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4.3 Competencias profesionales.

Castillo Rodríguez Aisleen Yosuri


Grupo 1114
Fecha 30/nov/22

4.3.1 Lenguaje Incluyente


4.3.2 Liderazgo.
4.3.3 Negociación.
4.3.4 Comunicación asertiva.
4.3.5 Tolerancia a la frustración.
4.3.6 Adaptabilidad.

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Las competencias profesionales son el conjunto integrado de habilidades,
conocimientos y aptitudes que se necesitan para desempeñar un empleo específico o
desarrollar determinadas actividades profesionales.
Cada puesto de trabajo requiere unas competencias distintas, por lo que, dependiendo
de tu objetivo profesional, necesitarás desarrollar unas u otras. Es importante que
conozcas las competencias que posees y las que se requerirán en el puesto de trabajo
deseado para identificar cuáles son tus áreas de mejora y buscar las mejores opciones
para desarrollar esas habilidades.
 Competencias técnicas
Las competencias técnicas, también llamadas competencias específicas o hard skills,
son aquellas que se asocian a determinados puestos de trabajo y son esenciales para
desarrollar una actividad laboral concreta con éxito.
Por ejemplo, una persona que se haya formado en cocina, tendría que haber adquirido
unas competencias técnicas como el uso de los cuchillos, técnicas de cocción de los
alimentos u organización de una cocina.
 Competencias transversales
Las competencias transversales o soft skills son todas aquellas habilidades,
conocimientos y actitudes que pueden ser generalizados a cualquier entorno
laboral, es decir, se pueden poner en práctica en distintos tipos de profesiones.
Las competencias transversales sirven para desarrollar diferentes ocupaciones
y se han adquirido en diferentes contextos (laborales o no). Algunas
competencias transversales son: trabajo en equipo, adaptabilidad, iniciativa,
pensamiento crítico, inteligencia emocional y autonomía.
4.3.1 Lenguaje Incluyente
¿Por qué es importante utilizar el lenguaje incluyente?
En esencia, muchas formas de lenguaje y expresiones sexistas que abundan en nuestro
vocabulario — las cuales han pasado de generación en generación perpetuando
patrones de comportamiento— construyen estereotipos de género, asociando a las
personas con roles y expectativas sociales entorno a lo que deben ser/hacer las
mujeres y los hombres.
De esta forma, el lenguaje sexista o excluyente ha reforzado la idea errónea de que las
mujeres tienen un papel de inferioridad o subordinación con respecto al hombre.
Estas formas sutiles de desvalorización de la mujer en el lenguaje son las que, en el
inconsciente colectivo, se suman a las muchas formas que contribuyen a reforzar la
desigualdad y, en el peor de los casos, a justificar la violencia ejercida hacia las
mujeres.

4.3.2 Liderazgo

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El liderazgo es un conjunto de habilidades que sirven para conducir y acompañar a un
grupo de personas. Sin embargo, un líder no sólo es capaz de influenciar en su grupo,
sino también de proporcionar ideas innovadoras, y motivar a cada participante a sacar
lo mejor de sí.
Según Max Weber, un líder es la persona encargada de guiar a otras por el camino
correcto para alcanzar objetivos específicos o metas que comparten, es la persona que
guía al grupo y es reconocida como orientadora.
¿Qué tipos de liderazgo existen y cuál es el mejor?
En primer lugar, hay que tener en cuenta que el liderazgo siempre es contextual, es
decir dependiendo de la empresa, el lugar geográfico y las características culturales en
las cuales te encuentres inmerso, deberás tener más cualidades de un liderazgo que de
otro.
Estas son las características de los tipos de liderazgo más conocidos para que puedas
descubrir en cuál te encuentras y así determinar si es necesario generar un cambio.
Autoritario
No acepta la creatividad de su equipo, es rígido, tiende a basarse en el miedo y elimina
todo tipo de pensamiento que no vaya con la línea planteada. Es unidireccional: el jefe
manda, y los empleados obedecen las órdenes.
Al hablar de fortalezas podemos mencionar una rapidez en la implementación y la
productividad, como el bajo costo, aunque todo esto, a corto plazo.
Transaccional
Conocido también como gerencial, se basa en un intercambio o transacción. El líder
premia a los trabajadores que realizan sus tareas y castiga a los trabajadores que no
cumplen con los estándares establecidos.
Este vínculo se genera así, porque se asume que los individuos no están motivados por
sí mismos para realizar sus tareas y necesitan estructura y supervisión.
Un líder transaccional no suele encajar bien en entornos de emprendimiento donde se
requiere creatividad e innovación. El liderazgo transaccional suele contrastarse con el
liderazgo transformacional.
Participativo
Invita a los miembros a trabajar por motivación propia y lograr los objetivos de forma
colectiva, destacando el propósito más que el resultado.
Promueve el diálogo entre todo el grupo para tener en cuenta todas las opiniones y
visiones sobre la realidad, aunque la decisión final suele recaer en el líder. El business
coaching nos brinda una infinidad de herramientas.
4.3.3 Negociación.
La negociación es un proceso en donde los agentes interesados en llegar a un acuerdo
sobre un asunto en particular, intercambian información, promesas y aceptan
compromisos formales.
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En este sentido, la negociación se suele dar en forma de diálogo entre las partes, en
donde cada uno tiene interés en lo que la otra parte tiene o puede ofrecer, pero no
está dispuesto a aceptar todas sus condiciones. De esta forma, cada parte busca que la
otra ceda en algo su postura para poder llegar a un punto de acuerdo aceptable por
ambos.
 Existen dos o más interesadas en negociar (partes negociadoras)
 Las partes negociadoras están interrelacionadas. Esto es, cada una de ellas
tienen algo de interés para la otra parte, lo que determina en gran parte su
poder de negociación. Si no hay nada que se pueda ofrecer, no se puede
negociar.
 Existe un proceso dinámico en donde las partes se comunican, informan de sus
posiciones y discuten cuanto está cada uno dispuesto a ceder a cambio de algo
que el otro le puede otorgar.
 Cada una de las partes negociadoras tendrá una determinada estrategia
negociadora cuyo objetivo será que la mayor parte de sus condiciones sea
aceptada. La estrategia puede ser exitosa o no.
 Si la negociación es exitosa se llegará a un acuerdo formal en donde las partes
se comprometen con lo pactado.
4.3.4 Comunicación asertiva.
El escritor y consultor en comunicación en el Observatorio de Recursos Humanos,
Alfonso Aguiler, define la asertividad como “la herramienta o capacidad de expresar lo
que uno quiere, piensa y siente de manera honesta, correcta y directa, sin que afecte
las intenciones del interlocutor y respetando siempre lo que la otra persona siente y
piensa”. De esta manera, una persona asertiva se caracteriza por tener un alto grado
de empatía y una buena gestión de las emociones, así como un dominio del lenguaje
corporal.
Lo cierto es que el lenguaje corporal juega un papel muy importante en el proceso
comunicativo, ya que, tal y como indica el estudio de Albert Mehrabian, el 55% de lo
que decimos lo comunicamos de manera no verbal. De ahí que una de las claves de
este tipo de comunicación sea que la postura corporal, los gestos, el tono de voz y la
mirada acompañen en todo momento la actitud de respeto, escucha activa y
tranquilidad que implica la asertividad.

