnico o
social, la pertenencia a una minoría nacional, la posición económica, el nacimiento, la edad, la
discapacidad, la orientación sexual o la condición social o de otro tipo. Asimismo, es
importante tener en cuenta que la discriminación no sólo consiste en una “distinción,
exclusión o restricción”, sino que incluye también una “preferencia” inexcusable con respecto
a ciertos grupos. Hoy en día, la lucha contra la discriminación sigue siendo un reto para
muchas personas en todo el mundo

La diferencia en los hechos puede justificar la diferencia ante las leyes

No toda distinción constituye discriminación. Las distinciones tanto de hecho como de


derecho basadas en criterios razonables y objetivos pueden estar justificadas. La carga
de la prueba recae en los Gobiernos: deben demostrar que cualquier distinción que se aplique
es realmente razonable y objetiva

Instrumentos específicos para grupos determinados

Los principios de igualdad, universalidad y no discriminación no son óbice para reconocer


que los miembros de ciertos grupos necesitan una protección particular.
Se han diseñado mecanismos e instrumentos de derechos humanos específicos para proteger
los derechos de las mujeres y de grupos determinados, como los extranjeros, los apátridas, los
refugiados, las personas desplazadas, las minorías, los pueblos indígenas, los niños, las
personas con discapacidades, las personas LGBT (lesbianas, gais, bisexuales y transgénero),
las personas con albinismo, los trabajadores migrantes y las personas privadas de libertad.
DERECHOS HUMANOS DE LOS
MENORES
DE EDAD. PERSPECTIVA
DE LA JURISDICCIÓN
INTERAMERICANA

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO MÉXICO, 2010

PROTECCIÓN INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Si se habla de protección o tutela de los derechos humanos de las personas en general y de los
menores de edad en particular, hay que aludir en primer término a los instrumentos nacionales,
habida cuenta de que la primera línea de defensa —y de ofensa, por su- puesto— reside en los
Estados, obligados por sus propias normas
—tradiciones e ideologías, en su caso— a reconocer y garantizar los derechos primordiales de los
sujetos que se encuentran bajo su jurisdicción.
En lo que atañe a los niños y a los adolescentes, las Consti- tuciones los reconocen como
titulares de los derechos que esos ordenamientos supremos proclaman —concernientes a los indi-
viduos en general, sin discriminación—, y algunas contienen, asi- mismo, mandamientos
específicos de protección.45 Corresponden éstos a la categoría de los derechos que “deben ser
garantizados como fundamentales” —señala Ferrajoli—, a la luz de “criterios axiológicos
sugeridos por la experiencia histórica del constitu- cionalismo, tanto estatal como internacional”.
En este sector apa- recen las “leyes del más débil”.46
Al impulso de la nueva —relativamente— concepción univer- sal sobre el culto y el cultivo del
ser humano (su radical digni-

45 Federación Iberoamericana de Ombudsman, Niñez y adolescencia…, cit., nota 22, p. 353.


46 Sobre los derechos fundamentales y sus garantías, trad. Miguel Carbo- nell, México,
Comisión Nacional de los Derechos Humanos, 2006, pp. 8, 9 y
Igualmente, “Prefacio”, a Infancia, ley y democracia…, cit., nota 5, p. XII.

dad; su valor supremo, profundo e inamovible, fuente de toda actuación legítima del Estado y la
sociedad) y acerca del derecho como marco y medio para la recepción y aplicación de aquélla, el
derecho internacional de los derechos humanos, al que antes me referí, recoge un conjunto de
protecciones internacionales: declaraciones, tratados y garantías (jurisdiccionales y no juris-
diccionales). Veamos algunas de sus principales expresiones en los órdenes mundial y regional
americano.
En el plano mundial, donde tienen presencia diversos órganos vinculados a la protección general
de niños y adolescentes o a la tutela de éstos en subsistemas específicos,47 rige la Convención
sobre los Derechos del Niño, de Naciones Unidas, de 1989. Sus- crita por casi todos los Estados
de la comunidad internacional
—con dos salvedades—,48 ha significado un parteaguas, punto de arribo para los trabajos del
pasado y de partida para los afanes del futuro, en la historia del reconocimiento internacional de
los derechos de los menores de edad, con fuerte proyección nacio- nal. Propicia una
“...reformulación del pacto social, con todos los niños y adolescentes como sujetos activos del
nuevo pacto”.49 Instituye un Comité de Derechos del Niño, instancia de super- visión.50 La
Convención a la que ahora me refiero alude a los

47 Principalmente, UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infan- cia); asimismo: OIT,
FAO, UNESCO, ACNUR, OMS.
48 Estados Unidos de América y Somalia.
49 García Méndez, “Infancia, ley y democracia: una cuestión de justicia”,
Infancia, ley y democracia..., cit., nota 5, p. 26.
50 “Con la finalidad de examinar los progresos realizados en el cumplimien- to de las
obligaciones contraídas por los Estados partes en la presente Conven- ción, se establecerá un
Comité de los Derechos del Niño” (artículo 43), cuyas funciones detalla el mismo precepto. Este
cuerpo “...genera a través de las Ob- servaciones generales, bases jurisprudenciales relativas a la
interpretación y aplicabilidad de diferentes temáticas y disposiciones establecidas en la Conven-
ción”. Véase Liwski, Norberto Ignacio, “Hacia un sistema integral de justicia y políticas públicas
acordes con el marco jurídico internacional”, Memorias del Seminario Internacional…, cit., nota
27, p. 30. Tómese en cuenta, asimismo, la intervención general que corresponde al Comité de
Derechos Humanos de Naciones Unidas, instituido por el Pacto de Derechos Civiles y Políticos;
y al
deberes internacionales de los Estados en esta materia: respeto y garantía, así como adopción de
medidas que permitan alcanzar esos designios.51
En lo que toca a infracciones penales, el artículo 40 de la Con- vención de 1989 estatuye que
“...los Estados tomarán todas las medidas apropiadas para promover el establecimiento de leyes,
procedimientos, autoridades e instituciones específicos para los niños de quienes se alegue que
han infringido las leyes penales o a quienes se acuse o declare culpables de haber infringido esas
leyes”, y en particular se establecerá una edad por debajo de la cual se presume la incapacidad del
sujeto de infringir la ley penal (que no deberá ser “demasiado temprana”: regla 4.1 de Beijing), así
como medidas para “...asegurar que los niños sean tratados de manera apropiada para su
bienestar y que guarde proporción tanto con sus circunstancias como con la infracción”.52
Son muy apreciables las excelencias de la Convención, que ofrece, sin embargo, flancos para la
crítica, como suele ocurrir en tratados que congregan múltiples puntos de vista, intereses, pre-
tensiones, costumbres, tensiones nacionales. Mary Beloff advier- te que las deficiencias de la
Convención favorecieron el consenso de los Estados: reservas incompatibles con el objeto y el fin
del

Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, creado por el Pacto de esta especialidad.
51 El artículo 2.1 señala que “...los Estados Partes respetarán los derechos enunciados en la
presente Convención y asegurarán su aplicación a cada niño sujeto a su jurisdicción”. El artículo
4o. previene que “...los Estados Partes adoptarán todas las medidas administrativas, legislativas y
de otra índole para dar efectividad a los derechos reconocidos en la presente Convención”; la aten-
ción a los derechos económicos, sociales y culturales —sujeta a la acostum- brada regla de
progresividad— obliga “hasta el máximo de los recursos de que dispongan” los Estados.
52 La regla 17.1, a de Beijing fija una triple exigencia para la operación de la proporcionalidad
que justifica la restricción de derechos: “La respuesta que se dé al delito será siempre
proporcionada, no sólo a las circunstancias y gravedad del delito, sino también a las circunstancias
y necesidades del menor, así como a las necesidades de la sociedad”.

tratado,53 limitaciones a derechos arraigadas en conceptos tradi- cionales; débil exigibilidad de los
derechos económicos, sociales y culturales; insuficiente mecanismo de control frente a la actua-
ción de los Estados;54 ausencia de temas polémicos y adopción de estándares imprecisos. Entre
otros puntos cuestionables, mencio- na que la Convención fue “...planteada como techo (de los
dere- chos de los niños), y no como piso”; que ocupó “...la centralidad del debate en torno de la
protección de la infancia” y que “...lleva lo políticamente correcto a extremos paradigmáticos”.55
En lo que corresponde al continente americano, reconozca- mos que hay ámbitos pendientes
de ordenamientos regionales que enriquezcan, con datos específicos, el corpus juris de los de-
rechos humanos. Tienen que ver —o tendrían que ver, mejor di- cho— con ciertos temas y
determinados grupos humanos, a los que se han referido, en mayor o menor medida, los
organismos de protección regional: así, indígenas, migrantes, debido proceso, identidad, bioética y
menores de edad. Habría que avanzar en la precisión de los derechos del “niño americano” o del
“niño en las
53 En la Declaración y Programa de Acción de Viena, la Conferencia Mun- dial de Derechos
Humanos “...insta a los Estados a que retiren las reservas a la Convención sobre los Derechos del
Niño que sean contrarias al objeto y la finalidad de la Convención o incompatibles con el derecho
internacional con- vencional” (46). En sentido similar se pronunció la Observación general núm.
5 del Comité de los Derechos del Niño (13 y ss.)
54 Liwski, miembro del Comité, manifiesta que en materia de justicia penal aquél “...ha
advertido escasos avances por parte de los Estados y en algunos casos políticas pendulares,
respecto de la aplicación de las normas internacio- nales”. Identifica tres situaciones: a) países en
que ha habido reformas legales consecuentes con la normativa internacional, pero éstas “...no se
expresan en reformas institucionales que den efectiva aplicación a esas normas”; b) países en que
se observa “...ausencia de legislación específica armonizada con la Con- vención sobre los
Derechos del Niño”, y c) países en que existe “...formulación de leyes cuyo contenido se
contrapone con los principios y disposiciones de la Convención y con las reglas de Beijing, pero
que además ignoran la existencia de leyes específicas preexistentes”. “Hacia un sistema
integral…”, Memoria del Seminario…, cit., nota 50, pp. 42-45.
55 “Quince años de vigencia de la Convención sobre Derechos del Niño en Argentina”, La
aplicación de los tratados…, cit., nota 4, pp. 256 y ss.