Asimismo, el objetivo principal de la asertividad es trasladar una idea de manera clara,


amable y empática, a diferencia de la comunicación pasiva o agresiva, ya que, por un
lado, la pasiva tiende a evitar cualquier situación incómoda, lo cual genera frustración
y deteriora la relación interpersonal, y, por el otro, la agresiva interviene sin tener en
cuenta los intereses y los sentimientos de la otra parte.

Sin duda, la actitud pasiva, agresiva y asertiva son tres maneras diferentes de afrontar
una misma situación y, aunque no siempre es fácil porque entran muchos factores en
juego, la comunicación asertiva es la más eficaz y la que más contribuye a una relación
saludable, ya que esta logra el equilibrio entre nuestros intereses y derechos y los de

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nuestro interlocutor, creando un espacio de respeto y cordialidad frente a situaciones
difíciles.
4.3.5 Tolerancia a la frustración.
Asimismo, la tolerancia a la frustración significa ser capaz de afrontar y gestionar de
manera adecuada esas limitaciones que hacen que no podamos satisfacer, en
ocasiones, nuestros deseos o necesidades. Está estrechamente ligada al autocontrol, el
cual implica la habilidad de canalizar y dominar nuestras emociones, conducta y
pensamientos de forma eficaz.
La frustración forma parte de nuestra vida y aunque es imposible no experimentarla, sí
que podemos aprender a manejarla. En la etapa infantil, es un período donde
predomina el egocentrismo debido al momento evolutivo en el que se encuentran.
Esto hace que quieran satisfacer en todo momento sus deseos. Por este motivo, la
familia tiene un papel fundamental en el manejo de la frustración en esta etapa,
puesto que son los responsables de ajustar sus deseos a la realidad para que aprendan
a crear expectativas adecuadas a las distintas realidades con las que se encontrarán en
un futuro como adultos.
4.3.6 Adaptabilidad
Consiste en la capacidad de responder con flexibilidad a los cambios que ocurren en el
entorno y adaptarse con facilidad a nuevas realidades. Actualmente es una de las soft
skills más demandadas en el mercado.
Esta adaptación puede ser tanto digital, es decir, aquella relacionada con el uso de las
nuevas tecnologías; como cultural o social, orientada a trabajar con personas de
múltiples orígenes y trayectorias profesionales. La digitalización masiva y la
globalización convierten la adaptabilidad en indispensable en nuestros espacios
laborales.

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Ficha bibliográfica
Simonetta, Carlos David
ÉTICA Y LIDERAZGO. LA NEUTRALIDAD NO EXISTE
Ciencias Administrativas, núm. 10, 2017
Universidad Nacional de La Plata, Argentina

ARNOLD, JOHN; RANDALL, RAY y cols.


Psicología del trabajo.
Quinta edición
PEARSON EDUCACIÓN, México, 2012
ISBN: 978-607-32-1478-0
Área: Ciencias sociales
Formato: 21 – 27 cm Páginas: 720

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