Américas”, con todos los problemas que ello entraña, pero tam- bién con todas las ventajas que este
tratamiento especial pudiera traer consigo.
La existencia de normas mundiales —si las hay— no excluye la emisión de disposiciones
regionales, como se advirtió al tiempo de elaborar el proyecto de Convención Americana sobre
Derechos Humanos, posterior a los Pactos Internacionales de Naciones Uni- das.56 No sobra
recordar que en el marco del Consejo de Europa, la Asamblea Parlamentaria se ha pronunciado
sobre la Carta Europea de los Derechos del Niño (1979 y 1990) y que existe un Convenio sobre el
Ejercicio de los Derechos del Niño, de 1996, que favore- ce el acceso a la justicia. Y en el marco de
la Unión Europea cabe mencionar la Carta Europea de los Derechos del Niño, de 1992.
Ya me referí a otros textos internacionales, de alcance mundial, sobre cuestiones específicas
relacionadas con menores (con acen- to en los temas de la justicia): Reglas Mínimas de las
Naciones Unidas para la Administración de Justicia de Menores (Reglas de Beijing, 1985),
Directrices de las Naciones Unidas para la Pre- vención de la Delincuencia Infantil (Directrices de
Riad, 1990), y Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Protección de los Menores Privados
de Libertad (Reglas de Tokio, 1990).
Vayamos ahora al espacio americano. Existen instancias de promoción y protección: Instituto
Interamericano del Niño, la Niña y Adolescentes, cuya historia —pronto centenaria— ha cruzado
las diversas etapas de la política y la legislación sobre esta materia;57 Comisión Interamericana de
Derechos Humanos,

56 Cfr. el discurso de Gabino Fraga, presidente de la Comisión Interame- ricana de Derechos


Humanos, al presentar el proyecto de Convención Ameri- cana sobre Derechos Humanos en la
Conferencia de San José, Costa Rica, en “Conferencia especializada interamericana sobre derechos
humanos”, San José, 7-22 de noviembre de 1969, Actas y documentos, Washington, D. C.,
Secretaría General, Organización de los Estados Americanos, reprint, 1978, pp. 430-431.
57 Este organismo, con sede en Montevideo, fue creado en 1924 por el IV Congreso
Panamericano del Niño, y quedó instituido en 1927 como Instituto Internacional Americano de
Protección a la Infancia; fue incorporado a la Or- ganización de los Estados Americanos en 1962.
Tiene la encomienda de “...co-
que cuenta con una Relatoría Especial de la Niñez, y Corte Inte- ramericana de Derechos Humanos,
que se ha ocupado frecuen- temente en los temas de la niñez y la adolescencia y ha emitido
criterios importantes que ya integran una doctrina jurispruden- cial estimable.58
La normativa interamericana relevante para nuestro tema en el ámbito de los derechos humanos
—dejo de lado, pues, otras ma- terias que interesan, desde perspectivas diferentes, a los menores de
edad—, abarca tanto las disposiciones de observancia general, es decir, las que consagran los
“derechos de todos”, inclusive me- nores de edad, y las normas relacionadas explícitamente con
dere- chos de estos sujetos. Esa normativa inicia en el artículo VII de la Declaración Americana de
1948, que se refiere, bajo el epígrafe de los derechos concernientes a la maternidad y a la infancia, al
dere- cho de todo niño a “...protección, cuidados y ayuda especiales”.59
En el corpus juris regional de los derechos humanos, el tema que ahora examinamos figura tanto
en la Convención America- na, de la que deriva la jurisprudencia de la Corte IDH, como en el
Protocolo de San Salvador, en torno a derechos económicos, sociales y culturales. En el Pacto de
San José, la materia se aloja en un precepto específico, el artículo 19, concentrado en los “De-
rechos del Niño”, y en varias disposiciones que aluden a la situa- ción y los derechos de los
menores de edad, a propósito de otras cuestiones de mayor alcance objetivo o subjetivo: pena de
muerte (artículo 4.5), integridad personal, o mejor aún, proceso y trata- miento (artículo 5o.) y
libertad de expresión (artículo 13).

operar con los Estados miembros (de la OEA) para la promoción del desarrollo de actividades e
instrumentos técnicos que contribuyan a la protección integral del niño, niña y adolescentes, y al
mejoramiento de la calidad de vida de ellos y de sus familias” (artículo 2o.).
58 En torno a esta materia, cfr. González Espinoza, Olger I., “Obligaciones internacionales de
los Estados respecto de los niños y las niñas a la luz del sistema interamericano de protección de
los derechos humanos”, Memorias del seminario internacional…, cit., nota 27, pp. 181 y ss.
59 “Toda mujer en estado de gravidez o en época de lactancia, así como todo niño, tienen
derecho a protección, cuidados y ayuda especiales”.

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